Narrador omnisciente.
Justo lo que él estaba buscando...
Por fin, ahora podrá respirar más tranquilo. Su jefe estará orgulloso.
-No llamaré a la policía- Informó Seok con una sonrisa en su rostro pensando cuidadosamente que palabras utilizar..
El Omega sintió un alivio en su cuerpo por la información que le brindaba ese Beta desconocido. Ya perdió la cuenta de cuántas veces las personas habían llamado a la policía por encontrarlo revolviendo la basura que estaban al lado de los restaurantes.
No era como si amara hacer eso, no tenía otra opción si quería comer.
Era una situación incómoda cuando tenía que explicarles a los uniformados que sólo lo hacía para alimentarse y les prometía que luego dejaría el lugar limpio y sólo así se iban y lo dejaban en paz.
Pero lo soportaba. Lo que no podía soportar era cuando las personas que lo veían le arrojaban piedras como si fuese un perro callejero o lo insultaban denigrandolo, como si no valiera nada.
Lo hacían sentir de la peor manera. Y su lobo le recriminaba diciéndole que su cachorro no podía nacer en situación de calle. Debía cambiar su vida urgentemente o las autoridades se lo quitarían de sus brazos.
TaeHyung no podía vivir sin su hijo, fue la razón principal por la que huyó.
-Tienes hambre ¿eh? - Siguió el mayor al no tener una respuesta.
Todavia tenia en cuenta que debía ser cauteloso. No quería asustarlo ni mentirle, pero tenía que llevarse a ese Omega con él.
Estaba muy seguro que debajo de toda esa mugre había un chico muy precioso.
Jungkook estará muy feliz. Tal vez se lo dice a su terapeuta y el Alfa decide acercarse y pedirle una cita al fin.
¿Estaba soñando demasiado?
No, claro que no. Él debía pensar en grande.
-Si, demasiada - respondió el rubio llevando una de sus manos a su pequeño vientre y acariciando allí-Aquí tiran mucha comida en buen estado - Susurró cabizbajo.
Seok ignoró lo último, con la idea fija en lo que le importaba.
-¿Eres mayor de edad?- Le cuestionó y Tae abrió grande sus ojos.
¿Por qué ese extraño hacía esas preguntas?
¿Y si habían ido por él? ¿Lo encontraron?
No podía ser posible, seguramente no perderían el tiempo haciéndole preguntas.
-Si, señor - Dijo luego de un silencio incómodo, tratando de no darle la información exacta de su edad. De todas formas estaba siendo sincero.
Kim TaeHyung no era un mentiroso.
El contrario sonrió amplio.
No hacía falta preguntarle si estaba preñado. Pues el rubio tenía una camisa, además de rota y sucia, era bastante apretada y el vientre podía notarse.
-Bueno...- Habló acercándose un paso más hacía él- Resulta que mi jefe quiere hacer la buena acción del día con un Omega preñado - Informó no sabiendo con exactitud si eso era totalmente cierto y notó enseguida el miedo del menor. Puso sus manos al frente y se apresuró en hablar antes que el chico salga corriendo.
-Tranquilo, es una buena persona. Todos lo conocen, se llama Jeon JungKook-
TaeHyung no era de esa ciudad así que no tenía idea a quién se refería el Beta. Pero estaba seguro que el nombre lo había escuchado antes...
¿Tal vez...?
-Tengo comida en el carro- Siguió el asistente y a Tae le rugió su estómago - Ven conmigo, no te arrepentirás -
[....]
JungKook caminaba de un lado hacía el otro en su oficina.
Su lobo estaba más inquieto que él, gruñía y mantenía sus orejas paradas atento a cualquier movimiento que se diera fuera.
¿Qué mierda pasaba que SeokJin se tardaba tanto?
Había dado una orden a Minjae de que su secretario se encargara del almuerzo y eso fue hace casi una hora. Le había pedido específicamente que sean cinco almuerzos medianos porque estaba seguro que su asistente encontraría un Omega en espera.
Pero no había noticias de SeokJin y él estaba enloqueciendo.
¿Si lo llamaba iba a parecer desesperado?
Pero, es que él realmente estaba desesperado.
Al menos quería ver al Omega con quién mantendría esos íntimos momentos. Su lobo gruñó nuevamente mientras maldecía al Beta por la tardanza. Suspiró pesado y decidió salir de la oficina para tomar un poco de aire.
El mejor lugar sería ir a la terraza donde tendría una vista panorámica de toda la ciudad.
JungKook no era un amante de las alturas, pero la distancia hasta la terraza era un piso y un botón en el ascensor. En otras palabras era más rápido que bajar casi ochenta pisos y salir del edificio.
Tal vez fumar un cigarro lo tranquilice o ayude en la ansiedad.
Tampoco era amante de ese veneno, pero en la Universidad lo calmó varias veces antes de rendir un importante examen.
Apenas abrió la enorme puerta de su oficina, se encontró con sus guardaespaldas en una pequeña lucha donde Jackson tenía el cuello y cabeza de Minjae atrapado entre uno de sus brazos, mientras que el libre tenía su mano echa un puño y lo deslizaba sobre el cabello contrario, despeinando a su compañero por completo.
¿Qué clase de seguridad eran ellos?
Bueno, por más que a veces se comportaban como niños, Jeon no se arrepentía de haberlos contratado. Estaba muy seguro que si en alguna ocasión el Alfa estaba en peligro, ambos darían su vida para salvarlo.
-¡Suéltame Jackson!- Gritó Minjae - Prometo no volver a pisar tus zapatos ¡Lo prometo!-
Jackson rió sarcástico, pero no lo soltó - Eso dijiste y volviste a hacerlo. Sabés que son nuevos ¡maldita sea!-
Kook aclaró su garganta y su seguridad pareció al fin notarlo. Velozmente se separaron y fingieron demencia. Minjae estaba cabizbajo arreglando su traje y Wang rascaba su nuca mientras miraba a un costado evitando a su jefe.
-Lo siento - Murmuró Kim pero Jeon negó con la cabeza.
-¿Tienes un cigarro?- Preguntó a Wang quién ahora si observò al Alfa.
-Si, señor - Respondió y buscó en sus bolsillos el paquete para entregarle al pelinegro.
El jefe tomó sólo uno y luego pidió el encendedor.
Wang le entregó el suyo sin chistar pero algo preocupado al saber que Kook estaba a punto de llenar sus pulmones con ese adictivo humo.
-Iré a la terraza - Informó dirigiéndose hasta el ascensor - Cuando venga SeokJin, me llaman enseguida-
-¿No quiere que vaya con usted?- Preguntó Minjae y Kook le respondió con un seco "no" .
Pero al momento en que estaba por apretar el botón para llamar al elevador, el cartel le indicaba que éste estaba por el piso de abajo.
Era un elevador privado.
¿Tal vez SeokJin ya estaba aquí con el Omega?
No quería ilusionarse, podía también ser alguno de sus padres. Retrocedió unos pasos y el sonido de campanas indicando que las puertas se abrirán lo tensó.
Alzó sus miradas cuando las puertas se abrieron y un potente aroma a almendras, coco y frambuesas lo nubló. Sus ojos chocaron con unos azules. Los más hermosos que vió jamás.
Su lobo comenzó a aullar mientras decía incoherencias.
Jeon tragó duro cuando Seok y el Omega salieron del cubículo, pero con el último no cortaron esa intensa conexión.
(....)
Para SeokJin no había sido nada fácil convencer a ese Omega de que se vaya junto a él hacía el edificio "Jeon I".
Estuvo aproximadamente veinte minutos, hasta que el menor al fin declinó.
Pero TaeHyung, sólo lo hizo porque su lobo se lo pidió. Según su animal interno "tenía un buen presentimiento" Pero la dura vida que tuvo el rubio, lo obligó a desconfiar de todo.
Por supuesto, si un extraño viene y te dice que su jefe millonario quiere hacer la caridad contigo, deberías dar media vuelta y correr lejos. El mundo no es amable con Omegas como el.
Y mientras iba en el carro del Beta, pensó en abrir la puerta, arrojarse y correr.
Tenía mucho miedo, nadie hace caridad sin pedir u obtener algo a cambio.
Pero ¿Huir sería la mejor opción?
En primer lugar que estaba embarazado y podría lastimarse al caer del carro, segundo el delicioso aroma a comida que provenía de los asientos traseros no le dejaba pensar muy claramente, y por último las amenazas de su lobo.
Si su lobo presentía algo bueno, debía confiar en él.
Mientras viajaban se limitaron en una corta charla, la cual el Beta se presentó y le preguntó su nombre completo y de donde provenía.
TaeHyung se limitó a decirle sólo su nombre, tanta información a un desconocido no es buena idea nunca.
El carro se estacionó frente a un edificio bastante básico para pertenecer a un supuesto millonario, su cara de confusión debe haber sido muy obvia ya que Seok se apresuró a decirle que se trataba de su hogar, y que debería darse una ducha y cambiarse de ropa antes de conocer a su jefe.
Apenas abrió la puerta del auto, intentó salir corriendo pero solo pudo hacerlo unos metros antes de que Seok lo alcanzara.
y Así el Beta estuvo unos diez minutos más intentando que cediera, que todo estaría bien, que Jeon sería incapaz de lastimar a un Omega y que nadie lo obligaría a hacer nada que no quisiera.
Si, algunas palabras no lo convencían mucho, pero en serio tenía mucha hambre y por las noches hacía demasiado frío.
Ingresaron al hogar del mayor, le indicó donde quedaba el baño y se dio una ducha demasiado satisfactoria. Por la Diosa Luna, era la gloria sentirse limpio.
Cuando salió, a duras penas, Seok le entregó una muda de ropa y lo acompañó hasta su habitación para que se cambie tranquilo.
Las prendas le quedaban algo grandes, pero eran suaves y limpias. Se sentía bien.
(....)
Cuando estuvieron en el estacionamiento del edificio "Jeon I", salieron del carro y se dirigieron al ascensor privado. El rubio no podía dejar de observar a su alrededor. Nunca en su vida, ni siquiera en películas, había visto tanto lujo.
Ya en el elevador privado, Seok le dió unos consejos.
"Mantente cabizbajo y no hables al menos que él te pregunte algo"
Seok exageraba porque sabía que su jefe era relajado en ese aspecto, pero quería que todo salga perfecto.
De todas formas los Alfas aman la sumisión de los Omegas.
Tae no pudo evitar cuestionarse nuevamente cuál será la "buena acción del día" del tal Alfa Jeon.
¿Quizá darle un trabajo estable?
Sería su único deseo. De esa manera podría criar a su cachorro tranquilamente.
Una vez que las puertas del cubículo se abrieron, el fuerte aroma del Alfa se desplazó por el interior de su cuerpo. Sintió la conexión de su lobo con el del Alfa y se le hizo imposible despegar sus ojos de los luceros oscuros contrarios.
-Jefe - La voz de Seok no pudo interrumpir ese tenso momento.
Alfa y Omega estaban despidiendo sus feromonas, llenando la sala de sus aromas mezclados. Si las demás personas en el lugar no hubiesen sido Betas, ya se estarían sintiendo asfixiados.
-Señor, le conseguí un Omega en espera - Siguió el secretario y por fin, JungKook despegó la mirada de TaeHyung.
El Golden Alfa bajó su cabeza y trató de tranquilizar su respiración.
-Creo que lo noté, SeokJin - Respondió y el cuerpo del Omega sintió un escalofrío.
¿Era posible que una voz hiciera su cuerpo temblar...?
-¿Debo llamar al Doctor Kim?- Preguntó el Beta refiriéndose al terapeuta de su jefe.
Jeon negó con la cabeza -No, llama al doctor Jung y luego a mi abogado - Ordenó caminando hasta su oficina - Dale algo de comer al Omega-
El secretario disimuló su tristeza porque su camino no se cruzaría con el Alfa NamJoon, pero rápidamente acató todas las órdenes de JungKook. Se escuchó un portazo indicando que el pelinegro se internó nuevamente en su oficina y todos miraron al rubio, quién ahora se sintió algo desprotegido.
Minjae gruñó bajito, asustado de que el recién llegado pudiera quitarle a su hombre, mientras que Jackson tenía una mueca en su rostro.
-Ya lo escuchaste Omeguita - Habló Jin - Ve al baño, lávate las manosantes de almorzar y vuelve con una sonrisa. Yo ordenaré bien tu comida - realizó una seña con sus manos, regalandole una sonrisa.
-¿Dónde queda?- Preguntó Tae juntando sus manos sobre el vientre.
-Yo te acompaño - Se ofreció Jackson caminando hasta el baño que compartían los tres empleados. Jae gruñó alto, y Jin le tomó la mano, sabiendo el problema de su hermanito.
Tae lo siguió pasando rápido al lado de los Betas y alcanzó a Wang. Se adentraron juntos al baño, que era bastante grande y limpio.
-No le temas al jefe. Es una buena persona- Habló Wang observándose en el espejo y tratando de aguantar una risa.
Le había dado celos a Minjae y disimuló no darse cuenta.
Kim no respondió, sólo abrió la canilla de agua y enjabonó sus manos con jabón líquido.
-Me llamo Jackson Wang, soy uno de sus guardaespaldas - siguió el mayor tratando de entablar una conversación con el Omega.
-Kim TaeHyung- Respondió algo seco, pero esbozó una media sonrisa.
Jackson le dio una mirada de arriba hacia abajo. Estaba seguro que el rubio era el tipo ideal de su jefe.
-Vamos, JungKook está esperando - Salieron del baño y caminaron hasta la oficina.
Wang tocó la puerta y rápido se escuchó un "adelante"
El Beta abrió la puerta y dejó ingresar al rubio, quién lo hizo algo nervioso. Kook se encontraba parado al lado del escritorio, con sus brazos en la espalda.
No había podido dejar de pensar en la belleza del menor, esos hermosos ojos azules eran una perdición y el rostro en sí parecía ser tallado por la misma Diosa Luna.
-Siéntate, Omega - Ordenó casi titubeando. Señaló la silla frente al escritorio y Tae caminó hasta ahí, haciendo luego lo ordenado por el mayor.
-¿Nombre?- Preguntó el pelinegro, ahora con su mirada puesta en el vientre del menor.
-Kim TaeHyung, señor JungKook- Respondió tímido, secando sus manos en los pantalones. Demasiado nervioso y ansioso.
Jeon mordió su labio inferior. Podía ahora sentir levemente el aroma a leche materna que desprendían los senos contrarios.
Una erección comenzó a presentarse en su parte baja y Kook tuvo que poner todo de su autocontrol para no saltar sobre el Omega y mamarle los pechos que seguramente estaban muy llenos de ese exquisito líquido.
TaeHyung escuchó la respiración alta y agitada del Alfa. Y el fuerte aroma que salía del mayor lo hizo jadear, refregó sus muslos entre sí, y trago duro.
-¿Por qué estoy aquí? - Cuestionó tratando de calmar a su lobo.
Él sabía con anterioridad que los Omegas en espera tienen una libido más elevada, pero no podía estar excitado justo ahora y por un Alfa desconocido.
-Tú y yo podemos llegar a un acuerdo - Dijo acercándose al rubio - ¿Te gustaría ganar mucho dinero?-
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