Clark Pov
Bruce..
Escuchar de sus labios su nombre verdadero, afirmar que él confía en mí sin siquiera conocerme, fue desconcertante, me dejó sin aliento por unos segundos. Mi enemigo me ha confiado su identidad. Es un plato difícil de digerir. Fue extraño, es como si me haya dado todo sin haber hecho nada, es tan irreal que me dejó sin habla, literalmente, simplemente seguí aseando a Wayne en silencio, escuchando como su respiración fue disminuyendo hasta que pareció estar más relajado.
Al terminar de quitarle todo residuo de jabón en su piel, tomé sus manos para ponerlo de pie e ir a buscar una toalla. El pelinegro parecía estar en trance, sus ojos estaban perdidos y sus movimientos eran automáticos; por eso me vi obligado a colocarle una toalla en sus hombros y otra alrededor de su cintura para después cargarlo al estilo princesa. El mayor reaccionó de manera lenta hasta que uno de sus brazos se enrrolló en mi cuello.
Al llegar a la habitación lo bajé para que se pusiese de pie. Se quedó ahí, mirando todo a su alrededor, era como si buscara alguna amenaza. Me dió más curiosidad de saber qué pasa por su mente cuando lo ví morder su labio, alzando el interior de sus cejas hacia arriba, como si estuviera evitando llorar en silencio.
Con un suspiro le quité la toalla en su cintura y utilicé la de sus hombros para secarlo por completo. Busqué uno de mis boxers azúl marino y se lo coloqué, batallando un poco para que él comprendiera que ocupaba que levantara sus piernas para colocarle la prenda. Finalmente, Wayne tenía algo de ropa, sabía que solo dormía en boxers así que no le coloqué nada más.
Tallando mi rostro con cansancio, decidí tomar la barbilla del mayor y hacer que me viera a los ojos. "¿Cachorro?", mi voz fue suave, temiendo que al hacerlo salir de su trance este llegue a enloquecer y eche mi misión a perder. Sin embargo, nada, no dice nada, sus ojos están enfocados en mi pero no parece verme. Maldije por lo bajo. "¿Bruce?", por primera vez su nombre salió de mi, con mucha dificultad, tanta que mi voz fue firme y forzada, tanta que parece que lo pronuncié con algo de odio.
Eché el recuerdo de mi padre a un lado, tengo que ser profesional.
"¿Mm?". Fue todo lo que dijo, sus cejas ahora fruncidas, sus ojos confusos, casi parece que no le agradó el tono de mi voz, como si lo hubiera asustado.
Suspiré tratando de controlarme, mi paciencia al no saber del todo qué pasa nunca ha sido de gran ayuda. Necesito que el mayo coma algo, su estómago a de estar vacío, pero parece que ni siquiera sabe dónde se encuentra. Resignado, tomé su mano para dirigirnos a la cocina, él no se resistió.
Esto es nuevo para mi, puede que sepa mucho sobre el comportamiento de las personas, puede que haya leído sobre el sub-drop, pero sé que nada de lo que leo se va a comparar a vivirlo en carne propia. No puedo ser tonto y descuidado.
Al llegar a la cocina solté la mano del pelinegro, este hizo un puchero en descontento. "Solo calentaré la comida, quédate ahí como el buen chico que eres, ¿De acuerdo?", traté de hablarle como si fuera un niño y para mí alivio él pareció entender al acentir con su cabeza. Sin poder evitarlo sonreí, finalmente me estaba comprendiendo, ya era algo.
Rápidamente tomé un plato de comida. El pollo ya estaba frío así que lo metí al microondas. Bruce ni siquiera me miraba, su cabeza estaba fija en el suelo y sus hombros decaídos. Darme cuenta que Wayne sufre un estado de sub-drop más grave de lo normal me trae sentimientos mezclados, por una parte esto me conviene, en este estado puedo hacer lo quiera con él, puedo hacer que me diga sus secretos, por otra parte, el apenas puede hablar, parece que solo quiere llorar y para mí desgracia aún no sé cómo manipular esta situación a mi favor, nunca creí que esto le afectara tanto.
Ya con el pollo nuevamente servido junto con la ensalada tomé el plato y tomé la mano de Wayne. Nos guíe hasta el gran sofá y tomé asiento, el plato lo puse a mi lado mientras que al mayor lo tomé de la cintura para que se sentara en mi regazo. Wayne de inmediato se acurrucó en mi pecho y subió sus piernas al sofá, escondió su rostro en mi cuello y suspiró, casi con alivio. Tal vez necesita mucho contacto para sentirse mejor. "Tienes que comer, bebé", le susurré al oído.
Bruce soltó un quejido, "No", arrastró sus palabras.
Me paciencia se está acortando..
"Si no comes me iré", se me ocurrió la maravillosa idea de ser algo cruel en esta situación, si no aceptaba a las buenas .... pues serían a las malas. Tenía que hacerlo entender.
Bruce no respondió. Con un suspiro decidí actuar, "bien, como quieras", dije para quitar a Bruce de encima con brusquedad y ponerme de pie sin más. "¿Me voy, Bruce?".
Los ojos de Bruce jamás se habían puesto llorosos tan rápido, su pecho comenzó a subir y bajar más rápido. No muy convencido, dí dos pasos hacia atrás. El mayor abrió la boca pero no pudo decir nada, simplemente comenzó a llorar en silencio. Sin poder evitarlo, pensé en lo mucho que me gusta verlo llorar cuando se trata de querer tenerme. "¿Y bien? ¿Te comerás la comida?", mi voz seguía siendo dura hacia él, como un padre corrigiendo a su hijo.
Bruce asintió repetidas veces, casi con desesperación. Bien.
Lo volví a tomar entre mis brazos para sentarme de nuevo en el sillón, rápidamente Bruce se aferró a mi con fuerza. Busqué su rostro aún lloroso y limpié sus lágrimas con cariño. "¿Vez? Alfa solo quiere que su cachorro coma", lo arrullé con mi voz, Wayne solo volvió a asentir con ojos tristes.
Dejé de limpiar su rostro para finalmente alimentarlo, tomé el cubierto con un poco de pollo. Llevé el alimento en dirección a la boca de Bruce y este me miró con piedad. "Abre la boca, Bruce", le dije en advertencia, este obedeció de inmediato.
Por fin, Bruce estaba comiendo. "Buen chico", no pude evitar murmurar, las mejillas del mayor se sonrojaron de inmediato, sin embargo siguió aceptando la comida en su boca.
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Bruce Pov
Jamás creí experimentar una sensación de embriaguez, una sensación explosiva de serotonina y dopamina a tal punto que cuando estas disminuyeron mi ser se redujo a emociones como la tristeza y asco hacia mi mismo, como un primerizo probando su primer trago de alcohol sabiendo que sus padres se lo prohíben.
Nunca me he embriagado, sin embargo sé lo que provoca en el organismo del ser humano, sé los cambios químicos que causa en el cuerpo. No me ha gustado ningún vicio, no me ha gustado no tener control sobre mis acciones; no obstante, me encuentro ahoga en mi mismo. ¿Cómo es que le llaman, esa sensación que te da el día después de embriagarte? Si no me equivoco, es la resaca. Me siento como un borracho en la peor resaca de su vida, no veo mi situación diferente a la de uno de ellos; me embriagué de ese alfa que invade mi mente de repente y ahora me siento fuera de la realidad.
Solo quiero estar cerca de este alfa, siento que me mantiene de pie, siento que sostiene mi mano en este laberinto eterno. Escucho su voz, me habla, quiere darme más pero no entiende que solo el me es suficiente. El alfa me trata con dulzura, me sostiene entre sus brazos haciendo que mi ser tenga paz, pero como una tormenta sin previo aviso se separó de mi, dejándome solo en el gran sofá, sin su cálido ser. En un abrir y cerrar de ojos la soledad volvió a llamar a mi puerta, mi cuerpo se sintió inquieto y unas terribles ganas de llorar se apoderaron de mi.
"¿Me voy, Bruce?", gruñó contra mi, pero mi desesperación era tan grande que no podía articular palabra, a penas sí podía entender lo que me estaba diciendo. Mi corazón se aceleró, deseando estar cerca del alfa nuevamente. "¿Y bien? ¿Te comerás la comida?".
Ahí estaba otra vez, el alfa me quería dar más y yo ya tengo suficiente, solo quiero tenerlo cerca. ¿Por qué no me entiende? Resignado me eché a llorar en silencio, el alfa está dando todo de sí y me está ahogando al hacerlo, en especial porque siento que no merezco subirme a su bote, no merezco ser salvado, pero ahí está él arrojándome un salvavidas.
Como el gran egoísta que soy, asentí repetidas veces hasta que el alfa volvió a sostenerme entre sus brazos. Me aferré con tanta fuerza a su cuerpo, como un niño pequeño temiendo ser separado de su padre. El alfa limpió el rastro de lágrimas en mi rostro, es tan amable que me dieron más ganas de llorar nuevamente. "¿Vez? Alfa solo quiere que comas", me dijo con una voz tan suave que me hizo sentir mejor. Simplemente volví a asentir. Sin embargo, cuando acercó el alimento a mi boca, no pude no volver a considerar pedir piedad pero cuando sus ojos se oscurecieron mi cuerpo tembló. "Abre la boca, Bruce".
Ahí estaba otra vez, ese tono de voz. Me debilita. Me excita...
Mi alfa interior gruñó, no le gustaba la manera dominante de este alfa a mi lado; pero después estaba yo, queriendo satisfacer a este hombre que me hace sentir lleno. Con un poco de dificultad abrí mi boca y él me alimentó. "Buen chico", murmuró, pude sentir su satisfacción al aceptar su comida, me hizo sentir tan bien que mis mejillas se sonrojaron.
Ni siquiera estaba saboreando la comida, ni siquiera sabía con qué me estaban alimentado, pero esa sensación de cosquilleo en mi vientre al ver que el alfa se sentía feliz cuando lo obedecía me hizo seguir. "Bruce, Bruce, Bruce....he estado pensando que tu nombre es muy bonito", habló el alfa, buscando mi mirada con la suya. Volví a sentir calor en mis mejillas. "Es un nombre perfecto para alguien tan bueno como tú", el alfa alargó las últimas palabras, sonriendo de una manera extraña, pero eso me dejó sin cuidado, en especial porque parecía estar mintiendo, pero no lo culpo, porque al final soy de todo menos bueno.
Me removí incómodo en su regazo, de repente esas últimas palabras del alfa hicieron que tragara la comida con más dificultad. ¿Es malo mentir? ¿A caso este buen hombre merece que le mienta? No soy una buena persona. De repente, dejé de aceptar la comida. "No", murmuré en voz baja.
Los ojos del alfa brillaron con interés, "¿No crees merecer ese nombre, Bruce?". La pregunta del contrario fue entonada de forma neutra. Mis ojos comenzaron a picar.
Mis manos comenzaron a sudar mientras mi pecho se comprimia cada vez más. El nudo en mi garganta era tan grande que no podía hablar.
"¿No eres un buen chico, Bruce?".
Parece que repite varias veces mi nombre a propósito, como si así pinchara más la bomba para hacerla explotar....... y tenía razón. De repente mis hipidos llenaron la habitación. "Alfa...", dije entre mis vergonzosos sollozos. Solo quiero que me acepte como soy, sin que le importe mi pasado. "Por favor....P-Por fa-".
"Respóndeme cuando te hablo", me interrumpió. Su voz autoritaria haciéndome estremecer. "¿Quieres ser mi buen chico, jm?", su voz volvió a hacer aterciopelada causando una nube de confusión en mi mente, sus cambios repentinos al actuar me estaban haciendo sentir miedo con una clase de respeto hacia su persona.
Me encontré a mi mismo asintiendo con la cabeza, queriendo desesperadamente que el alfa me entendiera, pero el alfa que hay en mi me lo dificulta cada vez más. "Sí", dije finalmente, casi arrastrando mis palabras, como si así mi naturaleza no me castigaría.
El alfa hizo un sonido de aprobación tan excitante que mis piernas se apretaron inconscientemente. "Buen chico", dijo revolviendo mi cabello con su mano, de una manera cariñosa. "Primero, quiero que dejes de llorar. ¿Puedes hacer eso por mi?".
"Sí", volví a asentir. Temeroso de que el alfa se volviera a comportar extraño, hice lo posible para dejar de llorar para así tranquilizar mi respiración.
"Segundo, quiero que esta noche te quedes a dormir, aún no te he dado los mimos suficientes", bromeó estrujando mi mejilla por unos cortos segundos.
¿Quedarme?
Tragué saliva con dificultad, mi parte racional me comenzaba a gritar que esta es una mala idea, mi alfa interior gruñía, advirtiéndome que este hombre es una amenaza, que debía atacar, mis instintos de asesino me decían que este es un enemigo más del cual me tengo que hacer cargo. Tanto ruido en mi cabeza me está dando pánico.
¿Qué debo hacer?
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Clark Pov
Mierda, Bruce ya estaba volviendo en sí....
Parece que mi simple pregunta detonó algo en su interior, parece que está luchando por saber qué hacer, sus ojos miran a todas partes, su labio inferior está siendo torturado por sus dientes y algo me dice que tengo que pararlo.
Tengo que actuar ahora.
Tal vez.. volviéndolo a poner en el estado de sub-drop.
Necesito que se quede.
Mis labios se dirigieron a su oído, dando una mordida a su lóbulo, haciendo que se sobresaltara. Me volteó a ver de inmediato, sus cejas fruncidas como si le molestara que interrumpira sus pensamientos. Sonreí de una manera coqueta, ignorando su reacción. "Quédate, cachorro", esta vez se lo pedí.
Bruce simplemente lo consideró, así que no tan convencido mi mano empezó a serpentear, comenzando por su tobillo hasta llegar lentamente a su muslo. Esos muslos tan fuertes, me dan ganas de morderlos. Los ojos de Bruce estaban fijos en mis movimientos, brillantes, con lujuria. "¿No quieres pasar la noche con tu alfa, jm?", le susurré al oído haciéndolo estremecer.
Mi mano jugueteó con la tela de su bóxer, sonreí triunfante al notar la pequeña campaña entre sus piernas. Bruce se estaba dejando llevar, estaba funcionando, así que me aventuré a hacer más.
Cuando mi mano se posó encima de su pene, Bruce jadeó de forma entrecortada. Su respiración ya estaba volviéndose rápida con anticipación. Sus ojos llenos de necesidad me miraron cuando volví a hablar. "Eres tan adorable", le dije dándole un beso a su mandíbula, cerca de su oído.
"Ngh...", Bruce gimió. Se sonrojó de tal manera que hasta su pecho se tornó rojo.
Encantado, mi mano siguió con sus ministraciones, apretando el pene de Bruce con mi mano como un castigo. El mayor se removió por el dolor llevando sus dedos hacia la mano que lo torturaba sin piedad, pero no ejerció fuerza, simplemente la dejó ahí. "Buen chico, tan buen chico para mi", mi voz salió algo ronca, comenzando a sentirme afectado por la situación mis feromonas lo comenzaron a marcar.
"¡Ah! ", jadeó más fuerte cuando presioné con más fuerza, haciendo círculos, aún utilizando mi palma.
La cabeza del mayor se hizo hacia atrás cuando mi mano en su espalda comenzó a bajar, aventurandose por debajo de su bóxer, encontrando la rajadura en sus nalgas, metiendo mi dedo de enmedio ahí, sin llegar a ninguna parte realmente, simplemente me dediqué a tantear. "Cachorro ~, sigo esperando. ¿No me dirás si te quedarás o no?".
Sus piernas se abrieron más, su abdomen se contraía de vez en cuando. "Y-Yo...no...no sé", balbuceó sin poder evitarlo, mi lengua había comenzado a lamer los chupetones que le había hecho en el club.
Bruce parecía firme aún al borde del orgasmo, tenía que presionar más botones. Mi mano en su parte trasera hizo que se inclinara levemente, dándole más espacio a mis dedos. Ahora su cabeza descansaba en mi hombro, dándome escalofríos al sentir sus rápidos jadeos chocando contra mi piel.
Al tener más libertad de espacio, mi dedo entre sus jugosas nalgas se movió mucho más hasta encontrarme con su entrada. Gruñí al sentir como esta se contraía."Ngh...a-alfa...", Bruce gimió tan desesperado que me hizo volver a gruñir.
Mi dedo jugaba con su agujero, haciendo presión sin meterlo realmente, haciendo que las nalgas del pelinegro se contrajeran y su espalda se arqueara. "Si te quedas...te quitaré tu castigo. Te podrás corras correr las veces que quieras", mi voz fue acaramelada, manipulando a la cosita necesitada entre mis brazos.
Fuera ilógico si esta situación no me pusiera duro, pero no me molesta, sino lo utilizaré a mi favor. Sacando mi dedo de entre las nalgas del mayor escuché sus quejidos descontentos, pero no fue hasta que lo acomodé de tal modo que su entrada estará justo arriba de mi pene, haciendo que lo sienta más que la vez anterior al solo tener la tela fina del boxer. "¡Ah...por favor...", tartamudeó, con su boca entreabierta, su cuerpo dió una sacudida.
Podía sentir como su pelvis se quería presionar más hacia abajo, podía sentir su miembro pulsante por debajo de mi mano, ya estaba húmedo. "Te quedarás, Bruce", esta vez utilicé mi voz alfa haciendo que el pelinegro se retorciera, que gimiera fuerte y ronco.
Wayne asintió repetidas veces, soltando quejidos, queriéndose correr con todo su ser. Mi mano en su pene se detuvo para ahora sujetar toda la extensión por encima del bóxer, bombeando sin piedad, torturando la cabeza sensible con mi pulgar. "Por favor...por favor, por favor...", gimió con sus ojos cerrados con fuerza, "deja que me corra...deja...".
Me tomé unos segundos antes de contestar, quería que me rogara, quería que me lo pidiera con más desesperación, con lágrimas en sus ojos, pero el pobre ya había tenido demasiado por hoy, tendré misericordia esta vez, solo esta vez.
"Córrete para mí", le ordené entre dientes, sintiendo como Bruce obedecía de inmediato. Su cuerpo se sacudió, jadeó entrecortadamente y sus manos se hicieron puños cuando por fin su orgasmo lo alcanzó "Buen chico".
El pene de Bruce aún palpitaba, mientras su cuerpo daba ligeros espasmos. Relamí mis labios cuando esos ojos azúl celeste soltaron lágrimas de alivio.
Volviendo a mi mismo, retiré mi mano de entre sus piernas, sino sabía que lo volvería a hacer, volvería a hacer a Bruce llorar para generarme placer. Se mira tan vulnerable, entregado, tan débil que me excita. Traté de tranquilizarme, aún estaba erecto y era difícil no caer ante la tentación.
Ambos nos quedamos en silencio, mi mano ahora en su muslo comenzó a darle pequeñas caricias con mi pulgar, haciendo pequeños círculos. La cabeza de Bruce se movió cómodamente en mi pecho, sus ojos parpadean de forma lenta al igual que su respiración. Mi otra mano en su espalda comenzó a subir y bajar, tratando de reconfortarlo. Lo acaricié y le dí besos en su frente hasta que se quedó dormido por completo.
Es como si estuvieramos en una burbuja, sin nadie más, nadie que nos pudiera alterar la paz, nadie..
Nock,nock. "¡Clark!".
Mis ojos se abrieron grandemente, mi cuerpo dió un salto que hizo que el mayor se removiera entre mis brazos. "Mierda, mierda, mierda", susurré con mi corazón latiendo a mil por hora.
Alterado, me levanté del sillón con Bruce durmiendo en mis brazos y caminé lo más rápido posible hacia la habitación para no despertar al mayor. Lo deposité con cuidado en mi cama y mis brazos temblorosos comenzaron a quitarle el bóxer húmedo. Tomé la toalla que había utilizado antes para secar a Bruce y esta vez la utilicé rápidamente para limpiar el semen entre sus piernas.
"¡Clark, sé que estás ahí!". Chloé no dejaba de gritar y mis manos se movían lo más rápido posible. Ni siquiera en mi entrenamiento había temblado tanto. Es tan ridículo, pero no puedo permitir que ella descubra mi secreto.
Me apresuré hasta que Bruce ya tenía puesto un bóxer limpio. Corriendo tiré todo lo sucio a la canasta de ropa sucia y me dirigí a la sala no sin antes notar si mi erección había bajado, pero gracias al susto de Chloé todo había vuelto a la normalidad.
Nock, nock, nock..
Sin perder más el tiempo, abrí la puerta sin poder esconder lo agitado que estaba.
"Al fin, creí que...", Chloé dejó de hablar, sus cejas fruncidas en confusión mientras sus ojos me miraban de arriba a abajo. Una gota de sudor recorrió mi frente. "¿Estabas haciendo ejercicio? Por que, te ves....".
"Sí", dije demasiado rápido, interrumpiendola. "Sí, es que...no te escuché porque estaba con audífonos".
Chloé pareció encontrarle lógica a mis palabras, pero eso no le quitó lo tensa que estaba. "¿Por qué no respondes mis mensajes? Te dije desde hace rato que vendría", se quejó empujandome de la pasada para entrar a mi apartamento.
Traté de no ponerme pálido al ver el plato de Bruce en el sillón y mi plato aún con comida en la mesa.
Chloé tomó asiento en el sillón con total confianza, ignorando por completo el plato.
Suspiré, relajando mis hombros.
"No te respondí porque estaba haciendo ejercicio", dije cerrando la puerta tras de mí.
Mi hermana se cruzó de brazos. "Como sea. Vengo porque tengo una pista, y sabes que eso solo se puede hablar en persona".
"Te escucho", suspiré con alivio cuando cambió de tema.
"Una fuente confiable me dijo que vió a Bruce en un club, un club solo de alfas".
"¿Qué fuente confiable? ¿Quién?". No mentiré, me puse nervioso, esa fuente confiable me pudo haber visto, tendré que tener cuidado; pero por ahora tendré que seguir con mi actuación. Me hice el sorprendido, pero al mismo tiempo le agregué confusión a mi rostro. "¿A qué te refieres con que es un club solo de alfas?".
Chloé rodó los ojos, "Ay por dios, Clark. Es obvio. Son alfas que tienen sexo con otros alfas, es un club prohibido, sabes que eso es ilegal, además, qué importa quién es la fuente, estaba ahí y punto".
Rasqué mi nuca, estaba cansado y ahora tenía que ingeniarmelas para sacar a Chloé de algún modo, no puedo permitir que Wayne se levante y salga de la habitación. "¿Y qué crees que hacía ahí?", le seguí la corriente, después de todo, aún tengo que fingir.
La beta encogió sus hombros, "tal vez fue a matar a alguien....pero...no han habido muertes por esa zona".
"Bien, estaré atento", dí por finalizada la conversación a lo que Chloé me miró extrañada.
"¿Estás bien?".
Suspiré para dejarme caer en el sillón junto a Chloé, "Sí, es solo que estoy cansado".
La beta pareció comprender con esa sonrisa cálida que me dió. "De acuerdo, te dejaré dormir".
"Gracias, Chloé ".
Mi hermana me dió unas palmaditas en mi hombro antes de ponerse de pie, al casi llegar a la puerta mis palabras la detuvieron. "Chloé, ¿Bruce te ha escrito o algo?".
Ella soltó una risa aireosa, "no sé cómo es que ese alfa pretende casarse conmigo si desaparece por semanas", dijo con ironía, "ya quiero que esto acabe".
Fue lo último que dijo antes de volver a despedirse para cerrar la puerta.
Mi corazón pudo latir con calma al fin...
Ahora iría a dormir, solo espero que Wayne no se despierte, no sé qué haré cuando deje de estar en estado de sub-drop.
Me duele la cabeza de solo pensarlo. Estaré jodido si se le ocurre matarme por como lo he tratado, por lo que le he hecho, o por el simple hecho de que me ha dicho su nombre en un momento vulnerable ¿Qué haré en ese caso?
Continuará....
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