Una Vida Diferente | Sirius B...

By SelenaSierraFernande

16.6K 1.3K 433

Un nuevo curso escolar comienza en Hogwarts. Para James Potter, uno de los estudiantes más populares de Hogwa... More

Prólogo
1. El callejón Diagon
2. Mi primer día en Hogwarts
3.Conociendo a Los Merodeadores
4. Nuevas reglas
5. Quidditch
6. La Casa de los Gritos
7. Conociendo a Lily Evans
8. San Valentín
9. La fiesta de Fin de Curso.
10. Vacaciones de verano
11. Gryffindor vs Slytherin
12. Sirius Black
13. El sauce boxeador
14. ¿Celoso, Black?
15. El mejor cumpleaños
16. El mapa del Merodeador
17. La poción multijugos
18. Un día siendo Lily Evans
19. El secreto de Remus Lupin
20. La moto de Sirius
21. La huida de Sirius
22. Tercer año: De vuelta a Hogwarts
24. El beso
25. Pesadillas
26. ¡Por Merlín!
27. Problemas
28. Excursión a media noche
29. Veela
30. De vuelta a la normalidad
31. Eres un traidor
32. Snape y Los Merodeadores
33. Yo nunca...
34. ¡Felicidades Cornamenta!
35. Represalias y confesiones
36. Visita guiada
37. Celos
38. TIMOS
39. James me va a matar... (+18)
40. Alastor Moody
41. La visita de Snape
42. Los terribles exámenes
43. La esperada carta. Su última semana (+18)
44. La boda
46. La caja roja de Sirius Black Peligro
47. No hagas enfadar a un hada
48. Nunca te haría daño
49. Doble perdida
50. Descubriendo mi secreto
Epilogo
45. What if...? (+18)
46. ¿Podrás guardar mi secreto?

45. Un año diferente (+18)

279 14 2
By SelenaSierraFernande

Alina Potter

Alina se acercó a la puerta trasera de su casa la cual estaba rodeada de flores de todo tipo menos un pequeño camino que daba a la puerta de la cocina. Se acercó a la entrada y golpeó tres veces y vio un movimiento repentino detrás de la ventana de la cocina.

- ¿Quién está ahí?- dijo una nerviosa voz, que reconoció como la de su madre

- Soy yo. 

La puerta se abrió inmediatamente. Allí se mostró a la Sra. Potter, con una bata azul que usaba para andar por la casa.

-¡Alina! - exclamó la Sra. Potter

- Hola mamá

Alina miró a su alrededor y vio que su madre no estaba sola a pesar de la hora que era. Una bruja mayor con cara redonda y el pelo de color castaño claro, estaba sentaba en la mesa agarrando una taza grande entre sus manos.

-¡Hola querida!

-Hola, tía – la saludó

Alina miró a su madre y pensó que parecía exhausta, incluso enferma. Ciertamente, su aspecto era menos vistoso que de costumbre. Tenia unas grandes ojeras y la tez mucho más pálida.

La Sra. Potter cerró la puerta del vacío jardín y luego dirigió a Alina por los hombros cerca de la luz sobre la mesa para examinar su aspecto.

- ¿Qué tal te ha ido? – le preguntó su madre

- Bien. Mejor de lo que esperaba

- ¡¡¡Gigantes!!! A quien se le cuente... - gritó su tía Marge de repente. Odiaba cuando hacia eso.

- ¿Tienes hambre? – preguntó Euphemia interrumpiendo a su cuñada

- Sí, tengo hambre- dijo sintiendo lo hambrienta que estaba.

La Sra. Potter golpeó un pote grande de hierro con su varita mágica el cual provocó un sonido metálico ruidoso y comenzó a burbujear inmediatamente.

-Tu padre ya está en la cama, desde luego, no te esperábamos a esta hora. Aquí tienes... - Ella dio un toque el pote otra vez; esto se elevó en el aire, voló hacia Alina y se posó sobre la mesa. 

Su madre se sentó frente a ella. La tía Marge se levantó de la silla y se sentó en otra más cercana a su sobrina.

- Cuéntanos querida, ¿Cómo te ha ido en la misión? – preguntó su tía

Alina tenía su boca tan llena de sopa caliente que no podía hablar.

- Bueno... Se diría que no he conseguido lo que Moddy quería qué hiciese – dijo

- Nadie puede dominar a los gigantes – dijo su tía – Ni siquiera tú

- Lo sé. Pero no perdía nada intentándolo

- ¿Sabían quién eras? – preguntó su madre

- Sí. Perfectamente – contestó . - Pero eso no ayudó mucho. Aunque bueno, era mejor que supieran que era un hada y no una bruja. Eso les habría echo enfadar. No soportan a los magos.

Tragó una cantidad grande de sopa caliente y sintió su garganta quemándose. Alina propició un bostezo detrás de su mano.

- Sube a descansar- dijo su madre cuando se dio cuenta de que su hija ya acabó de cenar.

- Buenas noches, mamá. Buenas noches, tía - dijo levantándose de la silla y dejando a las dos mujeres solas en la cocina.

Su madre había colocado en su dormitorio un florero grande de flores azules sobre el escritorio delante de la pequeña ventana.

Midnight ululó felizmente a su dueña desde su percha sobre la cima de un guardarropa grande y luego salió por la ventana; Alina sabía que ella había estado esperando a verla antes de salir a cazar.

Sacó el pijama de debajo de la almohada, que era el lugar donde ella lo solía guardar, se lo puso y se metió en su cama, la cual se encontraba friísima. Se dio la vuelta y al instante se quedó dormida debido al cansancio que le había producido el viaje de vuelta a casa.

La luz del sol deslumbrante pareció empujarla con fuerza a los ojos. Protegiéndolos con una mano sus ojos, con la otra, colocó la sabana por encima de su cabeza. Por un momento, se había imaginado a Sirius en su habitación, esperando a que ella se despertarse para darle los buenos días. Por desgracia, la habitación estaba vacía, al menos de humanos. Midnight dormía plácidamente.

Su madre se encontraba preparando el desayuno cuando llegó a la cocina.

- Tu hermano y Lily llegaron hace una semana de la luna de miel. Tu hermano nos hizo muchas preguntas sobre dónde estabas... Creo que tal vez este sea el momento de contárselo 

- Mamá...

- Si sí... ya lo sé. No sé, a veces pienso que fue un error no contárselo cuando tuvimos ocasión. – dijo su madre pensativa– Aun así pienso que se apuraron mucho en casarse. Solo llevaban saliendo un año... - dijo quejándose por enésima vez de la boda

- Tu hijo lleva desde primero detrás de Lily así que para él han sido siete años casi saliendo. Con todo lo que está ocurriendo, la gente cree que pueden morir mañana y se apresuran a tomar decisiones que normalmente les llevarían tiempo.

- Cómete tus huevos mientras estén calientes.- le dijo su madre – Aun así, creo que se apresuraron. Es como si me dijeras que te vas a casar mañana con Sirius.

Alina se atragantó con el desayuno al oír el comentario de su madre

- ¡Mamá!

- Hablando de Sirius... Vino ayer por aquí. Como no contestabas a sus cartas, vino a asegurarse de que estabas bien

El corazón de Alina dio un vuelco.

- ¿Y qué le dijisteis?

- Como tu padre no se encontraba en casa en aquel momento, le dije que te habías ido con él a un viaje. Todas tus cartas están en aquella caja – dijo mi madre señalando una caja que se encontraba encima de la mesa del salón.

Alina se acercó a la caja y agarró todas las cartas que allí se encontraban. Tres eran de Sirius, una de Angelina y otra de Luke; Lily también le había mandado otra carta pero se fijó especialmente en una de color marrón claro. Agarró la carta, rasgó la apertura rápidamente y reveló el pergamino que se encontraba dentro.

Resultados del Nivel de Magia Ordinaria

Notas de Aprobado

Excepcional (O)

Supera las Expectativas (E)

Aceptable (A)

Notas de Desaprobado

Pobre (P)

Terrible (D)

Troll (T)

Alina Potter ha alcanzado:

Astronomía O

Cuidado de Criaturas Mágica O

Encantamientos E

Defensa Contra las Artes Oscura O

Adivinación E

Herbología O

Historia de la Magia A

Pociones O

Transformaciones E

Alina leyó el pergamino varias veces. Su respiración se hacía más fácil con cada lectura. Posó su dedo debajo de las notas... había excedido las expectativas en transformaciones, adivinación y encantamientos y su nota más baja era la de Historia de la Magia. En las demás, había sacado excepcional.

Miró a su alrededor. Su madre le daba la espalda ya que se encontraba lavando los platos. Unos minutos después, su madre se giró al notar que su hija la observaba y se acercó a donde estaba ella.

-¡Bien hecho!- dijo la Sra. Potter con orgullo, abrazándola. -Nueve TIMOS. Cinco excepcional. Muy bien. Incluso sacaste mejores notas que tu hermano.

Alina se alegró incluso más. Su hermano solo había conseguido sacar tres excepcionales y, en total, ocho TIMOS. Sonrió abiertamente ante el comentario de su madre y decidió cambiar de tema:

-Mamá, ¿Hay más salchichas?

Alina se quedó las siguientes semanas en la casa de sus padres. Pasó el resto de los días ayudando a su madre, ordenando su cuarto, respondiendo a las cartas que les había mandado sus amigos...

Sirius, cada dos/tres días, se pasaba a buscar a Alina y pasaban la tarde en la ciudad de Londres haciendo compras, dando paseos... Alina sabia que Sirius tenia interés es averiguar donde había estado durante  los días que no respondió a sus cartas pero cada vez que intentaba sacar el tema, Alina buscaba cualquier manera de desviarse del tema. 

Una tarde, Sirius la sorprendió al invitarla a subir a un carruaje que los llevó por todo Londres, para terminar la tarde cenando en un restaurante. Sirius se lamentaba de no poder pasar tanto tiempo como a él le gustaría con ella pero Alina le hizo saber que entendía su deber con la Orden.

- Echaré de menos esto - dijo Sirius

- ¿El qué?

- Dormir contigo - dijo pegándose más a mí en la cama - Mi cama de Londres es demasiado grande y fría - dijo escondiendo su cara en mi pelo

- Te invitaría a mi cama en Hogwarts pero resulta que ya no estudias allí

- Es cierto. - dijo burlón - Tenía que haberme colado más veces en tu cama - dijo llevando su mano al elástico de mi pantalón del pijama

- ¿Qué haces con esa mano? - le dijo aguantando la risa

- No sé - dijo de manera seductora - Me apetece comenzar bien la mañana - dijo ahora si metiendo su mano por debajo de mis bragas


Habría sido un final de vacaciones feliz y tranquilo, sino fuesen por las desapariciones, los accidentes extraños y las muertes que aparecían casi diariamente en el Profeta.

Alina también se había puesto en contacto con Moddy. Sin embargo, este le respondió en una carta que estaba muy ocupado y no podría quedar con ella hasta principios de septiembre, cuando empezara su sexto año en Hogwarts.

El sábado amaneció bastante tranquilo aunque la Sra.Potter parecía muy tensa en el desayuno.

El Caldero Chorreante estaba completamente vacío. Solo Tom, el propietario, marchito y desdentado se encontraba en el bar. Éste levantó la mirada con esperanza cuando entraron, pero antes de que pudiese hablar, Fleamont dijo precipitadamente:

- No pararemos por hoy, Tom, estoy seguro que lo entiende, las compras de Hogwarts, ya sabe.

Tom cabeceó tristemente y dirigió una mirada a Alina

- Buenos días señorita – dijo y volvió con la limpieza de los cristales. Alina lo saludó alegremente. 

El Callejón Diagon había cambiado. Los escaparates vistosos, brillantes estanterías, ingredientes de pociones, y calderos, no se podían ver, ya que estaban ocultos detrás de grandes carteles que el Ministerio de Magia había pegado sobre ellos. La mayor parte de estos carteles de púrpura oscuro llevaban las versiones del Consejo de Seguridad de los folletos que el Ministerio había enviado a lo largo del verano, pero otros tenían las fotografías en blanco y negro de los Mortífagos que habían reconocido a lo largo de estos meses.

Algunas ventanas fueron tapadas, incluyendo la de la heladería de Florean Fertescue. Por otra parte, habían aparecido lentamente algunos otros puestos a lo largo de la calle.

- Deberíamos ir primero a Madame Malkin, Alina necesita unas nuevas túnicas... - dijo la Sra. Potter

Los tres se pusieron en camino a Madame Malkin. Alina notó que muchas de las personas con las que se cruzaban tenían la misma mirada acosada y deseosa de su madre, y que nadie se detenía para hablar; los compradores se quedaron junto a sus propios negocios fuertemente protegidos, moviéndose atentamente en los mismos. Nadie hacía las compras a solas.

Los señores Potter y su hija entraron en la pequeña tienda juntos. A primera vista, parecía estar vacía, pero apenas se cerró la puerta de golpe detrás de ellos, oyeron una voz familiar que salida de un estante de túnicas adornadas con lentejuelas verdes y azules.

- ...Puedo yo solo

Hubo un ruido de cloqueo y una voz que Alina reconoció como la de Madame Malkin, la dueña, decía:

- Claro, querido, su madre tiene toda la razón...

Un muchacho adolescente muy guapo, de pelo negro bastante largo apareció del estante, llevando puesto una túnica verde oscuro que brillaba con los alfileres que tenía alrededor del dobladillo y en los bordes de las mangas. Éste caminó a grandes pasos hacia el espejo y se examinó; fue unos momentos antes de que notase a tres personas reflejados en el espejo.

Regulus Black se giró y observó atentamente a los Potter, especialmente a la pequeña Potter. Su corazón comenzó a latir más rápido.

Madame Malkin corrió a toda prisa desde atrás del estante de ropa sosteniendo una cinta métrica y una varita mágica hasta que se dio cuenta de que sus clientes se apuntaban con la varita.

- ¡No quiero señales de varitas en mi tienda! - añadió a toda prisa, pues había puesto una mirada a la madre de Regulus Black que apuntaban a los señores Potter, los cuales imitaron su gesto. - Señora, ¡por favor!

Walburga Black tardó en bajar su varita. Los Potter la bajaron cuando se aseguraron de que ya no estaban en peligro

- Mamá, ellos han venido a comprar una túnica al igual que nosotros – dijo Regulus sin apartar la mirada de Alina, intentando tranquilizar a su madre

Los Potter se alejaron y dejaron que la familia Black acabara de hacer sus compras. Cuando estos acabaron, cruzaron de una zancada la tienda y la Sra. Black puso cuidado en golpear con su codo a la Sra. Potter mientras iba hacia la salida.

Regulus se detuvo un segundo y ambos se miraron. Deseaban decirse muchas cosas pero después tendrían que dar muchas explicaciones, o peor, detener un duelo que podría acabar mal entre los Potter y Walburga. Resignados, Regulus se marchó cabizbajo y Alina regresó con sus padres.

Esa noche, Sirius y Remus cenaron en casa de los Potter. Como se hizo tarde, Euphemia les instó a quedarse a dormir y ninguno de los dos se opusieron a ello. Aunque Sirius y Remus durmieron en la misma habitación, a las tres de la mañana, cuando todo el mundo dormía, se coló en la habitación de su novia que, al igual que él, estaba despierta. 

- Tenemos muchos besos pendientes

- Te has vuelto un tonto imprudente - respondió 

- Mi única debilidad es que te necesito

Ambos se miraron durante unos segundos hasta que sus labios se juntaron salvajemente. La boca de Sirius abandonó la suya para enterrarse en su cuello, el cual lamió, mordió y tironeó.

Sirius ahogó un gemido en su hombro, el cual mordió con desesperación mientras sus dedos peleaban contra el pantalón de su pijama. 

Sirius le apretó con fuerza las nalgas, pegándolo más a él. Se libró de su pantalón corto y se quitó los calzoncillos. 

Sirius deslizó una mano por su piel hacia su sexo y deslizó lentamente un dedo en su interior mientras le rozaba el clítoris con el pulgar.

Sirius agarró su cadera con la mano izquierda. La derecha, la deslizó hasta su sexo donde comenzó a trazar suaves y lentos círculos, rozando con la yema de los dedos su clítoris. La acarició hasta que se quedó sin aliento.

Colocó las manos sobre sus muslos abiertos, los separó y se acomodó  para deslizarse dentro de ella. 

Le agarró por las caderas, las alzó hacia él e inclinándose sobre ella, introdujo su miembro hasta que estuvo dentro por completo. Ambos ahogaron la respiración. No querían que nadie los descubriera. Sirius se retiró un poco, y luego volvió a penetrarla. Comenzó a marcar un ritmo lento y suave.

— Eres asombrosa —le murmuró al oído.

 Él se estrelló contra ella una y otra vez. Y otra. Sintió cuando Sirius se tensó y supo que estaba a punto de correrse así que, con su mano, comenzó a frotar su clítoris para llegar al mismo tiempo. Solo tardaron unos minutos más hasta que ambos llegamos al clímax.

Sirius quiso permanecer dentro de ella  el mayor tiempo posible. Le acarició el pelo y alzó la cabeza para besarle la frente.

— Ha sido increíble —dijo Alina en voz baja

Sirius se separó con cuidado. Él le sonrió y le besó en los labios y esperó a que Alina se durmiera para regresar a la habitación de invitados. 

De nuevo, había llegado el esperado día. Alina empujó su carrito directamente a la sólida barrera y se encontró a sí misma, un segundo más tarde, parada en la plataforma nueve y tres-cuartos. Subió al tren después de despedirse de sus padres y comenzó a buscar un compartimiento vacío.

- ¡Hola! - dijo una voz familiar detrás de ella.

- ¡Angelina! - dijo Alina volteándose para ver una cara redonda avanzando hacia ella

- Hola - dijo una chica de cabello largo, quien estaba justo detrás de Angelina.

- Yasmine, hola, ¿cómo estás?

- Muy bien- dijo Yasmine.

- Stephany ya ha encontrado un compartimiento libre – dijo Angelina

- Genial – exclamó Alina

Las tres caminaron por el tren a través de hordas miradas silenciosas de los estudiantes. Al fin encontraron a Stephany colocando su equipaje y Alina se apresuró a ayudarla. Levantó su baúl y lo colocó dentro del maletero.

Como era de esperar, Yasmine empezó a hablar sobre los resultados de los T.I.M.O.S. Mientras recitaba sus notas, Alina la miraba sin escuchar.

- Espero que el carrito de la comida se apure, me muero de hambre - dijo Stephany largamente, desplomándose en el asiento continuo a Alina y sobando su estómago.

- Este año será muy diferente... - comentó Angelina - Ya no están Los Merodeadores, ni Lily y tampoco mi hermano... - comentó Angelina con un ligero tono de tristeza

- Es cierto – dijo Stephany - ¿A quien echarás más de menos?

- Pues a Black no. Ese idiota... Nunca se cansaba de gastarme bromas...

Alina se rió. Y, en efecto, Angelina tenía mucha razón. Este año sería muy diferente.

El Gran Comedor, con sus cuatro largas mesas de las Casas y la del profesorado en lo alto de la habitación, estaba decorado como siempre, con velas flotantes que hacían brillar y centellear los platos. Dumbledore se puso de pie en la mesa del profesorado en el mismo instante en que los platos desaparecían del Gran Comedor. La charla y las risas que resonaban en el comedor se apagaron casi instantáneamente.

- ¡Os deseo la mejor de las noches! - dijo sonriendo ampliamente con los brazos abiertos como si quisiera abrazar la habitación entera.- Ahora... ¡a nuestros nuevos estudiantes, bienvenidos, a nuestros viejos estudiantes, bienvenidos otra vez! Otro año lleno de educación mágica os espera... Aquellos que quieran jugar en los equipos de Quidditch de sus Casas deben dar su nombre a su Jefe de Casa como es habitual. Estamos buscando, además, nuevos jugadores de Quidditch; los interesados deberán proceder de la misma forma.

Dumbledore guardó unos segundos de silencio y continúo hablando:

- La mayoría de vosotros ya sabéis que Lord Voldemort y sus seguidores están ganando más fuerza que nunca.

El silencio se volvió más tenso mientras Dumbledore hablaba.

- No puedo poner suficiente énfasis en lo peligroso de la actual situación ni en cuánto cuidado hemos de tener cada uno de nosotros aquí, en Hogwarts, para asegurarnos de permanecer a salvo. Las fortificaciones mágicas del castillo han sido reforzadas durante el verano, estamos protegidos de formas nuevas y más poderosas, pero debemos guardarnos escrupulosamente de la falta de cuidado por parte de cualquier estudiante o miembro del personal. Os urjo, por tanto, a acatar cualquier medida de seguridad que vuestros profesores pudieran imponeros, por muy molesta que os parezca, particularmente, en lo relativo a no estar fuera a deshora. Os imploro que, en caso de que notarais cualquier cosa extraña o sospechosa dentro o fuera del castillo, lo notifiquéis de manera inmediata a algún profesor. Confío en que os comportéis con la mayor consideración hacia vuestra seguridad y la de vuestros compañeros.

Los ojos azules de Dumbledore barrieron el Gran Comedor antes de que sonriera de nuevo.

- Pero, ahora, vuestras camas esperan, tan cálidas y confortables como podáis imaginar y soy consciente de que vuestra mayor prioridad es haber descansado adecuadamente para las clases de mañana. Digamos, por tanto, buenas noches.

Con el habitual, y ensordecedor ruido de los bancos al deslizarse hacia atrás, cientos de estudiantes comenzaron a desfilar fuera del Gran Comedor hacia sus dormitorios. Alina, que no tenía ninguna prisa en mezclarse con la adormilada multitud, se quedó atrás fingiendo que se encontraba buscando a alguien y permitiendo a la mayoría de los Gryffindor alejarse.

Angelina y Alina encontraron a Stephany y a Yasmine en la sala de común en ayunas la mañana siguiente.

- Amo estar en sexto año. Vamos a tener más tiempo libre este año. Períodos enteros donde podremos sólo sentarnos y relajarnos. – comentó Angelina con una gran sonrisa

- ¡Vamos a necesitar ese tiempo para estudiar, Angelina! - dijo Yasmine, mientras caminaban por el corredor.

- Sí, pero no hoy - le dijo Angelina - Hoy va a ser un día de descanso...

El techo del Vestíbulo estaba serenamente azul y veteado con difuminadas nubes, igual que el cielo visible a través de las ventanas divididas en parteluz. Las chicas comían gachas de avena, con huevos y tocino tranquilamente.

- Creéis que alguien cogerá Cuidado de Criaturas Mágicas para los EXTASIS? -preguntó Stephany con tono burlón 

- Yo lo voy a hacer– dijo Alina

- Yo también lo había pensado – dijo Angelina

Stephany no dijo nada pero su cara se había puesto tan roja como un tomate.

Después de haber comido, se quedaron en sus lugares, esperando el descenso de la Profesora McGonagall del comedor. La distribución de horarios de clase sería más complicada este año, la Profesora McGonagall necesitaba primero confirmar que todos habían logrado los T.I.M.O.s necesarios para continuar con sus E.X.T.A.S.I.S. escogidos.

Stephany fue inmediatamente aprobada para continuar con Encantamientos, Defensa Contra de las Artes Oscuras, Transformaciones, Herbología y Pociones, y partió a su primera clase de Encantamientos sin mayores aspavientos.

Angelina tomó un poco más de tiempo; su redonda cara estaba ansiosa, mientras la Profesora McGonagall miró sus postulaciones y luego consultó las notas de sus T.I.M.O.s.

- Cuidado de Criaturas Mágicas, estupendo – dijo - Calificas para Defensa Contra de las Artes Oscuras con 'Excede Expectativas'. Pero el problema es Pociones. Lo siento, pero un 'Aceptable' no es lo suficientemente bueno para continuar el nivel E.X.T.A.S.I.S. No creo que puedas hacerle frente al programa de trabajo.

Angelina bajó su cabeza. La Profesora McGonagall la miró fijamente a través de sus gafas cuadradas.

- Lo siento, Snape, pero no puedo dejarte entrar en mi clase de E.X.T.A.S.I.S. Sin embargo, veo que tienes un 'Supera las Expectativas' en Encantamientos, ¿por qué no intentas el E.X.T.A.S.I.S. en Encantamientos?'- McGonagall miró a Angelina - Escoge Encantamientos. El ramo no necesariamente es inútil.

La Profesora McGonagall golpeó suavemente un horario en blanco con la punta de su varita y se lo entregó, ahora llevando detalles de sus nuevas clases a Angelina.

- ¿Qué has escogido? – le preguntó Alina a su amiga

- Encantamientos, Cuidado de Criaturas Mágicas, DCAO y Herbología

- Bueno, pues vete a Encantamientos o llegarás tarde – le dijo Alina con una sonrisa

La Profesora McGonagall siguió con Yasmine.

Yasmine se inscribió en Adivinación, Pociones, Transformaciones, Encantamientos y DCAO. Luke, por su parte, se inscribió en Herbología, Pociones, Cuidado de Criaturas Mágicas y Transformaciones. Brian eligió Pociones, DCAO, Encantamientos, Herbologia y Transformaciones.

- Entonces, Potter, Potter... - dijo la Profesora McGonagall, consultando sus notas mientras se dirigía a Alina. – Todo con muy buenas notas... Bueno, que es lo que deseas escoger?

- Pues... Cuidado de Criaturas Mágicas, Herbología, Pociones y... - escogería Adivinación pero no le  hace especial ilusión - Creo que ya está 

- Entiendo. Veo que escoges asignaturas que te sean prácticas el día de mañana en la Ciénaga – dijo la profesora – Escoge Transformaciones... No porque sea yo la que imparte la asignatura sino porque te será útil en un futuro y DCAO. Tienes muy buenas notas para poder escogerlas casi todas.

- Está bien – dijo Alina

Al final, los seis amigos no podrían ir juntos en todas las materias pero aún tenian bastantes horas libres en las que poder verse

Una hora más tarde, a regañadientes, Alina dejó la sala común, iluminada por el sol, hacia la sala de Defensa Contra las Artes Oscuras, cuatro pisos más abajo. Angelina, Stephany, Yasmine y Brian ya estaban esperando afuera.

- Buen comienzo de curso, no? – dijo Brian

- A medias... - contestó  Alina

Apenas habían terminado de comer cuando la campana sonó para la doble clase de Pociones de la tarde, y siguieron el camino de siempre hacia la mazmorra.

Cuando llegaron al corredor vieron que hubo sólo una docena de personas que habían llegado al nivel E.X.T.A.S.I.S.

Luke y Brian se encontraban al lado de la puerta de la clase. Cuando se acercaron a ellos, la puerta de la mazmorra se abrió, y la barriga de Slughorn llegó antes que él a la puerta. Mientras enfilaba hacia la sala, su gran bigote se curvaba por encima de su radiante boca, y saludó a sus alumnos.

La mazmorra estaba, inusualmente, ya llena de vapores y olores extraños. Las chicas inhalaron interesadamente mientras pasaban al lado de grandes y burbujeantes calderos.

Al contrario que en los otros cursos, ahora estaban juntos muchas más casas en las clases. Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin compartiría juntos la clase de Pociones.

- Saquen las balanzas, todo el mundo, y los equipos de pociones, y no olviden sus copias de Fabricación de Pociones Avanzado – dijo Slughort - he preparado algunas pociones que ustedes deben dar un vistazo, me interesa, ya saben. Este es el tipo de cosas que deben hacer para completar sus E.X.T.A.S.I.S. Deben haber escuchado acerca de, hem, aun si no lo han hecho. ¿Alguien me dice qué es esto? – dijo indicando el caldero más cercano a la mesa de Ravenclaw.

Alina se empinó en su asiento y vio algo similar a agua corriente, en efervescencia dentro del caldero. Sabía perfectamente que era Veritaserum.

- Veritaserum - dijo Yasmine

- ¡Muy bien! - dijo Slughorn felizmente. – Ahora - continuó, señalando el caldero próximo a la mesa de Hufflepuff - esta de aquí es muy conocida... ¿Quién puede decirme que es?

La mano de Yasmine fue la más rápida otra vez.

- Señorita Potter...?

- Poción multijugos, señor 

- ¡Excelente, excelente! Ahora, esta de aquí... – dijo Slughorn

- ¡Es Amortentia! – dijo Yasmine

- Ciertamente lo es - dijo Slughorn

- Treinta puntos bien ganados para Gryffindor, Señorita Rodríguez y Potter - dijo Slughorn con entusiasmo. - Y ahora- dijo Slughorn - es hora de que empecemos a trabajar

- Señor, no nos ha dicho lo que hay en este - dijo Brian, señalando un caldero negro pequeño que estaba sobre el escritorio de Slughorn. La poción en su interior chapoteaba alegremente; era de color oro derretido, y grandes gotas brincaban como peces dorados sobre la superficie, aunque nada se había rebalsado.

- Oh - dijo Slughorn otra vez – Se llama Felix Felicis. - dijo, sonriendo - Suerte líquida

La clase entera pareció acomodarse en sus sillas.

- Desesperantemente difícil de hacer, y desastrosa si queda mal. Sin embargo, si se confecciona correctamente, como esta lo ha sido, ustedes encontrarán que todos sus esfuerzos tienden a tener éxito... al menos hasta que los efectos se acaben.

- ¿Por qué no la bebe la gente todo el tiempo, señor? – preguntó Luke

- Porque si se toma en exceso causa vértigo, imprudencia, y un peligroso exceso de confianza - dijo Slughorn - Es altamente tóxica en cantidades grandes. Pero tomada con moderación, y muy ocasionalmente... Y eso es lo que les ofreceré como premio en esta clase.

Hubo un silencio en el cual cada burbuja y gorgoteo de las circundantes pociones pareció magnificado diez veces.

- Una diminuta botella de Felix Felicis - dijo Slughorn, tomando una minúscula botella con un corcho, fuera de su bolsillo y mostrándoselos a todos ellos. - Bastante para doce horas de suerte. De Sol a Sol, tendrán suerte en todo lo que intentan.

Slughorn miraba a los estudiantes que se encontraban mirando con asombro la pequeña botella de Felix Felicis.

- Pongan la página diez de Fabricación Avanzada de Pociones. Nos queda un poco más de una hora, suficiente tiempo como para que ustedes hagan un digno intento de preparar el Trago de Muerte en Vida. Sé que es más complicado que cualquier cosa que hayan intentado antes, y no espero una poción perfecta de nadie. La persona que mejor la haga, sin embargo, ganará al pequeño Felix aquí. ¡Adelante!

Durante todo el procedimiento de la poción, Alina levantaba la cabeza pues creía sentir a Sirius en la sala de Pociones. Fue un poco más tarde cuando se dio cuenta que era la Amortentia que había dejado el profesor Slughorn en la clase la que le hacia recordar a Sirius. Sonrió. Lo que estaba claro es que nunca le contaría a Sirius que la Amortentia olía a él, se le subiría el ego.

Sin embargo, fue un alumno de Ravenclaw quien consiguió hacerse con la poción más veinte puntos a la casa de Ravenclaw. 

Continue Reading

You'll Also Like

97.5K 17.4K 52
Jimin es un humano común y corriente, un día va a una excursión en el bosque y al recostarse en un árbol es transportado a un mundo mágico, llamado f...
87.2K 9.7K 15
Tras la victoria de Max en los X-Games Bradley se encarga de ser el chico de las toallas del equipo de patinaje de Max, ambos se ven forzados a iner...
656K 89.6K 58
El amor puede llegar de manera impredecible... Para aquel Omega que por mucho tiempo creyó que lo había encontrado, vendrá en su demandante e impone...
2.4M 250K 134
Dónde Jisung tiene personalidad y alma de niño, y Minho solo es un estudiante malhumorado. ❝ ━𝘔𝘪𝘯𝘩𝘰 𝘩𝘺𝘶𝘯𝘨, ¿𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘳𝘦𝘫...