Capítulo 62 El obediente Mo Sihan
Mo Sihan miró al guardaespaldas.
Los guardaespaldas entendieron lo que quería decir Mo Sihan. Uno de los guardaespaldas respondió respetuosamente: "La señorita Gu nos pidió que los enviáramos a la comisaría".
Mo Sihan levantó la mano y dijo: "Bájelos".
"Sí."
Seis de los guardaespaldas llevaron a esos gánsteres a la comisaría.
Otros cuatro se quedaron en la tienda para ayudar con la limpieza.
La cara de Mo Sihan siempre ha sido fea. Gu Yan la vio, dudó por un momento, sacó un caramelo de conejo blanco grande, lo peló y lo puso en los labios de Mo Sihan, "Sihan, estoy bien".
Mo Sihan obedientemente se llevó el caramelo a la boca.
No le gusta comer algo demasiado dulce. Gu Yan se lo dio. Se lo comerá sin dudarlo.
Incluso si Gu Yan lo alimentó con veneno ...
Mo Sihan estaba realmente molesto por sí mismo. No podía correr al lado de Gu Yan la primera vez. Incluso si Gu Yan sufriera una lesión menor, se culparía a sí mismo.
"Pequeño humo, no corras esos riesgos en el futuro, ¿eh?"
Gu Yan se encontró con los ojos de Mo Sihan, su corazón tembló y finalmente asintió con la cabeza, "Está bien".
Una sonrisa apareció en el rostro de Mo Sihan.
La velocidad de esos guardaespaldas es muy rápida, menos de quince minutos, se han limpiado.
Es solo que no quedan más antigüedades en la tienda.
A Gu Yan le preocupaba que la familia Chen enviara a alguien para destrozar la tienda.
Cada una de las antigüedades que tenía a mano era genuina, Gu Yan no quería que fueran destruidas.
A continuación, dijo: "Si Han, puedes ayudarme a encontrar tres guardaespaldas capaces para visitar la tienda. El tiempo no debería ser largo. Yo pagaré el salario".
Al escuchar esto, Mo Sihan miró a los guardaespaldas que estaban limpiando, "Quédense".
"Sí", respondió respetuosamente el guardaespaldas.
Mo Sihan se volvió hacia Gu Yan nuevamente y dijo: "Xiaoyan, no necesitas pagar más por el salario del guardaespaldas. Están en mi lugar y todos están inactivos. Sería mejor arreglar algo para que ellos hicieran".
Los guardaespaldas: "..."
Presidente, ¿está realmente bien que abra los ojos y diga tonterías como esta?
Gu Yan no dudó de las palabras de Mo Sihan.
Ella asintió con la cabeza, "Está bien".
Zheng Fei se sintió completamente aliviado cuando vio esta batalla.
El backstage de Gu Yan no es pequeño, y debería poder controlar a la familia Chen.
Gu Yan se hizo cosquillas en las comisuras de los labios: "Tío Zheng, puedes calcular la pérdida de la tienda de antigüedades e iremos a la familia Chen para obtener una compensación al día siguiente".
——
Después de que empujaron a esos gánsteres a la estación de policía, el gángster encontró la oportunidad de contactar a Chen Rui y les contó todo sobre el asunto.
Chen Rui es el padre de Chen Ting.
El rostro de Chen Rui se hundió cuando escuchó la noticia.
No necesitas pensar en eso. Las antigüedades de Zheng son sus manos.
El matón suplicó: "Dong Chen, has dicho que si algo sale mal, ayudarás a resolverlo. No puedes morir sin salvarlo".
Chen Rui dijo con voz profunda: "Yo lo manejaré".
Después de hablar, colgó el teléfono.
Se puso en contacto con el líder del Departamento de Policía de Jiangcheng, Quan Jijun.
Quan Jijun dijo avergonzado: "Dong Chen, me temo que no puedo ayudarte con este asunto".
"¿por qué?"
"Esta es una orden de la capital".
Chen Rui estaba atónito y frunció el ceño.
Quan Jijun persuadió: "Dong Chen, deberías pensarlo, ¿a quién has ofendido recientemente?"
El colgó el teléfono.
Chen Rui frunció el ceño. Solo escuchó lo que dijo el bastardo de que la persona que quería comprar la tienda de Zheng Fei era una niña que parecía ser menor de edad, con tanta fuerza.
Pero todavía no está dispuesto.
Hay antigüedades de Zheng, y su tienda de antigüedades está en Jiangcheng, por lo que siempre estará detrás de Zheng.
Y no podía soportar ver a alguien oponiéndose a él de esta manera.
Afortunadamente, las antigüedades de Zheng fueron destruidas y destruidas. Me temo que no hay forma de volver a levantarse.
(Fin de este capítulo)