Fluke siguió el olor del pan con mantequilla abajo de las estrechas escaleras de su casa.
Judo estaba de pie en la cocina con un cigarro encendido frente a la ventana abierta, usando el fregadero de cenicero. Pan tostado, bagels¹ y mantequilla estaban en el mostrador entre la cocina y el comedor. La televisión del comedor estaba encendida con el volumen bajo, mostrando una película que el adormilado cerebro de Fluke recordaba vagamente.
Judo usaba unos boxers de seda negros y nada más, sus ojos sombreados por una onda de su pelo cuando se giró hacia él.
-Hey, hermoso.
Fluke se detuvo en el último escalón, mirándolo fijamente. Realmente había sucedido. Judo Tantachj estaba en su casa. Había dormido ahí. Había jodido con él.
<<¡Santa miera!>>
Extrañamente, su voz salió normal.
-Hey.
Judo apagó su cigarrillo y se acercó a Fluke deteniéndose justo frente a él. Con Fluke en el escalón inferior ellos estaban ojos frente a ojos. Judo apoyó sus manos a cada lado del barandal y se inclinó hacia él.
El beso fue suave, extrañamente sabía a humo de cigarro y pan con mantequilla, bajo la menta de la pasta de dientes de su propia boca. Una combinación extraña de sabores de la mañana que hacía la presencia de Judo algo especial.
Judo se apartó un poco para mirar a Fluke a los ojos.
-¿Cómo te sientes?
-Bien.
-¿Resaca?
Fluke sacudió la cabeza. Sorprendentemente, se sentía bien. Agotado y adolorido en ciertos lugares donde él no lo había sentido en años, pero era algo bueno.
-¿Para nada?
-No.- Judo sonrió.
-Bien.
Judo cogió a Fluke y el grito de sorpresa de Fluke fue cortado cuando sus labios se encontraron con los suyos, esta vez voraces. Largos y fuertes brazos lo rodearon apresándolo, mientras la boca de Judo lo devoraba.
Las manos de Judo empezaban a explorar la cintura de los pantalones de Fluke, cuando sonó un teféfono. Fluke sería feliz ignorándolo, ante la más interesante lengua que giraba con la suya y el duro eje de Judo presionándose contra el suyo.
-¡Fluke! ¡¿Estás ahí?!
Fluke se apartó del beso de Judo con un gemido, impactado por la fuerte voz de desesperación de su hermana.
-Sal de la cama y contesta el teléfono. Maldición, ¿dónde estás Fluke? ¿Fluke?
Con un pequeño gruñido, Judo lo liberó.
Fluke fue a la cocina, cogió el teléfono inalámbrico y detuvo las fuertes demandas de Ireshi.
-Buenos días a ti también.
-Oh, gracias a Dios estás bien. ¿Tienes tu móvil apagado?
Apoyó el codo en el mostrador que separaba la cocina del comedor, entonces pasó su mano por los alborotados rizos en su cabeza.
-Dejó de funcionar anoche.
<<¿Dónde estaba su móvil?>> Tendría que buscarlo luego.
-¿Estás bien?
-Sí. Estoy bien. ¿Por qué?
-Judo dijo que te emborrachaste y caíste en la fuente del hotel. Quería salir a verte pero él me prometió llevarte a salvo a tu casa.
Fluke miró sobre su hombro y vio a la estrella de rock que merodeaba detrás de él. Tenía una diabólica sonrisa en su boca.
-Sí, el me trajo a casa.- Sacudió la cabeza a Judo pero él lo ignoró, colocó su mano en un lado de la cadera de Fluke y presionó su entrepierna contra el culo de Fluke. Fluke tuvo que morderse el labio para suprimir un gemido.
-¿Qué sucedió?
-¿Huh?
-¿Cómo te caíste a la fuente?
-Oh. Yo, uh...- Cálidas manos se deslizaban por su desnuda espalda-, nosotros salimos a caminar. Me resbalé. Supongo que bebí demasiado.
-Entonces estabas borracho.
-Supongo. Un poco.
La tela de sus pantalones de algodón y de los boxers de Judo podían muy bien no existir. Sentía el pene de Judo agradablemente entrando en la grieta de su culo y Fluke podía jurar que sentía las venas en eso.
Ireshi se rio.
-No fuiste el único. ¿Te perdiste la oportunidad de ver a mamá antes de irte?
No podía pensar en su madre ahora.
-Sí.
-Ella estaba muy bebida. Y papá no estaba mucho mejor. Tuvimos que mandarlos a casa en taxi.
-Mmmm.- Se hundió hacia adelante hasta que su pecho estaba alineado con el mostrador, giró la cabeza sosteniendo el teléfono inalámbrico en su oreja y posicionó su culo dentro del inclinado y celestial cuerpo de Judo. Besos recorrieron su hombro y la mitad de su espalda.
-Entonces, ¿supongo que tú y Judo os lleváis bien de nuevo?
-¿Huh?
-Tú y Judo fuisteis a caminar juntos, así que...
-Oh. Sí. Puedo decir eso.
-¿Oh? ¿Puedes decir más?
Judo deslizó su palma alrededor de la erección de Fluke.
-No. Solo... estamos bien.
<<Más que bien>>.
Fluke luchó para mantenerse coherente a pesar de los dedos que entraban bajo la pretina de sus pantalones, bajándolos y exponiendo su pene.
-Hey, ¿no te acabas de casar? ¿No se supone que estés teniendo sexo o algo?- Bueno, el sexo no estaba realmente fuera de su mente.
-Kalan está en la ducha.
Judo mordisqueó la parte de atrás de su cuello. Su mano se cerraba alrededor del pene de Judo y apretaba.
-Oh.- Fluke rápidamente estaba perdiendo la capacidad de hablar. Apenas y podía lograr respirar-. ¿Debería unirte a él?
-Tenía que saber que estabas bien.
-Estoy bien.- Esperaba que ella no oyera su jadeo.
-¿Fluke?
-¿Sí?
-¿Él está ahí?
Claramente tratando de intervenir, Fluke tomó la mano de Judo y trató de detener el hermoso masaje a su pene.
-¿Qué?
La traviesa risa de Ireshi llegó a su oído.
-¿Él está ahí? ¿Dormiste con Judo anoche?
Fluke vio la otra mano de Judo con el rabillo del ojo. Giró la cabeza para ver al hombre coger con sus dedos una buena cantidad de mantequilla del plato no muy lejos de Fluke. Fluke se quedó con la boca abierta pero no podía negar que eso era algo que no quería que su hermana oyera. No pudo detener la mano mientras sostenía el teléfono. Luchando con las palabras, mientras los dedos con mantequilla iban bajo sus pantalones y se acercaban a su agujero.
Un estrangulado 'joder' se le escapó de la boca.
-¿Fluke? Él está... ¿es él? ¿Él está ahí?
Fluke tragó un gemido cuando el dedo entró en su interior.
-¿Por qué dices...? Quiero decir, ¿qué te hace pensar...?
Ireshi gritó.
-Usualmente eres más coherente, hermanito, incluso en las mañanas. Y creo que se oye algo al fondo. Ambos están jadeando. ¿Qué estás haciendo?
Dos dedos estaban en el interior de Fluke, encontrando ese oh-tan-dulce punto. El aire se le escapó en un silbido.
-Oh, ni siquiera seguiré con eso, Ireshi.
-Aguafiestas.
-¡Cristo!- No estaba seguro si eso iba dirigido a su hermana o al diablo detrás de él.
Ireshi se rio como la bruja que era.
-Está bien, te dejaré para que te distraigas con el sexo que necesitas.
-¿Qué?
-Dile hola y gracias a Judo por mí.
La mano de Judo soltó a Fluke.
-¿Gracias?
Judo usó su mano para bajar los pantalones de Fluke hasta las rodillas.
Fluke gritó, a pesar de estar al teléfono con su hermana, no podía salvarse del placer que amenazaba engullirlo. Pero ella ya había colgado.
Fluke no podía pensar en eso ahora. Él apoyó su mejilla en el mostrados, aún sosteniendo el teléfono, y finalmente dejó salir un gemido que empujaba por escapar de su garganta.
-¿La novia está bien?- preguntó Judo, su voz insufriblemente calmada y normal a pesar de que con sus dedos se estaba llevando la cordura de Fluke.
-Ella te dice gracias- Fluke jadeó.
Los dedos dejaron su culo pero la otra mano circuló su pene y comenzó a bombear lentamente.
-¿Gracias?- Se oyó el ruido junto al plato de la mantequilla.
Fluke no podía ceder a la curiosidad y levantar la cabeza y ver lo que Judo estaba haciendo. Lo que fuera que estuviera haciendo estaba bien para él.
Lo imaginó, cuando la roma cabeza del pene de Judo se empujaba en la grieta de su culo. Lanzó la cabeza hacia atrás y gimió cuando el engrasado pene era empujado hacia adentro.
-Ah, ¡Mierda! ¿Podemos hablar de eso después?
Una engrasada mano se aferró a su cadera.
-Claro.- Finalmente dijo Judo, con la voz un poco jadeante-. Ah, tan apretado.
Fluke dejó el teléfono y se aferró al borde del mostrador. Eso le dio algo de palanca para empujarse hacia atrás y empalarse a sí mismo. Fluke gritó, arqueándose contra los empujes de Judo.
-Oh, sí- Judo gruñó, acurrucándose sobre la espalda de Fluke-. Grita por mí, suea. Te oyes tan jodidamente sexy.
Fluke no podía detener los sonidos que salían de su garganta. Ni siquiera sabía que lo hacía. Pero si eso incitaba a Judo a hacer más de lo que estaba haciendo, Fluke no iba a intentar detenerlos.
La mano de Judo trabajó con el mismo ritmo de los empujes de su pene, urgiendo a Fluke a empujarse hacia uno y otro lado.
Lo hacía con total abandono, incapaz de controlar la respuesta de su cuerpo a ese hombre, eso era casi como si sus músculos y huesos siguieran las órdenes mentales de Judo, desobedeciendo totalmente a Fluke. Gritó el nombre de Judo, rogándole al hombre que lo jodiera más duro.
Judo lo hizo. La caderas golpeaban contra las caderas en el momento que gritaba desesperadamente.
Judo se empujó al interior una vez más, su cuerpo se estremeció sobre el de Fluke mientras se corría.
Desconcertado, perdido, Fluke se presionó hacia atrás, hacia él, tomando todo lo que le daba.
Su cuerpo seguía temblando ligeramente, Judo se sostuvo en la espalda de Fluke. Su mano bombeó el pene de Fluke furiosamente. Dientes se hundieron bajo el lóbulo de la oreja de Fluke.
-Córrete para mí, suea.
Eso fue todo lo que necesitó. Fluke se corrió, aferrándose al borde del mostrador y presionando su frente contra la superficie mientras encontraba su agonizante liberación.
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¹Bagel: pan salado, elaborado con levadura de trigo que se cuece en agua y después se mete al horno, por lo que el resultado es un pan denso con cubierta crujiente.