Luego de tener su primera vez, tomaron sus turnos para darse un baño, Juan fue primero e Iván después, se quedó volviendo su celular mientras el menor estaba en el baño, al salir le sonrió a su novio muy feliz, Iván dejó un beso sobre su frente y le recordó que estaba muy orgulloso de él.
Mientras el mayor estaba en la ducha, Juan comenzó a ordenar el cuarto, guardando la vaselina en su cajón y luego llevó la caja con los dos preservativos restantes a la cajonera de Iván, el cajón estaba abierto.
Frunció el ceño al ver un cuaderno, tenía escrito "Iván Buhajeruk " en una etiqueta pegada a la tapa.
"¿Será su diario íntimo?" Pensó, sintió a JG cerca.
"¿Un tipo de veintitrés con un diario íntimo? Algo ridículo."
"Cállate, es mí ridículo."
La curiosidad pudo más que él, y espió la primera hoja de aquel cuaderno, creía que sería una agenda, o algo así, pero le parecía raro que nunca había visto a Iván usar ese cuaderno.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y su corazón comenzó a latir más rápido.
Descubriendo el Trastorno de Identidad Disociativo... El Proyecto "Juan Guarnizo. murmuró, sintió como todo su cuerpo comenzó a temblar. "¿Se puede vivir con TID?"
"Que maldito..." dijo JG, enojado. "Es igual a todos los demás."
Juan estaba confundido, quería encontrar alguna otra explicación, algo que no fuera lo que estaba pensando.
"¿Nos usó para un puto proyecto?" Se preguntó Juan.
"Estudia psicología, qué esperas de él."
Comenzó a negar, sus ojitos se llenaron de lágrimas.
Tomó el cuaderno y siguió pasando las páginas.
"Mí nombre es Iván Buhajeruk y fui designado como compañero de cuarto de Juan... Gracias al Señor Nicolás por arreglar nuestra convivencia... E-estoy aquí para estudiar al sujeto con Trastorno..." sollozó, limpió su rostro y continuó. "De Identidad Disociativa... Y presentar mis observaciones en el trabajo final del año... Frente a t-toda la clase..."
Negaba y limpiaba sus lágrimas, sintió su corazón doler como nunca antes.
— ¿M-me usó para su tarea? — Preguntó en voz alta, aunque quería hablarle a JG — ¿Todo fue... Para eso?
Necesitaba más respuestas, así que continuó pasando páginas y páginas, vió que había fotos de él, un dibujo de una mano cuando Sebastián los había lastimado tiempo atrás, y hasta una copia de la ficha de identidad que guardaba la escuela, allí donde estaban sus datos personales y más información muy específica, desde la dirección de sus padres, o de su casa, hasta su diagnóstico y el contando de su psicólogo y de su médico de cabecera.
— El Señor Nicolás insiste en ganarme la confianza de Juan Guarnizo... Y-y de los demás para poder indagar más profundamente en su TID...
"No es igual que los demás, es peor" dijo JG.
Se adelantó casi al final.
— Juan me ha revelado su pasado, y el por qué de la existencia de Sebastián... Juanito, Bunny...J-JG y él...
Tuvo que cerrar el cuaderno y llorar para intentar quitarse esa sensación en su pecho, ese corazón roto.
Pensó en lo lindo y lo atento que siempre había sido Iván, en cómo se había enamorado de él, y de su actitud tan buena, siempre había sido demasiado bueno como para ser real.
Y se sintió como un tonto, como un completo idiota.
"¿Quién es su sano juicio te amaría de la forma que crees que Iván te ama?" Pensó, había sido muy ingenuo.
"Juan, debes irte" dijo JG, sentía su cuerpo mareando, sabía que su protector iba a cambiar de lugares, e iba a tomar el control.
Pero debía decirle a Iván lo que pensaba, él podía defenderse sólo.
Se levantó algo tambaleante, al llegar a la puerta del dormitorio, en ese preciso momento, la puerta del baño se abrió y allí estaba Iván, con su cabello mojado y una toalla sobre sus hombros, vestido con su pijama, sonriendo tan lindo como siempre.
Aunque la sonrisa del mayor se borró al ver las lágrimas en sus mejillas y el cuaderno en sus manos.
— Creí que eras diferente. — Dijo Juan, su voz sonaba rasposa y dolida. — Creí que me amabas en serio... Pero solo soy un proyecto para tu clase, ¿No? Sólo soy una tarea... Todo este tiempo lo fui.
— Juan, no es..
— Pero yo soy el tonto, ¿Lo sabes? Yo soy el tonto por confiar en ti y por enamorarme de ti, soy un completo imbécil, pero tú, Iván... Eres una persona horrible.
— No, Juan, déjame explicarte.. — Quiso tomar su rostro, pero recibió un empujón que lo apartó.
— No vuelvas a acercarte a nosotros, nunca jamás. — Su voz grave, su rostro serio a pesar de las lágrimas.
— Juani, yo no estoy haciendo ese trabajo, lo abandoné, porque no quiero aprovecharme de ustedes.
— Pero igual lo hiciste, sí te aprovechaste de nosotros. — Dijo, enojado. — Y te aprovechaste de Juan aún más, te tomaste todo el trabajo de enamorarlo y de ser bueno con él, todo era mentira.
— ¡Yo también estoy enamorado de Juan!
— ¿Cómo voy a saberlo? ¿Cómo podemos confirmar en ti después de esto?.. — Alzó el cuaderno, luego negó y allí estaba Juan mirando con dolor en sus ojos. — E-es muy cruel de tu parte, Iván.. Todo lo que has hecho.
El castaño se dió media vuelta, tomó un buzo y una bufanda, y se los colocó rápidamente para salir del cuarto.
— ¿A dónde vas? — Tomó su mano pero el castaño lo empujó una segunda vez, lejos de él.
— A cualquier lado donde no estés tú — Dijo, aún llevaba el cuaderno bajo su brazo. — No voy a permitir que nos lastimes mas de lo que ya nos han lastimado. — Añadió, con su voz rota, al salir de allí le dejó el mando a JG de nuevo, para que lo llevara lejos.
Se fue y cerró la puerta con fuerza.
Iván sentía ganas de llorar, debió haber lanzado ese cuaderno a la basura en cuanto decidió no seguir con aquel horrible proyecto.
Se colocó unas botas de invierno, se abrigó y salió del cuarto, tenía las llaves para regresar y su celular, de inmediato llamó al número del menor, y esperó varios tonos, pero nunca atendió.
Volvió a insistir, salió del edificio de departamentos de la Universidad, bajando los pocos pisos de escaleras que tenían hasta llegar al exterior.
— Contesta, por favor.. — Murmuró, como si eso fuera a cambiar algo.
Sintió el frío aire del invierno y sólo pudo pensar que Juan no llevaba suficiente abrigo, lo había visto salir con un simple buzo y bufanda, y las oscuras nubes en el cielo indicaban que iba a volver a nevar pronto.
Estaban a mitad del invierno, y el frío era muy pesado.
— Siempre tan estúpidamente impulsivo. — Dijo, y continuó buscándolo, pensando a dónde podría haber ido.
[..💔..]
JG estaba muy enojado, y se alejó de la universidad lo más que pudo, llevándolos lejos.
— No trajiste abrigo suficiente, nos vamos a enfermar.. — Masculló.
"No volveré allí..." Dijo Juan. "Ni siquiera a buscar un abrigo más, no pienso volver a verlo."
Sintió a Juan llorar, su tristeza continuaba invadiendo el cuerpo, dándole una sensación de vacío en su pecho.
Les costaba controlar los cambios cuando alguno de los Alters tenía una emoción muy fuerte, simplemente querían sacar sus sentimientos al exterior, y para eso necesitaban el cuerpo.
Se esforzó por llevarlos a un lugar que considerara seguro, pero se le hacía difícil controlar la sensación del cambio de mando, comenzaba a marearse, no pudo ir muy lejos, llegaron a un parque algo familiar ya habían estado allí antes, era la tarde y comenzaba a oscurecer de a poco, no había mucha gente, y JG se sentó en un banco para poder llorar en paz, sintiendo el mundo dar vueltas, y estando completamente solos.
Juan volvió a tener el control, y lloró un rato largo.
Cuando pudo calmarse un rato más, volvió a tomar el cuaderno de Iván, y volvió a abrirlo, pasando por las páginas.
Encontró que Iván había escrito cada encuentro que había tenido con los otros Alters, descubrió que el peluche de conejo no era un regalo, sino que era intencional para que Juanito se apareciera.
Eso hizo enfurecer aún más a JG, porque él era el cuidador de todos, y especialmente del pequeño.
Todo parecía revelar una traición tras otra.
Intentó aguantar el llanto mientras seguía descubriendo, página por página, todo lo que necesitaba saber, necesitaba ver por sí mismo que todo el cariño, toda la relación que había tenido con Iván, era una mentira.
— Juan es muy lindo.. — Leyó, estaba al final de una de las páginas, como una nota extra, buscó del otro lado a ver si aquello seguía, pero era solo eso.
Era lo que siempre le decía, que era lindo, que era hermoso.
Vió como Iván comenzó a escribir sus encuentros en forma de anécdota, como si de verdad, fuera un diario.
— A-a Sebastián le gusta mucho el chocolate, compré unos cuantos para él... Es muy tierno.
Otra nota, otra nota bonita, sin más, sin continuación, se quedaba sentado allí, temblando del frío helado del invierno, viendo unas palabras bonitas escritas en una letra bonita.
Llegó de nuevo a la página donde Iván contaba lo que le había confesado, su máximo secreto, sus traumas y dolencias de una infancia destruida.
— Juan me ha revelado su pasado, y el por qué de la existencia de JG, Juanito, Bunny, Sebastián, él.. Todos nacieron por una injusticia, y no tienen la culpa de vivir algo como e-eso.
Al voltear la página, vio todo tachado, con rayas hechas con la lapicera negra que había usado para escribir todo el cuaderno, tanto que no se podía distinguir nada de lo que ponía.
Al final, había una nota.
"Su pasado no les incumbe a nadie... Ni siquiera a m-mi... La confianza se quedará conmigo, y esa historia también... No importa lo que el S-Señor Nicolás insista con esto... Deje a Juan y a los demás en paz..."
Sintió las lágrimas en sus mejillas, estas dolían porque el frío hacia que todo doliera un poco más, temblaba de forma furiosa.
Se limpió el rostro de nuevo, para ver la nota, que continuaba.
— L-los amo... Más que a n-nada en el mundo... — Su voz se fue apagando conforme el llanto volvía a surgir.
Iván no había hecho nada, había cambiado tanto desde el comienzo hasta el final, se notaba en todo lo que escribía, en sus palabras.
"Pero eso no quita que haya empezado a llevarse con nosotros por un trabajo de investigación, quería estudiarnos igual."
Juan negó, no podía ser.
En la siguiente página tuvo la respuesta que tanto necesitaba.
— E-el Señor nicolas insistió tanto en mí para hacer esto... Que no pude pensar claro en qué me estaba metiendo, sabía que estaba mal desde el principio... No quiero seguir este proyecto, cambie mucho de opinión... Y-y voy a abandonar este cuaderno...
Sonrió un poco, su corazón se sintió algo mejor, se sintió algo mareado, ya no sentía frío, pero sólo sabía que Iván no había hecho algo malo.
Él había sido malo.
Recordaba cómo no lo había dejado explicarse, le había dicho que era una persona horrible, que se alejara, que no los molestara nunca más...
Había sido cruel, lo había arruinado todo.
— E-es la única persona que no se aleja de mí... Que no me rechaza porque sí y y-yo... Yo la alejo.. — Murmuró, sintiendo la culpa en su interior, tenía náuseas, la presión en su pecho no lo dejaba respirar, vió al mundo oscurecerse, preguntándose cuando se había hecho de noche, o cuando había comenzado a nevar.
Sentía frío, mucho frío.
De pronto sólo pudo pensar en regresar con Iván y rogarle, que lo perdonara, y disculparse, pero no pudo siquiera ponerse de pie.
Sus párpados se hicieron pesados y sintió a cuerpo caer sobre la banca, aún con su última mirada del mundo estaba sólo, perdido, y su último pensamiento fue que Iván no lo buscaría.
— 2002 palabras 💪🏻—