Habían salido de una conferencia en la facultad, todos con ropas formales y bien puestos, así que aprovechando aquella ocasión, fueron a un elegante restaurante en el centro de la ciudad.
Cada quien había pedido su platillo favorito, junto con una botella de vino blanco. Reían y conversaban mientras disfrutaban de sus comidas.
Jimin había pedido un filete de res a término medio. A nadie de sus amigos les gustaba la carne de esa manera, solo a él. Así que, solo les decía "no saben de lo que se pierden".
Comenzó a cortar el pedazo de carne, ansioso por el delicioso aroma de esta. Al cortar, pudo ver lo rojiza y jugosa que está estaba. Su boca se hizo agua.
Tomó el pedazo de carne en el tenedor, y lo llevó a su boca. Sintió un gran deleite cuando el jugo con sangre de la carne tocó su lengua.
Quería más. Pedazo traz pedazo, devoró el filete, degustando hasta la última gota de sangre que está chorreaba. Quería hasta lamer el plato y no desperdiciar nada.
Aún quería más.
Levantó la cabeza hacia sus amigos, quienes comían de sus platillos sin apuro alguno. Los observó...
Su vista cayendo en el cuello de Yoongi, el cual se movía cada vez que tragaba. Su corazón comenzó a latir errático, y lamió sus labios que aún sabían a sangre...
- Oye Jim, ¡ya despierta maldita sea!
El grito de Hoseok le hizo levantarse de una vez.
- Ah...deja de gritarme tonto - susurró Jimin, de mal humor, y sobando su cuello.
- Todos ya estamos de pie, solo faltabas tu. Rápido alistate, hay que aprovechar la mañana. Recuerda que tenemos que construir el SOS por si alguna avioneta pasa por aquí y terminar el refugio.
- Si, si ya entendí, dame espacio por Dios. - Jimin se levantó.
- No sé si podremos soportar una noche más durmiendo a la intemperie, moriremos congelados. - Mencionó Hoseok para después retirarse.
Jimin se sacudió la arena que tenía encima por el viento, y tomó las cosas que se le habían asignado para aseo.
Mientras eso, pensaba en el sueño que había tenido. Muy extraño e ilógico. Si, era verdad que le gustaba la carne a termino medio, pero...la forma en que comía la carne en aquel sueño fue irreal...
Sacudió la cabeza y se puso en marcha hacia donde estaban los demás.
Quizá era porque tenía hambre de un buen plato de comida y no solo de fruta.
Todos ya se habían aseado por turnos en la laguna de agua dulce. Se habían divido para prestarse los cepillos de dientes de una manera que no fuera tan incómoda, además de racionar la pasta.
Comenzaron a construir un SOS en la arena, tan grande que se viera desde arriba. Con ramas, troncos y cualquier cosa que no se deshiciera en la arena o cuando subiera la marea. Mientras eso, otro grupo se encargaba del refugio.
Al medio día, pararon un rato para descansar e ir a cazar algunos peces. Tomaron agua dentro de las cascaras de coco vacías, e hicieron lo mejor que pudieron para construir un asadero para los peces.
Creyeron que cazar peces sería lo más complicado, pero no, lo más difícil fue limpiar los peces, sin un cuchillo, una tabla de picar y aliños. Todo sería con las manos, encima de una caña bien lavada, y una piedra que Jungkook se esforzó por afilar lo más que pudo.
- Se ve tan bueno, pero terminaremos apestosos a marisco - dijo Taehyung, mientras ayudaba a quitar las escamas del pez.
- Nada que una buena lavada no quite - respondió Rose, quitando las tripas y las espinas. - Hago esto solo porque tengo hambre.
Jimin estaba alistando el asadero, pero el aroma a sangre que botaba el pescado al quitarle las tripas, lo tenía mal. Suponía porque era asqueroso. Aún así, aquello aumentó su hambre. Desde ayer no había podido llenarse bien.
Cuando ya estuvieron los pescados, sazonados con el sabor de las algas, los pusieron a azar. Mientras se cocinaban, se pusieron a conversar sobre todo lo que estaban viviendo.
- Solo ha pasado un día desde que estamos aquí, pero se siente una eternidad - dijo SeoKJin.
- Si, lo mismo pienso - dijo Danielle.
- ¿Cuánto tardará alguien en pasar por aquí y ayudarnos? - preguntó Taehyung, recogiendo sus rodillas.
- No lo sé, pero tengo miedo de que aquello tomé mucho tiempo - respondió Yoongi.
- Lo que más me asusta es que las provisiones no son eternas - susurró Rose.
- Y más aún, ustedes dos - Jungkook señaló a Rose y a Danielle - que sufren de sus periodos.
- ¡Oh dios! ¡Cierra la boca! Ni lo digas... - se quejó Danielle. - ...no quiero ni imaginar que cuando toque mi periodo, aún sigamos atrapados aquí.
- La ansiedad podría hacernos perder la cabeza, y quizá hasta se nos de la locura de hacer una orgía. - mencionó SeokJin.
Todos lo quedaron viendo con el ceño fruncido, para después comenzar a reír.
- ¡Eres un asqueroso! - dijo Danielle riendo. - Ni aunque mi vida dependiera de ello haría una orgía con ustedes.
- Yo tampoco, iuu.... - dijo Hoseok.
- Ya, ya dejen de hablar tonterías, creo que ya están los pescados, tomen su hoja y sirvanse. - mencionó HyunJin.
Cada uno disfrutó su pescado. Está vez a Jimin no le costó tanto como la fruta. El pescado que le tocó aún faltaba que se cociera por dentro, pero aún así el pudo comerlo sin problema alguno.
Al terminar de comer, fueron a lavarse y quitarse el olor a pescado, para después continuar con el refugio y SOS.
Al ya caer la tarde, habían logrado cerrar el refugio, quedando como un pequeño jacal. Al menos el viento no entraría tanto.
Como Rose sabia tejer, había tomado su tiempo para idear unas pequeñas almohadas con ramas gruesas y trozos de hojitas que tomó por ahí.
- Ya quedó por ahora - dijo Jungkook, mirando el refugio.
- Se ve mejor que ayer. - le dijo Jimin.
- El SOS también está listo. - se acercó HyunJin.
- Bien, creo que podemos dejar las cosas por esta noche. - bostezo Hoseok. - estoy muerto, no sé ustedes pero voy a tomar mi espacio e iré a dormir.
- Yo también - le siguió SeokJin.
- Chicos, yo voy a la laguna, necesito lavarme los codos y piernas, me ensucie al querer bajar más chirimoyas. - dijo Yoongi, tomando una toalla.
- Oye pero...está oscuro - dijo Jungkook. - Algún animal te podría salir por ahí.
- No te preocupes, tengo grabado donde es, y por donde pisar, iré y volveré rápido.
- ¿Seguro? Mejor deja que alguien te acompañe.
- No es necesario Kook...
- Yo iré contigo - se acercó Jimin a él.
- Dije que no es necesario Jim...
- Sin peros, andando antes de que se haga más tarde. - Jimin lo tomó del codo y comenzó a caminar.
Sin más, Yoongi se resignó, adentrándose en la playa.
- Ustedes son tan molestos - refunfuño Yoongi. Jimin rió.
- Todos tenemos que cuidarnos entre si Yoon
- Ash, como sea.
Sin decir más, caminaron en silencio hasta que llegaron a la laguna.
Jimin se sentó en una roca, mientras Yoongi se lavaba las rodillas y brazos. Lo único que se escuchaba era el sonido del agua ser removida, y el gurureo de algunas aves.
Jimin se concentró en su reflejo en el agua, el cual se veía por la luz de la luna. La ventisca había llevado a sus fosas nasales el aroma de Yoongi, haciendo que se sintiera ansioso. Y...su estómago, su garganta...volvieron a arder. Aún así, no quitaba su mirada del agua. No quería ver a Yoongi.
Sus encías latían aún más que ayer, dolían, picaban...como si necesitara masticar o morder algo.
De pronto, en su reflejo puso atención a sus ojos. Eran negros. Totalmente negros.
Jimin se puso de pie asustado, dando varios pasos hacia atrás. Aquello hizo que Yoongi girara hacia él.
- ¿Jimin? - Este volteó de inmediato, cerrando con fuerza los ojos. - ¿Qué sucede?
- Yo...ne-necesito orinar - sin esperar más, se fue corriendo hacia atrás de la pequeña cueva, dejando a Yoongi extrañado.
Yoongi suspiró saliendo del agua. - Dramático - susurró, mientras se secaba con la toalla. Después se sentó en la roca, esperando a Jimin.
Los minutos pasaron, pero Jimin no regresaba. Yoongi bufó aburrido.
- Dios mío, ¿tan llena tiene la vejiga o que? - estiró su cuello hacia donde se había ido Jimin, tratando de verlo, pero la oscuridad se lo impedía.
Más minutos pasaron. Bien, esto ya no era normal.
- ¿Jimin?
Yoongi se levantó, tomó la toalla y fue hacia donde este se había ido, a paso lento.
- ¡Jimin! ¿Estás ahí?
No respondía. Además, no escuchaba nada.
Yoongi tragó grueso y apretó la toalla en sus manos. Los nervios y miedo lo atacaron. ¿Y si algo le ocurrió a Jimin?
- No es gracioso Jimin, ya ven por favor, no estoy para bromas.
Miraba a su alrededor y atrás suyo con cada paso que daba, así de paranoico estaba.
- Acaso fue a orinar más lejos... - se dijo para si.
Llegó hasta la parte posterior de la cueva, que a pesar de la oscuridad, supo que no había nadie. Estaba solo. ¿Dónde estaba Jimin?
- Ay no...no, no, Jimin... ¡¿donde estás maldita sea?! Cuando te encuentre te daré un golpe por el susto que me estás dando.
El viento movía las ramas y el sonido de algunos animales aumentó los nervios de Yoongi, quien retrocedió y quiso salir corriendo de allí.
Eso hizo, dio media vuelta y...
Unos ojos negros, totalmente negros, lo miraban fijamente.
Quizá, el estrés, ansiedad y el miedo le chocaron tanto emocional como físicamente que... ver aquellos monstruosos ojos, hicieron que todo se pusiera negro y quedara vulnerable al desmayarse.