📍27 de Mayo de 2022 | Anaheim, California
Narrador Omnipresente:
Por primera vez en la semana, Shohei se había propuesto ver la televisión después de una larga racha de entrenamiento. Y no es que no le agradara su trabajo, pero necesitaba un brecha para respirar mientras esperaba otro mes lleno de viajes y juegos de noche.
Distraidamente, cambiaba canales desde la cocina mientras buscaba algo que comer. Quizás romper la dieta un día no haría algún mal a nadie.
El zumbido de personas comentando o algún partido de fútbol americano, lo hizo pasar cada uno de ellos de reojo al mismo tiempo que seguía en busqueda de cumplir su objetivo. Un pitido peculiar, además del comentarista explicando la reanudación del partido entre Estados Unidos y Polonia, que era importante para clasificar en los semi finales y debían optar las americanas a ganar al menos cuatro puntos para lograr su cometido, reanudaba el juego de volleyball.
Con su dedo buscó de nuevo cambiar el canal, a ver si podía ver una repitición de los juegos de ayer entre los Oreoles o los Marines, a lo que volteó para seguir su curso, pero la pantalla que puso el camarógrafo lo hizo olvidarse de todo lo demás.
Una Abril Gutiérrez de 2013 veía con sus ojos castaños por encima de la red, aún enderezada esperando que el árbitro pitara y empezara esta pelea de quien clasificaría para la finales del campeonato. "Por más que ellas fueran un gran equipo, las chicas de Polonia les picaba los talones con su defensa y recepción", opinaba el comentarista que definió a los segundos a Abril Gutiérrez como "la mejor libero que ha existido" que ingresó en este año de competiciones al equipo estadounidense.
El japonés dejó en el mesón el aparato, acercándose a pasos rápidos junto a una bolsa de papas a su mueble y sentándose, sin apartar la vista de lo que admiraban sus ojos.
Recodaba vagamente que el día que vió por primera vez a la morena, habían mencionado algo sobre ella y su profesión, pero no se imaginó que Abril Gutiérrez hubiera llegado hasta allí. Sus rasgos se veían más jóvenes, menos serios y sus ojos hambrientos de ganar, a diferencia de las otras cuatro chicas que parecían tener tiempo jugando.
El árbitro avisó con su brazo y un pitido el nuevo punto de Estados Unidos que celebraron las seis jugadoras, enfocándo a una Abril vestida con el uniforme blanco y azul con el número "2" estampado en él. La chica de su mismo color de piel con el número "1" de franelilla azul, sonrió junto a ella.
No pudo evitar quedarse prendado viendo a la morena, con una jovialidad que la caracterizaba y con su distinción, se veía como "la estrella" del partido. ¡Y no solo eso! Cómo jugaba, cómo le impresionaba su valentía de salvar aquella pelota bicolor para que no cayera al piso casi que manteniéndolo al borde de comerse las uñas.
Inevitablemente, se sentía como un niño pequeño viendo algo tan curioso que quería investigar a fondo y aún más, la expresión de felicidad que decoraba cada poro del rostro de Abril.
Los últimos minutos del quinto set, había quedado en un deuce*, logrando un descontento en ambos equipos. Alguien necesitaba ganar, y entre las americanas y las polacas, posicionarse entre las mejores era su meta de esa noche.
La cámara grabó a la armadora venezolana Catalina Escalona, rebotando por unos segundos la pelota en el piso para luego tomarlo entre sus manos, la hizo girar en su mano sin antes hacer su rutina de cerrar y abrir su mano en puño unas dos veces por encima de su cabeza. Suspiró, sintiéndo la presión del equipo, lanzó la pelota al aire, pidiéndole solo al destino en lograr un punto más para llevar su barco a las semifinales.
El árbitro pitó "dentro", logrando mostrar las porras de todo su equipo a la morena, a la "chica de oro", la chica que había logrado llevar a su equipo por segunda vez a las competencias mundiales. Por ello, tenían una gran confianza y esperanza que las ayudaría a subir otro escalón más, para clasificar a las Olimpiadas de 2014.
La armadora volvió a sacar, visualizando el espacio que necesitaba la pelota caer a lo luego de su rutina especial para hacer su saque flotado, tomó la carrera de impulso con su pie derecho para terminar en ese mismo y cerrando con fuerza la acción, sirviendo con su mano izquierda y dejando que el otro equipo recibiera el balón.
Su ojos se clavaron en la mujer de camisa blanca que se movía al lado contrario del resto, siguiendo, quizás, la información que le daba las maniobras que realizaban las contrarias y logrando que la rematadora europea tuviera la necesidad de hacer un fuerte remate cruzado, perfecto para que Abril Gutiérrez levantara con facilidad a una altura prominente para su armadora, y Catalina Escalona engañara al equipo de franela roja, con su remate central colocado por la libero.
El equipo de azul gritó victorioso, lanzándose encima de Catalina que sonreía ampliamente por primera vez en televisión internacional, haciendo su famosa expresión parecida a la Sebastian Vettel, manteniendo su mano derecha arriba con un firme "uno" que demostraba su dedo índice. Otro camarógrafo grabó el momento en que la libero se levantaba del piso, y volteaba a ver su equipo, llevándose la sorpresa de que el hombre estaba con una rodilla en el piso y una caja pequeña en sus manos.
Shohei frunció su ceño confundido, mientras intentaba comprender porque se sentía incómodo y con un dolor a un lado de su pecho, viéndola asentir hacía el hombre que reconocía de algún lado.
A él lo había visto, antes.
Quizás jugado con él.
Pero, lo conocía.
A diferencia de ella, a ella la desconocía y desconocía todo lo que pasaba frente a sus ojos.
Se quedó por unos minutos en silencio, sin recordar que iba ver los juegos de beísbol que le faltaba o al menos terminar el manga que había empezado hace unos días, sino que buscaba la forma de entender a Abril.
Abril era su vecina, pero desconocía todo lo que tenía que ver con su vida profesional.
Desconocía quien era, a pesar de sentir extraña calma y familiaridad a su lado.
Para él, ella era una total extraña, que luego de esa noche donde hablaron por algunas horas, estaba adentrándose a esos límites que desconocía.
Y no quería decirlo en voz alta...asustaba.
Asustaba solo la manera de pensarlo, de hacer ese pensamiento una palabra y que su corazón quisiese salirse de su pecho al solo pensarla.
"Me gusta".
No, no podía. ¡Era imposible!
Tentado por verificar si estaba equivocado y provarse a si mismo, que se equivocaba, que era un paso atolondrado y no estaba seguro, fue a buscar su teléfono. Se metió al buscador del teléfono e introdujo el nombre de Abril Gutiérrez.
Se prometió no hacerlo, se dijo que no lo haría desde la primera vez que la vió, pero tenía que cortar esta duda desde la raíz.
Las noticias, además su biografía, fue la primera imágen que apareció frente sus ojos y leyó por los títulos las distintas noticias tanto buenas, recientes, antiguas y como de dudosa procedencia sobre ella.
"¿Regresará Abril Gutiérrez, la promesa del equipo americano para las siguientes Olimpiadas?".
"¿Brasil o Estados Unidos? Una decisión que esperamos de la libero Abril Gutiérrez desde 2018".
"¡Y aparece! La libero venezolana Abril Gutiérrez aparece a la luz pública luego de 4 años sin saber de ella".
"¿Abril Gutiérrez, será la futura señora del pitcher Gustavo Hernández?"
"¿Infidelidades en el paraíso?...".
Cerró la pestaña, abrumado de las especulaciones y apretó sus labios, al dejar su teléfono encima del mesón con la pantalla en negro.
¿Quien era Abril?
¿Quien era ella, y por qué estaba haciéndole sentir asi?
¿Quien era Abril Gutiérrez y por qué le estaba empezando a gustar?
✒️ Nota del Autor:
De antemano me quiero disculpar, porque se desconfiguró el orden en la app y no me coloca los capítulos como deben ser 😭😭😭😭😭. Y no sé como solucionar el problema, a pesar que ya los he editado.
Ahora si....
MUAJAJAJAJA, ahora se viene lo bueno. ¿Saben por qué? Porque Abril tiene mucho chisme y del bueno, que contar.
Pero todo va a salir de poco, asi que pendiente 😉.
Por cierto, ¿qué piensan de Shohei? ¿Enamorarse de Abril está bien o no? ¿Algo por el estilo? Quiero leer sus opiniones.
Además, demosle la bienvenida y que pase el desgrac- DIGO, Gustavo Hernández que está protagonizado por el beísbolista Clay Holmes, quien es uno de los jugadores del equipo de los New York Yankees. Como se han dado cuenta, es algo de Abril, pero...¿por qué actualmente no están juntos 👀?
¿Qué pasó entre ellos dos? ¿Qué está sucediendo actualmente entre esos dos? Porque a pesar de ser chisme viejo del 2013, como se dan cuenta, hay mucho que sacar a la luz 😏
All the Love
-La Chama.