MÁS QUE UN SUEÑO

By blackkangel_

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Cuando el verano finaliza y da paso al otoño, todo parece cambiar para Norah y sus amigos justo en el momento... More

Aclaraciones
Dedicatoria
PRÓLOGO
Capítulo 1: Comportamiento adecuado.
Capítulo 2: Parecéis niños pequeños.
Capítulo 3: ¡Y acuérdate de activar el internet!
Capítulo 4: ¡Qué corra el aire!
Capítulo 5: Batiendo récords, ¿eh?
Capítulo 6: Agente secreto de la CIA.
Capítulo 7: Dos flores cuestionables.
Capítulo 8: Es una tontería.
Capítulo 9: Mi pequeña investigación.
Capítulo 10: Esto es la realidad.
Capítulo 11: La fiesta.
Capítulo 12: El collar.
Capítulo 13: El destino nos ha juntado.
Capítulo 14: Lejía y amoniaco.
Capítulo 15: No es lo que parece.
Capítulo 16: Yo sí que flipo contigo, Norah.
Capítulo 17: Confianzas.
Capítulo 18: Vuelta a la normalidad.
Capítulo 19: La fiesta de Halloween.
Capítulo 20: Ha llegado el momento.
Capítulo 21: Cuatro puñales contra uno.
Capítulo 22: Las segundas oportunidades nunca son buenas.
Capítulo 23: De vuelta al punto de partida.
Capítulo 24: Los jóvenes prometedores.
Capítulo 25: Dulces sueños.
Capítulo 26: Ya es tarde para arrepentirse.
Capítulo 27: Recién casados.
Capítulo 28: Como en los viejos tiempos.
Capítulo 29: A veces hay que arriesgar para ganar.
Capítulo 30: Los ninjas del bosque de sangre.
Capítulo 31: Dos cuchillos, un machete y una katana.
Capítulo 32: Por si no nos volvemos a ver.
Capítulo 33: El principio del fin.
Capítulo 34: Las tornas han cambiado.
Capítulo 35: Cara a cara.
Capítulo 36: Sentimientos.
Capítulo 37: Respuestas.
Capítulo 38: Esperanza.
Capítulo 39: Choque de realidad.
Capítulo 40: Listos para dar un paso más.
Capítulo 41: Nuevo año, viejas compañías.
Capítulo 42: En ocasiones es inevitable retroceder para avanzar.

EPÍLOGO: Sueños frustrados.

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By blackkangel_

Dos meses después.

Nuestro último curso de instituto finalizó acompañado de las altas temperaturas de junio y, para cerrar esa etapa escolar, el instituto organizó una ceremonia de graduación para todos los alumnos de segundo de bachillerato. La graduación fue una pequeña celebración a la que asistieron familiares y amigos de los graduados como invitados. Tuvo lugar en la amplia zona verde donde se instalaron múltiples sillas y un pequeño y sencillo altar en el que los alumnos mencionados subían a recoger su diploma.

Mis padres y mi hermano asistieron y, cómo no, a mi madre se le escapó alguna que otra lágrima. Cuando se trataba de los logros de sus hijos era la encargada de sacar un pañuelo de su bolso y limpiarse, con cuidado, los ojos sin estropearse mucho el maquillaje. Después de todo, era una despedida a un total de seis duros años de instituto. La próxima etapa era la universidad y, sinceramente, la Norah de hace unos meses diría que le aterraba dar la bienvenida a ese nuevo capítulo de su vida, pero, después de todo lo vivido, estaba emocionada por emprender un nuevo camino y evolucionar como persona.

Aquella misma noche, los alumnos graduados nos fuimos de fiesta y lo pasamos en grande. Fue una noche inolvidable que, sentada en la arena, aún recordaba con el mismo sentimiento que cuando la viví.

Me encontraba en la playa con mi bañador puesto, esperándolo. No pasó mucho tiempo cuando mi vista fue directa a una figura que se acercaba hacia mí.

Dominic.

Los latidos de mi corazón se aceleraron al verlo a pesar de llevar seis meses juntos. Sin embargo, gran parte de mi estado de ánimo también se debía a lo que íbamos a hacer.

Sus pasos cesaron, deteniéndose frente a mí.

—Hola, conejito —saludó depositando un beso sobre mis labios, ni corto ni demasiado prolongado. Lo justo.

—Hola. —Consiguió sacarme una sonrisa de oreja a oreja. Él Iba solamente con un bañador verde menta, dejando su torso al descubierto. Me quedé un rato ensimismada, mirándolo a pesar de que no era la primera vez que lo veía.

Cuando les conté a mis padres sobre mi relación con Dominic, no se lo tomaron muy bien que digamos. Sobre todo mi madre, y digamos que con las malas notas del primer trimestre tenía razón para hacerlo. Mi padre fue un poco duro al principio y no paraba de darme advertencias y consejos, pero con el tiempo se le pasó. Una tarde mi madre vino a mi habitación a hablar y me confesó que también tuvo su amor adolescente y que me comprendía, así que me dijo que disfrutara, pero con cuidado. En resumen, la misma charla de la gran mayoría de los padres y madres.

—¿Estás lista para tu clase de surf? —preguntó con una sonrisa de lado.

Sí, eso era a lo que habíamos venido a hacer y yo no podría estar más preparada.

—Llevo lista desde que me lo prometiste —confesé perdiéndome en sus ojos aguamarina.

—Entonces, vamos. Las tablas están allá —señaló con el pulgar detrás de él a un puesto de alquiler de tablas—. Nos espera una tarde larga.

—Y divertida —añadí y le agarré de la cintura con un brazo, dispuesta a caminar.

Pero él no se movió.

—Me encanta verte así —comentó cuando alcé la mirada para encontrar el motivo de por qué no se había movido.

—¿Así como?

—Sonriendo.

Las mejillas ardieron y no fue precisamente por culpa del sol abrasador de aquella tarde de verano. Dom pasó su brazo por encima de mis hombros y nos dirigimos al puesto de alquiler de tablas.

En cuanto alquilamos las tablas, me enseñó la teoría más básica sobre la arena. Me ayudó con la postura para mantener el equilibrio y con los movimientos para ponerme en pie sobre la tabla. Su tacto sobre mi piel era tan agradable que esta se me erizó en varias ocasiones. Siendo sincera, me impliqué mucho y cuando creí estar segura de manejarme yo sola, lo pusimos en práctica en el agua.

Las olas eran pequeñas y, como siempre, mi parte ilusa pensó que lo conseguiría, que conseguiría dominar una ola, aunque fuera solamente una. Sin embargo, no conseguí ponerme en pie sobre la tabla ni una maldita vez. Mi equilibrio en la tabla sobre el agua era pésimo. Con cada intento llegué a convencerme de que era físicamente imposible conseguirlo, pero cuando eché un vistazo a Dominic surfeando una ola entendí por qué me metí a la modalidad de humanidades y no a la científica. En fin, mi primera clase toda un estropicio. Cuándo los rayos del sol bajaron consideramos que era un buen momento para dejarlo.

Salí del agua un poco cabreada conmigo misma y decepcionada, pero sobre todo, cansada de intentarlo una y otra vez sin obtener el resultado que quería. Solo el resultado de la ola arrestándome a mí y a la tabla por separado. Me envolví con la toalla para secarme el agua.

De alguna manera me afectó más de lo que me hubiese gustado. Era un sueño que siempre quise cumplir, pero que al parecer no estaba hecho para mí. Me imaginé a la pequeña Norah a la que le flipaba ver a todos esos adolescentes surfistas en las series y películas. Me la imaginé allí mismo, en frente de mí, esperando que la Norah adolescente hubiese cumplido su sueño y, que al ver que eso no fue así, decepcionándose.

Tiré la toalla a la arena con frustración.

Dominic debió notar mi humor y se acercó hasta mí después de clavar las tablas en la arena. Chocó su cadera con la mía con un suave empujón y me envolvió en sus brazos para acercarme a él. No me esperaba para nada ese acto que me pilló desprevenida, pero la sensación de calidez de su cuerpo junto con el mío se extendió por el interior de mi cuerpo.

—No te pongas así. Es normal que no lo consigas a la primera. A mí me llevó meses aprender, pero te enseñaré hasta que lo consigas. Voy a estar a tu lado, Norah.

Inclinó su cabeza hasta la mía para depositar un beso cargado de cariño sobre mi frente y cualquier resto de frustración se disipó como las nubes después de una tormenta. Era tan afortunada de tenerlo a mi lado que la sensación de plenitud que sentí en ese momento se desbordó de todo mi ser. Acerqué mi cara a su cuello y dejé un beso de agradecimiento en su piel y le rodeé la cintura con los brazos aferrándome a él.

En respuesta murmuré las siguiente palabras contra su pecho:

—Me gustas demasiado, Dom.

—Y yo te quiero demasiado, Norah.

Me encontraba en una etapa de mi vida en la que sentía que todo iba sobre ruedas. Volvíamos a ser el grupo de antes, todos juntos, y se volvía a respirar esa felicidad y paz entre nosotros. Además, tenía a una persona muy especial conmigo en la que los sentimientos eran mutuos.

Allí, con el sol poniéndose y entre los brazos de la persona más valiosa para mí, me transportó a nuestra primera quedada en la playa, porque eso era a lo que me recordaba Dominic. A un día nublado de invierno en la playa, donde el agua del mar, con sus matices azules y verdes, resaltaba sobre los colores apagados del cielo y de la arena. Un día nublado de invierno pero no necesariamente frío porque las nubes apenas grisáceas permanecían a causa de la poca brisa que se había levantado y, por ello, hacían de efecto invernadero sobre la tierra. Donde el sonido acompasado de las olas llenaba el silencio y el vaivén de estas dejaban una orilla algo húmeda y oscura. Un lugar donde algunos solo veían tristeza, monotonía e incluso aburrimiento; pero donde yo veía belleza, sentía paz y tranquilidad. Donde me sentía bien, llena y acompañada.

¿Sabes esa sensación que tienes cuando te despiertas de un sueño maravilloso y te empeñas en recordarlo una y otra vez para que no se te escape ni el más mínimo detalle, aún acostada en tu cama? Pues así me sentía yo. Me atrevería a decir que incluso mejor, porque aquello era más que un sueño.

FIN



Nota: Con el corazón en un puño, Más Que Un Sueño llega a su fin. He disfrutado cada letra que he escrito en el documento de esta historia, he reído y he llorado, y aunque sea una historia de ficción, ha sido increíble darle la evolución que se merecían a los personajes y acompañarles en el proceso.

El grupo de amigos son unos personajes que siempre me van a acompañar, al igual que todos los personajes secundarios a los que no pensé que sería posible cogerles cariño. Soy consciente de que podría haber sacado más partido de esta historia, de que tiene fallos e incongruencias, pero estoy satisfecha con lo que habéis leído. Después de todo es la primera vez que me aventuro a escribir de principio a fin una historia y publicarla, y espero que no la única. 

Feliz año a todxs los que habéis llegado hasta aquí y gracias. Aunque sea el final de MQUS, nos veremos pronto ;)

B. A. <33

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