Solo son negocios.

By Darknessanarchy

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Descubrirás con el tiempo que lo que vivías era otra cosa y no lo que pensabas. Todo por ser una persona que... More

Déjame vivir en tú casa
¿Cómo pasó esto?
¿Cómo que un Ship?
Principio de la teoría del caos
El comienzo
Daños del pasado sacude el presente
aparece Amber y esto está en llamas
Soy una basura
Only You
Stay With Me
Y eso que solo es el comienzo (fin del volumen 1 )
Wat Talk
Binarie Codes
T2 No metas a otros en tus asuntos
Half Life
ha vuelto!!!!
Un increíble día🔞
Introspectiva🔞 (parte 1)
La Lola
Dicen que los hombres no deben llorar
DARK
After Dark
The nights
Good Day :)
Bittersweet
Symphony
preludio
I-ll stay with you
The Less I Know The Better
Son los 30
Unwritten
Castigo (Para mi)

Nunca Es Suficiente (Crimen)

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By Darknessanarchy

[El siguiente material tiene material maduro, se recomienda discreción]

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Mientras ese amor empezaba a bendecir al trueno ruso y a la bióloga del boxeo.

Dentro del mismo hospital pasaba otra escena de romance, pues Mandy; la reina del dulce. Llegó a visitar a su novio, el bufón de la dulce corte; Chester.

Mandy tuvo la oportunidad de dejar a sus empleados a cargo, puede que haya sido una de la peores decisiones pero teniendo en mente que no había visitado a chester desde hace un buen tiempo, le daba una fuerte tristeza que atrapaba su corazón en un duro momento de debilidad.

Ella estaba un poco nerviosa pues lo poco que sabía sobre el estado de Chester es que Shelly le dio una fuerte paliza. Es por eso que temía que fuera algo muy difícil de ver, ella aunque estaba frente a la habitación donde le habían indicado que estaba Chester.

Mandy miraba fijamente esa puerta, temía que se abriera de pronto y la golpearan con esa puerta, sin embargo en su mente estaba la idea que eso era mil veces mejor que entrar, ella estaba sudando por sobrepasar y la ansiedad que le daba la mínima sensación de inseguridad.

—"Vamos Mandy esto no es nada comparado a vivir con Colette". —Mandy se ayudaba a ganar valor, todo eso lo vivía en su mente.

Más sin embargo no podía moverse, era imposible para ella poder hacer algo y al parecer no iba a pasar. Para su suerte llegó una enfermera que iba a pasar a la habitación, la enfermera la miró allí frente a la puerta y con toda quieta y sin hacer nada, ella tuvo que seguir el protocolo y preguntar.

—Discúlpeme, puede que este siendo una molestia pero ¿esta esperando a alguien? —La enfermera esperaba una respuesta pasiva sin que la morena levantara la voz pues ya tuvo malas experiencias.

Mandy reaccionó sorprendida y miró a ambos lados buscando la dueña de la voz que la sacó en su trance, Mandy giró y miró a la enfermera que era una señora de ascendencia latina. Realmente se veía muy baja de estatura, talvez unos 1.59; cabello liso color negro y una piel muy trigueña.

Mandy la miró fijamente pero de inmediato le contestó.

—Eh, sí... bueno es que tengo a mi novio hospitalizado y ya iba a entrar. —Mandy lucía sospechosa pues tartamudeaba mucho para explicar algo, sin embargo la enfermera le importó poco y le contestó.

—Entonces que hace afuera; vaya, entre y vea a su novio. —La mujer hizo que mandy se moviera de su sitio pues ella iba a entrar.

Mandy se hizo a un lado y aprovechando ese suceso, ella entró.

Miró a todos lados en busca de Chester, pero no miraba su paradero. Habían 6 camas acomodadas de tres y tres, dos estaban ocupadas, dos estaban vacías y dos estaban cubiertas por una cortina.

Ella supuso que estaba en una de esas y solo suspiró aliviada pues en su mente estaba que posiblemente lo hayan pasado a cirugía o algo así; a veces Mandy era muy paranoiaca. Mandy estaba sumamente nerviosa y se acercó a las camas que estaban ocultas por cortinas.

Al llegar a la primera, hizo a un lado la cocina y miró que estaba una enfermera dormida. Mandy se sorprendió pero prefirió tener que ignorar eso, ella (osea Mandy) se acercó a la otra cama y nuevamente hizo a un lado la cortina. Para suerte de ella allí estaba el Bufón, sentado en su cama leyendo un libro.

Mandy se sorprendió al ver el estado de su novio, pues estaba con un brazo derecho enyesado, al igual que su pie derecho; llevaba una venda en su cabeza y en su rostro habían muchos cardinales que se notaban mucho. Tenía el labio roto y un ojo morado...

El corazón de Mandy empezó a retorcijarse con tanto dolor que no pudo evitar llorar, ella empezó a sollozar muy fuerte que hizo que Chester se diera cuenta de su presencia.

—¿Mandy? —Chester preguntó al ver que su novia estaba allí parada frente a él, Chester intentó ponerse de pie para ir a consolarla pero mandy se lanzó encima de él.

No fue nada brusco, solo fue ella quien se dejó caer, para poder tenerlo en sus brazos, ella se lanzó a llorar en sus piernas y sintió como el chico la acariciaba con su mano buena...

—Chester lo siento mucho por eso que te pasó, lo siento mucho... —Mandy le pedía disculpas a Chester y todo salia desde el fondo de su corazón.

El bufón solo seguía acariciando a su novia, mientras reía con una rara tranquilidad.

—Ay mi linda monedita de chocolate. —Chester hablaba algo lento, cosa que sorprendió a Mandy.

Ella poco a poco dejaba de llorar y se levantaba poco a poquito, ella miró a Chester a los ojos y vio una rara sonrisa por parte de Chester, ella se limpió los ojos y miró con más detalle a Chester.

—Chester... —Ella tocaba la cara de su novio y miró algo raro—. ¿Estas drogado?

Chester empezó a reír lentamente pero se escuchaba lo suficientemente burlesco como para enojar a Mandy.

—Me recetaron morfina para el dolor... —Chester le acariciaba la cara a Mandy que solo dio un suspiro.

Ella se alejó un poco de Chester y buscó a su alrededor encontrando una silla, ella se sentó y estiró sus piernas.

—Supongo que debiste ser una molestia para las enfermeras. —Mandy lucía cansada y suspiró aliviada—. Debería de comprar morfina para mantenerte calmado...

—Jajajajaja jajajaajjajajaja. —Chester empezó a reír por eso que dijo Mandy, ella también se contagió de la risa de Chester y empezó a reír también.

Ambos dejaron de reír pero fue momentáneo ya que Chester siguió riendo pero Mandy no quería quedarse allí, ella buscaba ir al punto.

—Chester. —Ella parecía estar molesta pero era todo lo contrario, ya que se sentía impotente por lo que pasó—. ¿Tú supiste que fue esa Shelly la que me había estafado?

Chester dejó de reír de golpe, él miró a Mandy con un rostro de sorpresa y ella tapó su boca con su mano, mirando fijamente a Chester; claro que esa fija mirada era como la misma desconfianza.

El bufón de Mandy no podía mentir ya que Mandy lo puso contra la pared, él sacó el libro de su cama y lo puso a un lado, bajó la mirada y cerrando los ojos asintió lentamente dándole la razón a Mandy.

Mandy miraba como Chester estaba avergonzado  y no sabia que hacer ya que estaba buscando algo que decir, primero porque se sentía desplazada por Chester, ellos tenían ciertas cosas juntos las cuales no actuar por separado contaba como una de esas; Razón por la cual la actitud de los dos demostraba lo que pasaba.

La mujer de piel trigueña miró al suelo y entre lágrimas que intentaba no derramar, hizo lo que pudo. Mandy se tapó los ojos quitando su mano de la boca y luego se puso a llorar.

—¿Por qué no me dijiste nada? —Mandy con un nudo en la garganta le preguntó.

Chester no iba a responder así que se quedó callado y en la misma posición. Mandy había comprendido lo duro que fue para Chester el ser vapuleado por Shelly pero ella se sentía traicionada.

—Ya veo... entonces eso de siempre contarnos todo solo era para mi. —Mandy hablaba con una leve molestia, cerró sus ojos; apretaba sus puño y mordiendo con ira su carnoso labio inferior gruñia muy bajo, ella soltó su labio y le gritó muy bajo a Chester—. Siempre es lo mismo contigo, quieres ser un maldito altruista pero no te sale ya que terminas siendo muy egoísta y dejas a un lado a las personas que te quieren, ¡por esa razón me costó mucho el poder caerle bien a tu mamá!

Mandy abrió sus ojos y miró que Chester seguía en la misma pose pero ahora mismo empezó llorar silenciosamente como si un duro recuerdo le caló en el sentir. Mandy supo de su error y tuvo que callar.

Ella miró a ambos lados y con desdén fue a abrazar a Chester haciendo que este se acurrucara en el pecho de ella, Mandy abrazó fuertemente la cabeza de Chester y la acariciaba con suavidad, dándole a entender que ella estaba para él.

Ella tomó un poco de aire y exhaló suavemente para poder hablar.

—Lo siento, no voy a involucrar otras cosas con esto que pasó. —Mandy comentó, ella detuvo su mano dejando así de acariciar a Chester y ella con suma delicadeza habló—. Espero que hablemos mejor esto, todo cuando hayas mejorado ya que no me parece justo que estés adolorido y yo reclamándote.

Ella apartó a Chester de su pecho y se encorvó para poder besar a su novio, quien no dudó en ayudar a completar el beso, siendo uno muy corto pero lleno de sentimientos.

—Tengo que ir a mi casa pero volveré mañana te voy a traer algo que te gusta mucho, lo prometo. —Mandy había dicho las últimas palabras y eso aunque entristeció a Chester, este tuvo las fuerzas para poder dejarla irse.

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Mientra Mandy salía de la habitación de Chester, en otra habitación más arriba de la de Chester, un caballero llevaba un ramo de flores, se trataba de Ash. El caballero de la limpieza llevaba un pequeño ramo de flores amarillas a su amigo pues quería tener decorada su habitación (osea la de Grom)

Al entrar a la habitación se dio cuenta que Rosa estaba desbordando de alegría, además vio a un doctor que estaba chequeando a Grom. Eso fue suficiente para Ash y empezó a Correr.

Ash llegó y miró que su amigo estaba despierto pero se miraba completamente soñoliento, para Ash eso era completamente suficiente como para dejar de sentirse mal, se acercó unos pasos y luego le dijo alegremente.

—Buenos días flojo, es hora de trabajar. — Ash al terminar de hablar fue a dejarle las flores en un florero que curiosamente estaba vacío.

Rosa y Grom se pusieron a reír, el doctor habiendo hecho el chequeo los dejó solo a los tres, el guardia de la tower pizza se empezó a sentir mal pues aún estando cansado el notaba perfectamente que sus amigos (Rosa y Ash) estaban muy agotados. Eso iba a dejar remordimientos en su corazón sin embargo Rosa lo sacó de sus pensamientos hablando.

—Y como decía, ahora mismo estoy saliendo con Grom. —Rosa estaba alegre y se notaba al hablar..

—Vaya, me alegro mucho por ustedes.  —Ash le contestó amablemente.

Grom estaba confundido pues no tenia idea que esos dos estaban hablando y el no había notado eso.

—Oigan no quiero parecer molesto pero ¿solo ustedes me visitaron? —Grom había hablado sin tener encuenta lo fuera de lugar que estaba y sus amigos le siguieron el juego.

—Pues vino Otis y te pintó los dedos pero solo hizo eso y bailó breakdance. —Ash relataba lo que había sucedido, dejando sorprendido a Grom.

—Ah, también vinieron Edgar y una chica que decía conocerte. —Rosa metió su cuchara hablando y haciendo recuerdo de eso que pasó.

—¿Edgar? —Dijo Grom muy sorprendido.

Ash se cruzó de brazos y cerrando los ojos habló entre risas.

—Puede que suene raro pero sí, vino el idiota ese pero andaba con problemas románticos con su noviecilla. —Ash le terminaba de relatar lo sucedido dejando aún más sorprendido al ruso.

—Oigan no entiendo ¿Cómo que Edgar vino con su novia? —Grom estaba desconcertado por eso que Ash relataba, sin embargo su novia le dio un beso en la frente y luego le acarició el cabello.

—Tranquilo mi amor, yo te lo voy a explicar, entiende que Edgar vino con una soldado o algo así, según ella venía a dejarte flores pero se la estrelló a Edgar en la cara. —Rosa miraba como Grom levantaba sus cejas pues había comprendido todo.

—Vaya, me sorprende de Edgar y eso que lo he conocido más que todos... —Dijo Grom sorprendido aunque era una maraña.

Rosa soltó una pequeña risa y Ash solo rodeó los ojos pues le molestaba que su amigo se hiciera el interesante.

—Lo dudo, yo conozco mejor a Edgar y si es capaz de hacer eso, además de otras cosas pero prefiero no decirlo ya que respeto el personaje de ese chico. —Rosa hablaba algo quisquillosa y alegre, aunque no había nada de malo en lo que ella dijo, para Grom fue un sinónimo a que había pasado algo entre ellos...

Ash había notado la sorpresa que tenía remarcada su amigo Grom en el rostro y sintió  como una extraña y fuerte sensación de golpearlo sin decirle porque.

Ash solo suspiró y dio media vuelta para así dejar solos a los dos, ya que había notado cierta incomodidad por parte de Rosa, así que supuso que necesitaba darles espacio. Sin embargo Grom al ver que su amigo se marchaba decidió preguntar.

—Oye camarada ¿por qué no te quedas un rato más y hablas con nosotros? —Grom en su ingenio habló de más y eso hizo que Rosa se incomodara,  ella rascaba su brazo y miraba a otro lado pues quería un poco de privacidad con Grom.

—Eh, me gustaría pero ya tienes todo lo que necesitas, solo seria un estorbo. —Ash fue directamente al grano, habiendo dicho eso; hizo que Rosa se sorprendiera y se sintiera algo mal.

—No, digo supongo que tienen mucho de que hablar no te preocupes no eres eso. —Rosa respondió nerviosa y Grom seguía sin entender que era lo que sucedia, el Ruso no hizo mas que seguir incomodando a su amigo Ash y a Rosa.

—Oigan ahora que recuerdo me dijeron que vino una soldado a verme, ¿era una señora? —Grom sin recordar lo que anteriormente le habían dicho Rosa y Ash, habló cosas sin sentido.

Rosa seguía nerviosa y claramente incomoda pues quería estar a solas con Grom pero no buscaba molestar a Ash, el caballero sabiéndolo le contestó tajante a su amigo.

—No seas estúpido, te dijimos que era la noviecita del emo ese, era una rubia y llevaba chaqueta, seguramente tendría la misma edad de Edgar. —Ash fue lo suficientemente tajante como para mostrar que estaba enojado y Grom aún no comprendía.

—Creo saber quien es pero aun no me sale el nombre de la persona.  —Grom habló con duda levantaba la mirada hacia arriba, él intentaba recordar sin embargo nada tenía en la mente.

—Janet, es el nombre de la chica. —Dijo Rosa algo molesta. Eso era lo que Ash quería evitar, era ser el mal tercio y solo suspiró cansado.

Pero para su sorpresa el loco Grom gritó asustado por lo que había escuchado, así que esperó a terminar de gritar para hablar.

—No dejen que ese chico este con Janet. —Rosa se asustó pues pensó que había algo grave del porqué Edgar no podía salir con Janet.

—Espera, ¿Qué tiene de malo Edgar? —Rosa contestó indignada pues no entendía a qué se refería Grom...

Grom estaba nuevamente con esa duda de la relación entre Rosa y Edgar, Ash solo la miró fijamente y con incredulidad.

—¿Acaso estas bromeando? —Contestó Ash con mucho cansancio.

—Dímelo tú. —Rosa se cruzó de brazos y le respondió con la ceja izquierda estando arqueada.

Ash solo suspiró y se golpeó la cara con la palma de su mano y intentando ser lo más respetuoso habló.

—Literalmente ese tipo estuvo en el hospital por pelarse a muerte con su compañera de trabajo quedando gravemente herido, se pelaba con Bull solo para enamorar a Bibi, peleaba con los fans del juego y muchas veces estafó a eso mismo y eso no fue lo más ridículo, se peleó con mortis pero para ganarle se tuvo que prender en llamas y abrazar a mortis para tirarse con él a un abismo, ¿Eso para ti es normal? —Ash terminó de hablar una de las tantas pocas "hazaña" que conocía de Edgar.

—Pues solamente me da a entender que es un chico con actitud y difícil de tratar, aunque puede que este algo sacado de contexto pero creo que todos pueden amar y ser amados, te lo digo porque he conocido a fondo a Edgar y te lo digo es un chico muy sensible. —Rosa hablaba en defensa de Edgar, seguía con los brazos cruzados y se mostraba a la defensiva.

Ash iba a responderle con molestia pero Grom estalló.

—No me refiero a que si es un asesino en potencia o un hombre delicado, habló de que Edgar trae un tremendo monstruo entre las piernas que si llega Janet llega a tenerlo seguramente se muere, ese chico es un caballo, Janet es fuerte pero es una dama muy delicada. —Grom había salido con lo que menos pensaban los dos, Ash solo suspiró y miró al piso para evitar tener contacto visual con su amigo o la novia de su amigo.

Grom intentaba levantarse de la cama repitiendo que deberían de salir y salvar a Janet pero Ash no tuvo de otra que sacar la almohada de Grom, acostar a Grom y luego le puso la almohada en la cara para si poder asfixiarlo...

Ash aplicó la suficiente fuerza para tenerlo en quieto mientras le aplicaba la asfixia, el miró a Rosa que solo veía la situación con las manos en le pecho y notando en un rostro una expresión de confusión, nervios, intriga y de vergüenza ajena; ella estaba levemente sonrojada y mirando a m Ash le dijo.

—Solo haz que duerma otro rato... —Ella a simple vista se veía muy incomoda y al decirle eso al caballero, este solo asentía.

—Descuida Rosa, él no es así te lo puedo asegurar ya que lo conozco desde hace mucho tiempo, seguramente son los analgésicos que le dieron. —Ash respondía fingiendo que no estaba igual que Rosa pero en vez de hundir a su amigo, prefirió tener que salvarlo de lo que dijo.

Rosa se abrazaba a si misma y miraba a toda dirección, para no ver eso que hacía Ash. Sin embargo había algo que la tenia curiosa y como una bióloga e investigadora estaba pensando en ¿Cómo era que Grom sabía algo así de Edgar?

Ella levantó su rostro y acomodó sus lentes para ver mejor a Ash, ella miró que Grom estaba completamente dormido y por alivio de ella fue que el trueno Ruso respiraba... ...Asimismo viendo como Ash colocaba la almohada de Grom donde debería estar.

Ella con mucha vergüenza preguntó.

—Ash... —Ella llamó la atención del caballero que no dudó en verla, ella al notar la atención de Ash le preguntó con suma delicadeza—. Eso que dijo Grom, ¿es cierto?

Ash miró hacia el techo y estuvo asi por unos minutos, 2 para ser precisos. Dos minutos que para Rosa eran una dura tortura pues el chisme que había salido de la boca de Grom era algo que la llenaba de curiosidad sana sin nada de morosidad, pues era un hecho de que nunca pensaría que un delgaducho como Edgar sería capaz de tener algo así con él.

Ash bajó su cabeza y llevando su mano a la cabeza, decidió responder.

—Mira te voy a ser sincero Rosa. —Ash se cruzó de brazos y resopló quitando todo rastro de molestia—. El chico está dotado, seguramente son 20cm de miembro pero no te voy a contar como nos dimos cuenta de esa cosa.

Rosa se sorprendió y retrocedió al escuchar la medición de esa cosa, ella quedó con la boca abierta y por educación puso su mano derecha en su boca para que no se pudiera ver nada. Ella respondió sin pensar pues la sorpresa que se llevó fue grande.

—Ay hongos, esa cosa es más grande que Bea. —Rosa soltó ese chiste sin darse cuenta.

Ash al escucharlo empezó a reír lentamente hasta llegar a reírse frenéticamente pues solo imaginó como seria la comparación entre esos dos.

(Cabe resaltar que Bea en el fic mide un metro y 56 centímetros)

Rosa también se puso a reír pues fue algo gracioso pero ella se acomodó los anteojos para luego mirar hacia Grom, que ya estaba descansando.

Ella suspiró aliviada pero se puso a pensar en todo eso que había pasado siendo algo que realmente la dejó sorprendida, ¿ahora que debería de hacer?

"Supongo que solo queda seguir tratando normal al chico, aunque me sorprende que haya guardado eso alli."

(***)

Poco a poco todos se iban dando cuenta de ese chisme, haciendo que se viera de otra forma al emo, aunque seguramente no sería algo bueno para él ya que pronto se dará cuenta de lo difícil que es ser el centro de atención de todos.

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Regresando con Colette.

Ahora ella estaba a una calle de llegar a su casa, ella estaba sumamente triste y cabizbaja pensando sobre todo lo que había pasado en el día, ya eran las 1 de la tarde y el sol estaba en su más fuerte resplandor, el calor que hacía era tanto que Colette estaba completamente empapada de sudor, su camisa azul revelaba lo blanco de sus piel, que por suerte para ella llevaba el chaleco de la tienda de regalos. Chaleco el cual le tapaba muy bien el resto de la camisa.

Colette había caminado hasta llegar a su casa y sacó su llave, la cual llevaba un llavero de Tata Edgar. Ella abrió la puerta y entró aún más desganada buscando la manera de entrar a su habitación y dejarse caer en su cama.

Ella logró su cometido y se lanzó a abrazar sus peluches, Colette tomaba a su pequeño spike Edgar y también a la spike Sakuralette, claro sin dejar a un lado a la spike Mandy que la usaba de almohada.

Ella tomó a los dos spike (Edgar y colette) y los pegó a su pecho, para transmitirle todo su amor y pesar que había sentido en este día.

—Solo con ustedes puedo estar tranquila, no puedo estar segura con nadie y siento que hasta mandy en cualquier momento podría pasarle algo como enamorarse de Edgar. —Ella hablaba con un todo amargo y dolida, hablaba con sus peluches lo que ella pensaba y eso hizo que de sus ojos salieran lágrimas—. No podría soportarlo, ella es mi mejor amiga y una amiga no le haría eso a su amiga...

Colette abrazaba aún más fuerte a sus peluches intentando buscar el abrazo de alguien que la cofortara, sin embargo eso no iba a pasar porque no tenía a nadie.

Colette pasó un buen rato llorando hasta que escuchó un ruido fuerte llegar desde su baño, el sonido era muy parecido a que habían dejado caer un frasco o algo parecido.

Ella se sorprendió pero no pensó que fuera algo más allá que un ratón o algo por el estilo, sin embargo un raro sentimiento de inconformidad le entró en su pecho y se levantó rápidamente para ver que había pasado.

Ella abrió la puerta de su baño y se sorprendió al ver que había dentro de este.

—¿Qué estas haciendo aquí? —Colette no salia de de asombro y miraba fijamente al ser que estaba frente a ella, así que le habló fuerte y sin ningún sentimiento.

—Ah, soy la encargada de la limpieza...

El ser frente a Colette le había respondido con mucho temor pues al parecer no había pensado que podía ser descubierta por los dueños de ese lugar, lo peor para ella es que Colette no estaba pasando un buen momento y eso iba a ser factor clave en lo que pasaría.

—¿Qué estas haciendo aquí? —Colette volvió a repetir la pregunta y sin cambiar nada en su tono o expresión de rostro.

Frente a Colette estaba un ser femenino de apariencia anfibia; muy parecida a una rana, su piel era de color verde algo claro, tenía unos ojos grandes y tenían un color amarillo, tenía cabello y era largo, un cabello largo que llegaba hasta por debajo del hombro. Tenía un color negro muy fuerte parecido al alquitrán, a simple vista parecía no tener nariz en cambio tenía unos orificios nasales, se notaba que en vez de orejas tenía unas especies de aletas.

Colette empezó a analizar todo de ella y a simple vista era como una mujer; ya que tenía pechos, cintura y cadera, además se veía de una de altura promedio o talvez menos. Ella siguió observando y notó que la mujer anfibia tenía ropa en sus manos y llevaba puesto algo que ella misma miraba parecido.

—¿Qué llevas puesto? —Colette se acercaba rápidamente y en su voz se escuchaba una furia descontrolada.

La mujer anfibia reaccionó por miedo y le lanzó a Colette la ropa que llevaba en las manos, luego de eso de eso dio un salto al retrete pero Colette la interceptó jalandole el cabello.

Luego de eso Colette usando su fuerza la dejó caer fuertemente al suelo, no bastando eso la peliblanco se subió encima de ella y empezó a darle fuerte puñetazos en el rostro. Dándose cuenta que la textura de la piel de la mujer anfibia era muy suave como tocar una anguila.

—¿Qué diablos eres? —Dijo Colette mientras miraba fijamente su puño lleno de baba.

La mujer verde se quejaba del dolor y empezó a llorar, el impacto de los golpes de Colette era tan fuerte que había dejado hematomas y una especie de líquido morado saliendo de los orificios y la boca de la mujer.

—Eres un monstruo, estúpida gorila. —La mujer en llanto le respondía esas palabras e intentaba sacarse de encima a Colette pero Colette volvió a golpear a la mujer verde.

Uno, otro y otro y otro, hasta que se había cansado, Colette estaba con dificultad al respirar, viendo que la mujer verde estaba noqueada y al parecer no iba a despertar.

Colette se levantó, quitándose de encima de la mujer verde para quitarle la camisa de manga largas, esa que normalmente Edgar usaba, pero por diferencias de tamaños, la camisa que usaba Edgar era de mangas ¾ y con Colette la camisa las mangas le quedaban algo largas pero con la mujer anfibia las mangas le quedaban muy largas.

Colette intentaba sacarle la camisa jalandole la parte de las mangas pero por alguna razón se le hacia difícil, Colette intentó con más fuerza pero escuchó un ruido parecido a cuando se rompe una tela y eso la alarmó.

—¡Ay por favor todo menos eso! —Colette habló atemorizada pues temía que esa camisa se dañara y no la pueda usar más, asi que se tuvo que arrodillar para ver si el daño era en las mangas o en el torso.

Pero para su mala suerte la mujer anfibia despertó y le dio un fuerte golpe en la cara con lo que parecía ser una antigua linterna de mano que apareció de la nada, el golpe fue lo suficientemente fuerte como para noquear momentáneamente a Colette.

La mujer verde se levantó a duras penas y tomando unas prendas emprendió una torpe huida...

—Pudrete estúpida gorila, muérete. —La mujer gritó con molestia y le mostraba el dedo de en medio, pero no iba a dejar eso así como así, la mujer se acercó y le estrelló 3 veces más en la cabeza la misma linterna, haciendo que de la cabeza blanca de Colette se empezará a tornar de color roja.

La mujer verde, no tuvo de otra que caminar lentamente hacia afuera de la habitación de Colette, adolorida y mareada por los golpes, sintió que había sido un mal rollo pero por mala suerte de ella, la peliblanco se había levantado y tambaleándose la empezó a seguir.

La pelinegra miraba aterrorizada como la chica a la que hace un instante le había estrellado la linterna en la cabeza, ahora mismo estaba allí como si nada, la mujer anfibia empezó a correr pero sus piernas le pesaban y le temblaban, la pobre se cayó de cara al suelo, la mujer anfibia giró y miró como la peliblanco había caído de cara, aprovechando eso la pelinegro empezó a arrastrarse.

Pero su distancia no fue lo suficientemente larga ya que Colette aún con el rostro cubierto de sangre se volvió a levantar y está vez fue directamente a atacar a la anfibia.

Colette la tomó de la camisa y la levantó para estrellarla en la puerta de la entrada, el golpe fue tan fuerte que dobló la puerta de madera y en el proceso le sacó todo el aire a la mujer verde.

La peliblanco miraba borroso por todo el esfuerzo que hizo y se cayó de nalga al suelo, tanto fue el esfuerzo que hizo que se tuvo que acostar en el suelo y ver como la mujer anfibia se levantaba, no solamente eso sino que también se arrancó la manga derecha de la camisa de Colette, camisa que le pertenecía a Edgar.

Colette cerró los ojos y de sus ojos brotaron lágrimas de impotencia al ver como no pudo defender lo que más amaba y perdió la conciencia.

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Edgar manejaba el auto del señor Griff, ya había dejado a Fang frente al cinema y ahora le tocaba dejar a Griff a su nuevo hogar, ese lugar donde alquilaban garajes.

Edgar sentía en su pecho un dolor parecido a la depresión, se sentía triste y solitario. Griff miraba como su empleado suspiraba y tragaba saliva con mucha dificultad como si esa misma saliva fuera un trago amargo de hiel.

Griff no tuvo de otra que empezar a platicar con Edgar, tenía que inventarse cualquier cosa que le quitase esa depresión a Edgar y salió con lo primero que se le vino a la mente.

—Muchacho. —Griff llamó la atención de Edgar quien lo miraba atraves del retrovisor que tenia dentro, Griff notando eso prosiguió—. Sabes que nunca tuve una charla de hombre a hombre contigo y creo que ahora es el momento.

Griff aclaraba su garganta y Edgar solo rodeó los ojos notando cierta molestia, ya sabía que su jefe seguramente saldría con algo relativamente incómodo. Así que que esperó lo peor.

—Recuerdas esa foto que te enseñé antes del suceso con Lola. —La voz Griff ya no sonaba tan graciosa y molesta, hablaba con tristeza y pesar—. Ella era mi preciosa Roberta, ella era una mujer que amé con todo mi amor y fue la dueña de mis sentimientos, una mujer con carácter y la única persona que pudo decir "Yo vencí a Griff".

Edgar miró nuevamente a su jefe, utilizó el retrovisor pero claro que tenía siempre su visión en la carretera. Edgar miró como Griff sacaba su cartera para ver nuevamente esa foto.

—Esa vez yo te dije que vale más un amor puro y sincero vale más que el desenfreno sexual, yo más que nadie puedo dar razón de eso... Edgar no sabes cuanto me arrepiento por no haber tenido el valor de dejar de ser un zángano e irme a conocer el amor verdadero... —La palabras de Griff podían describir el dolor de un hombre acabado por sus demonios internos, Griff se escuchaba más deprimido que Edgar pero no era esa la idea que tuvo, sino que tenía que decir el porque habló todo eso.

—No sé que quiere decirme con eso señor Griff, yo solo quiero llevarlo a su casa para ir a mi casa a dormir ya que estoy cansado, es más mañana tengo que ir al hospital para llevarle eso a los niños. —Edgar respondió con su típico pesimismo y su falta de compromiso.

Griff guardó su foto y habló con cansancio, suspiró para luego decir lo que pensaba.

—Es sobre tu y Colette. Mira Edgar yo conozco bien cuando un hombre probó la dulce y tierna piel de una mujer y sé muy bien cuando ese hombre entró en abstinencia de mujer y es que yo me siento así como tú ahora mismo, sé que tienes un plan de verte con alguna chica; también  puedo asegurarte que no es Colette. —Griff contó todo lo que pensaba y eso sorprendió a Edgar quien se mostró serio y tranquilo, aunque en el fondo se preguntaba ¿Cómo eso era posible de saber?

—Tontería señor Griff, acaba de inventarse eso, solo quiero dormir para mañana tener energías para ver a esos niños. —Edgar respondió y seguía igual sin denotar ninguna emoción, es más hasta tuvo que bostezar.

—Pues deberias empezar a creer pues soy un zorro viejo, es más puedo decirte que la mujer con la que dejaste de ser señorito no fue Colette sino una con mucha experiencia y seguramente es mayor que tu. —Griff terminó con eso y sólo suspiró, Edgar se mostraba ahora algo molesto pues no le gustaba como sonaba eso que había dicho su jefe.

—Si no lo conociera seguramente diría que me ha estado vigilando. —Edgar respondió cansado mientras ponía su mirada en la carretera, se detuvo por un semáforo en rojo y habló seriamente—. Al final no entendí que es lo que me quería decir porque se fue por la tangente.

Griff reaccionó molesto y levantó la voz haciendo que Edgar se asustara.

—¡Mocoso impertinente! Yo me refería a que no deberías estar buscando mujeres para poder satisfacer tu falta de sexo, mejor busca el amor y ve por Colette, se cuanto amor se podían dar pero supongo que las adversidades se ponen tan malas cuando algo es bueno... —Griff le dijo a Edgar lo que intentaba darle a entender sin embargo al final supo que en parte tuvo la culpa de que esos dos estuvieran separados.

El semáforo se puso en verde y Edgar avanzó, el chico emo se veía serio sin nada que decir o expresar a sí que Griff lo tomó como si no le importaba y eso lo hacía embravecer.

—Por todo lo bueno que hay en el mundo Edgar no dejes perder un buen amor. —Griff volvió a levantar la voz y está vez Edgar respondió.

Solo que ahora tuvo que estacionar el auto en un callejón para poder hablar con Griff sin tener ningún accidente.

—Por favor deje de hablar de Colette... —Edgar no se veía molesto o algo parecido sino que al contrario.

—Es algo que tiene que pasar Edgar y no puedes seguir escondiendo las cosas ya que solo te hace un cobarde... —Griff hablaba con un tono más sereno y comprensivo para darle a entender a Edgar que él estaba para apoyarlo.

Edgar tomó sus manos y las entrelazó, luego las puso en su cara para suspirar con mucha profundidad.

—Es que no estoy escondiendo nada... —Edgar respondió cansado y con mucho dolor, bajó sus manos y las puso en el volante—. Ella supongo ya tiene un amor, después de todo estuve un mes fuera y no la culpo ya que no fui un buen tipo con ella.

Griff miraba como Edgar poco a poco se le rompa la voz y parecía que en cualquier momento lloraría, sin embargo Edgar era fuerte.

—Pero que dices mocoso impertinente, no digas tonterías de niño emo. —Griff levantó un poco la voz al hablarle a Edgar.

Griff se salió del auto para sentarse al lado de Edgar, sabía que tenía que darle el mayor apoyo posible.

—Bueno no son cosas de chico emo, es algo que quiero pensar para no lastimarme más de lo que ya estoy. —El semblante de Edgar había cambiado, su voz ya no sonaba frágil y al hablarle a Griff podía sentirse una increíble ira acumulada.

—¿Qué? —Griff preguntaba ya que no había entendido eso que Edgar había dicho—. ¿Qué quieres decir con eso Edgar?

Edgar dejo caer todo su peso en el respaldar de su asiento y levantó su mirada al techo del auto, dejó caer sus brazos a los lados de su asiento y se miraba acongojado, triste por recordar esos pensamientos que le perjudicaban su tranquilidad.

Griff notaba cada movimiento y notó que Edgar empezó a morderse con fuerza el labio inferior tanto que le hizo una herida con sus dientes.

—Oye... —Griff dijo susurrante, volvió a notar que Edgar empezaba a molestarse y eso le daba terror, ya que sabia que estando ese chico así era difícil de tratar—. ¿Edgar esta bien?

Griff preguntaba y en su voz se podía escuchar el temor pues Edgar giró la cabeza y lo miró fijamente con ese ojo de serpiente que tenia.

Y fue asi cuando Edgar ya no pudo soportar más lo que sentía y explotó.

—No, no estoy malditamente bien. —Edgar se empezó a jalar el cabello y luego le dio un fuerte golpe al volante y empezó a gritar con todo ese odio que se había reservado—. ¡Estoy mal! Muy mal. No puedo dejar de pensar que Colette solo me manipuló para enamorarme de ella y que luego la muy perra me hiciera sentir mal diciéndome que todo era un juego para lastimarme porque aun me odia, lo peor es que si las cosas son así yo perdí porque si me enamoré de ella.

Griff estaba completamente asustado pues no esperaba ver esa escena y menos saber que eso pensaba Edgar. Lo peor es que aún no era todo lo que Edgar tenía guardado dentro del él, todo ese enojo; esa impotencia que sentía, la ira que le daba recordar lo mal que lo pasó desde que llegó a Brawl Stars y ahora eso que le llaman amor.

El emo salió del auto y se fue directamente a patear un bote de basura metálico, el bote estaba allí tirado sin nada adentro. Edgar fue y le dio tantas patadas que el bote quedó sin forma de bote de basura.

Griff salió pues temía que Edgar se infligira daño a si mismo, pero no fue así, edgar solo se dejó caer de rodillas y empezó a llorar y a gritar como loco. Por suerte para ellos no había nadie cerca alrededor.

Griff le dio su espacio a Edgar procurando estar lo suficientemente cerca para poder ayudarlo en lo que pueda.

—Señor Griff ya no quiero seguir lastimandome, me duele el cuerpo, me duele la cabeza de tanto estar pensando en eso, no quiero pero vivo con ese pensamiento... yo quise aparentar que estoy bien y que me siento feliz, que puedo cambiar pero no, no puedo. Soy una basura y lo peor es que estoy a punto de quebrarme... —Edgar gritaba con desesperación, Griff se acercó a él y se arrodilló junto a él, poniendo su mano en el hombro.

—Pero hijo... —Griff hablaba de forma confortante para apoyar a Edgar pero temía decir algo que seguramente moleste a Edgar—. ¿Por qué piensas eso hijo? ¿Cómo llegaste a ese punto?

Griff no le quitó la mano a Edgar para darle a entender que estaba allí para él y es por eso que Edgar empezó a respirar profundamente y exhalar para tranquilizarse, cosa que le estaba dando resultado.

—Luego que me dejaron en alta los de Supercell, me dijeron que tenia casa por cárcel y tenia que permanecer en ella, un mes que realmente no pase en casa ya que estuve al cuidado de Grom, Fang, Ash y no recuerdo quien más, ellos supieron lo que me había pasado y querían estar allí para mi ya que Fang les había dicho que intenté quitarme la vida. —Edgar relataba parte de lo que recordaba aunque no todo era cierto pero fue interrumpido por Griff que gritó asustado.

—¿Qué intentaste que? —Griff le habló muy apesarado y alarmado, le quitó la mano y ahora lo sostuvo de las manos —. Edgar dime que eso solo fue una broma de mal gusto.

Edgar lo miraba sorprendido pues no esperó que su jefe reaccionara así, Edgar sintió algo de vergüenza y bajó la mirada esbozando una leve sonrisa.

—Pues sí, solo que ahora mismo no me siento orgulloso de decirlo, pero le agradezco mucho a Fang por estar allí conmigo para que no hiciera algo estúpido. —Edgar respondió con algo de añoranza, Griff iba a hablar pero Edgar prosiguió—. Fue tanta la ayuda de Fang que consiguió de alguna forma, que Bo y sus hijos vivieran conmigo.

—¿Estas viviendo con Bo y sus niños? —Griff no creía eso y preguntó para tener una afirmación.

Edgar asintió varias veces dejando sorprendido a Griff, primero porque no esperaba eso de Edgar ya que para él, Edgar era muy emo como para vivir con otras personas y segundo, nunca a nadie se le ocurriría que algo así podría pasar.

—Para ser sincero estoy comodo con ellos ya que he buscado como alejarme de esos pensamientos que tengo ya que me pongo a estudiar con ellos. —Edgar hablaba aún viendo al suelo, Edgar tomó un poco de aire y exhaló suavemente para seguir hablando—. Aunque son muy apegados a mi y eso me genera incomodidad pero quitando eso son buenos inquilinos.

Griff notó que Edgar sonreía tímidamente ya que parecía que tenía buenos recuerdos con esa familia, sin embargo recordó algo que le dio risa.

—Vaya me sorprende que hayas abierto tu corazón a ellos, yo por mi parte he vivido sacandole buen dinero a Bo, aunque me sigo preguntando como es que... ¿Cómo ha sobrevivido tanto tiempo en la selva si solo ha usado juguetes de la tienda?

Edgar levantó la mirada y miró como su jefe miraba al cielo, iba a recriminarle eso pero luego recordó que él tampoco era un angelito.

Edgar se sentó en el suelo y decidió que tenía que hablar esto con alguien ya que no podía retener más eso que lo aquejaba, tomó aire y exhaló suavemente...

—Yo. —Edgar miró como su jefe lo miró a los ojos y Edgar bajó su mirada—. Yo dije todo eso porque Fang me llevó a ver a Colette en lo que parecía ser la presente de un pase o algo así, ella estaba hermosa como nunca antes. Quedé flechado pero vi como un rubio se acercó a ella y le plantó un beso en la boca... —Edgar le relataba lo que había pasado y con todo su dolor le dijo todo lo que pasaba entre ellos.

Griff se sorprendió al instante que escuchó eso, aunque el iba a abogar por ella ya que estaba seguro que debían de darle el derecho de la duda.

Sin embargo Edgar siguió hablando para darle a entender su punto a Griff.

—Sé que ese beso fue consensuado ya que ella se tapó el rostro con su álbum de recortes, de la misma forma en que ella lo hacía cuando yo la besaba, es por eso que estoy seguro que ya no estaba más en su corazón... —Edgar hablaba con una pena muy grande mientras miraba a la nada, él recordaba como había pasado ese suceso, Griff no supo que decir así que se quedó callado, intentando decir algo pero no podía ya que estaba claro lo que había dicho el chico.

Además que no podía decir algo demasiado fuera de lugar ya que temía que Edgar se molestara por algún mal entendido. Así que sin más que decir Griff tenía que volver a su punto.

—Bueno eso fue algo muy difícil y ahora comprendo más o menos tu dolor... —Griff le dijo de la forma más apacible posible pero aun no terminaba—. Pero sabes no deberías de volverte un adicto al sexo por eso, no proyectes ese dolor que sientes en el alivio que te da el sexo, no es algo sano, sino me crees mira a Piper; ella a estado muy mal desde que Colt la dejó plantada en el altar.

Griff había contado un relato que seguramente estaba comparando con lo que pensaba de Edgar,  en su mente Griff pensaba que Edgar era un Fuckboy o algo parecido pues en la redes estaban noticias de chismes que hablaban cosas de los brawlers y entre esas estaban los chismes de que Edgar andaba con Janet y seguramente con lo que había visto en el restaurante seguramente pensaba que también había algo con ella. Sin embargo erra todo lo contrario ya que Edgar solo había estado con Piper y Colette lo demás era un mal entendido que estaba por la mente de Griff que pensaba que Edgar tenía un despecho y lo aliviaba con sexo.

Pero para Edgar ese relato había hecho estragos en lo que pensaba sobre Piper, primeramente recordó las palabras que su tío Poco le había dicho sobre Piper y lo podrida que estaba y ahora para rematar ella iba a casarse con Colt.

Una persona que era más cercana a Edgar de lo que podrían imaginar. Fue tanta la información que Edgar procesaba que hasta sintió como le dolía la cabeza de tanto pensar.

—Espere, ¿Cómo que Colt? —Edgar preguntaba con los ojos cerrados, se tocaba la frente y se empezó a enojar porque imaginaba como Piper sufrió por eso que pasó.

—Pues todos aquí saben que Piper se volvió una rompehogares por culpa de Colt y Shelly. —Griff le respondió a Edgar sin saber en lo que se metía.

Edgar se molestó por escuchar esa palabra que lo primero que hizo fue contestarle a Griff, claro que con molestia.

—Por favor no diga eso de la señorita Piper, ella no es lo que usted dice, ella solo ha sido acusada de cosas que no son. —Edgar le comentó lo que pensaba de Piper ya que en la mente de Edgar estaba la idea que ella sufría lo mismo que él, que sacaban de contexto sus acciones.

Sin embargo Griff siguió hablando de lo que en realidad era Piper.

—Oh vamos Edgar, ¿acaso vas hacerte la vista gorda? Digo, ella tiene su derecho a tener su libertad a la hora de ya sabes, pero lo que no nos agrada de ella es que tenga que elegir hombres con novia o esposa.  —Griff le comentaba la realidad que Edgar no quería ver, se alejó un poco de Edgar para darle espacio ya que sentía que no era necesario estar así.

Aunque Edgar se molestaba aún más pues no quería que hablaran mal de una mujer tan especial como él pensaba de ella.

—Por favor le pido que no siga hablando de ella de esa manera, solo hablan eso para herirla y hacerla sentir mal, eso lo comprendo ya que yo he vivido eso y es horrible, por eso digo que lo mejor sería no seguir hablando calumnias. —Edgar por cada palabra que decía se sentía mal, sentía una fuerte presión en el pecho y a la vez una fuerte molestia lo invadía en el cuerpo.

Griff que ajustaba sus guantes comprendió el porque Edgar estaba defendiendo a Piper, él logró comprender ya que sabia que Edgar ya no era señorito y que una mujer experimentada lo había vuelto un hombre, Griff suspiró algo decepcionado pues no esperaba saber esa noticia así que tuvo que decirle lo siguiente.

—Hijo, ¿acaso fue Piper la que te estrenó? —Griff fue duro y sinvergüenza para no irse a otros rumbo como él normalmente hablaba, la caja registradora miraba como Edgar lo veía apenado y supo que esa era la afirmación a su pregunta.

—Eso no debería importarle. —Edgar le respondió con un pequeño rubor en su rostro y claro con una inocente sonrisa en su cara de tonto.

La decepción de Griff creció aún más que prefirió levantarse de allí y alejarse fe Edgar para poder explicarle lo siguiente.

—Hijo, caíste en su juego. —Griff sacó un puro de su caja registradora y lo encendió—. Seguramente se dio cuenta que tu eras novio de Colette y por eso se acostó contigo, solo fuiste uno más del montón.

Griff prendió su cigarro y empezó a fumar viendo al cielo.

Por parte de Edgar estaba pasando por su cabeza un montón de recuerdos que solo confirmaban lo que su jefe decía, Edgar se levantó tambaleándose que estuvo apunto de caerse pero se mantuvo y se quedó quieto, llevó una mano en su boca y la otra en su cintura. Griff miraba como Edgar estaba cerca de un colapso que prefirió dejarlo así para no resultar herido.

En pocas palabras "temía salir lastimado si le decía algo." Y siguió viendo como Edgar estaba demasiado nervioso, él chico se llevó las manos a la cabeza y se jaló el cabello mientra gritaba con ira.

Griff retrocedió hasta estar lo más alejado de él ya que en verdad se veía iracundo. Para su sorpresa Edgar dejó de jalarse el cabello y se quitó la camiseta hawaiana que llevaba, luego ajustó su bufanda y fue directamente al auto, entró, lo encendió y se marchó dejando a Griff con la boca abierta, o algo parecido.

—Ay no, ahora que hice... —Griff empezó a sentir miedo y miró a su alrededor luego siguió hablando—. ¡CÓMO SE SUPONE QUE VOY A LLEGAR A MI CASA AHORA!

Y sí, Griff estaba más preocupado porque Edgar no lo había llevado a su casa que lo que podría hacer Edgar ahora mismo.

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En la casa de Piper se encontraba la dueña de la casa que por obvia razón era Piper, ella estaba leyendo en el comedor de su cocina, leía una novela de misterio y disfrutaba su libro junto a una taza de té y unas galletas de mantequilla que ella misma había hecho.

Llevaba puesta un vestido con estampado floral, nudo delantero y pecho fruncido, resaltando el busto de Piper, claro aunque se veía muy candente no era porque ella estaba buscando serlo, sino que ya era algo que salía natural de ella. A un lado de su taza estaba la flor que Edgar le había "Regalado" esa flor estaba bebiendo agua de un vaso, usaba un popote para poder sorber el líquido que estaba, la planta estaba alegre y su pequeño baile lo mostraba claramente.

Piper estaba pensando sobre la trama de la historia y parecía estar sorprendida por el giro que iba a dar, sin embargo un fuerte golpe en la puerta de su entrada la sacó de su mundo de fantasía. Eso la hizo molestarse y con esos mismos sentimientos se dirigió a ver quien tocaba, al parecer la persona estaba muy impaciente que volvióa golpear esta vez con más fuerza, haciendo que Piper reaccionara aún más molesta...

Ella se arregló y con cuidado abrió y grande fue su sorpresa al ver que frente a ella estaba Bibi, la cual tenía un mal semblante, Bibi tenía un brazo enyesado, el izquierdo; un parche cubriendo el ojo izquierdo de la chica y en su rostro habían varias marcas de cardinales, además de tener completamente vendado su mano izquierda, Bibi cargaba su fiel bate en su mano derecha y lo tenía recargado en su hombro.

Piper la miró fijamente y claro con una clara sorpresa por lo que tenía de frente de ella. La chica más ruda, más despiadada, la que nunca ha sido conquistada por un hombre, esa que a roto más brazos de pitchers que ilusiones, la que destrozaba no sólo récords sino que también hacia nuevas oportunidades para las chicas en el béisbol femenino y claro que a los ojos de Piper eso que tenía Bibi era algo que iba a disfrutar mucho.

—JAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJJAJA JAJAJAJAJJAAJAJAJA. —Piper estalló en una sonora y fuerte carcajada que la hizo sostenerse el estómago.

Bibi rodó el ojo que tenía bueno y sólo entró a la  casa sin invitación de Piper que por cierto no dejaba de reírse frenéticamente del estado de Bibi.

Piper a como pudo cerró la puerta y siguió riéndose con demasiada intensidad que tuvo que ir directamente a su baño pues el beber té y reír con mucha fuerza era una mala combinación.

Bibi dejó a míster Bat a un lado de ella y se sentó frente a la flor de Piper y empezó a jugar con ella,  claro solo usaba su dedo para que la planta la atrapará con sus duros pétalos que parecían labios, ella sonreía débilmente cada vez que la flor conseguía tomar su dedo, esa sonrisa se esfumó cuando miró el libro que Piper estaba leyendo.

—Crimen y castigo... —Bibi había leído en voz alta.

Piper había salido del baño y miró que Bibi tenía el libro en su mano, ella secaba sus manos mojadas con una toalla de papel de su cocina, notó que Bibi estaba teniendo dificultades con leer algo así que Habló.

—Descuida yo tampoco tengo idea de como se pronuncia el nombre del autor. —Piper se acercó y le hablaba ya tranquila, la rubia se sentó al lado de Piper y la japonesa dejó el libro en la mesa.

—Me da igual no soy de leer libros. —Bibi le respondía algo molesta pero siguió jugando con la flor.

Piper sabía que a Bibi le había interesado mucho ese libro, pues sabía que a Bibi le gustaba leer. Así que lo primero que hizo fue contarle un poco sobre el libro.

—Trata sobre un joven que cometió un crimen muy terrible, un doble asesinato y vive con el castigo de sentirse agobiado por su crimen. —Piper había contado un poco de la historia, la japonesa había tenido más interés en el libro pero no era de mostrar mucho interés en algo, aunque de verdad esa cosa le guste.

—Supongo que no termina allí verdad. —Bibi comentaba con curiosidad y tomó una de las galletas de Piper.

La rubia tomó el libro y lo puso frente a ella, lo abrió y buscó la página donde había quedado, ella por suerte recordaba la página y le puso un marca página para leerlo más tarde, sin embargo tenía que contarle la verdad a Bibi.

—Aún no lo he terminado, pero hay un detective que sospecha de él y su crimen. —Dijo Piper contando un poco más de la historia—. Oh, recuerdo que había una prostituta con la que Rodia se había hecho amiga.

—¿Una prostituta? —Preguntaba Bibi con curiosidad aunque terminó con un chiste—. Vaya una compañera de trabajo tuya, eso o quizás una rival.

Piper se había tomado normal el comentario de Bibi, no estaba muy molesta pero le era muy difícil no sentirse mal por ese comentario.

—Bueno, ya que te hable de crimen y castigo ahora dime ¿Cómo diablos quédate así? —Piper intentó cambiar de tema para no molestarse con Bibi y la Pelinegra le contestó.

—Tuve una pelea contra el Primo, ese hijo de perra es fuerte. —Bibi apoyó su cabeza en la mesa y también puso si brazos bueno en la mesa, la pelinegra tenía cierta molestia de eso y prosiguió—. Me sorprende como soportaste sus metidas de verga.

Para Piper esa fue la gota que derramó el vaso y le contestó molesta.

—Deja de llamarme así ya que no me gusta que digas cosas tan hirientes e irrespetuosa. —Piper se cruzó de brazos y le dio la espalda Bibi quien no se movió de su asiento.

—Pues es la realidad, te acostaste con el mono ese y lo peor de todo es que Rosa te iba a matar, Jajajajaja. —Bibi le soltó todo lo que se sabía de El primo y Piper, la rubia estaba completamente molesta.

—¡Nunca tuve nada que ver con él! —Piper gritó molesta y Bibi ni se inmutó—. Sólo porque le acepté un trago todos empezaron a pensar cosas y él aprovechó eso, Rosa creyó lo que la prensa decía y el maldito bastardo nunca negó esas calumnias.

Piper contaba como fueron los hechos sin embargo para Bibi eso no era todo.

—Lol, sí eres una zorra. —Ella se sentó y apoyó su espalda en el respaldar, miró a la mujer y le volvió a hablar —. Engañaste a Bull con el viejo ese Byron, por eso Bull aun tiene mucho despecho, no me podrás negar eso porque para mi mala suerte yo fui quien te descubrió, maldita puta.

Y como si fuera una fiscal, la bateadora tenía mucho que decir sin embargo Piper que no controló su ira. Piper se levantó y  le soltó una bofetada. Piper estaba a flor de piel, no pudo evitar soltar unas lágrimas porque siempre pasaba lo mismo con ella y Bibi, La japonesa relamió sus labios y le dedicó una sonrisa altanera.

—Me golpeas porque sabes que digo la verdad y no puedes defenderte con palabras. —Bibi le contestó con una expresión altanera, parecía estar molesta pero una sonrisa parecía darle el triunfo de esa discusión.

Pero por esa misma razón Piper habló algo que hizo que Bibi se molestara aún más que a lo que llegó Piper.

—Esta bien te acepto eso, pero sabes que no solo he tenido sexo con tipos que no conozco, sino que también con sujetos que conoces bien. —Piper se limpió los ojos y le dedicó una sonrisa a Bibi para contarle lo que venía—. Yo si tuve el valor de acostarme con Edgar y no sólo eso sino que también darle algo de atención como una mujer, algo que tu ni siquiera tendrías el valor de hacer, la gran valiente Bibi no pudo decirle sus sentimientos a Edgar.

Bibi se impresionó por lo escuchado pero no quiso darle atención a tales palabras, Piper siguió atacando pues había colmado su paciencia.

—Lo peor de todo es que no entiendo como es posible que haya terminado en buenos términos con tu hermano, siendo a él quien le fui infiel y nunca me recriminó nada, pero tu eres la que me recriminas eso cada vez que puedes. Pero sabes que es lo peor de todo esto; es que te olvidas que tu hermano por cuidarte a ti abandonó a su única hija, claro pero eso no le recriminas y no tengo idea de porqué. —Piper lanzó con una furia interna todo su dolor, usando palabras que llegaron a golpear el corazón de Bibi, siendo eso último lo las hiriente.

Bibi no dijo nada y se quedó callada había bajado la mirada pues le habían mostrado que tenía cola que le pisen, sin embargo el enojo de Piper no había quedado allí, la rubia tenía muchas cosas que estrellarle en el rostro pero no haría que fueran lo más doloroso posible.

—Pero sabes que es lo peor, eres tú lo peor que he visto en un ser humano. —Piper se acercó a ella y con su dedo índice la empujó logrando que la japonesa retrocediera—. Me das asco lo mojigata que llegas a ser, imagina hacer a un lado al único chico que te amó genuinamente, solo para guardar esa estúpida apariencia de chica ruda que tienes, lo peor de todo fue que lo alejaste y se lo distes en las manos a una loca que seguramente se va a aburrir de él y lo cambiaría por un cactus de mierda; pero lo más putrido no es eso sino que para mi tu mayor decadencia es que te excitaba ver como ese emo tenía un romance con la loca, te deleitabas y te imaginabas como te engañaba con la estúpida esa. Es que solo de imaginar eso me da asco.

Piper al terminar de hablar recibió una fuerte bofetada por parte de Bibi, la bofetada fue lo suficientemente fuerte que la hizo caerse y chocar con una mesa llena de objetos de cocina, botando junto a ella toda esa colección al suelo.

La rubia quedó absorta de lo que había pasado, veía borroso y sintió como su mejilla estaba completamente hinchada y luego un dolor muy fuerte que se podía comparar a tocar un metal caliente, Piper empezó a sollozar sin embargo ella le había dado la vuelta a esa discusión.

—Me golpeas porque sabes que digo la verdad y no puedes defenderte con palabras. —Piper respondió con lo menos parecido a una sonrisa ya que por el dolor y la inflamación de su mejilla no podía hacer nada más que eso.

Bibi no tuvo de otra que levantar su bate y terminar de la peor forma esa platica, Piper sabía que eso era lo que iba a ganarse si seguía sacando todo su enojo a alguien como Bibi, pero quizás suerte o talvez mala suerte.

Un fuerte sonido se escuchó en la puerta de su casa, eran fuertes golpes que parecía que los hacían con un martillo. Ambas giraron a ver la puerta, Bibi parecía estar molesta y decidió ir a ver quien era el desesperado que hacía ese escándalo.

Pero por su parte Piper sabía que podía ser la loca de Colette pues era la única que hacía tal escándalo en su puerta, así que se levantó y se fue a sentar nuevamente frente al comedor, no sin antes esconder a la Flor por debajo del comedor. La rubia soltó parte de su cabello para tapar ese golpe y empezó a actuar normal.

Volviendo con Bibi ella se acercó a la puerta y la abrió fuertemente, ella tenía cara de pocos amigos pero dicha cara le cambió al ver que frente a ella estaba un muy serio y claramente inestable emocional Edgar. Ella sintió una sensación de peligro y analizó lo que pasaba, ella miró que Edgar estaba como normalmente vestía, solo que sin la chaqueta esa de trabajo; aunque con una mirada muy sutil miró que el emo llevaba en su mano derecha un martillo de acero, ella miró a Edgar a los ojos y este tenía la mirada perdida. Bibi iba a decir algo cuando Edgar sin importarle el estado de la japonesa la hizo a un lado, empujándola contra la puerta y entró a la fuerza.

Bibi se sorprendió pues con un simple movimiento el emo la había empujado con la suficiente fuerza como para resentir el golpe, ella se molestó pero miró como el chico se acercó a Piper y está parecía recriminarle algo pero Edgar la ignoró y la tomó del brazo para llevársela al cuarto de esta.

—¿Qué? —Bibi se preguntó a sí misma sobre lo que había pasado, quedó absorta y solamente fue a sentarse nuevamente donde estuvo antes de la discusión con Piper.

Volviendo con ella.

Edgar la llevaba jalada de su brazo izquierdo, había cambiado de posición el martillo para sostenerla mejor.

—Oye Edgar estas siendo muy brusco conmigo, se más caballeroso. —A este punto Piper no sabía lo que pasaba y sólo miraba por encima a Edgar todo debido a su diferencia de altura, así que le dijo eso para hacerlo reaccionar.

El chico abrió la puerta de la habitación de piper y la obligó a entrar, ella no tuvo de otra que entrar y este solo cerró la puerta con ellos dentro. Edgar siguió jalando a Piper hasta lanzarla en la cama donde había echado pasiones con ella, pasiones que ahora mismo le dañaba el corazón. Él quedó frente a ella viendo como la mujer sobaba su brazo y al estar allí recordó todo lo que había pasado allí.

Ella se resintió pues el chico había sido muy brusco con ella y se sobaba el área del brazo donde Edgar le había sostenido, ella habló como si todo fuera normal.

—Cielos me ignoras por meses, te mandaba mis fotos más ardientes pero no fueron suficientes como para que me respondieras al menos un ho~

Piper hablaba tranquilamente recordando que ella nunca había dejado de comunicarse, pero Edgar en un movimiento lanzó con todas sus fuerzas el martillo que llevaba en su mano izquierda, dicho martillo pasó por el lado izquierdo de Piper, exactamente el lado de la cara donde bibi le había dado es fuerte bofetada, fue tan fuerte que sintió el aire pasar por su rostro y fue capaz de hacer aún lado su cabello, esa parte que ocultaba el golpe de Bibi.

"EL NO ESTA JUGANDO" —Pensó al ver como el chico se arrodilló al ver como ella quedó completamente quieta, él se acercó a ella y con sj mano izquierda le acariciaba la mejilla derecha.

—¿Por qué me hablas si no te he dicho que lo hagas? —Dijo Edgar secamente mientras veia afable a una muy asustada Piper.

Piper bajó la mirada pues el emo tenía un ojo con la pupila fina, una mirada letal que le recordaba al ojo de una víbora, eso fue suficiente para hacerla llorar, no solamente eso sino que también empezó a temblar de miedo ya que sentía que su vida corría riesgo.

De un momento a otro, Edgar cambió de mano y ahora cuidadosamente inspecionaba la otra mejilla de Piper, esa que tenía un golpe. Él la tocó en la parte afectada y ella cerró sus ojos quejándose por dentro del dolor, no pudo soltar ningún sonido pues el miedo que tenía la hacía estar de acuerdo a lo que Edgar le había dicho.

El emo se acercó aún más a ella y poniendo su boca cerca de la oreja de Piper, él le preguntó con un tono cálido y amable.

—¿Podrías decirme quien te hizo eso en tu linda cara? —Edgar estaba quieto, solo le preguntó eso y espero que la mujer hablara, pero Piper en su infortunio estaba apretando sus labios y soltando lágrimas que bajaban rápidamente por sus ojos.

Ella estuvo asi unos segundos hasta que abrió la boca y soltó un muy poco audible susurro que para Edgar fue lo suficientemente audible.

—Fue Bibi. —Piper empezaba a llorar solo que tapaba su lamento usando sus manos pues me quería ser lastimada.

Ella miró de reojo como Edgar se alejaba a ella, no se movió solo seguía con sus ojos hasta donde su posición podía dejarla ver. Ella miró como Edgar salió y cerró la puerta detrás de él.

Ella al ver que no estaba en la habitación giró su cabeza y empezó a llorar fuertemente ya que sentía como su vida corría peligro. Fue como si un flashback apareciera en sus recuerdos pero ella en su mente le recordó la platica que tuvo con Poco ese día que la visitó; nunca pensó que era eso a lo que se refería.

Ella no se levantó pero empezó a escuchar sonidos y gritos allá afuera de su habitación.

{Oye, ¡que te pasa idiota!}

{¡Ah!}

{¡Espera!}

Luego de escuchar unos cuantos gritos piper empezó a escuchar golpes y unos que otros azotes, combinados con maldiciones y uno que otro batazos, claramente era una pelea que estaba pasando allá afuera y eso hacía a piper llorar atacada por los nervios que eso le causaba, acompañada de una ansiedad al no saber que pasaría después.

La pelea se detuvo cuando escuchó unos fuertes gruñidos de Edgar y un último azote contra algo fuerte que seguramente se rompió pues se escuchó como la madera se había roto, luego de eso unos lloriqueos que parecían ser de Bibi habían declarado el vencedor.

Algo que hizo que se le helara el corazón la rubia,  ella escuchaba cada pasa del tipo de la bufanda, cada paso era un ataque de estrés y ansiedad que hacían que le fuera imposible que ella gritara, le era imposible como si no tuviera boca pero aun teniendo su boca, sus cuerdas vocales estaban bloqueadas por el pavor que ella sentía ahora mismo.

"OH DIOS SALVAME, TE LO SUPLICO, AYÚDEME AYÚDAME TE LO RUEGO." —Piper oraba en su mente suplicando su seguridad y salvación pero ahora mismo todo era un camino oscuro el cual no se sabía a donde iba a parar.

Los pasos se volvían más fuertes hasta que se posó frente a la puerta, se quedó allí quieto como estuviera esperando que la mujer dentro de la habitación gritara por la desesperación que estaba presentando, sin embargo los segundos que pasaban eran como su fuesen horas, las horas más oscuras de su vida.

El hombre de la bufanda abrió la puerta mostrando parte de lo que pasó en la batalla que se inició y terminó allá afuera, Piper por temor veía a los pies de Edgar pero allí no había nada estaba a como vino, lentamente levantó su vista y miró los estragos de una pelea en la cara y cabeza de Edgar.

Para su sorpresa ella miró como de la frente de Edgar hasta la quijada le escurría el vital líquido, Piper cerró los ojos y se tapó el rostro con sus manos, pero Edgar solo se acercó lentamente pues sentía que tenía todo el tiempo del mundo y se sentó en el piso de esa habitación, se cruzó de piernas y miró curioso a Piper.

—No voy dejar que otros te lastimen. —Dijo Edgar con una pícara sonrisa, se escuchaba afable como si no hiciera nada malo, pero aun no terminó de hablar—. Soy yo quien debe hacerlo.

Piper se arrinconó en su cama, se sentó de piernas cruzada y se cubría sus rodillas con su brazo izquierdo, ella tomó una de sus almohada y la intentaba usar de escudo, eso a Edgar le pareció tierno y le sonrió amablemente.

—Bueno ya que estas muy afectada iré al grano. —Edgar hablaba con mucha cortesía haciendo que la rubia llorara aún más.

Ella solo pudo asentir pues no sabía que hacer en ese caso, Edgar tomó eso como una invitación de  acercarse y haciendo caso él se levantó y se sentó en la cama de la mujer, se sentó en posición de flor de loto y ella se arrinconaba sin poder llegar más, intentaba alejarse más de él pero era imposible, Edgar le acariciaba el zapato de su pie izquierdo y sintió como la mujer temblaba de miedo.

—Solo te voy a decir esto una vez, sino me haces caso te voy hacer mucho daño, tanto daño que seguramente esa bofetada solo será comparada a que te pellizquen, así que espero que no lleguemos a ese punto, aún.  —Edgar le relataba mientras le quitaba el zapato dejando libre un pie completamente blanco. Edgar acercó el pie y le dio una fuerte olida, una muy profunda que lo hizo cerrar los ojos y morder su labio inferior.

Piper notó y sintió como su pie estaba cubriéndose con la roja sangre del emo pero por temor dejó que Edgar hiciera todo lo que le pudiera.

Ahora venía Edgar a pedirle cosas a Piper, así que empezó a hablar sin dejar esa sonrisa afable, sonrisa que causaba temor en la rubia.

—Por favor déjame ver tus pecho, quiero volver la verlos. —Edgar se acercó sin perder posición, esperaba que Piper hiciera lo que le pedía, cosa que Piper no dudó en hacerlo solo que lo hacía muy lento ya que estaba temerosa a lo que pasara.

Piper se bajó la parte de su vestido superior de su vestido, mostrando su busto el cual caía debido a la gravedad pues eran grandes, eran blancos y la areola tenia un color algo oscuro, casi rojiza pero oscuro y su pezon era pequeño. Edgar estaba muy sorprendido y no dudó en acercarse, quedándose de rodillas frente a ella y sin dudar puso su rostro en ese par de pechos.

Edgar embarraba su rostro y sangre en la piel de los pechos de Piper que le importaba nada, solo quería deleitarse con esa gloriosa sensación.

—Oh, no puedo dejar de sacar mi rostro de esta ambrosía.  —Edgar levantó su rostro, tenía los ojos cerrados pues su deleite estaba en la mente no en sus ojos. Piper miró como esa sangre que escurría su frente había empapado su piel y se había embarrado completamente en la cara de Edgar, ella seguía llorando y quiso quitarse a Edgar de encima de ella.

Sin embargo Edgar no iba a terminar así como así, él se alejó un poco de ella para poder meter un pezón de ella en su boca. El empezó a succionar como si buscaba sacar leche de ellos, aunque empezó a ser agresivo y empezó a darle suaves mordidas haciendo que Piper se quejara del dolor. Edgar pasó así unos 3 minutos de los cuales solo hizo sufrir a Piper, pero los dejó en paz.

El se retiro un poco y se sentó nuevamente, seguía con los ojos cerrados y al abrir los ojos él la miró fijamente, ella bajó la mirada pues temía hacer algo que lo molestara.

—Cielos, me pregunto cuantos hombres te han hecho eso... —Edgar habló con duda haciendo que Piper se cubriera el pecho, él miró eso y decidió terminar con eso. —Voy a decirte esto, espero que cuando me contestes sea con toda sinceridad o sino te mataré, así sin nada más que mi bufanda.

Piper abrió ampliamente los ojos y miró a Edgar, talvez fue porque ya no sabía más hacer pero no despegó su mirada de la de Edgar. Edgar respiraba intentando no enfadarse y mandar al diablo todo, pero por milagro logró no molestarse.

—Tu, dime... —Edgar estaba quieto pero empezaba a respirar con cierta desesperación y eso hacía que Piper empezar a levantar el tono de su voz debido al miedo, pero para su suerte Edgar se calmó otra vez —. ¿Es cierto que cuando tuvimos sexo no fue porque en verdad querías ayudarme sino que estabas saciando un fetiche tuyo, usandome para burlarte de Colette?

Piper dejó de llorar y absorta a lo que había escuchado solo quedaba viendo a Edgar, ella no sabía que hacer o que decir. Pero por mala suerte para ella Edgar estaba demasiado molesto.

—¡CONTESTA MALDITA O QUIERES QUE TE ARRANQUE LA CABEZA AHORA MISMO! —Edgar había gritado con mucha ira reprimida que no había soportado más y se acercó agresivamente a ella y empezó a romperle el vestido.

Edgar no le importaba nada y mucho menos los gritos de la rubia, ella gritaba con mucho temor y a la vez lloraba mostrándonos que estaba a merced del sujeto de la bufanda. Edgar había arrancado cada parte de la tela del vestido hasta dejarla solo con su ropa interior, osea dejándola solo con bragas. Lo más terrible para ella era que por cada movimiento brusco de Edgar era rociada por la sangre de esta, haciendo que sea una escena muy poco agradable pues ya habían muchas gotas de sangre en su blanco y fino cuerpo. Debido a la agresividad de Edgar le era muy fácil levantar a la mujer y hasta parecía un muñeca de trapo.

—Vamos, mírame a la cara y ten el valor de volverme a ver la cara como lo hiciste la otra vez, vamos dime que te burlarte de mi, te aprovechaste de un idiota como yo, un estúpido que le cuesta entablar relaciones con personas, vamos burlarte de mi como otros lo hacen, vamos, ríete de mi. Escúpeme en la cara y mándame a la mierda, vamos, se como los demás, hunde ese maldito puñal en mi corazón y  mátame, ¡HAZLO MALDICIÓN! ¡AAGHHHR!

Edgar hablaba cosas que Piper ni siquiera sabía que significaban, pero por temor ella solo se cubría con la almohada y no sabia que esperar de él, al dejar en paz a Piper; Edgar se levantó y empezó a golpear todo lo que había a su paso.

Golpeando muebles, el espejo y empezó a romper ropa que estaba afuera de los muebles, no bastando eso empezó a sacar los cajones de un escritorio de Piper y sacando eso empezó a golpearse la cabeza con eso.

Piper miró que Edgar estaba de espalda y con mucha dificultad empezó a correr despavorida rezando que Edgar no se diera la vuelta pero al parecer Piper estaba pagando todas sus malas intenciones que tuvo con muchas personas.

Pues Edgar se dio cuenta que Piper estaba abriendo la puerta, ella logró abrirla y empezó a gatear esperando escaparse pero dos pasos de Edgar fueron suficientes para llegar a ella, él la abrazó fuertemente de la cintura y fácilmente la levantó, ella empezó a sacudirse y patalear intentando safarse de su captor pero le era imposible pues Edgar tenía la suficiente fuerza para mantenerla así, además que la atrapó con su bufanda.

—¡TE DIJE QUE TE IBA A MATAR MALDITA SEA, POR QUE NO ME HACEN CASO MALDITAS BASURAS! —Edgar dejó a Piper en el suelo y fue por el martillo que había estrellado en la pared.

Piper siguió gateando y miró como toda su cocina estaba destruida y miró como Bibi estaba en el suelo, encima de su comedor roto, a como pudo Piper se levantó para intentar socorrer a Bibi, pero por el miedo no pudo ni levantarla, Piper miró a su alrededor y para su pesar vio como la flor estaba aplastada en el suelo, estaba arrancada de su tallo y al parecer estaba muerte, ella lloró de pesar pues esa planta la había acompañado en sus peores momentos desde que Edgar la había dejado.

Sin embargo ella no podía quedarse allí, así que con las piernas temblando empezó a caminar hacia la salida, pero por su mala suerte, Edgar llegó.

El de la bufanda la tomó suavemente de la cintura y la dejó caer suavemente en el suelo, ella empezó a gritar por ayuda y el chico le cayó la boca, luego levantó el martillo y con lágrimas en los ojos el le gritó.

—Perdón, pero no puedo dejar que nadie se aproveche de mi, no otra vez, perdón. —Edgar le habló con un pesar tan grande que no pudo detenerse, levantó su mano la que tenía el martillo, Piper levantaba sus manos para tocar el rostro de Edgar, ella intentaba hincarle los ojos a Edgar pero no podía ya que Edgar estaba largo de la distancia de sus brazos.

Pero quizás por obra del destino, Edgar cayó dormido encima de ella, debido al peso del chico fue un golpe seco en ella, a como pudo se lo quito de encima y se alejó, ella levantó su mirada llena de lágrimas y miró como habían entrado Poco; el esqueleto, acompapado de Sandy.

Este llevaba consigo una bolsa de arena en sus manos, Poco se acercó a ella y le entregó su chaqueta, ella instintivamente la tomó y se cubrió. El calaco se quitó el sombrero y lo puso en la espalda de Edgar, luego se acercó a Piper y soltando un suspiro, Poco le dijo.

—Creí haberte dicho que ibas a arrepentirte de haber conocido a este chico, ahora no te lo vas a poder quitar de encima, a él y a su familia. ¿Por qué será que el ser humano no entiende las advertencias?

Piper no soportó más y desmayó, Sandy se acercó a Poco y le habló con mucho sueño.

—No vamos a llamar a la policía verdad.

Poco miró a Sandy con incredulidad y acercándose a Edgar, le acarició el cabello y  le dijo.

—Por ahora mantendremos esto en silencio, yo me encargaré de mantener esto fuera del ojo público, por eso quiero que le borres los recuerdos a estos. Por ahora solo tu y yo sabremos que pasó.

Poco miró la flor que la tomó del suelo y la volvió a enterrar, cantó unas cuantas palabras y la flor volvió a la vida. Sandy estaba muy sorprendido que hasta había perdido el sueño.

—Es una pena cuando los inocentes se ven envueltos en las peleas de los pecadores. —Poco al decir eso dejó la flor en el suelo y fue a cerrar la puerta de la entrada y al cerrarla todo se quedó en oscuridad.

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       Continuará

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