†★★★★★ SINOPSIS ★★★★★†
Antonella ve un monstruo que la atormenta. Después de un cuidadoso análisis, el psiquiatra desarrolló algunas sospechas de que padecía esquizofrenia. Él confirmó su enfermedad cuando la envió con un psicólogo. A veces experimenta temblores corporales que le resultan insoportables y otras veces experimenta momentos de confusión en los que siente que mejor preferiría dejar de existir. Sin embargo, a pesar de esta confusa situación, el amor de su madre y su hermano menor le dan la fuerza necesaria para poder seguir viviendo. Antonella está fascinada por las mariposas. Las mariposas son sus insectos favoritos. Siente una conexión especial con ellos y observa de cerca sus hermosos y resplandecientes colores. Pero todo tiene una explicación y esta historia esconde un terrible secreto que se revelará más adelante. A partir de ahí todos compartiremos su trágico sufrimiento, del que cree que no tiene ninguna escapatoria. La salida que aparenta ser la más fácil se vuelve siempre la más difícil.
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Antonella cree que el multiverso está escuchando sus pensamientos. Por esta razón, resulta interesante cuán diferente es el universo tal como lo conocemos del suyo.
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†★★VEO A UN MONSTRUO ★★†
Me gusta grabar vídeos. Me hacen sentir como si fuese una súper estrella. Me hice una coleta en el cabello para salir bien acicalada. Inhalé y exhalé suavemente. Entonces puse en marcha la grabación de mi teléfono móvil que se encuentra alojado en el centro de un aro de luz. De inmediato tuve que dibujar una gran sonrisa en mi rostro, pero no se trataba de cualquier sonrisa. Tenía que parecer como si hubiera recibido una noticia donde me regalaban una fortuna de más de trescientos millones de dólares. Mi impresión tenía que ser semejante a aquello. Entonces, lancé mi discurso:
Muy buenos días. Mi nombre es Antonella Flores y soy estudiante del Colegio Nixon. Estudiar aquí te cuesta cincuenta y ocho mil, USD. Tan solo la matrícula, sin contar con el gasto anual que es de ochenta mil, USD.
En realidad es un costo muy alto para personas de bajos recursos, pero el año próximo el colegio va a obsequiar cinco becas a la mitad y una beca completa. Los estudiantes tienen que suscribirse en el enlace oficial que voy a dejar en pantalla:
(https://www.colegionixon.com)
Luego de haber realizado el cuestionario se escogerá a los seis primeros puestos que hayan tenido el mayor puntaje. Del segundo lugar hasta el sexto lugar recibirán becas a la mitad. Les harán un descuento de hasta un cincuenta por ciento, tanto de la matrícula de ingreso, como también el mismo cincuenta por ciento para el gasto anual. En cambio, el primer lugar se hará acreedor a la beca completa con los gastos cubiertos al 100 por ciento.
Solo los alumnos más inteligentes podrán tener el único privilegio de estudiar aquí. Puedo imaginar que sus sonrisas se volvieron tan amplias al ver esta grabación. Sé que están muy felices de poder llegar hasta estas instancias que serán significativas en sus vidas. Aprovechen la hermosa oportunidad y les ruego por favor que no bajen su rendimiento para que no se pierdan esta única oportunidad. Sean los mejores estudiantes, además, aquí solo los que tienen las más brillantes notas pueden acceder.
Becas a la mitad y una beca 100 por ciento gratuita, ¡Miren este salto de felicidad que voy a hacer a la una, a las dos y a las tres. Así como yo salté muy alto así deben de saltar ustedes para que sus estados de ánimo se eleve hasta las nubes. Sean los mejores para que puedan estudiar en el mejor Colegio de los Estados Unidos".
Luego pausé el vídeo, ahora tenía por tarea editarlo, para que quede perfecto y luego lo tenía que destinar a Tik-Tok, Instagram, YouTube y Twitter. Pero también ciertos organismos iban a reproducir la noticia de las becas en el canal propio de TV del colegio denominado, CEN.
Siempre tuve una sonrisa amplia en la grabación y demostré una felicidad que no tenía. Todo fue fingido, al final de cuentas, los seres humanos tenemos el don de mostrar una sonrisa aún hasta cuando la vida apesta. Como supondrán, me obligaron a decir esa mierda. No tenía intenciones de hacerlo, pero como obtuve una beca. Aunque no fue una beca completa tenía que hacer el vídeo, quisiera o no. No suena tan mal. Sin embargo, en realidad no lo es tanto. Los altos mandos imponen y descomponen a su voluntad, pero igual no se me hace difícil en hacer ese tipo de videos fingidos. Lo difícil es mi vida descompuesta por muchos factores que tiemblo con tan solo pensar.
Me gusta hablar conmigo misma. Soy la única que puede comprenderse, nadie más podría. Nadie más en la vida podrá enterarse que mi belleza es basura. Al mirarme en el espejo me veo afortunada por fuera. Lo digo por mi cabello largo y amarillo, es bonito, pero el color es falso, porque el verdadero color de mi cabello siempre fue de color negro. Así que no tiene nada de natural.
Me encanta el color amarillo platino y es de esperarse ya que soy una Estadounidense atrapada en el cuerpo de una latina. Mis raíces son Argentinas, pero no hablo como ellos suelen hablar. Ya entenderán más adelante el por qué. Tengo mis ojos azules. Mi piel es muy blanca. Mi alta estatura para mi edad no me hace ver tan pequeña. Ya que las mujeres por lo regular la gran mayoría son pequeñas. Hasta en eso creo que nací afortunada. He visto unos nomos caminar por la calle y suspiro aliviada porque siento, que en aquél instante tengo la sensación de medir más de 200 metros de altura.
La belleza con la cual nací, significa para mi algo similar como el sarro de mis oídos, así de sucia me siento por dentro. Mi madre no se parece en nada a mí en su imagen por fuera, pero todo esto tiene un motivo. Se trata de mi madre adoptiva. Ella con su bello marido un día tuvieron la brillante idea de recoger a una huérfana de un orfanato. La perra Argentina, mi verdadera madre biológica ¿dónde estará? No lo sé, me da igual. Me dejaron de recien nacida en las manos de una madre superiora, de un orfanato religioso. Se trataba de una vieja llamada Sor María, creo que a todas las del convento le cambian el nombre a María. Que raro y curioso a la vez. Pues como decía, a mí me regalaron allí como a una perra con sarna.
El cachudo de mi padre biológico hoy en día tiene que ser un puto alcohólico o un maldito drogadicto. Por aquello el Malparido no se hizo cargo de mí y dejó abandonada a la zorra de mi madre que seguro que abrió las piernas muy fácilmente como una prostituta barata. Bueno, eso es lo que yo imagino, pero ahora que lo pienso, la verdad no puede estar tan alejada de la realidad.
Recuerdo muy bien aquel día cuando mi madre adoptiva se acercó a mí por primera vez, se llama Michelle, venía resguardada por un caballero de piel negra. Sentí un aura de paz en su completa humanidad que me resulta indescriptible de poder descifrar, me parecía poder sentir su desaforada energía de pacificación. Es como si hubiese rociado su vestimenta con el perfume que se rocían los ángeles.
Yo en aquel entonces en el orfanato tenía como ocho años de edad, más o menos. A "Sor María" del orfanato yo la hacía enojar constantemente, pero era porque me gustaba jugar mucho. Hacia desmanes sin prestar mucha atención a los demás cuando jugaba, era una niña muy inmadura y como siempre, nadie me comprendía. Pero luego todo cambió para mí ya que esta mujer de tez muy negra con su reluciente marido, me adoptaron. Mi madre Michelle ha sido mi báculo, me ha demostrado su amor y me ha ayudado como nadie más lo ha hecho. Es tan buena, tan gentil, tiene una sonrisa tan sincera. Casi no lo puedo explicar con tantos detalles ya que su amor debería de estar pintado en un lienzo de Leonardo Da Vinci. Los teóricos y experimentales podían asegurar que él podía pintar el alma de las personas.
Mi madre tiene la sonrisa más radiante y extendida, sus ojos brillan como el sol. Por lo regular se enoja con muy poca frecuencia. Hablando con la suprema verdad, su enojo se basa solo en arrugar su frente, pero de su boca solo sale miel. Es feliz, muy feliz, le ve el lado positivo a todos.
Por el otro lado está Deion, su cuerpo corpulento impone temor, es el nuevo marido de Michelle, mi madre. No tienen hijos juntos hasta ahora, jamás imaginé que mamá reemplazaría a mi bello, hermoso y perfecto papá negro por un rubio oxigenado con su cara lleno de cráteres. Mamá debería de haber buscado alguien igual que papá, con su rasgo, simetría y gran corazón.
Mi madre Michelle tuvo un hijo con su primer compromiso, su único y verdadero amor. De ese matrimonio feliz nació Demarco, es el nombre de mi hermanito de nueve años. Él es mi alegría, me saca sonrisas desmesuradas siempre, no podría apartarme de él nunca. Tampoco podría dejar a mi bella madre nunca en la vida. Bueno, la dejaré sola el día que se acabe mi existencia.
Quizás están pensando que mi madre Michelle abandonó su primer compromiso por esas tonterías de que dejó de sentir amor porque eran muy jóvenes e inmaduros, pero en realidad este no es el caso. Ni siquiera les he dicho el nombre del primer marido de mamá. Casi no lo nombro mucho, sin embargo, siempre lo tengo presente en mi memoria, es mi ángel bello. Ya mismo les daré breves detalles sobre él.
Parezco muy melodramática, converso con no sé quién en mi mente, con un ente invisible supongo, ya que cuando me refiero a ustedes, no sé ni a quien me dirijo, pero mi mente dejó la cordura hace mucho. Si hablo en mi mente no sé a quien me dirijo, pero el solo imaginar que alguien en un multiverso puede leer mi mente me alivia y me dan ganas de seguir viviendo.
Recién cumplí dieciséis años, aún soy muy joven, pero también soy inteligente y casi siempre me adelanto a los acontecimientos.
Las reminiscencias llegan a mi memoria cuando mi madre fue a verme al orfanato por primera vez con su esposo Elroy, mi único y verdadero padre. También de piel más negra que la de mi madre. Era de quién les dije que le iba a dar detalles más adelante. Él tenía unos dientes blancos y relucientes más grandes que los comunes y sin decir mentiras, su sonrisa era tan ensanchada, que le hubiera quedado bien el papel del Joker. Ya saben, el enemigo de Batman. Aquel que tenía un trastorno mental y que se había maquillado como payaso malo. Si no saben de quién les hablo porque no les gusta la tele. Pueden poner en sus teléfonos móviles imágenes del Joker, y así podrán tener una idea de quién les hablo.
Ojalá que en el multiverso de mi mente haya dicha tecnología y que allá exista Batman con el Joker porque si no nunca sabrán de quién les hablo. Bueno, solo les digo que él tenía una sonrisa muy grande, solo imaginen como sería el tener una gran sonrisa que llegue casi hasta los pómulos.
Los ojos de mi papá Elroy reflejaban ternura y tenía una iluminación en su rostro que aun me cuesta sacar de mi mente. Aquel día por la mañana, cuando me fue a adoptar. Se portó tan caballeroso. Él tenía un sombrero fedora de color negro en su cabeza, se lo sacó y me hizo una Venia como todo un caballero. Tuve mucha confianza desde el primer día que lo vi. Parecía un Ángel, pero de color negro. Pero como nadie ha visto los angeles, entonces nadie puede afirmar que color tienen. Pienso yo que los Ángeles no eran blancos. Después de conocer a Elroy no lo dudé ni por un segundo.
Elroy tenía un piano en casa y me enseñó a afinar melodías. Yo siempre fui una tonta para el piano, pero él tenía millones de kilos de paciencia almacenados dentro de su cuerpo. También tañería el saxofón de una manera espectacular. Eso sí yo, nunca aprendí a tañer el saxofón. Ahí si que nunca se me quitó lo tonta.
Toda mi vida era pura felicidad pero dicen que lo bueno no dura para siempre. Un día mi papá Elroy iba en su Mercedes negro viajando por la quinta avenida y la Rue. Pero aumentó la velocidad tras una lluvia reciente, entonces en una curva perdió el control de su vehículo y se estrelló en un muro de contención.
Mi papá ahora me mira desde el cielo, de eso estoy segura. Maldito muro, ojalá que un día te debilites tanto que te desmorones como migajas de pan, te maldigo muro de porquería. Ojalá que algún día la lluvia te azote tan fuerte, que logre que tus capas de hormigón queden tan horadados y que luego el sol te derrita hasta que te consuma por completo.
Dios en el cielo tuvo envidia de ese buen hombre y claro, tenía que llevárselo para que también le cuente historias fantásticas como me las contaba a mí. O al final creo que Dios quería un pianista y un saxofonista profesional y por eso se lo llevó. Ahora mi hermoso papá Elroy está tañendo el piano y el saxofón y Miles de angeles celestiales están felices coreando su gran talento. Mi papá le era muy útil allá. Quizá Dios le iba a dar un cargo cielistico. Por lo menos me consuela saber que él está en buenas manos.
Me estaba pasando por alto un detalle es que Elroy no era un mal chófer, había salido de un festejo del trabajo. Estaba muy feliz porque había tenido un ascenso importante, pero luego se pasó de copas en exageración y como los otros también habían tomado mucho, él no tuvo quien le pudiera manejar.
Elroy quería ser un cantante profesional de jazz. Amaba el jazz, quien lo diría. A mí ni siquiera me gusta el jazz, pero cuando por vez primera le oí tañer su saxofón, quedé alucinada. Afinaba su instrumento igual que un Ángel Cupido del amor, aunque, a decir verdad, no he escuchado tañer el arpa a ningun Cupido en la vida real. Solo he visto fragmentos de ciertas películas, pero imagino que tiene que sonar tan armónico y celestial.
Aunque también estoy segura que papá le ganaría en una batalla de instrumentos a ese diminuto ser con su mini ridícula Arpa.
Papá le patearía su mini trasero. Y Aquel enano quedaría avergonzado tras escuchar a papá hacer llorar sus instrumentos. La única forma para que Cupido le gane a papá es que lo amenace con su mini flecha. Ah, y por qué digo que Cupido es un enano y no un bebé. ¿Qué bebé sabe tañer el arpa y disparar flechas a gente para que se enamore? Un bebé a esa edad o se la pasa solo llorando o se la pasa comiendo los mocos. Ustedes del multiverso son tan ingenuos que siguen creyendo en esa tontería que Cupido es un Ángel Bebé.
Por eso es que Dios sintió envidia con mi Papá Elroy. Quería un profesional de esa índole en el cielo, quizás quería formar una banda importante, supongo.
Imagino que Dios estaba frustrado porque no encontraba un pianista y saxofonista a la vez, entonces decidió mirar hacia abajo en todas direcciones. De repente escuchó tañer a papá el saxofón y el piano como los Dioses. Así quedó tan entusiasmado que dijo— este es el que yo andaba buscando, es perfecto.
Los sueños de mi madre se desmoronaron porque ella lo amaba a muerte.
Mi madre parece un roble, derramó lágrimas, pero no se ahogaba en llanto, parecía entender que la vida es efímera. Es fuerte, es mi heroína, la amo a pesar de todas las cosas. Aquí en mi habitación es donde puedo recordar. Es donde me siento muy cómoda. Mi habitación es muy segura, le hice poner un picaporte por dentro como para tener una mayor privacidad. No solo hablo en mi mente, en ocasiones hablo con voz tenue pero audible conmigo misma, hago lo mismo siempre y no quiero que nadie se de cuenta de que he perdido la cordura.
A mí me detectaron esquizofrenia, un psiquiatra vestido con una bata blanca, con dos pelos en su cabeza, y siendo de apariencia más viejo y gordo que el mismo satanás. Tuvo sus sospechas por los continuos análisis que me realizó. Varias veces estuve yendo y viniendo. Luego me dijo que necesitaba de urgencia a otro especialista. Pero tenía que continuar con mi tratamiento, ahí mi vida cambió ya que cometí un groso error.
Nunca debí mencionar al psicólogo calvo acerca del monstruo, él me hizo tenerle confianza y luego todo se salió de control. Las preguntas y pruebas que me elaboró se hicieron demasiado contundentes y muy comprometedoras. En una libreta anotó todos los detalles y luego dio su terrible veredicto. Mi psicólogo le dijo a mi psiquiatra que detectó incontables anomalías en mi caso. Mencionó cientos de detalles más que no logré entender porque hablaron en su idioma de especialistas, empero resulta que luego ambos me echaron a ver por incontables ocasiones y luego sus diálogos los realizaron casi murmurando. Después se alejaron de mí, pero lo único que alcancé a entender, fueron tan solo fracciones por mi ligero instinto a través de la lectura de los labios. También estoy convencida que mi psicólogo mencionó al monstruo que constantemente percibo.
Es que sí le tengo miedo al "Monstruo". Quizás piensan que ya estoy grande para esas cosas, pero es que él monstruo que yo veo es muy horroroso. ¿A quien no le daría miedo el ver lo que yo veo y el sentir lo que yo siento?
Eso es lo que precisamente estoy dibujando en este preciso instante en mi cuaderno. Necesito confrontarlo un día. Y también necesito poder decirle. Ya no te temo maldito monstruo hijo de perra, pero su imagen me da un espanto terrible, he tenido por incontables ocasiones terribles pesadillas.
Este monstruo es demasiado aterrador. Ni Annabelle, ni Chucky, ni los Demonios de la película. "El Conjuro", ni los Demonios de la película. "La Noche Del Demonio". Ni Pennywise. Ni la niña muerta que fue enterrada en el cementerio de mascotas. Ninguno de ellos es rival para el monstruo que yo he visto, este monstruo es el más espantoso de todos los monstruos conocidos y por conocer.
Hice un dibujo en mi cuaderno. ¡Qué significan estos grandes cuernos con dientes afilados en su boca! Ojos desorbitados y rojos que me provocan taquicardia. El monstruo rojo quiere llevarse mi alma, me dijo que quiere llevarme al infierno. Tuve miedo cuando me dijo tan espantosas palabras.
Ahora agarré miedo de bajar los pies en mi cama de noche. El monstruo se transforma en una bestia cada vez más y más horrible. Ahora le tengo una fobia terrible a los monstruos.
Considero que esta fobia debería de llamarse "Montruosifobia". Creo que el dibujo me quedó bien, pero está incompleto todavía. Al monstruo le faltan más cosas horribles por capturar. Se transmuta de una forma misteriosa. Lo imagino que cada día se va a poner más feo y más oculto, por eso necesito calcar en mi mente su implacable naturaleza.
El colegio Nixon al darme mi beca no me dio el mismo privilegio como a los que pagan la matrícula anual y pueden pasar el año entero allí. Tienen comida de primera calidad y duermen dos en una habitación para prepararse en sus estudios para ser los mejores en todo.
En mi caso no es así, me tengo que valer por mí misma. Mi madre me va a dejar en su auto y me va a recoger por las tardes. Hago mis tareas y me encanta cuando llega la noche ya que amo dormir en casa, es fabuloso. Me fascina ver a mi madre y a Demarco. Eso es lo bueno de estar en casa porque los extraño mucho a los Dos.
El nuevo compromiso de mamá Deion es muy serio y no siento mucha empatía por él, porque es muy exigente. No me gustan las personas exigentes, valoro el respeto y la unión de la familia, más que lo que es tácito y misterioso.
Pero a pesar de todo, Deion tiene un rostro amable, sonríe mucho, juega con Demarco y a mi madre Michelle le hace abrazos. También la llena de todo tipo de caricias. Deion mi padrastro va a hacer las compras de la casa, es muy detallista en muchos aspectos. Él perdió el trabajo y desde hace mucho tiempo cuida de mi hermano y de mí.
Ya es de noche, es la hora de dormir, la noche cada vez se hace más oscura, los árboles afuera en los jardines delanteros de mi casa pierden su color Verduzco. Veo que se ponen muy negros. Las calles se llenan de un oscuro intenso. Puedo ver a través de mi ventana las calles desoladas de mi barrio. Los vecinos amables no son tan amables conmigo. Todos me ven como una idiota pero a veces no es intencional, lo juro por Dios. Vivo tan distraída de la vida, cuando camino, solo veo calles vacías. En más de cinco ocasiones casi me atropella un auto, eso me ha sucedido porque camino tan distraída y mi vida apesta.
Los matices de las flores en ocasiones se ven tan opacos. El césped verde, cada día lo veo menos verde. Por eso tomo unas pastillas que me compró mi madre, pero me las recetó el psicólogo para quedarme dormida. Las pastillas se llaman "Excidesbot". A mí me suenan como un Transformers excitado.
Mi madre me las esconde para no tomarme muchas, es que una vez me dejó aquel frasco naranja con una veinte pastillas más o menos dentro del envase, pero días después cuando vi que habían muchas dentro entonces me tragué más de la cuenta. Tuve la mala suerte de que mi madre me encontrara. Me llevaron al hospital y seguí teniendo más mala suerte cuando me salvaron la vida, la verdad que a veces si quiero morir porque ya no quiero ver al monstruo.
Esas pastillas que tomo no sé cual es su fórmula química, pero me relajan mucho. Logro ver después cómo las paredes comienzan a nublarse en todo mi alrededor. De a poco mis párpados los siento pesados y mi mente luego tiene una sensación que a mí me resulta desconocida. Luego un hormigueo se apodera de mis sentidos y también de mi cara. Lo que siento después es como si unas bacterias monstruosas me estuviesen comiendo el cerebro y del mismo modo mi rostro.
Después acontece que una oscuridad me envuelve y ya no me acuerdo más, pierdo la consciencia del todo. Cuando me doy cuenta ya han pasado horas y me levanto con ganas de matar gente. Eh, si lo escucharon bien, con ganas de matar gente, pero a mí me da pena de matar hasta una cucaracha. Mamá siempre las mata, yo cuando las veo las espanto para que se vayan, a los ratones también les pongo comida. Entonces, ya lo saben, ni siquiera puedo matarlos a ellos y mucho menos voy a matar a una persona.
No soy psicópata, pensaron que todos los que viven en Estados Unidos quieren matar. Nah, yo lo único que si mato es el hambre, cuando tengo hambre como de más y lo peor de todo es que ni siquiera engordo.
Quisiera pesar unas trescientas libras, en serio. No es por burlarme, yo si quisiera tener sobrepeso, pero tengo mis motivos. Se van a enterar más adelante, lo prometo. Lo malo es que tengo tan mala suerte que no puedo engordar. No engordo ni aunque quisiera, tengo la maldita tiroides, esa que no te permite engordar, incluso hasta mis bichos son light.
La oscuridad a veces se vuelve algo tenebrosa. Inclusive al ver de día también sucede que veo oscuro, porque veo al monstruo en todas partes. No se aleja de mí, el monstruo hace temblar mi cuerpo desmedidamente.
Me detectaron esquizofrenia por mi estúpida idea de decirle al doctor que veía a un monstruo. ¿Por qué no cerré la boca en aquel día? Me arrepiento de ello. Temo que muchos piensen que estoy loca.
Recuerdo cuando el psicólogo me dijo que le hable del monstruo y mis manos comenzaron a temblar desmedidamente. No puedo dar demasiados detalles del monstruo, es más terrible que los mafiosos a los que le debes dinero.
Mi lengua me pesaba, y en vez de hablar con valentía del monstruo lo primero que salió de mí fueron unas estúpidas y malditas lágrimas que se deslizaron por mi rostro. ¿Por qué soy tan débil? Odio esa parte de mi vida. Soy una maldita estúpida sin sentido y creo que no merezco la vida. También odio a los que dicen que la vida es un regalo de Dios, pudranse.
Ojalá que la tierra se hunda y se trague a todos lo que piensan así. A veces hago corajes, pero es normal en mí. Quien no estaría irritada. Si existiera alguien al igual que yo que viera al monstruo que yo veo, sufriría lo que yo sufro y sentiría lo que yo siento, se trata de un demonio que me posee.
Ahora que llegó el amanecer, me toca ir al Cole. Antes de desayunar le dibujé al monstruo dos espinas puntiagudas que salían de su cabeza, asimismo unas uñas encorvadas que eran muy afiladas. Así como yo lo veo horrible en mi mente, lo dibujó tal cual. Hice varios dibujos. Lo dibujé con grandes garras donde estaba cercenando mi cuerpo hasta quitarme mis entrañas. Yo en el dibujo que hice aparezco con mi imagen camuflada, con el cabello negro, lacio y muy largo tirado hacia delante. Al Igual que la chica Samara Morgan de una película llamada "El Aro". Esta chica joven de tez blanca. Por quienes no ven televisión ella fue arrojada con una bata blanca de dormir a un pozo con forma circular. El pozo estaba construído con piedras grises.
La perra de la niña se ahogó, era muy estúpida. Luego el fantasma de la chica con bata blanca siempre tenía su cabello negro tirado hacia adelante. Le daba vergüenza el mostrar su feo rostro comido por los gusanos, asimismo no quería que descubrieran su espantosa piel grisácea. Que horrible chica, yo me moriría si tuviera su aspecto, Dios.
Para despistar, el dibujo de mi imagen con la apariencia de la niña Samara Morgan de la película el Aro. Mi color de piel lo dibujé de negro, igual que Samara Morgan pero con piel negra. Muchos pensarán que yo dibujé a Samara Morgan con piel negra, pero todos los que han visto la película saben muy bien que ella tenía la piel muy blanca. También nunca nadie podrá imaginar que soy yo pintada de negro. Solo las personas del Multiverso que leen mi mente podrán saber que se trata de mí misma. Pero eso acontece porque ustedes son Dioses. Es normal que lo sepan. Que bien despisté mi imagen, que ni vean este dibujo los de Disney porque luego se les ocurre en hacer una versión negra de Samara Morgan en animación.