Cinzia.
Es un día Martes, una nueva compañera que hice está conmigo también es nueva...
Es del estado Lara pero cómo tiene su abuela y más familiares acá se vino a estudiar en ésta universidad, está lloviendo mucho, andamos corriendo para escondernos del profesor de educación física, es obligado que hay que hacer ejercicios mojandonos, no señor yo no me voy a enfermar.
—Metete aquí —Entramos la dos a un lugar cuándo nos damos la vuelta cerramos los ojos fuertemente—.
—En los vestidores de mujeres también podemos entrar —Jode un chico, es el vestidor de los hombres—.
—¿Qué les pasa que andan todas cansadas? —Pregunta Wilmers—.
—Está lloviendo y es ajuro que uno tiene que hacer ejercicios, no vamos a enfermarnos —El asiente entendiendo—.
Ahí está el sin franela, acababa de darse un baño...
—¡Bueno váyanse pues, no quiero que vean algo íntimo acá! —Dice un compañero—.
—Daniel tranquilo, sí llegamos a ver algo lo vamos a confundir cómo meñiques...
Cuándo digo eso toda la estancia se vuelve en risas, Soteldo, Pérez, ellos dos se ríen cómo unos locos esquizofrénicos, Daniel se hace el ofendido.
—No tienes remedio Cinzia —Llega hasta mí Yeferson para rodearme por mis hombros con su brazo derecho—. ¿Qué planes tienen?.
—Yo no tengo nada que hacer —Dice Nieves, mí nueva amiga—.
—Yo tampoco —Dice Wilmers llegando al lado de Nieves, los cuatros salimos del lugar—.
—¿Y sí vamos al cine? —Propongo yo, éstos dicen que sí de una—.
—Epa se dieron cuenta las chipas que hay en la profesora de Física y el de Matemática —Sale Wilmers—.
—Guaro sí, es verdad —Le sigue Nieves—. Tienen química.
—Cómo Yeferson y Cinzia —Me ahogo con mí propia saliva al escuchar a Wilmers, Yeferson me ayuda para dejar de toser—.
—¿Ya? —Me pregunta y asiento—.
—Sí —Digo cómo puedo aclarando la voz—. Pérez cierra la boca.
El se ríe al igual que Nieves, Yeferson parece un tómate.
Cuándo vamos saliendo de la universidad los cuatros nos encontramos con el grupo de Cristian, que raro que no está él... Parecen unos malandros éstos muchachos.
—Causa ¿Todo bien? —Viene un chico y saluda a Yeferson todo mala conducta—.
—Todo bien mí pana —Mí ceño se frunce al ver cómo los quiere imitar en su actuar—.
Wilmers niega, yo no entiendo nada, Nieves está peor, el chico nos ve, más que todo a mí.
—¿Todo bien con la nerd? —Bromea el mirándome, no me cae para nada bien—.
—Todo bien con ella.
Ellos empiezan hablar cómo si nosotros no existieramos. Le hago a los muchachos para que nos vayamos, los demás del grupo nos ven divertidos cuándo no lo es para nada.
(...)
Salimos Nieves, Wilmers y yo del cine, ya que Soteldo no se apareció nunca más, ando enojada con él. Cuándo ya estoy en mí casa les informo a todos que me fué muy bien y que me divertí para irme a la habitación, me doy un baño, ando cansada así que me voy a dormir de una vez.
El sonido del teléfono me despierta, me asusto ya que es muy raro recibir una llamada a las tres de la mañana.
—¿Qué pasó Wilmers, todo bien?.
—Cinzia, Soteldo...
Me levanto rápidamente de mí cama.
—¿¡Que le pasó!?.
—Estaba en una fiesta con los malas conductas, ahora está hecho una mierda, ya lo recogí... ¿Puedo pasar por tí para que me ayudes?.
—¡Dios!. Claro pasa por mí, me preparo rápido.
—Gracias.
—Siempre.
Tomo mí mochila para meter algunas cuántas prendas y utensilios para el aseo, me cambio de ropa y así salgo de la habitación. Toco la puerta de la habitación de mis padres, de verdad que no me quiero escapar, no sería capaz de eso.
—¿Todo bien Cinzia? —Me pregunta mí mamá toda adormilada—.
—Mami, mira, Wilmers viene por mí, es que Yeferson estaba en una fiesta y al parecer se descontroló y resultó un poco herido —Bueno tengo que decir así para que sea más creíble, ellos dos se alarman—.
—¿¡Está bien!?.
—Sí, después de todo está bien, pero Wilmers y yo lo vamos a cuidar —Asienten—. ¿Me dan el permiso?.
—Sí, sí hija... Se me cuida —Me dice mí papá, les agradezco y me despido de ellos—.
Saliendo de la casa llegando Wilmers, me subo al lado del copiloto está atrás lo sé pero no tengo la valentía de verlo, ando muy enojada con él.
—Hola Cinzia...
—Hola ¿Qué pasó en sí?.
—Pues me contaron que alguien puso droga en su bebida así logrando que estuviera drogado —Niego repetidas veces—. Después se armó una pelea, hasta él participó.
Entonces no le mentí a mí mamá prácticamente.
—Yo no participé —Me sobresalto un poco al escucharlo—.
—¿Todavía sigue drogado?.
—No, no sigue, hice que vomitara —Me informa Wilmers—.
—¿Para qué trajiste a Cinzia Wilmers? —Suena molesto—. Ahora uno no puede ni ir a fiestas.
—¡No te negamos que vayas a fiestas, lo que sí nos pone en límite es que haga cosas que no deberías hacer! —Lo enfrento enojada—.
—¡Yo no me drogue! ¿¡No escuchaste a Wilmers es!?.
—Sí, sí lo escuché pero es lo mismo... ¿¡Por qué vas a ese tipo de fiestas!? Sabiendo cómo es.
Llegamos a su casa Wilmers se baja de primero para no escuchar nuestra discusión.
—Me invitaron, ya está.
—A sí, de cuándo acá yendo a fiestas de los hombres que te jodieron la infancia —Se me sale por lo enojada que ando—.
—...
—Vamos a tú casa.
—Espera. ¿Cómo sabes eso?.
—Uno no es estúpido Soteldo, sí nunca me ibas a contar tarde que temprano me iba a enterar.
Bajo primero del auto para ayudarlo así me ponga resistencia, anda mareado... Entramos a la casa y con ayuda de Wilmers lo ayudamos a que se acueste.
Cuándo todo está tranquilo Wilmers llega hasta mí para decirme algo.
—Me da pena Cinzia, pero tengo que irme a la casa...
—Ah no, no, tranquilo Wilmers, anda tranquilo, me quedo con Yeferson todo está bien —Le dedico una sonrisa para que se quede tranquilo—.
—Gracias... Y gracias por estar con Yeferson —Solo asiento—. ¿Vas ahora a la universidad?.
—Sí, tengo cosas por hacer, yo veo como manejo a Soteldo —Suelta una risita—. Entonces nos vemos allá.
—Vale.
Se despide de mí para salir de la casa, yo voy a la habitación de Yeferson para ver cómo está.
—Ando es muerto —Aún no está dormido—.
—Quién te manda.
Paso de largo para acomodarme mejor, él se ríe.
—¿Por qué te ríes? ¿Aún sigues drogado? —Mí humor no anda bueno—.
—Drogado por tí mí amor —Bromea en eso le lanzo una almohada—.
—No son juegos Soteldo, no sabes cómo me asusté por ésto —Cambia su semblante—. Y todos andamos enojados por el como nos dejaste plantados.
—Perdón.
—No ningún perdón, aquí nadie es Dios. No sé porqué tratas de ser cómo ellos, nadie nunca encaja en algo que no es Soteldo.
—Deja de llamarme por mí apellido por favor.
Voy al baño y me pongo algo más cómodo en eso cuándo estoy lista el llega hasta mí, me fijo en su rostro tiene un moretón.
—Yeferson.
—Sí, sí lo sé, me gané ese golpe.
—Claro que no.
Busco algunas cosas en el baño para asear ese moretón. Pasando una gasa con alcohol en el lugar afectado el me sostiene el brazo izquierdo por el dolor.
—¿Te duele mucho? —Le pregunto y el solo asiente viéndome fijamente—. Me vas a poner nerviosa.
—A veces me sorprendes por lo directa que eres.
—Es así como uno tiene que ser. ¿Por qué peleaste?.
—Empezaron hablar mal de tí... Eh, y así que.
Paro lo que estaba haciendo para verlo sin creerle, el solo me vé apenado.
—Es en serio —Asiente, no aguanto y lo abrazo tomándolo por sorpresa—. Igual no tenías porqué pararle pero muchas gracias.
—No iba a dejar que hablaran así de tí.
—Te quiero —Le doy un besito en su mejilla no golpeada—. Vamos a dormir, tengo que pararme temprano para ir a la universidad.
—Nosotros no vamos, los de mí carrera, el profesor tiene algo que hacer —Asiento—. Pero voy solo porque tú vas.
—¿De verdad?.
—Sip.
—Bueno voy a poner la línea divisoria —Tomo una sábana el pone su mano en la mía haciendo que me detenga—.
—No lo hagas... Ya es hora de dormir sin eso.
—Eh bueno —Nos acostamos, ambos mirando al techo—. ¿No has tenido más pesadillas?.
—No desde ese día mira, es raro ya que siempre las tengo seguido.
—Pero es bueno —Asiente para voltearse a mi y mirarme hago lo mismo, cierro mis ojos un ratito al sentir cómo me hace caricias en mí cabello—.
—Que me hiciste Cinzia —Suspira lo veo—. Estás haciendo de mí algo que no lo era desde hace mucho.
—Yeferson...
—No soy frío contigo y es algo que me sorprende...
—Me vas hacer llorar eh, mejor cállate —Sonrío—.
—¿Por qué demonios callar lo que siento por tí? —Me quedo estática al ver cómo se acerca pero vuelvo a respirar mejor al sentir que me besó en la mejilla—. Te quiero Cinzia.
Me quiere, me quiere, dijo que me quiere... Ambos tomamos nuestro espacio para dormir.
Que cosas ¿No?.
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By: Laqueendevzla 💘.