Había un silencio lleno de estupefacción y horror dentro del ala del hospital que hasta se podría oír el aleteo de una mosca con la fuerza de una bomba. Cualquiera que fuera la horrible experiencia por la que esperaban que Moxxie hubiera pasado, no era nada comparada con la verdad... Millie no pudo evitar rodear a su esposo entre sus brazos, quien lloraba en silencio mientras hablaba de una de las infancias más jodidas que cualquiera de ellos hubiera oído jamás.
Estando en el Infierno, uno creía haberlo visto u oído todo, pero esto se llevaba la palma.
― ...Esto es muy jodido.―dijo Rachmiel, haciendo que todos lo miraran con asombro.―. ¿Qué?
― ¿Puedes maldecir?―Le preguntó una Loona sorprendida.
Rachmiel puso los ojos en blanco: ―Sí, puedo maldecir. Sólo que no lo hago a menudo. Decir una palabrota aquí y allá no es pecado... Cielos, ¿crees que los ángeles somos tan estirados?
Loona abrió la boca.
―No importa. No contestes.
Loona cerró la boca y se encogió de hombros.
― ¿Qué pasó después?―inquirió Blitzø cuando todos volvieron a centrarse en Moxxie.
―Conocí a mis otros hermanos. Cada uno de ellos era hábil en diversos medios de asesinato, combate u otros medios útiles en favor de la revolución.―continuó Moxxie con un suspiro.―. Yo no diría que éramos realmente una familia. Al menos en comparación con la mayoría... Nos dedicábamos principalmente a hacer lo que nos mandaban nuestros padres. Desarrollamos nuestras personalidades y habilidades, pero nos dijeron que no debíamos centrarnos en eso. La misión era lo único que importaba.
― ¿Tus padres siquiera te querían?―preguntó Octavia, a lo que Moxxie resopló.
―No creo que mis padres conocieran otro amor que hacia si mismos y a la causa.―gruñó Moxxie.―. Ni siquiera sé si nos veían como niños o sólo como herramientas... Mi conjetura es a lo segundo.
―Y Tyson es uno de tus hermanos.―afirmó Millie en un susurro.
―Sí.―confirmó Moxxie.―. Demoledor Artificial Diseñado de Combate-110109200512. Ese es su verdadero nombre.
―Así que ese día que él vino a nuestro apartamento...―Millie jadeó, dándose cuenta con horror.
― ...Él ya estaba venía con suficientes explosivos para volarnos a todos en pedazos.―suspiró Moxxie, haciendo que todos palidecieran.―. ¿Esa amabilidad y emoción que mostramos cuando nos vimos? Era todo falso. De parte de ambos. Fingí estar feliz de verlo para evitar que hiciera algo que te lastimara.
― ¿Y por qué no intentaría matarte en ese momento?―preguntó Loona arqueando una ceja.
―Porque quiere algo de mí.―respondió Moxxie apretando el puño.―. ...Él quiere la ubicación de donde nuestros padres están prisioneros.
―Espera, ¿tus padres están vivos?―exclamó Stolas, incrédulo y furioso.―. ¡Las noticias decían que estaban muertos! ¡¿Por qué, en nombre de todos los objetos celestiales del cielo, Lucifer y los demás les permitieron vivir?! ¡¿Después de todo lo que han hecho?!
―Mis padres conocen los secretos para crear armas biológicas perfectas. ¿No cree que la élite del Infierno no querría eso para su propio beneficio o para usarlo en la guerra contra el Cielo?―señaló Moxxie arqueando una ceja.
Stolas frunció el ceño pero no pudo replicar. Eso tenía demasiado sentido: Lucifer siempre intentaba encontrar algún medio adicional para ganar ventaja sobre el Cielo, y la perspectiva de tener un nuevo ejército de soldados leales y biológicamente avanzados le resultaría demasiado tentadora. Las otras élites del Infierno, incluidos los Goetia, también querrían tener sus propios supersoldados o asesinos para sus propios fines... En tiempos así, Stolas odiaba de verdad el "Gran Juego" del Infierno, pues solo causaba más problemas de los que resolvía.
―Pero esas cosas también podrían usarse de forma más progresiva.―afirmó Rachmiel con decepción mientras repasaba sus notas en su Aion.―. Tienes uno de los cuerpos más sanos que he visto. Dudo que hayas enfermado una sola vez en tu vida... Si lo que tus padres te hicieron se utilizara para el bien o para la mejora de la vida, podría mejorar radicalmente las vidas de los demonios, haciéndolos más sanos y fuertes.
― ¿Deberías abogar por eso, teniendo en cuenta que juegas para el otro bando?―señaló Blitzø.
―Sólo digo, que si el Infierno tal vez se centrara más en sus problemas internos y en mejorar la vida de su gente en lugar de intentar vengarse del Cielo o enemistarse con ellos, no necesitaría malgastar tiempo y recursos en búsquedas tan violentas e inútiles y, al mismo tiempo, aumentaría la calidad de vida de su propia gente. Los haría más felices.―replicó Rachmiel con mirada firme.
―Charlie realmente te va a adorar cuando los presente.―rió Stolas para sí antes de carraspear.―. ...Pero entonces, ¿cómo traicionaste a tus antiguos adiestradores?
Moxxie bajó la cabeza avergonzado mientras cerraba los ojos y recordaba su vida antes de emprender esa cruzada contra su antigua familia. Lo feliz y normal que se sentía. El cálido amor que recibía de sus verdaderos padres y los amigos que había hecho en la academia... Y cómo todo se vino abajo por culpa de su error.
―Fui asignado a una misión encubierta en la Academia Musical Sirenis para Alumnos Superdotados. Se pensó que era un objetivo potencial para un ataque, así que me enviaron allí porque era un músico con talento... Era hobby que se me permitió tener mientras crecía.― explicó Moxxie agarrándose las manos con tanta fuerza que casi se hizo daño. Sus recuerdos de aquellos días felices pasaban ante él, en una sensación de felicidad y pesar.―. 'Moxxie' era el nombre falso que me dieron. Me hacía pasar por un diablillo huérfano superdotado que iba allí después de hacer trampas en uno de sus concursos benéficos... Mi misión consistía en evaluar su tamaño y obtener toda la información posible sobre el lugar. Uno de los profesores y su esposa me acogieron. Eran... eran buena gente.
― ...Conocía esa escuela. Fue destruida en un ataque terrorista del E.R.D.―susurró Stolas mientras el lugar nuevamente quedaba en silencio.
―Moxxie... dime, ¿tú...?―A Millie le salían las palabras. Se limitó a mirarle con expresión suplicante. No podía ser verdad. Moxxie no podía haber hecho lo que él decía.
Moxxie se quedó en silencio antes de contar entre lágrimas lo sucedido...
...
...
Dieciséis años atrás..
― ¿Oye, Moxxie?―El diablillo estudiante estaba frente a su casillero, recogiendo sus cosas para volver a casa después de que sonara el último timbre. Estaba a punto de irse cuando se le acercó una joven Pecadora rubia de piel rojinegra y ojos felinos.―. ¿Tienes un segundo?
―Claro, Cassie.―replicó Moxxie mientras volviéndose hacia su amiga con una sonrisa.―. ¿Qué necesitas?
― ¿Puedes ayudarme con mi proyecto escuchando lo que he escrito hasta ahora? Creo que en su mayor parte es bueno, pero a la melodía le falta algo, y quiero tu opinión al respecto.―le pidió Cassie con una enorme sonrisa.―. Eres el mejor de nuestra clase, así que supuse que ya habías terminado con tu proyecto y podrías ayudarme con el mío.
―Acertaste.―rió Moxxie frotándose la nuca, sonrojado.
Ser el mejor en algo que había desarrollado por su cuenta, y que fuera alabado por ello era extraño. Sí, era el mejor tirador entre sus hermanos porque le habían creado y entrenado para serlo, pero la música era algo que aprendió y dominó de forma autodidacta... Se esperaba de que él fuera un asesino a distancia, pero no un músico. Se lo había ganado con su duro trabajo y dedicación al oficio.
―Claro, me encantaría ayudarte. ¿Nos vemos esta noche en tu residencia?
― ¡Sí, y pediré pizza! ¡Gracias de nuevo!―exclamó Cassie saludándole y luego se alejó con un guiño, haciendo sonrojar a Moxxie.
― ...Maldita sea, Cassie no pierde el tiempo.―Moxxie se dio la vuelta y vio a un gigantesco y ligeramente musculoso demonio tiburón azul claro llamado Nack, quien se acercó a él con una sonrisa.―. ...Y aquí yo que iba a pedirte que salieras conmigo esta noche para ir al Club Mr. Hyde.
―Lo siento, Nack. Mejor suerte para la próxima.―se rió Moxxie mientras cogía su mochila y la funda de la guitarra mientras caminaba hacia la salida con su amigo. Otros estudiantes se despedían también de Moxxie, quien se despedía a su vez.
Se sentía tan relajado y tranquilo mientras caminaba al aire libre en un bonito día con los diversos estudiantes de la escuela musical participando entre sí. Tocando canciones comiendo su merienda bajo los árboles. Corriendo por allí para llegar a sus clases extraescolares y clubes, o saliendo a disfrutar del resto del día.
―Vamos, Moxxie.―dijo Nack acercándose a él y dándole un codazo.―. Cassie o yo. ¿Quién va a ser?
...Sonrojado, Moxxie deseó haber prestado más atención a las lecciones de su hermana sobre el romance y los sentimientos hormonales. Ya era bastante difícil aprender a hacer amigos legítimos que no fueran sus hermanos mientras fingía no ser un asesino. Peor aún era cuando tenía que lidiar con el amor adolescente, sobre todo cuando dos de sus amigos admitieron hacía poco que sentían algo por él.
El primer problema fue lidiar con el factor de que no sólo esos dos demonios estaban enamorados de él, sino que él también sentía algo por ellos. Sabía que no debía actuar en consecuencia, sobre todo porque no podría ser 'Moxxie' para siempre... Aun así, pudo razonar que, puesto que se suponía que debía interpretar el papel de "estudiante normal", tener una relación romántica ayudaría a consolidar esa parte.
El segundo problema era que aún no había elegido con quién salir.
Moxxie se había sorprendido de que le gustaran tanto hombres como mujeres. Cassie había sido una de sus primeras amigas, y Nack había sido su colega desde que se unió al club de teatro. Ambos eran... agradables y atractivos a su manera e, independientemente de sus sentimientos, nunca dejaron que su deseo por Moxxie se interpusiera en su amistad. Pero eso no significaba que no compitieran por su corazón.
― ...Siempre podríamos tener una relación de a tres si te parece bien.―bromeó Nack, con Moxxie poniéndose aún más más rojo de lo normal al oírlo.―. Quiero decir, Cassie no me interesa románticamente, sólo me gustan los chicos... Pero podría experimentar.
―Escucha, Nack.―Moxxie se volvió hacia él con una sonrisa.―. Me gustan mucho los dos, de verdad. Pero todavía estoy aprendiendo sobre esto de la amistad y la familia. Tener novia o novio en medio de todo eso me complica aún más las cosas.
―Bien, bien.―rió Nack.―. ...Pero te voy a llevar al Baile de Primavera del próximo mes. Y eso va a ocurrir con o sin Cassie.
Moxxie suspiró, pero no pudo evitar admirar la tenacidad de su amigo. Le resultaba extraño tener a dos personas a las que había llegado a respetar no sólo como amigos, sino que también claramente enamorados de él. El romance estaba prohibido para Moxxie y sus hermanos, aunque se les enseñaba sobre sexo y reproducción como parte de su educación primaria.
Los únicos que realmente realizaban actos sexuales eran algunos de sus hermanos que estaban orientados a 'ciertos' campos en los que eso era obligatorio. La seducción era una herramienta excelente para obtener la información correcta o acercarse a un objetivo para así rebanarle el cuello.
Afortunadamente, sus... tutores no tuvieron problemas en darle las lecciones necesarias para comprender tales sentimientos debido a la pubertad. Para Moxxie había sido una sorpresa incluso aprender que los del mismo sexo no sólo podían tener tales sentimientos a pesar de la falta de una necesidad lógica y necesaria de procrear, sino también que se podía admirar a ambos sexos, como en su caso. Sus extraños sentimientos por Nack y Cassie le habían confundido mucho, pero el profesor Esine e Isabella le habían ayudado a descubrirlo. Era una experiencia de aprendizaje diferente a la que estaba acostumbrado.
Las lecciones de Madre y Padre eran brutales, cortas y secas, pero detalladas, así que no había lugar para el fracaso. O lo hacías bien a la primera o te castigaban hasta que lo volvieras a hacer.
Para los Esine, solo era cuestión de hacer preguntas, recibir ejemplos y sentirse cómodo. Y cuando te confundías, volvías a preguntar hasta que lo entendieras..
Era... raro. Pero agradable.
Después de despedirse de Nack, Moxxie se dirigió... a casa.
Su hogar.
Realmente se sentía como un hogar. Un lugar más seguro que en el cuartel general.
Moxxie había estado aquí durante casi un año, pero sabía que había cambiado. Aún era capaz de matar, aún funcionaba como siempre, pero se sentía... diferente. Le confundía. Pensó que quizá funcionaba mal o que le pasaba algo, y estuvo a punto de contárselo a sus verdaderos padres, pero dudó. No sabía por qué, pero pensó que a sus padres no les haría ninguna gracia saber por lo que estaba pasando... Podrían incluso pensar que está roto.
Eso les llevaría a hacer algo drástico, ya que los recuerdos de su fallido grupo de hermanos resonaban en su mente.
Independientemente de su lealtad, Moxxie no tenía ningún deseo de unirse a ellos en el vacío.
Al entrar por la puerta principal, vio a Isabella leyendo un libro en el salón. Sonrió al verlo.―Hola, Moxxie. ¿Qué tal la escuela hoy?
―Estuvo bien.―contestó él dejando su mochila en el suelo.―. Más tarde después de la cena iré dónde Cassie a ayudarla con su proyecto musical.
―Muy bien, esta noche cenaremos pollo teriyaki con arroz.―informó Isabella antes de sonreír.―. ¿Ya por fin son pareja?
―No. Seguimos siendo sólo amigos. No es que no esté intentando convencerme de que salga con ella...―dijo Moxxie sonrojado, frotándose la nuca.
―Estoy bromeando, Moxxie.―dijo Isabella acercándose a Moxxie con una sonrisa divertida.―. Sabes que mi esposo y yo apoyaremos cualquier elección que hagas entre tus dos amigos. O ninguna de los dos.
― ...Es que no sé si una relación romántica puede funcionar para mí.―dijo Moxxie, algo que era verdad: Él era un soldado. Un arma. Lo más probable es que iba a morir por la revolución en lugar de vivir lo suficiente como para tener una familia.
―Oye, no pienses así.―le dijo Isabella arrodillándose y lo abrazaba. Moxxie ya estaba acostumbrado a esos abrazos, pero no podía evitar que le encantaran. Se sentían tan... cálidos. ―. Todo el mundo tiene derecho a encontrar la felicidad. A pesar de todo lo que pasé con mi familia de mierda, conseguí salir y encontrar la verdadera felicidad en mi vida con mi esposo... No pienses que no puedes tener un final igual de feliz sólo por ser huérfano.
―C-Cierto.―dijo Moxxie asintiendo.
―Muy bien, vete a hacer los deberes y te llamaré para cenar cuando esté listo.―dijo Isabella rompiendo el abrazo y se alejaba hacia la cocina.
―Muy bien.―dijo Moxxie mientras cogía la funda de su guitarra y se dirigía a la escalera.―. Gracias, mamá.
Isabella se quedó helada y se volvió hacia Moxxie mientras éste se dirigía a su habitación. Estaba en el último escalón cuando también se detuvo. Sus ojos se abrieron de par en par, dándose cuenta de de lo que acababa de decir.
Había llamado a Isabella... ¿Mamá?
...
Mamá.
Llamó a Isabella... 'Mamá'.
Nunca llamó así a nadie más que a Madre. ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué llamó a Isabella su madre? ¿Estaba así de metido en el papel? No había manera de que Isabella pudiera ser su madre. Se suponía que sólo estaría aquí temporalmente. ¡Ni siquiera era un huérfano de verdad!
Moxxie estaba tumbado en la cama, mirando al techo mientras el ventilador daba vueltas.
Había llamado a Cassie para avisarle que no se sentía bien, lo cual era cierto. Moxxie había ido tirando por ahora, pero sabía que tenía que enfrentarse a algo que le carcomía el fondo de la mente:
"¿Quién... soy yo?"
Se suponía que era FADC-131524240905. Un arma y un medio para traer la verdadera libertad e igualdad a la raza diablillo. Fue diseñado para ser un asesino y un francotirador perfecto para que sus padres lo utilizaran en su revolución. Se suponía que debía juzgar este lugar, a su gente, estudiantes y profesores. Un juicio que decidiría si todos ellos merecían vivir o morir para mayor gloria de la revolución...
¿...Por qué entonces se llamaba a sí mismo "Moxxie"? ¿Por qué se preocupaba por hacer los deberes y salir con amigos de los que podría estar enamorado? ¿Por qué estaba tan unido al profesor Alex Esine y a su esposa? No eran diablillos. No se preocupaban por él.
¿O era eso algo de lo que se trataba de convencer a sí mismo una y otra vez?
Moxxie se abrazó a si mismo. El profesor Alex e Isabella habían sido... Tan dulces y amables. Le ayudaban con los deberes. Jugaban con él. Lo llevaban a comer o a cocinar con ellos para que aprendiera a hacer la comida. El profesor Esine ayudaba a Moxxie con sus deberes y su talento musical. Isabella consolaba a Moxxie cuando tenía un mal día o se aseguraba de que estuviera bien alimentado y feliz... Se comportaban como padres.
"...Pero Madre y Padre son mis padres. Me quieren." Se decía Moxxie mientras intentaba sonar convincente. Sin embargo, más de una vez, Moxxie había buscado en Internet cómo actuaban los padres, y no actuaban como Madre y Padre. Vio lo que sus padres hacían a sus amigos y a otros estudiantes, incluso a otros diablilllos.
Y una cosa estaba clara:
Los padres no hacían daño a sus hijos, ni los amenazaban, ni siquiera los mataban.
Esine e Isabella lo abrazaban. Padre y Madre no
Esine e Isabella nunca dejaron que se hiciera daño ni que arriesgara su vida. Padre y Madre sí.
Esine e Isabella le animaron a encontrar y mejorar sus talentos. Padre y Madre siempre decían que eso le distraía y limitaba su tiempo.
Esine e Isabella hacían sonreír a Moxxie.
Padre y Madre nunca lo hicieron.
Y cuanto más se encontraba Moxxie siendo "Moxxie" y menos "FADC-131524240905", más feliz se sentía. Todavía hacía sus verdaderos deberes e informes, pero... ahora se sentía raro. Como si no quisiera hacerlo.
Pero eso no debía suceder. Moxxie era un soldado. Un arma.
¿O no lo era?
Un golpe en la puerta le alertó. ―¿Moxxie? Soy Alex. ¿Estás bien?
―S-Sí.―dijo Moxxie incorporándose.―Sólo estoy... un poco cansado.
― ¿Puedes bajar un segundo? Tenemos que hablar.―Le pidió Alex al otro lado de la puerta.
Moxxie estaba a punto de contestar cuando vio que su teléfono secundario estaba sonando. El teléfono que tenía en contacto con sus padres, que le pedían informes sobre su comportamiento y sus tareas. ―Bajo en unos minutos.
Tras oír los pasos de Alex alejándose, FADC alcanzó su teléfono, contestando rápidamente.
―Todavía no es el momento.
―"Pero lo será cuando el sol se ponga rojo sangre." ―contestó Padre al otro lado de la línea.―. "Informe."
―Nada nuevo o inusual.―respondió FADC con voz monocorde.―. He seguido sin interrupciones.
― "¿Y el Baile de Primavera?"
―Sigue en marcha.―contestó FADC con vacilación. Sería uno de los eventos más importantes del año escolar. Un momento en el que todos los alumnos, profesores e incluso invitados imprescindibles acudían para divertirse en el baile y tocar música.―. ¿P-Padre?
― "¿Sí, FADC?"
FADC se mordió el labio. ―Yo... he pensado más sobre esto. Siento que la escuela no es un buen objetivo.
― "¿Razón?"
― ...No es anti diablilllos.―respondió FADC, esperando que esto funcionara.―. Los profesores y alumnos me tratan como a un igual. Ninguno de ellos mantiene relaciones políticas o empresariales importantes en comparación con otros objetivos con los que hemos tratado. Además, podría dañar nuestra credibilidad si atacamos una escuela como ésta. Todos nuestros ataques anteriores han tenido un significado político y lógico. Atacar una escuela sólo hará que parezca que somos más terroristas que luchadores por la libertad, y podríamos perder apoyo.
Si hubiera sido en las tres primeras semanas en las que Moxxie había comenzado su misión encubierta, no le habría importado... ¿Pero desde que llegó aquí y vivió entre estos demonios, fue a la escuela con ellos, se hizo amigo de ellos y más durante estos meses? No veía nada malo en dejarlos vivir. Eran buenas personas. Especialmente sus tutores. No había razón para hacerles daño o eliminarlos. Era ilógico.
¿...Y en el fondo? No quería ver la escuela arder.
No quería ver morir a sus nuevos amigos ni a los tutores que habían cuidado de él. Eran seres inocentes. Intentó recordar que todos los que no eran sus aliados eran borregos y esclavos del sistema, pero no hacían nada malo. La escuela trataba a todos por igual. No era... no era un mal lugar.
Le encantaba estar aquí.
A FADC le encantaba ser 'Moxxie'.
FADC había pasado semanas tratando de encontrar una manera de convencer a sus padres para abortar la misión. Incluso si eso significaba dejar ese lugar donde, admitió, era feliz viviendo allí. Siempre y cuando todos estuvieran bien. Mientras no ocurriera nada terrible, estaba de acuerdo.
― "... Hay lógica en lo que estás diciendo, FADC". ―respondió Padre en la otra línea.―. "Discutiremos esto. Continúa tu misión como siempre."
―Sí, señor.―dijo FADC colgando el teléfono y suspiraba. Dependía de sus padres decidir la opción correcta. Esperaba que lo hicieran.
"¿...Y si no?" se preguntó FADC, pero lo desechó. No podía pensar en eso. Tenía que centrarse en el ahora.
Recordando que Alex e Isabella querían hablar con él, guardó su teléfono secreto y bajó las escaleras.
...
Moxxie no sabía por qué estaba nervioso, pero le sudaban las palmas de las manos. Supuso que se debía a que había llamado 'Mamá' a Isabella por accidente. Con cada peldaño que bajaba por las escaleras le hacía sentir que su corazón iba a latir tan fuerte que haría un solo de tambor... ¿Isabella se habría sentido insultada? ¿Estaban enfadados con él? ¿Lo iban a echar? Aunque no lo hicieran, se sentía fatal por la incomodidad. Tendría que disculparse con tanto vigor que se preguntó si debería inclinarse o arrodillarse.
Cuando Moxxie llegó al comedor, Isabella y Alex ya estaban sentados allí, con cálidas sonrisas. Esto le hizo respirar hondo y relajarse. El hecho de que no parecieran enfadados ni cabreados le había hecho sentir que todo iba a ir bien. Conocía muy bien a los dos desde que vivía con ellos, así que muy pocas cosas los hacían enojar.
Sólo una vez Moxxie los había visto realmente enfadados, y fue cuando en una tienda declararon que no les iban a atender por tener un "Niño diablillo"... Isabella daba tanto miedo que hacía pensar a Moxxie en su hermano TADC, quien era el experto en torturas. Y Alex llegó a golpear al encargado cuando se negó a atender su queja.
Fue entonces cuando empezó a confiar de verdad en ellos.
Sentándose frente a ellos, Moxxie les dedicó una sonrisa nerviosa.
―Eh, hola. Escuchen, sobre lo de antes...
― ¿Moxxie?―dijo Isabella, haciéndole quedarse en silencio un momento.―. No me molesta que me hayas llamado mamá. De hecho, me gustó.
― ¿Le gustó?―preguntó Moxxie, sorprendido.
―Bueno, seamos sinceros, Mox. Has sido como un hijo para nosotros desde que llegaste.―dijo Alex mientras tomaba la mano de su esposa.―. ...Y esperamos haber sido también como unos padres para ti.
― ¡Lo han sido!―exclamó Moxxie un poco más rápido de lo que había esperado. Antes de darse cuenta, estaba hablando rápidamente: ―. Ustedes dos han sido lo más importante de mi vida... Nunca me he sentido tan feliz en mi vida.
"¿Por qué estoy diciendo esto?" pensó Moxxie en su cabeza. "Ellos no son mis padres. Yo no soy su hijo..."
― ...Entonces supongo que es bueno que hayamos preparado esto con antelación.―replicó Alex mientras sacaba una hoja de papel. La empujó suavemente hacia Moxxie, cuyos ojos se abrieron de golpe.
Era un formulario de adopción. Para él. Un formulario redactado por Alex e Isabella Esine para la adopción legal de Moxxie.
―Lo recibimos hace dos meses, pero decidimos esperar hasta sentir que estabas preparado para hacerte la oferta.
―Tampoco tienes que aceptar si no quieres.―agregó Isabella, sonriéndole cariñosamente.―.. ...Pero nos encantaría que fueras nuestro hijo.
Su hijo.
Querían que fuera su hijo.
Moxxie sintió que le temblaba la mano al ver el bolígrafo junto al papel... Sabía que no debía firmar. Era un asesino. Un arma. No era un niño normal. No era un huérfano. Estaba viviendo una maldita mentira.
Entonces, ¿por qué estaba alcanzando el bolígrafo?
Moxxie trató de recordar a sus verdaderos padres. Los que lo crearon. Lo convirtieron en lo que es hoy. Todo el tiempo que había pasado entrenando, matando y actuando bajo sus órdenes... No podía traicionarlos. No podía olvidarse de ellos.
Tenía el bolígrafo en la mano.
Esto estaba mal. Se suponía que Moxxie analizaría este lugar y consideraría necesario destruirlo o no. No se suponía que fuera esto. 'Moxxie' no era real. Él era FADC-131524240905.
El bolígrafo estaba en el papel.
No eran sus padres.
"...Pero quiero que lo sean." se dijo Moxxie mientras firmaba el papel con lágrimas en los ojos, sabiendo que había cometido el mayor error de su vida, pero no se arrepentía. Sus nuevos mamá y papá no tardaron en abrazarle mientras lloraba abrazado a ellos.
Y sin embargo, sonrió.
...
Un mes después...
El sonido de la música sonaba en el aire mientras los dedos de Moxxie volaban sobre el teclado del piano con perfecta armonía. A su alrededor, los sonidos de violines, violonchelos, contrabajos, trompas, flautas y más flotaban con su instrumento mientras dejaba que el sonido y la maravilla de la música le guiaran hacia un dichoso estado de felicidad. Aunque su habilidad principal era la guitarra, Moxxie aprendió varios métodos para interpretar música, y el piano era uno de ellos... La persona que debía tocar en el Baile de Primavera se puso enferma porque había que extirparle el apéndice, así que Moxxie, el segundo pianista, ocupó su lugar.
El grupo temía que Moxxie no estuviera listo en unos días para memorizar las partes necesarias para la actuación. Afortunadamente, su papá había pasado horas cada día ayudándole a practicar y poder sincronizarse perfectamente con el resto del grupo. Cuando sonó la última de las teclas, Moxxie esperó las últimas notas de las trompetas antes de que el maestro silenciara la actuación. Hubo una breve pausa en la música antes de que se escucharan algunos aplausos de los que se habían quedado a escuchar la práctica final, entre ellos los amigos de Moxxie, Nack y Cassie.
― ¡Excelente, creo que estamos listos!―aplaudió un conejo hellborn de pelaje rojo sangre, con un pentagrama al revés en la frente y ojos rasgados de color amarillo oscuro.―. Esta noche, haremos que todo el alumnado escuche todo su maravilloso y duro trabajo. Naturalmente, también se divertirán bailando esa música tecno y pop que tanto les gusta a los jóvenes pero, por favor, recuerden no se emocionen demasiado para que después no se queden sin energía antes de nuestra actuación.
Tras recordar a todos que trajeran sus instrumentos, despidió al grupo, que se apresuró a guardar sus cosas y marcharse. El Baile de Primavera era en unas horas, y todos querían prepararse para la gran noche con sus amigos o citas.
En el caso de Moxxie, iría con ambos.
―Ha sido increíble, Moxxie.―decía Cassie mientras avanzaba con Nack detrás de ella.―. ¡No puedo creer que hayas aprendido todas las partes en una semana!
―Y que lo digas.―suspiró Moxxie al recordar las largas horas que tardó en aprender y practicar. ―. Papá y yo estábamos tan concentrados en esto que nos perdimos la cena hasta que mamá tuvo que ponernos la comida delante de las narices para que nos espabiláramos.
―Cielos, ¿cómo sigues en pie sin dormirte?―inquirió Nack con incredulidad.
―Café. Mucho café.―dijo Moxxie bostezando.―. En realidad pienso dormir antes de que empiece el baile.
―Bien, odio que mi pareja de baile se me duerma encima mientras estamos en la pista.―replicó Nack antes de pensárselo mejor.―. ...Aunque en realidad, retiro lo dicho. No me importaría que cayeras en mis brazos~.
―Atrás, chico.―bromeó Cassie dándole un empujón en el hombro.―. También es mi cita, ¿sabes?
―Todavía no me puedo creer que vayan a ir juntos al baile conmigo.―señaló Moxxie mientras empezaba a caminar hacia la salida de las puertas del auditorio con sus mejores amigos.
Como no había podido elegir entre los dos, Moxxie supo que tanto Cassie como Nack habían dicho que los dos lo habían hablado y habían decidido compartirlo juntos. Ir al baile ayudaría a los tres a averiguar por quién Moxxie se sentía más atraído, mientras que el otro aceptaría el resultado.
―Oye, la mayoría de los demonios no se quejarían por tener dos citas al mismo tiempo.―comentó Nack sonriendo ampliamente.―. Especialmente cuando uno es un tiburón guapo y sexy...
― ¿O sea que Moxxie ha encontrado 'otro' tiburón con quién salir?―bromeó Cassie, lo que le valió una amistosa mirada ceñuda de Nack.
―Uy, que chistosa.―Nack puso los ojos en blanco y sacudió la cabeza.―. En fin, pongámonos todos de acuerdo para pasarlo bien. Entre los exámenes, los proyectos y esa pelea de globos de agua que terminó siendo una situación realmente desastrosa, nos merecemos tiempo para relajarnos.
―Sí, todavía no puedo creer que un estudiante pensara que era divertido tratar de llenar un globo con agua bendita.―terció Moxxie con incredulidad.―. ¿Cómo consiguió esa cosa de todos modos?
―Creo que es mejor que no lo sepamos.―respondió Cassie, y los otros dos no discreparon.
...
―¡Estoy en casa!―gritó Moxxie al entrar por la puerta principal.―. ¿Mamá? ¿Papá?
― ¡Aquí dentro!―Moxxie oyó la voz de su nueva madre adoptiva y entró para encontrarla ayudando a su papá a ponerse la corbata.
―Hola, hijo.―dijo Alex mientras su esposa le arreglaba la corbata.―. ¿Qué tal el último ensayo?
―Todo fue bien. Estamos listos para la actuación de esta noche.―dijo Moxxie con orgullo a su familia.―. Gracias otra vez por ayudarme, papá.
― ¿Para qué está la familia, hijo?―dijo Alex mientras frotaba el cabello de Moxxie con la mano antes de besar a su esposa en la mejilla.―. Me voy para ayudar a prepararlo todo. Nos veremos allí.
―Oh, olvidé mencionarlo, prometí ayudar a la señorita Feenie a traer algunos de los pasteles y golosinas, así que me verás más temprano que tarde.―dijo a su vez Isabella con un suspiro.―. Resulta que hizo más de lo necesario
―Espero que algunas de esas tartas sean tus famosas tartas con doble miga de chocolate y malvaviscos.―comentó Alex mientras él y Moxxie se relamían los labios al recordar saborear solo una pequeña porción del deliciosamente dulce postre.
―Sí, he hecho un poco, pero no se lo coman hasta que tengan comida de verdad en el estómago.―les regañó Isabella sonriéndole a ambos antes de dirigirse a la cocina.―. Voy a preparar una merienda lidera para aguantar antes de la cena del baile. ¿Quieres algo, Moxxie?
―No, voy a echarme una siesta hasta la hora del baile.―dijo Moxxie, bostezando.―. Como nos quedamos anoche despiertos más tarde de lo normal...
―Corrección, te quedaste despierto más tarde de lo normal. Yo estaba listo para acostarme a la una de la madrugada.―corrigió Alex a su sonriente hijo.
―No importa. Voy a dormir un poco. Los veré a los dos en el baile.―les dijo Moxxie mientras se dirigía hacia las escaleras.
―Que duermas bien, hijo. Nos vemos pronto.―se despidió Alex mientras Moxxie asentía y saludaba con la mano antes de subir.―. Te amamos.
― ¡Los amo mucho!―dijo Moxxie dijo mientras se apresuraba a subir las escaleras.
...Lamentablemente esto sería lo último que les diría a sus padres adoptivos.
...
Horas después...
Años de entrenamiento e sus instintos alertaron a Moxxie de que algo iba mal.
Abriendo los ojos, Moxxie sacó la pistola que había escondido en la almohada y apuntó a la puerta. Esperó unos segundos a que alguien entrara antes de dirigirse lentamente hacia la puerta y abrirla. No había nada en los pasillos, pero podía oír a alguien en el piso de abajo. Había demasiada luz como para que fueran sus padres todavía allí, sabiendo además que ya estaban en el Baile de Primavera, que, según vio en el reloj de pared, empezaba en treinta minutos.
Centrando su cuerpo en ser lo más suave y ligero posible en sus pasos, Moxxie se dirigió escaleras abajo con su arma preparada para cualquier cosa. Aunque se trataba de un barrio agradable, seguía habiendo delincuencia, por lo que no era raro que ladrones o psicópatas intentaran entrar en las residencias. El Infierno seguía siéndolo incluso en los lugares más agradables.
Cuando se acercó a la cocina, Moxxie apoyó la espalda contra la pared y concentró en su oído. El sonido de una silla arrastrando los pies y de unos labios chocando entre sí resonó en su cabeza. Respirando hondo, Moxxie se apresuró a entrar, levantando el arma... sólo para bajarla sorprendido.
― ¿Hermana?
―Hermano.―Una diablilla, más alta y delgada que la mayoría, estaba sentada en la encimera comiendo un trozo de tarta del refrigerador abierto.
Tenía el pelo largo y negro, pero la barbilla y los pómulos eran parecidos a los de Moxxie. Sus ojos también eran idénticos a los de él, pero un poco más rasgados. Los rasgos femeninos de su rostro casi representaban la cara de una gata combinada con la típica anatomía de un diablillo. Se rumoreaba que IADC-0301202315130114 había sido creada con ADN felino. Al terminar el pastel, la hermana de Moxxie se bajó del mostrador y se abrazó la gabardina negra que llevaba puesta antes de caminar hacia él.
― ¿Estás bien?
― ...Sí.―replicó Moxxie asintiendo mientras guardaba su pistola.―. ¿Por qué estás aquí?
―Padre y Madre me dijeron que te recuperara, FADC. Tu misión ha terminado.―respondió ella, haciendo que Moxxie se sintiera petrificado, pero se aseguró de no demostrarlo.
― ¿Terminado?―inquirió Moxxie al tratar de procesar esto. ¿Cuándo se decidió esto, y por qué? ―. No se me informó de esto.
―Fue una decisión que acaba de tomar debido a las circunstancias. Voy a recuperarte y llevarte a la zona de recogida.―respondió IADC, sonriéndole burlonamente.―. Debo admitirlo, hermano: Dudaba que te fuera bien al infiltrarte y hacerte pasar como un simple niño huérfano, pero lo hiciste mejor de lo esperado. Incluso conseguiste ganarte el corazón de tus guardianes para que te hicieran su hijo. Bien hecho.
―Cierto.―respondió Moxxie en tono monótono.―. Si... si me ordenan que me vaya, lo haré, pero ¿cómo se explicará mi desaparición? Se espera que esté en el Baile de Primavera en cualquier momento.
―No te preocupes. No tendrás que hacer nada. Lo tenemos todo cubierto.―respondió IADC mientras se dirigía a la puerta.―. Trae tus pertenencias. Tenemos que irnos ya.
Moxxie asintió y obedeció, pero por su cabeza pasaban mil pensamientos. ¿Por qué le habían llamado Madre y Padre de vuelta? ¿Había hecho algo malo? ¿Creían que estaba demasiado metido o que había perdido la concentración? ¿Qué iban a hacer y cuál era su plan? Eran demasiadas preguntas, pero lo único que Moxxie podía hacer era obedecer sus órdenes y recoger los pocos objetos que había traído para su misión, incluidas sus armas de fuego y artilugios.
Estaba a punto de marcharse cuando hizo una pausa y volvió la cabeza hacia su escritorio. Había fotos y objetos que Alex e Isabella le habían regalado a lo largo de los meses, incluida una foto de los tres sosteniendo el papel de adopción.
No iba a volver a verlos. Su vida como 'Moxxie' había terminado.
Volvía a ser FADC.
Su 'mamá' y su 'papá' ya no eran sus padres. Iba a marcharse para no volver jamás. ¿Qué iban a pensar cuando supieran que su hijo adoptivo había desaparecido? ¿Creerían que Moxxie se había escapado o que le había pasado algo?
FADC ya podía ver a su mamá llorando histérica mientras su padre corría por el barrio gritando su nombre.
¿Y Cassie y Nack? ¿O sus compañeros y profesores? ¿Qué pensarían?
― ¡...Vámonos, FADC!
FADC se mordió el labio y rápidamente tomó consigo la foto de su adopción y su guitarra favorita que le había regalado su padre. Se apresuró a encontrarse con IADC, viendo que les esperaba una furgoneta negra conducida por un diablillo con capucha. FADC se subió y pronto se pusieron en marcha mientras él miraba fijamente el lugar que había sido 'su hogar'.
No dejó de mirarlo hasta que doblaron la esquina.
...
La furgoneta condujo durante unos cincuenta minutos antes de llegar al aparcamiento de lujo del acantilado, a las afueras del pueblo. Un lugar popular entre los conductores que necesitan dormir un poco y las citas nocturnas ya que contaba con vistas a todo el pueblo, incluida la escuela cercana. Algunos de los hermanos de FADC estaban allí, junto con Madre y Padre, así como miembros del E.R.D. Una vez que aparcaron FADC salió y se dirigió a ellos, quiénes saludaron a su hijo con asentimiento.
―Madre. Padre.―dijo FADC ante ambos.
―FADC-131524240905.―dijo Padre al saludarle.―. Has hecho bien en tu misión.
―Gracias, Padre.―respondió FADC con una leve reverencia.―. ¿Puedo preguntar por qué me han retirado de mi misión antes de notificármelo?
―Hemos llegado a nuestra conclusión de lo que hay que hacer por la escuela. Originalmente, su sugerencia y las declaraciones relativas a la necesidad ilógica de atacar había estado en nuestras mentes.―dijo Madre con un suspiro.
― ¿...Ha...Ha cambiado algo?―preguntó FADC mientras el miedo comenzaba a invadir su estómago.
―Sí, parece que la escuela había planeado en secreto de traer la mayor estrella de rock del Círculo de la Codicia, Zeathor. Estaba planeado que hiciera una aparición sorpresa.—respondió Madre con un gruñido.
Ahora Moxxie sabía que las cosas estaban muy mal.
Zeathor era un demonio rana, un Greruor (1) que era infame por mantener esclavos. En el Círculo de la Codicia la esclavitud todavía era legal, y Zeathor era infame por tener muchos de ellos, incluidos diablillos...
...Siendo un imbécil rico, capitalista y esclavista que los maltrataba como a una mierda, estaba destinado a ser un objetivo del E.R.D.
― ¿Cómo se han enterado de esto?―preguntó FADC mientras sus manos empezaban a temblar.
―HTDC-1337 pirateó su agenda.―informó Madre.
―Como no podemos desperdiciar la oportunidad de deshacernos de él, hemos decidido utilizarlo a él y a la escuela como mensaje.―dijo Padre mientras se volvía hacia la ciudad que tenían debajo.
―Yo... puedo entender que el objetivo sea Zeathor, pero ¿por qué la escuela?―preguntó FADC con calma, pero el corazón se le aceleraba y le sudaban las cejas. Quería coger un auto, conducir hasta la escuela y gritar para que todo el mundo abandonara la zona.
Pero su cuerpo no se movió.
― ...El hecho de que la escuela decidiera traerlo demuestra que son tan corruptos como él.― respondió Padre. A FADC le estaba costando toda su fuerza de voluntad gritar "¡Pura mierda!".
Zeathor era popular entre muchos demonios, incluidos diablillos. No importaba que tuviera esclavos. Muchos demonios famosos y ricos de varios reinos tenían esclavos. Incluso algunos diablillos tenían esclavos diablilllos, en algunos casos. Toda esta excusa no tenía sentido, y FADC sabía la verdadera razón... Era para causar impacto. Un medio para causar miedo. O tal vez a sus padres no les importaba que estuvieran dispuestos a matar a cientos de niños que sólo querían tocar y dominar la música.
Tenía que parar esto.
FADC quería parar esto ahora mismo. Quería rogarles que se detuvieran. Advertir a sus padres, a Cassie, a Nack y a todos. Necesitaba un teléfono o algo...
...Y sin embargo, la parte de él que era el excelente soldadito no hizo nada. Tal y como le habían ordenado.
Era un hijo leal y soldado del E.R.D.
Ya no era Moxxie.
― ¿C-Cómo van a lidiar con esto?―preguntó FADC.
Justo entonces, su hermano, DADC, sonrió satisfecho y asintió hacia la escuela.
―Lo verás en un minuto.
...No.
Un destello de luz se vio en la ciudad. El sonido de una explosión resonó en el aire. El fuego surgió justo en la zona cero.
FADC se quedó mirando la zona engullida entre las llamas que una vez fue La Academia Musical Sirenis para Alumnos Superdotados... No era más que una tumba se fuego para los que están dentro y a su alrededor.
Era una tumba para sus padres.
Era una tumba para Cassie y Nack.
Era una tumba para la vida feliz que Moxxie había tenido.
Se quedó mirando en silencio. Sus ojos estaban iluminados por la llama que se veía a lo lejos.
FADC estaba en silencio mientras observaban el caos.
....Y sin embargo, 'Moxxie' se desgarraba gritando de dolor desde lo profundo de su corazón.
...
...
― ...Esa noche, me di cuenta de lo que eran mis padres. Lo que fue toda mi vida. Estaba mal. Todo. No luchaba por la libertad o la justicia; era un asesino en masa.―murmuró Moxxie mientras miraba hacia abajo, su cabello cayendo sobre sus ojos.―. Juré que haría arder a todo el E.R.D. Juré liberarme de las cadenas que me ataban y ser yo mismo. Tardé tres años en planearlo todo y conseguir los medios adecuados para hacerlo. Trabajé con un agente de S.E.I.I. llamado Danarius, y los derribamos juntos. Él desde fuera y yo desde dentro. Maté a cada uno de mis hermanos y muchos otros en el E.R.D. antes de que este fuera oficialmente desmantelado de cuando mis padres fueron capturados.
Levantando la cabeza, Moxxie contempló las miradas compasivas que todos le dirigían.
―He odiado todo lo que hice en el pasado. Las muertes, el sufrimiento, los atentados terroristas y más. Quería ser mi propio yo, tanto en honor a mis padres adoptivos como para fastidiar a mis padres. Pensé que estaba libre de mi pasado, pero mi hermano está vivo. No va a parar hasta que yo haya sufrido y mis padres vuelvan a ser libres.
― ...Joder.―Fue todo lo que Loona pudo decir mientras se frotaba la frente.―. ¿Alguien más tiene una trágica historia de fondo para acompañar nuestras complicadas vidas? Entre la de Moxxie y la de mi padre, estoy esperando a que descubramos que el pajarín aquí sea el hijo ilegítimo de Satanás y la Virgen María.
― ¿Pero eso no haría que ya no fuera la Virgen?―señaló Rachmiel, lo que le valió una expresión inexpresiva de la perro infernal.―. ...Me callaré.
―En cualquier caso, es... toda una historia, Moxxie.―suspiró Stolas con pesadez.―. Mantendré a mis guardias en alerta ahora que sabemos que tu hermano te persigue.
―Siento haberte traído todos estos problemas.―murmuró Moxxie volviéndose hacia Blitzo. ―. ...Si quieres mi renuncia de la empresa, yo...
―Mox, cállate.―gimió Blitzø poniendo los ojos en blanco.―. No voy a despedirte porque resulta que fuiste un anarquista que dispara a quemarropa y que criado como niño soldado por tus padres supremacistas que joden a cualquiera que no tenga cuernos blancos y negros.
Blitzø se señaló a sí mismo.
―He hecho tanta mierda como tú. No eres el único con un mal pasado y que hizo cosas de las que se arrepintió. Pero todos estamos tratando de ayudarme con mis problemas, así que ¿qué hay de malo en ayudar a los tuyos? No me importa quién fuiste en el pasado, Moxxie. Por lo que a mí respecta, sigues siendo el tirador que se queja demasiado al que llamo mi mejor amigo. Así que aguántate.
Moxxie no pudo evitar soltarle una risita a Blitzø antes de negar con la cabeza. ―Sí, señor.
Luego giró la cabeza hacia una callada e insegura Millie y susurró:
― ¿Millie?
― ...No sé qué pensar.―susurró Millie cerrando los ojos y respirando hondo.―. Yo... lo entiendo... de verdad, pero... todo esto... tú... tu hermano... nuestro bebé...
Moxxie le cogió suavemente de la mano y los dos se miraron. Había lágrimas en los ojos de ambos, pues estaba claro que había un muro entre ellos. Moxxie había temido que decirle la verdad a su esposa iba a dañar su matrimonio. Y su reticencia y la verdad lo estaban dañando ahora.
―Moxxie, todavía te amo, pero... pero...―Millie respiró hondo una vez más, aún con los ojos cerrados.―. ...Necesito un tiempo a solas. Necesito pensar, alejarme, estar sola un rato con mi familia.
― ...Lo entiendo.―susurró Moxxie, por dentro ya con ganas de derrumbarse.
― ¿...Puede hacerme un portal a casa, Stolas?―le pidió Millie.
―Por supuesto, Millie.―dijo Stolas mientras la diablilla se levantaba de la cama y salía de la habitación... Ella se tomó un momento para mirar a Moxxie, que se limitó a mirarla con pesar antes de salir.
― ...Quiero estar solo... por favor...―le pidió Moxxie a los demás. Al principio dudaron, pero pronto asintieron y se marcharon uno a uno.
En el momento en que finalmente estuvo dolo, Moxxie finalmente no pudo aguantar más y rompió a llorar. Se hizo un ovillo en la cama y sollozó.
CONTINUARÁ.
Glosario/Notas:
(1) Greruor: Demonio de Dungeons and Dragons. Luce como una rana enorme con brazos en lugar de patas delanteras y dos grandes cuernos. Son demonios fuertes, poderosos y brutales que sirven en los ejércitos infernales de varios señores demonios, siendo extremadamente leales y que siguen órdenes sin cuestionar.