¡Olía horrible!, y más para mí, que soy un Omega. Me cubrí la nariz y la boca con un paño, mientras inspeccionaba el lugar escuché un puertazo, era el ruso, me volvió a encontrar.
Me escondí debajo de la cama, pero mis hormonas me delataron.
-¡AHHHHHHH!- La URSS me sacó de debajo y me rompió el uniforme nazi!, en ese momento me estaba clavando las uñas en la espalda, pero escuché la voz de mi cachorro.
-¿M-Mutter...? -
-¿Alemania? ¿Qué haces aquí?- le dijo ese ruso a mi cachorro, ¡AGH! ¡Qué dolor!
-F-Was macht E-Doing mit meiner Mutter?- ¡Mi cachorro parecía aterrorizado!
-Ehhhh...- ese idiota me sacó las uñas de la espalda (que por cierto me dolían mucho) y me susurró:
-Tienes un poco de suerte, yo no ataco a los cachorros ni a Omegas, pero contigo haré una excepción- después de eso, me cargó como un saco de papas y tomó la mano de mi cachorro, nos llevó a su camioneta, me tiró en el maletero y mientras veíamos pasar las copas de los árboles, todo se oscureció...
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Me desmayé
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