Tres años atrás
Los últimos años habían sido un calvario para mí, el instituto, el cual había sido uno de mis lugares favoritos, se había vuelto una prisión, todos mis supuestos amigos me habían abandonado cuando el rumor de que Mitsuya había terminado conmigo por loca, posesiva y toxica, se expandió por todo el instituto al comenzar mi siguiente año luego de que mi supuesto novio perfecto me abandonara
Había pasado de ser la niña de oro, la más popular y buena, a la paria, nadie quería acercarse a mí, todos mis amigos me abandonaron y mi vida se convirtió en un infierno, lo que me hizo caer en una gran depresión, una que me hizo alejarme de todos, incluso de mis padres, algo de lo que me arrepentiré toda mi vida
Reina...- miré sobre mi hombro y no pude evitar sonreír al ver a mi hermano a unos pasos de mi con su celular en la mano- ¿Estás lista?
No...- apreté mis labios mirando a mi alrededor- tengo miedo...
¿Miedo? Eres Gen Kurokawa, nada ni nadie debería darte miedo- se acercó a mí para apretar mis mejillas- y sobre todo, tienes al mejor hermano del mundo ¿Lo olvidas?
Jamás podría hacerlo- lo abracé hundiendo mi rostro en su pecho, ignorando por completo que nos encontrábamos en un lugar publico
Tontita- besó mi cabeza acariciando mi espalda durante unos minutos- vamos, puedes seguir empacando luego, hay algo que quiero darte
¿Qué es?- me alejé de él y lo vi sacar de su chaqueta unas llaves que movió frente a mí- ¿Y eso? ¿Me estás regalando tu auto?
Ni que estuviera loco- rodó sus ojos- ¿Te recuerdo lo que sucedió la última vez que quise enseñarte a conducir?
¡Ese árbol no estaba allí antes!- me defendí
Los arboles no se mueven, Gen...- suspiró pasando su brazo por mis hombros, haciéndome caminar por esos enormes pasillos en los que caminaría durante los próximos años
Luego de haber terminado el instituto con unas calificaciones muy buenas, había logrado entrar a la universidad que tanto había deseado, por lo cual había tenido que hacer varios trámites y papeleo para que todo estuviera listo y pudiera comenzar mis clases en solo unos días
Acabo de hablar con la agencia de modelaje a la que querías asistir, me dijeron que te enviarían los horarios mañana- comentó
Ya quiero empezar con todo esto- dije emocionada
Si es mucho para ti, quiero que hables conmigo y haremos algunos cambios- comentó- si es mucha presión o no te alcanza el tiempo, puedes estudiar modelaje luego de graduarte
No puedo hacer eso, la mayoría de las modelos a mi edad ya están trabajando- hice una mueca- ya llevo años de atraso, no puedo seguir posponiéndolo
Mamá y papá estarían orgullosos de ti- lo miré sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas- a pesar de todo, te has esforzado y mírate donde estás, a punto de comenzar a estudiar en la universidad que siempre quisiste, esto lo lograste solo tú con tu esfuerzo, Gen...
Lo volví a abrazar intentando ocultar las lágrimas que habían comenzado a caer por mis mejillas, el recuerdo de nuestros padres era realmente doloroso, aún era muy pronto, aun ni siquiera había pasado un año desde su muerte y no me acostumbraba a que ellos no estuvieran con nosotros, y jamás me terminaría de acostumbrar
Aun recordaba la noche en la que mi vida cambió pasa siempre, había sido unos meses atrás, una semana antes de navidad, tanto mamá como papá habían asistido a una cena del trabajo de él, esos eventos eran muy importantes para gente con dinero, así que ellos jamás faltaban a ninguna de las fiestas que se organizaban, la diferencia de esa, fue que ellos jamás volvieron...
La policía apareció en la madrugada, despertamos ya que Izana había venido a pasar las fiestas con nuestros padres, y cuando abrimos la puerta confundidos, nos encontramos con dos oficiales que nos dieron la peor noticia de nuestras vidas
Nuestros padres habían muerto en un accidente de auto ocasionado por la fuerte tormenta de nieve que había y un conductor ebrio que casi los había chocado al no verse la carretera, lo cual había hecho que terminaran estrellándose por sí solos y muriendo casi en el acto...
Esa noticia me rompió por completo, los últimos años me había encerrado tanto en mi dolor, ya sea por la ruptura de Mitsuya como de todo el acoso que tenía en el instituto, que me había aislado de mi familia, ya no solía hablar con mis padres como antes, no salía de compras con mi madre o pasaba casi tiempo con ellos, solo me encerraba en mi habitación lamentando mi vida...
Había sido una idiota y jamás me perdonaría por haber desperdiciado los últimos años a su lado, ni siquiera recordaba con claridad cuando había sido la última vez que les había dicho que los amaba...
¿Acaso se habían ido creyendo que no lo hacía? ¿Que sucedía si pensaban que los odiaba? ¿O que no me importaban? No era así, ellos habían sido los mejores padres que hubiera podido tener y los amaba con locura, pero había sido una idiota y aunque ahora me lamentaba, ya no había nada que pudiera hacer para cambiar el pasado, mis padres habían muerto y yo había sido una idiota con ellos el último tiempo de su vida y jamás podría perdonarme por ello
Te quiero Izana- susurré
Y yo a ti- afirmó
Sonreí de lado ante sus palabras, con él siempre habíamos sido unidos, a pesar de la diferencia de edad y de que apenas nos veíamos, pero desde la muerte de nuestros padres las cosas habían cambiado, me había mudado con él a su departamento porque no quería vivir en la casa donde lo habíamos hecho con nuestros padres, él me había cuidado y protegido durante ese tiempo, me había contenido e incluso me había llevado a una buena psicóloga que me había estado ayudando los últimos meses para que exteriorizara todo lo que sentía, lo que llevó a un caos completo, porque en cuanto le conté todo lo que llevaba viviendo los últimos años en el instituto a mi hermano, él enloqueció y no solo se encargó de que expulsaran a varios de mis acosadores, sino que también hizo que despidieran al director y a varios consultores a los cuales le había ido a pedir ayuda durante los últimos años para poder sobrellevar lo que me habían sentir en ese lugar, aunque solo había obtenido simples "Son cosas de niños, te ayudarán a ser mas fuerte"
Izana me demostró que estaría allí para mí siempre, y que a pesar de que él debía trabajar mucho, porque tuvo que tomar las riendas del trabajo de nuestro padre, siempre que necesitaba algo él estaba para conseguírmelo sin problemas
Me alejé de Izana luego de varios minutos y comenzamos a caminar por el campus de la universidad mientras hablábamos, aunque en mi caso iba dando saltitos a su lado, molestándolo y no prestando atención mi alrededor hasta que choqué con alguien provocando que ambos cayéramos al suelo- Aww lo siento, no te vi- vi a una chica en la misma situación que yo, sobando su cabeza, removiendo unos cabellos levemente rosados antes de observarme con sus intensos ojos verdes- ¿Estás bien?
Si, lo siento, venía distraída y no te vi- rió avergonzada
También fue mi culpa- negué
Gen, vamos, no tengo todo el día- se quejó Izana que había seguido su camino ignorando por completo el hecho de que tanto yo como la chica habíamos caído al suelo
Debo irme- me puse de pie y la ayudé a levantarse- supongo que nos veremos por aquí...
Senju- sonrió de lado- mi nombre es Senju Akashi
¡Gen!- gritó Izana nuevamente
¡Si, ya voy!- corrí hacia él antes de mirarla sobre mi hombro- ¡Nos vemos Senju!
¿Acaso te perdiste en el camino o qué?- bufó el albino cuando llegué a su lado
Izana, me caí frente a tu rostro y seguiste de largo- rodé mis ojos- podrías haberme ayudado
Tienes manos para ponerte de pie por ti misma- contestó con simpleza- aunque sí que te tardaste
Idiota- bufé subiendo a su auto
Tú también lo eres, somos hermanos- me sacó la lengua antes de ir hacia su lugar, subiendo a mi lado- pero así me amas
Solo tienes suerte- susurré cuando comenzó a manejar por las calles de esa ciudad que no conocía y me llamaba mucho la atención
La universidad quedaba a más de una hora de distancia del departamento de Izana, lo cual era un problema y por ello debía mudarme a un dormitorio de la universidad para estar cerca y no perder el tiempo en viajes innecesarios
Miré hacia afuera sintiendo una punzada en el pecho, me sentía feliz por esa nueva etapa en mi vida, pero también me sentía muy triste al no tener a mis padres conmigo...
Gen... ¿Estás bien?- sentí la mano de Izana tomar la mía que estaba sobre mis piernas- ¿Que sucede? ¿Porque lloras? ¿Te duele algo?
Estoy bien- negué rápidamente, pasando mis manos por mis mejillas- lo siento, no es nada
De acuerdo...- apretó sus labios- tienes suerte de que hemos llegado
Uhm?- miré hacia afuera confundida, notando que nos encontrábamos en un edificio bastante bonito- ¿Que hacemos aquí?
Deja tus preguntas y baja tu trasero de mi auto- dijo bajando del auto, acción que imité enseguida
Caminé a su lado hacia el interior del lugar, donde un hombre algo mayor nos atención, al parecer él era el portero o el de seguridad, no lo sabría, pero mi hermano parecía conocerlo y lucia bastante amable a pesar de dar un poquito de miedo visualmente
Ven aquí- tomó mi mano subiéndome al ascensor y vi como apretaba el piso quince
¿En dónde estamos, Niisan?- pregunté confundida
Calladita- pidió saliendo de allí unos minutos después, dejando a la vista un bonito pasillo con dos puertas con las letras A y B- ten- me entregó las llaves que me había mostrado antes- es la de la izquierda
Me lo quedé mirando durante unos segundos antes de poner la llave en la puerta, la cual pude abrir sin problemas, dejando a la vista un pequeño recibidor y una bonita sala con un gran ventanal que ocupaba toda la pared frente a mi
Wow...- caminé hacia dentro, acercándome al cristal y miré la ciudad debajo de nosotros, estábamos en el centro, a solo unas calles de la universidad y sobre todo, en la zona más concurrida y bonita del lugar
¿Qué has hecho, Izana?- miré al albino con sorpresa
Bueno, no podía dejar que vivieras en una pequeña habitación durante los siguientes cuatro años- se acercó a mi deteniéndose a mi lado- sobre todo porque estarías rodeada de niñatos hormonales- bufó- aquí todos son adulos responsables y de buenas familias, estarás a salvo y no podrás meterte en problemas
Yo no me meto en problemas- negué
Lo sé, y doy gracias por ello, si fueras como yo a tu edad, estaría en problemas, no creo que pudiera soportar el estrés- bufó- que estés aquí me deja más tranquilo a que vivas en ese pequeño lugar rodeada de desconocidos, por favor, hazlo por mí, ¿Si?
Si, bueno, tampoco es como que deba pensarlo mucho- comenté divertida- mira este lugar, Niisan, es precioso-sonreí de lado- gracias por darme este lugar y por estar conmigo... también por cumplir mis caprichos todo el tiempo...
Mi reina...- caminó hacia mí y apoyó su mano en mi mejilla- siempre lo haré, eres lo único que tengo, eres mi todo y siempre lo serás
Niisan...- sentí mis ojos llenarse de lágrimas- no te pongas sentimental, idiota...
Lo siento, lo siento- rió acariciando mi cabello cuando hundí mi rostro en su pecho- te quiero Gen...
También te quiero Izana- susurré
No sabía que sería de mi vida sin él y eso era verdad, gracias a él había salido de la depresión que tanto Mitsuya como la muerte de nuestros padres me había hundido, gracias a él había podido seguir adelante y ahora me encontraba a punto de comenzar a estudiar para cumplir por fin mis sueños
Los días siguientes me encargué de traer mis cosas al departamento con ayuda de mi hermano, y el día anterior a que comenzara por fin mis clases, Izana había venido a cenar conmigo y nos habíamos quedado mirando una película hasta tarde, aunque me había quedado dormida a mitad de esta
Me estiré en la cama y bufé molesta, había soñado toda la noche con el idiota de Takashi afirmando que mis sueños y metas eran una tontería, lo cual me había puesto de muy mal humor
Luego de unos minutos en los cuales estuve regañándome a mí misma por pensar en él, me levanté de la cama para ir al baño a asearme y alistarme antes de dirigirme a la cocina de dónde venían algunos ruidos, los cuales provenían de mi hermano que estaba haciendo el desayuno
Tu sí que te despiertas de buen humor- comenté al escucharlo tararear tranquilamente
Buen día, reina- sonrió de lado
Para ti...- susurré sentándome en uno de los bancos altos que había junto a la isla y puso una taza de café- gracias...
¿Sucede algo?- preguntó cuando comencé a jugar con la taza
Solo... los extraño- hice una mueca- extraño a mamá dándome esos típicos consejos justo antes de comenzar un año escolar, los abrazos de papá diciéndome que todo estaría bien y que si alguien me molestaba se la vería con él...-mordí mi labio frustrada- quisiera que estuvieran aquí conmigo...
Ellos están contigo- tomó mi mano, apretándola con cariño- y siempre lo estarán, Gen- suspiró- ellos estarían felices de ver cómo estás cumpliendo tus sueños sin importar lo que los demás digan- lo miré con sorpresa- nadie puede quitarte esos sueños, nadie puede arrebatártelos
Soñé con Mitsuya anoche- dije apenas audible
Lo sé- asintió- hablabas dormida y te escuché- pasó su pulgar por mi mejilla, quitando las lágrimas de ellas- sigue adelante, lucha por lo que quieres y no dejes jamás que nadie te detenga, eres una Kurokawa, recuerda siempre eso, reina
Eres adorable y demasiado sentimental- reí sobando mi nariz- ¿Desde cuándo te has vuelto tan cariñoso?
Eres lo único que me queda, no dejaré que nada te suceda y mucho menos que alguien te lastime- afirmó- esta vez mataré a quien se atreva a hacerte llorar
¿Debes irte?- me miró confundido- ¿Puedes acompañarme a la universidad? No quiero ir sola
Claro que te acompañaré- asintió sin dudarlo- haré una llamada y avisaré que llegaré tarde para que reprogramen unas reuniones, tu eres mi prioridad
Desayuné con él en silencio y me preparé para ir a la universidad, lo cual me hacía sentir ansiosa, pero entrar a ese enorme lugar junto a mi hermano me hizo sentir mucho mejor y me dio las fuerzas necesarias para enfrentarme a esa nueva etapa
Debía admitir que mis primeros días en la universidad fueron un completo desastre, llegué tarde a todas mis clases, el edificio era un laberinto y no tenía idea de donde quedaban mis clases, lo que me hizo pedir indicaciones a diario y para empeorar las cosas, los días fueron lluviosos y fríos, lo que había provocado que terminara enferma, pero a pesar de ello no podía saltarme las clases, así que fui incluso con temperatura y sintiéndome como la mierda
Por suerte, luego de un par de semanas las cosas fueron mejorando para mí, no tenía amigas ni gente a mi alrededor, no porque no les cayera bien, varios habían intentado hablar conmigo, pero yo no era nada sociable y prefería no juntarme con nadie, así que prácticamente me la pasaba todo el día sola, estudiando o haciendo cosas que realmente amaba
En mi tercer mes en la universidad, me encontraba caminando por la cafetería del lugar con mi bandeja en las manos y al llegar a una mesa vacía y apartada me senté sacando un libro de fotografía que Izana me había regalado hacia unas semanas atrás
Podía escuchar todo lo que sucedía a mí alrededor, pero no veía a nadie ni le prestaba atención, solo comencé a leer tranquilamente mientras comía mi almuerzo
Había creído que al comenzar la universidad las cosas serían diferentes al instituto, pero no era así, quizá porque solo estaba en primer año o no lo sabía, pero al igual que en mi instituto anterior había grupos, estaban los deportistas, los nerds, los inadaptados y muchos mas
La diferencia al instituto era que nadie me conocía ni me juzgaba, así que pasaba completamente desapercibida y nadie me molestaba
También estaba el típico grupito de las populares, tres chicas realmente insoportables, o bueno... la líder lo era, su nombre era Akito y era una rubia teñida descerebrada, era la hijita de papá, y como era la hija del director creía que podía hacer lo que se le diera la gana y siempre saldría impune, tenía a dos chicas como sus "Secuaces" Hinata Tachibana y Emma Sano, ellas no eran malas, se notaba que solo querían adaptarse, pero por desgracia, estar con esa chica solo hacía que pareciera que fueran lo mismo que Akito
Nadie me molestaba ni se metían conmigo porque sinceramente, pasaba completamente desapercibida y aunque a veces era aburrido, lo prefería a ser el centro de atención
Disculpa...- una voz me hizo levantar la mirada y me encontré con la chica de cabello levemente rosado frente a mi- Ohh eres tu- sonrió enormemente- que bueno es volverte a ver
Al menos esta vez no chocamos entre nosotras- asentí- soy Gen, por cierto
¿Puedo sentarme?- preguntó apenada- todos los lugares están ocupados
Sí, claro...- señalé la silla frente a mí antes de volver a mirar el libro frente a mí
Te he visto en algunas de mis clases- comentó luego de unos minutos
En todas creo- asentí metiendo un poco de comida en mi boca sin mirarla
Sí, es probable- rió- ¿Que lees?
Es un libro de fotografía- levanté mi mirada hacia ella- estaría increíble si en la universidad pusieran un curso de fotografía, sin duda asistiría- sonreí de lado- es una de mis pasiones
Ohh no me gusta- admitió haciendo una mueca- pero es probable que muchos de aquí piensen como tú, después de todo es arte ¿Verdad?
Sí, es raro que en una universidad de arte no haya fotografía- levanté mis hombros- amo todo lo relacionado con ello
Lo he notado, siempre te veo leyendo algunos libros de ello- asintió
Imagino que estudias diseño ¿Verdad?- asintió
Sí, lo hago- le dio una mordida a su emparedado- por cierto, eres muy famosa en la universidad
¿Famosa?- fruncí el ceño- ¿Porque o qué?
¿Cómo que porque?- abrió su boca sorprendida- eres preciosa, Gen, los chicos hablan de ti todo el tiempo- miró hacia la mesa donde había varios chicos guapísimos- no importa de qué año sean, mi hermano también habla de ti y es un año mayor...- comentó- y el prototipo de Barbie también han estado hablando de ti- señaló a Akito
Ohh la rubia oxigenada- rodé mis ojos- no me interesa
Le queda perfecto ese apodo- soltó una fuerte carcajada
Ohh dios- me puse de pie al ver la hora- estoy jodida, voy a llegar tarde a mi próxima clase y mi profesor me matará si vuelvo a hacerlo
Maldición, el señor Souma nos matará- afirmó poniéndose de pie también
El señor Souma era nuestro profesor de diseño, era un anciano quisquilloso e insoportable, pero aunque nadie lo quería, amaba sus clases, él era el mejor en lo que hacía, tenía su propia marca de ropa y era muy conocido en la industria, por él había querido anotarme en esa universidad, él era sin duda uno de los iconos más grandes e importantes de la moda
Ambas corrimos por los pasillos de la universidad hasta llegar donde era nuestra clase, y al entrar todos nos miraron, al igual que el profesor, por lo que nos detuvimos una junto a la otra
Señorita Akashi y Kurokawa- se cruzó de brazos observándonos fijamente- llegan tarde
Lo sentimos- susurró Senju caminando hacia su lugar e hice lo mismo
Un lo siento no soluciona las cosas, ambas se quedaran luego de clases- voy a darles un proyecto para que hagan como castigo
Asentí sentándome en mi lugar y así comenzó la clase, la cual fue bastante entretenida y debido a que habíamos llegado tarde
Al terminar la clase el hombre se acercó a nosotras y nos dio tres diseños que quería que hiciéramos, los cuales no tardé mucho en realizar y luego me dijo que realizara un diseño personal, lo cual también terminé justo cuando Senju terminaba de realizar los tres diseños
No me gusta que lleguen tarde a mi clase- se cruzó de brazos mirándome fijamente- no interesa cuanto talento tengan o que tan buenos sean en mi clase, ¿De acuerdo?
Si- susurré
Bien, pueden irse, ambas- comentó
Ambas salimos de la clase rápidamente y comenzamos a caminar en silencio por los pasillos antes de que ambas comenzáramos a reír
Hay que admitir que eso no fue tan malo- comentó
No, hasta fue divertido- asentí- ¿Tienes algo que hacer?
No, debo estudiar historia- hizo una mueca- soy muy mala en eso
También debo estudiar- hice una mueca- ¿Quieres que lo hagamos juntas?
Si, de acuerdo- sonrió aún más
Ese fue el comienzo de una que creí que sería una gran amistad, estudiar con ella era divertido y las horas de estudio se hacían más ameno, lo cual era bueno
Unos días después me encontraba saliendo de una de mis clases junto a la pelirrosa, quien iba comiendo una paleta distraída
¿Qué harás en las fiestas, Gen?- preguntó
Bueno, mi hermano pasará por mí- miré el reloj- y debería salir porque odia esperar- hice una mueca acelerando mis pasos- ¿Tu que harás?
No lo sé, creo que iré a casa con mis hermanos- levantó sus hombros- cuando volvamos de vacaciones, hay que salir de fiesta
Si, de acuerdo- asentí
Ella era muy fiestera y un poco alocada, yo no era tanto así, no me gustaba salir de fiesta todos los días, mis estudios eran lo más importante para mí, pero sí que me gustaba salir los fines de semana, eso me servía para desestresarme y olvidarme de todo
Sabes, Shuji muere por invitarte a salir- me dio un leve empujón
No me gusta ni me agrada, así que se quede con las ganas- afirmé al momento en que mi celular comenzó a sonar y al ver apareció un mensaje de mi hermano- mierda, debo irme, nos vemos luego
Te enviaré un mensaje cuando vuelva para pasar por tu departamento- comentó- necesito que me expliques algunas cosas para el próximo examen
Asentí antes de salir casi corriendo de allí y sonreí al ver al albino apoyado contra su auto, mirando el celular con el ceño fruncido
Pero si es la más hermosa de este horrible lugar- reí corriendo hacia él feliz- ¿Cómo estás, reina?
Bien, feliz- me abracé a él- ¿Me llevas a cenar?
¿Qué forma de recibirme es esa?- se quejó
Tengo hambre- inflé mis mejillas
De acuerdo, sube al auto, también muero de hambre- afirmó
Ambos subimos al auto y comenzó manejar hacia uno de los restaurante de la zona donde nos sentamos y luego de pedir nos quedamos en completo silencio
¿Algo te molesta?- preguntó cuándo pusieron la comida delante de nosotros
No, ¿Porque?- incliné mi cabeza confundida
Estás muy callada, algo anda mal- frunció el ceño- ¿Cómo te está yendo? ¿Estás teniendo problemas en la universidad, Gen?
No, nada anda mal- sonreí de lado- solo... me hubiera encantado tener clases de fotografía, amo tomarlas y todo lo relacionado con ellas, creí que habría cursos y esas cosas, pero los sacaron hace un par de años según la administración
¿Porque? ¿No es una universidad de arte?- levantó sus hombros- la fotografía supuestamente es eso, ¿No?
¿Supuestamente? ¡Claro que es arte!- dije enseguida- pero recortaron el presupuesto o algo así- me crucé de brazos- cuando fui a hablar a administración me dijeron un montón de idioteces y sabes que mi cerebro se desconecta cuando pasa eso, así que no le presté atención
Sí, eso te sucede con mucha frecuencia- se burló y lo pateé por debajo de la mesa- se delicada conmigo, reina
No te hagas el delicado que bien que eres más fuerte que yo y te encanta pelear- rodé mis ojos
Hacer karate es increíble, deberías hacerlo también- afirmó
Cenamos tranquilamente y luego de que pagara nos subimos a su auto, el cual manejó a mi departamento, donde tomé mi bolso y volví al auto, el cual comenzó a manejar hacia lo que imaginé que sería su departamento
Izana...- susurré mirándolo luego de unos minutos- ¿Tú tienes negocios con el primer ministro? ¿Puedes preguntarle porque han recortado el presupuesto?
Gen...- me miró preocupado- ¿Acaso estás dudando de tus sueños?
No, claro que no, jamás dudaría de ello- negó- solo olvídalo ¿Si?
Se quedó mirándome durante unos segundos antes de volver a mirar hacia la carretera, dejando el auto nuevamente en silencio durante un tiempo
Me sentía frustrada, ¿Acaso dudaba de mis sueños? Siempre había soñado con ser modista y modelo, quería serlo aun y demostrarle a Mitsuya que se había equivocado conmigo, que podía seguir mis sueños y cumplirlo, pero en los últimos tres años había estado tan decidida en ello que no me había puesto a pensar si mis sueños seguían siendo los mismos y sobre todo, si hacia eso por mí, o solo por demostrarle algo a los demás
Gen...- miré al albino a mi lado con el ceño fruncido
Izana... ¿Que hacemos aquí?- pregunté molesta
No obtuve respuesta por su parte, solo bajó del auto y apreté mis puños antes de seguirlo, quedando de pie frente a la casa en la cual habíamos vivido toda nuestra vida, al menos hasta casi un año atrás, porque luego de la muerte de nuestros padres, ninguno de los dos había vuelto a poner un pie en ese lugar...
¿Porque estamos aquí?- susurré
Es nuestro hogar, reina- tomó mi mano, la cual apretó levemente- me he mudado aquí hace unos días, ya no dejaré este lugar vacío, es nuestra casa... todo nuestro pasado está aquí, sé que dijimos de venderla, pero no puedo hacerlo, cada rincón de este lugar tiene un recuerdo importante y no quiero perderlos...
No puedo entrar aquí- negué
Claro que puedes, estás conmigo- sonrió de lado- y hoy... hoy se cumple un año desde que se fueron, y aquí me siento mucho más cerca de ellos
Niisan- apreté con fuerza su mano
Entremos, juntos- afirmó
Caminé a su lado de mala gana y apenas abrió la puerta de la casa y pusimos un pie dentro, el olor a jazmines me invadió, lo cual me golpeó con más fuerza, mi padre solía traer un ramo de jazmines para mi madre todos los días al volver del trabajo y ella solía ponerlas en un florero junto a la puerta, lo que hacía que el lugar oliera a ello, y al parecer, Izana había puesto un ramo en la mesita del recibidor como solía haberlo en el pasado
Eso es jugar sucio- susurré sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas
Ella siempre estará aquí cuidando de nosotros- sonrió de lado
Caminamos hacia la sala donde me senté en el sofá abrazándome a mi cuerpo mientras él se iba a preparar un té con la intención de tranquilizarme
Miré todo a mí alrededor sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo, todo seguía totalmente igual, Izana no había cambiado nada de lugar, ni siquiera una fotografía, una de las paredes, justo sobre la chimenea había un árbol genealógico que nuestra madre había dibujado por ella misma cuando éramos solo unos niños...
¿Cómo era posible que todo siguiera igual que cuando ellos aún estaban allí?
Me levanté del sofá y sin darme cuenta terminé de pie en el medio del estudio que le había pertenecido a mi padre, ese siempre había sido mi lugar favorito de la casa, los estantes llenos de libros que ocupaban ambas paredes a cada lado de la puerta hacia ver el lugar como algo majestuoso, el gran escritorio frente a la puerta, dándole la espalda a un gran ventanal seguía allí
Aun podía recordar a mi padre sentado allí trabajando por horas, sumergido en su computadora o las carpetas llenas de hojas que solía leer por horas
Sentí una mano apoyarse en mi hombro y giré para abrazar a Izana, quien me rodeó con sus brazos al momento en que comenzaba a llorar contra su pecho
Los extraño- apreté mi agarre en él- los extraño mucho Niisan...
También yo- susurró sobre mi cabeza- pero estamos juntos y nos tenemos el uno al otro, todo estará bien, lo prometo
No sabía si eso era verdad, quería creerle, pero estar en ese lugar me hacía sentir mucha tristeza y creí que no podría disfrutar de esos días, pero no fue así, Izana se mantuvo en todo momento atento a mí y a mis necesidades, haciéndome sentir como en casa, lo cual facilitó mi estadía allí
Pasé todos los días siguientes pegada a mi hermano, incluso terminé ayudándolo en su trabajo para poder seguir a su lado, y antes de darme cuenta, navidad había llegado y aunque había creído que jamás volvería a disfrutar de esa festividad, gracias al albino estaba volviendo a verle lo bonito
Me encontraba en la sala, caminando de un lugar al otro mientras jugaba con la cámara en mis manos, viendo a que le podía tomar una fotografía mientras Izana intentaba pasar desapercibido y poner algunas cosas debajo del árbol de navidad
Me acerqué lentamente y sin hacer ruido a él y pellizqué sus caderas con mis dos manos, sobresaltándolo y haciendo que soltara un grito para nada masculino
¡Gen!- me miró molesto y no pude evitar reírme en su rostro- no vuelvas a hacer eso, sabes que lo odio
Lo sé, por eso me encanta hacerlo- afirmé abrazándolo
Eres peor que una niña- bufó- siéntate y quédate quieta durante unos minutos, iré por chocolate caliente
Lo vi irse a la cocina y lo obedecí, caminé hacia la alfombra frente a la chimenea, donde me senté disfrutando del calor que esta emanaba hasta que el albino se acercó con dos tazas
¿Recuerdas cuando papá intentó entrar por la chimenea?- preguntó sentándose a mi lado sonriendo con nostalgia
Recuerdo que mamá apagó la chimenea desde temprano y hacia muchísimo frio aquí adentro- susurré- también recuerdo tu rostro cuando lo viste, casi te desmayas y luego no dejabas de preguntarle sobre los renos y duendes, fue muy adorable
Tenía solo diez años- se defendió y sentí como tomaba un mechón de mi cabello entre sus dedos, jugando con él durante unos segundos
¿Qué sucede?- pregunté
Me alegra tener a mi hermana nuevamente- susurró
Sabía a lo que se refería, Mitsuya me había convencido de teñirme mi cabello para no sobresaltar tanto en el instituto, no era normal ver a alguien con el cabello blanco y realmente no sabía el por qué había querido que me lo tiñera, pero había sido tan tonta que lo había hecho, ahora, después de varios tratamientos, por fin había logrado volver a mi color natural y me sentía feliz
Es bueno estar de vuelta- afirmé
No vuelvas a cambiar por un idiota, reina, mucho menos por uno que no vale la pena- apretó sus labios- te juro que si lo haces, patearé tu trasero
No lo haré, ya no soy esa niña- levanté mis hombros- me gusta la persona que soy ahora, y a quien no le guste, se puede ir al demonio
Esa es mi hermanita- revolvió mi cabello haciéndome reír
Gracias Niisan...- susurré
¿Uhm? ¿Porque me agradeces?- inclinó su cabeza confundido
Por estar conmigo, por no abandonarme, por cumplir todos mis caprichos y amarme, pero sobre todo, por ser mi hermano- sonreí de lado- feliz navidad Izana...
Feliz navidad, Gen- besó mi frente cuando comenzó a sonar el reloj marcando la medianoche y me abrazó a él- te amo hermanita, jamás lo olvides
También te amo- susurré acurrucándome contra él
Extrañaba a mis padres y era probable que lo hiciera el resto de mi vida, pero tenía un increíble hermano con el que podía contar incondicionalmente y sabía que todo estaría bien mientras él permaneciera a mi lado...
Holis 🤭
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy 🤗
Ya conocemos mucho mas a la prota y a Izana ¿Que opinan de esa relación de hermanos? 🥺🤧
En el próximo capítulo tendremos la aparición de Ran ¿Están listos para eso?🤭😘
Gracias por leer y comentar 💕
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🏃🏻♀️💨