Drew entró a casa, me quedé esperando justo ahí, echando un largo vistazo afuera.
- ¿Rob no viene contigo? - Pregunté.-
- No, él, creí que ya había vuelto de la oficina. - Frunce las cejas.- Tal vez fue con los Watson, tiene un proyecto en puerta.
- Ya es algo tarde para que esté trabajando. - cerré la puerta. Avancé hasta la cocina donde Drew se metió, el tipo se sentó en la barra y yo fui al otro lado.- ¿Quieres algo de beber? - Le pregunté.-
- Siempre tomo una copa de vino luego del trabajo así que una ahora mismo estaría perfecto. - Enseguida saqué una botella de la alacena junto a dos copas. Drew observó como las servía.-
- ¿Qué haces aquí? - Solté. Drew rió y yo sonreí un poco.- Lo siento, no quise sonar tan...
- ¿Directa? - Terminó mi oración con una pregunta. Oxígeno su copa de vino, luego devolvió los ojos hacía mí.- _____ F. King
- Ahora Moore, _____ Moore. - Corregí.-
- Es verdad. Casi no te conozco, eres un misterio.
- Lo mismo me dice Robert. - Bromeé.-
Llevé la copa a mis labios, Drew pone los ojos en esta acción y de pronto me siento incómoda.
- Un día apareciste y al otro Robert y tú ya se habían casado, ¡Vaya que tenían prisa! - Ríe y yo rió por cortesía.- Es un tanto inusual que una joven como tú y un tipo como Rob sean pareja.
- Bueno, estábamos convencidos de nuestro amor y era todo lo que queríamos.
- Solo espero que Tony y ese chico, Munson, no tengan prisa.
- No puedo habla por Munson pero por Tony... - Dejé de aire la oracion. Tony tiene mala suerte en el amor.-
- No confío en ese tipo. Un día aparece de la nada, coincide con Robert y luego lo encuentro en todos lados. - Ríe.- Casi como tú.
- Tranquilo que Robert ya se casó conmigo, no me lo pueden robar, pero tú eres su mejor amigo, deberías de estar preocupado por la cantidad de tiempo que pasa con Munson últimamente. - Sonreí amistosamente.-
- Claro, claro... No estoy preocupado, nos conocemos desde los 19. Como sea, te digo que como su mejor amigo, no confio en la influencia de Munson.
- ¿De que hablas? - Imbécil, conozco a Edward Munson y sé que solo esta cerca de Robert para joderme, pero no es una mala influencia, solo una bomba de tiempo que vino a torturarme con su maldito temporalizador.-
- No lo sé. - Vuelve a beber nuevamente. Sus dedos caen escalonados sobre la barra.- ¿Has convivido con él?
- ¿Perdón? - Esa pregunta me toma de sorpresa pero no dejo que lo note.-
- ¿Qué piensas de él?
- Que es inofensivo, no creo que sea mala influencia para Robert. Mira Drew, Robert es un hombre adulto y creo que sabe bien quién es.
- Tienes razón. - Se puso de pie.- Usaré tu baño si me lo permites.
- Claro.
Drew salió de mi vista. Mi mente navega hasta Robert y el preguntarme si esta ahora mismo con Munson, si está en otro sitio, con sus clientes o soy una loca que se come la cabeza en vano.
Respiré profundamente para pensar en otra cosa que no sea en mi marido y sus asuntos fuera de casa.
Cerré los ojos y agache la cabeza. Sentí unas manos agarrando mis hombros y haciendo masaje, me asuste pegando un brinco. Me alejé Drew.
- Lo siento, no quería asustarte. - Lo seguí mirando a los ojos.- Hueles bien - Dice en voz baja y tranquila.- No creo que Robert llegué, estaba pensando que es tarde y debería irme. ¿Me acompañas a la puerta?
Le dí un trago a mi copa. Avancé detras del hombre. Abrió la puerta y se planto justo en la entrada, se giró y dió un beso a mi mejilla para luego irse.
Drew siempre me pareció raro, su forma de tratarme es cordial y al mismo tiempo siento que me ataca.
Subí a la habitación, me puse mi pijama y luego intenté dormir pero Robert no llegaba, no era muy tarde, pero Robert no suele tardar tanto.
Bajé al teléfono de casa, marqué al número de Munson. No hubo contestación, genial. Llamé a Tony y ella tampoco sabía nada, y en su oficina ya nadie contesto, seguro todos ya se fueron a casa.
Subí un par de escalones cuando el interior de la casa fue iluminado por las luces del automóvil que se esta por estacionar afuera.
Robert abrió la puerta, nos miramos fijamente.
- Oh, linda, no me mires así. - Me dice y yo solo siento que me estoy por molestar.-
- Robert en serio. - Cierra la puerta con fuerza, una que no midió y que me avisa que seguramente esta ebrio. Niego con la cabeza. Robert se acerca a mí quedando a una altura más baja que la mía.-
- ¿Sabes que te amo? - Dice hundido en mi abdomen, me tiene brazada.-
- Hueles a cerveza. - Odio que haga esto, quiera ponerme contenta antes de que le demuestre mi molestia.-
- Te amo. - Suelta de la nada. Lo sujeto de los hombros y lo alejo de mí. Lo veo con desaprobación.-
- ¿bebiste mucho cierto? - Ahora es él quien me mira mal. Apesta a alcohol y cigarrillos.-
- Carajo ______, trato de ser cariñoso contigo y solo puedes reclamarme.
- Claro, estas tratando de ser cariñoso justo cuando sabes que estoy molesta. Vete a la mierda Robert. - Me giré para subir.-
- ¿Ves? ¡Eso es de lo que hablo! - Volví a girarme.-
- Tratas de darle vuelta a la situación para ser yo la mala.
- ¡Es tu maldita actitud!
- Perdóname si mi actitud es de esta manera pero estaba preocupada por que no llamaste, estaba angustiada pensando que quizás había ocurrido algo. Llamé a Tony, a Munson, a tu puto trabajo y Drew estuvo aquí buscandote, no estabas en ningún maldito sitio, así que perdóname si esta es mi actitud pero tú me hiciste ver como la esposa desesperada que espera a su puto esposo en casa! - Dije bajando las escaleras para quedar frente a frente.-
- ¿Como voy a querer volver a casa si pareces mi maldita custodia? Siempre queriendo apuntar con tu maldito dedo para decirme que bebí. - Ambos estamos realmente furiosos.-
- ¿Y por eso te largas a beber? ¿mmhm? - Le busqué la mirada.- ¿Quieres joderlo todo otra vez? - Él sabe a que me refiero.-
- ¡Deja de recordarmelo! -Robert golpeó la pared a mi costado. Me hice hacía atrás del susto. Lo miré a los ojos, parece otro, alguien alterado y actuando fuera de sí.-
Nos quedamos en silencio, mis ojos se llenan de lágrimas pero no dejaré que salgan.
- ¿Mami?, ¿Papi? - Rosse nos interrumpe con su dulce voz desde el corredor del pasillo de arriba.-
- Hola cariño, todo esta bien, mamá y papá suben enseguida. -Robert dice sin dejarnos de ver.-
- Hablaremos de esto en la mañana. - Sentencie enfurecida y sumamente sorprendida por su acción.-
Subí los escalones, Rosse me encuentra en mitad del pasillo.
- ¿Papá esta molesto? - Su dulce voz me pregunta, tomé a mi hija en brazos llevándola a su habitación.-
- No, papá solo alzo la voz pero no esta molesto. - Recosté a mi hija y la arrope.- ¿Sabes que haré? Hoy dormiré contigo, solo por esta noche. - Abrí nuevamente las sabanas y me metí debajo. Abrace a mi pequeña Rosse.- Descansa mi amor.
- Descansa mamá.
Quise dormir pero esa pelea con Robert me tiene dando vueltas la cabeza. Me sentí como una tonta esposa que espera a su esposo en casa, todo aquello de lo que alguna vez juré no quería convertirme. El golpe de Robert a la pared que sé que no iba hacia mí pero que fue con una fuerza provocada por un sentimiento que sí estaba dirigido a mí.
No sé que le sucede, pasa más tiempo fuera de casa últimamente, luego él está más voluble, no entiendo a qué se debe su actitud.
Abrí los ojos, mi reloj mental me dice que es hora de despertar.
Fuí hasta el baño, lave mis dientes y sujeté mi cabello. Abrí la llave de la ducha preparando el agua tibia para Rosse.
Dejé que Rosse se duchara sola pero me quedé en el baño por si me necesita, aún que lo dudo, es muy independiente.
Bajamos a desayunar, preparé un par de pan tostado y leche con chocolate.
Robert bajo en silencio, recien bañado, bien peinado y bien vestido. No dijo una sola palabra, solo beso a Rosse en la cabeza. Se preparó su café y una tostada.
- Andando Rosse. - Dice luego de un rato tras ver su reloj.-
- Ve a lavarte los dientes. - En un tono dulce le hablé a la niña.-
Quedamos solos él y yo. Mi mente dice que es su vergüenza la que no le permite verme a los ojos pero yo sé que no es así. O tal vez estaba demasiado borracho para recordarlo.
Subí a Rosse al auto en la parte trasera. Le dí un beso de despedida y un abrazo, ambos se marcharon.
Regresé a mi casa, me duche y aliste, salí hasta una tienda que es todo para el hogar, compré una manija nueva para la puerta de mi otra casa. Tras haber fingido el asalto, también fingí que rompieron la cerradura.
Entré a mi casa sin mucho esfuerzo, por suerte nadie a los alrededores sabía que estaba abierta. Todo sigue como lo dejé, desordenado por el supuesto robo.
Pasé toda la tarde arreglando aquello y limpiando mi casa, ordenandola.
Le colgué el teléfono. Me senté a pintar un cuadro, pinto terrible, siempre fui más de escribir. Me hundí en mi tonta pintura por tanto tiempo que ya era tarde para ir por Rosse.
Volví con mi hija a casa, le preparé la comida esperando a que tal vez Robert viniera como siempre pero no lo hizo. Que hijo de puta.
Pasaron los días, Robert llegaba tarde y yo dormía con Rosse en su habitación. Robert llega en un mal estado, la cantidad estupida de pastillas que toma a la mañana y sus ojeras lo delatan.
Es sabado y no tiene una excusa para salir, no hay trabajo ni llevar a Rosse a la escuela. Quiero ver que se inventa para largarse como un maldito cobarde.
Rosse y yo pasamos la tarde en su habitación jugando y viendo una película.
Nos quedamos dormidas y cuando desperté era tarde, escuché voces abajo. Carajo, la puta cena, lo había olvidado. Robert días antes de pelear me mencionó que invitó a cenar a quiénes están cargo del comercial de Artdeca.
— ¿Y su esposa no nos acompaña? - Escuchó que un hombre le pregunta.-
— Se siente un poco indispuesta, adelante, pasen. - Robert contesta.-
Me sentí molesta por aquello. Fuí a mi habitación y me encerré a ducharme. Luego me vestí de negro, un precioso vestido me arropa el cuerpo. Mis labios van de un rojo, con eso finalicé mi preparación, el cabello me secó rapido aún que en algunas partes mi raíz esta mojada.
Bajé las escaleras rumbo a la habitación donde esta la mesa principal.
— Yo sabía que este muchacho sabía lo que hacía. - un hombre mayor le dice a Munson tocando su hombro. En la escena me encuentro a los dos hombres mayores a cargo del comercial, Munson, Tony, Drew y Robert. Todo mundo esta conviviendo, el imbécil de mi esposo cena riendo y bebiendo y mintiendo sobre mi ausencia.- Oh, señora Moore - Todos giran su atención hacía mí.-
— Buenas noches a todos. - Los varones de la mesa se paran por educación.-
— Amor, pensé que estabas indispuesta. - Dice.-
— Ya me siento mejor. - Respondí al segundo.-
— Oh, tome mi asiento por favor. - Dice uno de los sujetos cuyos nombres no recuerdo.-
— No se preocupe, estaré bien en otro sitio, no deseo incomodarlos.
— Para nada, adelante, tome mi asiento. - Le hombre se cambió de lugar para que yo pudiera disfrutar la cena junto a mi esposo.-
Me senté, una mujer me sirvió un plato de comida, Robert contrató a una chef.
— Me alegra que nos acompañes _____. - Drew suelta.-
— A mí también. ¿De qué charlaban? - me integro a la conversación.-
La conversación y la cena avanzan, Robert en un punto pone su mano sobre la mía en la mesa y la aprieta al hablar sobre algo de nuestra familia, por dentro estoy a punto de enfurecer por este acto de hipocresía, fingiendo que estamos bien cuando se la ha pasado evitandome toda la semana. Incluso llegué a preguntarme si yo estaba exagerando por preocuparme.
Los dos hombres se fueron luego de que terminamos de comer y de charlar otro rato, Robert lleva un rato bebiendo vino.
— ¿Rosse esta dormida? - Drew pregunta.-
— Sí, jugamos toda la tarde.
— Dios sabe que los niños y yo no somos los mejores amigos pero esa niña es mi adoración. - Drew dice.-
— Tal vez tengamos otro bebé, ¿No? - Robert vuelve a hacer eso de sujetar mi mano por encima de la mesa.-
— No tendré otro hijo con un padre alcohólico. - Solté. Todos en la mesa se incomodaron.-
— Mierda _____, ¿Tenías qué...?
— Te la has pasado diciendo que son familia, no pasa nada si ven nuestra mierda salir a flote. - Robert me suelta la mano y mira hacía la mesa.- Si me disculpan. - Dije al ponerme de pie.-
— _____.... - Robert arrastra mi nombre. Lo veo de reojo ponerse de pie. Los demás también.-
— Nosotros ya nos marchamos. - Alcanzo a escuchar que Tony dice.-
Subí a mi habitación, siento a Robert venir detrás de mí, alcancé a cerrar la puerta del baño que hay dentro de nuestra habitación.
— ______ abre la puerta... - Robert dice.- ¿______ podemos hablar? - Vuelve a preguntar. -
— No, vete al diablo.
— ¡Abre la maldita puerta! - Dice.- No te comportes como una maldita niña.
Abrí la puerta luego de su insulto.
— ¿Y tú cuando vas a dejar de comportarte como un imbécil? - Le dije.-
— ¿Por qué estas tan molesta!? - Fruncí las cejas con desagrado.-
— ¿Por qué?, "¿Por qué?", no lo sé, quizás por que la otra noche llegaste ebrio, golpeaste la pared, o quizá por que no has estado mucho por casa; ah, o podría ser por que me has evitado; espera, no, ya sé que es, es por que no me recordaste la cena de hoy y fingiste que estaba enferma y luego cuando baje actuaste hipocrita conmigo, o quizás estoy loca!
— ¡Aaaah! - Gritó de la nada, me quedé callada.- Me vuelves loco, de verdad que estas jodiendome por un par de tragos.
— ¿Yo te vuelvo loco? ¡tú eres quien me hace sentir tan estupida!
— Lo único que esperaba de tí hoy es que te comportas como mi esposa.
— ¡No!¡Tú esperabas que me comportará como si nada hubiera pasado! - Contesté de igual manera.-
Negué con la cabeza, ambos nos vemos con desaprobación. Robert pasa sus manos pir su rostro hasta su cabello. Los dos hacemos juicios contra el otro en la cabeza.
— Creo que esto está jodido, y no podemos hacerlo solos. Necesitamos terapia de pareja. - Dije.- Por que francamente no se como solucionar esto contigo.
— No necesitamos nada. - Se pone de pie y camina hasta mí.- Amor, lo siento, ¿Okay? sí me comporte como un idiota, lo siento, ¿Esta bien? estamos bien.
— Necesitamos ir a terapia Robert.
— Estaremos bien, hablemos de esto por la mañana. - Lo escucho decir.-
Robert me pidio dormír juntos, dormimos abrazados, él sujetándome para que no me fuese. No logré dormir bien.
Por la mañana hubo la charla, llamé a un terapeuta e hice una cita a las 11 de la mañana, le avisé a Robert del sitio y que lo vería ahí.
Estuve sentada un rato en la sala de espera del consultorio, una mujer, la doctora June, fue quién nos atendería.
Mis ojos vigilan el ventanal por sí Robert llega pero no hay rastro de él. Me puse de pie para salir de ahí, evitar la vergüenza que siento por que mi esposo no se presentará.
— ¿Señora Moore? - La doctora sale.- Su turno.
— Am...
— Pase, adelante. - Dice.-
Entré a su oficina, tome asiento y ella sonrie amablemente luego de cerrar la puerta detrás de ella.
— Lo siento, mi esposo no ha llegado.
— Descuide, si supiera cuando llegan tarde o simplemente no acuden al principio, lo impor...
— Siento el retraso. - Una voz masculina dice. Me giro para ver a la persona, mi cejas se fruncen de sorpresa y molestia.- Ya estoy aquí. - Esto parece una broma. Munson apareció en lugar de Robert, me preguntó como carajos supo de esto y aún más me asusta pensar que Robert puede venir en cualquier momento.-
— Señor Moore, que bueno que nos acompaña.
— Gracias, un gusto conocerla.
Disimulé mi cara con una sonrisa amable.
— Y bien, ¿Porqué están aquí?
Munson y yo nos vimos, yo confundida y él sinvergüenza.
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¿Que les pareció? ¿Les gustó? Este capítulo lo escribí con All too well, love the way you lie y Shades of cool
King de adolescente se veía así:
Y la King adulta se ve así:
Síganme en ig, ahí aviso cada que hay cap nuevo. Missking1986_
Gracias por leer<3