El arrepentimiento es una emoción abrumadora porque no importa cuánto desees retroceder en el tiempo para deshacer tu error, no hay manera posible de hacerlo. Amas muchísimo a tu hija pero no fue planeada. No te arrepentiste de tenerla, pero sí te arrepentiste de haber estado con su padre y haber huido de tu vida.
-Los Zenin son una familia muy exitosa y siempre están en el ojo de los medios, así que no nos avergüences.-Dice tu madrastra mientras se mira en su espejo compacto para asegurarse de que su maquillaje esté bien.-Realmente nos están haciendo un favor.
Te escapaste a los 18 años con tu novio. Nunca te casaste, pero terminaste con un bebé cuando tenías 20 años. Ahora tienes 25. Tuviste que volver con tu padre y tu madrastra porque no podías permitirte cuidar de ti y de tu hija.
Tu novio te dejó, dejándote con tanta responsabilidad que no podías asumir. Lo peor es que su hija ahora pregunta adónde fue su padre.
-Actúa como una dama adecuada.- Ella continúa hablando y tu te quedas
en el asiento trasero del auto. Te había obligado a ponerte un corsé y ahora apenas podías respirar. Fue innecesario, pero a ella le encanta verte sufrir. Sientes que el día nunca terminará, aunque acaba de empezar.-Y no hables a menos que te lo pidan. No queremos que lo asustes.
Ella continúa divagando, haciéndote poner los ojos en blanco con cada
palabra. Es exasperante, y tus uñas se clavan en la palma de tu mano y te
muerdes el interior de la mejilla mientras intentas recordar que ella es la mujer que eligió tu padre. La mujer que lo hace feliz. Aunque lo odias por eso porque ella siempre es su prioridad.
Su felicidad siempre está antes que la
tuya y es por eso que te casará. Pero cuando estés casada, la regañarás. Ése es el lado positivo del matrimonio, probablemente el único beneficio. Es asfixiante en el auto, y tal vez ella esté tomando todo el aire o tal vez sea el corsé lo que te hace sentir así. O tal vez es la forma en que simplemente te casan como si no tuvieras ningún valor que conservar en la familia.
-Ellos saben sobre Misaki pero será
mejor que no la menciones.-Ella finalmente cierra la boca y estás muy agradecido por un momento.
Hasta que te das cuenta de dónde estás y un suspiro se escapa de tus labios. Deseas volver a oír hablar a tu madrastra porque estás convencido de que es mejor que esto. La mansión es de estilo europeo, no uno que esperabas. Pero ella lo sabe todo así que habla para al menos informarte.
-Esta no es la casa principal de
los Zenin. Su propiedad principal está a un par de horas de distancia, pero
prefieren que el compromiso se realice por aquí.
-Oh...¿Cuándo se supone que ocurrirá este compromiso?.-Preguntas cuando
ves un par de autos diferentes. Coches caros y extranjeros. Era una mezcla, y
los autos viejos normales sobresalen como un pulgar dolorido. Tu padre
estaciona.
-¿Cuándo crees? Hoy. Todos están aquí, incluso los fotógrafos.-Ella te
informa.-El chico con el que estás comprometida es muy importante en el clan, así que es algo importante.
-Considérate afortunado porque después del compromiso te llevará de
regreso al estado principal de Zenin y no tendrás que mover un dedo.-Tu
padre habla, lo que no te calma los nervios.-Por el resto de tus días, tú y
Misaki nunca tendrán que preocuparse por nada.
-Jinichi Zenin, ese es el nombre de tu futuro marido.-Tu madrastra
finalmente lo revela. Tu padre apaga el auto y ella es la primera persona en
abrir la puerta y salir. Entonces tu padre hace lo mismo. Eres el último que queda y sientes que se te revuelve el estómago, como si estuvieras a punto de vomitar.
Tu padre abre la puerta y te ofrece la mano para ayudarte a salir del coche.
Lo agarras porque sin él sientes que no podrás salir del coche. Inhalas el aire fresco que pensabas que te ayudaría, pero estás equivocado porque este aire es diferente. Este aire hace que todo sea diferente.
Tu padre pone su mano sobre tu hombro y te sonríe. No puedes devolverle la sonrisa. Simplemente no puedes porque todo esto es culpa suya. Como quiere complacer a su esposa, te casas con un hombre con el que no has tenido una conversación antes. Se acerca a su esposa y comienzan a caminar juntos hacia la entrada principal.
Tragas saliva y te limpias las manos sudorosas con el costoso vestido que
compraste para esta ocasión. Tienes que cerrar los ojos un momento antes
de dar un paso y caminar detrás de ellos.
-Pensé que tendrían un mayordomo abriendo las puertas y esperándonos
afuera.-Tu madrastra bromea, al menos esperas que esté bromeando
mientras toca el timbre. Te preguntas cómo se benefician de esto mientras
esperas.
Pronto se abre la puerta y te saluda un hombre bien vestido. Un hombre con su uniforme. Tu madrastra es la primera en entrar a la casa, camina confiada hacia el lugar, gira para ver bien esa parte de la mansión.
Entonces entra tu padre, pero no está interesado en mirar a su alrededor, sino en alcanzar a su esposa. Luego estás tú. Tu mirada cae al suelo y pones una sonrisa tímida mientras
entras a la casa. Cuando finalmente levantas la vista, te das cuenta de que no hay tanta gente, al menos no tanta como esperabas.
-Naobito.-Tu padre sonríe mientras reconoce al hombre que se acerca. Tu
madrastra pone su mejor sonrisa y ajusta su postura, lanzándote una mirada asesina para hacer lo mismo. Intentas ser la mujer que ella quiere que seas.
-Amigo.- El hombre responde. Luego mira a tu madrastra con una ligera
mirada de disgusto, y luego a ti. Es muy fácil diferenciar quién es quién. El hombre te sonríe, al menos no te faltan miradas.-Mi sobrino está arriba, bajará pronto y luego podremos comenzar. Solo un aviso, hay un par de reporteros que preguntarán cómo se conocieron, y se lo dejo a ustedes. Solo digan que ustedes dos que se conocieron en una cafetería y fue amor a primera vista. Han estado saliendo durante un par de meses. Toji lo arruinará de alguna manera.
-¿Toji?.-Tu padre pregunta. Previamente habían estado de acuerdo con Jinichi, entonces, ¿Naobito estaba jugando?.-Estás confundiendo los nombres, te dije que dejaras de beber alcohol.
-No, ella se va a casar con Toji.- Naobito lo confirma, y no puedes entender por qué tu padre está tan afectado por esto. Está en shock. Tu padre conoce a los Zenin desde hace mucho tiempo, entonces, ¿qué pudo haber hecho Toji para provocar tal reacción?.
-¿El inútil que se escapó? ¿Ha vuelto?.- Un tono ofensivo es claro en la voz de
tu padre. Nadie se da cuenta del hombre que está en lo alto de las escaleras, escuchando cada palabra.-No hay forma de que pienses que mi hija se va a casar con él precisamente.
-Es eso o nadie en absoluto. No voy a casar a Jinichi, alguien que tiene
potencial, con una madre soltera como tu hija.-Naobito dice, y tu corazón casi se rompe y quieres romper a llorar. Pero recuerdas sus palabras y actúas como una verdadera dama. No sonríes, mantienes la postura y estabilizas la respiración para no empezar a llorar.-Quieres a alguien que te dé una casa y pague por todo para tu hija, y nosotros queremos a alguien que arregle la absolutamente horrible reputación de Toji en los medios. Está arruinando la reputación de Zenin y esperamos que este compromiso pueda arreglar esto. una situación de ganar-ganar.
-Yo no...-comienza tu padre pero tu madrastra lo pellizca discretamente y él se detiene. Los ojos de Noaobito se posan en ti.
-No lo tomes a mal. Simplemente no estás lo suficientemente en forma... Tal vez hace un par de años, cuando no tenías tu hija.-Hace todo lo posible
para parecer que tiene buenas intenciones, pero sus palabras muestran quién es realmente.- Además, es perfecto. Él también tiene un hijo, de apenas un par de meses, así que no sólo será padrastro, sino que tú serás madrastra.
No dices nada porque sientes como si no te quedaran palabras, incluso si no
has hablado. Hay un nudo en tu garganta que retiene tus lágrimas y tienes miedo de que tus palabras lo suelten y te hagan llorar. El hecho de que te consideren inferior debido a tu hija es algo que no puedes entender.
Pero aun así le das un asentimiento en respuesta.
Muy pronto se gira ligeramente y mira hacia las escaleras, haciéndote
mirarlas también. Lentamente camina hacia un hombre alto y musculoso con una mirada hostil en su rostro.
Tiene el pelo negro de longitud media,
algunos mechones caen sobre sus ojos verde esmeralda. Lo que realmente
llama la atención es la cicatriz que se encuentra en el lado derecho de su
boca. Sientes que tus mejillas se calientan. Esperas que él sea tu futuro esposo solo por la atracción física que sientes hacia él.
No crees en el amor a primera vista y sabes que ninguna emoción se desarrollará rápidamente, así que al menos puedes esperar que tu marido
sea guapo. Llega al último escalón y luego está en el primer piso. Él camina hacia ti.
-Toji.- dice Naobito.-¿Por qué tardaste tanto?.
-Lo siento, Megumi tardó una eternidad en quedarse dormido. Es un llorón.-Toji miente, esperando que si se queja de su hijo, tú te asustarás y
reconsideraras el matrimonio. Él piensa que de alguna manera esto depende de ti.-Anoche ni siquiera me dejó dormir.
No dices nada, solo lo miras fijamente, lo que lo enoja. A Toji ya no le gustas,
pero esos sentimientos pueden cambiar al final del día.
Al final del día, o le agradarás o te odiará, y todo dependía de la decisión final.
Naobito llama al mayordomo y el mayordomo viene con una caja negra. Toji se ve obligado a tomar la caja y se la guarda en el bolsillo.
-Les daremos cinco minutos para hablar entre ustedes, luego salgan y tu Toji le propondrías matrimonio. El fotógrafo y el reportero están listos.- Naobito instruye antes de guiar a tu padre y a tu madrastra a otra parte.
Toji y tú simplemente se miran fijamente durante un minuto más o menos. Toji decide ir directo al grano, sabiendo que no hay manera de que puedas leer su mente.
-Quiero que rechaces la propuesta.
-Y no voy a rechazar la propuesta. No depende de mí.-Respondes y a él no le
gusta tu respuesta.
-¿Qué quieres decir con que no depende de ti? Tienes libre albedrío, ¿no? Rechaza la propuesta.-El insiste.
-¿No tienes libre albedrío? En lugar de
obligarme a rechazar la propuesta, simplemente no preguntes.-Le dices,
haciéndolo chasquear la lengua.
-El problema es que si no pregunto, me echarán porque no estoy dispuesto a cooperar con ellos.-Él revela, haciéndote suspirar.
-Yo también estoy estancada. Si rechazo la propuesta, mi hija y yo seremos expulsados.-Contestas.-No tenemos otra opción aquí, así que intentemos llevarnos bien.
-Pero tienes la opción de rechazarme. Eso es fácil.-Toji continúa, calificando
tu negativa a cooperar como simple egoísmo. A él realmente no le importa
pensar en tu posición y en cómo estás haciendo lo mejor que puedes para tu
hija. El te mira fijamente y tú lo notas, pero no le prestas atención. Si no está
contento, es culpa suya. Tú también eres infeliz, pero en última instancia
estás tratando de hacer lo mejor.
-Vamos al jardín, el reportero y el fotógrafo están esperando.-Dices y
comienzas a caminar. El sonido de tus tacones golpeando el suelo le irrita.
-Que te jodan.-El murmura en voz baja. Y hace diez minutos que no te
conoce pero te odia. Eso lo decide en su corazón porque no le estás dando lo que quiere y se ve obligado a seguirte.
Una vez que sales, tu atención se ve inmediatamente atraída por las
hermosas flores que se encuentran afuera. Tu padre y tu madrastra están
cerca, hablando con Naobito. Sus ojos se posan en ti y en Toji, que está
detrás de ti. Notas el rosal rojo y te atrae. Tienes la tentación de tocar las rosas y tu dedo está tan cerca de la flor que te detienes. Toji sabe que el periodista está cerca y no quiere arruinar las cosas. Tiene que ser romántico.
Empiezas a caminar por el jardín, un jardín enorme que nunca en tu vida
pensaste que verías. El fotógrafo va detrás, intentando ser discreto y no
estropear la "sorpresa". Simplemente actúa como si fuera parte de la familia.
Por mucho que él no quiera esto, en última instancia quiere que seas tú
quien arruine las cosas. Toji finge ya que su tío también está mirando. Quiere que su tío vea que lo intentó todo y al final eres tú el que no quiere tener nada que ver con él.
Toji te rodea con sus brazos, lo que te pilla por sorpresa desde atrás. Puede
sentir el corsé a través del vestido y eso te hace sentir incómodo. Él apoya su barbilla en tu hombro antes de dejar un beso en tu mejilla.
-Te ves hermosa hoy.-Toji comenta, su voz lo suficientemente alta como
para que el periodista la escuche. Uno se pregunta si piensan por qué un
momento tan íntimo se ve obligado a hacerse público. Pero claro, el negocio
de Zenins siempre ha sido importante en los medios y están intentando
mantener una imagen impecable, lo que aparentemente no puede ser
posible debido a Toji.
-Gracias...- Respondes, retirando tu mano porque tocar la rosa ya no era tan fascinante. Un extraño te está reteniendo y no puedes hacer nada al respecto. Un desconocido te va a proponer matrimonio y tú te ves obligado a decir que "sí" porque si no dices que "sí" acabarás en la calle sin medios para sobrevivir con tu hija.
Te da vuelta para obligarte a mirarlo. Hay una sonrisa en su rostro pero sus
ojos están vacíos. No hay emoción detrás de esto porque ¿cómo podría
haber alguna emoción detrás de ellos? Se conocieron hace quizás diez
minutos. El picotea tus labios, haciendo que tu cara se sonroje.
-Te amo muchísimo.- Dice palabras vacías que pueden escribirse y
considerarse románticas.
-Yo también te amo.-Respondes con una pequeña sonrisa en tu rostro.
Observas cómo saca la pequeña caja negra que tiene en el bolsillo.
Empiezas a preguntarte por qué tiene que ser asi, por qué no pueden simplemente decir que es un matrimonio arreglado. Los Zenins quieren que parezca que Toji tiene una opción. Que al final eres la
mujer que eligió, quieren parecer la familia perfecta que los medios siempre han vendido.
-Quiero pasar el resto de mi vida contigo porque eres...-Toji tiene que cerrar los ojos por un momento. Se imagina a otra persona parada frente a él. Cuando abre los ojos, su expresión se vuelve tierna.-Eres la mujer que quiero ver cada vez que me despierto. Quiero envejecer contigo. Desde que entraste en mi vida, la has mejorado. Eres una gran madre para nuestro...-De repente se atraganta y las lágrimas se acumulan en sus ojos Cuando su imaginación se agota. Pero él mantiene la compostura y contiene las lágrimas. Su rostro vuelve a ser frío y el tono apasionado que tenía desapareció hace mucho.-Lo que estoy tratando de decir es, ¿te casarías conmigo?.
Abre la pequeña caja, sin molestarse en arrodillarse. Él no es devoto de ti y
ciertamente no tiene ningún tipo de respeto. Tampoco hay amor. No hay
nada. Se va a casar con un completo extraño y se siente surrealista. Pero los flashes de la cámara le recuerdan lo real que es todo.
-Oh Dios mío, ¡sí!.-Sonríes y finges estar emocionado mientras miras el
anillo. Saca el anillo de diamantes de la caja y lo desliza en tu dedo anular.
¿Qué se supone que debes hacer a continuación? Tus manos se envuelven detrás de su cuello y besas sus labios. Notas el flash de la cámara y actúas sorprendido ante el fotógrafo. Miras a tu ahora prometido y luego al fotógrafo.-¡Así que por eso has estado actuando de forma tan misteriosa!.- Tu dices.
Otro hombre se te acerca rápidamente. Viste un suéter blanco, jeans negros y gafas.
-Si no es mucha molestia, ¿puedo hacer un par de preguntas?.- El hombre se apresura a decir. Se aclara la garganta antes de rascarse la nuca.-Lo siento, eso fue grosero. Supongo que debería felicitarte primero.
-Esta bien.-Le aseguras.-Aunque nos gustaría un par de minutos a solas y
luego podremos responder preguntas.
-Muy bien, estaremos esperando adentro.-El hombre responde con una
sonrisa. El fotógrafo y él entran y te quedas atrás con Toji. Una vez que entran en la casa, Toji hace la pregunta que había olvidado hacer.
-¿Cuál es tu nombre, otra vez? Naobito me lo dijo pero no lo recuerdo.- Toji habla, haciéndote poner los ojos en blanco y le dices tu nombre.-Bueno, soy Toji Fushiguro.
-¿Fushiguro?.-Lo miras confundido. Has comprendido que es un Zenin, pero nunca llegaste a saber quién de sus padres era el Zenin. Él simplemente asiente y no piensas en ello por un corto tiempo.- Está bien... Así que nos conocimos en una cafetería y fue amor a primera vista...¿Cuántos años tiene tu hijo?.-Se lo dices y él frunce el ceño.
-¿Qué tiene que ver la edad de mi hijo con todo esto?.- Él responde con un
tono desagradable.
-Se debe al tiempo que hemos estado juntos. Si hemos estado juntos más
tiempo que el tiempo que tu hijo ha estado vivo, serás etiquetado como un
tramposo.-Tú explicas.-Todo esto es para limpiar la reputación de tu
familia.
-Ellos no son mi familia.-Toji se apresura a decir.-Pero tiene nueve meses.
-¿Qué pasó con su madre?.-Preguntas inocentemente y él te mira mal.
-Eso no es asunto tuyo.- Está claramente enojado por la pregunta y estás tentado a disculparte, pero no lo haces. No crees que deberías hacerlo
porque esta es información que tendrás que saber tarde o temprano ya que él es tu futuro esposo.
-Bueno, entonces hemos estado juntos durante ocho meses.-Le informas y
él niega con la cabeza.
-cinco.- El responde.-Hemos estado juntos durante cinco meses.
-Muy bien entonces, entremos.-
Empiezas a caminar hacia adentro y él te sigue. Regresas a la mansión y suspiras antes de caminar hacia el reportero.
-Estamos listos.-Le anuncias y el hombre asiente, mientras prepara su
libreta y su bolígrafo. El hombre mira todas las preguntas que ha escrito. Algo que debería ser fácil para mostrar a Toji y a ti una buena imagen. Luego se da cuenta de que ni siquiera se ha presentado.
-Soy Jin Itadori.- Él sonríe y tú le devuelves la sonrisa. A Toji no le importa sonreír.
-Bueno, Sr. Itadori, es un placer conocerlo. Estamos listos para cualquier pregunta que tenga para nosotros.