Corazones en llamas ©

By emmaaabooks_

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Thiago es un chico de 22 años que vive solo con su hermana pequeña. Sus padres lo abandonaron y él tuvo que c... More

Dedicatoria + Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 34

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By emmaaabooks_

Daniela

5 de diciembre

Estaba sentada al lado de Jay en el avión, pero yo estaba en la parte de la ventana mirando el cielo mientras escuchaba música. Como todavía faltaba mucho para llegar a Estados Unidos, me dormí un rato para descansar aunque me acabé despertando. Unas horas más tarde, cuando llegamos a California nos alojamos en el hotel donde todos los boxeadoras tenían habitaciones reservadas.

Subimos a nuestras habitaciones porque era tarde y mañana tenía el primer combate. Me estiré en la cama y recibí una videollamada de Thiago. Me extrañé al ver que estaba en la habitación de un hotel con sus amigos del equipo y me acordé de que me mencionó que tenían unos cuantos partidos en Alemania.

Me contaron como se estaban adaptando al tiempo de allí y también me contaron un par de cosas de fútbol que no llegue a entender. Entonces escuché una voz dulce que me llamaba y no pude evitar reírme cuando Thiago hizo una mueca de desagrado.

-¡Daniela!-me llamó Mar

-Oye vamos a tener que poner límites. No puedes querer más a esa rubia irritante que a tu propio hermano-Mar le sacó la lengua y todos se rieron

-Agradece que no estoy contigo porque sino ya te habría pateado el culo-le aseguré

-Que desagradable que eres siempre

-¿Perdona?-encarné una ceja-Jacob, ya me puedes matar a ese idiota

Todos se rieron respecto a mi comentario, incluso Mar y Grace que estaban atrás del todo. Él se enfado y me sacó el dedo del corazón. No pude reprimir una sonrisa y se cabreo aún más.

-No digas esas palabras enfrente de mi hermana

-No digas esas palabras enfrente de mi hermana-me burlé

-Pesada

-Tonto

-Insoportable

-Egocéntrico

-Irritante

-Mongolo

-Creída

Todos se rieron cuando me quedé callada porque no se me ocurría ningún insulto más. Arrugue la nariz y me crucé de brazos. Él se rio junto a sus amigos y eso hizo que me cabreara.

-Thiago, me tengo que ir a dormir

-Buenas noches, rubia

-Buenas noches, amor

Por dios, no podía ser verdad que eso hubiera salido de mi boca y ni siquiera que lo hubiera pensado. Recé porque no lo hubieran escuchado, pero no fue así. Lo escucharon y se empezaron a reír y a burlarse.

-¿Lo habéis escuchado?-asintieron

Ese fue el momento en el que quería desaparecer o retroceder el tiempo. Ahora mismo estaba segura que después de haber soltado esta palabra cursi me lo iban a recordar y se iban a burlar para hacerme rabiar.

-Me has llamado amor -volvió a recordármelo-¿Nunca me llamas así?

-¿Qué? Por favor que estupidez, yo nunca diría algo así

-¿Segura?

-Completamente

-¿Y por qué estas sonrojada y nerviosa?

-Porque hace calor y tengo mañana un combate

-Mentirosa, no es bueno mentir

-Buenas noches, Thiago

-Buenas noches, amor

Se burlo y lo quise matar, pero no me dio tiempo porque me colgó.

Maldito Thiago

Lo único que pude escuchar fueron las risas de todos sus amigos incluso la de mi amiga y la de Mar. Lancé mi teléfono al otro lado de la cama y me tapé la cara con la almohada.

***

6 de diciembre

Estuve entrenando por la mañana y por la tarde aproveché para dar una vuelta por la ciudad y también para descansar. Estaba con Jay en el vestuario hablando sobre el combate hasta que nos interrumpió el señor Davies, quién me propuso este campeonato y quién me dio el contrato.

Se paso para saludarme y para informarme de que ya habían personas apostando y que en unos minutos tendríamos que salir. Jay me siguió dando indicaciones cuando el señor Davies se fue y después me ayudó a ponerme las vendas y me paso los guantes para que me los pusiera. Realmente, no estaba nada nerviosa o eso intentaba aparentar.

Me levanté cuando me avisaron que en un minuto comenzaba el combate. Salí del vestuario y me quedé detrás de una puerta para que me llamaran. Mientras esperaba podía escuchar el ruido de toda la gente hablando y del presentador dando la bienvenida a mi contrincante.

-¿Estás lista?-me preguntó Jay

-Sí

-Daniela, prométeme que vas a darlo todo

-Te lo prometo

-Y si no ganas un combate no te hundas, ni te sientas inferior por favor

-Tranquilo

-Por último, no dejes que te maten

-No te preocupes por eso. Sé defenderme, Jay

Abrieron las puertas y Jay me acompañaba a mi lado. Escuché a muchos gritar mi nombre y eso me alegro, pero me limite a sonreír y saludar porque no podía permitirme desconcentrarme. Cuando llegamos al ring me subí pasando por debajo de las cuerdas. La otra boxeadora estaba en su esquina y cuando la miré enseguida recibí una mirada de odio.

Que bien ni me conocía y ya me odiaba y em quería fuera de su campo de visión. Bueno así seria más fácil. Si le molestaba tener que combatir contra mi sería agradable porque no habría sentimientos de por medio y ninguna se lamentaría por tener que golpear ni enfrentarse a la otra.

Estuve en mi esquina mirando a Jay sonriente mientras él me ponía el protector bocal. Después me puso un spray en la cara, que servía para que fuera más fácil detener algunas heridas que sangraran si me llegaran a dar. Finalmente, Jay me estuvo dando unas últimas indicaciones y animándome antes de que sonara la campana.

La otra boxeadora y yo nos pusimos en el centro del ring. Nos miramos fijamente tirándonos miradas de odio y fue justo cuando el árbitro habló que lo escuchamos y volvimos a nuestro lado del ring.

El combate comenzó y ambas avanzamos hacia el centro del ring y nos colocamos en posición defensiva. Mi contrincante empezó lanzándome puñetazos flojos y yo me dediqué a esquivarlos con facilidad. Sin embargo, el ambiente se volvió más intenso y me concentre mucho más. Nos fuimos moviendo de un lado al otro y nos seguimos lanzándonos puñetazos, pero con más fuerza.

Seguimos luchando y hubo un momento que tuve que retroceder unos cuantos pasos para atrás porque ella se acercó a mi mucho mas furiosa. Cuando me intentó dar un puñetazo en plena cara, lo esquivé pasando por debajo de su brazo. Acabamos volviendo al centro del ring y se terminó la primera ronda.

Las tres siguientes rondas fueron tranquilas porque ninguna de las dos recibió ningún golpe. En la cuarta ronda fue cuando todo se volvió un poco intenso. Le lancé un puñetazo tan bruscamente que tuvo que retroceder unos pasos y se acabo cayendo al suelo de culo.

Ella abrió los ojos como platos cuando se cubrió la cara con las manos. Estaba segura que le había hecho una herida profunda, pero no lo suficiente como para que no se lo pudieran tratar. Así que mientras aproveché y le seguí lanzando puños, pero no tan fuertes. Al final la campanita sonó y me alejé de ella para volver a mi esquina con mi entrenador.

Me giré a ver a mi contrincante y vi como le estaban tratando porque le sangraba la ceja, donde le había dado mi golpe. Jay me informó de que le había abierto la ceja y si no le frenaban el sangrado acabaría perdiendo el combate y ganaría yo. Así que cuando vi que le habían frenado el sangrado, estaba segura de que ahora tenía que ir a por todas y aunque sonara mal o más bien demasiado agresivo, le tenía que volver a golpear en la ceja para reventarla y ganar de una maldita vez.

Volvimos a posicionarnos en el ring y ahora esa chica parecía como si me quisiera matar, pero no le iba a dar el justo. Ella me lanzó muchísimos golpes y hubo algunos que los esquivé, otros que los detuve y algunos los recibí, pero no me hicieron nada grave como a ella. De repente vi como ella se estaba cabreando porque yo seguía con fuerzas y me lanzo un golpe que me dio en el estomago y me dolió. Ese fue el momento prefecto en el que me olvidé del dolor y siendo consciente del daño que le podía causar, decidí cambiar de estrategia y le di con mi puño en la cara, pero no en la zona de la ceja y la chica que estaba un poco mareada cayó al suelo.

El árbitro se puso a contar los segundos y yo me removía incomoda porque quería que acabara de contar. Cuando levantó mi mano declarando mi victoria muchos de los que estaban en el gimnasio que habían apostado por mí comenzaron a aplaudir y los demás se lamentaron. Pero yo solamente podía pensar que había ganado un combate de tres en Estados Unidos y era un sueño.

Volví a mi lugar donde estaba mi entrenador sonriendo orgulloso de mi vitoria y le rodeé con mis brazos para abrazarlo. Nos fuimos del gimnasio y aprovechamos para celebrar mientras cenábamos. Después volvimos al hotel y cada uno se fue a su habitación para dormir y poder estar listos para el día de mañana que me tocaba el combate contra Jessica.

***

7 de diciembre

Me pase todo el día entrenando porque hoy combatía contra Jessica y aunque la vez pasada le gané, realmente estuvo muy reñido. Estaba nerviosa por tener que verla porque cada vez que le miraba a los ojos se me avecinaban recuerdos de cuando conocí a Ryan en la casa de Jacob o en el partido donde contó que había estado relacionada con las drogas.

Unas horas más tarde me encontré con Jessica en el restaurante del hotel y vi que me saludó y yo como una cobarde bajé la mirada. Sinceramente, me sentía un poco mal por tratarla mal, pero es que ella era hermana de Ryan y eso me incomodaba demasiado. Ojala no lo hubiera conocido. Había deseado tantas noches poder retroceder el tiempo para no ir a casa de Jacob solo para que no tuviera que encontrarme con él.

-Lo siento-escuché decir una voz y cuando levanté mi cabeza vi a Jessica

-¿Por qué?

-Por todo el daño que te ha ocasionado mi hermano. Y aunque no me creas yo no tengo nada que ver con el dolor que te ha causado mi hermano, tampoco estoy relacionada con él. Desde que me enteré de lo que le hizo a Thiago me alejé de él y seguiré sin tener relación con él.

-¿Por qué me dices todo esto después de lo mal que te he tratado?

-Porque espero que algún día me des la oportunidad de conocerte. No te pido que seamos amigas si tu no quieres, pero que al menos nos llevemos bien

-Daniela, al fin y al cabo no es tan mala deberías darle una oportunidad-me dijo Jay cuando se fue Jessica

-No voy a distraerme, necesito concentrarme para el combate

Unas horas más tarde, ya estaba encima del ring con Jessica enfrente mío. Las tres primeras rondas fueran un poco tranquilas. Jessica me lanzó unos cuantos golpes que conseguí esquivar, aunque el último me dio y retrocedí unos pasos. Después yo le devolví a ella y lo bueno fue que sí le dieron, pero no le hicieron mucho daño.

Si había algo en lo que ella y yo tuviéramos diferencias era que a mi se me daba mejor esquivar los golpes y a ella se le daba mejor soltarlo pensando en el momento correcto.

Cuando finalizó la cuarta ronda, volví a mi esquina y Jay me estuvo dando indicaciones, me dijo como podía mejor mi combate. Antes de volver, bebí agua y me dijo algo en voz baja para que solo lo pudiera escuchar yo y no pude evitar sonreír y sentir sentido a este combate.

-Daniela, piensa que ahí sentado está sentado Thiago y gana el combate por él. Quizás después él te podría dar un regalo pervertida

Volví al centro del ring junto a Jessica que se estaba posicionando para defenderse, yo hice lo mismo y cuando sonaron las campanitas solté un golpe que le rozo la mejilla. Me cambié de lado cuando vi que su puño iba directo a mi cara. Hubo un rato en los que todos los golpes que lanzábamos cada una no le daban a ninguna.

Pero Jessica me acabó soltando un golpe que me hizo retroceder a mi campo y choqué contra las cuerdas. Vi a Jay negando con la cabeza y de repente me vinieron recuerdos de Thiago y yo peleando a boxeo en mi casa y en la suya.

No podía defraudarlo. Ni a él, ni a Jay, ni a Grace, ni a Gabriel y mucho menos a mis padres. Había luchado demasiado por esto y no me lo propusieron porque sabían que era buena, sino porque sabían que tengo el talento suficiente como para combatir contra contrincantes como contra los que me juego la competición. Así que no iba a darlo todo por perdido. Como siempre decía "Soy Daniela Miller y yo nunca me dejó ganar, yo siempre gano y no importan las heridas, ni el cansancio. Nací para luchar y no voy a tirarlo todo por la borda teniendo posibilidades de ganar"

Me levanté y me escapé para el otro lado del ring. Jessica me siguió y seguía teniendo los puños en posición de atacar, pero antes de que ella pudiera hacerlo, lo hice yo y me golpe la desconcentró y dio unos cuantos pasos para atrás. Le di otro golpe seguido y se tambaleó un poco, pero seguía estando estable. Ella me quiso devolver los golpes, pero se los impedí dándole un puñetazo en el estómago.

Quedaba poco para que se terminará la ronda y necesitaba que ella se cayera derrotada al suelo. Porque rendirse no lo iba a hacer. Volví a acercarme a ella muy segura de que iba a conseguir otra victoria y le lancé muchos puños seguidos hasta que unos cuantos le dieron es su cara y se acabo de marear cuando empezó a sangrar y para asegurarme de victoria le di otro golpe en el estómago de nuevo.

Finalmente, el árbitro levantó mi brazo y todos gritaron y aplaudieron. No pude ir corriendo hacia Jay porque estaba agotada, así que cuando llegué donde él me felicito y volvimos al vestuario y me senté un rato apoyando la cabeza en la pared.

-Chica, creo que voy a tener que traer a tu novio para que te anime más seguido

Solté una risa y lo miré directamente a los ojos y él también estaba sonriendo.

De repente interrumpieron y vi a Jessica entrar junto a su entrenador en mi vestuario y me felicitó por el combate.

-Felicidades por la victoria, te la mereces fuiste una contrincante complicada y lo diste todo

-Gracias

Nos quedamos unos segundos en silencio e interrumpí el silencio que se estaba volviendo incomodo y nuestros entrenadores lo notaron.

-Oye, lo siento por todas esas heridas y golpes que te he hecho

-No te disculpes, sé que no lo sientes

-Está bien. Es verdad, no me arrepiento. Pues lo siento, pero no me disculpo por esos golpes

Jessica soltó una carcajada y nuestros entrenadores también. Yo simplemente me limité para sonreír. Antes de irse, me abrazó y eso si que me tomo desprevenida, no sabia que haber. Seguía estando en shock y estaba segura de que mi cara era un cuadro porque Jay se estaba riendo muchísimo.

***

8 de diciembre

Estaba ensayando porque hoy era el último día que tenía que combatir. Aunque hoy no peleaba contra una chica sino que tenia que combatir contra un chico porque mi principal contrincante no había podido asistir por razones que desconocía.

Volví al hotel y subí a mi habitación, decidí pedir comida a la habitación porque sinceramente estaba muy cansada por todos los combates y no me apetecía moverme de la cama. Me senté en la cama y me puse a ver una serie mientras me comía mi hamburguesa con patatas. Estaba por acabarme la comida cuando tocaron a mi puerta, la abrí y vi a Jay con una sonrisa en los labios y desconocía la razón porque estaba sonriente.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué estás sonriente?

-No es por nada. Solo acuérdate en pensar en tu novio para que ganes el combate

-Tranquilo, lo haré. Pero todo sería mucho más fácil si él estuviera conmigo

-Tus deseos son ordenes

Fruncí el ceño porque no estaba entendiendo nada de lo que me estaba diciendo hasta que vi a ese pelinegro de ojos verdes enfrente de mí. Mi cara fue lo más graciosa porque se rieron, pero me había quedado en shock. Cuando salí de ese estado pegue un grito que despertó a todos y me lancé a los brazos de mi novio.

-Daniela, nada de travesuras hasta después del combate, por favor

-Ya lo sé

Jay se fue de vuelta a su habitación y dejé a Thiago que pasará a mi habitación. Se puso a ver mi habitación y me miro sonriente.

-¿Qué haces aquí?-dije sorprendida

-Vine a verte y a apoyarte

-¿No tenías partidos en Alemania?

-Sí, pero el de ayer fue el último

Me acerqué a él, le rodeé la cintura y pegué mi cabeza a su pecho. Me paso sus dedos por mi cabello y sus roces me hicieron sentirme viva. Lo había echado en falta, pero no solo a él sino sus comentarios sarcásticos y pelearme con él, besarle y mirar esos ojitos verdes que tanto me gustaban.

-Te he extrañado-le puse ojitos-Idiota, cómo se te ocurre irte y no avisarme que venías a verme

-Era una sorpresa y esa es la gracia, amor

Ay no, por favor, yo ya había olvidado ese apodo y ese momento.

-¿Quieres que te saqué a patadas de mi habitación, pesado?

-Yo si que había extrañado oír eso, amor

Se alejó lentamente de mí y lo comencé a perseguir por la habitación. Cuando llegué a él, lo empujé para que cayera en la cama y él me agarró del brazo y caí encima de su pecho.

-Pervertida, no se que estás pensando pero ya lo has escuchado, nada sucio hasta que pelees

-¿Y quién ha dicho de hacer cosas de mayores?

-Ay, no puedo negar que me encantan tus pensamientos

Me dio la vuelta para que yo quedara abajo suyo y acercó sus labios a los míos y me beso. Después sus besos bajaron a mi cuello y me reí cuando me paso sus dedos por mis curvas porque me hizo cosquillas.

-¿Tienes cosquillas?

-Sí

-Gracias por la información, preciosa

Su mirada se cambió al instante y empecé a maldecir. Así que antes de que él me hiciera cosquillas lo aparté y salí corriendo. Estuvimos forcejeando un rato hasta que me atrapó y me hizo cosquillas.

Un rato más tarde, ya estaba en el ring esperando que saliera mi contrincante. Thiago me miraba ilusionado y mi corazón no paraba de acelerarse cada vez que le sonreía. Jay me advirtió varias cosas de este chico, pero no me preocupe mucho porque había pasado por cosas peores.

-Miller-me llamó una voz brusca

Me giré y me encontré con ese chico que había visto antes porque en cada combate anterior se había estado riendo de mí. Bueno ni siquiera sabía porque se había estado riendo, pero su cara me confirmaba de que era un completo idiota.

-Vamos chica, todos dicen que eres muy buena, aunque yo no lo creo, pero te toca demostrarlo

-Perfecto. Ahora me voy a encargar de borrarte esa horrible sonrisa

Las campanitas sonaron y el chico todo convencido me lanzo un puño directo a la cara, pero mis reflejos fueron más rápidos y le agarré del brazo con el que me quería golpear y me defendí de una manera más agresiva, pero siendo inteligente. Él acabó en el suelo, yo tenía una sonrisa orgullosa, en cambio la suya había desaparecido.

El árbitro nos separó y mi contrincante se volvió muy enfadado hacia mi, pero ese había sido su problema por subestimarme y por creer que no iba a ser capaz de dejarlo en el suelo. Él me volvió a lanzar unos puños que esquivé, pero el mío si que le dio en su cara.

Al final este combate iba a ser el más fácil porque me había tocado contra un idiota que estaba lanzando puños sin ser consciente de lo que hacía.

Me planté en el centró frente a él y le lancé un puño en el estómago que le hizo retroceder, le volví a dar otro y chocó contra las cuerdas. Nos posicionamos de nuevo y me lanzó un puño que esquivé pasando por debajo de su brazo y posicionándome en su espalda, le di una mini patada que hizo que se desequilibrará y cayó al suelo.

Me giré para ver a Thiago y Jay y estaban divertidos viéndome disfrutar de este idiota que no hacía nada útil. Me planté enfrente de él y decidida a acabar con esta chorada de combate, le di unos golpes en la cara y él me devolvió uno que no me hizo mucho. Me cabreé y le di un puño muy brusco que le tiró al suelo y lo dejo ahí.

El árbitro se acercó a mí por tercera vez en estos tres días y levantó mi brazo declarándome ganadora y ya había cumplido mi reto. Tres victorias de tres combates. Volví a mi lugar corriendo y abracé a mi entrenador y a mí novio.

-¿No quieres ir a cenar para celebrarlo?-me preguntó Thiago

-No. Prefiero hacer travesuras-dije en voz baja y se rio

Entramos en mi habitación, él se acercó a mí y apoyó sus manos en cada lado de mi cintura guiándome hacía la cama. Me tumbé, me saqué la camiseta y lo miré a esas orbes verdes, a ese color que se había convertido en mi favorito. Vi esa sonrisita que apareció en sus labios y me comenzó a besar haciéndome un recorrido de besos desde el cuello hasta la parte baja del estómago.

Thiago bajó sus manos a mis muslos y me puse nerviosa. Acercó sus labios a mi oído y en ese instante mi respiración se quedó atascada. Sentí una sensación húmeda en la parte inferior del cuello y pude notar como pasaba su lengua por ahí.

Me mordí el labio inconscientemente cuando noté que sus dedos me recorrían los muslos y iban subiendo hacía a la cintura. Mi cuerpo empezó a arder, como siempre que me pasaba lo mismo y cada vez mis ganas de sentirlo dentro de mí iban aumentando mucho más.

Sus labios volvieron a hacer contacto con los míos y fue un beso tan agresivo y intenso que cuando me mordió el labio inferior no pude evitar soltar un gemido. Sus labios volvieron a mi cuello y empezó a besar mi piel con suavidad pero con tanta pasión que estaba segura que iba a acabar con una marca, pero no me importaba.

-Si supieran todo lo que te hago, todos querían ser testigos-me dijo haciéndome un camino de besos por mi muslos y solté un jadeo

Cada vez que sus labios entraban en contacto con mi piel, me quemaba, me desnudaba sin tener que quitarme toda la ropa, era inevitable sentirme así.

-Thiago...cada vez que me tocas, que me besas y que me susurras algo es como si mi corazón se fundiera en llamas

-Nuestros corazones...nuestros corazones se convierten en llamas

Estaba enloqueciendo con sus besos, así que tomé el control de la situación y me di la vuelta para quedar encima de él. Me puse a horcajadas de él y le quité la camiseta para besarlo por todos lados. Vi su tatuaje y fue lo primero que ataqué, después subí a sus labios que eran mi droga letal.

No era normal lo ansiosa que estaba, pero lo había extrañado mucho y había estado bastante bajoneada por todo lo que había sucedido estos días.

-Me encantas, rubia-me dijo en mis labios

Y justamente fue cuando nos reímos a la vez que lo recordé. La primera vez que le confesé que estaba enamorada de él me dijo "Rubia, me muero de ganas de besarte y susurrar en tus labios que me encantas"

Me aparté los mechones de pelo que me caían en la cara y me los escondí detrás de mi oreja. Antes de que pudiera bajar mi brazo, me envolvió su mano en mi muñeca y con su pulgar trazó la silueta de mi tatuaje con su dedo.

-Te quiero tanto, aunque a veces tengas el ego muy alto

-Yo también te quiero, aunque seas insoportable

-Eres tonto

-Pero me quieres

-Por desgracia

Solté una carcajada y me dio la vuelta para levantarse, pero se lo impedí envolviendo su muñeca en mi mano.

-No te vayas, era una broma

-Rubia, pídeme lo que quieras y te lo daré

-Te quiero dentro de mí

-¿Por qué?

-Porque te deseo con todas mis fuerzas y porque te quiero

Me acerqué mucho más y rocé mis labios en sus comisuras, solo para que sintiera esa corriente eléctrica por todo su cuerpo. Acerqué mis labios a su oído y le susurré lo que había estado pensando y deseando todo este tiempo.

-Te voy a hacer mía y solamente mía, amor

Le di un pequeño golpe en el estomago y soltó una maldición cuando recibió el impacto. Le dirigí una mirada de que no volviera burlarse y levantó las manos en forma de rendición. Se me escapó una risa, pero me olvidé de todo cuando volví a estampar sus labios con los míos.

Me dejé llevar, dejé que Thiago hiciera lo que quisiera conmigo, dejé que me besarla, dejé que entrará dentro de mí, que me hiciera sentir placer y que me hiciera plenamente suya. Al final, acabé durmiendo en sus brazos, apoyó su rostro en mi cuello y entrelacé mis dedos con los suyos. No me separé ni un segundo, me quedé acurrucada a su lado.

¿Hola, cómo están?

Perdón por haber tardado en subirlo tanto, pero tuve un poco de bloqueo. Bueno también, sé que es muy largo, pero no quería superarlo en dos capítulos

¿Qué les pareció este capítulo?

¿Quieren que Jessica y Daniela se hagan amigas? Bueno, los leo 👀

Nos vemos en el próximo capítulo!!! ❤️

Gracias por todo el amor y todo el apoyo, los quiero mucho <3

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