A Midoriya le espera un encuentro inesperado y un poco de vergüenza.
Descargo de responsabilidad: no soy dueño de My Hero Academia ni de ninguno de los personajes.
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Midoriya y Jiro entraron a la tienda de discos y escucharon el sonido de una campana mientras entraban.
"Estaré contigo en un minuto". Dijo una mujer, desde la distancia.
"Tómate tu tiempo, mamá". Dijo Jiro.
"¿Mamá?" Preguntó Midoriya, sorprendido.
"Sí, mi familia y yo ayudamos aquí de vez en cuando". Jiro le dijo.
Midoriya asintió mientras miraba alrededor de la tienda, observando su apariencia.
Si bien la tienda claramente había visto días mejores, estaba sorprendentemente bien conservada.
Los distintos estantes estaban llenos de álbumes, cada uno dividido por formato y género.
La era anterior a las peculiaridades era fascinante para Midoriya y, como tal, ver todos estos álbumes que eran básicamente artículos de colección, fue una buena ventaja.
"Echa un vistazo, ya vuelvo". Dijo Jiro.
Mientras Jiro se dirigía hacia la parte trasera de la tienda, Midoriya caminó hacia el estante en la esquina más alejada de la tienda para comenzar.
Uno a uno, iba sacando un álbum del estante y limpiando el polvo, admirando las distintas portadas.
No era exactamente un experto en música, pero siempre supo apreciar el estilo que transmitía ideales, similar a la imagen de un héroe.
"Entonces, ¿eres amiga de Kyoka?" —Preguntó Mika.
Midoriya se estremeció de sorpresa y dio un paso atrás en reacción a la repentina presencia de alguien más.
Midoriya miró y vio a Jiro organizando álbumes en un estante y a una mujer mayor que estaba parada detrás del mostrador principal.
Midoriya solo murmuró incoherentemente, intentando responder y fallando.
Jiro puso los ojos en blanco y se acercó a Midoriya, empujándolo más cerca del mostrador para presentarlo.
"Podrías decirlo." Dijo Jiro.
"Hola, soy la madre de Kyoka, puedes llamarme Mika". Dijo Mika.
Cuando Mika se presentó, Midoriya torpemente le tendió la mano para que ella la estrechara, lo cual hizo.
"Soy, Izuku Midoriya, es un placer conocerte." Dijo Midoriya.
"Me sorprende que haya terminado esa frase sin tartamudear". Pensó Jiro.
"Entonces, Midoriya, ¿qué te trae por aquí?" —Preguntó Mika.
"Oh, Jiro dijo que necesitaba que alguien la acompañara." Midoriya explicó.
"Cierto, lo olvidé, las cosas se han vuelto aún más serias últimamente". Dijo Mika.
"Sí, pero en lo que respecta a compromisos, traer a un amigo cuando sales no es tan malo". Dijo Jiro.
Midoriya asintió con la cabeza, mirando a Jiro antes de mirar a su madre.
"Parece que Jiro heredó su don de su madre, aunque me pregunto si ella tiene las mismas habilidades, aun así es increíble lo similares que son, sin mencionar lo mucho que se parece a ella". Murmuró Midoriya.
Jiro intentó contener la risa mientras Mika miraba a Midoriya, claramente confundida.
Midoriya notó esto, sonrojándose de vergüenza.
"Dije todo eso en voz alta, ¿no?" -Preguntó Midoriya.
"Seguro que lo hiciste." Dijo Jiro.
"Lo siento mucho, no quise decir todo eso, ¡es solo que noté tu peculiaridad y lo mucho que se parece a ti!" Gritó Midoriya, presa del pánico.
"No es que eso sea malo, simplemente estaba interesado en ustedes dos". Dijo Midoriya.
Los ojos de Midoriya se abrieron al darse cuenta de lo mal que sonaba eso.
"¡No es así, quiero decir que estoy interesado en tus dos peculiaridades!" Gritó Midoriya.
"¡No es que no seas hermosa, ambas lo son!" Gritó Midoriya.
"¡Midoriya!" Gritó Jiro.
"¿Sí?" Preguntó Midoriya, nerviosamente.
"Por tu bien y el mío, por favor cállate." Dijo Jiro, mientras se frotaba la sien con molestia.
"Lo siento." Midoriya se disculpó.
Mika solo se rió ante las reacciones de Midoriya.
"Primera lección, control del estrés". Dijo Jiro.
"Necesitas aprender a estar tranquilo en ciertas situaciones, no puedes seguir enloqueciendo cada vez que ocurre la más mínima interacción". Jiro le dijo.
"¿Qué sugieres que haga?" -Preguntó Midoriya.
Jiro se tomó un momento para pensar en ello, reflexionando sobre un método que podría usarse para ayudar.
"Es posible que todavía no podamos controlar tu nerviosismo, pero tienes la costumbre de hablar contigo mismo sin darte cuenta y eso te lleva a situaciones que no son ideales, así que probablemente sea por ahí donde deberíamos empezar". Jiro le dijo.
"Necesitas aprender a mantener esos intensos pensamientos dentro de tu mente". Dijo Jiro.
"Entonces, comenzamos con lo que mejor sé". Dijo Jiro.
Jiro se acercó al estante y sacó un álbum.
"Música." Dijo Jiro.
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Fin del capítulo
Cómo dije antes gracias por leer y dejar sus votos nos vemos luego