-Saku- escucho una voz conocida llamarme y abro los ojos. Pestañeo repetidas veces para acostumbrarme a la luz y una vez logro mi cometido, puedo ver a Ino y a Hinata a mi costado.
-¿Qué ocurrió?- pregunto con voz ronca y visualizo a la pelinegra profundamente dormida mientras toma una de mis manos.
-Ayer, apenas estábamos llegando aquí, te desmayaste.- informa Ino - Inmediatamente te trajimos aquí y Hinata no se a movido de su lugar. Dijo que deseaba ver y asegurarse de que estabas bien.- me sonríe y asiento algo dormida aún.
-¿Qué hora es?- busco el reloj
de pared, sin embargo da una hora
errónea y me hace pensar que está
descompuesto.
-Son las 12:30 del mediodía.-
mira su reloj de mano.- ¿Puedes
levantarte? Debes de desayunar
para que... Superes aquello.- sus
ojos no se conectan con los míos.
-Ino...
-Vamos, te ayudaré -aleja el
cuerpo de la pelinegra y me ayuda a
levantarme. Le sonrío triste.
-Sabes que la comida no me hará
mejorar.- aprieta mi mano y niega.
-Lo hará, tiene que.- me ayuda a
caminar hacia; muy probablemente
la cocina y siento un olor desconocido en el lugar.
-¿a qué huele?
-Naruto está durmiendo en el
sillón de la sala de estar. Estaba
preocupado por Hinata y por la mejor amiga de su alma.- explica - En parte agradezco eso, porque no sabía si podía cuidarlas a las dos.- abre la puerta del cuarto y me ayuda a sentarme en una silla.
-Gracias- hablo apenas y paso
las manos por mi rostro. Me siento cansada, demasiado cansada.
-Debes de tomar esto pone
frente a mi un vaso de extracto de zanahoria y arrugo la nariz.
-No lo haré. Huele raro.- hago
una mueca y alejo el vaso unos
centímetros de mi.
-Iré a buscar la ropa de Hinata a la mansión. Apuesto a que no me
dejarás ir sola, así que o lo tomas
o me enfrentaré a el alfa sin ti.-
empuja de nuevo el vaso hasta mis manos y la miro enojada. No puedo dejar que vaya sin mi, puede pelear con Sasuke y eso no terminaría nada bien, sobre todo para ella.
-Eres muy mala, Ino- entrecierro
los ojos en su dirección y ella alza
una ceja.
-Me lo han dicho.- asegura y
mientras la miro enojada, tomo el vaso con la mano derecha y bebo el líquido. Deja una sensación desagradable en mi boca y las ganas de vomitar llegan.
-Estás mal por lo de ayer.- suelta
feromonas que me ayudan a
tranquilizarme y toma mis manos desde el otro lado de la mesa de la cocina.- Somos como hermanas, no dejaré que te ocurra nada malo. -veo la tristeza en sus ojos y por un momento me siento mal.
-Estoy pensando en irme a otra
manada.- suelto y abre los ojos
sorprendida.- Quiero alejarme de
todo esto, Ino.
-Debo de ir a buscar la ropa.- se
aleja de mi y empieza a caminar
por el lugar. Se lo que está haciendo, trata de evitar a toda costa el tema.
-Ino... Dios- pongo la otra mano sobre mis labios y espero unos segundos a calmarme.
-¿Chicas?- la voz de Hinata
se escucha desde la puerta y ambas la miramos. Su cabello se encuentra desordenado y soba sus ojos en señal de que recién a despertado.
-Hina- me levanto de la silla, pero
un mareo hace que me vuelva a
sentar y ella corre hacia mi.
-¿Te encuentras bien?- pregunta
con preocupación.
-Sakura está asi porque...
-No he dormido bien estos días.
Eso es todo.- hablo mirando a la
Rubia vuelvo la vista hacia mi
amiga. -¿Naruto aún duerme?- cuestiono.
-Lo quise ir a levantar, pero me pareció demasiado tierno durmiendo.- sus mejillas se ponen rojas.- Saku, ¿Podrías prestarme algo de ropa? Yo- no tengo nada que ponerme.- mira su atuendo y niego.
-Iré con Ino a buscar tu ropa.- esta vez si logro mantenerme en pie y continuo.- Tu... Solo quédate aquí con Naruto.
-No deberías de ir, él podría...
-Iremos, pero por favor hazme
caso, ¿Está bien?- asiente no muy
convencida y camino hacia mi
habitación. Siento a Ino seguirme
y me mantengo callada.
-¿Por qué no dejaste que le
contara?- se pone delante de mi,
interrumpiendo mi andar y sobo mi sien.
-No necesita saberlo, solo se
sentirá peor.- la miro- Además,
él no nos acepta, si le contamos
será más doloroso.- mi corazón se aprieta al decirlo y las imágenes de lo ocurrido ayer, se reproducen en mi memoria al instante.
-Debes de decirle, es lo mejor, Saku. me ayuda a caminar y niego con la cabeza.
-Primero vayamos por su ropa,
y después hablaré con ella.- la
Rubia no dice nada y tomo su
silencio como una afirmación.
Después de unos largos minutos,
en los cuales me cambié y arreglé
con la ayuda de Ino, decido mirar
mi atuendo por última vez y bajar las escaleras con lentitud. Hoy llevo puesta una falda rosa con varios pliegues que me llega hasta arriba de las rodillas, también un polo blanco con zapatillas del mismo color y el brazalete que me regaló
Hinata, el día de ayer.
-¿Segura que puedes bajar sola?-
la chica a mi costado pregunta por décima vez y asiento.
-No te preocupes- hablo bajito y la figura de Naruto al final de la escalera me hace sobresaltar.
-¡0ye!- lo reprendo.- Ten en
cuenta que solo tu omega puede
olerte desde metros, nosotras no lo hacemos.- lo acusó y el ríe.
-Lo siento- alza las manos
en forma de rendición y sube
las escaleras hasta llegar a mí.
- Permíteme- pasa una de sus
manos tras mis rodillas y la otra
por mi espalda. Me carga estilo
princesa y yo grito. Ino ríe escucho a Hinata hacer lo mismo.
-No hagas eso- le llamo la
atención cuando me baja, y un leve mareo se hace presente. Demonios.
-Perfecto, Naruto. Ahora Sakura huele a ti.- la pelinegra arruga la
nariz mientras me huele y yo abro la puerta de la casa.
-Más te vale cuidarla.
Regresaremos lo más pronto
posible, Uzumaki.- luego de decir
aquello, ambas salimos de la casa y caminamos hacia el auto. Un largo camino nos espera.
[....]
La gran mansión se alza frente a
nosotras y por un momento deseo Volver a casa.
-Creo que no hay nadie.- la
voz de Ino rompe el silencio-
Deberíamos de aprovechar esto e
ingresar. No deseo volver.- toma mi mano y sin dejarme protestar abre la puerta principal.
-Es ilegal ingresar a una casa de
esta manera.- me suelto de Su
agarre y la veo rodar los ojos.
-Solo no hagas mucho ruido y no habrán problemas.- nos acercamos a las escaleras que dan con las habitaciones de todos los integrantes de la casa y la pelinegra me voltea a ver.- Yo subiré, tu me esperas aquí. ¿Okay? Aún no te encuentras bien para hacer mucho trajín.- asiento aún desconfiada y da unos pasos hasta abrazarme.- Volveré rápido, iremos a casa y hablaremos acerca de tu ida a otra manada.- sonrío y sin más ella se da la vuelta para empezar a correr por las escaleras y tomar las cosas. Suelto un suspiro cansado y por primera vez en todo el día, siento parte de la inquietud de mi omega.
-Esto es...- mis palabras se
quedan en el aire, cuando un fuerte olor a fresas y canela me envuelven aturdiéndome.
-Saku, ayúdame- su petición me
hace voltear y me sorprendo al verlo en ese estado.
-Sasuke- murmuro y me acerco
a él con pasos lentos. Su cabello
se encuentra completamente
desordenado en todas las
direcciones posibles, lleva un polo blanco y el mismo pantalón de ayer. Hay ojeras bajo sus ojos y cuando veo que su cuerpo chocará con el frío suelo, corro hacia su lugar. -¿Tus papás dónde están? Ellos deberían de cuidarte- tomo su rostro entre mis manos y me siento
para poner su cabeza en mi regazo.
-Les dije que se fueran- habla
apenas.- Al igual que como te
lo dije ayer.- toma mis manos y
mira directamente a mis ojos. Mi
corazón late frenético contra mi
caja torácica y el chico frente a mi me sonríe. -Perdóname por eso. Tu no tienes la culpa.
-No te preocupes por eso. Ahora,
creo que llamaré a Hinata para que hable contigo.- trato de levantarme, pero no me deja.
-Ya comprendí la situación. Ella
debe de estar con Naruto y yo me
encargaré de dirigir a la manada.
nos alejamos y se sienta con
un poco de dificultad. Mi loba
se mantiene hecha en un ovillo
sin poder procesar lo de ayer y
agradezco ello. No deseo que se
haga presente, no aún.
-Lamento haber entrado a tu casa
así, solo venía a buscar las cosas de Hinata.- miro a otro lado y colocó un mechón de cabello tras mi oreja, lo siento halarme hacia él y colocar su rostro en mi cuello.- Sasu...
-¿Por qué hueles tan bien, Saku?-
su nariz me hace cosquillas y suelto una risita. -Hay algo mezclado con tu aroma- Sus manos viajan a mi cintura para tratar de acercarme más a él aún estando sentados y me tenso cuando continúa.- No me gusta el sándalo, solo las flores -aprieta su agarre cuando capta el olor de Naruto.
-D-debo de irme.
Niega con la cabeza aún aspirando mi aroma y me reprendo mentalmente por no poder controlarme cuando mi olor favorito se empieza a hacer más fuerte en el aire.
-Sakura, ya pude...- ambos miramos hacia la escalera y Ino frunce el ceño al vernos de esa manera.- ¿Qué rayos haces con él?- termina de bajar con la maleta en la mano derecha y se coloca frente a nosotros.
-Yo..
-Está conmigo.- la voz de Sasuke me sorprende y trato de negar, pero no me deja.- Ella me está ayudando.- la firmeza no pasa desapercibida y alejándome de mi mate, me levanto.
-Vamos, Ino- hablo bajito y con miedo, pues no quiero que se origine una pelea por mi.
-Andando- la pelinegra llega hasta mi costado y cuando nos vamos a retirar, la mano de Sasuke se aferra a mi brazo.
-Sakura, por favor. ¿Podrías quedarte?- cuestiona y cierro los ojos con fuerza.
-No- Yamanaka responde en mi lugar, pero Uchiha la ignora.
-¿Saku?- mueve mi brazo para llamar mi atención y niego.
-Yo- no lo sé.- lo volteo a mirar y nuestros orbes chocan, generando que miles de mariposas revoloteen en mi estómago.
-Te quedas- me aleja de Ino y la chica abre los ojos enojada.
-¡Oye!-
-Vete- el pelinegro lo dice en un murmuro que me eriza la piel.- Sakura me ayudará con algo.- niego con la cabeza, pero es tarde. Ino no me puede ver, el cuerpo de mi mate está delante de mi y aunque me quisiera mover, mi parte omega se niega rotundamente. Solo quiere estar cerca de su alfa.
-Sakura, tu...
-¡Vete!- exclama ya harto de la
situación y Ino sale de la mansión. Mi omega llora al escuchar aquello y mis ojos se llenan de lágrimas. Es nuestro alpha, si usa la voz de mando, ella solo debe de obedecer.
Me alejo unos centímetros de él
tratando de evadir su cercanía, pero es imposible, sus pasos son largos y al minuto lo tengo frente a mi.
-Lo siento mucho- digo inaudible
y siento lágrimas correr por mis
mejillas. Está en su naturaleza
"usar la voz" para ordenar y que las personas solo cumplan. Lo malo de todo esto, es que también me afecta a mí.
-Sakura- pronuncia y sin dejarme responder, se acerca a mí para abrazarme.- Gracias.- frunzo los labios sin entender a qué se refiere, y cuando su cabeza se hunde en mi cuello, siento como al instante se relaja. - Me gusta tu olor, es mejor así.
hace alusión a que ahora mi aroma tiene parte del suyo impregnado en mi y esa pequeña acción, hace que mi loba este deseosa de revelarse ante su mate.
Si tan solo supieras.
Capitulo dedicado a Saku_chan13
-Yadech👑