Subastada al mejor postor

By SarahiSalinas_

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[Contenido +18 y +21] Desde recién nacidas somos arrancadas de los brazos de nuestras madres o algunas son de... More

Sinopsis
Personajes principales
1. Origen
2. Dulces dieciocho años
3. Llego el día
4. La subasta
5. Los Friedrich, una nueva vida
6. Jayden Friedrich
7. Beso
8. Secretos y una perforación
9. Un rubio de ojos grises
10. Boda a medias
11. Luna de miel o hiel
12. Eso que huelo ¿acaso son celos?
13. Locuras que llevan nuestro nombre
14. Te llevaré a las estrellas y al mismo tiempo al infierno a sentir las llamas
15. Lo que pasa en las Vegas, se queda en las Vegas
16. La correcta
17. Después de todo el pasado regresa
18. Decisiones
19. ¿Soy una Klein?
20. La libertad que merece
21. Nueva integrante
22. Divorcio
23. El tiempo lo sana todo ¿O no?
24. Solo piel
25. ¡Quiero un papá!
26. Reencuentro inesperado
27. Volverte a ver
28. Hablar, solo quiero hablar
29. Antes de lo esperado
30. La verdad
31. Un paso a la vez
32. ¿Aún queda una segunda oportunidad?
33. Escándalo
35. Bésame hasta que me harte
36. Dilema
37. Aguarda, aún falta algo...
38. La venganza se sirve en un platillo frío
Epílogo

34. Unas cuantas verdades

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By SarahiSalinas_

Elaine Klein

Las mañanas suelen estar tranquilas, levantar a mi hija, vestirla, desayunar y luego partir para llevar a Eileen al preescolar y yo al trabajo.

Voy por las calles de París manejando mi auto, mi hija va en la parte trasera sentada como una niña buena. Me estaciono para bajar del vehículo. Tomo la mochila de mi hija. Caminamos hasta llegar al portón.

—Pórtate bien hija y pon atención a la clase —toco su nariz de manera cariñosa—. Vengo por ti a la salida soleil.

Si mami, ¿a la salida me llevas por un helado? —ladea la cabeza haciendo ojitos.

—Si te portas muy bien lo haremos —prometo—, ve dentro.

Camina para entrar a su aula.

Antes de ir a la empresa me estaciono para bajar a comprar en una cafetería. Una chica muy amable me atiende. Pido un café negro que necesito para iniciar el día.

Hoy tendré algo tranquilo en el trabajo así que no voy apurada.

No tardo mucho en volver a ponerme en marcha, al llegar encuentro a la recepcionista de la empresa, me da un saludo de buenos días y digo mi camino para subir al piso dónde está mi oficina.

Coloco mi bolso en uno de los sofá, me voy directo a mi escritorio a abrir mi laptop.

Pasa medio hora después cuándo mi teléfono suena en algún lado, busco mi bolso y lo saco.

—Elaine, ¿cómo estás?

—Bien gracias por preguntar, ¿y tú? —no se cómo tener una conversación con él.

Desde que me vio en mi departamento con Jayden me evito todo el día.

—Bien, podemos hablar —no es pregunta es más como «necesitamos hablar».

—Claro, justo ahorita no estoy tan ocupada. Ven a mi oficina —cuelgo.

Creo que ya se por dónde va esto.

Lo siento tanto Adrien.

En cinco minutos ya está tocando la puerta.

—Pasa —al decirle abre la puerta ingresando.

—Hola —no lleva su habitual sonrisa que me dedica siempre.

—Hola —contesto—. Toma asiento, y dime de qué quieres hablar.

—Seguro que te haces una idea de que —lo hago.

—Ilumíname

—Lo que ha pasado con nosotros.

Haber conocido a Adrien fue mi manera de sentir que tenía un amigo con el cuál contar.

Podía reír con él, podía contarle mis días y podía ser yo sin ningún tipo de problema.

—Sabes bien que nunca habrá nada —mi sinceridad hace que frunza los labios—. Te dije que no podía ofrecerte nada, por qué en mi no había manera de querer a otra persona más que mi hija.

—Suena tonto e iluso que haya tenido al menso una posibilidad contigo, por un segundo pensé que podría enamorarte —ríe sin ganas—. Me ilusione contigo, al inicio me gustaste y después paso a ser más que eso.

Me duele saber que le romperé el corazón o más bien ya se lo rompí.

—Se que el corazón no mide de a quien elegir —lo sabía más que nadie.

Se pone a ver por la ventana sin darme la cara a mi.

—Verte con él me lleno de rabia, más que celos fue enojo al saber todo lo que te hizo y aún así ahí estaba en tu departamento como si nada —habla con ese tono elegante que tiene—. No te juzgare, no soy ese tipo de hombre.

Merece alguien que si le dé todo, yo no soy la correcta. Tiene tanto que ofrecer, yo no puedo corresponderle, siempre será mi amigo.

—Siempre te vi como mi amigo, así seguirá — repiqueteo en la mesa—. No quise intentarlo contigo Adrien porque muy dentro de mi sabía que no funcionaría, al menos de mi parte. Yo no podría ofrecerte nada sabiendo que tú me darías todo.

Haberlo intentado hubiera traído consecuencias de lastimarlo más de lo que ya he hecho.

—Lo nuestro, lo que ocurrió antes no tuvo que haber pasado te di falsas ilusiones que no merecías.

—Por lo menos disfrute los pocos momentos a tu lado, gracias por esa felicidad fugaz —está vez si voltea dándome una sonrisa llena de tristeza—. Me quedo con los bonitos recuerdos.

—Lamento tanto el daño que te causo todo esto, es culpa mía por no haberte detenido —me refiero al sexo que tuvimos.

—No solo tu tienes la culpa, también la tengo yo, las otras veces también las quise y se que para ti fue más que piel aunque para mí fue como un sueño hecho realidad que acabo en tan poco tiempo —no hay duda de que lo lastime.

Me siento culpable.

—Es hora de cerrar todo entre nosotros —aclaro.

—Por eso he venido —hace una pausa—. Me iré de la empresa, mi padre quiere que empiece a trabajar de nuevo con él pero antes me iré de París y tal vez regrese después.

Sabía que algo así sucedería.
Y es lo mejor, separarnos. Poner tierra de por medio, tiene que olvidarme.

—Te voy a extrañar, creo que necesitas empezar una nueva etapa de tu vida, donde no esté yo.

—Yo también te voy a extrañar Elaine, y voy a seguir mi vida pero primero tengo que olvidarte sacarte de mi sistema —tal vez en un buen tiempo no lo veré—. Ya he hablado con tu padre.

Se levanta del asiento.

Rodeo el escritorio, me acercó a él. Lo abrazo sin pedirlo, es nuestra despedida.

—Cuídate a dónde quiera que vayas —me regresa el abrazo—. Encuentra la felicidad que buscas.

—Quizá en unos años lo haga —me susurra.

Me suelto para dejarlo ir.

—Está es nuestra despedida.

—Lo es, espero algún día saber de ti —le comento.

—Adiós Elaine, adiós bonita —camina saliendo por la puerta.

Debe de irse, debe de sanar ese corazón. Debe de buscar su felicidad y yo no soy, nunca lo seré.

Nunca seré una opción para Adrien.

Se para, se gira.

—Elaine, se feliz no importa con quién. No dejes ir tu felicidad, después de todo también lo mereces —le sonrió.

Nuestras últimas miradas, últimas sonrisas.

Se fue.

Ojalá fuera fácil la felicidad, al llegar a ella primero debemos enfrentar obstáculos.

Hay un sabor amargo, que no me deja tranquila. La felicidad no llega hasta después de la tormenta.

No me pondré triste por la partida de Adrien, no lo haré. Me pongo a ocupar mi mente en otros asuntos para no pensar que probablemente no veré a Adrien en un buen tiempo.

Me la paso concentrada en mi trabajo unas horas más hasta que vino mi hermano para ir a comer en un restaurante con papá cerca de la empresa.

Al parecer ya había hecho una reservación porque nos guían a una mesa que está esperando por nosotros.

—Adrien se fue está mañana ¿ya te lo había dicho? —le pregunto a mi padre.

Ya hemos pedido lo que comeremos.

—Si, hace unos días atrás me lo hizo saber —supongo que tenía razones más fuertes para irse.

—¿Cómo?, ¿Se fue Adrien de la empresa? —al parecer mi hermano no sabía.

Asiento confirmándolo.

—Vaya

No tardan en ponernos nuestros platillos.

—¿Y mamá?

—Salió con unas amigas a comer —se que suele comer con mamá—, y hoy quise comer con mis dos hijos.

—Riley anda muy ocupada con los preparativos de la boda —nos hace saber—, quedó en ir a ver unos arreglos con la planificadora.

—¿No le estás ayudando? —pregunto yo.

—Si, pero ella le avanza en algunas cosas. Riley quiere pedirte algo, te lo hará saber está noche —me informa.

—¿Acerca de?

—Es sorpresa —se mete el tenedor a la boca.

Seguimos platicando de algunas otras cosas.

Mi teléfono suena, lo tomo para contestar la llamada, es Riley.

—Hola Riley, ¿cómo...

No me deja terminar de hablar.

—Necesitas ver lo que ha publicado la prensa amarilla —habla interrumpiendo mi tranquilidad—. Es importante —suena un poco alterada—, e incluso grave.

—Ok, deja lo hago —cuelgo la llamada para ir a navegar en las redes sociales e internet.

—¿Ocurrió algo? —mi padre ve mi cara de extrañeza.

—Era Riley me ha dicho que vea un artículo de la prensa amarilla que acaba de publicar —busco en mi teléfono lo que dice.

Alec toma su teléfono también para ver el chisme.

Doy con la noticia.

NOTICIA DE ÚLTIMA MOMENTO
MODELO INTERNACIONAL Y EMPRESARIO MILLONARIO ESTUVIERON CASADOS
AÑOS ATRAS.

Nos hacen llegar estás evidencias de
hace un par de años atrás de la famosa
modelo Elaine Klein y de Jayden Friedrich.

La modelo top del momento y él alemán estuvieron casados hace cinco años atrás.
Aquí les adjunto fotos de las evidencias. Por motivos que no se sabe aún después de un
año se divorcian.

¡Que guardado se lo tenían!

Al parecer nadie lo sabía, hasta que
hace no mucho nos hicieron llegar está
información muy valiosa. ¡Las evidencias
no mienten!

El color de mi rostro se hace blanco, necesito tomar aire, respirar correcto.

La necesidad de llorar de que esto haya salido a la luz, me quedo muda viendo una y otra vez la nota de chismes.

—No lo puedo creer —todo rastro de hambre se ha esfumado con leer esto—. ¿Cómo se han enterado?

—¡Qué mierda de gente se atreve a tal desfachatez! —mi hermano se llena de rabia—, lo han publicado hace poco.

Tiene al menos diez minutos en internet y me doy cuenta que ya ronda por miles de lados. Lo ha compartido tanta gente en tan poco tiempo.

—Será mejor irnos de aquí y tratar de arreglar esto —papá se para para irnos del restaurante—. Tranquila hija, nadie humilla de esta manera a un Klein.

Nadie debió de saberlo.

—No entiendo cómo fue a dar esa información —solo necesito irme de aquí—. Esto no puede estar pasando.

Caminamos para irnos.

—Vamos a la empresa, haremos unas cuantas llamadas para quitarlo

—No quiero sonar pesimista pero esto ya está por todos lados —ese era el problema.

Seguía pensando quién pudo hacer tal cosa, esas fotos fueron tomadas en mi boda. Yo ni siquiera me quedé con una, quién ordeno que se hicieran la fotos fue Joshua.

Hay probabilidades de que sea él.

—¿Y si fue Joshua?

De él podemos esperar todo.

—Puede ser —me da una afirmación.

—Él era el único que poseía esas fotos —sostengo la posibilidad de que fue el culpable de todo esto.

—Vayamos a averiguar todo esto —entramos de nuevo a la empresa.

Algunos trabajadores se me quedan viendo.

No se cómo tomarme todo esto, estaré en tendencia con Jayden en muchos sitios.

Probablemente ya lo habrá visto.

Malditos problemas que aparecen cuándo todo parece ir bien.

—Le hablaré a un amigo que conozco, seguro él nos ayudará —mi hermano se pone a contactarlo.

Me quedo viendo como esto afectará en muchos aspectos.

Ni siquiera me atrevo a tocar mi teléfono, se que cuando sucede una noticia así habrá gente que te llame hasta de la peor forma y prefiero no desgastarme por comentarios de personas que ni conozco y que ni siquiera conocen mi verdadera vida privada.

Tamborilero mis dedos en el escritorio, estoy nerviosa, ojalá no se haga más grande este asunto.

—Me ha dicho que si pueden eliminarlo quien lo publicó pero no podrán hacer nada quienes ya compartieron y ya está por muchas páginas —es complicado el asunto—. No hay mucho que hacer.

—De todas formas hay que salir a hablar sobre el tema, hacer una llamada de prensa para aclarar la situación —mi padre lleva la razón.

No haremos que no existe el artículo, hay que salir a dar una explicación.

—Para eso debes de llamar a Jayden para que lo hagan juntos —comenta Alec—, deben de ayudarse y antes de salir hablarlo quedar en qué dirán ambos.

Asiento asumiendo la situación.

Esto provocará demasiados líos en la empresa por mi culpa.

Debo de llamar a Jayden. No quiero ni siquiera ver la sección de noticias.

Busco en mis contactos su número. Cuándo estoy a punto de pulsar el botón de llamar llega una notificación apareciendo en grande.

Con esto termino derrumbándome por completo.

¡LA CEREZA DEL PASTEL!

Con esto termina sorprendiéndonos
los secretos de los Friedrich y los Klein.

Los ex esposos, Elaine y Jayden ocultan
un gran secreto, que hoy deja de serlo.

Los famosos han ocultado por cinco años
su antiguo matrimonio pero esto se rebasa.
Desde hace cuatro años ocultan algo más.

Tanto Elaine Klein y Jayden Friedrich
comparten algo en común. De su
matrimonio nace un ser, de su amor
nació una vida más.

¡Así como lo escuchan!
¡Tienen una hija!

La ex pareja, tiene una hija de tan
solo cuatro años llamada Eileen
Friedrich Klein.

No hay manera de ser tan cruel. Mientras leo no paro de maldecir una y otra vez.

Hay fotos rondando de mi hija. ¡Mi hija en internet!

Hay fotos que se tomó Jayden con ella, aprieto tanto el aparato que incluso puedo llegar a romperlo.
Le dije que no lo contara y que no enseñará las fotografías, no me hizo caso.

¡Maldito Jayden Friedrich!

El sabor de la decepción se hace presente.

Tomo las llaves de mi auto para manejar hasta el preescolar, necesito sacar a mi hija de ahí pero ya.

Mi hermano camina tan rápido a mi.

—Acabo de verla, está en todos lados —la desesperación me carcome lentamente.

—Necesito ir por mi hija —camino casi corriendo para tomar el ascensor.

—Voy contigo, no será seguro que vayas sola.

Esta iniciando apenas, el chisme corre como pólvora como cuándo la enciendes,  no tarda en detonar y será demasiado tarde.

Nadie asegura que ya habrá reporteros invadiendo fuera de la empresa. No quiero que le toquen ni un cabello a mi hija.

Haré hasta lo imposible para que nadie se meta con ella, solo es un niña que no merece nada esto.

—Demandaré cada página que ha compartido la foto de Eileen, es una niña y puede traer consecuencias si fue publicada sin consentimiento —lo haré, nadie se mete con lo que más amo.

—No me lo esperaba de Jayden, las fotos fueron con él, supongo que nadie más sabía —alega mi hermano.

Caminas apresuradamente para llegar a mi auto.

—Me dijo que se las mandaría a su madre para que conociera a su nieta, la verdad no sé que pasó pero todo indica a Jayden y no puedo imaginarlo. Ha rebasado los límites —mi enojo con él crece cada segundo.

Cuándo lo vea me las va a pagar.

—Ahora si no se salva el cabron, le romperé la cara —estoy segura que mi hermano lo hará.

Alec toma el volante para manejar, sigo con angustia por todo lo que se viene.

Mi hija será la más afectada, todo se vendrá encima. Habrá mucha prensa y reporteros por todos lados.

Tanto que la protegí de las cámaras para que pasará este jodido problema. Ya nada podrá hacer que esconda a mi hija, no quiero que la lastimen.

No paro de pensar en lo negativo que puede suceder, lo único que no quiero es que mi hija pague cada error. En cuánto estaciona el auto me bajo rápido para entrar a la escuela y sacar a mi hija de ahí antes de que la empresa se entere en donde asiste, son como los agentes, investigan hasta por debajo de las prendas.

Entro primero directo con la directora para hablar sobre el asunto para poder retirar a mi niña de aquí para que no la acosen. No me impide nada, entiende así que me da vía libre de llevarme a mi hija.

Tocó la puerta del salón de mi hija.

Veo a Eileen en una de las mesas al parecer pintando algunos dibujos, me acercó a la maestra y le explicó un poco.

Camino a dónde se encuentra mi hija.

—Tenemos que irnos hija —tomo su mochila y le ayudo a recoger sus crayolas.

—¿Por qué? —espera mi respuesta.

—Iremos a un asunto importante que atender —si le digo probablemente no entenderá.

Sonríe ayudando a meter todo lo suyo a la mochila.

Ya estamos fuera. Alec se acerca a nosotras.

—Muévete Elaine, están llegando reporteros —tan rápido dieron con la dirección.

Toma en brazos a su sobrina.

—Hola tío Alec —se deja alzar por él.

—Hola enana —habla con ella mientras camina lo más rápido posible para llegar a mi carro.

Veo como va llegando uno que otro reportero con su cámara y quipo. Cómo son tan capaces de grabar a una niña que es inocente.

Me apresuró para caminar y largarnos de aquí de una vez.

Mi hermano toma el volante y nos movemos, mi hija no tiene idea de nada, espero siga así.

—Será mejor que te lleve a casa de papá —maneja rumbo a la casa de nuestros padres—, estarán más seguras ahí. Saben tu dirección Elaine y en casa de papá no entrara nadie.

Nadie atravesará las verjas de la mansión Klein así como los guardias que hay.

Es más seguro ir ahí, seguro para mí hija y para mí.

La rueda de prensa arreglará algo pero por ahora no, tal vez mañana salga a hablar sobre todo el caos.

Llegamos a la casa, el portón eléctrico se abre para que el auto pase.

—¿Veremos a los abuelos?

—Así es —cuándo para el carro sale corriendo para meterse a la casa.

Mi madre está en la sala. Eileen la abraza, mi mamá la recibe gustosa.

—Hace poco que me enteré, Riley me marco para hacérmelo saber —se acerca para darme un corto abrazo—. Hay cariño, todo va a estar bien. Esto pasará.

—Eso espero madre —digo toda desanimada.

Eileen no presta atención alguna, ella juega aquí y allá, agradezco que siga siendo pequeña.

—Tengo que irme —indica mi hermano.

—Debes traer a Riley para acá, también deben de quedarse aquí por cualquier cosa —mi madre se preocupa por todos—. Tú padre marco hace poco para decirme que venía en camino pero antes tenía que arreglar algunas cosas.

—Lo haré mamá. ¿Elaine, necesitas que consiga para ti algo de tu departamento?

—Gracias pero no.

Lo único que necesito es que acabe el drama de mi vida. Que todo quede en el olvido.

Minutos más tarde se va, promete regresar un poco más tarde junto con mi cuñada.

—Cuéntale a tu madre que es lo que te atormenta hija —me siento junto a ella.

—Estoy tan decepcionada de Jayden, las fotos publicadas con Eileen eran con él mamá —me agarró la cara negando—. No se cómo...

—Calma Elaine —me acaricia la espalda—. No sabemos que pasó hija.

—¿Cómo quieres que me calme mamá?, todo se está desmoronando y todo apunta a Jayden —gimo tratando de estar serena—. Quizá me apresure en todo.

—No sabes si fue él cariño, espera que te dé explicaciones. Quizá venga para hablarlo, ahorita lo estás crucificando a Jayden y tal vez ni siquiera tenga nada que ver —mi mamá siempre viendo en lo bueno y positivo—. No te martirices por como sucedió.

°•✮•°

Las horas han pasado, los reporteros y periodistas han dado con mi paradero en dónde me encuentro, hace poco la entrada principal han llegado cientos de ellos. Ni siquiera me atrevo a sonar fuera.

Eileen estuvo insistente que quería jugar en el jardín y no la deje; hizo un poco de berrinche. No puedo dejar que salga al exterior pueden verla.

Estamos esperando a Riley y Alec que aún no llegan. La noche se hace presente, son más de las ocho de la noche.
La cena será servida dentro de poco, estamos en la espera a que llegue la pareja.

—Ya han llegado —me informa mamá.

Camino a verlos.

—Nos demoramos un poco, tuvimos un inconveniente pero ya estamos aquí —es mi amiga quien habla en cuanto nos ve.

Mi hermano se ha quitado su traje por algo más casual.

—Entramos por la puerta del jardín que nadie ha visto —me mira a mi—. Hay algo que debes de ver.

Veo que hay algo que decir. Solo espero que no sean más malas noticias, ya basta con todo lo que está sucediendo.

Una figura masculina sale de algún lugar que no me doy cuenta. Mi sangre hierve de un coraje que traigo, no se porque pero por momentos siento que tiene culpa.

—Elaine, vine en cuánto salió todo a la luz —no mido mis acciones.

Me acercó tan rápido como puedo y le doy una cachetada tan fuerte que mi mano me duele. Su cara se voltea quedando su mejilla roja.

Mi hermano me agarra de la cintura para alejarme de Jayden algunos metros.

Me quedo viéndolo con una respiración tan alterada.

—Solo tú tenías las fotos —gruño—, te advertí que no las enseñarás a nadie.

—Hija tranquila —mi padre hace aparición—. Golpeando no se arreglará nada.

—Debes de escucharlo Elaine —está vez mi hermano hablo—. Necesitas escuchar lo que tiene que decir.

—Si tu lo has traído —atajo enojada—. No puedo creerlo.

Jayden se mantiene callado.

—Lo traje porqué me ha dicho lo que ha pasado y le creo, así que tu también debes de calmarte y dejar que te explique. Sabes que no lo traería si fuera él el que causó todo; sería el primero en romperle la cara —asume Alec, es el que piensa antes de actuar. El más racional de los dos.

Llega mi arrepentimiento por darle una cachetada, pero no lo admitiré. Mi orgullo es más grande que nada.

Estoy por abrir mi boca para soltar alguna otra babosada por mi rabia que tengo, se ve interrumpida ya que mi hija llega para correr a los brazos de su padre.

—Has regresado Jayden —se abraza a su cuerpo, no duda en cargarla—. Más rápido de lo que imaginé —veo cuánta felicidad irradia mi hija.

—Lo he hecho, estoy de regreso —le da un beso en la mejilla ocasionando una risa por parte de ella.

No puedo decir nada delante de mi hija.

Me trato de tranquilizar por ella, no merece ver las escenas montadas por su propia madre.

Esto me asfixia, hasta el apetito se me ha quitado. Lo único que deseo es huir de la situación.

—Lo siento pero esto me está asfixiando —se lo digo a Alec.

Camino para subir las escaleras.

—¿No cenaras hija? —mi madre me pregunta.

—No madre, no tengo hambre —los dejo atrás para poder calmarme un poco.

Me encierro en mi antigua habitación para meditar.

Está más que claro que debo de escuchar su versión de la historia sin embargo primero necesito serenarme para ir con la mente en blanco y no lanzarme a golpearlo.

Me meto a la regadera para calmar un poco mi actitud de chiquilla que no piensa correctamente. El agua de alguna forma ayuda a relajar mis músculos y pensamientos.

Cuándo acabo me envuelvo en la toalla para salir del cuarto de baño. Busco en mi antigua ropa alguna prenda cómoda. Tomo un pantalón de tela de cuadros y una camisa ancha que parece dos talla más que yo.

Me acomodo frente a mi tocador para poner mi rutina de skin care sobre mi piel.
Cepillo mi cabello que ya requiere de un corte de puntas.

Alguien toca la puerta de mi habitación, me levanto para abrirle a quien sea.

Cuándo veo de quién se trata, vuelvo a cerrar la puerta en sus narices pero no lo logro ya que mete su pie y un brazo impidiendo que la cierre por completo.

Por obvias razones que tiene más fuerza que yo logra abrirla, me quito de la puerta antes de llevarme algún golpe de la fuerza ejercida.

—Necesitamos hablar —pone su semblante serio.

—Y yo no quiero hablar en este momento contigo —cruzo mis brazos—, no es momento para hacerlo.

—¿Cuándo lo será entonces? —enarca una ceja interrogándome.

Nunca lo estaré.

—No lo se pero por ahora no —me volteo revolviéndome el cabello—. Estoy cansada, harta de todo lo que está sucediendo.

Y no es mentira lo que digo, me siento cansada, exhausta, estresada y con dolor de cabeza. Es lo que ocasionan los malditos problemas.

—Es que para ti nunca hay momento perfecto para hablar Elaine, ese es tu maldito problema; que no quieres escuchar lo que los demás te tienen que decir en especial yo —cada palabra va llena de enojo—. Por lo menos tengo derecho a narrar mi propia versión y de ahí ya depende como me querías tratar.

Medio sus palabras, merece ser escuchado. No sé si podré, pensé que entre nosotros ya no habría peleas pero me doy cuenta que siempre hay algo que nos hace llevar a las discusiones.

—Está bien, hablemos. Eso sí, hablemos de todo —inquiero decidida a hablar hasta de lo que no pretendía.

—Si es lo que deseas —camina para entrar por completo a la habitación—. Empiezo...

—Te escucho —me acomodó en la orilla de la cama.

—Se quién ha vendido la información a la prensa amarilla, lo malo de todo es que no hay prueba alguna —sostiene—. Y seguro que tampoco me creerás a mí.

—Dime quién ha sido —asevero.

—Heather —con solo escuchar su nombre se me revuelve todo.

Si tenía que ser ella, no para de molestar.

¿Qué carajos quiere?, me fui. Ella ganó, se quedó con Jayden. ¿Qué más?.

—¿Con que objetivo ha echo está revolución?

—Lo ha echo por envidia, coraje y celos. Es lo más cercano a lo que se me ocurre —declara—. Ese mismo día fue a mi oficina a pedir o más bien arrastrarse por mi de nuevo como en otras ocasiones y siempre ha obtenido lo mismo, nada.

Al parecer, ni ella se quedó con él.

—Me amenazo con que se las cobraría, fue la manera en la que se vengo de mi, afectando a nuestra hija —señala—. Heather ya sabía de Eileen al parecer vio las fotos en el teléfono de mi madre, como era su asistente y lo de las fotos de la boda solo una persona las tenía y ese es Joshua.

Todo nos lleva a una sola suposición y es que tanto Joshua como Heather están en contacto.

—Tu papá apoya a tu ex obsesionada contigo —si son iguales—. De tu padre se espera todo, de la loca también.

De solo pensar en su padre me dan ganas de maldecirlo en cada palabra posible. No merece ni ser mencionado.

—¿Se supone que deba saber algo de mi padre?, veo tanta rabia al mencionarlo —indaga.

—Lo hay, le tengo tanto odio por todo.

—¿Por qué?

—¿Aún lo preguntas?

—No se que es lo que tanto hace que lo odies —veo como trata de comprender mi odio a su progenitor—. Nunca me ha gustado inmiscuirme en sus líos, sin embargo hay más.

No se cómo sentirme al respecto al ver qué ni siquiera tiene idea del pasado que incluye a mis padres y su madre.

—¿Estás seguro de no saber absolutamente nada del pasado de Joshua? —niega—; no entiendo cómo no lo sabes. Es tu padre.

—Nunca me ha interesado nada de mi padre, nunca nos llevamos bien y más cuándo me separo de mi madre. Intenté mantenerme alejado de él lo más posible que podía.

—Has vivido en una burbuja, tu padre es un vil hombre que no merece andar como si nada por la vida —espeto con rabia—. Ha hecho demasiado daño como para que no haya pagado aún.

Es momento de revelar.

—Tú padre fue el responsable de tanto daño que le causó a mi madre —recordar como mi mamá me lo contó— y también del mío.

—Sigo sin poder entender —su expresión es digna de no entender nada, de no comprender.

Le abriré los ojos de la clase de padre que posee.

—Joshua fue el causante que yo fuera a dar a un orfanato, el causante de que no pudiera crecer al lado de mi familia —mi valentía al hablar sobre un tema muy doloroso para mí—. Él fue el que me robo de los brazos de mi mamá. Tu padre es un maldito bastardo de mierda, pero más daño le hizo a mi madre que sufrió mucho a su lado.

—¿Cómo...?

—Como lo escuchas, todo lo que ha pasado tiene que ver con Joshua, cada paso que sucedió viene de él. Desde hace años atrás, todo inicio hace más de treinta años cuando tú padre compró a mi madre en una de las tantas subastas que asistió —me cuesta narrar el pasado lleno de cicatrices de mi mamá—. Irina sufrió en las manos de tu padre, meses de maltrato de golpes e incluso abuso sexualmente de ella.

La historia de mi mamá está llena de oscuridad, logro salir adelante a pesar de cada pesadilla que vivió al lado del monstruo de Joshua.

—¿Tu mamá fue la subasta de mi padre? —parece sin creer lo que le cuento.

—Si, mi padre la salvo de sus garras. Mi madre estaba tan lastimada que no podía ni ponerse de pie —recuerdo como me conto cada recuerdo de su pasado con sus ojos llenos de lágrimas justo como estoy yo ahorita—. Meses de abuso, lo peor de todo es que la última vez que la lastimó ella estaba embarazada de Joshua y la golpeó tanto que perdió a un bebé.

Tardo tanto tiempo en recuperarse de todo el daño. Mi padre estuvo para ella, cuido de ella. La protegió. Mi papá fue su salvador en un mudo oscuro de maltrato.

—Ahora más que nada dejo de llamarlo papá, es un monstruo como lo has dicho —veo como ha quedado de sorprendido—. Todo este tiempo ha movido fichas a su antojo.

—Lo sigue haciendo, solo que ahora tiene una aliada a su lado. Mi presentimiento en todo es que apenas inicia sus planes malvados contra nosotros —asumo—. Es venganza por parte de él hacia mi padre y todos nosotros; de Heather es obsesión contigo y odio hacia a mi.

—Lo de Heather es mi culpa, lo ha sido desde un inicio —me observa—. Me culpo cada día que pasa, si yo no la hubiera recibido aquel día la historia sería diferente.

Desvió mi mirada.

—No hay retroceso para cambiar el pasado Jayden, me duele recordar como me trataste —la debilidad de mis palabras—. Lo único que pido es que no se mete con Eileen, no tiene la culpa de nada.

—Ni tu tampoco, no dejaré que dañe a nuestra hija y a ti —se acerca—. No voy apartarme de ustedes.

Toma mi rostro.

—No lo voy hacer —limpia una lágrima que rueda de mi ojo—. Cometí tantas estupideces que quiero enmendar cada una de ellas.

Trato de zafarse de su agarre, no me deja.

—Nunca deje de sentir nada por ti Elaine —su confesión me deja muda—. Ni los años hicieron que te olvidará.

Me aparto bruscamente.

—No lo digas, no lo hagas. Tu nunca me quisiste —aguanto las ganas de llorar—. Me diste falsas ilusiones, me enamoré como una tonta de un hombre que miraba a otra mujer y no era a mi.

Quitó rápidamente las lágrimas que se me escapan. Trata de acercarse a mi, me aparto lo más rápido que puedo.

Me he aguardo tantos años mi dolor y si voy a explotar que sea delante del causante.

—Admito que la llegada de ella me desestabilizo, la busque por mucho tiempo y cuando lo deje de hacer apareció, no supe cómo manejar la situación, lo único que cause de todo fue tu abandono y tu dolor —se mantiene en su lugar—. Cuándo volvió te prometí intentarlo, lo estaba haciendo.

—Cuándo llegó lo olvidaste, cuantas veces la preferiste a ella por encima de mi, cuantas veces la defendiste y le creíste a ella antes que a mí; ¡que yo era tu esposa! —grito con tanta ganas de golpearlo hasta cansarme—. Todo quedó en qué lo intentarías.

—Lo siento tanto —aunque haya arrepentimiento en su mirada, no hay manera que lo perdone.

—Las palabras no arreglaran nada, el daño fue causado —aprieto mis ojos—. Para mí las palabras siempre van vacías, yo necesito hechos.

—Recuerdo la última discusión que tuvimos fuera de la cabaña. Me diste a elegir... —lo recuerdo a la perfección.

—Ahora ni siquiera quiero escuchar la respuesta, fui ingenua al pensar que sería yo.

—Tenía la respuesta, no te lo dije porque estaba tan confundido —agrega—. Yo pensaba que aún quería a Heather, solo estaba enamorado de mi pasado con ella.

—Ese mismo día intenté arreglar lo nuestro —la parte más dolorosa que pueda existir—. Te busque Jayden, no quería que nuestro matrimonio acabara. Estaba tan enamorada de ti.

—¿Por qué no lo hiciste?

—Piensas que no lo hice, fui a tu habitación —caen unas lágrimas, pensé que ya no dolía—. Cuándo entre a tu habitación me detuve en seco, no podía asimilar lo que mis ojos estaban viendo.

—¿De que hablas? —está tan perdido.

—No te hagas, no hagas que no sucedió por qué si lo fue. Yo te vi Jayden, esa noche. Te busque y cuándo entre te vi con ella. ¡Te vi con Heather durmiendo, abrazados! —cada que hablo se me desgarra la voz—. Me engañaste, me lastimaste.

No puedo contener por más tiempo mis lágrimas y lloro sin importarme.

—¿De que carajos estaba hablando?, no comprendo —busca saber.

—Sabes bien de lo que hablo, te acostaste con Heather la misma noche que me fui —chillo tratando de parar cada lágrima.

—Yo no hice tal cosa Elaine, no lo hice —trata de explicar—. Nunca me acosté con Heaher.

—Entonces como explicas lo que vi, no me lo imaginé, lo vi con mis propios ojos. La estabas abrazando, estaban ahí —grito llorando—. No trates de hacer que no recuerdas nada.

—Y es que eso es, no sucedió nada. Yo desperté solo, ¡Solo Elaine!, deseando que tú estuvieras a mi lado —recalca todo—. Te busque en tu habitación y ya no estabas.

—No te creo nada —me agachó al suelo—. No te creo, me lastimaste, te acostaste con ella y me engañaste.

Lloro sin parar, no entiendo porque no lo acepta de una vez por todas. No hay porqué seguir escondiendo lo obvio.

—Tienes que creerme chiquilla.

¡Oh no!, ese mote. Su manera de llamarme. Así no. Niego tantas veces.

—Yo nunca te fui infiel Elaine, y nunca lo sería. No a la mujer que amaba y a la que sigo amando.


🫧🫧🫧

Traiganme la presión que se me bajo la coca con lo último que dijo Jayden!!!! 😔🥺

Lxs dejo con ganas de más jajaja, soy mala lo acepto.. 😏 se nos vienen cositas 🫣😌 estén preparadxs...

A esperar una semana para saber que sucedera con ellos, estamos como a cinco capítulos 🥺

No se olviden de votar y comentar ✨❤️

📌Siganme por instagram @sarahi_salinas04 por allá subí unas ilustraciones de Jayden y Elaine hechas por un IA y también unas de Azul y Eidan 🫶

Los amo, no vemos hasta la próxima 🫶

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