Años, años esforzándose por una relación y nunca se dió cuenta que siempre había sido ella sola, ¿Realmente había alguien a su lado apoyándola y queriendola? Esa persona a su lado era una mentira, una vil y cruel mentira llamada Naruto Uzumaki.
¿Como había podido ser tan ilusa? Tan débil ante el amor, pero aquellas palabras salidas del rubio para otra chica que no era ella bastaron para acabar con la función. Él llorará, llorará las mismas lágrimas que ella lloró por él. Él, está acabado y siquiera se dió cuenta.
─ Hina, llegué. ─escuchó las llaves ser colgadas en la entrada, su voz ya no sonaba cálida, utilizaba su apodo pero no había cariño en el.
- Hola Naru, ¿Como te fue hoy?-preguntó sin despegar la mirada del diseño en su libreta, pensando en la excusa que él sería capaz de inventar para ella. Lo sabía todo, no hacían falta palabras.
- Bien, parece que Kabuto
tiene un nuevo Socio gracias a mi. -habló orgulloso, queriendo sonar divertido para la pelinegra, pero está solo hizo una breve mueca.-¿Pasa algo?
-¿El nuevo socio es mujer,
Naru?la pregunta descolocó
al mencionado, que frunció el
ceño en gesto de confusión, ¿o
preocupación?-¿Ese tan hablado
socio es Helen, Naru?
Vió al afectado pasar saliva,
nervioso miró hacia el cuadro de
ambos juntos con los chicos de
la 97 como si fuera la cosa más
importante de la habitación. Te
tengo.
- ¿De qué hablas, Hina?-pasó su
mano por su nuca, aún con su
mirada en el mueble que sostenía
la televisión en la sala de estar. Ella sabía que él se sentía atrapado, quiso quitarle la paleta como si fuera un niño pequeño, pero supo que no era el momento.
- Nada mi amor. -se levantó
cerrando su libreta, pasó por su
lado y besó su mejilla apoyando
sus labios un tiempo más de lo
debido.No te tardes mucho.
Supo que entendió la señal cuando detrás de ella subió las escaleras dirigiéndose ambos a la habitación, ¿Qué hacía él tan desesperado? Le marcaría sus errores.
No habían ido más haya de las
caricias de hace tiempo, él se había estado negando y Hinata no sabía el porqué pero ahora lo sabía y no se humillaría a ella, lo humillaría a él. Sus marcas en su cuello para Hinata no eran invisibles, pero Uzumaki era tan iluso que creía que sí y había miles en el resto de sus clavículas, claro que Hinata lo sabía y era una aguja en su corazón ver el cuerpo de su novio con marcas de la boca de otra.
Lo besó hasta encandilarlo lo
suficiente como para poder subirse encima de él una vez recostados en la cama que compartían, siendo lo más discreta paso sus manos desde su nuca hasta los botones de
la camisa del pelinegro, quién solo se dejaba llevar por los esponjosos labios de su novia. Quizás ya se había olvidado de su sabor.
Sus labios se alejaron de los de
El Uzumaki, bajaron desde su barbilla hasta su cuello y sintió el cuerpo de su novio comenzar a sudar de manera inesperada, llevó sus manos a la diminuta cintura de su novia y quizo interrumpir sus intenciones.
─ Hina. ─la mencionada alejó sus labios de la suave piel del pelinegro a su llamado, haciéndolo jadear por la separación tan repentina de sus labios, a los que se había acostumbrado.─ No.
─ Uy, Naru ¿Qué es esto? ─los dedos de la chica se dirigieron a su clavícula, moviéndose sobre su piel desde el extremo de una clavícula hasta la otra, llenas de pequeños hematomas casi no visibles.
Sintió el cuerpo de su novio temblar debajo del suyo e inmediatamente supo que dio en el blanco.
¿Qué dirás ahora Naruto?
- Y-yo...-su nerviosismo era
notable, le daría ternura si fuera la ocasión, pero era todo lo contrario. Ahora, cada cosa que viniera de él le parecía tan falsa y repugnante, sabiendo que tenía la misma cara para ver a otra chica a sus espaldas.
- Deberías tener más cuidado
con los mosquitos. la pelinegra
inesperadamente interrumpió
su excusa, besó suavemente los
labios de su pareja para luego
tomar el extremo de las sábanas y adentrarse a ellas.-Voy a dormir, tú también deberías hacerlo.
El chico a su lado ahora cabizbajo, miraba sus pies sentado en forma india y parecía pensarlo. Hinata lo vió terminar de desabotonar su
camisa y arrojarla a algún lado de su habitación, para luego adentrarse a la cálida cama junto a ella para rodear su cintura bajo las sábanas, y fue inevitable no sentirse en casa.
─ Te extraño. ─murmuró como si fuera un secreto que solo la luna sabía y se permitió soltar una lágrima entre la oscuridad de la habitación. No era fuerte, nunca lo fue ni lo sería, se sentía una estúpida, inútil y poca cosa por no poder darle a Naruto lo que quería, ¿Pero que era eso? ¿Qué le faltaba a ella que Naruto necesitaba?
─ Lo lamento, Hina. ─le devolvió él, ahora tomándola entre ambos brazos para envolverla en un abrazo, apoyando su cabeza en su hombro. Ella supo que él estaba igual, cuando sintió una pequeña gota caer en su hombro y comienzo de su espalda.
El silencio sepulcral hizo eco en la habitación, donde solo había dos corazones rotos uniéndose el uno al otro en un abrazo, donde solo la luna era testigo del verdadero amor de la pelinegra hacia su novio, y el arrepentimiento y culpa creciendo en el pecho de este.
¿Cuando había descuidado tanto
su relación? Si parecía de ayer su
último recuerdo dónde ambos
estaban bien, ¿Qué pasó? ¿Qué le
pasó? Quizás ya no la amaba, quizás para Naruto su amor fue pasajero y ahora encontró a alguien que podía llenar el vacío que a Hinata le faltaba por llenar en el corazón de él.
Él estaba tan cerca pero tan lejos,
ahora sentía su cercanía pero
sentía su amor tan lejos, era un
punto negro alejándose en el
paisaje. ¿Podría alcanzarlo? ¿Podría recuperarlo? ¿Estaba a tiempo?
Hintata lo quería de vuelta, quería al chico del que se enamoró en la universidad, ese chico que halagaba sus dibujos y le compartía sus ideas mientras Comía aquel plato de Ramen. Porque ese chico que fingía su sonrisa con ella y le ponía excusas para evitar su encuentros no era el mismo, no era él y quizo saber quién se lo robó y que tenía para que Naruto dejara de quererla. El crei que ella dormía pero todo lo contrario, de encontraba llorando silenciosamente.
Supo que el contrario se había
dormido cuando sintió el pecho de él subir y bajar tranquilamente y su respiración nasal se escuchaba levemente en la habitación, ¿Mañana despertaría con el al lado,
como en los viejos tiempos?
Abrió sus párpados pesados,
acostumbrándose a la luz natural
proveniente del ventanal pero volvió a cerrarlos con fuerza al notar que él no estaba con ella. Retuvo las lágrimas, se juro dejar de llorar por él desde que se disculpó, no había más que hacer.
─ ¡Cállate Helen! ¡No quiero escucharte! ─la fuerte y demandante voz del rubio llegó a sus oídos incluso estando a mitad de las escaleras, siguió bajando con cautela de no hacer ruido.─ ¡No tienes vergüenza! ¡Vete de aquí donde no te vea en mi puta vida!
─ Pero Oni-chan. ─la coqueta y sensual voz de la castaña estrujó su corazón, ella volvía a llevárselo consigo como si fuera de alquiler.─ Debe llevarme a la sesión de fotos con Kabuto ¿Lo recuerda?
-No te llevaré a ningún puto
lugar. -contestó seguro, con
su voz bastaba para saber que
estaba hecho un manojo de furia,
Hinata se preguntaba que porqué de repente la rechazaba. - Ya no tienes el puesto para la sesión con Vogue, vete de la casa de mi novia o llamaré a la policía, maldita sinvergüenza.
"Su novia", sonaba tan nostálgico. En los últimos solo le decía Hinata, sonaba tan seco y sin sentimientos.
-¿Ahora es su novia, Oni-chan?
-preguntó con falsa inocencia, y
podría jurar que estaba haciendo un puchero con sus labios. - No dijo lo mismo Cuando en SU escrito...
Un abrupto golpe inundó la sala en un silencio filoso, era evidente que Naruto golpeó su puño contra la pared en advertencia de que ese era su límite. Hinata supó que era momento de aparecer apesar de que su corazón pidiera a gritos que acabará con ello.
─ ¿Qué sucede? ─preguntó sobándose un ojo, librándolo de las lagañas que le molestaban. Miró el puño de su pareja sangrar y se alarmó.─ ¡Naruto! ¡Qué idiota eres! ¡Ven!
Lo tomó rápidamente el brazo sin consultar y comenzó a arrastrarlo hasta las escaleras, apenas pudiendo soportar la resistencia que ponía el más alto mirando el umbral de la puerta donde todavía se encontraba ella.
─ ¡Vete de mi puta casa! ─aquél grito bastó para que Helen como borrego asustado desapareciera tras la puerta blanca. Un suspiro de alivio salió de sus labios, y finalmente pudo dirigir toda su atención hacia su novia.─ Lo siento amor, quería preparar el desayuno pero esa zorra apareció y no te desperté de la mejor manera. ─rió.
¿Amor?
La expresión de Hinata se suavizó al oírlo, tranquilizando a su pareja, quién ya se encontraba sentado sobre la tapa del baño esperando a que Hinata comenzará a curar sus nudillos ensangrentados por el abrupto golpe. Y ella no tardó en hacerlo, tomó unos paños húmedos y con ello limpió la sangre que le impedía su trabajo.
─ Está bien, lindo. ─utilizaba aquellos apodos porque sabía que a él lo avergonzaban como nunca, y ver su cara sonrojada bastaba para olvidar las palabras de Helen, que lentamente le carcomían el cerebro.
Tomó la pomada y suavemente pasó sus dedos por la crema, tomando un poco para pasarla por los adoloridos nudillos del joven que parecía perdido en sus movimientos sobre sus manos. Levantó la vista para encontrar el rostro de su novia concentrada en curar sus heridas, y presenció como esos ojos deslumbrantes se aguaban frente a él.
-Hi-Hinata tu... -dudó en preguntar, sabiendo que si su respuesta era positiva todo se iría por la borda, justo cuando estaba volviendo a tener el control.-¿E-escuchaste algo de lo dijo?.
Hinata paso saliva y calló
abruptamente, cerrando la pomada y volviéndola a guardar en el botiquín y de este sacar unas vendas, todo bajo la expectante mirada de su novio que ansiaba su respuesta.
-Quizás. -murmuró apenas, en su
voz ni rostro habían expresiones,
pero para Naruto bastó para
entender todo. Su novia lo sabía y lo que hacia era ponerlo a prueba, para tomar una decisión. Mierda, no podía arrepentirse tanto de sus actos.
-Hablemos, por favor. -suplicó una vez ella terminó de vendar su mano, se paró incapaz de esperar detrás de la pelinegra que acomodaba tranquilamente las cosas en el botiquín como si él no estuviera allí.
La vió asentir mientras guarda
el botiquín en uno de los gabinetes detrás del espejo del baño.
Cuando ambos estuvieron sentados en el sofá de la sala el silencio gobernó entre ambos, un silencio que decía mucho para Hinata pero ella necesitaba escucharlo salir de sus labios y no del de los demás. Un hogar, un hogar que guardaba tantos recuerdos de ambos y no hacían falta fotografías para recordarlos, ambos habían sido tan felices juntos ¿Por qué él tuvo que arruinarlo todo? Porque no solo la arruinó a ella y a su relación, también arruinó su grupo de amigos, se acabó a el mismo cuando arruinó lo que alguna vez lo hizo el ser más feliz.
¿Qué acaso lo que ella le brindó no le alcanzó? ¿Qué faltó de ella? Si se lo dió todo, le brindó todo el amor que necesito, lo apoyó y admiró cada logro que obtenía. Tuvo a la mujer más comprensiva que pudo haber deseado, ella era todo lo que
había necesitado ¿Por qué?
-¿Desde cuándo, Naruto?
-preguntó con su vista fija en el
suelo y con la mirada de él sobre
ella, su voz no le prometía mucho al salir como un murmuro pero cuando su respuesta no llegó se desesperó aún más.-¡Joder Naruto!¿¡Desde cuándo?!
Sus ojos se cristalizaron y
miraron a los de su pareja, quién
ya derramaban lágrimas. Estaba
quebrada, rota y marchita desde
dentro y en sus ojos se podía
apreciar aquél estado, para
Naruto era una escena que juraría no querer volver a ver.
- Desde hace dos meses.
-murmuró, mirando al suelo, sin
querer ver el rostro de su chica en ese estado. Lo culpaba tanto y no soportaría verla así por él, nunca más.- Y-yo. me arrepiento, Hina, te juro que lo hago.
-¡Te hubieras arrepentido antes!
-saltó a la defensiva levantándose
abruptamente de su lado, sus
manos hechas un puño a sus
lados.-¡Cuando Iloraba sola en
este sofá sin saber dónde carajos
estabas! ¡Cuando volvía sola a casa deseando no ser violada en un callejón! Cuando te esperaba sola en nuestras citas!
Volvió a sentarse cuando perdió las fuerzas como para estar parada, con sus manos hizo un escudo para cubrir sus sollozos, mientras desesperadamente intentaba secar
sus lágrimas con sus muñecas.
Naruto solo apreciaba la escena
destrozado, preguntándose a él
mismo como había podido perder a tal mujer.
-¿Por qué?murmuraba entre sus
sollozos, solo siendo audibles por
el rubio.- Joder, ¿Por qué? ¿Por
qué?-ella no se merecía ello y él no la merecía a ella, ahora eso estaba claro ahora que la verdad había sido contada.
Quizo abrazarla, aún sabiendo que no era la persona correcta para hacer ello pero necesitaba hacer algo, no quería ser el malo de la película, no ahora.
-¡No me toques! ¡El que no tiene
vergüenza eres tú, idiota!-ella alejó su brazo de un solo manotazo que bastó para que volviera a tomar distancia de ella, distancia que ahora él si sentía. Cuanta razón había en sus palabras.-¿Que tenía ella que yo no?
- Nada Hinata, ella no tiene nada.
-respondió firme a su pregunta,
debía ser fuerte por ambos, todavía no podía perderla.-Todo aquí es mi culpa, nunca será tuya. Así que por favor no te culpes, no por mí.
Fue exactamente lo que quizo oír
en ese instante, bastó para que ella pudiera calmar su llanto e intentar recuperar su respiración normal pero era inevitable no hipear delante.
de él. Con algo de desconfianza
pasó su brazo por la espalda de la pelinegra, quién ya no quiso poner resistencia.
El silencio volvió dándole fin a la tensión, solo se podían escuchar los hipidos de la menor y como sorbía levemente su nariz. De alguna manera se sintió paz, el amor y apoyo parecía volver a su entorno y a Naruto no podía hacerlo más feliz aquello, aunque sabía que tendría que irse por ella, porque ambos lo necesitaban.
-No me excusaré, porque sé
que lo que hice no tiene perdón
pero quiero decirte que estoy
completamente arrepentido, porque
por mi estupidez te perdí Hinata,
te perdí a ti, a la mujer que quería
para mis hijos, a la mujer que me
lo dió todo y me siento tan idiota
por percatarme de ello ahora que
ya no tiene sentido decírtelo.
-con firmeza tomó las manos
de la pelinegra entre las suyas,
brindándoles calor.- Juró volver a
luchar por tu amor, trabajaré en mí y
seré una mejor persona para poder
merecerte Hinata, te lo juro.
El la amaba, pero en este momento
no era digno de ella y estaba
dispuesto a serlo, y para ello
necesitaba tiempo para mejorar en
sí mismo. Hinata también necesitaba su tiempo para pensar en lo que realmente quería y merecía y Naruto lo entendía, debía ser maduro para poder dejar atrás sus errores.
Tardará lo que tardará, incluso si
ella encontraba a otra persona
lucharía por volver a tenerla a su
lado y no volver a cometer un error
que le costará su relación.
-Te amo, Hinata. -dejó un suave
beso en sus manos bajo la mirada
de ella, para después atraerla a sus
brazos y envolverla en ellos.
Ambos eran su lugar seguro, ambos eran lo que necesitaban el uno al otro. Pero era el momento de
apreciar las cosas sin tenerlas, para
aprender a valorarlas cuando están
con nosotros.
-Yadech👑
Alguien me puede decir como se llama el shipp de Boruto y Sarada?..