EFECTO PÚRPURA [KOOKV] En Emi...

By tanniekook26

14.2K 1.8K 606

❝Jeon es la Mafia pero, Kim Taehyung el poder.❞ O donde Jungkook hará lo que sea por ese pequeño de tan aluci... More

¡ADVERTENCIAS!
Capítulo 2💜
Capítulo 3💜
Capítulo 4💜
Capítulo 5💜
Capítulo 6💜
Capítulo 7💜
Capítulo 8💜
Capítulo 9💜

Capítulo 1💜

2.1K 215 51
By tanniekook26


[Reescribiendo historia.]

🌼

La noche era fría y bastante oscura en comparación a otros días. La densa niebla comenzaba a invadir gran parte del solitario camino. Taehyung caminaba a paso apresurado, mientras frotaba sus manos entre sí.

— ¡Agh! ¡Necesito llegar a casa, ya!— chilló con cansancio.

Luego de su larga jornada de trabajo, el menor terminó tan exhausto, qué solo quería llegar con urgencia a su casa, darle un beso a su madre e irse a descansar.

Kim Taehyung, un chico alegre, tierno y bastante trabajador; de sonrisa encantadora, una sedosa cabellera rubia y además, poseedor de un color de ojos bastante inusuales. El color púrpura le daba ese toque irreal al bello rostro de Kim, sin embargo, la mayoría de las personas que conocían ese dato, lo denominaban como raro.

Pero... ¿por qué te llamarían raro, por algo que te hace diferente a el montón?

Taehyung no lo sabía, pero sí de algo estaba seguro, era que por ese pequeño "defecto", según él, no podía tener una vida normal.

Kim Jong-Dae y Kim Yong-sun. Ellos fueron la única fuerza que Taehyung necesitó para sobrellevar su rara condición. Sus padres lo apoyaron en todo momento, incluso cuando les platicó su loca idea de ocultar el color de sus ojos, usando lentillas de contacto.

En un principio, la señora Kim se negó ante la ocurrencia de su hijo, sin embargo, no pudo contradecirlo cuando éste le contó que en su Universidad, varios de sus compañeros se burlaban de él, llamándolo:"fenómeno".

Para buena suerte de Taehyung, se mudaron a Busan. Abandonaron Seúl por desicion del señor Kim, quien por cierto, jamás explicó la razón de ello; un día simplemente llegó y dijo: "nos tenemos que ir, la familia corre peligro en éste lugar". Yong-sun no cuestionó absolutamente nada y Taehyung mucho menos; para él fue lo mejor que le pudo haber pasado. Por fin dejaría de ver a esos idiotas que tenía por compañeros.

En Busan, Yong-sun y su esposo consiguieron un buen trabajo, mientras que Taehyung encontró la Universidad de sus sueños. El lugar perfecto para iniciar una nueva vida.

Todo marchó muy bien, sin embargo, el señor Kim murió dos meses después de su llegada a Busan. Las causas de su muerte, fueron meramente extrañas. La señora Kim, jamás habló respecto al tema. Todo en cuanto al caso, era un completo misterio; uno del que por supuesto Taehyung no se atrevió a indagar.

Desde ese fatídico día, Yong-sun enfermó gravemente. Taehyung tuvo que abandonar la Universidad, para poder buscar un trabajo que le permitiera ayudar a su madre.

🐻

— ¡Agh! Que frío hace.
¡Dios, me voy a congelar!— exclamó el menor.

Éste se encontraba parado frente a la puerta de su casa, hurgando entre su mochila, en busca de su juego de llaves para poder ingresar a su casa.

— ¡Lo encontré!— celebró con una tierna sonrisa en los labios. Enseguida introdujo la llave a la cerradura y en cuanto la puerta se abrió, ingresó a toda prisa.

— ¡Estoy en casa!— anunció alzando un poco la voz, mientras se iba adentrando a la sala.

—¡Osito!

Una sonriente Yongsun, apareció trás el umbral de la cocina. Taehyung sonrió al verla y se apresuró a acercarse. En cuanto lo hizo, plantó un casto beso sobre su mejilla.

— Mami, deberías estar en la cama, ¿que haces aún despierta?— regañó en tono suave.

— Estaba esperándote, mi osito de miel.
¿Como estuvo tu día? ¿Te alimentaste bien?— interrogó la mayor, ignorando el pequeño regaño por parte de su hijo.

El menor se dió por vencido, sabía que su madre era tan terca de cuanto su salud se trataba. Ella prefería esperarlo, así fuera media noche.

Con un corto suspiro, Taehyung guió a su madre hasta el sillón. Acto seguido, se acurrucaron juntos, mientras sonreían ampliamente.

— Mi día estuvo bien, mami. Jin Hyung preparó Kimchi y estaba tan delicioso que terminé pidiéndole dos porciones más.— contó entre risitas.

— Deberías invitar a tu primo a la casa, bebé. Hace mucho que no lo veo y lo extraño— Taehyung asintió con ligereza y la mayor continuó— ¡Es más! Dile que venga mañana, prepararé un delicioso bibimbap para cenar los tres juntos.

— Esta bien, mami. Se lo diré mañana.
Ahora iré a quitarme las lentillas, porque quiero dormir, muero de sueño.—bostezó y talló sus ojitos con pesar.

— Osito, ¿por qué sigues utilizando eso?— regañó.— Ya te dije que puedes lastimar tus hermosos ojitos, mi amor.

— Mamá, ya lo hemos hablado... El color de mis ojos, son muy poco comúnes por no decir raros.— espectó con tristeza— Además, todos se alejan de mí. Nadie me quiere... Todos dicen que soy un fenómeno— finalizó al borde de las lágrimas.

— ¡Ah, no! Alto ahí, Kim Taehyung.
¿Cuantas veces te he dicho que el color de tus ojos, son hermosos y únicos?— cuestionó la mayor. No hubo respuesta.

— Mi amor, tu eres hermoso. No hagas caso a lo que la gente diga. Esas personas son gente sin atención y que además, no se aceptan ni a sí mismas. Es verdad que el color púrpura de tus ojos son poco comúnes, pero... ¿Sabes una cosa?
Eso te hace único y la persona que te quiera, te aceptará sin condiciones y conociendo todo de tí. Así que no vuelvas a repetir frente a mi presencia, que el color de tus ojos son raros.
¿Oíste, bebé?

Taehyung era un mar de lágrimas, las palabras de su madre, golpearon fuertemente su corazoncito. La amaba demasiado... Amaba demasiado a su madre, que no se imaginaba una vida sin ella. Porque ella era el motivo de levantarse día a día.

— Entendido, mami. Gracias por tus sabias palabras, te amo.— finalizó plantando un casto beso en la mejilla de su madre.

Y con unas enormes sonrisas en sus rostros, madre e hijo subieron a sus respectivas habitaciones, dispuestos a descansar.


Yeongnam- Daegu.

Mansión Min.

— ¿Ahora sí vas a hablar, hijo de perra.— una ronca y potente voz, resonó en aquellas amplias paredes de la desconocida habitación.

— ¿Vas a decirnos quien jodidos te envió a espiarnos o prefieres que mis hombres lo hagan?— preguntó a la par de una siniestrada sonrisa.

El desconocido lo miró asustado, sin embargo, no cedió ante la advertencia. Por consiguiente, el hombre le hizo una seña a uno de sus tantos hombres ahí presentes y uno de ellos asintió, ya sabiendo lo que tenía que hacer.

Enseguida, una lluvia de golpes sorprendieron al asustado rehén, quien únicamente gritaba por que se detuvieran. Aquello solo ocasionó que la risa de su captor que lo observaba, sentado desde aquel lujoso sillón, aumentara.

El misterioso hombre sostenía una copa de Whisky en sus manos y estaba acompañado por dos aludidos más. Ambos parecidos a él-de aspecto rudo- Uno de ellos era alto, de piel morena y tenía un cigarrillo en la boca.

Mientras que el otro, tenía tatuajes en los brazos y cuello; su piel era sumamente pálida.

Ambos daban escalofríos de solo verlos, sin embargo, aquel hombre sentado en el sillón, se llevaba todos los créditos. Ese hombre realmente era el diablo en persona, con una mirada fría y calculadora, tenía el brazo derecho repleto de tatuajes, cabello negro como la noche y esos piercing en su ceja y labios, le terminaban por dar un toque dominante en todo el sentido de la palabra.

El hombre que ahora, yacía en el suelo con la nariz rota a causa de los golpes que se le fueron propinados, vió como aquel azabache de mirada intimidante se iba acercando hasta él, con una navaja en sus manos.

— Entonces vas a hablar por las buenas o...— hizo una pequeña pausa, mientras pasaba aquella filosa navaja en el cuello del asustado hombre- por las malas.— finalizó con una media sonrisa.

El hombre sólo atinó a tragar duro. Sabía que si no hablaba ahora, sería su fin.

— Esta bien, señor.— cedió finalmente— Le diré quien me envió, pero por favor... No me mate, tengo una familia que espera por mi. Se lo ruego, señor.— Suplicó a los pies del azabache.

Sin embargo, éste no parecía ni tantito conmovido. Todo lo contrario.

Fuertes carcajadas eran lo que resonaban en esas cuatro paredes. Aquel azabache se reía como un jodido maniático, a la par de sus dos amigos.

Parecía como sí les hubieran contado el mejor chiste del mundo.

Luego de unos segundos, el tatuado recobró la compostura y se puso de cuclillas a la par del desafortunado hombre.

— ¿Acaso sabes, quien jodidos soy?
Tengo que hacertelo saber, ¿eh?— cuestionó con diversión.— Soy Jeon Jungkook, amo y señor de todo Asia y tú maldito bastardo, vas a aprender a respetarme.
¡Dime de una maldita vez, quien coño te envió a espiarme!

El hombre observó con sorpresa al tatuado, mientras éste le apuntaba con su Beretta 92, dispuesto a volarle la cabeza.

— ¿J-jeon?— pronunció apenas audible.

Sabia perfectamente quien era ese hombre, con lo que no contaba era que Hyung sik le había tendido una trampa. Le mintió diciéndole que tenía que espiar y pasarle información de uno de sus tantos enemigos; y jodida mierda ese enemigo era nada más y nada menos que Jeon Jungkook, Dueño y señor de todo el continente asiático. Ahora entendía todo, cuando Hyung sik lo buscó para requerir de sus servicios no le mencionó el nombre de su enemigo, solo le dió la ubicación de la mansión Jeon para que pudiera infiltrarse y luego pudiera conseguir cualquier tipo de información. Claro, ahora también entendía el porqué ninguno de los empleados de Jeon habló jamás de él, su identidad siempre fue un completo anonimato.

Sin quedarle más opciones, se dispuso a confesarle toda la verdad a Jeon. De todas formas sabía que iba a morir.

— H-hyung sik...Fue Hyung sik. É-él me envió.— confesó con evidente terror.

La mirada de Jeon se oscureció de la manera más inhumana posible, su cerebro comenzó a maquinar millones de escenarios y ninguno de ellos eran algo sanos.

— Park Hyung sik... Estás jodido, maldito bastardo.— murmuró con una tétrica sonrisa en sus labios. Acto seguido, sujetó el cuello del asustado hombre, mientras éste sollozaba suplicando por su vida.

— No te preocupes, Mingyu. Serás recompensado por haber cooperado conmigo...

— Y-yo... ¿C-como s-sabe mi nombre?— el contrario preguntó un tanto sorprendido.

Jungkook rió divertido.

— Recuerda que soy el mismísimo diablo... Estoy enterado de absolutamente todo. Cualquier información que quiero, la obtengo sin ningún problema, porque tengo a los mejores trabajando conmigo.
¿Por qué crees que estás aquí?— cuestionó.

— Si usted es tan poderoso como dice, ¿por qué no sabía lo de Hyung sik?— contraatacó. Mingyu no supo en que momento, su boca se abrió por sí sola, escupiendo esas palabras. Se arrepintió. Ver el rostro sombrío de Jeon Jungkook, le erizó la piel por completo. Era un hombre muerto.

Jeon lo mataría sí o sí.

— Y-yo...

— ¿Te atreves a desafiarme? ¡¿A mi?!— gritó colérico.

— N-no, yo-

— Cierra la maldita boca, bastardo.— Y sin ninguna pizca de piedad, Jungkook jaló del gatillo, perforando la pierna derecha de Mingyu. El aludido soltó un gutural grito desgarrador, mientras se retorcia sobre la sucia superficie. Pronto, la sangre comenzó a salir desmedidamente, creando un enorme charco sobre los pies de Jeon. Las suelas de sus costosos zapatos, se tintaron del rojizo color. Sonrió satisfecho.— ¡Soobin!— llamó a su hombre de confianza y le dedicó una mirada severa.— Ya sabes que hacer con él.

El mencionado asintió de inmediato y se aproximó al asustado Mingyu. Enseguida comenzó a propinarle varios golpes, tal como lo había hecho en un principio.

Mientras tanto, Jungkook se retiró de la habitación, con una sonrisa adornando su rostro. Una sonrisa que nadie podía descifrar con exactitud.

Cuando ya no hubo rastro de él, el hombre de piel sumamente pálida, ordenó que se llevarán a mingyu a su bodega secreta; lo que le harían después, ya era bien sabido por todos.





Jeon Jungkook.

El Clan Jeon ha existido por tres generaciones.

El fundador de dicho Clan fue Jeon Min joon, el primer líder que tuvo el mando por casí treinta años. La llegada de su hijo, Jeon Yunho cambió absolutamente todo.

Cuando Yunho cumplió la mayoría de edad, recibió el mandato y desde entonces, gobernó junto a su esposa Somin.

Yunho expandió muy rápido el negocio familiar, el apellido Jeon se hizó mundialmente conocido; tanto fue su éxito que incluso los más poderosos e importantes Clanes como: Japón, China, Rusia e Italia, ofrecieron crear una alianza que les permitiera crecer sus legados.

Por supuesto que la propuesta fue aceptada. Jeon confió en que esa era la mejor manera de sobresalir y ser el mejor Clan de todo el continente asiático. Además, el tener el respaldo de esos grandes Clanes, le garantizaba un seguro de vida, por lo tanto su tranquilidad y seguridad de su familia estaban, digamos que a salvo.

Dos años más tarde, luego de que Yunho asumiera el liderazgo, su esposa Somin le dió una noticia que cambió sus vidas para siempre.

Estaba embarazada.

El tercer sucesor estaba en camino para liderar una nueva generación de la familia Jeon. La noticia fue bien recibida por todos, que incluso celebraron con un gran banquete.

Nueve meses depués, nació el pequeño Jungkook. En un principio era un niño alegre y risueño que disfrutaba de la compañía de sus padres; también amaba la música y el arte.

Los señores Jeon apoyaron los gustos de su hijo desde un principio, incluso Yunho aceptó cuando su pequeño le contó que no le interesaba ser el sucesor del clan; le dijo que no había ningún problema, él podía seguir con el cargo y el negocio.

Sin embargo, Jungkook tuvo un cambio repentino.

🩸


— Jungkookie, ¿como te fue en la escuela, mi amor?— preguntó una sonriente Somin. No obstante, su sonrisa se borró en cuanto se dió cuenta de que su hijo venía con un semblante, bastante triste.

— Bebé, ¿esta todo bien?— indagó de nueva cuenta. Jungkook le dió una mirada triste y vacía; sus ojos no poseían aquel característico brillo de siempre.

— Estoy bien, madre. Por favor, no vuelvas a llamarme bebé nunca más. ¡Ya tengo 15 años!— expresó un poco exaltado.

Somin estaba bastante sorprendida, su hijo le acababa de alzar la voz y no entendía el porqué. Sin embargo, optó por acercarse hasta éste y abrazarlo con todas sus fuerzas, como si quisiera protegerlo de lo que sea que estubiera pasando. Conocía perfectamente a su hijo y sabía que él no tenía ese tipo de comportamiento.

En cuanto Jungkook sintió el cálido abrazo de su madre, soltó por fin todo ese llanto retenido, desahogándose con libertad y sin ser juzgado por nadie.
Entre lágrimas, le contó a su madre que en su escuela había un grupo de compañeros unos años mayor que él, que se la pasaban molestandolo todo el tiempo; haciéndole daño, tanto física como verbalmente.

Ante la confesión, Somin quiso ir a golpear a esos tipos que se atrevieron a lastimar a su bebé, sin embargo, Jungkook se negó rotundamente y por el contrario le rogó a su padre para que le enseñara técnicas de defensa personal, también a manejar armas y aprender todo sobre el negocio.

En un principio, el señor Jeon se negó a la idea porque no quería que su hijo dejara de lado sus sueños. No obstante, Jungkook estaba tan firme con su desicion que al final, Yunho no pudo negarse más.

Un año.

Bastó un año para que Jungkook aprendiera de todo. A sus dieciséis años, sabía todo tipo de técnicas de combate; incluso estaba clasificado como cinta negra en taekwondo.

Manejaba cualquier tipo de arma y conocía todo tipo de actividades intrusivas vinculadas a la explotación de un sistema informático o una red privada sin acceso autorizado; en resumidas palabras, era un jodido hacker.

De igual forma, Jungkook se centraba en ayudar a su padre con sus enemigos. Él se encargaba de torturarlos hasta sentirse satisfecho. Digamos que desquitaba, toda la ira acumulada que guardó durante mucho tiempo.

Tres años más tarde, Jungkook cumplió su mayoría de edad, por lo tanto le dijo a su padre que él podía hacerse cargo del negocio. Yunho accedió al ver las tremendas habilidades que su hijo desarrolló en los últimos años.

En cuanto Jungkook recibió el mando, su primera misión fue ir a buscar a ese grupo de bastardos que le hicieron la vida imposible en sus días de escuela. Los asesinó uno por uno; disfrutó torturarlos de las maneras más dolorosas posibles y no conforme con ello, los cortó en pedazos para después dárselos de comer a sus preciadas mascotas, una jauría de Rottweiler.

Jungkook se sintió tan satisfecho con su venganza. Disfrutó tanto del sufrimiento que les causó, así como ellos lo hicieron en el pasado con él.

Jeon Jungkook no sólo se convirtió en el hombre más temido y respetado por todo Asia, más bien se transformó en el verdadero Rey de las tinieblas. El sobrenombre de "el Demonio de Busan" le hacía justicia, porque literalmente era eso, un verdadero demonio que no se detenía por nada ni ante nadie.


🐰



— Relájate, Jeon.— ánimo Namjoon en cuanto vió el rostro de seriedad de su amigo— Tus hombres y los de Yoongi, se harán cargo de ese imbécil.

Kim Namjoon, mejor amigo y mano derecha de Jungkook. La amistad que los unía, dió inicio desde que ambos tenían cinco y seis añitos respectivamente. La familia Kim y Jeon eran bastante cercanas, apesar de no ser de la misma condición social. Namjoon y sus padres demostraron ser personas leales y muy trabajadoras, de ese modo se ganaron el respeto y la confianza de los Jeon.

— Lo sé, Nam. Bien sabes que eso no me preocupa.

— ¿Entonces?

— Estoy molesto. Jodidamente molesto, por no poder ir en éste instante y matar al imbécil de Park.

Namjoon le dió una mirada sería y Jungkook negó es respuesta.

— Lo sé. Sé que tengo que contenerme.
Lo mío no es matar por impulso.

— Así es, Kook. Tranquilo que se te ocurrirá el plan perfecto, para hacerlo caer.— apoyo el mayor.

— Ese bastardo va suplicar por su patética vida. Tenlo por seguro, Nam.— soltó sin ningún tipo de consideración. Nadie le causaba problemas al gran Jeon Jungkook, sin salir bien librado.

— Ese sí es el Jungkook que conozco.— intervino ésta vez Min, quien durante todo éste tiempo se había mantenido en silencio, únicamente bebiendo de su costosa bebida.

Min Yoongi, Jefe en todo Daegu; apodado como AgustD y socio de Jungkook. Más que socios eran buenos amigos. Min tenía como esposo a Park Jimin, hijo heredero de la familia Park, unos políticos muy importantes en Seúl. Ellos se conocieron en una de las tantas reuniones que organizaba Jungkook; digamos que gracias a él, Yoongi conoció al amor de su vida y terminó enamorándose perdidamente de el.

Al cabo de unos meses, Min anunció su compromiso con Park y dos meses más tarde, contrajeron matrimonio. El motivo de su union fue meramente amorosa, sin embargo a Yoongi también le benefició en su parte laboral debido a que creó lazos con sus suegros, los políticos más importantes de Seúl; lo cuál significaba tener el control total de esa ciudad. En resumidas palabras, Min obtuvo premio doble.

— Por supuesto, Min.— fue la respuesta que obtuvo el pálido, antes de que Jeon se encaminara hacía el despacho de éste.

Namjoon inmediatamente le siguió el paso, mientras Yoongi imitaba la acción.






El trío de amigos se encontraban conversando sobre temas de negocios, mientras disfrutaban de sus costosas bebidas. No obstante, una suave y delicada voz irrumpió el ameno ambiente.

— ¿Yoonie? ¿Que sucede?
Escuché muchos ruidos en el jardín trasero, ¿sucedió algo?— preguntó un hermoso pelirosa de mejillas regordetas.

— ¡Mi amor!— un sorprendido Yoongi, corrió hasta la par de su esposo— No es nada, cariño. Es un asunto de trabajo, está todo bajo control, no te preocupes.

El bajito abultó tiernamente sus labios y Min sintió derretirse.

-— Vuelve a la cama, mi amor. Enseguida voy contigo.— susurró con voz melosa.

— Está bien, pero no tardes. Recuerda que no puedo dormir, si no estás a mi lado, Yoonie.— pronunció aún con su adorable puchero. El corazón de Min se sintió tan cálido, que no pudo resistirse más y enrolló sus tatuados brazos sobre la cintura de su esposo.

— Como mi bebé ordene. Ahorita mismo me despido de Jungkook y Namjoon para ir contigo.— dijo sonriente.

El pelirosa giró a ver rápidamente a los mencionados. Éstos los veían bastante incómodos.

— Oh... ¡Jungkook, Namjoon Hyung! Que sorpresa. Disculpen, no me di cuenta de su presencia.— explicó el menor un tanto avergonzado.

Namjoon, quien se encontraba con una mueca de asco, fue el primero en saludar.

— Vaya, Minnie. Hasta que te das cuenta que existimos.— dijo con notable sarcasmo. Yoongi atinó a reír y el pelirosa se avergonzó aún más.

El rostro de Jeon, también denotaba asco. Asco por las muestras de cariño por parte de los esposos. No podía creer que su amigo, el gran Min Yoongi aka AgustD, se comportara como un jodido adolescente e hiciera esas ridiculeces de amor en público.

— Mierda, Min. Me das miedo.— dijo viéndolo con desaprobación— Yo jamás estaría así como tú.

Yoongi sonrió de medio lado.

— Nunca digas nunca, Jeon.— advirtió— Estoy seguro de que algún día conocerás a alguien que sacará tú lado más cursi que intentas ocultar.
Te juro que cuando eso pase, ahí estaré yo para reírme en tu horrible cara.

Namjoon se echó a reír como loco, mientras Jungkook lo fulminaba con la mirada.

— Jamás, Min. El amor no está hecho para alguien como yo.— respondió seco, con frialdad.

— Oh, Vamos Jungkook... Sabes que solo bromeo. Sé muy bien que el Demonio de Busan, no se interesaría en nadie.
Aunque la verdad, no te vendría mal conocer a alguien...— eso último lo susurró para no ser escuchado por el tatuado.

— Bien, nosotros nos retiramos.— dijo refiriéndose a Namjoon— El Jet privado va despegar en unos minutos. Busan nos espera.

— Entonces los veo la próxima semana. Recuerden que las puertas de mi mansión estarán abiertas para ustedes.— dijo nuevamente Min. Acto seguido, se despidieron con un apretón de manos.

— Hasta entonces, querido socio.

Yoongi soltó una fuerte carcajada en cuánto vió a Jungkook rodar los ojos y salir de aquella mansión, no sin antes jalar a Namjoon consigo. Éste sólo atinaba a gritar un "adiós" al matrimonio Min.

15 minutos después, el Jet privado de Jeon finalmente despegó rumbo a Busan.

Jungkook no tenía ni idea, de que su vida estaba a punto de cambiar.

♥︎

- tanniekook26.🐇

Continue Reading

You'll Also Like

265K 10.8K 24
Te gusta el peligro y tus gustos en la cama son bastante particulares. Con solo ver a Dabi te pone bastante y por eso decides enfrentarlo para saber...
6.2K 1K 9
Taehyung es un cirujano cardiotorácico en el Asan Medical Center en Seúl, ha pasado la mitad de su vida estudiando y la otra mitad realizando cirugía...
1.5M 138K 66
•♡• Donde Taehyung está enamorado de su mejor amigo, Jeon Jungkook, pero este no lo sabe. - ¿cómo debo reaccionar al verlos dándose cariño?...¿cómo...
202K 11.4K 19
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...