CAPÍTULO 389. ES LA REGLA
DE FAMILIA Y TAMBIÉN UNA PROMESA (1)
"¡Zitong!"
Los patios de la familia Wei eran todos de cinco puertas. Tan pronto como Wei Xu corrió de vuelta al patio donde él y Yue Zitong vivían, fue directamente al dormitorio principal. Sin molestarse en saludar a la Vieja Señora Wei y a los demás que habían llegado un paso antes, corrió a coger la mano de Yue Zitong y le dijo: "¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo? ¿Qué tal si dejamos que Liangliang lo compruebe?"
Enfrentándose a sus ojos algo enrojecidos, Wei Xu preguntó nerviosamente, su mirada recorriéndole incontroladamente de un lado a otro, sólo temía que pudiera haberse hecho daño en alguna parte.
Nadie sabía si fueron las palabras de Shen Liang las que le iluminaron, o si Wei Xu estaba demasiado nervioso en ese momento, por primera vez, Yue Zitong sintió que Wei Xu realmente se preocupaba por él desde el fondo de su corazón. No es que Wei Xu no se preocupara por él antes. Era sólo que siempre sintió que se preocupaba por él por responsabilidad, no por afecto, pero ahora, tal vez realmente como dijo Liangliang, tal vez realmente sentía algo por él.
"Ya que estáis aquí, entonces hablen. Primero iremos a decantar las hierbas."
Mirando a la pareja que no se contaba el corazón, la Vieja Señora Wei, que ya lo sabía todo, sacudió la cabeza con impotencia e intercambió miradas con la Dama Zhen y los demás antes de marcharse. Cuando salió, también se llevó a los demás que también se apresuraron al oír la noticia.
"Xu..."
Levantando lentamente la otra mano para tocarse la cara, las lágrimas de Yue Zitong rodaron sin control por sus ojos mientras abría la boca. Wei Xu pensó que le dolía algo y dijo nervioso: "¿Te sientes incómodo? No tengas miedo. Le preguntaré a Liangliang ahora mismo, él..."
"¡No!"
Al ver que se levantaba y estaba a punto de marcharse, Yue Zitong se apresuró a apuntalar su cuerpo y agarrar una esquina de su ropa. Wei Xu se dio la vuelta, desconcertado y preocupado: "No me iré. Iré a llamar a Liangliang."
"Xu, ¿quieres sentarte ahí primero?".
Yue Zitong temblaba y apretaba fuertemente su ropa, con un deje de plegaria en su voz. Wei Xu sólo pudo sentarse lentamente junto a la cama, y Yue Zitong le miró con los ojos enrojecidos, como si reflexionara sobre algo. De repente, apretó los dientes y se inclinó hacia arriba, abrazándose fuertemente la cintura con ambas manos.
"¿Zitong?"
Wei Xu no pudo evitar ponerse rígido allí. Aunque llevaban casi un año casados, cada vez que se besaban o algo así, era básicamente por la noche y él era el activo. Yue Zitong nunca había tomado la iniciativa de acercarse a él, y cuando se enfrentaba a él, siempre parecía un poco tímido. Este tipo de comportamiento íntimo era sin duda la primera vez.
"Xu, lo siento".
Apoyándose en sus brazos, Yue Zitong cerró suavemente los ojos, con lágrimas cayendo por las comisuras de sus ojos.
Su reacción no estaba nada bien, y Wei Xu pretendía apartarle para ver qué le pasaba. Sin embargo, Yue Zitong apretó tercamente los brazos alrededor de su cintura y dijo: "No lo hagas, así, de lo contrario yo... Me temo que no sé cómo abrir la boca."
No era una persona tímida y cobarde. Una persona verdaderamente tímida y cobarde nunca podría asumir la responsabilidad de cuidar de su hermano menor con sólo diez años, y sobrevivir en la familia Yue. Era sólo que se preocupaba demasiado por Wei Xu y temía perderlo, por lo que no se atrevía a enfrentarse al hecho de que podría no quererlo. Sin embargo, lo que Shen Liang dijo hoy le recordó que ya fuera por él o por sus hijos, tenía que afrontarlo ahora. Por lo tanto, siguió el consejo de Shen Liang, estableció este pequeño truco para ponerlo a prueba.
"¿No te caíste?"
Wei Xu no era estúpido. Si todavía no podía decirlo, entonces no merecía ser hijo de la familia Wei. ¿Enfadado? No. Mientras estuviera bien, pero de todos modos, se sentía un poco incómodo en su corazón. No le gustaba este tipo de prueba.
"Lo siento, yo... tengo miedo..."
Como no pensaba ocultárselo, las manos de Yue Zitong que lo sujetaban temblaron mientras decía: "Sé que es culpa mía, pero desde que me casé contigo me ha preocupado que sólo me eligieras por responsabilidad. Temo que un día conozcas a alguien a quien ames de verdad y ya no me quieras, y temo aún más que mi existencia retrase tu felicidad. Yo..."
Hablando de esto, Yue Zitong ya sollozaba incontrolablemente. No quería llorar, pero no podía evitarlo. Desde que sus padres fallecieron, ya no había nadie en quien pudiera confiar. Wei Xu fue el primero al que le confió casi todo. No podía soportar el dolor de perderle. Se podría decir que es tímido o incompetente, ¡pero realmente le quiere!
"¿Eres tonto?"
Respirando hondo, Wei Xu le agarró de los hombros y le apartó ligeramente. Al ver las lágrimas en su rostro, suspiró. Sus delgados dedos le secaron suavemente las lágrimas mientras decía: "Pensé que ya había hecho suficiente. Zitong, no soy un santo. Si no fuera porque realmente siento algo por ti, aunque hubieras muerto delante de mí aquel día, no te habría echado una mano."
Shen Liang tenía razón. En algunas cosas, la gente de la familia Wei era muy egoísta. Nunca se conformaban con quien les acompañaría toda la vida.
¿Dijo que siente algo por mí?
"Xu..."
Yue Zitong abrió los ojos con incredulidad, las lágrimas de alegría y emoción no podían parar. Wei Xu sacudió la cabeza y alargó la mano para abrazarle: "¿Todavía recuerdas cuando tus padres acababan de fallecer y tus tíos intentaban torturarte para conseguir poder? ¿A los diez años, corriste a la mansión Wei sin pantalones en mitad de la noche en busca de ayuda? En aquel momento, pensé que eras muy valiente y tuve una profunda impresión de ti. Sin embargo, en ese momento, yo ya tenía doce años y debía ir al campo de batalla para experimentar. Estaba destinado en la frontera todo el año y no tenía corazón para pensar en cosas como conseguir una esposa. Hasta que a los veinte años, el abuelo me llamó y me encontré accidentalmente contigo en apuros. Casi inmediatamente, tomé la decisión de casarme contigo. Todo lo posterior fue nadar con la corriente. Vi afecto en tus ojos y pensé que nos amábamos. Nunca pensé que tendrías ese tipo de pensamiento en tu corazón. Zitong, sabes que a los hombres de la familia Wei no se les permite tomar concubinas. Aunque se trata de una regla familiar, también es una profunda confesión y compromiso con nuestra esposa. Desde que me casé contigo, ¿cómo puede ser que no te tenga en mi corazón?"
Si no fuera porque había estado destinado en la frontera con su abuelo aquellos años, no le habría sido posible esperar hasta los diecinueve años. Podría haberse casado con él hace mucho tiempo.
"Xu, yo... Lo siento, lo siento mucho..."
CAPÍTULO 390. ES LA REGLA
DE FAMILIA Y TAMBIÉN UNA PROMESA (2)
Yue Zitong nunca pensó que había crecido sentimientos por él tan pronto, mientras que él siempre había sospechado de él e incluso jugó un truco tan infantil para ponerlo a prueba.
"¡Tú!"
Al no tener nada que decir, Wei Xu sólo pudo abrazarle con fuerza. Shen Liang, que estaba escondido al otro lado de la puerta, se dio la vuelta en silencio y Pei Yuanlie, que estaba con él, miró hacia la puerta fuertemente cerrada y dijo: "¡Métete en tus asuntos!"
"¡Pero si es mi primo!"
Admitió que esta vez había extendido demasiado la mano, pero en realidad no quería ver más a su primo mayor a solas. Mientras su cuñado pudiera abrirle el corazón, con su receta, la situación de las náuseas matutinas mejoraría definitivamente. Su propio cuerpo y el de los niños alcanzarían un nivel normal de salud, y en el futuro no habría partos difíciles. Aunque tuviera un parto difícil, tendría más fuerza y más ganas de sobrevivir. No le sería difícil sobrevivir.
"Sí, sí, estás cerca de todos los de la familia Wei, ¡pero sólo no estás cerca de mí!"
Se quejó Pei Yuanlie, pero mientras se daba la vuelta para alejarse, no olvidó cogerle de la mano. De todos modos, era su mujer.
"¿Sigues enfadado conmigo? Ven. Te llevaré a aplicarte alguna medicina."
Tomando la iniciativa de armarle, Shen Liang se fue con él.
En el salón de la familia Wei, tras escuchar la explicación de la Vieja Señora Wei, el Viejo General Wei se sintió aliviado pero también algo impotente. Aunque no entendía el planteamiento de Yue Zitong, no dijo nada. De todas formas, eso era cosa de ellos. Deberían dejar que lo resolvieran ellos mismos.
"¡Ven conmigo, chico!"
Al mediodía, después de tener una gran comida de reunión familiar, el Viejo General Wei llamó a Pei Yuanlie. Ni siquiera le dio la oportunidad de decir que no y se dio la vuelta para marcharse. Los tres hermanos Wei también le siguieron.
"Volveré pronto."
Lanzando a Shen Liang una mirada tranquilizadora, Pei Yuanlie se inclinó ante la Vieja Señora Wei y luego los alcanzó. Probablemente adivinó lo que el Viejo General Wei iba a decir. Había algo que podía ocultar al emperador, que parecía tener los ojos puestos en toda la ciudad imperial, pero no necesariamente al viejo señor de la familia Wei, que llevaba más de diez años destinado en el suroeste.
"No te preocupes, tu abuelo tiene una lengua afilada pero un corazón blando. La identidad de Yuanlie es extraordinaria, y teme que sufras penurias después de casarte con él. Niño tonto, ¿por qué elegirías un camino tan difícil?"
Al ver que Shen Liang no perdía de vista la dirección que tomaban, la anciana Wei se sintió aliviada e impotente a la vez.
"Sea un gran camino o un estrecho sendero sinuoso, ya que lo he elegido, seguiré adelante con valentía. Abuelo, siento haberte preocupado."
Shen Liang se acercó y le abrazó mientras frotaba la cabeza contra su hombro como un niño. Si era posible, no quería que se preocuparan por él como en sus vidas anteriores. Pero, ¿quién le hizo conocer a Yuanlie y es tan bueno con él? No tuvo más remedio que enfrentarse a él.
"¡Oh, tú!"
La anciana Wei asomó la cabeza, diciendo: "Afortunadamente, Yuanlie es una buena persona. Creo que él también te quiere de verdad. Como ha dicho, no importa las dificultades que encuentren en el futuro, al menos se tienen el uno al otro. Así es la vida. No hay nada más feliz que tener a alguien a tu lado."
Aunque había cedido el puesto de primera esposa a su nuera mayor, seguía siendo la antigua primera esposa de la familia Wei y llevaba toda una vida en el poder, tenía ojos agudos para leer a la gente. La identidad de Pei Yuanlie era un poco complicada, y era realmente fiel a su Liangliang. Y lo que era más importante, era más dominante que Shen Ruiting, de modo que nadie se atrevía a interferir en su vida ni a tomar decisiones por él. ¡No dejaría que Liangliang repitiera el error de su padre!
"Yo también creo que Yuanlie no está mal."
Wei Zeqian sonrió y estuvo de acuerdo, entregándole a Liangliang, no estaba preocupado.
"¿Qué tiene de bueno? Sólo es un gilipollas!"
Al otro lado, Shen Da razonaba. Alguien que trató de robarle a su hermano menor ¡era un hijo de puta!
"¡Sí!"
Sus palabras recibieron inmediatamente la respuesta de todos los hijos y nietos de la familia Wei, y Shen Liang no sabía si reír o llorar. Así que, ¡todavía estaban enfadados con Pei Yuanlie!
"De acuerdo, Liangliang se casará el mes que viene. Como sus primos, ¿no deberían enviar algo o qué? Si de verdad les importa Liangliang, ¡preparenle la dote y dejen que se case con la Mansión de la Alteza Qingping a lo grande!"
Divertida, Lady Zhen sacudió la cabeza y fingió enderezar la cara, y todos los demás empezaron a parlotear.
"Hablando de la dote, Dama Zhen, ordena la dote que preparé para Zeqian en su día y divídela en dos partes. Una es para Liangliang como dote, y la otra es para Yelin. Considéralo como la dote tardía para él."
"Lo sé, papá."
Lady Zhen no puso objeciones, pero Shen Liang y Huo Yelin se miraron y dijeron al unísono: "¿No es esto... un poco inapropiado?"
Shen Liang pensaba que su padre se había casado hacía tiempo, y aunque sus tías políticas y sus tíos no tuvieran ningún problema, ellos mismos no podían ir demasiado lejos. ¿Cómo podía Huo Yelin, que llevaba casi dos años casado con Shen Da, aceptar cualquier dote de la familia Wei?
"¿Qué hay de malo en ello? Ustedes también son miembros de mi familia Wei. ¿No debería preparles la dote?"
Antes de que la anciana señora pudiera decir nada, Dama Hua fingió estar disgustada y los miró a los dos, y Dama Zhou también se hizo eco: "Esas cosas pertenecían originalmente a Zeqian. Padre estaba enfadado con él y no se las dio. Ahora, deberían perteneceros a ustedes dos. Después de ordenarlas, alguien se las enviará. ¡No digan que no!"
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¡Qué mandón!
Shen Liang y Huo Yelin se miraron, ambos algo divertidos e impotentes.
CAPÍTULO 391. SIEMBRA
EL VIENTO Y RECOGE EL TORBELLINO (1)
Los hermanos Shen trajeron a su padre de vuelta a la familia Wei felizmente, mientras que la gente que estaba mirando en la oscuridad estaban todos cabreados. Para ellos, cuanto más cerca estaban los hermanos Shen de la familia Wei, más difícil era para ellos tratar con ellos. Lo principal era que la familia Wei tenía demasiado poder, lo que asustaba a los demás, aunque siempre que no se les ofendiera, siempre habían mantenido un perfil bajo.
Los hermanos Shen no tenían ni idea de lo que pensaban los demás, y aunque lo supieran, no les importaría una mierda. La gente de la familia Wei era muy cálida. Se quedaron allí durante varios días. Y sólo cuando Su Majestad aprobó la petición de Shen Ruiting y confirió a Shen Da el título de Duque Dongling, regresó una vez. Se decía que el estado de Su Majestad había vuelto a empeorar en los últimos días.
Si era posible, Shen Liang realmente quería quedarse en la familia Wei hasta que se casara, y la familia Wei sólo deseaba que pudiera seguir quedándose aquí. Sin embargo, cada uno tenía su propia agenda. Unos días después, los hermanos Shen se despidieron de ellos, e incluso Wei Zeqian regresó con ellos. Como Shen Liang estaba a punto de casarse, quería pasar más tiempo con su hijo. Sin embargo, prometió a la familia Wei que después de que Shen Liang se casara, independientemente de si Shen Ruiting estaba de acuerdo o no, se trasladaría a vivir con ellos durante mucho tiempo.
"¡Bang!"
La noticia de que la Alteza Qingping se casaría con Shen Liang el próximo mes se extendió rápidamente por toda la ciudad imperial y los civiles aclamaron. Ahora Shen Liang era como el hijo amado de todos los civiles, y todos querían verlo casarse en la mansión de la Alteza Qingping. Recientemente, Qin Yunshen, que había estado extremadamente ansioso debido a la investigación del Ministerio de Castigos, estaba tan enfadado que destrozó su estudio. Desde que se conoció la noticia de que Shen Da no había muerto, todo parecía haber cambiado, y ahora no sólo él, el Gran Preceptor también era investigado por el Ministerio de Castigos. Debido a la implicación de Liu Wenjin y Yang Wanli, que siempre habían estado cerca del yerno del emperador Duan, el Ministerio de Castigos no le dio ninguna importancia, obligándole a seguir el consejo de Ye Tian de ir a palacio con Shen Jing que tenía que aguantar una gran barriga todos los días, para que su padre ablandara su corazón. Finalmente, al tener por fin una oportunidad, la Alteza Qingping decidió casarse con Shen Liang en ese momento.
Desplomado en la silla, Qin Yunsheng apoyó la cabeza en el respaldo, con la mirada perdida en el techo. Por alguna razón, siempre sintió que Shen Liang debía y tiene que ser suyo. Algún sitio debía de haber salido mal. ¿Cómo pudo casarse con Pei Yuanlie? ¡Debería haberse casado con él!
"Toc..."
Algunos llamaron a la puerta, pero Qin Yunshen no respondió. Ye Tian se aventuró a empujar la puerta y al ver el desorden en el suelo, dijo impotente tras un leve suspiro: "Mi príncipe, ¿es necesario?"
Shen Liang era de hecho el mejor candidato para consorte del cuarto príncipe. En el pasado, aún tenían la oportunidad de luchar por él. Ahora, Shen Da y su esposo insistían ante Su Majestad en que quien había intentado matarle aquel día era su pueblo. Aunque no se casara con Pei Yuanlie, nunca se casaría con el cuarto príncipe, pues Su Majestad no lo permitiría, Shen Da no lo permitiría, incluso la familia Wei no lo permitiría.
"¡No lo entenderás!"
Levantando la mano para taparse los ojos, Qin Yunshen murmuró débilmente. Ni él mismo podía entenderlo, ¡y mucho menos él!
"Mi príncipe, mira el panorama general. Si realmente amas a Shen Liang, cuando asciendas al trono, encuentra la forma de destruir a la Alteza Qingping y aún tendrás una oportunidad. No te molestes ahora."
Ye Tian persuadió sinceramente, pero mientras tanto, odiaba un poco a Shen Liang ahora. ¡Si no fuera por él, su príncipe no habría estado así!
"¿Qué sabes tú? Para entonces, ¿cómo voy a saber cuántos sombreros verdes (implicando ser cornudo) se ha puesto Pei Yuanlie para mí?"
Poniéndose en pie de un salto, Qin Yunshen abrió mucho los ojos y deseó un Shen Liang completo que sólo le perteneciera a él.
"Mi príncipe..."
Si fuera posible, Ye Tian realmente quería gritarle. Si tienes la habilidad, ¡vuelve a agarrarlo! Pero no pudo. Tuvo que contener su ira.
"Lo siento, perdí la compostura."
Al darse cuenta de que había perdido la compostura, la ira de Qin Yunshen disminuyó gradualmente mucho. Después de un momento, se tocó la frente y preguntó: "¿Otra vez ha pasado algo?"
Últimamente, la mansión del cuarto príncipe había sido tan poco tranquila en todo, y no le sorprendía que volviera a ocurrir algo malo. Lo único gratificante era que, tras quedar al descubierto su ambición, algunas fuerzas del bando de la emperatriz que no estaban dispuestas a renunciar a la lucha por el poder vinieron a refugiarse con él.
"No, el Ministerio de Castigos no pudo encontrar ninguna prueba sólida. Da igual cómo investiguen. El mayor problema en este momento no son ellos, sino los otros príncipes que ya conocen nuestras ambiciones. En cuanto al bando de Su Majestad, deberías llevar a las concubinas del bando para que se ocupen de él más a menudo. Su Majestad aún espera a sus nietos."
Sacudiendo la cabeza, Ye Tian todavía dijo el viejo tema, y no tenían una mejor opción por ahora.
"Ya veo."
Mientras pensaba en esa mujer hipócrita y pretenciosa, Qin Yunshen se sentía aún más agotado. Incluso ahora, seguía dudando de si fue él quien se acostó con ella aquel día. Sin embargo, no importaba cómo lo investigara, no podía averiguar la verdad. Si no fuera por la fuerza de la situación, no la sacaría a la luz.
"Sin embargo, hay una cosa que es mejor que hables con ella. Según el mayordomo, sus padres siempre venían a verla, y ahora debes tener clara su reputación. Si la gente de fuera se entera, también puede afectar a tu reputación."
Ye Tian hizo una reverencia y apretó los puños. El cuatro príncipe era tan desafortunado. ¿Cómo podía haberse casado con dos concubinas cuyos padres habían arruinado su reputación? ¡Mira a las concubinas del Gran Príncipe y del Segundo Príncipe! ¡Todos eran de gran ayuda para ellos!
"¡Mujer estúpida!"
CAPÍTULO 392. SIEMBRA
EL VIENTO Y RECOGE EL TORBELLINO (2)
Qin Yunshen apretó los dientes y dio un puñetazo feroz sobre la mesa. Al mismo tiempo, Shen Jing, que se había vuelto cada vez más "favorecida" últimamente, recibió una notificación del portero de nuevo, diciendo que sus padres habían llegado de nuevo, y su hermoso rostro se llenó inmediatamente de impaciencia.
"¿No saben que son realmente molestos? ¡Vienen todos los días! Ve a decirles que estoy cansada. Si no hay nada importante, que no vengan estos días."
Ella tampoco era tonta. Ahora que la reputación de sus padres fue destruida, y que botaron a la molesta vieja estúpida. Teniendo más contacto con ellos, ni siquiera podía mantener la cabeza alta entre esas esposas.
"Bueno..."
Las dos doncellas de la dote dudaron, ¡pero son sus padres!
"¿Y bien qué? Hagan lo que les digo!"
Shen Jing les lanzó una dura mirada, y las dos criadas se asustaron tanto que al instante se dieron la vuelta y salieron trotando. Shen Jing, que estaba sentada atrás, levantó una mano para tocarse el vientre, y sus ojos caídos se entrelazaron débilmente con una luz feroz. Nadie podía ser un escollo para que ella subiera, ¡incluidos sus padres!
"¿Qué has dicho?"
Fuera de la puerta lateral de la mansión del cuarto príncipe, al oír lo que dijo la criada, Lv Yang tropezó y Shen Ruijiang arrugó las cejas. ¿Así que ahora su hija les odiaba?
"Maestro, señora, ella... tampoco es fácil para ella, ¿sabe?"
Al ver esto, una de las criadas les consoló cuidadosamente. Lv Yang no pudo evitar una mueca de desprecio y dijo: "Sí, ella tampoco lo tiene fácil. No deberíamos haber venido a molestarla. Ve y dile a tu señora que no volveremos por aquí últimamente, y deja que se cuide sola."
Tras decir esto, Lv Yang se dio la vuelta y se marchó. Ahora, ya no podía permitirse llevar un vestido de brocado. En poco más de diez días, la otrora bella dama se había convertido en una mujer corriente. Al principio pensó que al menos aún tenía una hija concubina del príncipe, pero inesperadamente, incluso su hija empezó a despreciarlos. ¿Cuál es el sentido de su vida?
"¿Eso es todo?"
Shen Ruijiang, que se puso al día ansiosamente, preguntó insatisfecho.
Lv Yang se detuvo a mirarle y dijo: "¿Qué más podemos hacer?"
Era su única hija. ¿Podría montar allí una escena para que la repudiaran? ¡Sólo dos meses! ¿Por qué se había vuelto así su hija? Antes era una niña muy obediente en casa. ¿Era porque no tenían nada y ya no podían ayudarla?
"Si hubiera sabido esto, debería haber tomado unas cuantas concubinas como mi segundo hermano entonces. Mira qué buena hija has criado."
Mirándole mal, Shen Ruijiang se dio la vuelta y se fue.
"¿Qué quieres decir?"
Lv Yang lo alcanzó y tiró de él: "Shen Ruijiang, ¿tienes conciencia? Si no fuera porque me casé contigo, ¡habría acabado como ahora! Ahora, ¿incluso te quejas de que no pude darte un hijo?"
No poder dar a luz a un hijo siempre había sido como una espina en su corazón. Shen Ruijiang solía ser considerado en todas partes, pero ahora su hija casada la miraba por encima del hombro, y su marido decía tales palabras, Lv Yang sintió de nuevo un cosquilleo en el corazón.
"¡Mientras lo sepas, loca!"
Shen Ruijiang no lo negó, y con una expresión desdeñosa en su rostro, se la sacudió de encima y se marchó a grandes zancadas.
"¡Shen Ruijiang, eres un hijo de puta! Buaaaa..."
Rugiendo a su espalda, ignorando que ella seguía fuera, Lv Yang lloró tapándose la cara. Sin embargo, cuando volvió al pequeño patio donde se habían instalado, descubrió que Shen Ruijiang no había vuelto en absoluto. ¡Quizás había ido a tontear con alguna mujer otra vez!
"¡Bang!"
La furiosa Lv Yang abrió de una patada la puerta de la habitación de la anciana y un olor nauseabundo le llegó a la cara. Lv Yang gritó: "Vieja estúpida, mira a tu buen hijo. Haciendo el tonto fuera todo el día. ¿Cuándo se ha preocupado por nosotros?"
"¡Tú, tú te lo mereces!"
La anciana, tumbada en la cama, incapaz de moverse, la miraba con resentimiento. Estos días, el temperamento de Lv Yang había cambiado mucho, y no le había gritado así ni una ni dos veces. Sólo deseaba que su hijo tonteara fuera todo el día. ¡Mejor tener un hijo con alguna otra mujer fuera y luego repudiar a esta hija de puta!
"¡Vieja estúpida!"
"Ah..."
Al ver eso, Lv Yang se enfadó tanto que se abalanzó sobre ella y le dio unas cuantas bofetadas en la cara, y luego le lanzó unos cuantos puñetazos. Fue tan doloroso que la anciana puso los ojos en blanco. Ni siquiera tenía fuerzas para pedir ayuda, y mucho menos para defenderse.
"Pia~"
"¡Vieja, ya que tu hijo no me hizo pasar un buen rato, me vengaré contigo ti!"
Finalmente, lanzándole dos bofetadas en la cara de nuevo, ignorando la sangre en la comisura de sus labios, Lv Yang se dio la vuelta y se fue. La anciana moribunda que yacía allí tenía lágrimas en los ojos, pensando que solía ser la hija legítima de una gran familia, y aún más noble después de casarse en la mansión del duque. ¿Cuándo la habían maltratado como ahora? ¡Y la que la golpeaba era su nuera! Todo era culpa de esos dos cabroncetes de Shen Ruiting y Shen Da. Si no hubieran sido ellos, ¿cómo habría podido acabar así a esta edad? ¡Morirían en sus botas!
Patio Chonglin, Mansión Dongling
"¿De verdad? Shen Jing lo hizo como se esperaba. Ve y dile a Murong Yu que la persona a la que le pedí que me buscara puede entrar en acción ahora."
Shen Liang, que volvió a casa, recibió pronto la noticia y se mofó antes de dar la orden. Si pensaban que les dejaría marchar después de todo esto, estaban completamente equivocados. Ahora no eran lo suficientemente patéticos, después de todo, todavía podían llenarse el estómago ahora, ¿verdad?
"Hmm".
Lei Zhen asintió y se fue con un destello, y Yaoguang apareció al segundo siguiente, "Liangliang, ¿qué persona le pediste a Murong Yu que encontrara? ¿No es mejor usar a nuestra propia gente?"
"Hay algunas cosas que no te conviene hacer."
Shen Liang sacudió la cabeza y continuó sin esperar a que preguntara: "Le pedí a Murong Yu que encontrara a alguien que fuera bueno en contactos sociales y hábil en comer, beber, prostituirse y apostar. Le pedí que encontrara la forma de hacerse amigo de Shen Ruijiang y que le hiciera perder todo, incluidas las dotes de la anciana y de Lv Yang. Cuando ni siquiera pueden llenar su barriga, ¡eso es sólo lo mejor!"
"Um... bien, este tipo de cosas realmente no nos conviene hacerlas."
Al oír eso, Shaguang no pudo evitar un tic en la comisura de los labios. ¡Liangliang realmente no era ordinariamente despiadado cuando se enfrentaba a esa gente!
"Por cierto, ¿cuándo planeas hacerlo con Shen Xiao?"
Desde que lo trajo de vuelta aquella noche, Shen Liang no había vuelto a preguntar por él, excepto para pedirles que le dieran medicación regularmente.
"Espera unos días más".
¡Sólo unos diez días ahora! ¡No hay prisa!
"Está bien, depende de ti."
Ya que lo había dicho, Yaoguang no debía preguntar más, mientras no se hubiera olvidado de él. Hay que saber que es el hijo de Liu Shuhan, que había acosado a Liangliang más que Shen Ruijiang y otros, y merecía más castigo.
CAPÍTULO 393. ADIÓS A
SUN JING; ¡¿ES PRÍNCIPE
DEL REINO WEI?! (1)
Shen Ruiting despidió a todas sus concubinas, dejando sólo a Sun Jing que aún no había entregado todo a Huo Yelin. Los hermanos Shen se habían enterado antes de regresar, y ninguno de ellos expresó preocupación alguna al respecto. Cuando Sun Jing tomó la iniciativa de ir al Patio Chonglin para hablar con Huo Yelin sobre la entrega de las cosas en la mansión, no dijeron que no. Ahora, la Mansión Dongling sería de Shen Da en el futuro, y Huo Yelin debería hacerse cargo de las cosas del patio.
Sin embargo, Huo Yelin no sólo era la esposa del hijo legítimo del Duque Dongling, sino también el Marqués Yong'an/General del Noroeste. Era imposible que se preocupara de todo como otras primeras esposas. Tras hacerse con el poder de la mansión, inmediatamente hizo reunir a todos los sirvientes. Excepto algunos necesarios, el resto fue despedido tras recibir una gran suma de plata. También se desmantelaron las puertas de hierro de los patios delantero y trasero. En el futuro, toda la mansión sería como la de la familia Wei, sin más división entre el patio delantero y el trasero. Por último, sus soldados personales también se trasladaron a la mansión, y sólo en términos de seguridad, ¡no podía ser más segura!
"Mi hermano mayor y mi cuñado decidieron recibir el título gracias a mí".
En los últimos días, Huo Yelin había estado muy ocupado. Shen Liang, mientras charlaba con su padre, dijo con impotencia. Sabía que su hermano mayor y su cuñado ya habían planeado ir a la Mansión del Marqués Yong'an, pero después de que Su Majestad emitiera el edicto imperial, cambiaron de opinión. No era porque codiciaran el título de duque Dongling, sino simplemente porque la mansión Dongling estaba situada en el interior de la ciudad oriental, muy cerca de la mansión de Su Alteza Qingping. Su hermano mayor y su cuñado pensaron que sería conveniente para él volver a casa en el futuro. Si tenía una pelea con Pei Xuanqing, podría volver y ellos podrían salir en su defensa en el menor tiempo posible.
"No pienses tanto. El título pertenece originalmente a Da, y su sucesión es algo natural. Además, ahora sólo tiene a sus dos hijos. ¿No debería apoyarlos mutuamente?"
Al notar su culpabilidad, Wei Zeqian sonrió y le consoló. Su Da era bueno, y su Liangliang también, y Yelin no podía ser mejor. En el futuro, toda su familia sería cada vez mejor.
"Lo sé, papá. Sólo creo que mi hermano mayor y mi cuñado son demasiado buenos conmigo."
Apartando un poco la culpa, Shen Liang le abrazó íntimamente. Tenía todo lo que no tenía antes. Para protegerlos, haría todo lo posible.
"Abrazo, tío, abrazo..."
Shen You, que estaba jugando con Dabao, fue inmediatamente a sujetarle la pierna pidiéndole un abrazo. El pequeño antepasado tenía casi un año, además su cuerpo estaba bien cuidado, además, ahora no llevaba ropas gruesas, casi podía caminar por sí mismo. Solo que no podía caminar muy lejos, y después de unos pasos, se caía.
"¡Vale, vale, un abrazo, déjame darle un abrazo a nuestro pequeño You'er!"
Shen Liang rió entre dientes y lo levantó, luego lo colocó casualmente en el muslo de Wei Zeqian. El pequeño Shen You dijo inmediatamente con tono quejoso: "¡Tío!"
"Jaja... Deja que el abuelo te abrace, yo abrazaré a tu Hermano Dabao."
Mientras hablaba, realmente extendió la mano y cogió a Dabao y lo colocó en su regazo. Dabao era bastante tímido y no tan extrovertido como Shen You, e inmediatamente se sonrojó.
"¡Tío malo!"
El pequeño Shen You soltó inesperadamente dos palabras a la vez, mirándole enfadado con la boca haciendo pucheros, lo que hizo que Shen Liang y su padre se rieran aún con más ganas. Al ver el sombrero, Dabao se esforzó por deslizarse hacia abajo, estirando la mano para coger la de su hermano pequeño y diciendo: "Hermanito, pórtate bien, ¡el tío Liang te sujetará!"
"¡VALE!"
El pequeño Shen You esbozó inmediatamente una sonrisa y abrió sus dos brazos regordetes tratando de abrazarlo, casi derribando a Dabao. Después de estabilizar su cuerpo, Dabao también levantó las manos y le devolvió el abrazo. Las dos monadas rieron muy felices.
"Mi señor, la tía Sun está aquí".
El guardia oscuro del inframundo apareció de repente, y Shen Liang se quedó ligeramente aturdido: "Déjala entrar."
"Entendido."
El guardia oscuro del inframundo desapareció con un destello, y Shen Liang giró la cabeza hacia atrás y dijo: "Papá, ¿qué tal si te empujo a la puerta de al lado?"
Después de todo, al otro lado estaba la concubina de Shen Ruiting, y debían hacer lo posible por evitar que su padre se encontrara con ellas, por si se entristecía.
"No es necesario, he oído que la tía Sun no es mala. Está bien conocerla."
Sacudiendo la cabeza, Wei Zeqian rechazó la buena intención de su hijo. Ya no sentía nada por Shen Ruiting, y naturalmente no se sentiría incómodo por Sun Jing.
"Hmm."
Viendo que realmente estaba bien, Shen Liang no insistió más. No mucho después, la tía Sun llegó lentamente con dos criadas, con paquetes en las manos de las criadas. Antes de entrar en la habitación, Sun Jing hizo una señal para que las dos criadas esperaran fuera y luego entró sola.
"¡Señora!"
Después de entrar, Sun Jing se inclinó ante Wei Zeqian y se arrodilló frente a Shen Liang, diciendo: "Joven Maestro Liang, vengo a despedirme. Me iré pronto. Gracias por tus cuidados estos meses."
¡Gracias por vengarte de mi pobre hijo nonato!
Sun Jing no dijo esta frase, pero se inclinó profundamente ante él tres veces, con lágrimas rodando por sus ojos.
"Tía Sun, por favor, levántate."
Shen Liang le tendió una mano virtual. Sun Jing se levantó y se secó las lágrimas antes de sentarse.
"¿Tienes algún plan para el futuro?"
Shen Liang no sentía nada por Sun Jing. Quizá algo de simpatía. Sin embargo, cuando se casó en la mansión y se convirtió en concubina, debería haber esperado pasar por esas cosas, y todo era su propia elección, incluso si no tenía elección en ese momento.
"Primero pienso volver a casa de mis padres y quedarme unos días. El Señor me ha dado una casa y mucho oro y plata. Puede que me mude a esa casa en el futuro."
CAPÍTULO 394. ADIÓS A
SUN JING; ¡¿ES PRÍNCIPE
DEL REINO WEI?! (2)
En cuanto a otras cosas, como mujer, ¿qué plan podría tener? Ya no esperaba encontrar un hombre para casarse. Tal vez pasar el resto de su vida en paz era lo mejor.
"Hmm. Un momento."
Asintiendo, Shen Liang se levantó. Cuando regresó, llevaba una caja de madera en la mano: "Hay unos billetes dentro, tómalos como mi regalo de despedida."
"¡No, no puedo cogerlo!"
Sun Jing se levantó y siguió retrocediendo. Nunca podría coger el dinero de Shen Liang.
"Tómalo. Como mujer sola, de todos modos, es bueno tener más dinero. En el futuro, si encuentras a un hombre en quien confiar, quizá puedas hacer algún pequeño negocio con él."
Shen Liang se lo metió, mientras Sun Jing sostenía la caja de madera y le miraba con lágrimas en los ojos, y luego a Wei Zeqian, sin saber qué decir.
"Ya que es la buena intención de Liangliang, cógelo. Aún eres joven y tienes buen aspecto. No debería ser difícil encontrar otro hombre. ¿Cómo puedes vivir sin dinero?"
"¡Señora!"
Sin esperar que incluso la señora dijera eso, las lágrimas en los ojos de Sun Jing rodaron inmediatamente. Wei Zeqian y Shen Liang sacudieron la cabeza impotentes y no dijeron nada más. Cuando Sun Jing se calmó, les hizo una reverencia por separado, agradeciéndoles su amabilidad.
"Me voy, señora, Joven Maestro Liang, por favor, cuídese mucho."
"Hmm."
Viéndola marchar con sus criadas, Wei Zeqian suspiró ligeramente, "Este mundo es demasiado injusto con las mujeres y con los Shuang'er."
"Sí."
Shen Liang asintió, pero el ambiente en general era así. Era demasiado difícil cambiarlo respondiendo a la habilidad de algún individuo. Por aquel entonces, el antepasado de la familia Wei, Jiang Heng, era muy capaz. Como mucho, sólo consiguió una atmósfera más abierta, pero aún así no cambió el ambiente general.
"Liangliang, ¿de verdad se pueden curar mis manos y mis pies?"
Al cabo de un momento, Wei Zeqian giró repentinamente la cabeza y le miró. Shen Liang se quedó atónito allí, pensando que se había vuelto pasivo de nuevo. No fue hasta que se encontró con sus ojos ansiosos cuando se dio cuenta de que estaba equivocado. ¿Su padre quería levantarse y confiar en sí mismo? En vez de ponerse negativo, ¡estaba más positivo!
"No es incurable, es sólo..."
Bajo su mirada excitada y ansiosa, tuvo que decir: "Es sólo que el método es un poco duro y doloroso. No quiero que sufras ese tipo de dolor. Dame más tiempo y veré si encuentro otra forma."
Recientemente, estaba leyendo libros de medicina cuando tenía tiempo e hizo que Yuan Shao volviera a preguntar por aquellos guardias del Oscuro inframundo que tenían algunas habilidades médicas para ver si tenían alguna buena solución. Si no, planeaba reunirlos para discutirlo, y tal vez encontrarían una solución mejor.
"Está bien, Liangliang, no tengo miedo a ningún dolor. Quiero levantarme y llevar personalmente a You'er a dar un paseo, abrazarle, así como a ustedes dos hermanos."
¿Podría ser tan doloroso como el dolor de su corazón entonces?
Wei Zeqian no tenía ningún miedo. Sólo quería levantarse de nuevo y no quería ser una carga para sus hijos. Incluso quería ayudarles y dejarles luchar fuera sin ninguna carga.
"Papá..."
Frente a sus ojos, que parecían cargar con miles de palabras, Shen Liang dudó por un momento cómo responder. Al cabo de un rato, se levantó y se puso en cuclillas frente a él, levantó la mano y le tocó la cara, diciendo: "Papá, dame otro mes. Si sigo sin encontrar una forma mejor, entonces usaré el método registrado en el Manual, ¿de acuerdo?"
No podía soportar que su padre sufriera de nuevo ese tipo de dolor, pero si realmente no había otra manera, sólo podía hacer eso. Su padre estaba tan desesperado por volver a ponerse de pie. ¿Qué podía hacer?"
"Está bien."
Frente a los ojos de su hijo, Wei Zeqian asintió con lágrimas en los ojos.
"Abuelo, no, no llores, no llores..."
Sentado en su regazo, el pequeño Shen You le secó torpemente las lágrimas con una mano que parecía una raíz de loto. Wei Zeqian aún tenía lágrimas colgando de las comisuras de los ojos, pero una sonrisa ya se revelaba en su rostro: "Vale, el abuelo no llora. You'er, pórtate bien."
"Hmm".
El pequeño Shen You asintió, y entonces, su manita regordeta le acarició suavemente la mejilla, diciendo: "Pa, pórtate bien, pórtate bien..."
"Jaja..."
Los lindos movimientos divirtieron tanto a Wei Zeqian como a Shen Liang, y se echaron a reír. Este niño era bastante travieso, y también era realmente considerado a veces.
"¿De qué te ríes?"
Sonriendo, entró Fu Ying. Hoy, Fu Yunxi le invitó a algo. Se fue a casa y sólo ha vuelto ahora.
"Nada. ¿Cómo está Yunxi?"
Sacudiendo la cabeza, Shen Liang sacó su pañuelo para secar las lágrimas de Wei Zeqian y no olvidó preguntar por el estado de Fu Yunxi. Ahora que había ingresado en la Academia Hanlin, el emperador le había designado para trabajar con los eruditos superiores del gabinete en la compilación de una biografía de la historia del Gran Qin. Al cabo de uno o dos años, se le permitiría participar en las reuniones de la corte, y en el futuro ocuparía sin duda el primer puesto del gabinete.
"Liangliang, no sé qué decir."
Los ojos de Fu Ying se apagaron. Shen Liang le miró con extrañeza y dijo: "¿Qué ha pasado?"
Fu Ying debería ser una persona relativamente optimista. Nunca lo había visto tan deprimido.
"Él... vio..."
Mirando hacia arriba, los ojos de Fu Ying se volvieron ligeramente rojos mientras decía: "Vio a su medio hermano."
"¿Quieres decir que vino esa gente?"
Al oír eso, Shen Liang frunció ligeramente el ceño. Él sabía un poco acerca de Fu Ying. Al principio, no quiso decir quién era la otra persona, y no preguntó. Para él, mientras el padre y el hijo estuvieran bien, estaba bien. Ahora, ya los había tomado como su familia. Si esas personas realmente venían, no podía ignorarlo, pero todo dependía del significado de Fu Ying. Si quería volver, no se lo impediría.
"No. Ellos nunca podrían saber que estamos aquí, es sólo... es sólo que Yunxi vio a Wei Hongxuan, el príncipe heredero del Reino Wei. ¡Es el medio hermano de Yunxi! ¡No esperaba que se parecieran tanto!"
"¿Qué?"
Entonces, ¿no es Fu Yunxi el príncipe del Reino Wei?
Shen Liang admitió que estaba realmente un poco asustado. Antes de eso, siempre había pensado que Fu Ying debía ser de alguna gran familia, pero no esperaba que viniera de la familia real de Wei. ¿No es... demasiado exagerado?