Me resigné exactamente cuando íbamos en el autobús camino a mi casa. Traté de hacer desaparecer la tensión que probablemente solo yo percibía e hice algunos comentarios bobos que la hicieron sentir mal, por alguna razón no me podía controlar con ella, mi filtro disminuía y terminaba actuando como una idiota.
Podía sentir como mis manos temblaban y el frío se mezclaba con la calidez cuando ya estábamos en mi habitación. Ni los videojuegos ni una película ayudaron a controlarme.
"¿Cómo es que ella parece tan tranquila?"
"Esto será tan extraño"
"Ella no ha dicho nada"
"Tú tampoco, mensa"
"Necesito escapar"
"¿Acaso estoy respirando con normalidad?"
"Ella no te gusta"
"No significará nada"
Cuando me sentí al límite debido a los pensamientos que no dejaban de llegar me puse frente a ella, ví como de pronto se ponía nerviosa y por primera vez estaba sosteniendo mi mirada fijamente, volvía a afirmar que sus ojos eran realmente hermosos pero no podía seguir con distracciones, quería terminar con todo rápido. Me acerqué, me detuvo, sufrí, me habló de un tema aburrido y no lo pude soportar.
Mis pensamientos cesaron y probablemente ese fué el momento en el que "No significará nada" se convirtió en un "Significará todo".
Un beso, tan solo uno, una caricia que anhelé volver incesante...
Supongo que podría centrarme en el paraíso en el que me sentí cuando mis labios tocaron los suyos por primera vez ya que para ser sincera ese suceso despertó todo lo que sentía, tal como una explosión inexplicable, pero tal vez debería enfocarme precisamente en lo que se convirtió en mi fascinación, sus ojos.
¿Por qué?
No lo sé con exactitud, se me hace difícil de explicar.
Supongo que quise competir con ella. Que su admiración por labios ajenos se volviera mi admiración por sus ojos.
En ese instante sé que desperdicié la oportunidad de detallar su rostro porque quedé atrapada en la suavidad de una nube, necesitaba saber que todo lo que sucedió había sido real, entonces solo me aparté ubicandome a su lado. No sé cuánto tiempo pasó ni entendí nada en realidad pero creo que se despidió y se fué.
Así que después de pasar un fin de semana en la luna, volví a ponerme nerviosa por el hecho de que volvería a ver a Chaeyoung, traté de evitarla pero tampoco era normal que ella me buscara.
Pronto mi humor cambió súbitamente, mi ceño se frunció y mi mandíbula se tensó.
¿La razón?
Enterarme que Lee Jooheon y Chaeyoung habían compartido un beso. Todo el mundo parecía estar hablando del tema ya que el chico se había esforzado para que todos entendieran que había sido increíble.
Sí, yo también podía afirmar eso, primero la besé yo.
Y de estar molesta, me ví envuelta en la tristeza y la frustración.
¿Nuestro beso no significó nada?
¿Ni porque fué su primer beso?
¿Ni porque fué con una chica?
¿Ni porque fuí yo?
De todos modos, no pude evitar ir a la biblioteca para intentar encontrarla y tener un poco de privacidad ¿Para qué? No es como si quisiera besarla otra vez.
¿Verdad?
Que gran mentira, sí quería.
Me senté a su lado y la conversación fluyó, actué "natural", en realidad no lo hice pero Chaeyoung era muy distraída por lo que estoy segura que no notó mi nueva extraña naturalidad, pero cuando me enteré de su plan de besar a Yoo Jeongyeon y a Lalisa Manobal, en el fondo exploté.
La miré directamente y tan solo necesité un segundo para encontrar sus ojos una vez más y fué increíble.
Una acción lo cambió todo, la besé de nuevo sin pensar o razonar.
...
Ella podía decirme esa frase que leí alguna vez por algún lado:
"Un beso no solo significa un toque sino que involucra el ver y desear. Y yo cariño, ya te he besado un millón de veces sin ni siquiera rozarte"
Yo respondería con algo sacado de mi mente:
"Así como tus labios desean mis besos, pues bésame con el alma, sentiré el roce tan solo con tu mirada. Quítame el aliento sin la necesidad de acercarte, déjame perderme en el mar que retienen tus ojos..."
—¡Mina!
Ni siquiera lo noté, de alguna manera llegué hasta la cafetería y estaba junto a Momo y Sana.
—¿Eh?
—¿En qué universo andas?
¿Cómo se llamaría el universo que eran los ojos de Son Chaeyoung?
—Solo... Ojos
Logré balbucear al perderme en esa compañera que siempre podía encontrar en la biblioteca. Estaba en la distancia con sus amigas ignorandolas, pero su mirada recorría el lugar deteniendose a veces.
Sabía qué estaba haciendo, y otra vez me sentí molesta, hasta que sus ojos conectaron con los míos. Ese órgano que bombeaba la sangre y me mantenía viva, no estaba reaccionando correctamente. En realidad, yo no estaba reaccionando.
¿Qué estaba pasando?
Algo muy extraño.
Demasiada emoción, ella desvió la mirada y siguió con su acción. Solo pude levantarme, pronunciar un "adiós" para mis amigas y caminar a paso rápido fuera del lugar.
Y así, otro día pasó.
Otro día pensando en Chaeyoung.
Estaba tan enfocada en su objetivo de "encontrar el beso perfecto" que me deprimí, era obvio que no pude hacer nacer algo especial en ella pero ¿Por qué quería que ella sintiera algo especial? y ¿Por qué yo tenía que sentirme tan extraña?.
Seguí pensando en lo que pasó en la cafetería, suspiré tratando de liberar algún sentimiento que claramente no era bienvenido, dí vueltas por mi habitación me lancé a mi cama y para intentar distraerme, ví mi celular. Todo estaba tan aburrido pero terminé en el perfil de Instagram de Chaeyoung, miré sus selfies particulares y no pude evitar hacer zoom y recorrer sus facciones.
¿Podría atreverme a mirarla con tal libertad en la vida real?
Prácticamente tiré el celular a la pared con un poco de violencia, me sentía tan abrumada porque seguía pensando en Chaeyoung y yo realmente no quería hacerlo, sin embargo, seguí llegando a su lado en la biblioteca.
Ese día solo me senté frente a ella, para evitar que la bibliotecaria se diera cuenta que intentaba mirar mi celular, pero fué inútil, al tener su presencia ahí, mis ojos fueron tan rebeldes paseándose por sus delgados dedos aferrados al libro, subiendo de pronto a su largo cuello, quedándose un momento en su cabello azabache que parecía ser muy suave, para luego ir a su mentón que le proporcionaba una forma adorable a su cara, a sus labios carmesí tan deseables (que tal vez moría por volver a besar), su nariz perfecta y finalmente a esos ojos que no prestaban atención a nada más que a lo que sea que se tratara la historia entre sus manos.
Sus pestañas quedaban inmóviles pero parecían seguir el movimiento de sus párpados al abrirlos y cerrarlos al pestañar. Sus globos oculares iban de izquierda a derecha y de derecha a izquierda paseando por las frases. Ni siquiera con una intensa mirada ella se daba cuenta, así que tuve la necesidad de hablar y escuchar su voz.
—Tu ceño se frunce mucho cuando te concentras demasiado. Es adorable
¿Podría haber dicho algo más vergonzoso?
Quise golpearme al dejar escapar eso, quise sonreír ante su risa silenciosa y quise morir cuando sus ojos se encontraron con los míos por unos segundos.
—¿Qué le pasó a tu celular?
Salí de mi momento de babosa y como si no estuviera consciente del estado de mi celular bajé la mirada a la pantalla y una risa nerviosa salió.
"Estaba stalkeandote porque no puedo dejar de pensar en tí, pero no quiero hacerlo, por eso lo tiré contra la pared y puede que la pantalla se haya roto un poco"
—Se me cayó. De pronto me volví muy torpe y bueno, solo se rompió un poquito
—¿Poquito? la pantalla está completamente rota
Otra risa nerviosa se me escapó y fué suficiente.
—Te-tengo que irme
Escapé.