1. Iɴᴠᴀsᴏʀᴇs
𝐂𝐀𝐒𝐀𝐍𝐃𝐑𝐀 𝐌𝐈𝐑𝐀𝐁𝐀 𝐇𝐀𝐂𝐈𝐀 𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐂𝐈𝐎, su mente viajaba por todos esos dolorosos momentos que a su corta edad tuvo que pasar, una chica de tan solo 18 años, con el peso de 12 clanes en sus hombros, guerreros, madres, padres, todos observandola todo el día, todos los días, esperando que haga algo mal para echarle en cara sus errores
Tan solo era una niña cuando fue vendida, no sabía lo que pasaba a su alrededor hasta que estuvo lo suficientemente involucrada, Casandra Stark es considerada la mujer más hermosa de los 12 clanes, lastima que muchos crean que ella solo es una cara bonita porque nadie jamás logro conocerla lo suficiente antes de que su esposo hiciera que los lobos lo despedazaran
Un ruido la hizo volver a la realidad, se giro un poco para ver de quién se trataba y pudo ver a su esposo entrando en la habitación, totalmente desnudo y algo que la hizo estremecerse completamente, ella no se inmutó, simplemente siguió sentada en la cama, sintiendo como era el quien la tomaba por las caderas moviendola como si de una muñeca se tratara
El asco, dolor y miedo inundaron todo su ser mientras el hombre la desvestia, tocandola con lujuria, haciéndola sentirse sucia
El choque de ambas caderas lo único que le causaba eran nausias, las lágrimas caían por sus mejillas, debía soportar, no podia desistir a esta unión o su propio hermano la mataría
Debía seguir o su hermanito, su pequeño angel como ella lo llamaba, moriría en manos del hombre que ahora la tocaba como si fuera su dueño y en parte lo era, su hermano la vendió por dinero, sin importarle lo que su hermana sentiría, lo que viviría desde esa noche
Luego de haber complacido a su esposo ella solo se quedó acostada, las lágrimas hacían sus ojos arder, los labios le temblaban, clavaba sus uñas en las palmas de sus manos buscando encontrar un dolor más fuerte del que ya sentía
Su esposo por otro lado, al terminar simplemente salió de la habitación dejándola sola, llorando, la dejó sintiéndose sucia
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-cuanto más piensa aguantar esto mi señora?- la voz de la chica a su lado la hizo volver a la realidad.
-este es mi destino Aymara, los dioses lo eligieron así- murmuró Casandra aunque una parte de ella también se preguntaba hasta cuando aguantaría.
-no quiero contradecirla pero este no es el destino que los dioses le dieron, fue el destino que su hermano la obligó a tomar- aunque ella solo era una criada siempre se mostró honesta, dándole sus opiniones a la chica, algo que la joven apreciaba mucho.
-aun así, no creo que haya otro destino para mi que no sea aquí, siendo la esposa de Khal y con el peso de los 12 clanes en mis hombros-
-supongo que nunca lo sabrá si sigue aquí presa mi señora, le puedo apostar que allá afuera hay mucho más que ser la sombra del rey- ambas compartieron una pequeña sonrisa.
Casandra se quedó pensando en lo que su amiga le había dicho, talvez tenía razón, o si la tenía pero ella lo sobrepensaba, siempre soñó con correr por los bosques, por ver las flores, un hermoso atardecer. Pero lo único que siempre vio fueron las paredes de su habitación
-¿que piensa decir sobre los invasores?- Casandra la miro sabiendo de quienes hablaba.
Suspiro pensando en la gente del cielo, habían caído en un territorio peligroso, ellos no sabían nada sobre la tierra, su pueblo los querían muertos y era consciente de eso
-prepara mi caballo, saldré un poco- fue lo único que dijo mientras se levantaba.
-como lo ordené mi señora- la joven salió de la habitación así como su reina le había ordenado.
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Empezaba a amanecer cuando la peli Blanca salió de su pueblo, cabalgando a un paso prudente, observando a su alrededor fascinada con lo que veía
Los árboles tan verdes como se los imagino una vez, el hermoso amanecer de una combinación entre amarillo y naranja en el cielo, el viento chocando con su rostro, moviendo su cabello mientras cabalgaba
-muy bien muchacho, tu te quedas aquí si?- le hablo a su caballo mientras bajaba de este dando un salto.
Acaricio el pelaje del animal antes de empezar a caminar por el bosque, los rayos de sol empezaban a notarse cada vez más
Escucho unas voces no muy lejos de donde estaba así que se ocultó trepando un árbol para que no pudieran verla
-no voy a volver-
-oigan, donde está John?- la voz de una chica se escuchó.
Luego se escucharon algunos susurros inaudibles para Casandra, un golpe seco la hizo asomarse y ver que había un cuerpo inerte en el suelo
-no debimos cruzar el límite-
-ya podemos volver?-
Aún escondida pudo ver que habían varios de los suyos rodeando a los chicos del cielo, sabía lo que harían y no le agradaba nada
Quería salir de su escondite y advertirles pero los matarían a todos si sabían que la reina estaba allí también
Los chicos empezaron a correr, por error separándose todos, haciéndole más fácil el trabajo a los terrestres
Ella los seguía por los árboles, moviéndose fácilmente, el escabullirse siempre fue un don en ella
Pudo ver como uno por uno eran asesinados, por lanzas y trampas
Una chica que no estaba con el grupo llamo su atención, estaba herida y pertenecía a la gente del cielo, lo supo por su vestimenta
Un terrestre le tapó la boca ocultandola detrás de un árbol, Casandra pudo reconocer fácilmente a su amigo ayudando a la pelinegra así que con un poco de esfuerzo bajo del árbol cayendo detrás de ellos
Lincoln se giro rápidamente colocando un cuchillo en el cuello de su amiga pensando que talvez era alguien desconocido
-vaya forma de saludar a una amiga- hablo en su idioma, con algo de sarcasmo en su voz.
-crei que eras alguien más- este hablo volviendo a tomar del brazo a la chica del cielo para que se levante.
-esa no fue la bienvenida que esperaba sinceramente- Casandra bufo mientras caminaba a su lado siendo seguidos por la chica.
-que haces aquí? Es muy peligroso para ti- este se detuvo cuando la pelinegra lo hizo.
-mi pierna, necesito descansar-
-ayudala, ya la salvaste así que no te cuesta nada cargarla o si?- Lincoln miro a su amiga antes de caminar haci la chica y hacer lo que le dijieron, la cargo.
-la chica de allá la conocía y si ella esta se que también mi hermano lo está, porfavor tienes que ayudarlo, también lo van a matar- el desespero de la chica por salvar a su hermano hizo el corazón de la reina oprimirse así que se detuvo, haciendo que los otros dos la miraran.
-los distraere, llévala a tu cueva donde estará a salvo- tras un asentimiento ella se alejó de donde ellos estaban y empezó a buscar al hermano de la chica.
No sabía quien era pero si era su hermano debía ser quien más se parezca a ella