Cuando Violeta volvió a amanecer con la música de la academia y enredada entre las piernas de Chiara se sintío renovada. Ahora tenía unos días para descansar un poco y asimilar todo lo que había pasado y después reiniciar su concurso de la mejor manera posible.
Iba a echar muchísimo de menos a Denna a partir de ahora pero, era más consciente que nunca de lo increíble y única que era aquella experiencia y quería aprovecharlo al máximo.
-Kiki, me vas a tener que dejar ropa que aún ni he abierto la maleta- le pidió a la chica, claro que podía abrir su equipaje y rebuscar algo que ponerse, pero era una buena excusa para llevar ropa de la morena.
-Puedes coger lo que quieras de mi armario.
Al final se decidió por un chandál marron, que a Kiki le quedaba increíble, y una camiseta blanca de tirantes. No pasó desapercibida para ella la miradita que la menorquina le echó cuando le vió aparecer con su ropa. La trasportó directamente a la semana de i kissed a girl con ese instenso repaso.
Se sentó detrás de Chiara en el repaso de gala y sus manos se fueron directamente a los brazos de la chica. Le gustaba repartir caricias por las extremidades y notar como la más pequeña se inclinaba hacía su tacto. También paseó sus manos por los hombros y cuello de la morena. Violeta era mucho de contacto físico y cuando encima este era recompensado con miradas, sonrisas o suspiros como era el caso con Chiara, pues más.
Se le pasó por la cabeza que aquello debía ser bastante descarado, pero después de la semana que había pasado, y sobre todo, la noche anterior no tenía las fuerzas para negarse algo que le apetecía y le salía solo.
El resto del día se lo paso, mayormente, pegada a Chiara. Lo único que les separaba era Salma. La chica estaba nominada y necesitaba apoyo por parte de sus amigas. Fueron unas horas bastantes tranquilas en la academia, entre ensayos y charlas con los profes.
Al día siguiente fueron a plató a ensayar y se reencontraron con sus compañeros aunque no pudieron hablar mucho con ellos. La granadina se conformaba con poder abrazar a Denna y verle sonreir de nuevo.
El jueves fue el día de grabar la gala y tenían un sentimiento extraño, casi como si fuera lunes otra vez pero con la tranquilidad de que nadie se iría esa noche. Para el días siguiente no tenían casi nada previsto más allá de grabar las canciones de navidad. Después de la merienda Noe les avisó de que tenían que ir al sofá. Casi todos esperaban lo mismo, que la directora de la academia les confirmase sus sospechas, que iban a salir a pasar unos días con sus familias. Y cuando lo hizó, todos estallaron en vítores.
-Por favor, os pido que seaís sensatos. Sois mayorcitos y estareís en casa con la tentación de mirar cosas, os recuerdo que el martes estareís aquí de nuevo con una canción que defender. No echeís vuestro concurso a perder mirando lo que opinan de vosotros en redes sociales.
A Chiara no le preocupaba mucho lo que opinaran de ella en redes y no tenía pensado mirarlo en absoluto. Había otra cosa que no dependía de ella y le preocupaba bastante más. Violeta le aseguró que dejaría a su novia en navidad si salían y, ahora que sabían que iban a salir, se preguntaba si de verdad lo haría.No conocía a la novia de la pelirroja y era incapaz de imaginarse que habría pensado estas semanas viendolas.
Cuando ya se metieron en la habitación la morena pudo hacer lo que había necesitado toda la tarde desde que Noemí les comunicó que se marcharían a casa por Nochebuena. Aunque se había hechado la siesta juntas y entre ellas todo estaba bien notaba que Violeta tenía algo en la mente que no le permitía estar del todo tranquila.
-¿Estas bien? Te noto más seria desde que Noe nos ha dicho lo de casa- preguntó algo preocupada por la posible respuesta.
-Me agobia un poco pensar en salir la verdad. Tengo ganas de ver a mi familia y de que me dé un poco el aire pero no quiero enterarme de nada de las redes sociales ni ahora ni a la vuelta. Por no hablar de la conversación que tengo pendiente...
-Pero...¿estas segura?
-Si Chiara, muy segura pero no es algo de buen gusto decirle a tu pareja "oye mira yo pensaba que estaba super enamorada de ti pero ahora lo quiero dejar porque ya no siento lo mismo", además que es que ni me imagino como puede reaccionar
-¿Crees que se lo tomará muy mal?
-Hombre gracia no le va ha hacer, pero no sé si estará enfadada o triste o decepcionada. Al final son dos años y ella me ha apoyado mucho y la primera vez que nos separamos más de una semana le llego con que le he puesto lo cuernos- Chiara nunca había oido a Violeta hablar así de la situación, entendía que esa era la realidad y que para la pelirroja todo había dado un giro muy grande en poco tiempo y, aunque, en sus palabras no había arrepentimiento sobre lo que había pasado entre ellas notaba como la mayor era consciente de la traición por su parte.
Violeta notó como sus palabras habían despertado algo de inseguridad en Chiara y tiró de la chica, que estaba sentada en la cama, para que se echase sobre ella. Llevó su mano derecha a la nuca de la moreana para acariciar con sus uñas su pelo mientras que la izquierda la metió por debajo de su camiseta para acariciarle la espalda con la yema de sus dedos dibujado corazones en su piel. Inhaló el olor del pelo de la menorquina y dejó un par de besos en su cuello.
-No me arrepiento de nada amor, pero tengo que ser consecuente con lo que he hecho- le susurro sin parar sus caricias ni un segundo.
Chiara le miró con los ojitos brillantes. Esa madurez de Violeta era algo que le encantaba y le aportaba una tranquilidad enorme. Se quedó embobada observado cada rasgo de la chica, siendo ella estaba vez la que repartiese las caricias por su cara. Una vez más fue Violeta quien tiró de ella, en esta ocasión para besarle.
Sus bocas encajaban sin esfuerzo alguno. La de Granada trataba de trasmitirle calma y todo lo que sentía por ella en ese beso. Fue Chiara quien intensificó el beso cuando decidió trazar el labio inferior de la mayor con su lengua. Aunque estuvieron así, besándose con calma pero intensamente, durante algunos segundos más decidieron separarse. Aquí no, pensaba Violeta a quien cada vez le costaba más poner freno a esos momentos.
Chiara y Martin era dos de los que más les había tocado madrugar. La morena se despidió de Violeta en la habitación para poder darle un par de besos más antes de irse. Después se espabiló y cambió. Martin le hizó un café mientras y desayunaron un poco juntos antes de irse. Cuando ya les estaban avisando apreció Violeta por el comedor rascándose los ojos.
-Espera Kiki ¿dónde hay un boli?- preguntó mientras rebuscaba en una de las totebags que había encima del sofá, cuando encontró lo que buscaba se giró a Chiara y le escribió algo en la mano.
-Es el número de mi casa, llamame si quieres. Te voy a echar de menos- dijo mientras le abrazaba.
Al bajar su madre le estaba esperando. La abrazó con fuerza mientras que veía a Martin hacer lo mismo con su madre. Ella presentó su madre a su amigo y él hizó lo mismo. Después ambos se abrazaron para despedirse.
-¿Que te ha puesto Violeta?- le preguntó el vasco mientras se abrazaban.
-El número de telefono de su casa, por si la quiero llamar
-¿Lo vas a hacer?
-Creo que sí, quiero saber que pasa con ya sabes que
-No creo que tengas nada de lo que preocuparte Kiki
Unas horas después Violeta estaba abrazando a su padre que había venido a por ella hasta Terrasa. Paul y Salma había salido con ella por lo que los tres estaban teniendo un reencuentro con su familiar en ese momento. Se despidió de su amiga en la estación como si no fuera a verla en apenas 48 horas y se montaron en el tren.
-Necesito tu móvil- le dijo la pelirroja a su padre.
-¿Ya quieres ver cosas Violeta? Creo que es mejor que no mires nada.
-No es eso, necesito escribirle a alguien- su padre no sabía muy bien que se traía entre manos su hija pero accedió, Violeta escribió a su novia para que se acercara a su casa esa misma tarde.
Cuando llegó a casa se sentía extraña, aquello era su hogar pero casi no se sentía así. Ya se estaba preguntando que estarían haciendo sus compis. Comió con su familia y salió a dar un largo paseo por el campo con su mascota. Al llegar, en su portal estaba su novia como habían acordado. Dejó a la perra en casa y salió a hablar con su futura ex.
La chica estaba muy seria, Violeta no estaba acostumbrada a verla así. Llevaba una tote bag colgada al hombro además de su habitual bolso.
-Hola- le saludó.
-Violeta vamos al grano- la pelirroja se removió incomoda, estaba enfadada con ella y con razón- Sinceramente ¿que ha pasado?- le preguntó.
-Yo lo siento mucho de verdad- empezó a hablar, había pensado lo que le quería decir para que sonase lo menos mal posible pero era realmente difícil soltarle la verdad como si nada.- No pretendía que esto pasara- se calló si saber como continuar.
-¿Me has puesto los cuernos?- directa y sin anestesia, su novia la conocía bien y había sabido leer lo que pasaba entre ella y Chiara.
- Si, lo siento mucho
-¿Desde cuando?
-Después de I kissed a girl, como me nomiraron estaba hecha mierda y pensaba que me iba
-Así que te liaste con ella- su novia lo hacía sonar feo pero era la realidad.
-Es más que un lío para mí- le confesó en un murmuro, su novia le miró a los ojos y se mordió el labio como intentando contener las lágrimas.
-Eso es lo peor, que sé que te gusta...- ninguna de las dos dijo nada, no hacía falta porque ambas sabían perfectamente que ahí se acababa su relación- Te he traido tus cosas- habló tendiéndole la tote bag, Violeta se dió cuenta entonces que daba igual lo que ella pudiese decir, su relación estaba terminada desde antes que pusiera un pie en Granada y, en realidad, lo agredecía.
Agradecia que la chica no le insistiera, que no lo hiciese más preguntas y que aceptara que su relación estaba rota. Le dolía haberle hecho daño, haber traicionado su lealtad después de todo lo que le había apoyado pero lo que sentía por aquella medio guiri hiperactiva era más fuerte y no podía negarselo, ni a ella misma ni a su pareja. Podría haber hecho las cosas mejor pero el final era el que tenía que ser.
Agarró la bolsa que la chica le tendía sin saber muy bien como proceder. No sabía se darle un último abrazo y marcharse sin más, pero como siempre, ella le pusó las cosas más fáciles.
-Adiós Violeta, suerte en el concurso- dijo mientras se giraba para irse.
-Adiós.- fue la última palabra que le dirigió.
En cuanto sube a casa de nuevo se mete en su habitación, no lo salen las lágrimas a pesar de estar triste por haber terminado de esa manera lo que había sido su relación más bonita. Miró la sudadera que llevaba, suya pero que olía a Chiara. Alguien tocó su puerta, la cabeza de su madre se asomó a la habitación.
-¿Puedo pasar?- Violeta ni si quiera asintío, se tiró a los brazos de su madre que la recogieron como siempre lo había hecho.- ¿Qué pasa mi niña? ¿Estás más tranquila ahora?- aún no había contando nada a su madre pero se ve que tampoco hacía falta que ella hablase para que su madre ya supiera lo que pasaba.
-¿Soy una mala persona mamá?
-Claro que no cariño, la vida es difícil y las decisiones correctas para uno pueden hacer daño a otras personas. Estás en una situación complicada, lo has hecho lo mejor que has podido y ahora podrás volver a la academia más tranquila- las palabras de su madre no arreglaban la cagada que había hecho pero si la consolaban un poco.
Se quedó un poco más abrazada a su madre mientras ella le acariciaba el pelo y recordó como le había apuntado el número del fijo de su casa a Chiara pero ella no tenía forma de contactar con ella a menos que la morena lo hiciese antes.
-Mamá ¿vosotros tenéis trato con los padres del resto?
-Con algunos sí, claro. Los de Salma y Denna por ejemplo
-¿Y con los de Chiara?- su madre en ningun momento había mencionado a la menorquina pero no había hecho falta porque su madre le conocía demasiado bien.
-No hablamos mucho pero tengo el número de su padre
-¿Me dejas tu móvil?
Su madre se lo dió con el contacto del padre de Chiara abierto y Violeta se fue a su habitación corriendo como una adolescente. Se sentó en su cama y respiró profundo, seguramente respondería su padre primero así que pensó en lo que le iba a decir y pulsó el botón de llamada. Que responda por favor, pensó.
-¿Si?- sonó al otro lado de la línea poco después.
-Hola soy Violeta...- ella iba a continuar con un "¿que tal? feliz navidad" como había ensayado pero escuchó al padre de Chiara alejarse del móvil y gritar algo seguido de movimiento y un "okay" lejano que le hizó sonreir de oreja a oreja y morderse el labio feliz.
-¿Si?
-Soy yo Kiki
-¿Vivi? no sabía si llamarte porque no quería ser pesada pero lo había pensado
-No eres pesada amor- los apelativos cariñosos solo les salían de vez en cuando así que siempre que a alguna se le escapaba era muy especial.
-Vale- dijo con hilo de voz- que ilusión que hayas llamado- Violeta la podía sentir sonriendo al otro lado.
-Ya he hablado con ella y hemos terminado- le contó la pelirroja sin poder contener más tiempo la necesidad de contarselo.
-¿Y estás bien?
-Estoy bien
-¿Segura?
-Muy segura, se me van a hacer largos estos dos días sin verte- confesó la mayor.
-A mi también, muchísimo.
Hablaron un poco más hasta que su madre llamó a Chiara para que se fuese preparando porque su familia empezaría a llegar en cualquier momento. Se despidieron y esperó a que Violeta colgase primero. Soltó un suspiro enorme, casi igual que cuando Chenoa dijo el nombre de Violeta y se dió cuenta de que la granadina había superado la nominación. Con la sonrisa más grande del mundo salió de su habitación para devolverle el móvil a su padre.
-¿Todo bien? - le preguntó su padre en catalán.
-Todo muy bien- respondió ella feliz.
-Me gusta Violeta, te cuida mucho
-A mi también me gusta Violeta- se le escapó provocando la risa de su padre.
-Entonces no hay nada más que hablar, me hará mucha ilusión conocerla cuando acabe el concurso y la traigas.
A Chiara le daba reparo que sus padres la hubiesen visto un mes entero actuar sin nigun tipo de filtro. Ella era natural pero se comportaba exactamente igual con sus hermanos que con sus padres o sus amigas. Igual había comentario que se ahorraba delante de su familia pero que soltaba con total tranquilidad con sus amigos. Que sus padre vieran eso o, peor, que le vieran tontear con Violeta le daba muchisima vergüenza, pero, por suerte, no comentaron nada.
El lunes fue día de descansar y recargar pilas. Tanto en Menorca como en Motril, ambas aprovechaban las últimas horas con su familia, aunque, también contaban las horas para volver a verse. Habían recibido mucho amor y seguridad por parte de sus familias en esos dos días, se permitieron desconectar del ritmo del concurso y tomar aire para lo que les quedaba.
La vuelta a la academia fue tan extraña como la salida. Después de casi 48 horas fuera algo de información del exterior sabían, así que eran conscientes de que la situación a su regreso no iba a ser la misma que cuando se fueron. Solo esperaban que los compañeros que más habían leído y visto en redes puediese mantener la boca callada respetando el deseo de otros de no saber nada.
Violeta y Paul fueron los primeros en llegar. Hablaron un poco sobre que tal esos días en casa y deshicieron las maletas. Sobre las doce les avisaron de que subía más gente. La pelirroja se hizó ilusiones y se imaginó a cierta menorquina entrado por la puerta. Se plantificó en el sofá para recibirle en cuanto pusiera un pie en la academia. Cuando vió a Alex y Salma entrar por la puerta sus ilusiones se rompieron un poco.
-Que alegría de recibimiento Vio- bromeó el chico.
Los cuatro se pusieron a charlar hasta que llegó más gente. Otra vez Violeta sintió como aumentaba su ritmo cardiáco y su corazoncito se rompió un poco cuando entraron Bea, Rus, Cris y Lucas. Lo siguientes fueron Naiara y Juanjo y pudo ver en la expresión del chico la misma decepción cuando se dió cuenta de que Martin aún no había llegado. Cerca de la hora de la comidda, cuando ya a Violeta no le quedaban uñas que morderse, apareció Chiara. Decir que se lanzó a abrazarle no sería ninguna exageración.
-I missed you (te he echado de menos)- le susurró Chiara provocandole un escalofrío que le recorrió desde la nunca hasta los talones.
Al abrazó se sumaron el resto de compañeros dejandoles en el medio del gran abrazo en el que se habían fundido los trece. La morena aprovechó que estaban ocultas por sus compis para dejarle un beso en la ocmisura de los labios que fue recibido con un "ah" de sorpresa y alegría por parte de Ruslana, y otro en el cuello que le erizó todos los vellos del cuerpo.
Después de comer Violeta dejó caer en la mesa que iba a levantarse al baño pero en realidad se metió en las duchas esperando que Chiara le siguera y poder hablar un momento sin las cámaras.
No se dicen nada, se miran a los ojos unos segundos y sonríen. Chiara no puede evitarlo y mira embobada la sonrisa y los labios de la pelirroja. Ella siempre había sido intensa pero nunca en su vida había echado a alguien tanto de menos en tan poco tiempo. Violeta se acercó a ella, acunó sus mejillas y sus miradas volvieron a conectarse. Dejó un tierno y largo beso en su frente que hizó que la morena cerrara los ojos. Kiki con la boca entreabierta y los ojitos cerrados con una expresión de tranquilidad absoluta. Violeta se sentía la persona más afortunada del mundo por poder ver aquella carita. La besó con más intensidad que nunca y, por primera vez, si ningun regusto amargo a culpabilidad.
-¿Bien?- preguntó la más pequeña.
-Muy bien- volvieron a sonreir sin motivo aparente pero ambas sabían que tenían mil motivos.
-Mi familia te adora- le confesó Violeta.
-Y la a mia a ti baby.
Su tranquilidad duró poco ya que las voces de sus compañeros se empezaron a notar más cerca, signo de que todo el mundo ya se estaba levantando de la mesa. Chiara salió primero y se fue directa a recoger sus cosas, mientras que Violeta salió un poco después y se dirgió a deshacer su maleta.
A las cuatro recibían un tema nuevo y, con el, otra reto al que enfrentarse en los próximos seis días.
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¡Felices fiestas! Aquí dejó el nuevo capítulo que espero os haya gustado mucho, estoy intentando inclinarme a los momentos más tiernos así que espero que os guste.
Estos días en redes he léido de todo, gente bajándose del barco, gente shippeando a V con su novia, otras pensado que V volvería soltera a la academia...Solamente decir que todo esto que escribo es ficción, obviamente me inspiro en cosas que pasan en el concurso pero lo que leeís no son teorías, ni suposiciones ni nada por el estilo solo una historia de ficción basada en algo real que son dos personas que participan en un concurso. Dicho esto, yo shippeo como la que más y pienso que ninguna relación sobrevive a OT así que lo que ha pasado hoy no me baja del barco y solo espero que mañana kiki y violeta esten igual de bien que antes de salir.
Si quereís comentar el shippeo, el concurso o hacerme cualquier sugerancia me podéis escribir. De corazón muchas gracias por el apoyo y cariño que le daís a la historia. Escribo porque me gusta pero después de pasar horas escribiendo es bonito ver como a otras personas les gusta la historia.
Espero que paseis unos días muy bonitos rodeados de gente que os quiera bien y no os olvideis de votar a Chiara como favorita, a ver si conseguimos que salga esta semana.