Maria dormía pacíficamente, mientras que el ángel Gabriel la llamaba tratando de despertarla.
- solo escoge una fruta. hombre de muchas habilidades. - dice dormida.
el angel un poco confundido, le habla en un tono fuerte, haciendo que ella se despierte de golpe asustada, así mismo asustandolo a él.
- no tengas miedo. - dice el ángel mientras desciende al suelo.
- Deborah. - susurra María buscando despertar a su hermana quién se encontraba a pocos pasos de ella.
- lamento haberte asustado.
- Rebekah. - susurra nuevamente en dirección a su otra hermana. - despierta, despierta.
- no van a despertar. - agrega.
- estoy... ¿estoy soñando?
- no estás soñando.
- nadie me está hablando ahora mismo porque estoy soñando. - se dice a sí misma y seguidamente se cubre con su manta. - despierta ahora.
- de nuevo, no estás soñando.
Maria se destapa, mira al ángel un poco confundida y angustiada, acomodándose sobre su cama.
- estoy... ¿estoy muerta?
- no estás muerta. - responde el ángel. - pero duermes como si lo estuvieras. - agrega para luego aclarar su garganta.
soy Gabriel, y te traigo buenas noticias. - sonríe mientras María se encuentra confundida. - Dios te ha elegido para tener un hijo.
- es-eso no puede ser. no tengo, no tengo un esposo todavía.
- y este niño será el Hijo del todo Poderoso Dios. - María le mira angustiada mientras su respiración se acelera.
y lo llamarás Jesús.
y él será llamado el Rey de Reyes.
- imposible. - agrega María.
- nada es imposible cuando es la voluntad de Dios. - la mira. - tu prima Elizabeth, incluso a su vieja edad, está embarazada en este preciso momento.
Maria se sienta en la cama, tratando de procesar todo lo que está sucediendo y lo que el ángel le dijo.
- ¿“Jesús”? - suspira y mira al ángel. - ese... ese es...
- el rey prometido. - complementa el ángel mientras sonríe.
- no soy digna en lo absoluto.
- eres más bendecida que cualquier otra mujer, maría.
- ¿quién me...?, ¿quién me va a creer? - le pregunta. - pensarán que estoy loca. o peor. y-y-y José. o sea, ¿qué hombre comprometido le gustaría escuchar que su prometida ya está em... embarazada?
- levántate, María. - le ordena para luego ofrecerle su mano, ella se levanta y va donde él para tomar su mano. - Debes ser la madre de un rey y salvador.
Maria suspira.
- no te acobardas ante nadie. - le dice firmemente antes de desvanecerse.
- espera, espera-espera-espera-espera. - dice Maria en busca de que él no se vaya. - tengo, tengo muchas preguntas.
Maria observa a aquel angel desaparecer, así mismo, da vueltas alrededor de su habitación preocupada y sin poder asimilar lo ocurrido.
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el rey Herodes se encontraba en su cama, retorciéndose del dolor y angustia, algo que no podía dejarlo dormir. así que ya incómodo y molesto por ello se levanta y grita.
- ¡vete! - se levanta rápidamente sentándose sobre su cama, lleno de sudor y con su respiración bastante agitada. algo desorientado mira a su alrededor mientras se levanta por completo de su cama. se dirige hacia la ventana más próxima, observando aquella estrella que brillaba más que nunca.
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- esto es una locura. - dice Joaquín quien se encontraba sentado en la mesa con sus hijas y esposa.
- nuestras mentes nos juegan una mala pasada por la noche. - agrega su madre.
- esto no fue un sueño. un ángel estaba ahí. era Gabriel. - menciona María algo molesta.
- locura. - dice su padre. - ¿el Hijo de Dios?, esas palabras por si solas son peligrosas. la gente es apedreada por ese tipo de blasfemia.
- padre. - interrumpe. - esas son las palabras que el ángel me habló.
- no hables más de ángeles.
dice su padre ya con un tono un poco alto, el silencio inunda la habitación y María baja su cabeza. su madre quien se encontraba preocupada, desvía la mirada hacia su esposo.
- ¿qué pasa si es verdad? - pregunta.
- ¿cómo podría serlo?
sus hermanas un poco incómodas y angustiadas ante la situación, se miran entre ellas para luego ver a su madre. ella se encontraba bastante preocupada, no sabía qué hacer ni qué pensar de las palabras de María.
el silencio se hizo presente nuevamente hasta que un par de segundos después, María lo rompe.
- ¿alguna vez les he mentido a alguno de ustedes? - levanta su mirada dirigiéndola hacia su padre quién la mira entre molestó y confundido. Maria vuelve a su posición anterior, baja su cabeza pero su mirada se dirige a su madre, quién responde a la pregunta negando con su cabeza.
- debo orar a Dios misericordioso para que te guíe. - menciona mientras mira a su hija María y se levanta de su silla. - nadie le habla de esto a nadie. - mira a todas sus hijas. - ¡a nadie! - exclama.
...
- esto no fue un sueño.
- ¿qué? - pregunta José confundido ante sus palabras, se dirige a una de las ventanas cercanas a él y María le sigue.
¿qué estás diciendo?
- te estoy diciendo la verdad. - responde. - un ángel vino a mi. él dijo que daría a luz al Hijo de Dios.
- ¿siquiera te escuchas a ti misma? - pregunta con un tono molesto. - ¿acaso casarte conmigo es tan malo que tuviste que inventar una historia como está para salir de esto?
- yo sé que suena imposible. - dice Maria acercándose a José, quién segundos después se aleja de ella y la mira.
- no suena imposible, María. es imposible. - suspira. - ¿qué esperabas que te dijera?, ¿“felicidades"?
- podrías decir que me crees. - se mira. mutuamente hasta que una voz les interrumpe.
- José no puede ayudarte. - agrega Raquel, quién llegaba junto a su esposo.
- María, diles que esto es una broma. - señala a sus padres, María los mira unos segundos para luego mirar a José y devolver su mirada a Raquel y Jacob.
- estoy embarazada. - suelta y José suspira cansado.
Raquel junto a Jacob se sorprenden y a la vez confunden, la miran de arriba a abajo.
- no es lo que piensan, lo prometo.
- él no se dejará mancillar por esto. es un buen joven. - Raquel se acerca molesta a María, quién mira nerviosa a José.
- p-por favor, si tan solo pudiera explicarles más de lo que él ángel dijo.
- oh, si, el ángel.
- no seguiremos escuchando más de esta blasfemia. - agrega Jacob. - no lo tendré.
Maria mira angustiada a José, quién estaba sin palabras mientras escuchaba a su padre hablar.
- v-vamos a dar un paseo. - ofrece María e intenta tomar la mano de su prometido pero este le rechaza y la quita inmediatamente acompañado de un suspiro.
- déjalo en paz. - ordena Raquel.
- suficiente. debes de irte.
- José, por favor. - habla María.
- sal, ahora. por favor no vuelvas nunca.
Maria mira a aquellos dos individuos, sus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, mira hacia todas partes para luego suspirar y caminar a la salida.
al llegar, antes de salir, se da la vuelta mirando a José quién segundos después levanta su mirada para verla.
- José.
- vete ya. - ordena Jacob.
José dirige su mirada a sus padres y luego a María. ella triste y con sus ojos llenos de lágrimas, abre la puerta y sale de aquel lugar.
camina unos cuantos pasos, se gira devuelta a la casa, con la esperanza que José fuera trás ella como lo había hecho la noche anterior, sin embargo, esta vez fue la excepción.
triste, se devuelve a su camino, yéndose entre lágrimas lejos de aquella casa donde ya no sería bien recibida nunca más.
José abre la puerta detrás de ella, viéndola alejarse sin poder hacer nada más que quedarse parado.
...
- pero aquí puedo cuidar de María. - dice Ana mientras acaricia el hombro de su hija.
- no, Maria tiene razón. - dice Joaquín. - Es mejor para todos nosotros si ella se va a quedar con Elizabeth. Ella partirá hacia Hebrón por la mañana.
su madre deja un beso en la cabeza de María, para luego abrazarla.
Maria
♪ I don't understand
the words you've spoken
and my heart is
still trying to believe
when you're looking
down on me
why do you see
a mother to a savior
and king? ♪
Maria solamente se preguntaba por qué esto le pasaba a ella, ¿cómo Dios podía ver en ella algo que no vió en nadie más?, ¿cómo ella podía ser la madre de un Rey y Salvador?, nadie le creía.
por la mañana, María se encontraba despidiéndose de su familia, su mamá entre lágrimas abraza a sus otras dos hijas. era duro ver a su hija marcharse por aquellas palabras que salieron de su boca, por aquello que ellos creían que era blasfemia. Maria se alejaba cada vez más entre lágrimas, su padre veía a la distancia, preguntándose si esto era lo correcto para su hija.
Maria encamina sus pasos en dirección a donde las demás personass es dirigían, mientras camina se voltea hacia atrás, viendo a su padre quién entre lágrimas juntaba sus manos en modo de oración para que ella supiera que él estaría orando por ella. Maria simplemente suspira, se gira y sigue su camino
Maria
♪ there's nothing in my life
I have to offer
nothing in my blood
of royalty
I'm just a poor
and simple virgin
I am not
a mother to a savior
and king ♪
horas después, ella seguía caminando ya muy lejos por todo aquel desierto junto a su burro. aún preguntándose por qué Dios la había elegido a ella para cargar a su hijo si ella necesitaba que Dios cargase de ella.
Maria
♪ I need you more than ever
God, can you hear me now?
your stars are
full of answers
hiding behind the clouds
give me eyes to see
just how I can be
carrying your son
when I need you
to carry me ♪
pasaron las noches y ella seguía su camino a Hebrón, aún preguntándose lo mismo todos los días. luego de un par de horas, ella y la gente hicieron una parada para poder descansar y comer, María se encontraba sentada sola en medio de todas aquellas personas.
María
♪ should a miracle
feel like an anchor
bringing shame upon
my family?
this burden is too heavy
I need strength to be
a mother to a savior
and king
oh, God,
please light the shadows
'cause I can't see
where to go
this road
that I must travel
is too dark
to walk alone
you said, “Do not fear”
so, Lord, if you are here
help me have the faith
you have in me
give me eyes to see
just how I can be
mother to a savior
when I need saving. ♪
Maria se levanta del lugar donde estaba, decidiendo ir a caminar un poco entre todo aquel lugar en el cual solamente eran piedras, tierra y plantas.
sube a una pequeña montaña que se encontró, al estar ahí siente la brisa en su cara, comenzando a llorar desesperadamente preguntándose una y otra vez por qué le pasaba a ella, necesitaba una respuesta de Dios.
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días después, finalmente había llegado a Hebrón, donde vivía su prima junto a su esposo. al llegar, Zacarías, quién se encontraba cortando madera, mira a María llegar. Elizabeth y María juntan miradas, en su mirada se lograba ver lo cansada que María se encontraba luego de llorar desconsoladamente y caminar tanto.
Maria cae de rodillas en el suelo mientras Elizabeth se le acerca, ella lleva las manos a la panza de Elizabeth, cierra sus ojos por unos segundos y luego eleva su mirada abriendo sus ojos.
- Elizabeth. - suelta María, para que luego Elizabeth caiga de rodillas junto a María y la abrace. - es cierto.