Primera hoja de otoño 🍁| MIN...

De JiNi_95

1.9K 381 266

❝ El mismo chico los llevó a encontrarse, pero fueron sus sentimientos escondidos los cuales los hicieron ace... Mai multe

• ༄ PRÓLOGO ༄ •
• ༄ O1 ༄ •
• ༄ O2 ༄ •
• ༄ O3 ༄ •
• ༄ O4 ༄ •
• ༄ O5 ༄ •
• ༄ O6 ༄ •
• ༄ O7 ༄ •
• ༄ O8 ༄ •
• ༄ O9 ༄ •
• ༄ 1O ༄ •
• ༄ 11 ༄ •
• ༄ 12 ༄ •
• ༄ 13 ༄ •
• ༄ 14 ༄ •
• ༄ 16 ༄ •
• ༄ 17 ༄ •
• ༄ 18 ༄ •

• ༄ 15 ༄ •

93 16 20
De JiNi_95

21 de enero

Por alguna razón no podía dejar de pensar en Minho, y la situación empeoraba cuando recibía un mensaje suyo que le preguntaba dónde estaba.

Ya llevaban cuatro días en la casa de los padres de Seungmin. Ellos siempre fueron compresivos con la situación familiar de Yang, así que no había problema alguno al quedarse allí. Lo que preocupaba a Jeongin era el estado de Seungmin.

— ¿Por qué no comes? — le preguntó súbitamente. Los señores Kim también miraron a su hijo. Seungmin pareció volver a la realidad y dejó de jugar con la cuchara y su sopa. — No te he visto comer bien estos días.

— Siento un nudo en la garganta que me impide comer — fue sincero. Mantuvo la mirada clavada en la mesa, porque sentía que si miraba a alguno de ellos podría romperse a llorar. — Iré a mi habitación... Lo siento.

De repente su celular comenzó a vibrar. Cuando vio la pantalla, Jeongin que estaba sentado a su lado, también pudo ver el nombre de quien lo estaba llamando. Ese era Hyunjin. Al ver el rostro de Seungmin pudo confirmar sus sospechas.

— Disculpen — dicho ello colgó la llamada y se fue rápidamente.

— ¿Estará enfermo? — preguntó la señora Kim preocupada. — Estos días lo he visto deprimido. No sonríe como antes, no hace las bromas de siempre y no hace ni el más mínimo intento por hacer reír a Jeonginnie.

— ¿Seungmin sabe que tu madre te golpeó? — cuestionó el señor Kim.

— No — dejó su cuchara sobre una servilleta y suspiró — Y aunque lo supiera, no se pondría así, al contrario, haría todo lo posible por animarme. Es algo más. Pero no se preocupen, yo me encargo. — se puso de pie y le brindó una sonrisa agradecida. — Gracias por la cena. Iré a hablar con él.

Dio un par de toques en la puerta y luego ingresó. Notó que Seungmin se limpiaba las mejillas rápidamente, por lo que se acercó a él y lo abrazó con fuerza. Al principio el mayor se resistió, pero finalmente sus músculos se relajaron y se dejó abrazar.

— Lo siento, Jeongin — dijo con la voz quebrada — Debería estar pensando en ti, pero no puedo dejar de pensar en él. Soy un mal amigo, un horrible amigo — cubrió su rostro con ambas manos, mientras Yang rodeaba su cuerpo con sus brazos y apoyaba su mejilla sobre la cabeza de Seungmin. — Lo siento... No puedo dejar de extrañarlo, lo siento...

— Deja de decir tonterías. ¿Por qué te disculpas? Es normal que extrañes a tu novio, Seungbabo — tras ello tomó el rostro de su amigo entre sus manos y miró sus ojos fijamente — ¿Qué pasó? ¿Acaso discutieron? ¿Es eso?

— La noche que llegamos aquí... Escuché a mis padres hablar en la sala. Ellos creían que estaba durmiendo en mi habitación, pero estaba ahí y los escuché hablar de tus heridas. Tu madre te golpeó otra vez, ¿no es así?

— Seungmin...

Al parecer haría todo lo posible por desviarse de aquel tema.

— Es mi culpa. Debí ver tu mensaje antes. Lo siento mucho, Jeongin — esta vez quien rodeó con sus brazos al otro fue Seungmin. Ambos lloraron como niños pequeños mientras se mantenían aferrados. — Me duele mucho que hayas tenido que pasar por todo eso solo otra vez. Se suponía que debía cuidarte. Debí estar ahí contigo... Lo siento tanto, mi Jeonginnie.

— No es tu culpa, no es tu culpa que mi mamá sea una mierda de persona, no es tu culpa — le dijo Yang entre lágrimas. — No renuncies a lo que te hace feliz por mí... No renuncies a Hwang Hyunjin por mi culpa. No hagas eso. Mereces ser feliz, te lo digo en serio. Si no hablas con él cuando regresemos, no te lo voy a perdonar.

Seungmin continuó llorando, y aunque al principio fue por la situación de su mejor amigo, Jeongin sabía que sus lágrimas también eran por lo mucho que extrañaba a Hyunjin.

22 de enero

Volvió a tocar el timbre, pero no hubo respuesta. Suspiró y volvió a marcar el número de Jeongin, pero tampoco contestaba. Llevaba esperando e insistiendo por lo menos media hora; ya había pasado casi una semana desde la última vez que lo vió. Comenzaba a preocuparse.

— No hay nadie en casa — habló una voz a sus espaldas. Minho volteó asustado y vio a Jisung. — ¿Qué haces aquí de todas formas?

— Puedo preguntar lo mismo. Que yo sepa no eres cercano a ninguno de ellos.

— Es verdad. — dijo despreocupado. — Llegué hasta aquí por ti.

— ¿Cómo sabías que estaba aquí?

— Estaba cerca, vi tu auto y me dió curiosidad.

— Deja de ser tan curioso. — dicho ello guardó su celular en el bolsillo de su abrigo y se dirigió al ascensor, pero Han sujetó su muñeca cuando pasó por su lado. — ¿Qué quieres?

— Sé dónde están. Te puedo dar la dirección si quieres.

— ¿A cambio de?

Han sonrió ladino.

— ¿Por quién me tomas?

— ¿Por quién me tomas tú a mí? — cuestionó Minho con molestia. Siempre quiso ser amigo de Jisung, pero este sólo sabía alejarse y aferrarse a Hyunjin como una garrapata. Después de varios intentos fallidos, simplemente a veces ya no lo soportaba. — Nunca haces las cosas gratis a menos que sean para Hyunjin.

— Bueno, esta vez sí será gratis para ti. ¿Por qué no lo sería? Te estás alejando de Hyunjin por voluntad propia gracias a Jeongin. No puedo estar más agradecido por esta oportunidad.

— Deja de tratar a Hyunjin como si fuera de tu propiedad.

— Hasta hace poco tú sentías que Hyunjin era de tu propiedad, así que no te hagas el santo.

— Ojalá esta misma cara le mostraras a Hyunjin. Con él finges ser la persona más leal y dulce, pero ambos sabemos que no es así.

— Piensa lo que quieras. Pero ya deja de preocuparte por Hyunjin, de eso me encargo yo.

— ¿También planeas alejarlo de Seungmin?

— Yo no hago tales cosas. — fingió estar ofendido. — Sus parejas deciden dejarlo por voluntad propia.

— Estoy harto de pretender que no sé de qué hablas. Ahora que no estoy interesado en Hyunjin, puedo ser muy honesto contigo.

— Genial, porque odiaba tu sonrisa hipócrita y tus conversaciones aburridas. Sólo eres bueno en la cama, Lee Minho.

Ante lo mencionado, Minho estampó a Jisung contra la pared y colocó sus manos a cada lado de su cabeza. Han sonrió burlón.

— Ey, tranquilo, sólo tú y yo sabemos esto. No pienso contárselo a Hyunjin, y estoy seguro de que tú tampoco quieres que se enteren de lo que hacíamos estando ebrios.

— ¿Qué quieres de mí exactamente?

— Sólo quería asegurarme de que no volverás a buscar a Hyunjin. De Seungmin me encargo yo.

Minho sonrió con amargura.

— ¿Qué tan fácil crees que sea que te deshagas de Kim Seungmin? — preguntó y observó la expresión seria de Jisung detenidamente. —Según lo que he visto ambos se aman demasiado. Sé que lo sabes mejor que nadie.

— Sólo es uno más...

— Yo no estaría tan seguro... Hyunjin le pidió que sea su novio. El gran Hwang Hyun Jin, le preparó una sorpresa sólo para preguntarle si podía ser suyo y no al revés.

Esta vez Han fue quien lo tomó por el cuello de su camisa y lo estampó contra la pared. Su mirada por un momento le dió escalofríos.

— ¡Yo lo conozco mejor! ¡He estado a su lado casi toda su vida! ¡Y seguiré a su lado para siempre! ¡Nadie me va a quitar mi lugar! ¡Mucho menos ese imbécil que conoce hace un mes! ¿¡Acaso sabes lo ridículo que eso suena!? ¡¡Hwang Hyunjin jamás va a cambiar!! ¡¡Todos lo dejan y yo me quedo a su lado!! ¡¡Yo lo amo más que todas sus ex parejas juntas!! ¡¡Su corazón será mío con el tiempo!! ¡¡Será completamente mío!!

— Tú... — frunció el ceño y tragó saliva. — Cuando estábamos juntos... ¿Imaginabas que era Hyunjin?

— Cada que estoy con alguien sólo pienso en él. — murmuró como si fuera un secreto. Minho lo miró entre horrorizado y pensativo. Jisung sonrió y luego lo besó. — Sólo tomaré esto a cambio — volvió a besarlo, mordió su labio inferior y lo estiró ligeramente. — Nunca olvides nuestro pasado. No importa con cuántos llegues a estar, recuerda que siempre seré parte de ti.

— ¿Por qué mejor no vas al psicólogo?

Jisung soltó una risita.

— ¿Por qué lo haría? Tengo las cosas claras. — repartió besos por su mejilla hasta llegar a su oreja. — Fueron a la casa de los padres de Seungmin. Ya marqué la dirección en el GPS de tu auto. Buena suerte.

Se alejó de él, metió sus manos a los bolsillos de su abrigo y le sonrió, para después irse bastante animado en la dirección contraria. Minho se pasó el torso de su mano por sus labios y frunció el ceño con molestia. No podía creer que lo había soportado todo ese tiempo con tal de quedarse al lado de Hyunjin. En ese punto se preguntaba si había sido amor o sólo sus deseos por ganar esa competencia.

Seungmin estaba echado sobre la mesa baja del exterior. Se encontraba completamente abrigado con su chaqueta acolchada de color negro, su bufanda del mismo color y una gorra blanca con orejas que cubrían sus oídos. No podía dejar de mirar el cielo pensando que en cualquier momento podía nevar y Hyunjin podría ver la misma nevada en la capital. De repente escuchó un auto acercarse. Nadie podía llegar de la nada tan tarde, a menos que fuera...

— ¿Hyunjin? — preguntó Seungmin y se levantó con rapidez para luego acercarse al vehículo, pero su sonrisa se desvaneció al ver que ese no era el auto de su novio. — Oh... ¿Quién...

Cuando el vehículo se estacionó, una puerta se abrió y de ahí salió alguien indeseado para Seungmin. Se cruzó de brazos y soltó vaho de su boca cuando bufó indignado.

— ¿Lee Min Ho? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías que estábamos aquí? Yah, maldito acosador, ¡responde!

— Deja de gritar, niño. — se quejó en cuanto estuvo frente a él. — ¿Dónde está Jeongin? Necesito hablar con él.

— ¡Primero debes responder! — dejó caer sus brazos a sus costados y se acercó aún más al mayor. — ¡No puedes llegar a mi casa y exigir ver a mi Jeonginnie cuando se te dé la gana! ¡Así que habla!

— ¿Estás celoso porque Hyunjin no te ha venido a buscar? ¿Por qué te esmeras tanto en que lo mío con Jeongin no funcione? — señaló su cabeza con su índice y preguntó — ¿Te falla?

— La última vez que hablé con Jeongin de ti me dijo que eras un idiota. Eso es suficiente para mí.

— Tráelo.

— No.

— ¡Kim Seung Min! — suspiró frustrado — Te juro que lo intento, pero no logro ver el famoso encanto que todo el mundo ve en ti.

— Es que te falla — señaló su cabeza con el dedo índice y sonrió burlón. — Pero en serio, ¿a qué has venido? Si tienes un recado para Jeongin puedo hacérselo llegar.

— Sólo dile que estoy aquí. Dile que necesito hablar con él. Que me dé una oportunidad para aclarar las cosas, y que luego me iré.

— ¿Qué tan importante es como para que hayas venido hasta acá a estas horas? ¿No podías esperar hasta mañana?

— Es que... no puedo dejar de pensar en él. — bajó la mirada y apretó los puños con fuerza. — Me duele la idea de haberlo lastimado sin querer. Necesito decirle lo que siento mirándolo a los ojos. Es la única forma de poder respirar. Dile que lo esperaré aquí toda la noche si es necesario.

— Mejor vete.

— Sé que no somos amigos, sé que no confías en mí, y también sé que quieres proteger a Jeongin tanto como él quiere protegerte a ti, pero no creo que puedas decidir por él. No te digo que lo convenzas para que me vea, sólo que le informes y que Jeongin tome su decisión.

Seungmin pasó saliva y pensó en ello unos segundos. Si estuviera en el lugar de Jeongin, también le gustaría que hicieran eso por él. Era lo justo.

— Lamentablemente tienes razón — murmuró y Minho no pudo evitar sonreír. — Pero no te prometo nada. Si no sale en máximo veinte minutos, será mejor que te vayas o te acomodes en tu auto para pasar la noche. Aquí hace mucho frío, te advierto.

— Gracias, Kim Seungmin.

Lo que ambos no sabían era que Jeongin pasó al lado de la ventana de la sala para dirigirse a su habitación y vio aquel auto estacionado, en cuanto lo reconoció su cuerpo entero se puso tenso y al instante la emoción lo invadió. Fue corriendo al baño y se miró al espejo, se arregló el cabello y sopló contra la palma de su mano para comprobar si tenía buen aliento.

— Ey, Jeongin, estabas aquí — llegó Seungmin unos cinco minutos después. — No me lo vas a creer pero...

— ¿Minho está aquí?

En realidad quiso esperar a que Seungmin se lo informara, por si se equivocaba y así no quedaba en ridículo, pero su boca fue más rápida. Su corazón se aceleró.

— Sí. Él está afuera esperándote. — confirmó su mejor amigo y carraspeó su garganta. — No tienes que salir sino quieres. O puedes tomarte tu tiempo para pensarlo... No sé exactamente qué pasó entre ustedes, no sé si merece tu perdón, pero ya sabes, no creo que valga la pena.

— Eso lo decidiré yo — murmuró, tomó la mano de Seungmin y le sonrió — Gracias por preocuparte por mí. Quiero saber qué quiere decirme Minho, además, siento que he sido muy duro con él... Nosotros no elegimos a nuestros padres.

— Es verdad...

— Aun así, ya me conoces, me haré el difícil y no me quebraré fácilmente. Soy Yang Jeong In.

Seungmin sonrió y asintió orgulloso.

— Ve, antes de que se congele.

Jeongin soltó su mano y fue corriendo hasta la entrada. Se colocó su abrigo, unos guantes y su bufanda, para luego salir apresurado con dirección al auto de Minho. Lo vio de lejos, notó que Lee sacaba algo del vehículo y luego cerraba la puerta para esperarlo con una sonrisa.

— Yang — dijo su nombre apenas lo tuvo cerca. — Perdona por haber llegado tarde. Recién me enteré que estabas aquí. Fui a tu departamento todos estos días y esperé por ti, pero nunca abriste la puerta — sonrió divertido. — Qué tonto. Debí suponer que te habías mudado o algo así.

— No me quedaré aquí para siempre. — aclaró y se cruzó de brazos. Intentó aspirar profundamente, pero el aire helado le hizo doler la nariz. — ¿A qué has venido?

— Toma, son para ti — le extendió un ramo de rosas rosadas. — Busqué en internet con qué flores podía pedir perdón y me salieron estas.

Jeongin tuvo que morder el interior de sus mejillas para evitar sonreír. Eso había sido demasiado dulce.

— ¿Perdón de qué o qué?

— Escuché tu historia y no tuve el valor de contarte la mía. Debí mencionarlo en algún momento... Que mi papá está en el negocio del Narcotráfico. — bajó la mirada, y estuvo a punto de bajar el ramo junto con sus brazos, pero Jeongin sujetó sus manos a la altura de su pecho. Ambos se miraron — Debió ser desagradable para ti... Haber besado al hijo de alguien que se lucra de la destrucción de miles de familias, incluida la tuya. Lo siento mucho, porque a pesar de saberlo quise besarte y así lo hice. Y ahora estoy aquí.

— Debe ser desgradable para ti... tener un padre como él. — dicho ello tomó el ramo de rosas, y en el proceso pudo ver que las uñas de Minho se habían tornado azuladas. — Hyung, tus manos — se sacó uno de sus guantes, acomodó el ramo en su brazo de modo que tenía las manos libres y le colocó el guante con cuidado. — Te estás congelando. Deberías entrar...

— No quiero molestar a tu familia — tomó la mano desnuda de Jeongin y sonrió ligeramente — Gracias por ser amable conmigo, Yang.

— Perdón por haberme enojado contigo...— soltó por lo bajo y el vaho fue espeso al salir de sus labios. — Le guardo tanto resentimiento a las drogas que... yo simplemente me la agarré contigo. Que vivas tan bien gracias a la venta de lo que destruyó mi familia y que yo tenga algo que ver contigo fue un golpe muy duro para mí. Sé que no es tu culpa, pero no pude evitar sentirme enojado conmigo mismo porque me gustas... — lo miró a los ojos un par de segundos, pero después apartó la mirada conmocionado. — Pero sé leer las situaciones. Sé qué pretendes. No soy tan tonto como mi corazón.

— Sé que, usualmente, lo mejor es dejar ir a las personas que se alejan de mí por mi estilo de vida. ¿Para qué atarlas a alguien como yo? — sonrió con amargura. — Intenté acostumbrarme, adaptarme a ello, a la soledad, pero... por alguna razón, no puedo dejarte ir a ti. ¿Qué hago, Yang?

— Estás confundido. — sentenció Jeongin, y aunque quiso soltarse del agarre de Minho, ni siquiera lo intentó. — Hace poco estabas completamente enamorado de Hyunjin. Yo sólo soy un reemplazo que tu mente usa para disminuir el dolor que te causa no estar con él.

— Hyunjin sólo fue un deseo inmaduro, un capricho de niño mimado, alguien que, al pertenecer al mismo mundo que yo, creí que sería perfecto para mí, pero sólo fue dolor y frustración porque no lo conseguí. No fue amor. — miró su propia mano, la cual estaba cubierta por un guante de lana naranja suave. — Ahora lo sé, porque lo que siento por ti es completamente diferente, es desinteresado, es genuino y no pienso en cómo podría salir beneficiado, sólo quiero tenerte a mi lado. Quiero conocerte. — fijó su vista en sus ojos y con su otra mano tocó su rostro. — Me gustas, Yang. — vió sus lágrimas asomarse y sintió su propio corazón latir con fuerza. — Perdóname, por favor. — se le quebró la voz, frunció el ceño entristecido y dejó un casto beso sobre sus labios con rapidez. Jeongin se quedó anonadado mirándolo — Ayúdame a ser una mejor persona...

Continuă lectura

O să-ți placă și

646K 32.5K 60
A Story of a cute naughty prince who called himself Mr Taetae got Married to a Handsome yet Cold King Jeon Jungkook. The Union of Two totally differe...
209K 4.4K 47
"You brush past me in the hallway And you don't think I can see ya, do ya? I've been watchin' you for ages And I spend my time tryin' not to feel it"...
144K 7.2K 20
jisung knew of the famous zhong chenle. who didn't? he was the prettiest makeup artist on tiktok. so when his fans started calling chenle his boyfri...
1.3M 58.1K 104
Maddison Sloan starts her residency at Seattle Grace Hospital and runs into old faces and new friends. "Ugh, men are idiots." OC x OC