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˚˖!★ 🔱˚˖ PRÓLOGO ˚˖⚡️
—adiós, familia.. —
Hazel gimió de dolor al levantar ligeramente su pie; el dolor era constante en su pierna, en su tobillo se podía ver una gran herida, un corte que iba de abajo hacia arriba y no dejaba de liberar una gran cantidad de sangre. Luke no escatimó esfuerzos en rasgar otro pedazo de su camisa para atarlo al tobillo de la pelirroja. ─Tranquila, el dolor pasará, confía en mí. ─ El moreno afirmó intentando tranquilizar a la chica frente a él, pero ella solo bufó y se pasó las manos por el cabello.
Grover, por otro lado, la miraba sintiendo su pequeño corazón de sátiro latir de forma anormal; intercambió miradas con Annabeth, la rizada miraba aterrorizada a su amiga. Grover no pudo evitar sentir pensamientos de culpa en su cabeza; balbuceó un poco antes de romper el silencio. ─¡Tenemos que seguir! No podemos dejar que nos alcancen. ─ Grover habló nerviosamente, desesperado, en ese momento no veía ni un destello de esperanza. ─Él tiene razón. ─ Thalia demostró apoyo, suspiró y miró a Hazel.
Thalia miró hacia los árboles que los escondían en el camino oscuro y desgarrador. —Falta muy poco para subir la colina, debemos seguir. —La chica de cabello negro anunció y se agachó levantando ligeramente su brazo y tocando el brazo de la pelirroja. —¿Puedes seguir, Hazz? —preguntó Thalía y la pelirroja levantó la vista, miró a su considerada hermanita, Annabeth, y pronto tomó su decisión. Asintió con la cabeza y se levantó de repente, causando un gran susto en Luke, que saltó para agarrarla.
—Tranquila, una herida de furias no es nada agradable. — Luke habló tomando el brazo de la chica y pasándolo por sus hombros, lo que hizo que la pelirroja rodara los ojos. —¿En serio? Hasta ahora la estoy encontrando bastante agradable. —Hazel le respondió con acidez, haciendo que Thalia soltara una leve risa contenta por ver a su amiga que, incluso en ese estado, no perdía su hermosa y cariñosa personalidad.
—¡Vamos, rápido! — Exclamó Annabeth, haciendo que el grupo la mirara y siguiera sus órdenes al instante. Grover tomó la delantera y comenzó a caminar hacia el campamento, siendo acompañado por Annabeth, que casi corría a su lado para seguirlo.
Luke apretó a Hazel contra su cuerpo y caminó a gran velocidad para poder alcanzar a Thalia, que seguía a los dos amigos adelante. Hazel no pudo contener gruñidos de dolor cuando el viento pasó por una de las grietas de su mediocre vendaje; la pelirroja apretó los hombros del moreno, quien la miró preocupado, pero luego comenzó a caminar más rápido. De repente, el sonido de árboles derribados se hizo presente; Hazel miró hacia atrás y soltó un suspiro aterrorizado. —¡Son ellos! — Gritó advirtiendo al grupo, que al mismo tiempo miró.
Las tres furias y un ejército de perros infernales los seguían; Thalia no dudó en retroceder y pasar al otro lado de Hazel, agarrar su otro brazo y pasarlo sobre sus hombros, ayudando a Luke a alcanzar a Grover y Annabeth. Corrieron desesperadamente; el sonido y los estruendos de los monstruos los ponían más nerviosos, pero no podían evitarlo, después de todo... solo son niños.
Hazel dio un pequeño salto cuando se dio cuenta de la aproximación de uno de los perros infernales; estaban tan cerca del campamento que, si no fuera por ella, ya estarían a salvo. — ¡Suéltenme! ¡Déjenme ir y váyanse! — Exclamó intentando firmar sus pies en el suelo y liberarse de los brazos de sus dos amigos. Luke la agarró con más fuerza y Thalia forzó sus brazos sobre sus hombros. — No te atrevas. Estamos cerca, no necesitamos un sacrificio. — Exclamó Luke, sintiendo sus ojos arder; Thalia, por otro lado, pensaba lo contrario, miró hacia atrás y vio no solo a los perros infernales sino también a las furias acercándose peligrosamente.
—¡Lo necesitan! ¡Sí, lo necesitan! Por favor, suéltenme. — Hazel se esforzó por liberarse; estaba muriendo de dolor por la fuerza puesta en sus pies. Luke no la soltó en ningún momento; aunque escuchó sus protestas, no serían atendidas, ya que sus dos amigos no la soltaban y seguían corriendo para que se cumpliera su petición. —Tiene razón. — Thalia habló, y Hazel la miró confundida por la concordancia, pero no dudó en pensar en su muerte por el bien de sus amigos.
—Necesitamos un sacrificio. — Thalia habló y miró a Hazel; Hazel iba a responder, pero comprendió su mirada primero. Sabía que Thalia era una persona que se sacrificaría por sus amigos de la misma manera que ella lo haría; sabía que, si quisiera, podría soltarse y tomar el camino hacia los horrores a sus espaldas. Y eso fue lo que hizo; la chica de cabello negro quitó el brazo de Hazel de sus brazos rápidamente y disminuyó su velocidad. — Dile a Annabeth que le pido disculpas por dejarla así. — Thalia habló y eso fue suficiente para que se lanzara hacia los monstruos por sus amigos.
Luke miró asustado y en shock, sintiendo sus lágrimas caer; Hazel no pudo contenerse. — ¡THALIA! — el grito estridente salió de su garganta, rasgando sus cuerdas vocales. Annabeth vaciló frente a ella y miró hacia atrás; vio la escena, Thalia caminando hacia los monstruos y Luke intentando mantener su ritmo de escape ante los gritos de Hazel y su mirada hacia Thalia. La chica sintió que sus piernas cedían, tropezó y firmó sus pies en el suelo, estabilizándose en sus rodillas rápidamente y de forma desordenada.
Grover adelante ya lloraba como un niño, tratando de mantener su ritmo de caminata al ver el destello de la barrera del campamento. El sátiro agarró la muñeca de Annabeth, que despertó de su trance de repente, y se detuvieron frente a la barrera mirando hacia atrás. Luke y Hazel venían con dificultad; Luke ahora rodeaba la cintura de la pelirroja, quien intentaba liberarse urgentemente. —¡Suéltame! ¡Ella necesita ayuda! ¡Ella tiene que volver! — Gritaba Hazel, dejando los corazones de todos presentes hechos pedazos.
Grover levantó sus brazos para ayudar a Luke, que ya estaba llegando hacia ellos; cuando los cuatro que antes eran cinco se encontraron, no dudaron en pasar por la barrera. Todos cayeron débiles al suelo; Hazel intentó mirar moviendo su rostro en el suelo, detrás de la barrera no vio nada, nada de monstruos, nada de árboles y nada de Thalia. — Thalia, Thalia... — susurró débil, tratando de recuperar su conciencia de manera correcta; podía sentir el brazo de Luke y su cintura pesados, sabía que no era solo ella quien había perdido la conciencia en ese momento, Luke también, Annabeth, su hermanita, también.
Todos estaban caídos ahí, todos con sus corazones rotos. Hazel y Grover sintiendo una gran culpa, Luke y Annabeth sintiendo el dolor del duelo y la pérdida de su amiga llenando sus pechos intensamente. Habían perdido la conciencia sin saber dónde estaban, sin saber si finalmente habían encontrado la paz y la comodidad que tanto buscaban.
Lo lograron juntos, pero... ¿permanecerían juntos?
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