Yuuji terminó de desayunar y rápidamente Uraume recogió y limpió la mesa.
Uraume: Su transporte está listo, yo lavaré los platos y después aseare su habitación.
Yuuji se levantó exaltado recordando el desastre y la evidencia de lo que había pasado la noche anterior.
Yuuji: No es necesario que la ordenes, yo lo haré, no me tardaré.
Uraume: Es mi trabajo hacerlo hasta que lleguen los demás empleados.
Yuuji: Es que no me gustaría que vieras ciertas cosas.
Uraume: Joven Yuuji sé que puede ser vergonzoso pero tanto los demás empleados como yo entendemos todo sobre la intimidad de un matrimonio y respetamos eso y tampoco podemos permitir que hagan lo que nos corresponde a nosotros.
Yuuji comprendió las palabras de Uraume y se tranquilizo.
Yuuji: está bien, no me preocupo.
Uraume: Su madre debe estar esperándolo será mejor que vaya, cuando regrese todo estará listo aquí y también le avisare al joven Sukuna donde está usted.
Yuuji: Gracias.
Yuuji salió pensando en el porqué su madre quería hablar con él.
. . .
Al llegar se encontró con su madre en el jardín seleccionando algunas flores.
Yuuji: Mamá hola.
Kaori: Yuuji hijo.
Se abrazaron.
Yuuji: Uraume me dijo que querías hablar conmigo.
Kaori: Así es, pero dime ¿Qué tal tu noche de bodas?
Yuuji se sonrojo al instante y su madre lo notó.
Kaori: Será mejor que hablemos dentro, ven.
Entraron al palacio y tomaron asiento en el recibidor.
Kaori: Ahora sí, te escucho ¿Sucedió algo con Ryomen Sukuna?
Yuuji: Sí, si sucedió algo pero preferiría no dar tantos detalles.
Kaori: Entiendo, pero me alegra que saber que intentan tener un buen matrimonio.
Yuuji: De hecho madre, Sukuna había bebido demasiado, yo creo que si él hubiera estado consciente no habría hecho nada.
Su madre quitó su expresión de alegría.
Kaori: Ya entiendo.
Yuuji: ¿Solo de eso querías hablar?
Kaori: No, es algo más importante.
Yuuji se acomodo en el sofá como una señal para que su madre continuara.
Kaori: Ahora que todo es oficial y estamos unidos con el clan Ryomen debemos ser precavidos con ellos, conocemos en concepto de lo que son y cómo actúan, no será fácil con ellos.
Yuuji: Entiendo, muchos los tachan de agresivos.
Kaori: Me preocupa que puedan presentarse problemas entre ustedes dos, eres mi hijo y quiero que seas fuerte ante Sukuna, ellos tienen un gran interés en tu condición y son capaces de hacer cosas feas.
Yuuji: Un bebé es el gran anhelo de esa familia, no te preocupes que yo tratare de estar bien con Sukuna.
Kaori: Si algo llega a ocurrir no olvides decirme.
Yuuji: No te preocupes.
Kaori: Bueno, y dime ¿Cómo amanecieron hoy?
Yuuji: Cuando desperté Sukuna no estaba. Uraume me dijo que salió a hacer algo.
Kaori: Entiendo, todo esta bien mientras cumplas tu parte.
Yuuji: Le demostrare a la familia que soy digno heredero del clan Itadori.
Kaori: Eso me parece excelente.
Yuuji: Debo regresar, quiero comprar algunas cosas para mi nuevo hogar, es muy grande y pulcro, pienso que un poco de color le daría vida.
Kaori: Me imagino, ya no te quito más de tu tiempo.
Los dos se pusieron de pie para despedirse.
Yuuji: Saluda a mi padre de mi parte y dile que estaré bien.
Kaori: Claro hijo.
Al salir Yuuji habló con la persona que lo habia traido y lo convenció de dejarlo ir solo hasta su palacio. Al convencerlo emprendió el rumbo caminando hacia un mercado en el cual compraría algunas cosas y también disfrutaría de su caminata.
Su hogar donde viviría no quedaba muy lejos del palacio de sus padres.
En el camino muchas personas lo felicitaban por su reciente boda con Sukuna. En el momento en el que terminó de hacer sus compras se desvió para volver a casa y al hacerlo al instante escucho una voz que lo hizo detenerse.
Al voltear y ver quien lo había llamado se sintió incómodo, ya que con una sonrisa lo saludo Satoru Gojo.
Satoru: Sabia que eras tú.
Yuuji se quedo mirando como Satoru caminaba hacía el mientras comía un bizcocho.
Satoru: No pensé que te vería tan pronto Yuuji Itadori.
Yuuji: Aún sigues por estos rumbos.
Satoru: Así es, primero quería estar por los territorios del clan Ryomen pero las tierras del clan Itadori me parecen más divertidas y la comida de aquí es más deliciosa.
Yuuji: Me alegra que te guste.
Satoru: ¿Estas solo por aquí?, ¿Dónde esta el malvado de Sukuna? y ¿Cómo permite que su esposo este solo después del día de su boda?
Yuuji: Él tuvo algo importante que hacer y yo solo vine a comprar unas cosas.
Satoru: Ya veo.
Yuuji trataba de hablar con tranquilidad ya que podía sentir las miradas de los demás sobre ellos dos.
Satoru: En ese caso, déjame acompañarte y ayudarte con tus cosas.
Yuuji: (Sorprendido) No es necesario yo puedo ir solo, de verdad.
Satoru: No es problema para mí, además podría pasarte algo después de todo ahora eres parte de dos clanes importantes, deberías ser más cuidadoso por tu seguridad.
Yuuji lo volvió a pensar y se dio cuenta que Satoru tenía razón, él andando así por las calles era blanco fácil para los delincuentes en busca de una oportunidad para hacerse de riquezas.
Satoru: Yo te cuidare, recuerda que estoy preparado para situaciones riesgosas, mi familia me ha preparado para cualquier tipo de enfrentamiento.
Recordó aquellos días en los que Sukuna le platicaba sobre sus prácticas de peleas. El clan Ryomen como el clan Gojo eran de los más preparados en cuestiones de batalla contra otros clanes.
Yuuji: Esta bien, te dejare acompañarme.
Satoru se alegró y tomo las bolsas que Yuuji cargaba y empezaron a caminar juntos.
Yuuji se sentía algo incomodo con aquel hombre caminando a su lado.
Yuuji: ¿Planeas estar mucho tiempo por aquí?
Satoru: Tal vez, he pensado mucho en formar lazos con tu familia.
Yuuji: ¿Con mi familia?
Satoru: Si, a pesar de obtener las oportunidades de mi familia por parte del clan Ryomen, pienso que deberíamos hablarlo directamente, ¿no te parece?
Yuuji: Para mi clan sería muy grato aliarse con el tuyo.
Satoru: Realmente unimos fuerzas con los clanes más importantes y prestigiosos, en esa categoría entras tu como heredero del clan Itadori.
Yuuji se sintió halagado, su familia seria ahora más destacada y todo gracias a él por casarse con Sukuna.
Satoru: Platícame, ¿cómo han estado las cosas entre tu y Skukuna desde ayer?
Ambos se encaminaron por largas calles y Yuuji no creía que ese sería un gran tema de conversación.
Yuuji: Han ido bien, creo que en un futuro crearemos una gran familia.
Satoru: Entiendo, ¿entonces me imagino que no me vas a contar sobre el por qué ayer llorabas?
Yuuji hizo un leve gesto pero le respondió.
Satoru: Ayer había salido algo mal pero ahora estoy bien y feliz porque pude casarme con la persona que amo.
Satoru: ¿Y sobre ese chico de cabellos negros?
Yuuji: No me siento del todo seguro sobre contarte mis problemas, apenas nos conocimos ayer.
Satoru: Comprendo, entonces, si logro ganarme tu confianza ¿podré saberlo?
Yuuji: Tal vez.
Satoru: De acuerdo, me enfocare en ganar tu confianza y ser tu amigo.
En el trayecto hablaron sobre cosas sin importancia hasta llegar al palacio de él y Sukuna.
Uraume: Bienvenido joven Yuuji y..
Uraume se sorprendió cuando vio que Yuuji venia acompañado de Satoru Gojo.
Uraume: Joven Satoru Gojo, que gran placer el tenerlo aquí.
Satoru: Hola Uraume, me imagino que tu serás quien atienda al feliz matrimonio.
Uraume: Así es, desde hace años he estado al pendiente del amo Sukuna y para mi no hay ningún problema.
Yuuji: Uraume, ¿Todavía no ha regresado Sukuna?
Uraume: Todavía no pero pasen, los demás sirvientes ya han llegado y les preparan algo.
Yuuji: Traje algunas cosas para decorar las habitaciones.
Uraume: Le pediré a una sirvienta que se encargue de eso.
Uraume tomo las cosas que Satoru cargaba y entraron.
Satoru: Recuerdo que en varias ocasiones me hospede aquí, es un lugar muy grande y tranquilo.
Uraume: Yo tambien lo recuerdo pero, ¿qué lo trae por aquí?
Satoru: Estaba caminando por ahí y me encontré con Yuuji y me ofrecí acompañarlo hasta aquí ya que andaba desprotegido.
Uraume: Lamento y eso le causo alguna molestia.
Yuuji: Fui yo quien pidió regresar solo pero Satoru insistió.
Satoru: Así es.
Uraume: Bueno, ponganse comodos en un momento les traerán para beber, joven Yuuji en un rato más podré darle el recorrido por el palacio.
Yuuji: Claro.
Satoru y Yuuji se sentaron, Uraume los dejo solos por un rato.
Satoru: Este palacio es realmente precioso.
Yuuji: Sí, la familia de Sukuna tiene buenos gustos.
Uraume: El amo Sukuna mandó un recado, estará aquí más tarde y cenara con Yuuji.
Yuuji: Esta bien.
Uraume: ¿Se quedará para esperar al amo, joven Satoru?
Satoru: Eso quería pero debo hacer otras cosas, mejor programe una cita con él ya que parece que estará bastante ocupado estos días.
Uraume: Yo le informo, no se preocupe.
Después de un rato de hablar y se acabaron sus bebidas Yuuji se levanto.
Yuuji: Estoy listo para el recorrido.
Uraume: Claro acompáñeme y le mostraré todo.
Yuuji: Quisiera acomodar las cosas que compre yo mismo.
Uraume: ¿Seguro de eso?
Yuuji: Si, ahora vivo aquí y quisiera que mi presencia este aquí.
Uraume: De acuerdo.
Satoru miraba fijamente a Yuuji y al escuchar aquellas palabras sonrió y se levanto de donde estaba sentado y se unió a ellos.
Satoru: Espero que no dejen a su invitado aquí aburriendose, los acompañare en su recorrido.
Uraume: Claro, no es problema.
Yuuji: Te alojaste aquí, así que tambien podras participar en esto.
Y así los tres empezaron a recorrer el enorme palacio.
La enorme construcción contaba con un sótano, una bodega de provisiones, un refugio, sala, comedor, cocina y un baño para invitados.
Había 3 entradas para el palacio, la entrada principal, otra a lado de la cocina que conectaba con el jardín de adelante y la última estaba en la parte trasera donde había una alberca techada y otra cocina.
En el trayecto se encontraban con el personal y Uraume se los presentaba a Yuuji.
Al subir por aquellas hermosas y bien estructuradas escaleras llegaron a las primeras habitaciones que no eran tan grandes como en la que él y Sukuna habían dormido juntos.
En total eran cuatro habitaciones y tres de ellas contaban con su respectivo baño además de un armario donde había articulos de baño adicionales.
También contaban con una habitación para masajes y una enorme biblioteca con un gran ventanal donde se podía ver el jardín, a Yuuji le pareció maravillosa la vista del jardín.
Uraume: Eso es todo, espero que este lugar sea de su agrado joven Yuuji.
Yuuji: Lo es, es precioso.
Satoru: ¿No es demasiado para una pareja de recién casados?
Yuuji miro impresionado a Satoru.
Uraume: Es lo correcto para esta pareja en lo que el amo Sukuna hereda el clan Ryomen y se mudan al palacio de sus padres.
Satoru: Y se mudaran a un palacio mucho más grande que este, entiendo.
Yuuji: Ese fue el acuerdo al que llegaron ambas familias.
Uraume: Ahora que ya conoce su nuevo hogar debo retirarme, hay mucho por hacer.
Yuuji: Claro.
Uraume: Joven Satoru, ¿seguro que no puede quedarse para la cena?
Satoru no despegaba la vista de Yuuji.
Satoru: No, no puedo tengo un compromiso importante y debo irme.
Uraume: Lo acompañaré a la puerta.
Satoru: No es necesario que lo hagas Uraume, Yuuji puede hacerlo después de todo él es ahora el dueño de este lugar y yo su visita.
Uraume: ¿Podría hacerlo joven Yuuji?
Yuuji: Claro que si, no hay problema.
Yuuji junto a Satoru bajaron hasta el piso principal hasta llegar a la entrada, Yuuji le ofreció un medio de transporte a Satoru y este accedió sin problema.
Yuuji: Te agradezco por acompañarme.
Satoru: No es nada, para mi es un placer.
Yuu: Me imaginé desde el principio que te quedarías hasta la llegada de Sukuna.
Satoru: No realmente, no tengo muchas ganas de verlo hoy.
Yuuji: Bueno en ese caso le deseo que llegue bien a su destino.
Satoru se paro delante de Yuuji y tomó su mano para besarla, aquella acción sorprendió mucho al chico que no pudo decir palabra alguna.
Satoru le soltó la mano y le sonrió, se volvió a despedir y camino hacia la persona que lo llevaría a su destino dejando atrás a un Yuuji totalmente estático.
En el momento en el que Yuuji volvió en sí regresó a adentro y no quiso pensar en la extraña actitud de Satoru y mejor se preparó para la llegada de su esposo, Sukuna.
Continuará..