Hoy quise escribirte a ti que provocantes aquellas lágrimas en mis ojos, de esas lágrimas que ruedan por mis mejillas, llenando mi boca de gotitas saladas y quizás mi corazón se empeñe a que te quedes, pero no es lo mismo, quizás en otra vida bailemos por las calles como en una peli romántica o quizás en otro momento nos crucemos por las calles de Madrid o en una playa, tal vez estemos con parejas distintas, nos veremos y nuestras miradas se delataran o en un semáforo en rojo mientras pasamos nos tocaremos las manos. O simplemente nos sentaremos en un banco a contarnos como va nuestra vida, nuestros labios querrán rozarse, experimental el sabor de tus labios, pero es obvio que no lo haremos por orgullo o por no querernos vernos en vuelto en lo que una vez salió mal. Mirarte y no poder besarte, va a ser una tirita que me prometí haber sellado bien y es obvio que no. Te seguiré querido chico que me enseño a saber como quiero que me traten y quizás querido chico no volverá a ser como antes y si cometemos el error de besarnos para comprobar si el cuento perfecto que nos hicimos en la cabeza podría funcionar nos llevaremos el batacazo o quizás funcione, pero no lo sabremos por qué siendo realista el miedo a ser dañados mutuamente es más grande que cualquier otro, para ambos el amor es diferente, yo lo vivo con intensidad y tú temes a que ese amor te consuma y te Hiera. O si llega a funcionar no será un cuento perfecto si no al contrario habrá dudas y se nos parará el corazón porque nos amaremos sí, pero el dolor que nos hicimos alguna vez se borrara ese dolor, pero seguiremos con ese mal presentimiento de que algo va a ser malo, lo intentaremos y saldrá maravillosamente bien y lo volveremos a intentar y como nos quedamos en esa Calle de Madrid y todo no será perfecto pero sí real y sobre todo nuestro.
DE MÍ PARA USTEDES: no os quedéis con las ganas de hacer algo si es lo que quieres, tu corazón ardiente te lo pide no apagues ese fuego si antes intentarlo verás como tú sabrás si hiciste bien o no.