❛❛ ¡ KONNICHIWA ! AH, ¿ NO ES JAPONÉS ? ❜❜
CAPÍTULO XVIII. — "KUNG FOOD"
temporada 1, capítulo 14.
Mintió.
Seguía sin superar a Chat Noir.Para el colmo, recientemente unos sentimientos empezaban a brotar hacia su compañero y amigo, Adrien Agreste.
Intentaría mantener esos sentimientos a flote, cuidar que no se conviertan en algo mucho más duro de lidiar, no quería tener dificultades en su vida amorosa, pero eso parecía ser difícil en estos momentos.
Sus ojos violetas se pasearon por el curpo de Chat Noir, notando la pequeña cintura con la que el gato contaba, sus ojos esmeralda y sus labios rosas carnosos.
—¡Agh! ¡Estúpido Chat y su estúpida atractiva cara!— Deveraux dejó soltar un gruñido, alejándose de la imágen que estaba mostrando su computadora, para así tirarse a la cama y ahogar sus gritos en la almohada.
—Humph, ya decía yo que no ibas a salir muy fácil de ese hoyo, te falta experiencia, niño—. Habló Noxxy con la boca llena, mientras tragaba más de un croissant a la vez.
—¿Y tú qué sabes de amor? Eres un simple kwami—. Se quejó Deveraux, su voz era ahogada por la almohada que mantenía en su cara.
—¡Oye! ¡Más respeto! Soy una deidad, ¿entiendes? ¡Y sé mucho sobre amor! Para tu información, he estado en relaciones amorosas con más de un kwami, obvio yo fui quien los cortó, nadie me puede cortar a mi—. Comentó con indignación el guepardo, lanzándole un pedazo de croissant al pelirrojo para que éste se queje de dolor y voltee a verlo con escepticismo.
—¿Kwamis? Si, claro—. Deveraux bufó con burla, pero trás unos segundos se puso a analizar a Noxxy, —¿...Hablas en serio?— Preguntó con cautela.
—¡Claro que hablo en serio! Deberías saber que yo nunca, jamás he mentido, de hecho soy el kwami más confiable que puedes haber tenido, incluso más confiable que la loca de Tikki—. Noxxy alardeo con egocentrismo, cerrando los ojos en signo de confianza ante sus palabras.
Ante esto, Deveraux aprovechó para bombardear al guepardo de preguntas.
—¿Tikki?— Cuestionó con confusión, ladeando la cabeza en signo de pregunta.
—El kwami de la creación, es decir, Ladybug— Replicó el guepardo, acercándose a la bandeja de los croissants para tomar otro.
—¿Con quién has salido?— Preguntó el pelirrojo, interesado aún más por la vida del otro.
—Je, pues puedo decirte con confianza que mis amorios han sido Sass, Plagg, Trixx, Orikko, y eh... ¡Pollen!— Ante los nombres que no eran familiares, Deveraux frunció el ceño, intentando averiguar de quien provenían.
—Son los kwamis de la repetición, destrucción, ilusión, pretensión y la acción—. Añadió con la boca llena el guepardo.
—Destrucción...— Deveraux se mantuvo unos segundos pensando, —¡Espera! ¿¡Has salido con Chat Noir!?— Preguntó exaltado, saltando de su posición en la cama para levantarse e ir hacia el guepardo.
Deveraux tomó bruscamente el croissant de las manos del kwami, alejandolo de su alcance, —Exijo respuestas. Ahora—. Habló con firmeza, amenazando con comerse el croissant si no las obtenía.
—Pero- ¡Ey! ¡Simplemente salí con la sucia rata de su kwami! Y puedo decirte que no fue para nada una experiencia encantadora, ¡esa zarigüeya me cambio por la loca de Tikki cuando vió la oportunidad!— Exclamó con enojo el kwami, dando patadas al aire al recordar los momentos desagradables por los que pasó.
—Huh... ¡malditos gatos negros! Todos son iguales...— Murmuro Deveraux con un puchero y bajos ánimos, otorgándole el croissant a Noxxy de vuelta.
Antes de que alguno pudiera hacer otro comentario denigrante hacia el felino negro, la puerta de la habitación fue abierta sin previo aviso, provocando que un Noxxy con la boca llena mire directamente a los ojos violetas de Lorien sin una pizca de vergüenza.
—Eres todo un comelon, ¿te lo han dicho?— Habló con una leve sonrisa la pelirroja, cerrando la puerta detrás de ella.
—¡Un cuerpo trabajador como el mío necesita bastante comida!— Replicó con indignación el guepardo.
Lorien simplemente negó con una sonrisa en la cara, acercándose a Deveraux para arreglar su cabellera.
—¿Todo listo, hijo mío?— Preguntó con suavidad, dándole una sonrisa con los ojos achinados a Deveraux.
Deveraux suspiro, volteando a ver a otro lado, —¿De verdad tengo que hacer esto? — Cuestionó con un puchero en sus labios.
—Por supuesto que si, tenemos que estar en buenos términos con otras familias. Ya lo sabes—. Habló con delicadeza la más baja, dándole leves golpecitos a los hombros del teñido.
Suspiro una vez más, pero se digno a mostrarle una leve sonrisa a su madre, sabía que ella no merecía verlo con los ánimos abajo.
Repentinamente, a su madre se le ocurrió una idea, provocando que sus labios formen una sonrisa maliciosa.
—O... tal vez podrías ir como Guépard Rouge—. Sugirió la pelirroja con una sonrisa complaciente.
Deveraux se extasió al instante, —¿¡De verdad!?— preguntó dando saltitos en su lugar.
Lorien asintió con una sonrisa, poniendo la mano en señal de que pare, ella habló, —Pero no ahora, tienen que verme ir contigo para que salga bien, ¿entiendes?
—¡Si! ¡Obvio!
Ante la respuesta afirmativa del pelirrojo, su madre asintió satisfecha.
—Arreglate ese collar, venga, llegaremos tarde—. Y sin más se fue de la habitación, presuntamente yéndose a la limusina para ahí esperar a su hijo.
Deveraux suspiro con alivio, con suerte no tendría que lidiar con Chloé, preferiría evitarla desde su último encuentro con ella.
Se miró al espejo y acomodando su corbata, se dirigió a la entrada en donde se encontraba su madre y el chófer de la limusina esperándolo.
Saludando cordialmente, Deveraux se subió al coche junto a su madre, ambos pasando el tiempo en un silencio cómodo mientras esperaban llegar a su destino.
Al llegar, el par de pelirrojos se encontraron con múltiples reporteros en la entrada del Le Grand Paris, siendo éstos alejados de la entrada debido a algunas vallas de metal colocadas por seguridad.
Los Alarie bajaron de la limusina, siendo rápidamente cegados por los flash de las cámaras.
—¿Es verdad lo que dicen sobre su enfermedad?— Inquirió una voz desconocida, la cual rápidamente fue callada debido a los guardaespaldas haciendo su trabajo y bloqueando a los reporteros de la vista de su madre.
Deveraux miró a su madre con el ceño frunciendo, intentando comunicarse con la mirada con ella, pero la pelirroja no le prestó atención.
S
aludó cordialmente a los reporteros, sin embargo no respondió ni una pregunta, orando en que una sonrisa fuera suficiente para que ellos quedaran satisfechos.
Una vez habían entrado al hotel, Deveraux se apresuró a preguntarle a su madre, —¿De qué enfermedad hablaban?— Cuestionó con preocupación, esperando que no fuese lo que su mente estaba imaginando.
Lorien volteó a mirar a Deveraux algo sorprendida por la repentina pregunta, otorgándole una leve sonrisa que hizo poco por alivar la angustia del otro, —No te preocupes por ello, no es nada—. Habló con delicadeza, pero con una firmeza que le hacía saber que no cuestionara más sobre ello.
Se quedó con un sabor agrio en su pecho, pero decidió dejar el tema, si su madre no quería hablar de ello ahora, entonces lo haría más tarde.
Ambos se montaron en el elevador, presionando el botón al piso en donde quedaba la competencia.
—Esta será tu parada, siéntete libre de unirtenos cuando estés listo—. Habló con una sonrisa Lorien, cambiando de piso y yendo al indicado.
Deveraux se dió la media vuelta, empezando a caminar por el pasillo y buscando una sala vacía.
Mientras iba explorando, logró escuchar una voz femenina quejarse consigo misma.
—¡Ugh! ¿Quién se creé qué es? ¡Juro que me las pagarás, Marinette!— Gruño con angustia la voz.
Al reconocer de quien venía voz, Deveraux intentó rápidamente buscar un escondite, estaba a punto de entrar a una habitación, pero Chloé lo detuvo con una voz comandante.
—¡Ey! ¿Qué se te perdió?— Ordenó respuestas, poniéndose en la mira de Deveraux al instante.
—Ah... nada, simplemente, creí que alguien me llamaba—. Respondió con una sonrisa nerviosa Deveraux.
Chloé optó por mirarlo acusadoramente, frunciendo el ceño y pasando su mirada por el cuerpo del pelirrojo.
—¿Es lo mejor que pudiste hacer?— Preguntó con su clásico tono condescendiente, alzando la ceja con una mueca de disgusto.
Deveraux se sintió aturdido a sus palabras, ahora él pasando su mirada por el cuerpo de la contrario y ver que ella estaba usando su atuendo de siempre.
—Pero...— Se preparó para soltar su comentario, —Tú estás usando lo mismo de siempre—. Comentó señalando el atuendo de la contraria.
Chloé dejó soltar un jadeo ofendido, —¿Y? Me sigo viendo genial—. Dijo, restándole importancia y echando su coleta para atrás.
Deveraux la miró con una mirada poco impresionada, —Por supuesto—. decidió estar de acuerdo con ella.
—A todo ello... ¿qué hizo Marinette?— Preguntó con genuina curiosidad el pelirrojo, esperando que Chloé le diera la información.
—¡Agh! Esa tonta me dijo, "¿Ah, sí? Pues no necesita tu voto para ganar, hay otros jueces con un mejor gusto que el tuyo. Ay, qué tonta, no tienes ningún gusto. Mira lo que traes puesto." ¿¡Puedes creerlo!?— Habló Chloé con indignación, repitiendo lo que le dijo Marinette en una voz más aguda que la suya.
Deveraux abrió los ojos de par en par, no sabía que Marinette tenía ese tipo de coraje como para decir algo así.
—Pues tal vez se ha pasado un poco...— Dijo Deveraux con algo de preocupación, viendo como a Chloé le había afectado genuinamente ese comentario
Esta respuesta parece haber convencido a Chloé, ya que asintió satisfecha, —Sabía que entenderías, pero ya vera, se arrepentira de haberme hablado así. Ahorrame las molestias y no vengas, sería mala reputación que me vean con alguien como tú—. Y sin más, la rubia desapareció de la vista de Deveraux, sus zapatillas haciendo eco por el pasillo desolado.
—Auch...— Murmuró con algo de cansancio el pelirrojo, entrando a la habitación vacía de antes.
—Ugh, esa niña me sigue sacando de quicio—. Habló Noxxy en el momento que Deveraux cerró la puerta trás él.
—Ya... a veces parece que se va portar bien y termina siendo todo lo contrario—. Comentó Deveraux algo cansado.
Intentando animarse los ánimos, Deveraux colocó una sonrisa en su rostro, —Bueno, ¿lo hacemos o qué?— Cuestionó con algo de entusiasmo.
—Ya que...— Accedió algo resignado el guepardo, dejando que su portador haga lo suyo.
Noxxy inmediatamente fue absorbido por los pendientes de Deveraux, éste usando su mano para que su mascara y maquillaje se manifieste, dejando que la magia dorada del miraculous haga que su traje aparezca, y finalmente pasando por último su mano por su cabello para que este se haga azabache y posea unas orejas de guepardo, terminando todo posando con un signo de paz y una sonrisa extasiada.
Guépard Rouge salió de la habitación, mirando a ambos lados para asegurarse de que no había nadie, el azabache comenzó a caminar con cautela, dirigiéndose a las escaleras para subir en ellas y llegar al piso en donde comenzaría la competencia.
No sabía el porqué del que estaba siendo cauteloso, pero daba igual, se veía genial haciéndolo.
Se acercó a la puerta la cual lo revelaría al resto de jueces y participantes, colocándose a un costado para escuchar atentamente las palabras de aquellos, y así, esperar su señal.
—Desde que los mejores chef del mundo empezó, los mejores maestros culinarios de todo el mundo nos han volado la cabeza con sus creaciones gastronómicas.
Todavía no.
—¡Cheng Shifu, es un honor para nosotros tenerlo aquí en el show final! Donde tendrá la oportunidad de derrotar a los chefs que han competido.
Un poco más.
—Solo uno será titulado como el mejor chef del mundo, el platillo ganador se convertirá en la nueva especialidad del menú del restaurante Le Grand París. Díganos, Cheng Shifu ¿con qué platillo deleitará a nuestro jurado?
Por un momento, una familiar voz hace que Guépard Rouge pusiera atención.
¿Adrien hablando chino? ¿Hay algo que ese chico no sepa hacer bien?
—Mi platillo es sopa celestial.
Su nombre sonaba apetecedor, tal vez esa tal sopa te acercaba un poco más a Dios, si es que existe.
—Wow, hemos escuchado mucho de su legendaria sopa celestial, pero hoy todos podremos degustarla.
Finalmente, el programa tomó una pausa de comerciales, indicando que ya podría hacer su gran entrada, sí es que quería.
—¡Agreste! No sabes lo mucho que me alegra verte, Deveraux ha estado hablando últimamente mucho de tí, ¿sabes?— Habló una voz bastante familiar para sus oídos.
¿¡Cómo se entero!? Solo Noxxy sabía sobre su dilema en su vida amoro-
Claro.
Estúpidos gatos.
Tomando esto como señal, Deveraux abrió las puertas de par en par con una amplia sonrisa adornando sus labios.
Múltiples miradas asombradas se dirigieron a él, pero Guépard Rouge solo observaba como su madre se reía con malicia en una esquina.
—¡Guépard Rouge! ¡Que sorpresa tenerte aquí! ¿Has venido a probar la sopa celestial de este programa?— Habló el conductor de la televisión, si no se equivocaba, su nombre era Alec.
Guépard Rouge centró su mirada en el conductor, sonriendole amablemente, —¡Así es! Espero no les moleste tener una boca extra por alimentar—. Habló el azabache mientras miraba a los participantes.
—¡Por supuesto que no! ¡Es todo un placer tenerte aquí! ¿Qué hay de Ladybug y Chat Noir? ¿Vendrán ellos también?— Se apresuró a contestar el alcalde, tomando las manos de Guépard y estrechandolas con entusiasmo.
—Ah, no—. Guépard Rouge volteó a ver a Adrien y Marinette, quienes lo observaban boquiabiertos, —Esta vez soy solo yo—. Dijo con una sonrisa, guiñandoles el ojo al par de amigos.
—¡Perfecto! Vamos, toma asiento, Guépard Rouge, sería una pena que esas piernas se cansaran de estar parado todo el tiempo.
El azabache sonrió con gratitud, tomando un lugar al costado de Jagged Stone y Lorien.
Mientras esperaban que el programa comience, Guépard Rouge se dedicó a observar a Adrien y Marinette charlando unos cuantos metros a ellos.
—¿Sabías que Guépard Rouge iba a venir?— Cuestionó Marinette mientras observaba por el rabillo del ojo al superhéroe.
—No, no tenía ni idea. Creí que Deveraux era el que tenía que venir—. Contestó Adrien, buscando al pelirrojo con la mirada.
Se mantuvo un rato viéndolos con curiosidad, ésta vez parecía ser que Marinette no se encontraba tan nerviosa al hablar con el rubio, se veía con los pies en la tierra y no como en ocasiones anteriores en las cual tropezaba con sus palabras con tan solo ver a Adrien.
Mientras los veía, Guépard Rouge desvió la mirada rápidamente una vez Adrien lo atrapó observandolos, sintiendo una extraña reacción de vergüenza al ser atrapado por el contrario.
Redirigió su atención al conductor, el cual se preparaba para presentar el programa, y trás unos segundos, éste empezó a transmitir.
—Como siempre, nuestro jurado de gourmets está conformado por André Bourgeois, el alcalde de París y dueño de este lujoso hotel;— la cámara mostró el rostro sonriente del alcalde, — Su hija, Chloé, representando a la próxima generación;— nuevamente cambió y centró a la rubia posando con una sonrisa confiada en sus labios, —la estrella del rock Jagged Stone, y su gran cocodrilo Fang;— la cámara cambio una vez más y enfocó al reluciente Jagged Stone, para luego enfocar a su cocodrilo—la cineasta Lorien Alarie y su invitado especial, Guépard Rouge representando a los héroes de Paris;— la cámara cambio y enfocó a ambos, la mujer mostrándose con una sonrisa calmada mientras el azabache sonreía ampliamente y saludaba a la cámara, —y finalmente, aquí esta la chef y jefa de este hotel, Marlena Césaire. ¡Y su servidor, Alec!— finalmente la cámara enfocó a los dos últimos jueces, acto seguido, se mostró el logo del concurso ante la pantalla.
—Es hora de determinar el destino de la famosa sopa celestial de Cheng Shifu. Vamos, ¡a probarla!
Guépard Rouge observó el plato enfrente suyo, tenía una tonalidad morada y la textura se veía algo viscosa, lo cual hacía que se le perdiera el apetito con tan solo verla, aún así, decidió darle una oportunidad.
Tomó la cuchara en su mano y agarro algo de sopa, dirigiendo ésta a su boca para probarla.
Los múltiples sabores no se hicieron esperar, Guépard Rouge abrió los ojos de par en par al notar la desagradable conjugación de ingredientes y al sentir la viscosidad en su lengua.
Se apresuró a tomar un pañuelo y escupir lo restante de la sopa en éste, haciendo una mueca de desagrado la cual compartían la mayoría de jueces.
Observó por el rabillo del ojo el como Marinette y Adrien se veían sorprendidos y tristes por las reacciones de los jueces.
—¿Pero que porqueria?— Exclamó Alec con disgusto mientras escupia la sopa.
—No creo que esta sopa le guste a los huespedes. Le doy un tres de diez—. Habló el alcalde, intentando ser lo más amable posible.
—La sopa se ve muy inapetente, mejor no la pruebo. Pero aun así le doy un cero—. Contestó Chloé, sin haber probado una pizca de la sopa.
—¡Ack!, ¡es como besar al vocalista de los Zombeats! Le doy menos cero—. Dijo Jagged Stone, haciendo una mueca de asco y sacando la lengua.
—Yo... lo lamento, pero le tendré que dar un dos—. Expresó con algo de pena la pelirroja, limpiandose con un pañuelo.
—Lo siento, pero para mi es un cero—. Habló Guépard Rouge con pena, tomando agua para pasarse el sabor disgustable de la sopa.
—Lo siento pero es inapetente, le doy un uno de diez—. Comentó Marlena con lástima, expresando su pesar.
—Eh... yo...— Wang Cheng camina con confusión hacia la sopa de Chloé, la prueba y trás unos breves segundos, la escupe. —¡No entiendo esto! No puse todos esos ingredientes, es un error. ¡Alguien saboteo la sopa!
Lorien y Guépard Rouge comparten miradas algo preocupadas, Guépard volteó a ver a Chloé, la cual se encuentra sonriendo con confianza ante la situación, y un sentimiento agrio se posa en su pecho, sabiendo que seguramente la rubia tuvó algo que ver con ello.
—Lo siento, Cheng Shifu, pero también te doy un cero. Lo que te da un puntaje de punto ocho de diez. El mas bajo al momento. Tu sopa celestial parece que no aparecerá en el menú del hotel este año, y no serás nombrado "El Mejor Chef del Mundo"—. Finaliza Alec con pena, poniendo su mano en el hombro de Wang Cheng.
Guépard Rouge se levantó de su asiento y pasó por encima de la mesa para colocarse a la par del chef, al mismo tiempo que Marinette y Adrien se acercan.
—Tío Cheng, Esto no es tu culpa. Estoy segura que no. Sé que Chloé está detrás de esto, fue... De hecho mi culpa, yo la provoqué...— Expresó Marinette con tristeza, bajando la cabeza apenada.
Guépard Rouge puso su mano sobre el hombro de Marinette, y con todas las fuerzas que pudo recolectar, le dió una sonrisa leve pero genuina.
—No es tu culpa, no te desanimes por ello, estoy seguro que si lo hablamos le podremos conseguir una segunda oportunidad a tu tío—. Dijo Guépard Rouge con la mayor honestidad posible, intentando calmar los ánimos de su amiga.
—Avergonzaste a la sopa celestial, nunca seré el mejor chef del mundo—. Wang Cheng trás decir eso, se fue sin más, dejando a Marinette con los ánimos caídos.
—Deberían esperarlo abajo, intentaré hablar con el alcalde para que le otorgue una segunda oportunidad, una sonrisa luce mejor en tu rostro, Marinette—. Habló el azabache con suavidad, viendo como Marinette sonreía levemente pero con tristeza ante sus palabras.
—Gracias, Guépard Rouge—. Dijo Adrien con una sonrisa, y tomó a Marinette del hombro para llevarsela al piso bajo.
Cuando se fueron, Guépard Rouge tomó esto como su oportunidad para acercarse a hablar con Chloé y confrotarla, pero repentinamente, un dolor punzante se hizo presente en su estómago.
—Ah, el dolor me esta matando—. Expresó Jagged Stone entre gruñidos.
—Ah, me siento muy indispuesto—. Se quejó el alcalde.
Guépard Rouge se dobló debido al dolor y empezó a gruñir por éste, alzando la mirada y encontrándose con la silueta de un nuevo akuma presente.
La figura rió con malicia, —Han comido de mi sopa, se convertirán en mis sirvientes—. expresó con malas intenciones, y trás ese segundo, los ojos de todos los jueces, a excepción de Chloé, tomaron un color anaranjado con rojo, indicando que eran discípulos del akuma.
—Como ordene maestro—. Dijeron en unísono las voces de los jueces.
—Atrapén a esa niña—. Ordenó el akuma, señalando a Chloé, la cual se encontraba haciendo un pedido por llamada.
—Bueno para empezar me gustaría—. Chloé voltea y ve a los jueces a su alrededor, acorralandola, —Esperen, esperen, calmensen por favor soy la hija del Alcalde, ¿¡recuerdan!?— la dicha retrocede hacía atrás, pero choca con alguien, dándose la vuelta, se encuentra con su padre, —¡Ah, papi!— exclama al final para ser atrapada por éste.
—Kung Food hará nueva sopa, sopa de niña.
—¡Pero no me gusta la sopa!— Se queja Chloé, aún forcejeando contra su padre.
El grupo de sirvientes y el akuma se sube al ascensor, subiendo hacía el tejado.
Al estar en el piso indicado, todos bajan de éste y esperan pacientemente las órdenes de su maestro.
—Tú, tú, tú, tú y tú—. Señaló a Marlena, Jagged Stone, Alec, Lorien y Guépard Rouge, —Van a vertir este caramelo alrededor de todo el edificio—. Al momento que finalizó de hablar, los cuatros cinco sirvientes se separaron en parejas, dejando a Guépard Rouge solo con una de ellas.
Una vez finalizado, Kung Food volvió a ordenar
—Tú y tú—. Señalo ésta vez a Guépard Rouge y al alcalde, —Hagan la sopa de niña.
Guépard Rouge se inclinó en modo de reverencia, y empezó a colocar los ingredientes en la piscina, creando así una sopa, mientras tanto, el alcalde se dedicó colocar a Chloé colgando de la tabla.
—¿Quiénes son ellos dos?— Preguntó Kung Food al observar una pantalla de Ladybug y Chat Noir.
El akuma se quedo quieto, presuntamente escuchando las palabras de Hawk Moth.
—Ingredientes sorpresa. ¡Delicioso!— Kung Food volteó a mirar a sus siervos, y después de analizarlos, se dispuso a elegir a uno de ellos.
—¡Tú, captúralos!— Señaló a Jagged Stone.
—Sí, maestro Kung Food—. Y la estrella de rock desapareció de la vista.
—La sopa de niña ser más fuerte con sabor de superhéroes—. Habló para sí mismo Kung Food.
Mientras tanto, Guépard Rouge se inclinaba hacía Chloé, mirándola con una sonrisa burlona.
—¡Yo no comeré tu sopa!— Alegó Chloé ofendida mientras forcejeaba contra su amarre.
—Niña tonta. No comeras sopa: ¡Tú serás sopa!— Kung Food rió con malicia, haciendo que Chloé gritase y empezara a forcejear con más fuerza.
—¡Oye, tú! ¿No se supone que eres un héroe? ¡Bajame de aquí!— Ordenó Chloé una vez se encontró con la mirada de Guépard Rouge en ella.
A ello, el azabache sonrió con malicia, sacando su lanza y fingiendo que iba a cortar la soga que mantenía a Chloé colgando.
—¡Así no! ¡Detente!— Gritó en pánico la rubia al ver lo que el ojivioleta amenazaba con hacer.
Al sentirse satisfecho por su reacción, Guépard Rouge volteó a mirar a Kung Food. Inclinándose, él pidió:
—Maestro, déjeme ayudar con la captura de los ingredientes sorpresa.
Kung Food lo analizó por un tiempo, al estar satisfecho con lo que encontró, asintió con convicción.
—Muy bien—. Kung Food le otorgó un tipo de cerbatana hecha de bambú, acto después, volteó a ver a los ayudantes restantes, para después apuntar al alcalde Bourgeois, —¡Tú! Ve con él.
—Si, maestro—. Replicó el alcalde, subiendo al elevador junto a Guépard Rouge.
Deteniéndose en un piso arriba del par de superhéroes, Guépard Rouge observa al alcalde, quien esta cargando con una larga cantidad de salchichas para asar. —Haré que se detengan aquí, prepárate para emboscarlos—. Guépard Rouge ordena, recibiendo un asentimiento antes de que las puertas del ascensor cierren de nuevo.
Abriendo con una patada la escotilla de la máquina, el azabache se monta en ésta justo cuando una cámara de dumpling se acerca a él. La pantalla muestra a un Jagged Stone encerrado en el armario de conserje, ante ello, Guépard Rouge suspira con decepción, era de esperarse que ese fuera el resultado. Después de todo, no puedes confiarle el trabajo de un héroe a un civil.
Esperando pacientemente a que el ascensor suba, Guépard Rouge expande su oído, con esperanza de que éste sea capaz de penetrar el exterior de metal de la máquina.
—¿Nada que decir, gatito?— Guépard Rouge logra escuchar la voz de Ladybug, ésto lo hace poner atención a su entorno, estaba cerca de su momento de brillar.
—¿A qué te refieres?— El guepardo logra escuchar la voz del felino también.
—Los dos de nosotros, solos en un elevador, estaba esperando una frase de ligar algo tonta—. Guépard Rouge sigue escuchando a escondidas, preparando la cerbatana que le otorgó Kung Food.
—O-Oh, umm, bueno, verás...—
¡Ahora!
Guépard Rouge gira su lanza antes de clavarla justo en la cinta transportadora, deteniendo así el ascensor en su parada deseada.
—Haz lo tuyo, alcalde Bourgeois—. Guépard Rouge murmura para sí mismo, sin sentir pena alguna sobre estar usándolo como carnada para atrasar al duo. El azabache toma un cable cercano para propulsarse y acabar en el siguiente piso.
Mientras escuchaba con cautela el como la pelea sucedía en el piso de abajo, Guépard Rouge se adentra en el piso justo arriba de ellos. Tomando un par de granadas de queso de Kung Food y empezando a esconderlas en cualquier lugar viable que encontrase.
—El Maestro Kung Food dice que necesitas nuestra ayuda—. Al escuchar una nueva voz entrar a la habitación, Guépard Rouge se da la vuelta para encontrarse con su madre y Marlena Césaire, la primera llevaba una ballesta con granadas de queso, y la segunda, un arco con flechas de caramelo.
A ello, Guépard Rouge asiente complacido. "¡Genial! En todo caso, ustedes tomarán el rol de desviación. Les cubrire la espalda—. Dicho ello, Guépard Rouge salto hacía el candelabro, colgándose boca arriba con la cerbatana lista para disparar. Unos segundos después, el piso debajo se cae a pedazos, seguramente el alcalde empezó a alardear.
Chat y Ladybug emergen del hoyo con ayuda de la vara extendida del ffelino encontrándose cara a cara con Lorien y Marlena.
Una cámara de dumpling baja, haciendo que se encuentren con el akuma. —Kung Food es generoso. No debes elegir entre comida o postre, Pueden tener ambos.
—¡Miren esta espectacular presentación de los famosos 1.000 pasteles voladores!— Exclama Lorien con una sonrisa burlona, mientras tanto, Marlena se encarga de los superhéroes, lanzandoles fresas, provocando que inmediatamente el dúo de superhéroes se ponga en acción, esquivando las flechas de todas las formas posibles.
—Nuestros invitados parecen tener trucos bajo la manga. ¿Pero que harán contra las bombas de queso apestoso cegadoras?
Ladybug y Chat Noir esquivan con facilidad las flechas, sin embargo, cuando es el turno de Lorien de lanzar las granadas de queso, Chat Noir comete el error de reflejar una, provocando que el polvo ardiente le cale en los ojos.
Tomando esto en cuenta, Guépard Rouge anota mentalmente que una sola granada no era suficiente como para cegar a las víctimas, se necesitarían más de ellas.
Ladybug rápidamente capta la atención de Marlena, la ariquita corre alrededor hasta llegar al costado de Lorien. Dándose la vuelta, la pelirroja es disparada por una flecha de caramela, provocando que ella caiga y su ballesta suelte una granada a Marlena, la picadura del queso noqueandola rápidamente.
Civiles. Pensó con disgusto para sí mismo.
—Creo que es hora de llegar al segundo tiempo—. Guépard Rouge logra escuchar a Ladybug hablar, caminando hacia Chat Noir...
¡Ahora!
Guépard Rouge levanta rápidamente la cerbatana, disparándole a todas las granadas de queso que había escondido anteriormente, provocando que éstas exploten y generen una niebla de queso que hace imposible que los héroes vean.
—Pero qué demon...— Empieza Chat Noir a hablar, acto después rompiéndose en tos. —¡No puedo ver nada! ¡Este queso esta haciendo mis ojos arder!
—¡Tampoco veo nada! — Exclama Ladybug
Guépard Rouge salta de su posición en el candelabro, —¡Eso fue demasiado fácil! Deberían poner más atención a sus alrededores, ¿y así se hacen llamar héroes?— Cuestionó el azabache con una sonrisa burlona y condescendiente, esbozando una sonrisa que transmitía todo a excepción de alegría.
—¿¡Guépard!?— Se puede escuchar a Chat Noir gritar.
—El mismo, y ahora como no pueden ver... ¡tómare sus miraculous!
Tal vez de esa forma podre obtener un corazón funcionable. Pensó para sí mismo con un sentimiento de ambición posarse en su pecho.
Guépard Rouge se abalanzó hacía los superhéroes, sin embargo, éstos dos lograron esquivar el ataque, alejando los miraculous lejos del alcance del guepardo.
Guépard Rouge gruño con molestia, usando si oído para localizar a los héroes entre la niebla de queso.
Sus ojos rápidamente se posaron en los pasos de Ladybug, sonriendo maliciosamente, Guépard Rouge tomó su lanza entre su manos y fue corriendo hacía la mariquita, dirigiendole un golpe brutal hacía su cabeza, sin embargo, su lanza fue reflejada por la vara de Chat Noir.
—¿Cómo me escuchaste?— Cuestionó con desagrado, estando frente a frente con el rubio.
—Digamos que tus pasos no son tan ligeros como crees, guepardo—. Contestó Chat Noir con una sonrisa.
Guépard Rouge sonrió con malicia ante ello, —Pues veremos como me atrapas esta vez. ¡Courir!— De un momento a otro, Guépard Rouge desapareció de la vista de ambos superhéroes, provocando que miren a sus alrededores alarmados.
—¿Sabes dónde estoy ahora, gatito?— Cuestionó con un tono burlón el azabache, la velocidad con la que cambiaba de lugar provocaba que pareciese como si su voz proveniese de todos lados.
—¡¿Ahora qué hacemos?! ¡No podremos atraparlo así!— Exclamó con preocupación Chat Noir.
—¡Amuleto encantado!— Ladybug usó su miraculous al ver que no podrían derrotarlo tan fácilmente.
Trás unos segundos del mismo proceso, a Ladybug se le ocurrió algo, empezó a poner el pegamento en el suelo sin que el azabache se diese cuenta.
—¡Esta disipando la neblina con su propia habilidad! ¡Solo tenemos que resistir!— Contestó Ladybug, mientras veía como poco a poco la neblina de queso empezaba a desaparecer.
—Te tengo.
La voz repentina de Guépard Rouge se posó detrás de Chat Noir, asustandolo en el acto, pero sin darle chance de escapar, el azabache se sentó encima del rubio, con una mano tomando ambas de las del felino.
—Veamos quien porta la máscara de este gatito tan lindo—. Comentó en un susurro con una sonrisa fría y calculadora.
—¡Ladybug! ¡Por aquí!— Expresó Chat Noir con preocupación al ver como Guépard Rouge empezaba a sacarle el anillo.
La máscara de Chat Noir empezaba a desvanecerse mientras iba sacando el anillo poco a poco, sin embargo, esta acción fue evitada por Ladybug, quien tomó su mano con su yo-yo, impidiendo mover más el miraculous.
—¡Oh! Pero si es tu bugaboo al rescate, que romántico—. Comentó con una sonrisa falsa, jalando a Ladybug hacía él con fuerza y provocando que ésta tropiece y caiga.
Guépard Rouge se levantó de su sitio arriba de Chat Noir, apresurandose a ir hacía el otro extremo de la habitación, pero fue detenido abruptamente.
—¿Pero qué-
—¡Ahora, Chat Noir!
Sin terminar su frase, Guépard Rouge logró ver como la vara y el yo-yo de Ladybug se aproximaban a él.
Cayendo al suelo debido al impacto por las dos armas, Guépard Rouge gruño con dolor.
Eso le pasaba por desafiar a una catarina y a su gato.
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Guépard Rouge despertó con un dolor de cabeza, intentó recordar lo que había sucedido pero era en vano.
Al momento que se iba a levantar del suelo, una horda de catarinas pasó por su cuerpo, dejándolo sin el dolor de cabeza y el pegamento en sus pies.
Volteó a todos los lados, intentando buscar a sus compañeros de equipo, sin embargo, sus pendientes empezaron a sonar.
Se apresuró a irse a un closet y dejarse destransformarse ahí, suspirando aliviado al ver que nadie lo habia visto.
—¡Fua! Hoy casí la lías parda, en fin, ¡estoy exhausto!—. Expresó Noxxy una vez se destransformo, apresueandose a buscar en su chaqueta un pedazo de croissant.
—¿A qué te refieres?— Preguntó Deveraux preocupado, no recordaba nada desde el dolor de estómago y ver al akuma declararlos como esclavo.
Antes de que el kwami pudiese hablar, una voz femenina los interrumpió.
—¿Guépard Rouge? ¿Estás ahí?— Preguntó Ladybug con algo de preocupación.
Deveraux abrió los ojos con preocupación, —Ah, ehm, ¿si?— Dijo inseguro, maldiciendo internamente por su respuesta.
El pelirrojo logró escuchar suspirar a Ladybug, presuntamente por alivio, —Me alegro que estés bien. Más tarde hablaremos sobre lo que sucedió hoy, ¿entendido? Se me agota el tiempo, así que me tengo que ir—. Sin más, la chica se fue, dejando a Deveraux confuso.
—¿Qué sucedió?— Volvió a cuestionar el ojivioleta.
Noxxy parecía que quería estar en cualquier lugar meno este.
—Bueno... básicamente casí haces que Hawk Moth gane y revelas la identidad de Chat Noir—. Dijo con rapidez el guepardo, girandose a ver a otra parte.
—¿¡Qué!?— Exclamó desconcertado Deveraux, un sentimiento de culpa empezando a posarse en su ser.
—¡Pero lo importante es que no lo hiciste! ¿Qué más da? ¡Pasemos página!— Habló Noxxy, intentando calmar a su usuario.
—Pero yo...
—¡Sin peros! Venga vayamos a probar esa sopa celestial—. Sin dejarlo discutir, Deveraux salió de la habitación con pesadez, sintiendo culpa por algo que ni siquiera recuerda que sucedió.
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—¡Cheng Shifu, tu deliciosa sopa celestial ha recibido la nota más alta de todas, haciendote el gran ganador!
Deveraux aplaudió por mero respeto, pero no sentía las ganas de celebrar, sinceramente.
Desvió la mirada con algo de tristeza mientras veía a los demás celebrar lo dicho.
Casí revelaba la identidad de Chat Noir.
Seguramente el rubio no lo perdonaría jamás, o tal vez lo haría, porque él tiene un corazón tan grande de esa manera.
Suspiro con tristeza, sin notar los ojos esmeralda que le veían con preocupación a unos cuantos metros
Esa noche, Deveraux tuvo bastante sueños negativos sobre su experiencia, le dolía habersd comportado de esa forma, sentía que había traicionando a Chat Noir, y le dolía en lo más profundo de su inservible corazón.
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watafok, 5.6k palabras m estoy muriendo