Es de mañana.
Y lo primero que noto es que estoy humeda, ¡Tuve un sueño!... ¡Tuve un sueño con un hombre que ni vi su rostro!.
Me voy corriendo a la ducha.
No soy consiente de lo que hago cuando: bajo mis manos por mi abdomen hasta llegar a mi coño, separo los labios de mi feminidad con una mano me chupo dos dedos y la bajo a mi intimidad, comienzo a agitarla de arriba a bajo.
Mi cabeza se hecha para atras cuando imagino que es el hombre del privado.
Que me embiste y que chupa mi humedo coño, paro, no puedo seguir.
Termino mi tarea de bañarme y salgo del baño, Ya esta, no lo volvere a ver mas.
Salgo a la cocina en bragas y en una playera que me llega hasta los muslos.
Tomo la cafetera y siento un ruido atras mio, me doy vuelta y veo a una rubia que camina despacio, me mira nerviosa y murmura un Lo siento. Abre la puerta entrando al ascensor del Pent-house y se da la vuelta para no tener que verme.
Pongo los ojos en blanco cuando aparece Tanner sentandose en la barra.
- Maldigo el dia que buscamos un departamento los dos juntos - le digo mientras le sirvo una taza.
- Agh, como si nunca hubieras visto salir a una chica de mi habitacion, ademas hace mucho que no traigo a una chica - dice.
- No, claro, por que hace una semana vi salir a un pelirrojo.
- ¿Pelirrojo?, esos no me van.
- Bueno, castaño.
Se encoje de hombros y hace una mueca con lo caliente que esta el cafe.
- ¡Me hubieras avisado que esta asi de caliente! - grita.
- Es cafe, tiene que estar caliente.
- Pero hay cafe frio tambien.
- tú odias el cafe frio, yo odio el cafe frio, ¿por que coño aria cafe frio?.
No dice nada y comienza a beber mas despacio.
Sonrio y el hombre vuelve a mi mente, ojos verdes, musculos, manos grandes, como tomaba mi cintura, yo masturbandome en su masculinidad.
- ¿En que piensas? - pregunta Tanner.
- En el hombre de ayer.
- ¿Te quedaste pensando en tu cliente falso?.
Me dirijo a mi habitacion y tengo a Tanner detra con el interrogatorio.
- Esque tiene unos ojos verdes que no me puedo quitar de la cabeza - digo mientras me cambio de ropa.
- ¿Y te lo follaste? - pregunta recostandose en mi cama.
- No - admito - solo me masturbe en su ereccion.
- Wow, ¿Se notaba grande? - pregunta.
- Si, bastante.
Me saco la playera para ponerme el uniforme y el se me queda viendo solo para molestarme.
Hay mucha confianza, nos conocemos desde que una vez cuando tenia 5 años le tire el armamento a la cabeza, estabamos en el prescolar y el me molestaba, me canse y se lo tire.
No me molesta que me vea, ademas el es 50 y 50.
50% vergas.
50% vaginas.
Termino de cambiarme y entra una llamada de papá a mi celular, no doy tiempo a tomar mi Iphone cuando Tanner ya tiene el celular a la oreja.
- Hola papi Bastian - saluda Tanner en tono burlon.
- Tanner - saluda papá con tono gruñon En el fondo lo quiere - pasame a mi hija.
- Si yo tambien estoy de maravi...
Lo interrumpo cuando le saco el celular de las manos.
- Hola buen dia, ¿Sucede algo? - pregunto.
- Necesito que vengan los dos a la central, ahora - responde.
No me da tiempo a replicar por que corta la llamada.
○●○●○
Miro aburrida el baso que tengo enfrente esperanso que papá llegue con el nuevo agente-general.
Tengo sueño por que un desconocido no me dejo dormir.
Miro mi celular y mientras escucho la puerta abrirse, contesto el mensaje de Zen.
ZEN: Te ayudare con lo del asesino de tu madre.
¿Estas seguro?, puedes meterte en problemas :HAYLEY.
- El agente-general: Damon Scott - no le presto atencio a mi padre.
ZEN: No te preocupes, por esos tiempos de copas, ¿por que te creias que era?.
¿Por que eres mi amigo y me quieres mucho? : HAYLEY.
ZEN: Yy..... depende.
Suelto una carcajada silenciosa y me dirijo a Tanner.
- Zen me ayudara ¿y tú? - le susurro.
Me mira con los ojos bien abiertos y me encojo de hombros.
- ¿Estas segura? - inquiere en el mismo tono.
- Si, Tanner.
- Miller, Roe - papá nos llama la atencion.
Levanto la mirada hacia el pero se desvia a la persona que se sienta en el lugar del nuevo agente‐general.
Carajo, mierda, joder.
Nuestras miradas entran en contacto y el no la aparta, sus ojos verdes me observan y yo entro en la realidad cuando Tanner me da golpes a mi lado.
- ¿Que sucede? - pregunta Tanner.
- Es el - le susurro.
- ¿Quien?,¿El que te folla con la mirada?.
Mi corazon dispara y de reojo veo que el me mira.
¿Pero, que estoy haciendo?, ¿dejar que un hombre me domine?, no gracias.
Levanto la mirada y nuestros ojos se vuelven a encontrar.
- Muy bien - desvio los ojos a papá - la mision salio mal.
- Ministro, puede empezar a gritar si quiere - le digo.
- ¡Joder, los hijos de puta nos dejaron una carta diciendo que sabian que lo estabamos buscando! - Grita.
- Puedo revisar en las camaras, capaz que veo quien dejo la carta - dice Zen enfrente mio.
Clavo la vista en el y veo a su lado, oh, por dios.
¡hijo de puta!.
Nota mi mirada y con sus labios articula un ¡Lo siento!.
¡El hijo de puta dejo que me frotara en la polla del nuevo Agente‐General, y en la de su hermano!.
- Capitanas, ¿Alguna vio algo con los compradores? - pregunta el ministro.
- Yo estuve con dos hombres, uno no tenia nada y el otro si tenia un anillo, pero de casado, asqueroso - hace mueca de asco.
- ¿Hayley? - pregunta papá.
- No, perdi el tiempo con el comprador - le doy una mirada al nuevo agente‐general y vuelvo a mi padre.
Disimulo una sonrisa cuando el señorito tensa la mandibula.
- Retirensen - exige el general kenner.
Nos ponemos de pie y salgo junto a Tanner y Laila nos quedamos los tres parados y Zen pasa como si nada, antes de que siga de largo lo tomo del brazo.
- Me dejaste frotarme sobre la verge de mi jefe - le digo.
- Y-yo...
- Perdi tiempo con alguien que no era, Zen - le digo - Podriamos a ver atrapado al asesino.
- Tienes razon, tendria que averte dicho quien era - dice.
- Genial, Scott - le palmeo el hombro.
- Scott es mi hermano, a mi solo Zen - aclara.
Cierto, ya el señor agente barato aclaro que nadie lo podia llamar por su nombre, solo Scott.
Vemos al agente sumiso pasar y lo veo de reojo, veo que el me mira pero sigue de largo.
- Tengo que ir a entrenar - Laila se va.
- Y nosotros tenemos que ir a verla - Tomo a Tanner de la mano.
- ¿A ver como entrena? - pregunta Zen con el ceño fruncido.
- A ver como les pregunta a los oficiales cuanto les mide - Aclara Roe.
- ¿Vienes? - pregunto - sera el mejor espectaculo de la vida.
- Creo que el mejor espectaculo fue el de las camaras del gimnacio, hoy mi hermano me las pidio y vi con el como humillaste a Kennet.
Trago saliva en grueso, espero no llegar a tener un regaño.
Entramos al gimnacio y nos subimos a la tribuna, me siento en medio de los chicos y vemos como Laila pone los ojos en blanco por como no la escuchan.
- ¡Formencen! - grita y nadie la escucha - ¡QUE SE FORMEN JAURIA DE PERROS MAL NACIDOS!
Los oficiales se forman y Nosotros tres disfrutamos el expectaculo.
- Ahi biene lo mejor - murmuro.
- Un dia tuvimos una cita doble nosotros dos con ella y un "Novio" - hace las comillas en el aire mientras le explica a Zen.
- ¿Ustedes dos? - nos señala.
- ¡No, que asco! - decimos Tanner y yo a la vez.
- Es que estabamos aburridos, nos dimos cuenta que estabamos re solos y... al caso, Laila le pregunto a el pobre chico cuanto le media, lo mando a la mierda cuando dijo que le media menos de 19 Cm.
- que sutil...
- ¡Inutiles de mierda tenemos la precencia de la capitana general y ustedes me avergüenzan! - grita interrumpiendo a Zen.
Ella va pasando con los brazos tras la espalda y se posa frente al primero.
- ¿Cuanto te mide? - le pregunta.
- no lo se mi capitana - responde la victima.
- Una miseria.
Sigue asi con los 15 oficiales y a todos les dice lo mismo: Tienes una miseria entre las piernas.
- ¡Si no me respetan no dudare en usar mi arma! - grita Leils - ¡¿Entendido imbeciles?!.
- ¡Si mi capitana! - gritan todos.
- ¡AHORA CORRAN VUELTAS HASTA QUE YO ME CANSE DE VERLOS - grita y todos comienzan.
Esa es mi chica.
Bajo de la tribuna y la abrazo.
- hasta a mi me asustaste - le sonrio.
- Muy bien Bernald - dice Zen.
- Nada mal - dice Tanner.
Reimos y nuestras sonrisas se borran al ver a Damon Scott en la puerta.
- Miller necesito hablar con usted - dice el Agente‐general.
- ¿Para? - pregunto con indiferencia.
- Respeto, idiota - Tanner me da un codazo.
- ¿Me pagara cuatro millones por la charla?.
¡Mierda!.
Cierto que no estoy con cualquiera.
- Lo siento señor - murmuro siguiendolo.
Abre las puertas del gimnacio y clava su fuerte mirada en mi.
- Vi lo que hiciste en entrenamiento - rompe el silencio.
Como si me importara.
- y que me impor...- me interrumpo cuando me doy cuenta lo que le iva a decir - Bueno señor.
- Yo no soy cualquiera para que me hables asi niña - dice y rio sarcastica.
Hablo el señor cuarenton.
- Lo siento señor - ruedo los ojos tratandome de no reirme.
- ¿Me estas viendo la cara? - inquiere con una voz Arisca.
- y... esta vez si - me encojo de hombros.
- No tengo tiempo para perderlo con niñatas exibicionistas - dice malhumorado dandose la vuelta.
¡¿ME DIJO EXIBICIONISTA? ¿A MI?!.
- ¿Exibicionista, yo? Ay, perdon, Agente sumiso - inquiero con ironia.
- ¿Agente sumiso? - rie con ironia - quisieras.
- Ja, yo estaba por un operativo en el bar, ¿Y tu que? - pregunto con ironia - Pagaste cuatro millones por un privado, y estuviste bastante feliz cuando me frote sobre tu polla.
Tensa la mandibula.
- Nos vemos en el entrenamiento, exibicionista - dice dando media vuelta.
- Como quieras, sumiso - doy media vuelta para irme.
Entro al gimancio nuevamente y me convenzo que lo odio
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¡Hijo de puta!.
- ¿En que piensas tanto? - pregunta Zen.
- En lo mucho que odio a tu hermano - mascullo.
- Pues ya somos dos - dice.
- ¿Hacemos una cuenta de haters en instagram en contra de tu hermano? - pregunto divertida.
- Me encantaria - dice.
sonrio y vuelvo a lo mio
Lo odio, Lo odio...