papá ausente -jjk

By stwoniee

6.8K 387 50

donde él es tú papá. «warning» historia inspirada en @historidol en tiktok así que créditos por las líneas. l... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 20
Capitulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capitulo 23
Capítulo 24

Capítulo 18

244 15 5
By stwoniee

En una mañana bañada por la luz dorada del sol, mi novio y yo compartíamos un desayuno íntimo en un rincón acogedor de mi cocina. La mesa estaba adornada con una delicada mantelería, y los rayos de sol se filtraban a través de las cortinas, pintando sombras danzantes sobre nuestros rostros sonrientes.

El aroma tentador del café recién hecho llenaba la habitación, despertando nuestros sentidos y creando un ambiente de calidez y complicidad. Las risas y los murmullos suaves se entrelazaban en el aire, como una melodía suave y familiar que solo nosotros dos conocíamos.

—Entonces, ¿Tienes planes esta noche?

—Así es cariño, lo siento. Se que te prometí que me quedaría una noche más contigo pero quede en verme con los chicos.

—Apenas nos vemos Ian. Acaso prefieres estar con ellos que conmigo.  —Jugué con las sobras de comida que permanecían en mi plato.

—Ya habíamos hablado de esto. —Su voz sonó firme y tomó mi mano rápidamente cambiando su semblante con sonrisa— Veré si logro terminar lo más rápido posible, ¿De acuerdo?

—Está bien.  —Regresé la sonrisa con mis labios cerrados.

Nuestros ojos se encontraban en un instante. Sin embargo, en ese preciso momento, el sonido inoportuno de un teléfono interrumpió nuestra burbuja. Era mi propio teléfono. Mis ojos se desviaron hacia la pantalla, y mi sonrisa se desvaneció al leer el nombre del contacto que parpadeaba.

Un suspiro escapó de mis labios, y mi pareja, con su delicadeza y comprensión habituales, me sacudió suavemente la mano, instándome a responder.

Con un nudo en la garganta y el corazón lleno de incertidumbre, me alejé de la mesa. Me acerqué al teléfono, cerrando la puerta detrás de mi cuando entré al baño.

—Hola.

—Hola mi princesa, ¿Cómo te está yendo?

Luego de nuestro sorprendente reencuentro y digo sorprendente con el mayor sarcasmo posible, papá estuvo lo que sobró del día intentando contactarme para pedirme disculpas. Claramente nunca le respondí, pasaron varios días cuando tomé el valor para al menos leer uno de sus últimos mensajes y responderle.

Fue sorprendente cuando lo hice y me respondió de vuelta bastante rápido. Era como si hubiera estado sentado esperando por mi respuesta.

—¿Tienes algún problema? ¿Necesitas dinero? Solo dímelo, yo me encargaré de todo.

—Estoy bien. —No pude evitarlo y solté un suspiro apoyándome del lava manos.

—Me alegra oír eso. Estaba preocupado por ti. No sabes lo mal que me puse cuando te fuiste corriendo de ahí. Quise ir tras de ti pero sabía que solo empeoraría las cosas.

—¿A qué se debe tu llamada? Ya escuché tus disculpas.

Me crucé de brazos aún sosteniendo mi teléfono. Quería ir al grano. Hubo un silencio corto hasta que regresé nuevamente a oír su voz al otro lado del teléfono.

—Veras, en la madrugada tendré un viaje de negocios. Se que siempre quisiste ir conmigo, ¿Por qué no me acompañas? Me haría tan feliz, por favor.

—No quiero ir. —escupí a la primera.

—Debí haber aceptado aquellas veces que tanto me lo pediste. Perdóname.

—Ya basta de pedir perdón Jungkook, eso ya no sirve.

—Solo escúchame, esta bien. —Lo oí suspirar con temblor— ¿Podemos salir a cenar en la noche? Te compraré algo delicioso.

—¿Si acepto dejarás de insistir tanto? Será la última vez que acepte algo de ti.

—Está bien mi amor. —Respondió con rapidez un poco tartamudo— Lo entiendo, gracias por aceptar. No sabes lo feliz que estoy.

A pesar de que estábamos comunicándonos a través del teléfono escuché la nerviosa risa de papá. Por unos cortos segundos recordé su sonrisa. No recordaba cuando me dedicó una. Recordé las noches en las que con curiosidad echaba un vistazo por la puerta de su oficina cuando tenía algún tipo de junta con sus compañeros. El reía de los estúpidos chistes que ellos contaban.

—Pasaré por ti a recogerte.

—No hace falta, solo dime el lugar y la hora.

—Está bien.. Uhm. Te enviaré la localización por texto, a las 7:30, ¿Te parece bien?

—De acuerdo. Hasta luego.

Escuché una inhalación en referencia a de que iba decir algo más, pero me apresuré y colgué soltando un largo suspiro. Una parte de mi cabeza me decía que había hecho lo correcto pero la otra me decía lo contrario. Estaba clara del daño que me había hecho mi padre pero perdonarlo se me había vuelto algo imposible algo que no podía hacer. Llegue a la conclusión de que tal vez una oportunidad saldría bien pero era demasiado tarde.

Cuando regrese al comedor no había ningún rastro de Ian. Se había marchado. Me quedé unos segundos en un trance, hipnotizada por los platos abandonados sobre la mesa. Sentía que un gran peso reposaba sobre mis hombros, aplastando mi espíritu.

Mis pasos eran lentos y pesados mientras me acercaba a la desordenada mesa. La decepción me invadió al ver que Ian se había marchado sin siquiera limpiar su plato. El tiempo había volado sin que yo me diera cuenta, y de pronto me di cuenta de que debía salir del departamento pronto para encontrarme con papá en el lugar que me había indicado. Mis ojos se fijaron en nuestra última conversación, y allí estaba, la localización en el mensaje. Un restaurante cercano, justo aquí.

Con una creciente ansiedad acumulándose en mi interior, me levanté del sofá y me dirigí hacia mi armario. Decidí optar por algo sencillo, recordando que a papá nunca le importaba lo que llevaba puesto. Podía comprarme los vestidos más hermosos, pero él nunca los notaba.

Perdí la cuenta de cuántos mensajes le había enviado a Ian, rogándole que me respondiera. Odiaba cuando hacía esto, ignorar mis llamadas y mensajes.

Frente al restaurante, cerré los ojos y tomé una bocanada de aire para calmar mis nervios. Mis manos temblaban mientras entraba, y me encontré en un lugar acogedor y lujoso. Quedé sorprendida cuando uno de los empleados se acercó y me preguntó mi nombre. Al dárselo y confirmar quién era, me indicó que lo siguiera. El ambiente estaba decorado en tonos marrones y vinos, con cálidas luces que iluminaban el techo. Dejé de prestar atención a la decoración cuando mis ojos se posaron en mi padre sentado en una mesa redonda al final del lugar.

Nuestros ojos se encontraron y pude percibir su nerviosismo. Al llegar a la mesa, mi padre se levantó rápidamente. Sus labios se entreabrieron no sabiendo que decir y con torpeza abrió sus brazos para extenderme un abrazo pero al notar mi semblante de poca confianza cerró sus brazos con rapidez y sonrió avergonzado.

—Pensé que no vendrías.

—Cumplo con lo que digo. —Respondí indirectamente.

—Claro.. —El desvió su mirada rondándola a otro lugar y después de unos cortos segundos cayó en tiempo— Por favor, siéntate. 

Tomé asiento en silencio mientras observaba cómo él hacía lo mismo. Vestía un costoso traje y lucía un recorte undercut. Me sorprendió un poco al notar los lentes que llevaba puestos.

—¿Qué te parece el lugar?

Escuché su voz después de unos largos momentos y levanté mi mirada de la fina tela que cubría la mesa.

—Algo exagerado.

—¿Por qué?

—Se ve costoso.

—No es necesario que te preocupes por el dinero, está en mi.

—Eso no es el punto. —Rodeé mis ojos.

—¿No te gusta?

—Olvídalo.

—Podemos irnos a otro lugar si gustas no tengo problema, solo dímelo.  —Se inclinó hacia al frente para levantarse pero levanté mis manos en forma de negación deteniéndolo.

—No es necesario pero.. —Relamí mis labios para echar un vistazo a mi alrededor— ¿Tenías que reservar el lugar completo?

Papá hizo el mismo gesto y miró.

—Quería que te sintieras cómoda.

—¿Eso pensaste? —Fruncí mi ceño. El iba decir algo pero lo interrumpí— Olvídalo, no tiene sentido.

Agarre el menú de cartón sobre la mesa y comencé a leerlo en plan de distraerme. El silencio se hizo presente nuevamente, invadiendo el ambiente con una incomodidad palpable. El mesero se acercó rápidamente para tomar nuestra orden, rompiendo momentáneamente la quietud.

Pedimos nuestros platos sin mucha emoción en nuestras voces. Y una vez más, el silencio regresó, llenando el espacio entre nosotros. Desesperado por romper esa barrera invisible, jugué con un hilo suelto de mi ropa, esperando o tratando de encontrar algo que decir

De vez en cuando, levantaba la mirada hacia mi padre. Su rostro reflejaba una lucha interna, como si estuviera peleando consigo mismo. No podía evitar sentir una mezcla de tristeza y frustración ante su comportamiento.

—¿Cómo estás? —finalmente me armé de valor y rompí el silencio. La palabra salió de mi boca neutralidad.

Él levantó la mirada por un momento, sus ojos encontraron los míos. Pude ver en ellos una mezcla de sorpresa y preocupación antes de que su expresión se volviera indecisa una vez más. Las palabras parecían atragantarse en su garganta, pero finalmente encontró la fuerza para responder.

—Estoy bien. —dijo con una voz apenas audible. —Solo... te extraño mucho".

Un nudo se formó en mi estómago. Me maldije interiormente por no encontrar las palabras correctas.

—Escuché que recientemente te casaste. —Él asintió lentamente— ¿Y ella..?

La pregunto salió entrecortada. Papá me miró por unos cortos segundos con una mirada que no me había acostumbre haber. El analizó mi rostro por un momento y apretó su labio inferior. Estaba claro que supo al instante sobre  que me refería. No era algo que me gustara admitir, pero siempre sentí un poco de envidia hacia aquellos que tenían una relación cercana con su padre. Siempre me sentí excluida, como si hubiera perdido la oportunidad de tener una figura paterna en mi vida.

Sabía que mi padre había estado en una relación, y que de esa relación había nacido una niña. Nunca la conocí, ni tampoco tuve el deseo de hacerlo.

—Mejor hablemos de ti. —El evitó mi pregunta poniendo su mirada aún más centrada en mi.

—¿Ahora te interesa saber cosas sobre mi?

Papá apretó sus ojos con fuerzas y soltó un suspiro. Al parecer se comenzó a dar cuenta que esto sería más difícil de lo que pensaba. Aún así que lo intento logramos tener mínimo intercambiar varias palabras.

La comida llegó y no hablamos mucho durante ella. Pero hubo un momento en el que empezó a hacerme preguntas. Él me insistió y terminé contándole un poco sobre mi relación con Ian. Cuando me dio unos avisos sobre mi relación, algo que no esperaba. Respondí poniendo mis ojos en blanco, pero luego noté que cuando hablaba él me miraba con la máxima atención.

Algo se sintió extraño en ese momento, pero por alguna razón, algo en mi pecho se hundió. No sé si fue algo en su mirada o simplemente el hecho de haber tenido una pizca de su atención.

Después de cenar y tener unos minutos más, decidimos salir del restaurante. Papá se ofreció a llevarme a casa, suplicándome una y otra vez. Aunque no quería aceptar, no tuve otra opción. Así que subimos al auto y empezamos nuestro trayecto en silencio. Durante el camino solo pude mirar por la ventana, observando las oscuras calles y la ciudad iluminada por las luces de la noche.

Cuando finalmente llegamos a casa, bajé del auto y noté como papá bajaba con rapidez también. Se paró frente a mi y apretó sus propias manos con torpeza, parecía que quería decir algo, pero no encontraba las palabras.

Lo miré fijamente a los ojos, tratando de descubrir qué era. Finalmente, después de unos segundos de silencio incómodo, papá me abrazó fuertemente.

—Gracias por aceptar mi invitación, te amo mi princesa.

—No olvides lo que acordamos.  —Murmure sin mover un músculo sintiendo su aroma.

—Lo entiendo, pero debes saber una cosa. —El parecía no querer soltarme. Cuando finalmente lo hizo me miró— Las puertas de mi casa siempre estarán abiertas para ti.

Su nariz hizo un movimiento de picazón como si hubiera detectado alguna lágrima en camino pero aún así sonrió nostálgico.

—Siempre te voy estar esperando y siempre querré verte, ¿Está bien?

Sin verlo venir el colocó la palma de su mano sobre mi cabello donde deslizó su mano con suavidad creando un nudo en mi garganta.

—Si pasa algo, lo que sea, no dudes en llamarme. Te amo mi niña.

Continue Reading

You'll Also Like

735K 51.5K 65
Emilia Matthews es una amante jugadora del fútbol, no piensa en otras cosas más que en entrenar y ganar sus partidos, en su vida no importa otra cosa...
61.1K 5.3K 26
Becky llega a la Universidad con su novia friend Y le toca sentarse con freen Qué es una chica interosexual Y tiene fama De usar a las chicas pero po...
408K 19.8K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
392K 38.9K 21
Thea viaja a la otra punta del país como estudiante de intercambio y la familia que se ofrece a acogerla es una que ella conoce bien. Erik, el único...