ADVERTENCIA: VIOLACIÓN
Gente...
Lo que van a leer a continuación es producto de mis más grandes pecados.
Es la primera vez que escribo +18 en mi puta vida, hablo en serio, así que si no me queda bien lo siento.
Si se quieren saltar este capítulo háganlo por favor, HÁGANLO se los suplico. 😭 NO LEAN ESTO. 😭😭😭😭😭
YAYA Me dejó de vainas, pero en fin, no me funen xd.
¿Recuerdan los datos de Aizetsu en el NSFW? 🌚
....
(Y váyanse acostumbrando que apenas es el primero de los cinco)
Sin más, provecho xd (matenme).
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𝓛𝓪 𝓒𝓸𝓷𝓬𝓾𝓫𝓲𝓷𝓪 𝓕𝓪𝓿𝓸𝓻𝓲𝓽𝓪
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"Calvario pasional"
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La pobre chica estaba casi en un estado de shock por todo lo que había pasado tan rápido desde que entró a esa habitación real.
Los labios del oji-azul estaban pegados a los suyos, no paraba ni un segundo de besarla como si estuviese hambriento de ellos. (T/n) se sentía sofocada y puso sus dos manos en su pecho empujándolo para tratar de quitárselo de encima, cosa que obviamente no pudo por la enorme diferencia de fuerza física. Aizetsu respondió tomando sus manos y las colocó hacia arriba, quedando sus antebrazo al lado de su cabeza, tenía las dos manos agarradas por una sola de él.
Al hacer esto (T/n) nuevamente hizo otro intento de que la dejara y quiso morder fuerte sus labios pero él aprovechó que ella abrió su boca para meter su lengua en su cavidad bucal, dejándola totalmente sin aire al sentir esa lengua caliente explotando casa rincón de su boca.
Mientras se entretenía jugando con la lengua de la chica sus manos deseosas bajaron por el cuerpo de (T/n) curiosas de tocar su cuerpo, pero nuevamente ella se movió bruscamente para evitarlo.
Al no poder hacer bien lo que quería rompió el beso, dejando un hilo de saliva que unía sus bocas en ambos. (T/n) respiró entrecortada tratando de modular su respiración.
-Si pones de tu parte prometo ser gentil y no hacerte daño. -habló mirándola a los ojos.
-¿Gentil? Pero ni- ni siquiera me estaba... me estaba dejando respirar... -respondió la chica inhalando aire rápido.
-Sólo compórtate y consideraré ser lo más suave contigo... -hizo una pausa y pensó. -Aunque ahora que lo pienso, no debería darte tanto privilegio, sabiendo que tienes un amante...
-¡No es ningún amante! Ni siquiera tuvimos una relac-. -metió dos de sus dedos en su boca bruscamente para callarla.
-Pero sé que te importa ese pobre... Eso es triste. Igual como dije, te haré olvidarlo, de cualquier forma, lo vas a olvidar. -(T/n) alzó la ceja enojada y le iba a responder, pero Aizetsu sacó sus dedos para volver a besarla, esta vez más apasionadamente.
Era como si fuese una guerra en sus bocas, él queriendo dominarla en el beso pero ella luchando para que se alejara. Obviamente, cada intento de (T/n) fue inútil dada la fuerza del mayor.
Mientras la besaba, esta vez Aizetsu se encargó de inmovilizar bien sus manos y nuevamente tocó su cuerpo, pero ahora comenzó a quitar su kimono. En un abrir y cerrar de ojos (T/n) notó asustada que le quitó el kimono fácilmente. Irónicamente las mujeres duraron más tiempo en ponérselo que él quitándoselo.
Su rostro se tornó rojo carmesí al ver que estaba semidesnuda frente a un hombre, e intentó taparse con sus brazos pero éste los tomó para evitarlo. Mientras (T/n) estaba muerta de la vergüenza, el oji-azul estaba maravillado por el hermoso cuerpo de la chica, a sus ojos era el más perfecto que había visto. Como le dijo a la chica, desde que la vio la primera vez quedó tan maravillado que no podía esperar para tenerla consigo. (T/n) estaba presente en cada uno de sus sueños más íntimos.
Pasó la yema de sus dedos por la blanca piel, y lo comprobó, es tan fina y sedosa como la imaginó. Se sentía bendecido por profanar de primero ese cuerpo angelical.
-Dé-Déjeme! No quiero que me toque, no quiero est-... ¡Aaah! -(T/n) chilló cuando Aizetsu abrió su boca y tomó uno de sus senos para chuparlo y lamerlo.
Éste se divirtió por un buen tiempo con sus senos, pasando su lengua alrededor del pezón y luego morderlo suavemente causando miles de sensaciones en la chica por la estimulación en esa área tan sensible.
(T/n) se mordió su labio para impedir soltar algún gemido, pero le estaba costando. Él lamía con entusiasmo su seno derecho, mientras que el izquierdo era estimulado por su otra mano apretándolo y pasando sus uñas por el pezón que ya estaba quedando rojo.
Después de un par de minutos de divertirse con sus pechos los soltó. Estos quedaron rojos y sensibles, por lo que (T/n) dió un pequeño quejido.
-Ah... Tienen un tamaño realmente perfecto para mí. Lo disfruté tanto, pero apenas comenzamos...
Sus manos recorrieron su cintura y muslos, a la vez que dejaba pequeños besos en su cuello, clavícula y pechos. Luego su mirada bajó a su ropa interior, rápidamente le quitó las bragas poniendo nerviosa más a la pobre chica, que hizo otra vez un intento de alejarse y de cerrar sus piernas. Pero él agarró sus piernas y la obligó a abrirlas, quedando en contra de su voluntad con su cuerpo desnudo expuesto.
Por más que ella desesperadamente no paraba de tratar de alejarse no lograba nada, en cambio Aizetsu para este punto ya estaba cegado por la lujuria. Nunca ha sido tan lujurioso como sus otros dos hermanos, pero esta chica logra despertar en él una lascivia pecaminosa en su interior... Y le encanta.
Se relamió sus labios sintiendo el líbido recorrer sus venas, ya no estaba conciente de sí mismo. Agarró sus piernas abriéndolas un poco más para meterse entre ellas y deleitarse con su feminidad.
(T/n) abrió sus ojos sorprendida y dió un gemido fuerte al sentir esa lengua húmeda acariciar su zona íntima. Nuevamente hizo pataleos inútiles que le fueron evitados cuando el oji-azul agarró sus muslos impidiendo que se moviera.
La lengua se movió de arriba a abajo en su zona, lamiendo lentamente, como si se tomará el tiempo de deleitarse. Luego se movió a su clítoris en dónde dió unas lamidas rápidas haciendo estremecer el cuerpo de (T/n) y luego chupó con fuerza, sacándole un grito prácticamente.
Chupó y lamió ese pequeño botón sensible que la estaba volviendo loca sólo por los movimientos de su larga lengua, sin embargo, eso estaba lejos de gustarle, quería que se detuviera.
Luego se separó un poco y chupó dos de sus propios dedos para meterlos dentro de ella, no pudo evitar otro gemido. Abrió sus paredes, empezando a acostumbrárlas para que no le doliera tanto. (T/n) definitivamente no se esperó que metiera su lengua dentro de su zona. Su lengua húmeda se movió dentro de ella simulando embestidas, mientras chupaba su clítoris, torturándola con doble estimulación. Esta vez le fue imposible callar sus gemidos y jadeos, que al escucharlos el oji-azul sonrió levemente.
-Mmm... Aaah, aah... ¡Basta, basta! ¡No me gusta esto! -rogó con ojos lagrimosos.
Hizo sus movimientos más rápidos. (T/n) comenzó a sentir una sensación muy extraña que crecía dentro de su vientre, era como unas cosquillas calurosas causadas por todo lo que recibía. Con unos movimientos más rápidos de él (T/n) terminó teniendo su primer orgasmo soltando un grito.
Su cuerpo sufrió espasmos por su orgasmo mientras respiraba agitada y su rostro estaba sonrojado del calor que tenía. Sintió sus fluidos salir de su entrada, estaba asqueada por todo.
Aizetsu se sentó en la cama mirándola y se limpio su boca con el dorso de la mano. Volvió a mostrar una leve sonrisa, sabía que ya era el momento...
-¿Q-Qué me hizo? ¡No me toque, basta! -se quejó la chica con sus ojos cristalizados.
-Eres deliciosa, muy exquisita... Quiero seguir probando tu cuerpo toda la noche... -murmuró y (T/n) juró ver corazones en sus pupilas.
Aizetsu todavía seguía vestido, así que tomó su propia ropa empezando a desabrocharla frente a los ojos aterrados de la chica que ya se imaginaba lo que le pasaría ahora.
Se quitó su haori y desabrochó la parte de arriba de su ropa, dejándola caer al suelo, mostrando su torso desnudo. Luego se deshizo de su hakama quedando ahora en ropa interior.
(T/n) estaba aún más asustada, su corazón se aceleró de golpe por los nervios. Esto debía ser una pesadilla, una mala pesadilla que la atormentaba. No quería perder su virginidad, no de esta forma. Desde que empezó su etapa adolescente su madre le comentaba sobre lo hermosa que se vería en una boda tradicional en su pueblo, con el amor de su vida a su lado, quien ya tenía en su corazón.
Sin poderlo evitar comenzó a derramar lágrimas implorando que se detuviera, obviamente no fue escuchada.
-Se lo suplico, no quiero hacerlo... No me haga daño. -sollozó entre lágrimas. -Se lo ruego, príncipe, no quiero...
-¿Por qué te quejas tanto? Cualquier otra chica del harén desearía estar en tu lugar... -frunció el ceño. -Bueno, no me importa, sólo relájate y lo disfrutarás...
Importándole cero su opinión se bajó la ropa interior, liberando su miembro (T/n) tapó sus ojos con sus manos, tapando su cara roja del llanto, sin querer ver nada más. Sólo deseaba que esta pesadilla se acabara rápido. Odiaba lo ingenua que fue al conocerlo la primera vez...
Él se arrastró hacia (T/n), nuevamente quedando sobre ella pero esta vez posicionándose entre sus piernas. Pero antes de hacer cualquier cosa, él tomó las manos de la chica quitándolas de su rostro. Obligando a la chica volver a encontrarse con esos ojos azules que ahora odiaba con el alma. Sin decirle nada besó su cuello y lo mordió levemente, en ese lapso y sin avisar, comenzó a meter su pene dentro de la chica.
(T/n) dió un grito de dolor al sentir cómo ese gran miembro se abría paso en sus paredes vaginales. Era doloroso, jodidamente doloroso, dolía un infierno, ni siquiera metía la mitad y ya sentía que la desgarraba. Sus lágrimas se desbordaron de sus ojos a causa del dolor insoportable.
Él besó su mejilla en un intento de calmarla. Cuando (T/n) sintió que metió por completo su miembro gimió con dolor y cerró sus ojos fuertes, a la vez que clavaba sus uñas en la espalda de Aizetsu. Él quedó unos minutos quieto esperando paciente a qué se acostumbrara. Luego comenzó a dar embestidas lentas, pero profundas. Con cada movimiento que hacía en sus caderas (T/n) sentía que tocaba su cuello uterino, y eso que no estaba siendo brusco.
La chica apretó sus labios con fuerza, rompiéndolos y haciéndolos sangrar. No soportaba este dolor, dolor físico y emocional que la mortificaba. Lo bueno es que gracias a la estimulación que le dió anteriormente, estaba lo suficientemente mojada para que fuese penetrada sin sentir más dolor de lo normal.
Mientras él se movía dejó besos por todo el cuello de (T/n) y chupó haciendo chupetones. La fragancia del fino perfume que le impregnaron en su piel lo aturdía.
-Ah... Tu aroma es tan deleitable, (T/n). -susurró totalmente embriagado por ella.
Con el paso de minutos poco a poco incrementó la velocidad y fuerza de sus embestidas sacándole más gemidos a la chica. El dolor había disminuido, y aunque odiara admitirlo estaba comenzando a sentir un placer indescriptible. Aizetsu soltó su cintura y tomó sus muslos, jalándola un poco para pegarla más a él y golpearla más fuerte.
Realmente el oji-azul estaba mareado en placer, la forma tan deliciosa en que sus paredes vaginales apretaban su pene cada vez que empuja hacia adelante era simplemente maravilloso. lo estaba enloqueciendo. No podía comparar esta experiencia con ninguna otra.
En un momento (T/n) sintió cómo golpeó fuertemente un punto muy sensible, dió un gemido alto que prácticamente fue un grito, corrientes eléctricas subieron por su cuerpo. A la vez, él sintió como sus paredes se tensaron y apretaron más su miembro, gruñó en respuesta.
Aceleró sus movimientos soltando suspiros y gruñidos. El ambiente se había vuelto caluroso, ambos estaban sudando. Otra vez (T/n) sintió esa sensación calurosa que crecía en su vientre, y unos segundos después esa ola de calor terminó explotando, corriéndose por segunda vez. Aizetsu miró esto, todavía no se había corrido, así que sin salir de ella agarró una de sus piernas y la alzó sobre su hombro, haciendo una postura en la que sus embestidas fuesen aún más profundas.
Las lágrimas de (T/n) salían sin parar, la sobrestimulación le estaba resultando dolorosa, estaba cansada, mentalmente rogaba que parara de una vez.
Como ahora estaban en un nuevo ángulo, podía golpear su punto una y otra vez. La chica sentía claramente cómo entraba y salía de su interior, le quemaba por dentro. Éste se inclinó un poco para morder su cuello con un poco de más fuerza, lo que le provocaba más dolor del que ya aguantaba. Ahora él sintió esa sensación en su vientre y con unas embestidas más rápidas descargó todo su semen en el interior de la chica gruñendo en voz baja.
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(T/n) ni podía sus temblorosas piernas, ni siquiera respondían. Su entrepierna le dolía horrible y aún salía un hilo de sangre y parte de sus propios fluidos y semen. Unos minutos después seguía acostada en la cama respirando con dificultad. Se sentía sucia y usada, odiaba su cuerpo. Aizetsu estaba a su lado, también regulando su respiración por lo de antes, a la vez que sus cuerpos estaban sudorosos.
La chica sollozó en silencio, y miró hacia la dirección de él. Lo que menos quería ahora era seguir en esa habitación. Puso sus dos manos en el colchón tratando de pararse. Unas punzadas la detuvieron y soltó un quejido, además que los brazos de Aizetsu la jalaron de vuelta a la cama sobresaltándola del susto.
-¿A dónde vas? No te he dicho que te vayas... -habló en un murmuró mirándola. -Quédate a dormir conmigo...
(T/n) hizo una mueca de desagrado y dolor. Y sin protestar se acostó a su lado, no tenía ni voz ni voto total, ¿qué más podía hacer?
Suspiró profundo y se acostó en silencio otra vez en la cama, con su cuerpo adolorido. Él la tomó de la cintura y la atrajo hacia él, abrazándola cariñosamente como si no le importara lo mal que se siente ahora, aunque es claro que no.
Se quedó abrazándola escuchando su respiración lenta, hasta que quedó profundamente dormido. Entretanto (T/n) hizo un fuerte intento por calmar su llanto, de nada valía llorar aunque no pudiese dejarlo. Después de todo, Yoriko se lo dijo, ahora esta sería su vida. Cómo hubiese deseado que todo fuese una pesadilla...
Después de unos minutos y entre lágrimas silenciosas, se quedó dormida también.
... No me digan nada :D Hasta yo me traumé.
Dato curioso: Obviamente cuando acababan de tener relaciones con una concubina cualquiera de ellos no la dejaba en su habitación, pero que él haya dicho eso ya dice mucho.
Dato curioso x2: Ya sé cómo hacer que conozca a Sekido y tengo una idea para los dos siguientes capítulos.
Adiós, me iré a la iglesia.