Por alguna razón hoy no saliste de mi cabeza.
Es raro, cuando estabas aquí no me pasaba
Tengo varias hipótesis pero tristemente no puedo comprobar ninguna.
Talvez lo este sobre pensando, talvez solo fue por pasar al frente de los lugares que tantas veces nos sacaron una sonrisa.
Lo raro es que incluso sin ti podía seguir sonriendo
Solo tenía que recordar todos esos momentos que, aunque insignificantes, se vuelven nostálgicos.
No estoy acostumbrado a esto,
nunca tuve la necesidad de extrañar a alguien, siempre fue borrón y cuenta nueva, antes solo era otra persona más y ya, pero ahora...
Odio extrañarte, lo odio muchísimo, lo odio porque no puedo hacer nada para evitarlo.
Odio que gracias tí ahora pueda demostrar afecto.
Odio que por tí deje de ser
el chico sin sentimientos
que me acostumbré a ser.
El que no se enojaba, el que no lloraba, el que rara vez se reía, el que ni un abrazo sabía dar.
Y odio... Odio que no pueda agradecerte, odio que mientras escribo esto no pueda parar de llorar y odio... Odio no tener el valor de volver a hablarte.
Odio... Odio no poder olvidarte.
-A.R.