Capitulo 9
Maldita Zorra
Los sueños.
Los sueños son representaciones simbólicas de nuestros pensamientos, emociones y experiencias durante el sueño. A menudo reflejan nuestros deseos, miedos y preocupaciones subconscientes.
Soñar es algo que todo el mundo hace. Hay sueños buenos, raros, eróticos, pesadillas, etc.
Pero una pregunta que el ser humano ha tenido desde siempre es ¿Qué significan? ¿Y si en realidad no es un sueño y es algo más?
Estaba en un cuarto. Las paredes pintadas con unicornios, una cuna, un bebé llorando.
Estaba totalmente inmóvil, solo podía escuchar los llantos del bebé. Quería moverme para alzarlo y que dejará de llorar pero no podía. Mis pies estaban pegados al piso ¿Por qué no podía? Los llantos se volvían cada vez más fuertes y repetitivos, retumban en toda la habitación.
Mi respiración se agitaba y la desesperación comenzó a apoderarse de mí. Empecé a mirar para todos lados, pero no encontraba nada que me ayudara.
En todo el ruido que generaba ese llanto el sonido de la puerta del cuarto intentando abrirse se escuchó. El picaporte se movía con rapidez. Se notaba que la persona que estaba del otro lado intentaba abrirla con todas sus fuerzas.
¿Pero por qué quería abrirla? ¿Y si era un ladrón?
Lu…
¡Y si quería hacerle algo al bebé y por eso lloraba!
Lu…
¡Tenía que hacer algo! ¡No podía quedarme quieta! Tenía que reaccionar.
Lu reacciona.
¡Reacciona maldita sea!
—¡Lu!
Me levanté de la cama de un solo salto, dejando todas las sabanas y cubrecamas desatendidas. Mi respiración estaba agitada. El corazón me latía a mil, casi sentía que se me iba a salir del pecho. Las manos me temblaban y mi cara estaba completamente sudada.
—Lu, solo fue un sueño.—Escucho la voz de Hermione tratando de calmarme.
Apenas vi su rostro no dude ni dos veces en abrazarla. La abracé tan fuerte como nunca lo había hecho antes a otra persona. Se sintió tan reconfortante que ella estuviera ahí.
—Había un bebé.. Y ¡Alguien quería hacerle algo! Her, te lo juro alguien iba a hacerle algo y yo… ¡No podía, no podía…— Intente explicarle, pero las palabras no me salían, solo estaban sueltas en oraciones que eran incoherentes.
—Tranquila… Solo fue una pesadilla, el bebé no existe. No fue real.
—P-pero se sintió tan real.
—Pero no lo fue Lu.
Mi respiración se empezó a calmar lentamente en cuanto nuestro abrazo se volvía más duradero. Hasta que me separe de ella y lleve las manos al cabello haciéndome una bolita, mientras me cubría el rostro entre medio de mis rodillas.
—Lu, los sueños no son reales, ¿recuerdas? Solo es tu imaginación.—Sentí como su mano se apoyaba en mi espalda y me daba unos suaves masajes.
—Lo sé, pero…—Levante mi cabeza para mirarla—Juro que se sintió como si estuviera ahí de verdad.
—Eso es lo hacen los sueños. Se sienten reales, pero no lo son.
Mire a mi amiga todavía algo asustada por mi pesadilla y respire lo más hondo que pude. Hermione tenía razón, los sueños no son reales, no existen ¿Pero por qué sentía una sensación rara en el cuerpo?
No era la primera vez que tenía una pesadilla, cuando era niña solía tener varias. Hasta era sonámbula. Pero jamás me había sentido de esa manera. Siempre que despertaba del sueño me tranquilizaba, por qué sabía que era solo eso. Un sueño.
Esta vez se sentía distinto. Todavía seguía el nerviosismo en mi cuerpo. Todavía estaba asustada por lo que había pasado. Y no me podía sacar de la mente a ese bebé.
¿Lo más extraño de todo esto?
Era el mismo bebé que había visto cuando mi mano y la de Mattheo se tocaron.
Con la excepción de que esta vez, se había sentido más real que nunca.
—¿Quieres que duerma contigo?—Me pregunta Hermione.
—No, estoy bien. Pero gracias.
—¿Segura?
—Sí, mejor ya vamos a dormir. Mañana tenemos clases temprano.
La verdad es que no lo estaba. No pude pegar un ojo en toda la noche, seguía pensando en todo lo que ocurrió. Seguía preguntándome cosas que no tenían respuesta. Aun así sentía que Mattheo tenía que ver algo con esto. Pero tenía que averiguar el porque.
Al día siguiente la cara de zombie se hacía notar más que nada en mí. Normalmente, Harry siempre hace un chiste o algo referido a eso, pero esta vez no dijo nada, creo que porque mi rostro de: me quiero matar le hizo entender que no estaba de humor para chistes.
Tenía los ojos puestos en mi plato de cereal. Los ruidos y gritos del gran comedor retumbaban en mi cabeza. No estaba comiendo nada, solo revolvía el cereal con la cuchara. Como siempre tenía la mente en otro lado, como yo suelo decirlo estaba en “el limbo” y se me hace difícil salir de ahí. Claro a menos a que alguien me haga salir.
—Buenoss diass—La voz de George hizo que saliera de inmediato.
Mire a mi costado y ahí estaban los gemelos. Ambos se sentaron en la mesa. Note que Fred me observo por un momento. Su mirada estaba acompañada de una pequeña sonrisa. Le devolví la sonrisa, pero con muy poco ánimo. Ni siquiera sé si llegue a sonreírle fue más bien una especie de señal hacia el de que no era un buen día para mí.
—Adivinen.—Dice George con entusiasmo y saca un papel algo arrugado de su túnica, dejando en el medio de la mesa.
—¿Qué es eso?—Le Pregunta Ginny mirando el papel desde lejos.
Hermione se acerca y toma el papel en sus manos—¡¿Fiesta Slytherin?!—Pregunta mientras lee del mismo, mientras alza la mirada hacia los gemelos.
—¿Desde cuándo los Slytherin hacen fiestas?—Pregunta Ron, con un tono molesto.—No esperas que vayamos ¿o sí?
—¿Por qué no? Es una fiesta, me gustan las fiestas.
—No pienso ir George. Además, no-
—¡Shh, cállate!—Interrumpe a su hermano haciendo que se calle.—Granger, prosigue.
—Todas las casas están invitas…—Lee Hermione y suelta el papel en la mesa.—¡Qué perdida de tiempo, ya estamos en exámenes!
—Ves, técnicamente si estamos invitados.—Le señala, mientras mira a Ron. Pero él no dice nada. —¿Tú que dices Harry?—Pregunta, mirando ahora al amigo de su hermano.
—No lo sé, no me caen bien los Slytherin. No creo que sea buena idea ir a unas de sus fiestas.—Admite Harry mientras se rasca la cabeza.
—Tú siempre dices que están metidos en cosas raras. ¿No crees que sería bueno ir a investigar?—Dice George con un tono convencedor en su pregunta.
—Bueno, podría ser…-
—Genial, iras.—Dice con entusiasmo, sin dejarle terminar la oración a Harry—¿Y tú?—Le pregunta ahora a su hermano.
—Bien, si Harry va yo también.—Le responde el de mal humor.
George no dice nada y ambos gemelos se quedan mirando a Hermione esperando una respuesta de ella a la invitación. Ella los mira y ambos levantan la ceja en tono de pregunta.
—No pienso ir a una fiesta. Y menos si es de Slytherin.—Les responde.
—Bueno, supongo que seremos nosotros 4.—Menciona George con una sonrisa.
—¿Y tu Lu?—Fred me mira preguntándome— ¿Quieres venir?
Se creó un silencio en la conversación. Levante la cabeza mirando a Fred y luego al papel. Él me quedo mirando atentamente esperando mi respuesta. Tal vez si sería otro día hubiera dicho que sí. Pero, este no era de esos días.
Mire el papel y lo tome con mis manos, efectivamente decía que todas las casas estaban invitadas y que iba a ser en la sala común de Slytherin la noche de este sábado. No decía la hora exacta, pero supongo que sería tarde.
—Yo… No creo.—Dije mientras tenía el papel en mis manos.—Lo siento chicos, tal vez la próxima.
Y deje el papel, para volver a mirar mi cereal. El silencio en la conversación siguió, nadie dijo nada. Me sorprendió un poco, pero no le preste atención.
Y como si el dicho hablando de roma fuera algo tan real, una voz se acercó a nuestra mesa y empezó a hablar a mis espaldas sin que yo me diera cuenta.
—¿Ya se enteraron de la fiesta? Qué bueno, todos están invitados.
Levante mi cabeza de inmediato. Reconocí esa voz irritante al instante. No me di vuelta, ni dije nada. Mire a Ginny y pude ver como sus ojos literalmente sacaban odio de los iris.
—Lamentablemente, las sangres sucias no tienen entrada. Nada personal Granger, ya sabes reglas de Slytherin.—Dice en un tono “amable” pero es obvio que solo es falsedad.
—¿Las sangres sucias no entran pero las zorras si? Qué reglas tan estrictas tienen en Slytherin eh.—Comenté, y la voz se calló de inmediato.
—Hola Lu, no te había visto.—Dice con una sonrisa fingida y ahora si me giro para ver su cara.
—Hola Pansy.
Pansy Parkison. Es como la princesa de Slytherin. Como si de su grupito de amigos se tratase, también tenía una pequeña rivalidad con ella. Es más, un odio mutuo. Pero en código de chicas claro, nos decimos cosas una a la otra y hacíamos como que nos caímos bien fingiendo una sonrisa.
Esto empezó hace unos años atrás. Cuando era niña, debo admitir que me llamaba un poco la atención Draco. Me gustaba, pero jamás se lo había dicho a nadie. Era un secreto.
El caso es que había escrito en mi diario, todas las veces que él me había molestado y de lo mucho que me gustaba que él lo hiciera aunque por fuera fingía odiarlo.
Un día, estábamos en clases y me choqué sin querer con Pansy. Al hacerlo mi diario se calló al piso y una hoja suelta del mismo que decía todos mis sentimientos hacia él.
Pansy la junto y empezó a leerla en voz alta como si fuera de ella. Le pedí repetidamente que dejara de hacerlo, pero claro, no lo hizo. Lo leyó para toda clase con una voz burlona y riéndose de las estupideces que escribía en él.
Recuerdo que casi toda la clase se río de mí incluyendo Draco. Mi corazón de mi niña de 13 años se rompió en ese momento.
Y es por eso que desde ese momento Draco me comenzó a molestar mucho más que los años anteriores. Pero esta vez ya no me gustaba que lo hiciera, me molestaba de verdad.
Y desde entonces Pansy y yo hemos tenido ese odio mutuo entre nosotras.
Ella y Draco siempre solían estar juntos. Bueno hasta el día de hoy. Ya lo dije son: “Los príncipes de Slytherin”
Pero esta vez me llamo la atención de que estuviera sola. Sin Draco ni su grupito. Lo que me hizo preguntarme: ¿Dónde está Malfoy? Ellos dos siempre están juntos.
Ahora que me pongo a pensar. No lo había visto en casi toda la semana después del accidente de la mano. Fue como si desapareciese de Hogwarts.
—En fin, los veo luego. Fue un gusto verte Lu.—Agrega, sonriendo y se aleja para su mesa.
Hago lo mismo que ella, y apenas se va cambio mi cara de nuevo a la seriedad que llevaba antes. Veo como se sienta en la mesa de Slytherin, y observo un poco más para ver si Draco está ahí, pero no lo está. ¿Por qué será?
—Ahggg ¡La odio! ¡Es, tan…—Empieza a decir Ginny intentando criticar a Pansy, pero sin encontrar la palabra correcta—¡No sé que es, pero me cae mal!
Mi mirada seguía en la mesa de Slytherin. Mattheo estaba ahí. ¿Cuándo llego? ¿Cruzo en frente mío y no me di cuenta?
Estaba sentado al lado de su hermano. Ambos estaban serios, sin hablar entre ellos ni con nadie más de la mesa. Y como siempre, Mattheo estaba escribiendo en su cuaderno. Tenía el plato del desayuno al lado de él, se notaba que ni siquiera lo había tocado por estar concentrado escribiendo.
Me pareció gracioso que siempre lleve su cuaderno para todos lados. Como si fuera un diario íntimo. Tal vez era eso lo que escribía ¿Un diario?
Y entonces una estúpida sonrisa, se me escapo. La primera real que había tenido en todo la mañana. Pero de repente alguien me toca el hombro haciendo que eso se desvanezca y me gire en esa dirección.
—Gracias por eso. No tenías que hacerlo.—Dice Hermione, un poco apenada.
—Para algo están las amigas ¿no?—Digo con una sonrisa—Además lo que dije es cierto, es una zorra.
Hermione me miro como una madre retando a su hijo por decir una mala palabra. Pero sé que ella también pensaba igual.
Inevitablemente volví a centrar mi vista en donde la tenía antes. Y todo seguía igual, Mattheo seguía escribiendo, pero esta vez estaba solo. Su hermano se había ido. Pero como si nada mi ceño se frunció y por alguna razón sentí como la sangre me hervía por las venas.
Pansy se había sentado junto a él. Y no solo eso. Le estaba tocando el hombro.
Parecía que estaban hablando, tal vez ella lo invitó a su estúpida fiesta y por eso hablaban. No había visto hablar a nadie con Mattheo desde que llego. Es más, creo que él no es mucho de hablar.
¿Qué hacía hablando con ella? ¿Por qué hablaba con ella?
¡Basta, deja de darle importancia!
Maldita Zorra Parkison.
—¿Saben qué? Si iré.—Solté.
—¡¿Enserió?!—Pregunta George, entusiasmado con mi respuesta.
—Sí, va a ser divertido.
—¿Qué te hizo cambiar de opinión?—Me pregunta Fred.
—Nada.—Digo mientras me encojo de hombros.
Veo como Harry me mira como si estuviera sospechando de mí. Me observo durante unos segundo hasta que dijo:
—Adivino. ¿Quieres arruinarle la fiesta no?—Me pregunta bromeando.
—Sí, voy a arruinarle la fiesta a esa Zorra.
—Esa es mi hermana.
NOTA DE AUTORA:
Holaa holaa ¿como estann?
Si hay una fiesta, es obvio que se va a poner interesante la cosa jeje.
¿Que creen que signifique el sueño de Lu?
¡Gracias por leer!
Mar.