Capitulo 20: El fantasma del sótano
Como siempre los pasillos están llenos de estudiantes cargando libros y hablando a tonos exageradamente altos, las chicas tienen el récord en provocar daño auditivo.
El aroma de Scarlett se comienza a acercar y me despego del casillero, no puedo verla entre tanta gente pero se que esta por aquí, oigo a su corazón latir frenético. La cálida mano de mi pelirroja rodea mi cintura apegandome a ella, su frente se apoya en mi pecho provocando que mi corazón lata más fuerte.
Poco a poco su respiración se va calmando, acaricio el cabello que cae en su espalda ya que otra vez lleva una de esas boinas que hace ver su cara mas pequeña y redonda. Alza el rostro apoyando su mentón en el centro de mi pecho, si me doblo un poco puedo besarla perfectamente.
Su sonrisa hace aparición y todo lo que nos rodea desaparece, ya no me molesta escuchar las otras voces. Ya no veo a los chicos y chicas caminar de un lado al otro con sus amigos. Ya no me molesta sentirme como sardina enlatada. Solo la sonrisa sincera de Scarlett llena mi espacio.
-¿Todo bien?- pregunto al notar que ya está calmada y el color rojizo de su cara se ha borrado, asiente repetidas veces y ya que su mentón esta pegado a mi pecho me provoca cosquillas, nada que no pueda soportar por mantenerla cerca.-¿Por que tan apresurada entonces?
-Te vi cuando doble en el pasillo, quise venir rápido pero...- mira alredor antes de terminar su frase.- mucha gente.- se encoge de hombros sutilmente.- tu lenguaje ha mejorado ¿Las clases van bien?
-Ni que lo digas, mi maestro es muy exigente.- bufo por lo bajo alguna incoherencia que ni yo mismo entiendo y le sonrio. Scarlett me abraza otra vez, una corriente me recorre completamente causando que me sonroje. Soy tan débil a ella como un cubito de hielo al sol ¿Te derrites? Exacto consciencia, hoy si que estas conectada conmigo
El timbre suena anunciando la última hora de clases del día, al ver que todos a nuestro alrededor comienzan a moverse Scarlett me mira y le doy un asentimiento como respuesta a su pregunta no formulada. La aprieto un poco mas a mi, su risa y aliento golpean mi oreja como una suave caricia. Le dejo salir de entre mis brazos para acomodar nuestros bolsos, tímidamente Scarlett toma mi mano y espera a que comience a caminar.
Respiro cerca de su cabello antes de enredar nuestros dedos, su corazón y el mio dan un salto cuando aprieto su mano. Mejor no decir nada extraño, comienzo a caminar siguiendo una de las corrientes que forman los demás chicos. Por suerte, nuestra última clase es Arte y como es la materia en que mejor nos va a ambos podemos tomarnos el tiempo que queramos para hablar, además el maestro de arte parece amable y no nos reta cuando no prestamos atención.
Al entrar casi todos los puestos están ocupados excepto los dos de al fondo, guio a mi pelirroja a través del salón ignorando las miradas que nos dan las chicas. Scarlett suelta mi mano al momento de sentarse y deja su bolso en el suelo junto a su silla. La imito antes que el maestro me regañe por no poder comenzar la clase, él sonríe para luego explicar que es lo que haremos y yo gimo al darme cuenta de que otra vez pintaremos.
Scarlett se concentra en su pintura, su rostro está tan serio que me da miedo molestarla. Tomo uno de los pinceles y lo hundo en la pasta de color negro, no me gusta seguir lineas definidas al momento de pintar por lo que el lienzo se mantiene blanco hasta que deslizo el pincel por la superficie.
De reojo miro a mi pelirroja que tiene una fina sonrisa en sus deseables labios. Creo que cada vez me es mas difícil resistirme. Niego un par de veces y continuo pintando, el color negro es reemplazado por verde oscuro.
Vaya, no sabia que pintar sin trazar un boceto provocaba algo así, los colores se han apoderado completamente del lienzo pero lo que me sorprende es el dibujo que inconscientemente cree. Scarlett se apoya en mi hombro y deja salir una exhalación de asombro.
La pintura muestra un bosque iluminado por la luna y el sol en posesión de los extremos del cielo cada uno y entre los altos arboles se distinguen las siluetas de al menos cinco lobos.
-Esta vez si que te esmeraste Tatsuya.- el maestro me felicita y coge mi cuadro para llevarlo al frente del salón. Las demás chicas también me felicitan al verlo y siento como Scarlett se tensa, creo que no le gusta que reciba atención femenina si no es la suya.
-¿Me puedo quedar con tu cuadro?- su sonrisa regresa mostrando la blanca hilera de dientes, me encanta cuando sonríe así.- Di que si
-Claro, no tenias que pedirlo.- Scarlett se levanta de su asiento acercándose a mi, rodea mi cuello con sus brazos atrayéndome hacia su pecho. No puedo negar que me gusta esta posición, pero es un tanto vergonzoso estar así con ella en un salón lleno de gente.
-Gracias, lo cuidare.- Cuídame a mi Eso cuando estén en una relación No pedí tu opinión Como quieras
El maestro me regresa el cuadro pero es Scarlett quien lo recibe, ya es de ella. El timbre suena ganando suspiros de alivio por parte de las chicas en el salón, Scarlett se coloca su bolso cruzado y se queda mirando el cuadro. Cuelgo mi bolso en mi hombro derecho, el salón ya esta prácticamente vacío.
-Mañana te ayudo a llevarlo a tu casa ¿si? Traeré el auto.- mi pelirroja asiente girando en mi dirección, señalo la salida con un movimiento de cabeza y ella me entrega su mano. Podría acostumbrarme a esto, entrelazo nuestros dedos y nos dirigimos a la puerta. Ya no hay nadie en los pasillos cosa que me tranquiliza, tener a Scarlett tomada de la mano alborota mis sentidos.
-¿Oiste los rumores?- Scarlett parece emocionada, niego y la miro a espera de que continúe.- En verdad Tatsu ¿vives en este planeta?- me río un poco por la mueca que forman sus labios, no soy del tipo chismoso.
-¿Algo interesante?- mi pelirroja asiente y suelta mi mano, una de las desventajas de nuestro lenguaje pero poder verla también es agradable.
-Me lo contó una amiga, dicen que en el sótano del lado sur hay un fastasma.- frunzo el ceño y mi chica ríe.- Al parecer se oyen gruñidos y lamentos cerca del primer piso, un chico de tercero intento ir al sótano pero el ruido proveniente de abajo lo asusto y no se atrevio a bajar la escalera.
-Que cobarde ¿Te interesan ese tipo de cosas?- Scarlett me señala la escalera para bajar al primer piso, junto a mi pasa un hombre mayor encargado de limpiar.
-Creo que sería genial ver a un fantasma verdadero
-Tienes claro que eso probablemente sea mentira ¿no?- tomo su mano otra vez mientras bajamos, ella sonríe y acomoda su boina con la mano libre. Scarlett da un salto en el penúltimo escalón jalandandome hacia adelante con ella, doy un paso amplio para no caerme.
-El rumor comenzó a correr hace algunos días, es increíble que no supieras.- mi pelirroja se burla de mi con su perfecta risa, no debo permitir que se junte con los gemelos.- ¿no quieres ir a ver?
Sus ojos brillan demasiado, realmente le gustan estas cosas. Suspiro y me encojo de hombros, no pierdo nada. Lo mas probable es que no haya nada y solo sea un tonto rumor empezado para hacer mas interesante este lugar.
Nos dirigimos a la escalera que da al sótano, es una corta escalera con apenas quince escalones. Al final hay una puerta que parece vieja y dudo que se pueda abrir. Scarlett mueve la perilla pero no logra girarla, luego empuja. Nada.
La abrazo pasando mi brazo por su hombro, me gira a ver y en su rostro veo frustración. No me gusta esta expresión Mira otra vez la puerta como si pudiera derribarla con la mirada, deja escapar el aire pesadamente por su boca.
-Vamos.- mi pelirroja me comienza a llevar escaleras arriba, su aroma me atrae y la sigo automáticamente. Un sonido como de pisadas se escucha a nuestras espaldas provocando que me detenga, es imposible.
Scarlett se gira a verme con una expresión de no entender, le señalo la puerta y ella frunce el ceño.
-Escucho pisadas...- regreso sobre mis pasos y pego la cara a la superficie de la puerta, en verdad se oye movimiento dentro aunque se escucha un poco lejano. Scarlett se aferra a mi polera con ambas manos, yo tomo la perilla y forcejeo con ella, no se mueve. Las pisadas al interior se vuelven mas débiles hasta que se detienen del todo, se lo que sea que este dentro sabe que nosotros estamos cerca y nos hemos percatado de su presencia.
-¿Tatsuya?- la voz de Eitan a nuestra espalda me hace saltar y por ende mi pelirroja se asusta soltando un jadeo ahogado.- ¿Que hacen ahí?
-Me asustaste ¿que haces aun en la escuela?- me giro para ver al recién llegado, Eitan está acucliyado en el primer escalón y apoya sus codos sobre sus rodillas, sus puños se entierran en sus mejillas provocando que sus ojos se cierren un poco.
-Se me quedo algo ¿están aquí por el rumor del fantasma? ¿Puedo quedarme a ver?- Su voz suena emocionada, Scarlett le sonríe y con su mano le indica que baje. Eitan se apresura en llegar a nuestro lado.
-¿No tendrás problemas luego?- pregunto con cierto temor, la situación de este chico es realmente preocupante. Se encoje de hombros y observa la puerta con mucho interés, los pasos comienzan a sonar otra vez poniéndonos en alerta.
-...huele...- Eitan se inclina un poco acercando su nariz al espacio bajo la puerta, lo imito arrodillandome junto a él y aspiro. Un olor extraño me llega, primero humedad y luego un olor cálido, con toques florales...casi frutal.
-Huele a fruta...- Eitan niega ante mis palabras.- ¿Que?- nos ponemos de pie, el chico ladea el rostro hacia un lado.
-No huele a fruta para mi.- me mira de reojo y da una larga inspiración, la mano de Scarlett se aprieta en mi antebrazo.- huele a tierra mojada y madera quemada.
¿Un lobo?
Detrás de la puerta se escuchan cosas moviéndose de lugar y pasos lentos, quiero entrar y ver que es lo que ha asustado a los demás estudiantes pero con mi pelirroja aquí no puedo usar mi fuerza y botar la puerta ¿No que este tipo de cosas no te interesan? Es distinto, hay una persona en este lugar, más aún...es un lobo.