Pase toda la tarde pensando en mi situación, en algún momento tiene que cambiar, y no va a ser por arte de magia, yo tengo que cambiar. No puedo dejar que todo siga igual, tengo que ser fuerte y no por mi, se mi debo a mi hermano, donde sea que este quiero que se sienta orgulloso.
Me levante de la cama y entre al baño y me pare frente al espejo. Con ojos y nariz rojos, los cabellos alborotados y con un moretón formándose cerca de mi ojo era digna de lástima, estaba hecha un desastre.
Mire mi brazo, todavía tenia las marcas de la mano de Marcie.
Recogí mi cabello en una coleta alta, lave mi cara y baje a la cocina en busca de comida.
-Hola.- Dije a mi papa y a Camila, su esposa.
Como siempre no recibí respuesta de parte de ninguno de ellos.
-¿Que hay para comer?
-¿Que no ves que estoy ocupada con tu padre? No se prepárate algo.
Suspire y fuu a la heladera a ver que había.
Termine de comer mi sandwich y me acosté de nuevo, a partir de mañana todo sería diferente...
El despertador comenzó a sonar, lo apague y me levante.
Realmente no me sentía diferente, solo sentía un odio irracional a todo lo que se moviera, definitivamente no es un buen comienzo.
Termine de prepararme y baje a desayunar.
Ignore los gritos que daba mi madrastra y comencé a comer.
No se en que momento, pero su mano se estrello contra mi cara.
-Contéstame cuando te estoy hablando arrimada.
-A mi no me hables así, que la única arrimada aquí eres tu.- le grite levantandome de la mesa.
Hizo el intento de volver a golpearme, sujete su mano en el aire. -Ya me aguante suficiente tus malos tratos, y no lo voy a seguir haciendo. Aquí no eres nada mas que una puta que se cuelga del dinero de mi padre ¿O que piensas que no se que usas su dinero para Mantener a tu hijito en Boston? Llevemos la guerra en paz, por que no sabes de lo que soy capaz, no me conoces.
Tome las llaves de la casa y salí en dirección a la escuela, hoy no voy a soportar nada de nadie.
Llegue al al instituto y entré ignorando a todos los que me miraban y camine hasta mi casillero.
....
El día paso muy largo, y mi humor no mejoro.
Al menos ya estamos en el receso para almorzar, lo que quiere decir que no queda mucho para salir.
Me senté en la mesa de siempre y comencé a comer, moría de hambre.
-Pero mira a quien tenemos aquí.
Levante la cabeza y vi a Alisha con sus zorras. A su lado se encontraba el "perfecto" Luke, un estúpido más.
Todavía recuento como jugo con mis sentimientos y luego me humillo delante de todos. Una de las tantas bromas de Alisha(Sarcasmo).
Verlo solo hizo que mi mal humor aumentara.
-Hoy no estoy de humor, por que no te vas a algún otro lugar junto con tus zorras y ese imbecil y joden a alguien mas o mejor aun por que no van saltando todos juntos de la mano y se tiran de un puente, créeme que le haran un favor a la sociedad. O no ¿Sabes que? Mejor me voy yo, con permiso.-Tome mi bandeja y comenze a caminar fuera de la cafetería, sentí el agarre en mi brazo lo que me hizo volver.
-¡Quien te piensas que eres para hablarme así! Parece que no entendiste cual es tu lugar pero tranquila que yo te lo recuerdo.- levanto su brazo y me pego una cachetada muy fuerte.
Bien ¿quiere jugar? Entonces juguemos. Me tire sobre ella y la golpee con todas mis fuerzas, una y otra vez.
La gente comenzaba a hacer una ronda sobre nosotras.
-¡la única que tiene que conocer su lugar eres tu!- Le grite mientras la golpeaba con mas fuerza, ella se movía de soltarse.
Sentí como unos brazos rodeaban mi cintura y me alejaban de Alisha, ella se levanto y se tambaleo un poco. Como pude me solté golpeando al que me sujetaba , escuche un gemido de dolor de su parte.
Me volví hacia Alisha y tire de su cabello con fuerza, entonces sentí como algo se desprendió de su cabeza. Mire mi mano y comencé a reír. - Se te salieron las extensiones.-Le dije burlonemente.
Todos a nuestro alrededor comenzaron a reír.
Alisha comenzó a llorar y corrió lejos del lugar, seguida por sus amigas.
Al darme vuelta vi a Luke tirado en el suelo con las manos en su entrepierna.
Reí y me acerque a el.-Y eso cariño te pasa por meterte donde no te llaman.
Camine hacia el baño para poder arreglarme.
Se que lo que hice estuvo muy mal, pero no puedo evitar sentirme jodidamente bien.
Abrí la canilla y tire agua sobre mi rostro, ahora que la adrenalina había desaparecido, mis manos comenzaron a temblar.
No me arrepiento de lo que hice, realmente se lo merecía.
Pero se que solo es cuestión de tiempo para que Alisha ataque de nuevo y esta vez con un motivo.