Wriothesley quiere dejarte embarazada
☆ wriothesley
"W-Wrio... ¿qué-qué te pasa esta noche?" Él estaba encima de ti, follándote como si su vida dependiera de su polla embistiendo dentro de tu coño. Una fina capa de sudor los cubrió a ambos después de horas de hacer el amor. Había mostrado su resistencia antes, pero nunca hasta este punto, capaz de mantener las piernas en alto, sosteniendo las caderas en este ángulo hacia arriba mientras empujaba hacia adentro y hacia afuera.
Algo debe haber pasado hoy. Perdiste cada oportunidad de preguntarle qué porque cada vez él interrumpía y comenzaba a follarte de nuevo, haciéndote olvidar tu pregunta hasta que el subidón post orgásmico se desvanecía de tu cerebro.
Wriothesley parecía tan concentrado en tu coño esta noche, rara vez quitaba los ojos de él mientras su polla estaba dentro, "Joder, esta vez, tengo que asegurarme de hacerlo bien". Hablaba más consigo mismo que contigo. "Tengo que dejar embarazada a este coño".
Allí estaban sus verdaderas intenciones.
Normalmente no usabas condón, ambos estaban limpios, seguros y usaban otras cosas para evitar quedar embarazada. Le habías planteado que te gustaría intentar tener un niño algún día, pero él siempre parecía demasiado ocupado para tenerlo. Pero él nunca te dijo que no. Esta noche fue él quien preguntó, pero no con sus palabras, con su polla y el creampie que ya estaba dentro de tu bien jodido coño.
"Puedes. Por favor, sí, quiero. Quiero tener hijos contigo, Wrio". Las lágrimas corrieron por tu rostro mientras dejabas que tu orgasmo recorría tu cuerpo, esta vez encerrando tus piernas alrededor de su torso y manteniendo su polla adentro, hasta las bolas, "¿Ves? Yo también puedo ser codicioso. Dámelo, dame tu semen, dale a mi útero otro creampie, jodidamente críame". Finalmente dijiste todas las palabras que querías decirle desde que te casaste.
Él respondió en consecuencia, con su polla moviéndose dentro de tu coño palpitante, disparando otra carga de semen desde la punta, haciendo que tu ya pegajoso interior se vuelva aún más pegajoso. La apretada presión retuvo más semen, pero no todo, por supuesto, y se derramó sobre sus pelotas y tus nalgas. Con tanto derramándose, algunos deben haber llegado a tu útero, "¿Cuántos crees que vamos a tener?" Preguntó Wriothesley, acariciando su mejilla contra la tuya, su cuerpo bajando lentamente contra el tuyo.
"No lo sé, pero espero que tengan tu cabello. Es muy bonito". Te giraste para besarlo y finalmente pasaste tus manos por su espalda, tomándote tu tiempo para trazar las cicatrices que sabías que estaban allí antes de enredar tus dedos en su suave pero áspero cabello. "O tus ojos, esos también son bonitos".
Y se sonrojó: "Espero que se parezcan más a ti". Independientemente de que ambos los amarán hasta la muerte, de eso ambos estaban seguros.