Emoción Versátil

By Mian-Jollel

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Desde el día que decide darle una oportunidad a su madre para acercarse a ella y saber cuál es el motivo por... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capitulo 34
~ Agradecimiento ~

Capítulo 17

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By Mian-Jollel

Al despertarse, Zara se percata de donde está, sonríe por la amabilidad y el comportamiento del doctor con ella.
Se levanta para cambiarse de ropa y al salir al salón, Oriol  la espera con comida deliciosa en la mesa, le hace un gesto para que se siente y mientras desayunan hablan de lo que harán durante el día.
Al terminar el desayuno Oriol la acompaña hasta su trabajando quedando en verse en otro momento.
Zara entra al restaurante, saluda a sus compañeros, busca a Xabier y empieza su trabajo.

En su oficina, Oriol toma asiento enfrente de su ordenador mirando los pacientes que debe atender hoy pero en especial busca un informe del laboratorio que recién le había llegado.
Abre el correo y lee con atención, las pruebas realizadas a Zara con la sangre que dejó congelada de su hermano, sonríe al ver el resultado. Han dado positivo.
Zara es la hija de su hermano, su sobrina.
Por un lado se alegra de haberla encontrado cuando ya se había dado por vencido, agradece al destino por permitirle haberla conocido. Sin embargo, queda lo más difícil, contarle la verdad.

Xabier le comunica a Zara de poder quedarse un par de horas de más, para servir una cena muy importante. Zara acepta con gusto sin saber qué ha quien le va servir es a su hermana.
Ingrid había llegado al restaurante en compañía de Danilo y varios amigos para celebrar un cumpleaños.
Los comensales empiezan a llegar mientras los camareros preparan todo para dar comienzo a la cena.
Ingrid toma asiento al lado de Danilo desganada, en silencio y sin apartar sus ojos tristes de Zara.
Ambas hermanas se observan en silencio cada una con sus pensamientos lanzándose miradas que expresan más que mil palabras.

La cena da comienzo, Ingrid come en silencio con su cabeza gacha cruzando alguna que otra palabra con algún amigo, mientras ella muestra signos de amargura, Danilo brinda llenando su ego al expresarse de cómo su empresa sube como la espuma.
Brinda con sus amigos, bebe alcohol sin prestar atención a Ingrid la cual debe de soportar cada gesto de él por el bien de su familia.
Mientras Zara ayuda a su compañero a servir la cena presenciando todo empieza a irritarse.
Aguanta como puede en silencio con ganas de sacar a su hermana de ese lugar y apartarla de ese indeseable.
Lo más frustrante es no poder hacer nada por su hermana, solo cruzan alguna mirada y apenas se hablan.

La cena termina, los comensales deciden seguir con la fiesta en otro lugar.
Intranquila, Zara observa a su hermana en una distancia prudente escuchando como Danilo la humilla.
Harta de presenciar todo, habla con Xabier para irse a casa.
Ella se marcha detrás de su hermana, la busca en la calle pero no la ve, quizás se haya ido en su auto.
Camina unos metros hasta llegar a un callejón donde escucha voces, se acerca rápido al escuchar la voz de Ingrid.
Corre en su ayuda, al llegar ve a Ingrid tirada en el suelo y Danilo golpeándola.
Llama a Yassir, de forma rápida pide su ayuda.
Coge un objeto en su mano y golpea por detrás a Danilo el cual, al verla se enfada más. Zara sin pensarlo y de manera de protección se pone delante de su hermana sujetando con fuerza el objeto como su única arma de protección.
Cruza varias palabras con Danilo, este trata de amenazarla, no lo consigue, Zara sigue delante de su hermana y aunque siente miedo trata de ser valiente, intenta golpear a Danilo pero este es más hábil y acaba sujetándola con fuerza de su brazo haciéndole daño y tirándola al suelo de un bofetón.
Le da varias patadas avisándole de no meterse donde no la llaman, y justo cuando la tiene sujeta por su cabello alguien por detrás lo golpea.
Al voltearse se encuentra con Yassir, al ver a su hermana y a Zara abrazadas con sangre en sus rostros, no se lo piensa y empieza a darle golpes a diestro sin diestro hasta dejarlo inconsciente.
La sirena de la policía avisa que deben de huir.
Yassir agarra a su hermana y Zara como puede las lleva hasta su auto donde logra escapar a pocos minutos de llegar la policía.

Yassir conduce hasta su apartamento para poder curar a Zara y a su hermana, necesita saber qué está sucediendo y porque están lastimadas.
En su departamento, Yassir busca el boutiquin de primeros auxilios, empieza a curar a su hermana mientras esta no puede esconder sus lágrimas.

— Lo siento mucho hermano, perdóname. — Se refugia en el pecho de su hermano llorando con culpa mientras Zara se sienta a su lado y trata de consolarla.

— No tienes porqué pedirme perdón. Ahora no es necesario que me cuentes nada, quiero que descanses y mañana hablamos. — Besa su frente y la acompaña hasta su habitación donde Zara le ayuda a quitarse la ropa y ponerse el pijama.

— Zara, gracias por lo que has hecho por mí. Estoy muy agradecida por lo que has hecho. Lamento mucho que ese desgraciado te haya golpeado.

— No te preocupes, estoy bien, ahora descansa, Yassir lleva razón debes de hablar con él y contarle la verdad. Ya no ocultes nada Íngrid.

— ¿También nuestro secreto?

— Todo se sabrá a su debido tiempo, ahora descansa y dejemos las cosas como están.
Te quiero Íngrid.

— Te quiero Zara, te quiero mucho hermana. — Susurra a su odio abrazándola dejando caer su cabeza en el hombro de Zara, la cual se estremece al escuchar de su boca que la quiere.
Sus ojos empiezan a llenarse de agua, es una sensación tan bonita de poder haberse enterado de sus verdaderos sentimientos.
Yassir las ve y se une al abrazo haciéndole la promesa de cuidarlas.
Ingrid al escuchar decir eso de su hermano esboza una sonrisa mirando a Zara la cual roja de la vergüenza hace como que no has escuchado nada.

— Descansa hermanita, mañana tenemos que hablar y quiero que estés más tranquila. — Le da un beso en su frente y se marcha junto a Zara al salón.

— Gracias por todo Zara, has sido muy heroico de tu parte, pero ese desgraciado me las va pagar. — Gruñe Yassir apretando sus puños.

— Déjalo así Yassir, ya le he has dado su merecido. — Trata de convencerlo de que desista en su decisión de quitarlo del medio.

— Mírate, a ti también te ha lastimado el muy desgraciado, poco hombre. Déjame que te cure Zara me duele mucho verte así.— Unos luceros corales la miran con añoranza, le cura sus rasguños con paciencia y delicadeza de no hacerle daño, aún así le duele su costado y se queja de ello.

Yassir la lleva hasta el hospital para que le hagan unas pruebas.
Según le informa el médico de guardia todo está bien, no hay nada de qué preocuparse, tan solo debe guardar reposo por su lesión.

A la salida del hospital, Zara le pide que la lleve a su casa, a lo que Yassir se niega.

— Llévame a mi casa, estoy bien. — Protesta ella.

— Está noche vendrás a mi apartamento, después ya veremos.

Yassir la coge en volandas hasta su apartamento donde con cuidado la deja en su cama.
Ambos cruzan una mirada tierna, un aviso de la atracción que sienten uno por el otro.
Sus rostros están muy cerca, sin poder evitarlo mira su boca con el deseo incontrolable de querer apoderarse de sus labios, exprimir su sabor y cruzar la linea del peligro.
Ella cierra lentamente sus ojos esperando con ansias su beso, con su pulgar en su barbilla inclinándose despacio roza ligeramente sus labios para degustar un sabor exquisito del cual esperaba probarlo desde hace tanto tiempo.

Son interrumpidos por el sonido del teléfono.
Yassir maldice y contesta la llamada, se trata de su padre le explica lo sucedido y quedan en verse mañana.
Cuando termina de hablar con su padre vuelve en busca de su Caperucita, pero ella descansa y él se tumba como un lobo tranquilo a su lado.

En mitad de la noche, Ingrid se levanta con miedo, los recuerdos la asustan y busca algunos de sus hermanos. Al no ver a nadie en el salón, lo busca en su habitación, donde con cuidado se asoma y los ve durmiendo abrazados.
Sonríe feliz de verlos así, lo que más desea es que sus hermanos sean felices. Desafortunadamente, su madre no querrá aceptar su relación y tratará de lastimar a Zara.
Pensar en ello la entristece, por ello decide meterse entre los dos y dormir con ellos evitando cualquier mal entendido.

— ¡Qué guapa eres Caperucita! — Susurra medio adormilado Yassir acariciando el rostro de ella.

— ¿Quieres dejarme dormir hermano? — Responde Ingrid dándole la espalda.

— ¡Mierda! ¿Y tú qué haces aquí?

— Pues dormir, tenía pesadillas y vine a buscar a Zara y ... ¿Qué haces tú durmiendo con ella?

— ¡Shuss! Cierra la boca que sube el pan y la vas a despertar. Vamos al salón papá estará por llegar y...ni te se ocurra decirle nada o te quedas sin regalo de navidad.

Ingrid aguanta la risa viendo desaparecer a su hermano, mira a Zara durmiendo y le da un beso en la mejilla arropando la se marcha hacia el baño para cambiarse e ir al salón donde ve a su padre.
Seria camina hacia el sofá donde su padre la espera impaciente.

— Ingrid, anoche me llamaron los padres de Danilo contando lo ocurrido.
¿Se puede saber en qué piensas? Estás mal Ingrid. ¿Cómo pudiste acusar a Danilo de querer serte infiel con una camarera vulgar?

— No es necesario que se refiera a la muchacha de ese modo padre. Danilo es un desgraciado y golpeó a Ingrid. Mire su rostro padre, mire lo que ese desgraciado hizo a mi hermana, ¿Acaso crees en la palabra de ese desgraciado?— La impotencia se mezcla entre dolor y rabia en el pecho de un hombre que ama a su hermana y quiere justicia.

— Él, su padre me dijo...— Titubea Raphael mirando a su hija.

— Ingrid cuenta que ocurrió exactamente. — Le ruega Yassir tomando asiento a su lado.

Ingrid mira hacia el suelo jugando con sus dedos en silencio bajo la atenta mirada de su padre e hermano. Quiere hablar pero no se atreve. Empieza a sollozar tapándose con sus manos la cara.
Yassir trata de calmar su angustia, no es hasta que ve a Zara cuando ambas se sientan juntas cogiéndose sus manos Zara le anima para que cuente la verdad.

— Padre ella es Zara, la amiga  de Ingrid, ella fue testigo de lo que ocurrió y por defender a Ingrid ese desgraciado también la golpeó.
¿Ahora creerá que Danilo está listo para ir a la cárcel?

Raphael mira a la joven enfrente de él atónito, se presenta, agradecido por lo que hizo por su hija.
Zara solo sonríe temiendo de ver a su madre, entonces iba a tener verdaderos problemas.
Ingrid se arma de valor, mira a Zara y después a su hermano para fijar su vista en su padre y contarle todo el daño que le causado Danilo en el tiempo que han mantenido de relación.
Raphael se queda congelado al escuchar entre sollozos a su hija contar lo mal que lo ha pasado por culpa de ese desgraciado.
Yassir no se queda atrás y las ganas de golpearlo se apoderan cada vez más de él.
Raphael toca el hombro de su hijo asegurándole que él mismo se encargará de Danilo y pague de algún modo por lo que ha hecho, si se libra de la justicia, hará lo posible por verlo en la ruina.
Raphael abraza fuerte a su hija disculpándose con ella.
Zara ve la escena y se emociona.

— Quédate conmigo Zara, por favor.  — Ruega Yassir queriendo estar con ella.

— No puedo, quiero irme a mi apartamento. Ustedes tienen cosas de qué hablar y yo debo marcharme.

Yassir se da por vencido y acepta llevarla a su apartamento, sin imaginar las prisa de querer marcharse Zara es por miedo a encontrarse con su madre.
Es lo que último que desea tener un enfriamiento con ella.

Yassir la lleva hasta su apartamento y a pocos metros del edificio ve un auto familiar.
Se trata de Álvaro esperándola.
Yassir frena y se despide de Zara, no desea que Álvaro los vea juntos.
Zara se marcha agradeciéndole como siempre pero en esta ocasión su sonrisa se ha esfumado en el momento que ha visto a su amigo.

Cierra sus ojos un momento notando dentro de su ser celos venenosos que no tardan en hacer efecto volviéndolo más débil por dejar escapar a la mujer que ama.
De nuevo, tiene que sellar sus labios e ignorar su corazón por la amistad que le une con Álvaro.
Comienza a manejar sin rumbo hasta que se cansa de conducir y pensar en Álvaro y Zara y se marcha hacia el hotel donde va directo al bar, el alcohol le curará las heridas internas porque las que se ven, solo él sabe como debe camuflarlas.

Álvaro estaba feliz de ver de nuevo a Zara, al verla no tarda en preocuparse por ella.
Ella solo le dice que fue un tonto percance pero está bien.
Álvaro la acompaña hasta su apartamento donde toma asiento en el sofá hablando con Zara mientras ella prepara algo de picoteo.
Sirve el plato y las bebidas y toma asiento enfrente de él, sonríe forzosamente mientras toma un pequeño de trozo de queso y se lo echa a la boca.
Álvaro la observa en silencio, dándole la impresión de ocurrirle algo.
Toma la iniciativa de sentarse a su lado para atraerla hacia él donde ella deja descansar su cabeza en su hombro respirando pesadamente pensando en su hermana y Yassir.
Más tranquila, Álvaro le propone dar un paseo.
Acepta encantada, aunque siente dolor prefiere fingir estar bien y pasear junto Álvaro.

Caminan por el parque hablando de todo un poco hasta que Zara propone tomar asiento en un banco y comer un sándwich.
A Álvaro no le gusta la comida de calle, por lo que la invita a comer en un restaurante.
En un principio ella no acepta al encontrarse sin demasiado dinero, después de haber mandado todo el dinero a su abuela para que pague la deuda y para sus medicinas y compre comida.
Álvaro insiste y al final ella accede a regañadientes sabiendo que irá a un restaurante caro.
Y tal y como pensó, Álvaro la lleva de vuelta a su entorno, donde él se siente como un pez bajo el agua y ella siente que se axfisia bajo el agua.
Mientras espera una mesa, varias personas se han acercado hasta Álvaro para charlar.
Ella prefiere quedarse en un segundo plano, mira a las mujeres tan elegantes vestidas y bien maquilladas pensando que ella a su lado parece una vagabunda.
Definitivamente se niega de pasar a ese lugar y trata de hacerle una señal Álvaro indicándole de querer irse.
Por supuesto Álvaro no la deja ir, solo le pide unos minutos para terminar de hablar y estará con ella.
Unos minutos que se hacen enternos y agotada decide marcharse de aquel lugar sintiendo cada vez más dolor en su costado.

Se marcha dirección hacia su apartamento, su cuerpo sufre por el dolor, en mitad de la calle debe parar varias veces, no puede continuar más. Decide llamar al doctor Insana, él sabrá que recetarle para el dolor.
Al contarle todo al doctor, éste se ofrece a ir a buscarla.

Al percarse Álvaro que Zara se ha marchado, decide llamarla pero no responde. Supone que estará molesta, sale a la calle para buscarla, y desde lejos ve como Zara se sube a un auto y hay un hombre abriéndole la puerta, lo observa detenidamente antes de subir al auto, y es ahí donde Álvaro acaba reconociendo al dotor Isana, llegando a deducir que se trate de un daddy sugar.
Los sigue, y es cuando se da cuenta de que Zara no es la mujer que él imaginó, si no, porque abraza a ese señor y sube con él muy acaramelados hacia su apartamento en un barrio de lujo.
Sin duda, que equivocado estaba de ella.
Piensa mientras conduce enojado hacia un pub que suele frecuentar para terminar la noche en compañía con una bella dama.

Entre tanto, Zara se queja de dolor, Oriol la examina poniéndole de nuevo un vendaje y dándole un antibiótico para que descanse.
Al final, ha optado por llevarla hasta su apartamento debido a que no sufre heridas de mayor gravedad.
Le prepara una sopa caliente y la lleva hasta la habitación de invitados para que descanse y mañana mismo se la llevará al hospital para hacerle más pruebas si el dolor no cesa.
Mientras ella duerme, Oriol la observa detenidamente, es como si viera el mismo reflejo de su hermano, una pequeña angustia azota su corazón pero a la misma vez está feliz por haber cumplido con la palabra que le prometió a su hermano de encontrar a su hija.
Ahora debe armarse de valor y contarle la verdad, pero...¿Cómo lo puede hacer?

A la mañana siguiente, temprano, Yassir se levanta de su cama con un terrible dolor de cabeza, fue demasiado alcohol el que bebió para tratar de calmar esas emociones que siente por Zara y no perder la amistad de Álvaro.
Se mete en el baño y se ducha para ponerse su traje y empezar a trabajar, el trabajo le mantendrá ocupado no pensará en nada que no sea sacar adelante su empresa.
Al salir de su suite, cruza por la suite de Álvaro donde lo escucha hablar y lo que no es hablar.
Está con ella. Se repite para si mismo apretando sus puños caminando con fuerza sintiendo su pecho alzarse bruscamente y en su corazón azota una tormenta de desilusión por querer y no poder conseguir el amor que de la mujer que lo hace feliz.

Se va directo hacia su oficina donde se sirve un café y su secretaria le trae algo para desayunar.
Comienza con el trabajo, incapaz de concentrarse, intenta desviar su mente. Llama a su hermana para saber cómo se encuentra, al parecer su madre no ha regresado de viaje y no sabe nada y su padre sigue con la idea de divorciarse de ella, y ahora su hermana ha terminado por fin con ese desgraciado.
De ese también se va ocupar.
De momento va quitarlo de la sociedad y lo segundo será llevarlo a la ruina, para ponerlo ante un juez.
Eso le dolerá más que pagar una fianza y seguir con su vida como si tal cosa.

Alrededor del medio día, Álvaro pasa a su oficina muy sonriente, relajado se sienta en la silla poniendo su tobillo encima de su pierna.
Yassir lo mira oprimiendo sus sentimientos, lo abraza con amistad, sin rencor y con afecto.

— Vaya, te veo muy feliz esta mañana.

— Para no estarlo después de la noche que he tenido de sexo. — Álvaro se expresa alegremente de lo bien que lo ha pasado con su amiga, mientras Yassir aprieta con fuerza el bolígrafo percibiendo numerables celos recorrer su cuerpo.
Aún así, camufla su mal estar y con esa actitud vacilante y graciosa, sigue hablando creyendo que es de Zara a quien se refiere Álvaro.

Después de horas en el hospital haciéndome pruebas, y determinar que todo está bien, Zara sale a comer con Oriol.
Después de haberle dado tantas vueltas, ha decidido contarle la verdad.
Lo primero que ha hecho es comprarle ropa y algún utensilio para mujeres, así de ese modo comenzará a contarle lo sucedido sin pretender llegar a crear malos entendidos.
Una vez cambiada, ahora luciendo más elegante y con su pelo liso y sedoso marchan hacia el restaurante donde coinciden con Álvaro y Yassir.

Nada más verlos, Álvaro clava su mirada oscura en Zara y Yassir lo imita.
Ambos sienten los mismos celos de ver tan elegante y guapa a Zara, al mismo tiempo que la envidia les echa un pulso para ver cuanto tiempo tardan en calmar su inquietud de ver a la mujer que ama con otro hombre.

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