Narrador omnisciente
"Yo te voy a cuidar. A ti y al cachorro"
TaeHyung no pudo evitar sentirse feliz por el comentario del pelinegro.
Al ser un Omega en espera, necesitaba la compañía de un Alfa a su lado. Y mucho mejor si a ese Alfa lo aceptaban él y su lobo.
Pero, siendo totalmente realistas, el menor ya no tenía mucha fé.
Los meses que pasó junto a Seung lo volvieron alguien desconfiado. No podía caer a las primeros lindas insinuaciones que le daba Jeon. El Alfa Choi también lo hacía y luego arruinaba todo por sus cambios de humor constantes y su maldito carácter de engreído.
TaeHyung no caería de nuevo por un Alfa bipolar.
Tenía un cachorrito dentro suyo creciendo que dependía sólo de él.
-No es necesario - Respondió corriéndole la mirada. Jeon frunció el ceño y su sonrisa desapareció.
-¿Por qué dices eso, Omega?- Preguntó el mayor. Podía entender que recién se conocían y que el rubio pareció pasar malos momentos, pero sus palabras eran sinceras.
No deseaba hacerle mal, al contrario.
Kim se removió debajo de él, con intenciones claras de cortar con el momento de excitación que tuvieron momentos atrás.
Kook se levantó de encima del Omega y se sentó en una orilla del sillón esperando su respuesta.
-Porque no estaba en el trato -Respondió Tae buscando su camisa para vestirse nuevamente. De sus pezones volvían a brotar gotas de leche materna y Kook olfateaba el aire llenándose de ese delicado aroma -Tú sólo querías cumplir tu fantasía de mamar unos senos - Terminó seco.
Jeon bufó -¿Crees que ahora quiero sólo eso de tí?-
Kim gruñó bajito y colocó su camisa, la cual se humedeció en la zona de los pechos volviéndose incómoda y luego se cubrió rápido con el saco de Seok. Le daba verguenza vestir de esa manera frente a semejante Alfa.
-Es lo que obtendrás de mí- Habló el menor. Ni si quiera él mismo se lo creía, pero debía aparentar. No pueden llegar Alfas a su vida y hacer lo que quieran con él.
Jeon negó con la cabeza mientras pensaba en que palabras elegir para no cagarla. Se levantó, y caminó de un lado a otro bajo la mirada del rubio.
Si bien era lo que quería en un principio, eso ya quedó atrás. Su lobo sabía que TaeHyung era su destinado, está de más aclarar que por supuesto le gustaría seguir mamando esos deliciosos senos, pero no es lo único que quiere.
Ni tampoco lo único que tendrá de él.
Si debe ganarse la confianza de Kim, lo hará con buenos actos. Cuando una gran oración se formó en su cabeza, la puerta fue golpeada y luego la voz de Seok.
-Siento interrumpir señor - Habló alto el Beta - Pero su abogado está aquí-
Jeon tomó una bocanada de aire y luego lo soltó.
-Esto no quedará así- Advirtió caminando hasta su escritorio y antes de sentarse en su cómoda silla, susurró un "pueden pasar".
La puerta se abrió dejando ver al secretario del Golden Alfa y también su abogado. El último ingresó a la oficina y realizó una reverencia.
JungKook respondió con un asentamiento de cabeza.
-Señor Jeon ¿Desea hablar con su terapeuta? -Preguntó Jin más insistente que nunca - Tal vez puedo llamarlo -
-No, por ahora no deseo una cita con él- Respondió el Alfa sin pasar por alto que su empleado siempre cuestionaba sobre el doctor Kim NamJoon. Empezaba a sospechar.
Seok casi suelta unas lágrimas de tristeza y luego salió de allí. Lo único que le alegró el día fue que su hermano le informó que según lo que sabía, a NamJoon no le gustan los Omegas, que prefiere a los Betas.
Eso le dió muchas esperanzas.
JungKook miró a Tae, el cual estaba cabizbajo frente al sillón.
-Él es Kim TaeHyung- Informó a su abogado y el Alfa contrario llevó su vista al rubio -Un gusto, Kim TaeHyung- Saludó y se acercó hasta el escritorio para dejar la maleta sobre éste.
-Soy Park Chanyeol, abogado de la familia Jeon hace años -
TaeHyung sonrió en respuesta y se acercó a los Alfas pero manteniendo algo de distancia.
¿Era momento para decirle a Jeon que sus pechos dolían como la mierda y no dejaban de largar ese líquido blanco?
-Tu secretario dijo que debían firmar un contrato - Siguió el abogado ahora hablando con el Alfa.
JungKook parecía no escucharlo.
Su lobo estaba desesperado dentro suyo porque sentían el aroma que brotaba de los pechos del Omega. Quería volver a enterrar su rostro ahí.
-¿JungKook? - Siguió Park y el menor llevó sus manos a los costados de la silla y apretó fuerte allí.
Sus venas se marcaron y sus bonitos colmillos salieron cortando la piel. Su erección dura otra vez en los pantalones, apenas se había bajado hace segundos atrás.
-Sí- Respondió entre dientes. TaeHyung casi suelta un jadeo.
¿Qué les pasaba?
Lucían desesperados el uno por el otro.
El Alfa mayor lo miró extrañado.
Podía sentir ligeramente el aroma a leche que soltaba descontroladamente el Omega, supuso que estaba preñado pero no pudo ver el bulto porque el chico estaba algo lejos.
Agradecía tener a su Omega, Baek, y que sólo él lo volvía loco.
-Dime las condiciones que desean -Pidió, no quería seguir por mucho tiempo entre la constante tensión sexual que emanaban esos dos. Además los aromas se estaban tornando algo fuertes, era molesto- Una vez que esté listo, lo podrán firmar-
El Alfa pelinegro esbozó una sonrisa al pensar en su primer condición - El Omega Kim TaeHyung deberá vivir conmigo -
[....]
[Antes]
Seung enloqueció cuando, luego de volver de su viaje a Japón, se encaminó hacía el prostíbulo donde se suponía que el Omega más precioso de todos esperaba por él.
Pasaron ya cuatro meses desde que lo conoció. Casi todas las noches tenían intensas rondas de sexo.
Las primeras veces, Choi usaba un condón, para evitar que el rubio quede preñado y por supuesto evitar también enfermedades de transmisión sexual.
Siempre utilizaba ese método anticonceptivo porque odiaba a los niños. No deseaba tener uno nunca. Además sabía de antemano que sería un horrible padre.
Pero las últimas semanas ni recordaba usarlo.
Su mente estaba sólo en explicarle a su padre adoptivo, Jeno, que su supuesta pareja destinada vivía en el prostíbulo.
No era buena idea comprometerse ahora, además pondría a TaeHyung en peligro. Por esa razón el rubio seguía en ese horrible lugar.
¿Cómo mierda podía hacer para expresar sus sentimientos y no quedar como un Alfa débil?
Deseaba proteger a TaeHyung, porque se había enamorado de él. Era amor ¿no?
-¿Qué mierda te pasó en el labio?- Preguntó furioso al Omega, quién estaba en la cama sentado, con sus ojitos cubiertos.
La semana que pasó en Japón, lo extrañó como la mierda. Los Omegas que se cogió allí no llegaban ni a la mitad de lo que era su pareja destinada.
-Estuviste una semana sin aparecer -Respondió TaeHyung con valentía- ¿En serio te importa lo que me ocurra?-
Seung tensó su mandíbula, se acercó al menor y tomó fuerte de la barbilla contraria. TaeHyung soltó un quejido y unas lagrimitas escaparon de sus ojos por el dolor.
Le temía tanto al Alfa.
¿Por qué su destinado debía ser alguien como él?
Nunca lo había golpeado, pero estaba seguro que en cualquier momento lo haría.
-No debés hablarme de esa manera - Ordenó el Alfa - Lo haces de nuevo y voy a tener que tomar otras medidas contigo-
Soltó al rubio y salió de allí dando un fuerte portazo.
Caminó por el pasillo hasta dar con algunos de los empleados, quiénes quedaron en silencio y estáticos en su lugar.
Sabían lo que se les venía encima.
-¿Quién mierda fue?- Preguntó observándolos como si fueran basura.
-Hansol - Respondió uno y los demás bajaron su cabeza asintiendo -Es el nuevo, no sabía que el Omega le pertenecía-
El empleado recordaba que Hansol estaba a punto de abusar de TaeHyung, pero llegó a tiempo para advertirle.
Aunque el nuevo ya había golpeado al Omega favorito de Choi, sólo rogaban que el narcotraficante no lo notara, pero no contaron con esa suerte.
El Alfa sintió una desesperación e el pecho.
Su animal interno no dejaba de gruñir.
-¿Dónde está ese hijo de puta?-
Uno de ellos le indicó el lugar exacto.
Precisamente estaba en el depósito, haciendo un conteo de las bebidas alcohólicas que ingresaban al lugar. Seung fue hasta allí y en menos de dos minutos tenía al joven Alfa a unos metros.
-¿Hansol? - Preguntó y el nombrado se giró.
Lo observó con una mueca de alteraría, pues el chico era nuevo y no había crecido en esa ciudad. No tenía idea que quién estaba frente a él era el Alfa más peligroso de todos.
-Si ¿Por qué? - Respondió.
Choi rió bajito y se acercó al contrario.
-Te atreviste a tocar a mi Omega- Murmuró y Hansol abrió grande sus ojos.
¿Ese era el Alfa que le advirtieron?
Quiso formular una palabra cuando el puño del pelinegro se estampó contra su mejilla. Una, otra y otra vez hasta que cayó al suelo. Seung se colocó encima y llevó sus manos al cuello donde apretó con mucha fuerza, impidiendo que el aire ingresara a los pulmones.
Hansol quiso defenderse, pero el pelinegro contaba con mucha fuerza.
Choi, con las manos en el cuello contrario, levantó la cabeza y la golpeó reiteradas veces contra el suelo, dejándolo atontado.
Luego de unos minutos sin dejar de hacer presión, sintió la tráquea del más joven quebrarse. Se levantó y mirándolo con asco el cuerpo sin vida, escupió.
Salió del depósito encontrándose con el dueño del prostíbulo y los empleados.
-Esto es lo que le espera a cualquiera que se meta con Kim TaeHyung- Advirtió y luego salió de allí para volver a la habitación del rubio.