ANYONE

By 5Harmonizer560

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Desde que tenían unos cinco años Lauren y su mejor amigo Miguel habían soñado con convertirse en miembros del... More

Cinco son multitud
Viviendo con Lauren Jauregui
Muro de almohadas
Cena en casa de los Cabello
Es Kevin
¿Qué tal un beso de buenas noches?
Dinah, nosotras...
¿Y ese era...?
Mierda, te acostaste con ella.
Dean lo sabe
Fue Lauren, Mila
¿Pero qué carajos acaba de pasar?
El vuelo
Estoy bien
Tarde de películas
Reencuentro
Lauren, lo lamento
¿Qué pasará ahora?
¿Cita?
Todo o nada
Lindo detalle
No iré a ninguna parte...nunca más.
Meticulosa
Atentado

Dos palabras, cinco letras

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By 5Harmonizer560

LAUREN

-¿Aún nada?

Dinah negó y yo bufé.

-Relájate. Nos enteraremos de todo en cuanto regrese.- Me aseguró.

¿Relajarme? No podía relajarme. Hace dos días Camila y el resto de la banda habían viajado hasta Los Ángeles para tener una importante reunión con Richard Jackson. El cazatalentos se negó a adelantarles de qué se trataba exactamente y nosotros seguíamos sin tener noticias. No solté mi teléfono durante toda la mañana esperando algún mensaje de Camila, pero nada llegó. Sabía lo importante que todo eso era para ella y es por eso que me desesperaba no saber qué estaba pasando.

Deseaba que todo fuera un éxito, deseaba verla cumplir sus sueños.

Una voz se escuchó a través de altoparlantes del aeropuerto, pero no conseguí entender ni una sola palabra de lo que aquel hombre dijo. De todos modos no me importaba, estaba muy concentrada en la puerta de salida a la espera de Camila. Las personas iban y venían arrastrando su equipaje, y muchos otros aguardaban con paciencia justo frente a la puerta a la espera de sus seres queridos. Las puertas se abrieron una vez más y noté a la castaña entre la multitud.

Camila venía acompañada de Kevin, Drew y Reese. Los últimos tres estaban sumidos en su propia conversación mientras la chica de ojos marrones miraba en todas las direcciones tratando de dar conmigo. Hasta que lo hizo. Una sonrisa iluminó su rostro y con paso rápido se acercó a mí.

-Hey.- Murmuré recibiéndola con una abrazo.

-Hola.

Cuando se apartó de mí su sonrisa seguía intacta y aprovechó para besarme. Tan solo dos días habían pasado desde que la había visto por última vez, pero aún así la había extrañado muchísimo.

-¿Y? .- Pregunté ansiosa sin poder esperar más.

Camila apretó los labios y se balanceó sobre sus talones antes de soltar un chillido y lanzarse sobre mí enroscando sus piernas alrededor de mis caderas. Di unos pasos hacia atrás debido a la sorpresa y mis brazos la rodearon casi por instinto sosteniéndola.

-¡Lo conseguimos!

-¡¿Estás bromeando?!

Se apartó un poco de mí dejándome ver su radiante y emocionada expresión mientras asentí con energía.

-¡Eso es genial! .- Exclamé apretándola más contra mi cuerpo- Estoy tan feliz por ti.

Cerré los ojos y disfruté de su abrazo dejando de lado la ansiedad que me había estado consumiendo las últimas horas. Kevin, Drew y Reese se acercaron a nosotras cuando nos separamos. La sonrisa de Drew no le cabía en la cara y se nos quedó viendo a todos con las cejas alzadas.

-Entonces, ¿Celebramos o qué?

-De hecho...- Murmure tratando de contener mi sonrisa- Ya tengo planes para celebrar.

A Miguel y a mí se nos había ocurrido que sería una buena idea hacer una fiesta para celebrar el éxito de Riptide. Al principio había pensado que era un poco precipitado, pues no habíamos tenido noticias acerca de cómo había resultado todo en Los Ángeles. Pero Miguel estaba convencido de que lo conseguirían así que seguimos adelante con los planes.

Más tarde, el apartamento estaba lleno de personas de iban y venían por el reducido espacio, había mucho alcohol en la cocina y unas cuantas cajas de pizza repartidas por todo el lugar.

-¡Por Riptide! .- Exclamó Drew mientras alzábamos la quinta ronda de shots de tequila.

El líquido transparente dejó un calor en mi garganta y me adormeció la lengua durante algunos segundos. Vi como el rostro de Camila se contraía en una mueca de disgusto al beber y me fue imposible no reír.

-No te burles.- Me dio un codazo- Apuesto a que me veo horrible bebiendo esto.

Agitó el pequeño vaso en el aire antes de ponerlo de regreso sobre la barra de la cocina. Negué de inmediato con la cabeza.

-No, estás adorable cuando haces muecas.- Respondí.

-Amo que mientas solo para hacerme sentir bien.- Dijo plantando un sonoro beso en mi mejilla.

No estaba mintiendo, pero no la contradije, tan solo le sonreí antes de besarla. El sabor de su boca era una mezcla perfecta entre menta y alcohol.

-Entonces, ¿Qué sigue? ¿Cómo funciona todo?

-Bueno...- Kevin carraspeó- Primero tenemos que tener una reunión con los productores de la disquera.

-Quieren escuchar nuestras ideas, hablar sobre nuestras canciones, el proceso creativo, hacer unas cuantas sugerencias, todo eso antes de poder grabar nuestro primer single.- Explicó Reese-Todo lo antes posible.

-¿Viajarán otra vez?

Camila asintió frente a la pregunta de Dinah.

-Sí. Dentro de tres días.- Dijo.

-¿Por cuánto tiempo? .- Miguel preguntó.

-Dos semanas.

Mi mirada cayó rápidamente sobre Camila cuando escuche a Drew. La castaña me sonrió un poco incómoda y le dio un trago a su bebida.

¿Estaría fuera dos semanas? Apenas había sobrevivido dos días, ¿Qué se supone que haría en dos semanas?

Me esforcé por no reflejar con mi rostro lo que estaba pensando. Camila estaba cumpliendo sus sueños por fin y yo no quería que nuestra relación, la cual apenas había comenzado, interfiriera con sus planes bajo ninguna circunstancia. Pero maldita sea, iba a extrañarla. Me había acostumbrado a tenerla a mi alrededor todo el tiempo. Me gustaba la rutina que habíamos creado, en donde era lo primero que veía al despertarme y lo último que veía antes de dormirme, en donde yo la sorprendía en el trabajo y ella me visitaba en la estación, en donde pasábamos nuestras tardes libres en la playa y la cena de los domingos con nuestras familias como era costumbre.

Bien, estaba exagerando. Solo estaría fuera dos semanas, no se estaba mudando a Los Ángeles.

¿Qué tal si eso pasa en el futuro?

Aparté de mi cabeza todos los pensamientos, ideas y escenarios negativos que mi mente comenzó a crear aprovechando mi momento de paranoia.

-¿Estás bien?

Dejé de recoger la basura y miré a Camila. Estábamos limpiando un poco el desastre de la fiesta antes de irnos a dormir.

-Sí, ¿Por qué? .- Sonreí.

Se encogió de hombros continuando con su tarea de apilar vasos plásticos a medio beber.

-No lo sé. No has dicho mucho durante la noche y parecías...ausente.

-Solo estoy cansada, no es nada.- Le resté importancia al asunto y ella asintió sin hacer más preguntas- Creo que con eso bastará.

Ambas miramos a nuestro alrededor. La sala seguía siendo un completo desastre debido al desorden, pero al menos ya no había vasos sobre todos los muebles o pedazos de pizza a medio comer en el sofá. Me deshice de las bolsas de basura y regresé al departamento. Camila se había metido en mi habitación, se quitó los zapatos y estaba quitándose la camiseta cuando entré.

Solté un silbido llamando su atención. Me miró por sobre su hombro y sonrió.

-¿Te he dicho lo mucho que te extrañe estos dos días? .- Pregunté acercándome.

Mis manos se aferrando a su cintura y sus brazos reposaron sobre mis hombros mientras me rodeaba el cuello.

-Creo que unas cuantas veces, sí.- Respondió.

-Pues ahora te lo voy a demostrar.

Sentí como su cuerpo se relajaba entre mis brazos en cuanto comencé a besarla. Entre besos y caricias, avanzamos un par de pasos hasta que sus piernas chocaron con la cama. Hice que se recostara y el colchón se hundió bajo su peso mientras yo me acomodaba entre sus piernas. En cuestión de minutos mis ojos se deleitaron con su desnudez. Me gustaba el estilo de Camila, se veía bien con absolutamente todo lo que usaba, pero definitivamente me gustaba mucho más cuando estaba tendida sobre mi cama sin nada puesto.

Mis labios recorrieron cada curva de su cuerpo y sonreí contra su piel cuando la escuché gemir a causa de mi toque. Se estremeció bajo mi cuerpo cuendo mi mano se coló entré sus piernas acariciándola. Sus ojos  se encontraban clavados en lo míos mientras dos de mis dedos se perdían en su interior. Mi boca ahogó sus jadeos y su lengua libró una pequeña batalla con la mía mientras su orgasmo se acercaba. Un verdadero espectáculo del que no me cansaría jamás.

-¿Un círculo?

-No.

-¿Un triángulo? .- Me reí.

-No.

-Las figuras son difíciles, intenta con palabras, anda. Estoy segura de que puedo adivinar.

Eran casi las cinco de la madrugada y estábamos sentadas en la cama entre un enredo de sábanas. Tenía mi espalda espalda reposando contra la el respaldo de la cama, ella sentada entre mis piernas con su espalda a centímetros de mi pecho mientras yo dibujaba sobre su piel con la yema de mis dedos.

Con mi índice escribí su nombre sobre su espalda trazando cada letra con lentitud.

-¿Canela?

Solté una carcajada y ella bufó.

-Eres terrible en este juego, Camz.

-No es nada fácil.- Discutió en su defensa- Usa un marcador.

-¿Qué? .- Pregunté divertida.

Se estiró para tomar un marcador de la mesita de noche y me lo tendió.

-¿Segura? No parece fácil de quitar.

-Genial, así puedes ayudar a quitármelo en la ducha después.- Respondió acomodándose entre mis piernas otra vez dándome la espalda.

-Me gusta esa idea.- Murmuré mientras destapaba el rotulador.

Mientras pensaba en qué podía escribir, mis ojos recorrieron su espalda de arriba abajo reparando en cada lunar y alguno que otro cambio de tonalidad debido al sol. Su cabello caía sobre sus hombros perdiéndose hacia adelante y me dieron ganas de acariciarlo.

Entonces me di cuenta de que quería estar así muchas veces más. Y fui consicente de por qué me daba tanto miedo la distancia. Pensé en todos los momentos de mi vida en los que Camila había hecho latir mi corazón con fuerza con tan solo una mirada o una sonrisa. Y lo entendí. Estaba enamorada hasta las trancas y ya no había vuelta atrás.

Así que apreté el marcador con firmeza entre mis dedos y comencé a escribir con lentitud.

Dos palabras, cinco letras.

-Esa definitivamente fue una T.- Comentó- Y esa es...¿una E? .- Preguntó pensativa.

-Lo siento. No puedo ayudarte.- Respondí escuchándola resoplar.

-Una...es una...una A.

Mi mano tembló un poco antes de seguir con las últimas dos letras.

-Una M y...

Dejó de hablar de golpe en cuanto acabé de escribir la última letra sobre la piel de su espalda con aquel marcador negro. Se quedó quieta y yo la imité conteniéndo la respiración, esperando a que dijera o hiciera algo. Sabía que lo había entendido.

-¿Qué...? .- Carraspeó nerviosa- ¿Qué es lo que dice?

-Sé que lo has pillado, Camz.- Murmuré cerca de su oído.

-Necesito que lo confirmes.- Dijo de manera casi inaudible y sin verme.

Sonreí y dejé un beso en medio de su espalda desnuda antes de volver a acercarme a su oído y decirlo en voz alta.

-Te amo.- Dije con completa seguridad- No tienes que decirlo de regreso si no lo sientes, pero tienes que saber...necesito que sepas que estoy enamorada de ti.

***

feliz año para todas las personitas que me leen. adoro a cada uno de ustedes.

disculpen la demora (otra vez)

espero disfruten el capítulo. no olviden votar y comentar.

(se que inglés es three words 8 letters, pero lo adapte porque está en español jajaja)

P.D: Como siempre, disculpen los errores gramaticales y ortográficos.

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