Las cosas funcionaban de maravilla para Yeosang y Seonghwa, hace tres años que habían formalizado su relación siendo novios oficialmente después de la primera cita, no querían esperar más de lo que lo habían hecho y vaya que buena idea fue no esperar. Ahora ambos eran dos chicos egresados de la universidad, habían logrado conseguir trabajo y vivían juntos hace un año en un pequeño y acogedor apartamento lejos del ruido y la ciudad.
Aquella mañana del 24 de diciembre era el ambiente ideal de época navideña, la nieve caía afuera adornando el pavimento y los árboles de un blanco color además del silencio que reinaba en la habitación. Yeosang se encontraba abrazado a la cintura de su chico mientras lo contemplaba dormir, ya no quería moverse de la cama por nada del mundo si podía quedarse así toda la mañana. Pero recordó que debían desayunar y armar el árbol de navidad, así que con delicadeza comenzó a tocar el pelo de Seonghwa mientras repartía delicados besos en toda la cara de su chico, vio una pequeña sonrisa asomarse en el rostro del pelinegro y sintió los brazos de este apresar su cintura
- Me encanta que me despiertes a besos, nunca pares de hacerlo.- abrió sus ojos para mirar a Yeosang quien seguía acariciando sus mejillas y observando cada detalle de su cara.- Puedo derretirme si sigues mirándome así.-
- Si te vas a derretir de amor por mi entonces lo seguiré haciendo.- el mayor estiró sus labios para robarle un beso al contrario.- No hagas eso, aun no cepillo mis dientes.- hizo un puchero para luego tapar su boca con su mano impidiendo que Seonghwa volviese a besarlo.
- Amor, creeme que lo último que me importa es eso.- sin previo aviso tomó al castaño de la cintura para darlo vuelta quedando bajo de él.- El día está para quedarse acostados viendo películas o durmiendo.- besó el cuello de Yeosang y este soltó una risita por las cosquillas.
-Me encantaría pero sabes que me encanta armar el pino de navidad contigo, significa mucho para mi.- Seonghwa asintió.
- Lo se amor, levantémonos de esta acogedora cama y tomemos desayuno para ponernos manos a la obra.- el castaño enganchó sus brazos en el cuello de Seonghwa y este lo tomó de los muslos para llevárselo a la cocina.- Eres un mimado Kang Yeosang.- besó su mejilla.
-Es tu culpa Park Seonghwa, tu me tienes asi de mimado.- sonrió escondiéndose en su cuello.
Habían tomado un chocolate caliente mientras hablaban de la cena de Navidad, si bien siempre pasaban estas fiestas con sus amigos o con la familia de Seonghwa ahora querían pasarlas entre ellos dos y quizás luego salir a compartir con los demás, por primera vez querían vivir esas festividades de forma íntima.
Yeosang se había dedicado a colocar algunas luces en la ventana del apartamento mientras Seonghwa empezaba a colocar las esferas de en el árbol, había colocado una playlist para darle más ritmo al ambiente que se había formado en la sala y de paso tarareaba "Last Christmas".
El castaño solo lo observaba dejando de lado las luces, para el las navidades no eran más que un día cualquiera hasta que conoció a Seonghwa, sus padres trataron siempre de hacer lo mejor posible para llevarse bien y que el viviera la noche como cualquier niño pero nunca fue así, siempre habían discusiones y terminaba durmiéndose temprano. A la mañana siguiente abría los regalos pero sin nadie que celebrara lo que Santa le traía, ni siquiera un abrazo deseándole una feliz navidad.
Seonghwa cambió todo eso desde la primera vez que la pasaron juntos, le regaló lo que el quería y lo hacía sentir como en casa siempre, había llegado a cambiar su vida y de la manera más positiva.
- Mi vida, es tu turno para colocar la estrella.- el pelinegro le tendió la gran estrella dorada que habían comprado hace unos días atrás.- Ten cuidado, no quiero que te caigas de nuevo. - rieron.
- Quedó hermoso, eres el mejor ayudante.- Yeosang bajó del sofá luego de colocar la estrella.- Y el mejor novio del mundo, te amo tanto no sabes lo feliz que me haces.- Seonghwa sonrió mientras lo abrazaba y acariciaba su pelo.
- Y tu a mi Yeosang, te amo demasiado y amo pasar estos momentos contigo, los atesoraré toda mi vida.- el castaño lo besó lentamente, sus labios se movían al compás mientras sentía las manos de su chico entrometerse en su parte superior del pijama y rozaba sus dedos lentamente en su espalda.
Seonghwa había cumplido los sueños de su chico, ahora era momento de Yeosang cumplir los de Seonghwa.
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La mañana habia pasado tan rapido mientras adornaban la casa y dejaban todo listo para lo que sería la cena navideña, para Seonghwa una navidad más junto al amor de su vida pero para Yeosang una noche que cambiaria su vida y la de su chico.
Se encargó de preparar la comida para la cena, habian decidido comer algo diferente a lo usual Yeosang planteo hacer la comida favorita de Seonghwa ademas del postre que tanto le gustaba, Seonghwa se encargo de ordenar la mesa, comprar el vino dulce que Yeosang tanto disfrutaba beber en esas ocasiones y dejar los regalos bajo el árbol para que cuando dieran las doce de la noche abrieran los regalos juntos.
El reloj marcaba las diez de la noche, ambos se fueron a tomar una ducha para luego cambiarse ropa y bajar a cenar. Seonghwa habia dejado la habitacion hace unos diez minutos esperando a que el castaño estuviese listo.
¿Y Yeosang? Digamos que estaba un poco nervioso, le temblaban las manos y trataba de respirar para poder calmar sus nervios y su emocion, era primera vez que se atrevia a hacer algo pues Seonghwa siempre era el que le daba sorpresas por lo mismo esperaba que fuese una grata sorpresa para su novio y no un mal recuerdo de Navidad.
- ¿Amor? - Yeosang pegó un saltito y se dio vuelta cuando escuchó a Seonghwa en la puerta de la habitación- Wow, te ves realmente hermoso - se acercó para rodear su cuerpo y besar sus labios. Había notado el nerviosismo de su chico y aunque no quería preguntar necesitaba saberlo.- Estás muy extraño ahora mismo, ¿algo anda mal Yeosang?-
-Nada de lo que debas preocuparte Hwa, sabes que este día me emociona bastante y me pone tan feliz pasarlo contigo, es solo eso.- acarició el rostro del pelinegro.- Te amo, vamos a cenar ¿si? - el contrario asintió y de la mano se dirigieron al living de la casa para comenzar la noche.
La velada estaba siendo increíble, bebieron un delicioso vino dulce el cual Yeosang disfrutaba más que Seonghwa aunque el mayor quería emborracharse pero Yeosang se lo prohibió hasta después de las doce.
Pasaron tanto tiempo conversando y metidos en su burbuja cuando dieron las doce de la noche, Seonghwa se había levantado para abrazar a su chico y desearle una feliz Navidad cuando el timbre de la casa sonó inesperadamente.
Okay, ahí estaba la primera sorpresa de Yeosang.
-No recuerdo haber invitado a alguien.- Seonghwa murmuró confundido. Yeosang sonrió mientras caminaba a abrir la puerta.
-Tu no lo invitaste, pero yo si.- recogió la caja de regalo que estaba en la puerta, agradeció mentalmente a Jongho por haberla dejado ahí sin ser atrapado.- Más bien no es un invitado, es alguien que se quedará en el departamento a acompañarnos.- Lo dejó en el piso frente al árbol mientras Seonghwa seguía confundido, y con más preguntas luego de ver la caja moverse.- Ábrelo, es para ti.-
El pelinegro se acercó abriendo la caja con curiosidad y cuando vio el contenido de esta no pudo contener la enorme sonrisa que se plasmó en su rostro, era precioso y peludito lo que siempre quiso desde pequeño.
El pequeño cachorro saltó de la caja y se acercó a Seonghwa quien lo abrazó con cuidado mientras lloraba de emoción.
Yeosang lo abrazó por la espalda y sonrió viendo la emoción de su novio, nada lo hacía más feliz que verlo con el perrito que deseo desde pequeño.
-Hace un año atrás cuando nos mudamos aquí sin querer vi una de las cartas que le escribiste a Santa cuando estabas pequeño, leí que siempre habías querido tener una mascota pero nunca te la regalaron porque según tus padres no ibas a cuidarlo como se debía.- lo observó.- Se que ahora lo harás, fue adoptado y ahora será parte de esta preciosa familia que hemos construido amor.-
-Eres el mejor novio del mundo, no lo dudes jamás. Nunca nadie me había cumplido mis sueños de la forma que lo estás haciendo ahora mismo.- hizo un pequeño puchero.- Bienvenido a casa pequeño, aquí serás muy feliz lo prometemos.- sonrieron abrazándose con el cachorrito en medio de ambos. - Ahora es mi turno de darte tu regalo, quédate aquí pequeño.-
Yeosang estaba tan ensimismado en acariciar al cachorro que ni siquiera notó cuando Seonghwa se ubicó frente a el con una pequeña caja y un anillo brillante dentro de él.
Abrió los ojos sorprendidos, estaba realmente pasando y no sabía cómo decirle a Seonghwa que se detuviera.
-Se que es inesperado pero es algo que quiero hacer, desde la primera vez que te vi supe que quería pasar mi vida contigo...- Yeosang seguía sin moverse.- Amor ¿te gustaría...-
-No.- el contrario lo observó sorprendido sin creer la respuesta que había recibido.- Digo no, no puede estar pasando esto ahora mismo. Arruinaste mi sorpresa Park Seonghwa, voy a patearte las bolas.-
-¿Que?- solo logró preguntar aún en confusión.
Yeosang se levantó del piso buscando la caja que escondía en sus bolsillos, la abrió estirándola hacia Seonghwa mientras se arrodillaba
-La respuesta a mi nerviosismo de hace unas horas atrás era esto, decidí que por primera vez me atrevería a pedirte algo y a sorprenderte ya que siempre lo haces conmigo. - El mayor sonrío ampliamente.- Seonghwa, eres la persona que quiero que me acompañe siempre y el hombre que me hace feliz desde la primera vez que te vi en la universidad, desde la vez que madrugamos para aprender inglés y desde la primera vez que fuimos a nuestra cita juntos.- el mayor sólo podía sonreír mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos.- Quiero caminar de tu mano toda la vida si es posible, quiero despertarme cada mañana y ver que estás a mi lado y que no te irás sin antes darnos nuestra dosis de amor y cariño diario, quiero formar una familia contigo porque se que serás un gran papá así como eres un gran novio. Park Seonghwa ¿me permites ser tu marido?-
Hwa había comenzado a llorar de la manera más desconsolada posible, no podía creer que tenía al hombre más perfecto y romántico a su lado y con quien quería pasar el resto de sus días.
-Solo si tu también me dices que si, Kang Yeosang ¿me permites ser tu marido? - se arrodilló frente al castaño también con la cajita y el anillo en mano. Asintió repitiendo mil veces si, Seonghwa hizo lo mismo y luego de colocar el anillo en su dedo lo alzó para besarlo sin querer soltarlo.
La noche había terminado con tanta felicidad, emociones y sorpresas que terminaron agotados. La vida de casados en algún momento se vio lejana y ahora era algo que estaba por suceder, y que a decir verdad no se veía mal.
Al fin iba a poder ser el señor de Park, el esposo de aquel chico universitario, presidente estudiantil y el esposo de quien nunca se rindió por su amor.
- So, we're going to marry?
- Yes babe, we're going to marry.
si gente este es mi cb ah JAJAJAJS he vuelto con un extra de navidad (muy atrasada btw) pero la intención es lo que cuenta, no he podido soltar esta historia desde que la publiqué hace tres años y me dio un atacaso artístico de la nada así que aquí me tienen, ojalá les guste es algo sencillo pero bonito y recargado de amor y dulzura entre el seongsang 🤍