Acordes menores

By sasofiasedani

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Se llama Marcos. Se apellida Cooper. Y toca la guitarra. Jude Brown es una estudiante de periodismo, tras un... More

Capítulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capítulo 25
Capitulo 26
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39 - Final
Epílogo
Nota;)

Capitulo 27

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By sasofiasedani

Es bastante largo el capítulo, no quería partirlo en dos, lo siento y espero que lo disfrutéis :)

The Tries: 3/3

Cuando llegué a la casa, estaba nerviosa. No había ninguna novedad por delante, porque siempre estoy nerviosa. Y no era por verlos a todos, sino por la impresión de comunicarles que habíamos vuelto. Aunque no se llevan ninguna impresión de que hayamos vuelto, para ellos era evidente que no duraría mucho aquella mini ruptura que tuvimos. Sin mucha atención, giré mi rostro hacia el otro lado de la cocina; algo me dice que Clara, no era tan mala como pensaba, fue bastante amable conmigo desde que llegue, pero podría ser una buena jugada para conquistar a Chris y luego clavarnos a todos un cuchillo por detrás.

Dios mío, me siento mala por pensar eso.

Ella estaba junto a Chris, intentando hacer el pastel de chocolate. Llevan media hora discutiendo por quien iba a cocinar de los dos. Al menos, puedo decir que Irina está a mi lado, mientras pone caras extrañas cada vez que la mira. Parece que a ella no le cae bien.

—Deja de mirarla así—le pido

—¡Es igual que su hermana, estoy segura que es igual!

—Puede que Chris sea el motivo del cual quiera estar bien con nosotras.

—Imagínate: Chris y ella juntos, el combo del año—se burla

—Déjalos.

—Si los dejó, ademas es bueno tenerla cerca por Ane, nos puede servir...

Me entierro en un silencio, y veo que Alex se une a nosotros después de dejar los auriculares a un lado.

—He compuesto algo, chicos..—Les hace saber—Luego, quiero que paséis vuestras voces para grabarlas y un par de coros, puede ser un buen tema...

Marcos fue el primer en hablarle.

—¿Podemos dejarlo para mañana o pasado?—pregunto—Estoy algo liado, con la familia, mi novia y Ane... ¿Puedo hacerlo tarde lo de mi voz?

A vuelto a decir novia.

A vuelto a decir novia.

Dilo una vez más, Jude...

A vuelto a decir novia.

—Si, claro. Pero no me falles, necesita salir antes del domingo.

—No te preocupes, saldrá —le aseguro

—Ane no vendrá... Le he llamado y dice estar ocupada en aquello de la publicidad de canciones en la radio internacional—Dice Nian

—Joder, me mete puñaladas y luego no viene ni ha dar la cara—comenta Marcos.

—¿Sabrá que habéis vuelto?—preguntó con inquietud irina—¿Y por eso no querrá venir?

Clara, es la que se fija en nosotras seria, mientras evita no arrancarnos la vida.

—Mi hermana no lo sabe, y de saberlo correr porque está como una puta cabra—dijo

—Nos hemos dado cuenta que esta como una cabra—comente y debí haberme callado, pero Marcos sonríe mientras me mira—Perdon, no queria decir que nos hubiéramos dado cuenta de que es como una cabra, sino quería decir que... Si, puede que esté como una cabra, no es que me haya dado cuenta o que nos hayamos dado cuenta... Quizás si me he dado cuenta, la verdad es que considero que... —me miran todos —Mejor me callo, ¿va?

—Ves, era eso—escuche de lado

Gire mi rostro y vi que Marcos estaba enfocado en mí, mientras sentía esa chispa recorrer mi cuerpo delante de todos. Justo ahora, estamos parados en la cocina, mientras miramos a Clara y Chris organizando aquel pastel.

—¿Se puede saber él que, era eso?—pregunte, con curiosidad a Marcos

—Eso era lo que tanto echaba de menos.

—¿Echabas de menos mi hablar?—pregunte

—Si.

—¿Solo eso..?

—Bueno y he echado de menos un par de cosas más, ahora podría nombrarlas pero son tantas cosas que seguro que no acabaría nunca, además debo de ser discreto, ya sabes... No quiero que escuchen todo aquello que se me cruza por la cabeza, Jude...

—¿Discreto..?—juego con el palito de zumo—¿Se puede saber qué es aquello que se te cruza por la mente, señorito Marcos?

—Cosas muy divertidas.

—¿Divertidas, o fuera de lugar?

—¿Por qué te da tanta curiosidad saberlas?—preguntó

—Porque quizás, cruzas por tu mente cosas que no deberías.

—Nadie sabe lo que se me cruza por la mente cada vez que te tengo así de cerca, a menos que estemos solos y tú quieras ser la primera en saber que se me cruza por la mente.

—¿Te ha contagiado Nick?—arrugué la cara—Dime que leer ese trozo de libro no te ha...

—¿Tu piensas que se me cruzan cosas, muy hot...?—me abraza por detrás y asisto sin vergüenza—Porque si, hacía exactamente eso, cruzar por mi mente cosas que no debería.

Mierda, mis mejillas se tornaron ligeramente más rosadas, y mis manos, de repente inquietas, buscaban algo en lo que ocuparse pero no logro conseguir más que jugar en el mismo palito de zumo. Intenté desviar la mirada, pero mis ojos se encontraron con los suyos, y una sensación cálida y eléctrica recorrió mi cuerpo entero.

—¿Qué tal si le decimos a Ane que estuvo mal...?—mire a Irina—¿Qué tal si Clara le llama primero?

—¿Yo?—repite ella dejando los ingredientes encima de la encimera

—Si, tu... Eres su hermana, Chris es amigo de Jude y quisiera verla bien, ¿no Chris?—Irina parece desatar todo

Creo que debilitó a Clara al decir: Chris.

—A mi me gustaría ayudar a Jude, no tengo problema de ello—dice Chris—Solo que tiene un monstruo a su lado, que nunca me dejaría hacerlo.

Mire a Marcos de reojo, creo que le importa poco lo que acaba de decir Chris, porque él solo me abraza por detrás, mientras me besa el cuello, ignorando a todos. No se porque, solo me huele y se mantiene detrás de mi. Se que han pasado días sin estar juntos, ¿pero delante de todos? Es lo que más me da vergüenza.

—Y lo hemos vuelto a perder—dice Nian

—¿Marcos, qué haces?—le murmuro—Concéntrate.

—Estoy muy concentrado, ¿no lo ves?—solo me besa el cuello y me huele

—Marcos.

—Que si Jude, estoy muy concentrado—Asiste sin soltarme

—Lo de Ane va primero.

—Y tú antes que ella.

Cuando noté lo muy cerca y la tensión que hay en mi cuerpo, un nerviosismo sutil se apoderó de mí frente a todos. Estoy avergonzada... Y con el la garganta seca, solo me preguntó que tanto habrá esperando este momento de tenerme así, porque realmente parece concentrado y en mi, y estoy demasiado alterada.

Mentira, estas encantada Jude.

También.

—¿Qué tal si Clara habla por teléfono con Ane?—preguntó, de pronto.

—Si, quizás así nos demuestra su lealtad—dijo Irina

—¿Que piensas Marcos?—volví a preguntar

Trato de empujarlo un poco hacia atrás, ocupándome de que se concentrará realmente en lo que debe y no en mí. Aunque, me gusta que se concentre también en mí, claro una cosa no quita la otra. Pero Ane, tendría que saber que hemos vuelto, y que deje de amenazarme con aquello de humillarme públicamente. Dejando que seamos felices de una vez por todas.

—Sigue en su mundo—comenta Alex comiendo papas—¿Hace cuando que no follais?

—Acaban de volver—dice Irina

—Ah, que rápido pasan las cosas entre ellos y yo sin enterarme de nada.

—Créeme que pasan cosas, pero no rápido—le aseguro

—¿Cooper?

—Si, me parece bien que le llame Clara y le de un mensaje de mi parte: Jo-de-te.

—Tenemos que ser concretos, algo que nos lleve a la solución—Dije

—Lo tengo—gritó por detrás Marcos y apartándose a mi lado—Que el mensaje sea claro, ¿no? Pues, que le diga que hemos vuelto, Cooper sabe la verdad y que no se atreva a hacer nada, porque vive gracias a nosotros.

—Eso mismo, vive por nosotros—dice Nian—Clara, ¿le dirás que han vuelto y que nos deje de joder a todos de paso?

—Yo...—parece mirar a Chris

—¿Quieres ocuparte de eso?—le preguntó Chris

—Si, vale. Solo espero que no se vuelva loca.

—¿Vuelva loca?—encaró una ceja Irina—Creo que ya lo está, me pidió que no saliera públicamente con Nian. Como si estuviéramos robando.

—¿Le llamamos?—pregunte—¿O que hacemos...?

—Mañana, lo haré personalmente no creo que funcione por una llamada—dijo Clara

—Ves, solucionado Jude—dice Marcos acercándose a mi otra vez

—Gracias—le dijo a Clara

—Es lo mínimo que puedo hacer—dice

—¿Por nosotros o por Chris?—le dijo Irina divertida y todos nos hundimos en un silencio, mientras que Chris mira a Irina serio—Era solo una broma, Joder.

Después, giré mi cuerpo y me encontré frente a Marcos, sin escape. Me enfrentó, colocando sus manos en el centro, dejándome atrapada sin poder dar un paso.

La proximidad entre nosotros crea una tensión incontrolable. Sus ojos buscaban los míos, y el silencio que se instaló entre nosotros dejaba que solo el latido acelerado de nuestros corazones rompiera la quietud, joder que romantico suena esto. Aunque creo estar perdida, si perdida porque Marcos era o es, todo aquello que te hace olvidar de lo más mínimo que te rodea.

Viene bien que te olvides de lo que te rodea ahora.

No.

Si.

—Jude... —murmuró, con su voz suave.

Sus manos, aún estaban colocadas en el centro, no quiero moverme o me iba a tentar a estar más y más cerca. No quiero que mi cuerpo tiemble mas de lo que ya esta temblando por dentro de nervios.

—Marcos... —susurré—¿Qué hacemos ahora con lo de Ane?

—Ahora, ¿Podemos empezar a olvidarnos de esa tal Ane? Que se joda, ni siquiera voy a perder mi cabeza pensando en ella.

—¿Y piensas que podrá solucionarlo, Clara?

—Clara, siempre logra solucionar algo por su cuenta. No te preocupes. Porque si te arrasa Ane, me arrasa contigo y lo sabe—me dijo

—¿Somos un arrase juntos?

—Somos un arrase de packs juntos, ¿si?

—¡Suena fatal!

—¿Y un beso mio podría sonar mejor?—sonríe travieso

Me acerco hacia él, lentamente para besarle, pero de repente, fuimos interrumpidos.

—¿Queréis pastel?—preguntó Chris

Marcos giró su rostro a un lado y sonriendo, mientras disimula que no le ha molestado que le interrumpiera. Después, enfocó sus ojos nuevamente en mí y se colocó de brazos cruzados, dándome la oportunidad de tomar la iniciativa por mi cuenta esta vez a hablar.

—¿Patel? —Repito y me quedo mirando a Chris—Oh gracias, ¿quieres un poco, Marcos?

Jude, por dios no tiene pinta que quiera pastel cariño.

—No me gusta el chocolate y nunca lo hará—dice Marcos con cara de lamento

—Tú te lo pierde—le dice pasando al otro lado de la encimera

Lo mire, el solo trata de limpiarme los labios del chocolate que me dejo el pastel con el dedo mientras sonríe divertido y se lo chupa, como si nada. Le puse una cara de asco, pero el solo se atrevió a terminar aquello que le dejaron a mitad. Me robó el beso sin importarle que aun tuviera el pastel de chocolate en la boca... Estás son las pequeñas cosas que me volvían loca de él. Siempre sale algo inesperado de su parte.

—¿No saben mis labios a chocolate?

—Si lo hacen, pero no podían dejar de llamarme...—me rio y miro a los demás —Tenemos algo que hacer Jude y yo, si no os importa—dijo al aire

—¿Qué tenemos que hacer?—pregunte 

—Unas cosas muy interesantes.

—¿Qué cosas interesantes podemos hacer ahora con todos?

—No es con todos Jude, es tu y yo, solos.

—Oh, si... ¿Que podemos hacer? ¿Ir a patinar...? Estaría bien, pero no me apetece patinar. ¿Quieres un trozo de pastel?—me atacan los nervios de nuevo

—Jude, ¿porque siento que ya estás nerviosa?—repite divertido

—No, que va.

—Entonces, tendría que ponerte nerviosa, ¿no?

—¿Con que?

—Chicos, me temo que vamos a dejaros solos por un buen rato...—dice

—¿Y ha donde vamos?

Él no suele dar muchas explicaciones a los demás, así que paso de ignorarlos a cogerme de la mano, trato de coger mis cosas con la otra mano y salimos de la casa en busca de su coche aparcado. Este Marcos que no suele dar muchas explicaciones, ya no me gusta tanto.

Camino detrás suyo, mientras aún sostengo su mano. No siente molestias en la piel por lo que veo. No sé a qué viene este impulso de repente de sacarme de ahí, como si nada.

—¿Dónde me llevas?—repito

—¿No podrías decirme, llévame a cualquier lugar?

—Vale, pues llévame a cualquier lugar—le seguí el juego

Camino tras él, a una calle de su coche, pero era inevitable que algo saliera bien. Mierda, mierda y mierda. Unas chicas le ven y le suelto la mano a la fuerza, mientras el trata de disimular acercándose a ellas para unas fotos. Me tapo el rostro de lado mientras disimulo, no saber quien es... Las llaves, las llaves del coche... !Joder! No logro del todo llegar al coche, así que me detengo en una calle a escondidas para esperar.

Me acelera demasiado mi corazón, lo siento en mi garganta... Trato de respirar, esperando desesperada.

¡Qué desastre, por Dios! Nunca saldrá nada bien, ¿o que?

Me encuentro inquieta, con miedos por dentro. Al menos sé que nadie podrá saber que estoy en una calle sin salida y que el estaba conmigo. Observo las sombras, esperando a que la situación se calme. Los minutos parecen eternos y mi corazón late, cada vez peor.

¿Lo de llévame a cualquier lugar, donde quedaba?

Veo el reflejo de Marcos parecer y lo veo pasar justo frente, en busca de su coche. En un gesto juguetón, lo arrastro con mi mano hacia la calle hasta que se detiene parado delante de mí.

—Joder, casi me da un infarto... —murmura.

—¿Tanto asustó? —pregunté

—Ahora que te tengo al frente, puede que un poco.

—¿Un poco?

—Bueno, siempre es divertido mantener las cosas emocionantes, ¿no crees?

Sus ojos revelan una chispa de travesura. Se acerca lentamente, susurrando con un tono juguetón y que ya se por donde querer llevarme, mientras me encara a la pared, porque parece que eso es excitante.

—Creo que vamos a morir como nos vean juntos—aseguró

—¿Y..?

—¿Cómo que y...?—repito—Recuerda, tu y yo no podemos estar juntos.

—¿Por qué, no? ¿Acaso hay alguna ley que prohiba que estemos juntos?

—Marcos, lo de internet... Ane... El odio...

—Yo la verdad no se como aun no han podido pillarnos juntos, con todas las locuras que hacemos.

—No hacemos tantas locuras—dije

—¿No?

Nuestros rostros se acercan, y siento su cálido aliento rozar mis labios. Sus labios encuentran los míos en un beso suave, pero con mucho deseo. Toca mi pierna con un roce, cogiéndola para sostenerla, deja que toda mi piel se erice.

La calle, jude... La calle, por dios...

Si, la calle y el...

Mierda. La calle pública... El sonido de los coches, la gente... Esto puede sonar a mucho peor de lo que podría uno esperarse.

—Jude, mirarme—lo hago después de soltar sus labios

—¿Qué?

—¿Puedes correr?—me pregunta

—Un poco...

—Madre mía Jude, pues... Corre.

—¿Por qué?

—Solo hazme caso.

Me agarró de la mano y corrimos hasta su coche. Abre la puerta mientras trato de no mirar a ningún lado. Tengo el alma por salirse, joder que calor y que momento tan... Aterrador acabo de vivir. Me tocó el pecho y trato respirar. ¿Alguna vez he dicho que odio correr? Si, lo hago. No soporto correr ni tres minutos seguidos. Era la típica en el instituto que cuando veía el profesor girarse hacia el frente, empezaba a caminar. Odiaba aquello, pero ahora que lo pienso ha sido divertido.

Miro tras la ventana si había alguien por la calle, ni rastro de gente. No hay nadie en esa calle.

—¿De qué corríamos?—pregunte

—¿Quieres saberlo?

—Sí...

—De nadie.

—¿Qué...? ¿Cómo que de nadie?

—Sólo quería agregarle un toque divertido a la situación.

—Marcos—me queje

—Lo siento.

—Te mataré.

—Venga, dime que no ha molado.

—No ha molado, nada. Pensé que nos habían visto o algo parecido, casi me da un infarto.

Marcos suelta una risa contagiosa. Arranca el coche y me pongo el cinturón, mientras bebo agua y el coloca una canción de fondo.

—¿Y..? ¿Me dirás a donde me estás llevando?—pregunte

—Vamos, a casa de mis padres...—responde

—¿A casa de tus padres?—pregunte, mi corazón empezó a latir con fuerza, algo que por dentro no evita preguntar por—¿Qué vamos a hacer ahí, otra vez?

—Cosas prohibidas, ahí fue nuestra primera vez —dijo sonriendo—. ¿Y qué tal si una quinta ahí vendría bien?

No se corta ni un pelo.

—¿Una quinta vez? No pueden haber tantos tocamientos, no sé el estado de tu piel—mierda, creo que me estoy acomodando mucho.

—Solo pregúntame y te diré el estado de mi piel, Jude.

—No quiero ser pesada con preguntas, prefiero evitar tocarte.

—¿Te molesta? —pregunto.

—¿El qué?

—¿Que antes tengas que preguntarme para tocarme?—me preguntó

—No, y lo sabes. No me molesta.

—¿Segura?

—Si.

Estoy roja como un tomate. Marcos sonríe, notando mi incomodidad, y se acerca lentamente con la mano, para tocarme la pierna. Sin embargo, ni logró olvidarme del todo sobre lo de su piel. No quiero ignorarlo, de hecho creo que ahora mismo todo gira hacia aquello. Ojalá algún día vuelve a ser todo normal.

—¿Y realmente quieres hablarlo con tu padre? —pregunté—. No quiero que lo hagas porque pienses que así está bien para mí. La cuestión es que... tú seas el que esté dispuesto a arreglarlo.

—Esto no es solo por ti. Es algo que necesito hacer por mí mismo, para dejar de torturarme y ser un poco más maduro.

—Vaya, el chico ahora quiere ser maduro—sonrió divertida

—Soy un guitarrista muy serio—asegura

—No. No lo eres—dije

—Si lo soy.

—¡Que va!

—Venga, ¿ni un poco?—negué con la cabeza

—¿Que es la seriedad para ti?—pregunte—¿Hacerme correr?

—Si, sobre todo hacerte correr...

No.., No era eso a lo que me refería exactamente, sino a lo que había pasado recientemente, menudo capullo. Pero no lo juzgo, cualquiera pensaría mal.

—Ves, no eres serio y si lo considero, ni maduro

—En realidad, te gusta que sea asi—me dice

—No.

—Si.

—Que no—dije

—Que si, solo dilo.

—Vale, si me encanta que seas así.

Me sonríe picardía.. Me habla y habla sobre tocar la guitarra y la música que escucha. Aun mantengo en pie aquella playlist que me hizo y no voy a mentir, durante el tiempo que no estuvimos juntos que fue poco, solo escuche de ella. Pero adoraba más, escucharle a él hablarme sobre cualquier cosa. Adoraba conducir, adoraba que estuviera horas y horas metida en su coche, llevándome a cualquier lugar con tal de quedarnos solos, hablando.

****

—¿Donde está papá?—preguntó Marcos

—Arriba—respondió Erick

Le mire esta vez confiada. Porque realmente estaba, bien. Más que bien, estaba encantada de estar con Marcos y su familia. Además de que solucionáramos los problemas con su padre, ellos siempre son encantadores conmigo.

Se que Ane debería de ser la que primero deberíamos de encarar, para Clara ya se ocupará de aquello. Ahora, quiero concentrarme en hacer todo bien. Olvidarme de una ruptura entre medio de casi dos semanas y donde estuve fatal con el. Quiero olvidarme de aquello y empezar como si nunca lo hubiéramos dejado, quiero realmente hacer esos intereses serios que tenia en mente con el. ¿Y que mejor que empezar solucionar lo que desató toda una guerra?

—¿Como estas cuñada?—me preguntó Erick

—Bien, ¿y tú?

—Bien, es agradable verte de nuevo—me dijo

—Gracias.

—En verdad, estabas apunto de que no la volvieras a ver nunca, me había dejado—le dijo, Marcos

—¿Porque?—pregunto —O déjame decirte, creo que le dieron miedo las ratas que mamá colecciona.

—Eso si que es gran motivo para dejarle—le dijo—Espera, ¿colecciona ratas? ¡Que asco!

—¿A que te has sorprendido?—Me dice Marcos—Porque yo también, no sabia que mamá hacía eso, ¿tiene algún problema?

—Tiene varios problemas y uno de ellos es papá—le dice

—¿Tú padre?—repito

—Mi padre es una colección de rata, lleva años con el—le dice

No pude contenerme y me reí junto a ellos. Estaba consciente de que no era apropiado reírse de ciertas situaciones, pero era simplemente inevitable en ese momento. Erick y Marcos son personalidades distintas, mientras que uno era un chico dulce y hablador, el otro era serio y misterioso: Solo espera ver quien ataca para atacarle y dejarlo muerto. Era solo un ejemplo, tampoco creo que llegara a tanto. Me refiero a que Marcos, era protector, serio con los demás. Aunque, puedo admitir que conmigo nunca lo es, nunca.

Pero no puedo evitar decir que su personalidad es seria, le da a las cosas de frente y si se tiene que llevar por delante a alguien el, es capaz de hacerlo. Y sobre todo el culpable de mis nervios.

—¿Que es lo que hace a este ahora?—pregunto Erick

—¿Que?

—¿Que hace Cooper en la ventana, meterse coca?

—¡No! Fuma, está fumando—dije

—Es que aveces, pienso que se mete cosas para olvidar—me dice

—Si, me meto una droga y se llama Jude—le vacila al volver y vuelve a sentarse a mi lado—Nunca me he metido droga, tengo otras formas de descargar la rabia.

—¿El gimnasio?

—Exacto, hace mucho que no voy, ahora que vienen los masivos conciertos debería recuperar esa energía—dice

—Ya, pero para recuperar esa energía también tendrías que dejar de fumar—Le dice Erick

—No tengo intención de dejarlo. Me funciona el cerebro de diez.

—¿Y los pulmones? —pregunte —¿funcionan de diez o de seis?

Llena los pulmones de aire y lo saca por la nariz, me mira divertido y me da un beso fugaz.

—De diez—aseguró

—Sobre todo de diez—dice de fondo Erick

Sonrió y la madre de Marcos entró, dejando que nos quedáramos los tres en silencio. Había sido todo cómodo hasta ahora. Marcos ya está tenso de solo pensar que tiene que hablar con su padre y ver a su madre colocar los platos en la mesa, para cenar. Noto lo muy inquieto que está, como trata de respirar y mirar hacia la ventana fundiéndose en un silencio.

Puede que no sea buena idea hacerlo, puede que tocarle ahora de mi parte empeore el estado en el que esta. ¡Porque estoy segura de que su padre entrará ahora! Entonces, sin ni siquiera preguntarle, le cogí de la mano... Mo se niega a sostenerla también. Le sonrió mientras trato de transmitirle confianza.

—Hola—ese saludo hizo que mis ojos solo se enfocaran en el vacío

—¿Otra vez reunión familiar?—preguntó Erick—Esto ya se está convirtiendo en toda una experiencia eh

Me mantengo en silencio. Ni siquiera, logro poder respirar del todo bien. Su padre se sienta en el sofá del frente, ignora lo que le rodea y enciende la televisión.

—¡Vamos a ver que novedad tenemos por aquí!—le escucho decir

—¿Que tal si cambiamos la luz de mi habitación?—le pregunta Erick —¡Funciona fatal!

—¿Desde cuando funciona mal? Lo mire la semana pasada y funcionaba bien—le respondió

—No lo se, pero se enciende y se apaga siempre sola... Es como si hubiera un fantasma en mi habitación.

—Lo arreglaremos después.

Era tan incomodo, tan aterrador sentir que todo puede ir mal y que podría desatar ahora mismo una pelea tan grande y tan incomprendida que me dejaría, destrozada. Dios mío, no se como soportar no hablar y decir lo que me cruza por la mente. Marcos solo mira al rededor, hubo un momento donde agarro su teléfono y me envió un mensaje:

@marcoscooper: ¿Podemos irnos?

Le mire de reojo, apago el teléfono sin responderle porque el señor Fran, fue el primero en tomar la palabra y no podía tampoco hacer muchos movimientos para no caer en mi maravillosa torpeza habladora.

—Que pena que no te haya visto en el concierto mucho rato Marcos, ¿porque has salido corriendo?—le preguntó

Vale, eso significa que no han hablado ni después del maldito concierto. No se han dirigido ni la palabra y el que mas lo debe de estar pagando mal es Marcos y yo como inútil lo deje en aquel momento. ¡Dios mío, soy un desastre!

Espero no cargar con más culpa ahora.

—No tenía intenciones de terminarlo ese día—le respondió

—¿Así que tu vida, es eso?

—Ya veo lo mucho que te gusto —le dijo Marcos

—¡No voy a negar de que tenéis una buena banda en directo!—le dice

—Me gustaría más que eso fuera Rock and Roll, pero estos cantan más pop—dijo Erick—¿Porque las bandas son siempre del mismo estilo?

—Quizás porque es lo que más funciona—respondió el señor Fran —El pop vuelve a las personas locas, sino decírselo a vuestra madre que era una fan loca de los the Beatles

—¿Y tú no eras fan de las bandas?—le pregunte —¿Ninguna te ha llamo la atención algún día en tú juventud?

Marcos le paso una mirada, aterradora.

—Yo era más de negocios, no me va aquello. ¡Lo odiaba! Odiaba todo lo que tuviera que ver con bandas, y guitarras... Cooper, lo sabe.

—Si lo se y muy bien, por eso tus manos aterrizaban donde no deberían ¿No?—le dijo Marcos con cara de asesino—Porque claro, mi padre era el típico que te pegaba por decir, que no te gusta llevar la misma vida que el, mi padre era como aquel monstruo que si te escuchaba tocar la guitarra, te atacaba y te dejaba encerrado sin salida. ¡Ese era mas el!

—Sera porque tenía celos de que mamá le gustara el guitarrista de the Beatles, ¿No papa?—le dijo Erick

Veo que tiene un nudo en la garganta, con el genio serio. Con la mirada clavada en la televisión y estoy casi segura, bueno mejor dicho... Estoy segura de que le está dando vueltas a lo que ha dicho Marcos recién sobre el. ¿No será que siente pena por ser así? Da hasta escalofríos pensar que pasaron por demasiados momentos malos por su culpa.

—No era celoso—respondió

—Estoy seguro que Cooper se parece a ti de celoso—dijo Erick

—Y una mierda—dijo Marcos arrugando su cara —Papa nunca busca el bien de nadie, más que el suyo, ni siquiera tienes el valor de admitir que estuviste mal conmigo.

Siento la tensión, el mal estar de mi cuerpo al igual que la intensidad que transmite Marcos furioso desde donde está sentado.

Tú Jude, mantente callada no hablas.

—No te niego que estuve mal contigo, no te niego nada y se que fue por mi culpa, lo de tu piel... Lo de que no logres del todo olvidarte de como fui contigo.—dijo —Siempre lo he admitido, no hay nada que negar.

—¿Y te sientes orgulloso por admitirlo?—le pregunte

—No. No hay orgullo de mi parte, se que estuve mal. Y lo siento.

Una chispa se apoderó en mis ojos. Dijo... Dijo... Lo siento.

—¿Que es lo que sientes, el daño que causaste o que sigues causando?—le preguntó Marcos

—Lo siento por las dos partes—el parece enfocarse más en la televisión mientras habla—¿Acaso os sigo haciendo algo ahora?

—No—negó Erick

—Esto deberíamos de hablarlo los tres algún día en privado.

—¿Lo dices por Jude?—preguntó Marcos

—No, lo digo como padre... No porque ella está aquí adelante.

—¿Porque odiabas que tocara la guitarra?—le preguntó Erick—¿Era tu sueño frustrado y nunca pudiste lograrlo?

—No, yo quería convertirle en un chico de negocios no es un guitarrista, quería que siguiera mis pasos.

—No podías obligarle, ama la música—comente

—Lo se, pero en ese tiempo no lo pensé... Estaba perdiendo mucho dinero, demasiado.

—¿Y lo pagabas conmigo?

—Intentaba no hacerlo, pero me ganaba la ira y la rabia. Por eso odiaba escucharte tocar, porque quería que supieras manejar todo aquello de empresas y no fracasar en perder sólo dinero, como yo hacía en ese tiempo. Lo pasasteis los dos mal, lo siento.

—Pues no te salió bien del todo—le dice Erick—Es el mejor guitarrista de la ciudad.

—O del todo el país—termine diciendo.

—Vale, esta todo mal por lo que veo...¿Tenéis libre este fin de semana?—le preguntó a Erick y Marcos—Podemos ir fuera, a pescar o hacer algo y hablarlo.

—Estoy libre—dice Erick

—Yo... Estoy con ensayos y grabaciones, no se si podré—dijo Marcos

Lo miré seriamente. No hizo más que salir de la sala de estar para dirigirse a su habitación y tranquilizar la ansiedad o superar sus bloqueos fumando. Lo observé tras la puerta y esperé un momento antes de entrar. Parecía estar roto una vez más, ¿No que era eso un buen avance el hablarlo y entender porque lo hacía? ¿No que es bueno pasar un fin de semana para recuperar todo lo perdido?

—Es tu oportunidad de arreglarlo—dije

Giró su cuerpo y dejó escapar el humo de su boca. Apagó el cigarro y se apoyó en la pared, con los brazos cruzados, mirándome fijamente. La tensión en el aire sugería sin ni siquiera intentar hacer ningún movimiento.

—No voy a perderme un ensayo y grabaciones por el.

—Dijiste que querías ser maduro.

—Claro, pero no para aguantar un fin de semana con el...—me dice—Seguro que hace eso para sentir que tiene el control sobre mi.

—Marcos, no puedes negarte a la primera. Es solo un fin de semana y parecía ser sincero con la intención de arreglarlo, admitió que tiene la culpa y dijo lo siento...

—No quiero ni verlo y ahora iré a pasar un fin de semana con el, ¿no suena gracioso, Jude?

—No.

—¿Te enfadaras ahora conmigo, porque no quiera hacerlo?

—No.

—Que si Jude, lo se. Tengo que arreglarlo, romper esa barrera que pongo entre el y yo... Pero entiéndeme también a mi. Es difícil, me maltrato y no puedo hacer ver de un día a otro, como si nunca hubiera pasado nada.

—Vale, haz lo que quieras.

—¿Lo que quiera?

—Si—asistí varias veces

—¿Y sabes lo que quiero, ahora?—me pregunta

Negué con la cabeza

—Quiero, que pasemos un rato juntos y solos.

—¿No estamos haciendo eso, pasar el rato juntos y solos?

—Me refiero a que...—le interrumpí

—Te bese, te toque el cuello, te arranque la camisa, te desnude, te tumbe en la cama y te haga mío... ¿A eso te refieres?

—No. Me refería a que podemos mirar una película juntos, podemos cantar, podemos bailar... Hasta que mi madre nos llame para cenar.

—Ah...—parecía mentira

—Pero ahora que lo has dicho, quiero que me hagas todas y cada una de esas cosas que acaban de salir de tu boca.

—Antes, lo de tu padre.

—Jude... Jude, Jude—repite —¿De verdad que...?

—¿Que..?

Entonces, lo volví a convencer a bajar, entre besos y cosquilleos, regresando una vez más a la sala de estar. Nos acomodamos en la mesa, y la madre nos sirvió lasaña para ambos. Mientras Erick hablaba sobre sus estudios de biología.

—Oye—Marcos fijo sus ojos en su padre—Que vale, este fin de semana podemos ir los tres.

—¿A donde vais?—preguntó la madre

—Llevaré a los chicos a pescar, y de paso podemos llevar a terminar nuestro ambiente malo, ¿No?

—¿De verdad...?

Noté cómo la mano de Marcos se deslizaba tranquilamente debajo de la mesa, como de pronto sube y baja sus dedos suavemente, por mi pierna derecha. Le miré de reojo y luego enfocó mis ojos en el.

—¿Que?—pregunta con un gesto con la cabeza

—¿Que haces?—le murmuro

—Tú no quisiste quedarte arriba conmigo.

—Estas loco—le dijo

—Si lo se, acepte un fin de semana con mi padre y eso si me convierte en un loco.

La conversación en la mesa fue muy tranquila, hubo todo tipo de tema: Comidas, tiempo, mis estudios, y como nos conocimos Marcos y yo, y como volvió a buscarme. Pero nos hemos olvidado de algo, creo que sirvió lo del concierto y que lo viera tocar en un escenario, su padre. Parece que al señor Fran Cooper, le alegro ver a su hijo y dejo de hacerle sentir tan mal, con todo como lo hizo la última vez.

Ves Jude, al final sirves para algo.

La verdad es que si eh... Aunque seguro que mañana, me despierte pensando que no sirve para nada.

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