— Gracias por la comida abuela, iré a bañarme ttebane — caminó hacia la planta de arriba.
Sasuke abrió la puerta en completo silencio — Hiromi, no hagas ruido — caminaron hasta la cocina, donde se encontraba Kushina acomodando todo — Gracias por cuidar de Menma Kushina-san — hizo una reverencia a la pelirroja.
— ¡Sasuke! — exclamó sorprendida al verlo, de inmediato lo abrazó, antes de agacharse y hacer lo mismo con la niña — Hiromi, eres más hermosa de lo que pensaba — admitió acariciando sus mejillas ¿Cuánto tiempo vas a quedarte?
— Ya le pedí a Naruto no salir, no hay nada que sea relevante, aunque supongo que iré a hablar con los viejitos cascarrabias.
— ¿Puedo comer pastel? — preguntó la azabache apoyando sus manos en la mesa.
— Solo un trozo, es mucho dulce para ti — Kushina partió un poco para dárselo a su nieta.
Escucharon pasos en las escaleras.
— Papá va a regresar como a las ocho o nueve de la noche — explicó entrando a la cocina — Me dio dinero y podemos comprar de comer.
— ¿Cómo te fue hoy Menma? — Sasuke preguntó al ver a su hijo cruzar la puerta.
— Mamá — dijo asombrado antes de dejar caer sus cosas y caminar directo hacia él para abrazarlo — Te extrañé mucho.
— También te extrañé — lo juntó mucho más a su cuerpo.
— ¿Cuánto te quedas? ¿Papá va a mandarte a otro lado? — preguntó de inmediato, abordandolo por completo con sus dudas.
— Todo el tiempo que quieras, pasé con tu padre antes de venir y me relevó de cualquier responsabilidad.
— ¿En serio? ¿Te vas a quedar para siempre? — lo miró ilusionado.
— Lo haré, ya no tengo nada de que preocuparme — se agachó para verlo — Creciste demasiado.
— Hola Menma — saludó esperando que la recibieran.
— Hiromi — dijo sorprendido — estás chiquita y te pareces a mamá — se separó de Sasuke para conocer a su hermanita, tardo un poco para abrazarla — Entonces tú eres Hiromi Uchiha.
— Sí, me gustan las flores y el tomate y tengo cinco años.
— Quería verte — admitió sentándose en el comedor — Me aburría de estar esperando a papá, hay veces en las que llega cuando ya estoy dormido y lo escuchó, también te extraña mucho.
— Me lo dijo antes de venir a la casa.
— Tengo sueño — interrumpió la menor — ¿Cuál es mi cuarto mami?
Sasuke miró a su hija en busca de una respuesta.
— La abuela acomodó un cuarto cuando nos dijiste que era una niña — extendió la mano hacia ella — Ven, te llevo Hiro.
— Es un chico bastante maduro — declaró Kushina, sentándose frente al azabache — Vengo a cuidarlo por las tardes o él pasa por la casa a quedarse a dormir, nos hacemos compañía todos los días.
— ¿Usted cree que lo descuidé?
— Para nada, él sabe muy bien porque tuviste que estar fuera — le sonrió, haciendole entender que no mentía para nada — Cumpliste su deseo de cumpleaños ttebane, quería que regresaras.
— Ya no planeo irme, espero que Naruto tenga esa autoridad de decirlo — apoyó ambos brazos en la mesa, mientras esperaba de nuevo a su hijo.
— Estoy segura que logrará hacer que te quedes, aunque sabiendo como son, querrán hablar contigo.
— Ya tengo planeado decir algo por si las dudas — mencionó algo pensativo