- Es una broma, verdad?! – preguntó Hakkai levantándose de su puesto, golpeando la mesa con las palmas de su mano
- Claro que no lo es, Hakkai. Con esto no se juega – respondió Taiju mirando a otro lado con su típica cara de "todo me vale mierda"
Ahí estaban todos reunidos, los tres hermanos Shiba y Mitsuya, charlando acaloradamente sobre un tema que ni a la alpha de cabello castaño dejó indiferente: Su hermano mayor y el chico que supuestamente odiaba con cada fibra de su ser llevaban cuatro meses saliendo a escondidas y pensaban hacerlo oficial, de ahí que ambos decidieran contárselo a los menores, pero claro, Hakkai no se lo había tomado nada bien
- Yo quería ser el que estuviera contigo!! – gritó el omega de ojos azules empezando a llorar
- Hakkai, yo te rechacé hace tiempo y dijiste que estaba bien
- Pero fue antes de saber que te acostaste con mi hermano! – gritó justo antes de salir de corriendo por la puerta que daba a la calle
- Hakkai!! – intentó detenerlo Yuzuha, pero era imposible, ella no tenía las piernas tan largas; suspiró y vio a la pareja – Debieron decirlo antes
- Lo siento – murmuró el pelilila
- Si no lo vas a decir en voz alta, prefiero que no lo digas, sí? – volvió a sentarse sosteniendo su cabeza – No me malentiendan, vale? Estoy feliz por ustedes, especialmente por ti, Taiju, pero no puedo evitar sentirme fatal por Hakkai... Él lleva amándote estos últimos cuatro años, Mitsuya, pero claro, nadie manda en el corazón – todos agacharon la cabeza deprimidos, incluso el musculoso omega que miraba la puerta que su hermano acababa de cruzar
El peliazul corrió hasta quedarse sin aliento, se puso en cuclillas apoyado en una pared sin poder parar de llorar; quería golpear a su hermano en toda la carota, pero sabia que si lo hacía, recibiría el golpe de vuelta. Se quedó ahí pensando en lo mucho que odiaba a "Taka-chan" hasta que una mota de pelo anaranjado se le acercó de frente
- Oye, poste azul, qué haces lloriqueando en medio de la calle? – preguntó alzando una ceja Kawata Nahoya, el hermano mayor de su mejor amigo; rápidamente secó sus lágrimas y se puso de pie
- Nada... sólo no quiero volver a mi casa – dijo mirando los zapatos del chico sonriente
- Si no quieres ir a la tuya, ven a la mía – le ofreció – Cualquier cosa, sabes que Souya siempre va a estar ahí para ti
- Deberíamos avisarle primero
- Nah, también es mi casa! Venga, arriba – lo ayudó a levantarse y lo guio hasta donde tenía estacionada su moto – Agárrate firme a mí o te dejaré caer
- No sé si debería
- Por?
- Eres alpha, no? – al oír eso, Nahoya se desternilló de la risa
- Que va, hombre!! Soy más omega que tú! Mira – le dio la espalda y levantó su cabello, mostrando su marca
- Eh? Estás enlazado con alguien?
- Sip, pero shh no le digas a nadie, es un secreto. Sólo Souya y mis padres saben
- Por? – el de cabello revoltoso se encogió de hombros
- Cosas de él – sonrió, esta vez de forma honesta
- ...me intriga saber quien es
- No es tan difícil deducirlo si unes los puntos, pelón
- Ah, sí? – en eso cerró los ojos un momento... y sólo una persona se le vino a la cabeza – El capitán de la quinta división?
- Bingo! – soltó una risita – Aunque shh, ya sabes, o te pego – dijo subiendo a su moto, encendiéndola para luego darle unas palmadas al asiento – Arriba! – Hakkai obedeció abrazándose fuerte al más bajo para no caer
Al llegar a la casa de los Kawata, ambos fueron recibidos por la madre de los gemelos, quien abrazó tiernamente a Hakkai, pues ya lo conocía y le agradaba mucho y regañó a su hijo mayor porque confundió el perejil con el cilantro, cosa que hizo reír a su marido que estaba sentado en el sofá viendo caricaturas con Souya, quien al ver al peliazul se puso de pie y fue a saludarlo
- Qué haces aquí?
- Smiley me trajo
- Lo vi llorando en la calle
- Llorando?! – preguntó la señora Kawata tomando las mejillas del menor que era bastante más alto que ella y apretó sus mejillas – Qué te hicieron, corazón?
- Nada
- Uno no llora por nada
- Bueno, es que...
- Mamá, suéltalo – dijo el peliceleste apartando suavemente a la mujer de su amigo – No lo obligues a hablar si no quiere
- Bien – suspiró – Mi niño, te puedes quedar a dormir aquí esta noche si quieres, aunque no olvides avisarle a tu hermanita
- Eso haré. Gracias por su hospitalidad – el chico se metió al baño, donde marcó el número de su hermana y le dijo que se iba a quedar con los Kawata, que también le avisara a Taiju y Mitsuya para que no se preocuparan, aunque siguiera molesto con ellos
La familia Kawata era muy ruidosa y divertida; no era la primera vez que cenaba con ellos, pero si era la primera en que se sintió tan acogido, aceptado. Acabada la comida, Hakkai y Souya lavaron los platos mientras se tiraban agua y a los pocos minutos, los señores Kawata bajaron vistiendo de forma elegante
- Eh? Y esas pintas? – preguntó Nahoya desde la sala
- Cómo que pintas, mocoso?! Es nuestro aniversario, burro
- Ay, verdad – rió el mayor de los gemelos
- A veces no sé que tienes en lugar de cerebro, hijo – suspiró la mujer de cabello anaranjado y ojos azules – Souya, cuida la casa y a Hakkai
- Si, mamá – asintió; esperó a que el sonido del vehículo se alejara para suspirar – Bien, Nahoya, ve con Mucho, yo te cubro – sonrió el menor de los gemelos y su hermano lo abrazó con fuerza
- Te amo, mi Angry bonito! – dijo con voz de bebé corriendo escaleras arriba para arreglarse y salir a ver a su pareja
- Nos quedaremos solos? – preguntó Hakkai
- Si te molesta podemos llamar a Mitsu-
- No! – le interrumpió – Estoy bien a solas contigo – respondió un tanto enojado
- ...Pasó algo con Mitsuya? – el de la cicatriz en sus labios frunció el ceño – Ya veo. Lamento haberlo mencionado
- No pasa nada. Ya lo superaré...
Apenas Muto llegó y se llevó a Nahoya para pasarla bien esa noche, el menor de los Kawata subió al cuarto que compartía con su gemelo siendo seguido por Hakkai, se sentó en la cama del chico de cabello anaranjado y miró al más alto relajando su usualmente huraña expresión facial
- Tú puedes dormir en mi cama esta noche
- Bien – en eso notó que no había traído nada; avergonzado miró al peliceleste y este dedujo de inmediato lo que pasaba
- Espérame, te presto algo que puedas usar de pijama – se levantó de la cama y revisó su cómoda, sacando de esta la camiseta y las bermudas más grande que encontró, entregándole las prendas en mano al de la cicatriz que cruzaba sus labios, quien se puso de pie y fue al baño a cambiarse
Se demoró bastante, tanto que Souya empezaba a preocuparse; se puso sus pantuflas y abrió la puerta del cuarto para ver si algo le había ocurrido al más alto, sonrojándose al verlo de pie al otro lado del umbral... La camiseta le quedaba corta, se veía parte de su vientre desnudo y la bermuda le quedaba corta y ajustada, haciendo lucir su trasero y sus muslos; el mayor abrió grandes los ojos y tragó saliva mirando a otro lado, sonrojado
- Me veo muy mal, verdad? – preguntó Hakkai; rápidamente el usualmente enojado muchacho tomó su muñeca y lo jaló a su cama, quedando encima de él
- N-no vuelvas a decir que te ves mal! – exclamó
- Souya?
- E-eres muy lindo y... te queda b-bien – cada vez estaba más rojo
- No lo sé – miró a la pared con tristeza – Taka-chan eligió a Taiju sobre mí... quizás sea porque no soy lindo
- Deja de decir eso! Me enoja!! – gritó el más bajo sosteniendo su barbilla – Siempre que te tengo cerca tengo que contener a mi alpha porque se pone idiota contigo! Pero estás tan cegado por el tonto de Mitsuya que no eres capaz de ver lo loco que me traes! – admitió mirándolo a los ojos – Argh... no quería decírtelo así... perdóname
- Souya – el peliazul tomó las mejillas de su amigo y le dio un pequeño beso en los labios – Si te pido que me hagas olvidar a Taka-chan... lo harías? – Angry tragó saliva con pesadez, pero asintió... Tímidamente unieron sus labios en un beso cálido e inocente, el cual rápidamente se convirtió en un lascivo y lujurioso
Pese a su aspecto y actitud, Kawata Souya era un alpha, eso Hakkai ya lo sabía, por eso le sorprendió que Nahoya fuera omega; no era algo imposible, pero si era inusual que el género secundario de mellizos y gemelos fuera distinto, aunque claro, lo que no se esperaba, es que Souya, como buen alpha, estaba muy bien dotado, sentía el miembro del peliceleste tan adentro que sólo podía dedicarse a gemir y gritar de placer tumbado de barriga sobre la cama, con el mayor jalando sus brazos hacía él para profundizar aún más la penetración, si es que podía
- A-Angry, me vas a partir!! – babeaba el peliazul el cubrecama
- Vaya, eres tan lindo que no puedo parar – jadeó; soltó los brazos del omega y se inclinó sobre él, abrazándolo, besando su espalda, frotando cada centímetro de piel que pudiera alcanzar – Hakkai, te amo – susurró empujando su nudo dentro de él, haciendo gritar al omega
- Ah!! S-Souya!! Hazme tuyo!! – gritó completamente poseído por el placer; el más bajo se acercó con algo de dificultad a su cuello y lo mordió, marcándolo, uniéndose a él – AAH MI ALPHA!! M-mío! S-soy tuyo, Souya!! – extasiado por aquella afirmación, tuvo un potente orgasmo, corriéndose dentro del menor, llenando de esperma su útero... Recién ahí notó lo que acababa de hacer
- L-lo siento, perdóname, Hakkai! – iba a seguir disculpándose, pero fue callado por la mano el chico dándose la vuelta con dificultad, acercando su boca a la ajena para darle un agradable beso – Hakkai...
- Ya me marcaste, no? – sonrió – No te disculpes, me hace feliz saber que si le importo al alpha que me ha marcado – el peliceleste se sonrojó violentamente
- N-no digas esas cosas! Es lo mínimo!! – tiró hacía atrás, pero al notar que estaban cruzados suspiró – No podré sacarla todavía
- Me parece bien, me gustaría hacerlo un poco – dijo casi ronroneando; Angry tragó saliva y alzó una de sus piernas, embistiendo nuevamente – Ah~ Souya, justo ahí~ – gimió de forma sensual
- Eres tan lindo que podría morir – sonrió apoyando su rostro en el pecho del omega, sosteniendo sus caderas con fuerza, iniciando una segunda sesión
- Es una broma, verdad?! – gritó Taiju levantándose para golpear a la pareja de su hermano menor, pero este se puso en medio mirándolo con rabia; apretó los dientes y se volvió a sentar de mala gana junto a su novio
- No te alteres, Taiju. Le hará daño al bebé – dijo Mitsuya acariciando su vientre
- Lo sé, pero... - miró a otro lado rechinando los dientes
- Ok, es incómodo tener a mis dos hermanos embarazados a la vez – dijo Yuzuha mirando feo a Souya y Takashi – Me van a escuchar bien, alphas de mierda!
- Pero si tu también eres alpha – dijo su hermano mayor, pero se calló al ver lo enojada que estaba esta con los novios de sus hermanos – Si ustedes hacen llorar UNA SOLA VEZ a mis hermanitos, o descuidan a sus cachorros o cualquier tontería por el estilo JURO POR MI MAMITA QUE ESTÁ EN EL CIELO QUE LES VOY A CORTAR EL PITO!! – ambos alphas llevaron sus manos a su entrepierna asustados – Me oyeron bien? – ambos asintieron y ni Taiju ni Hakkai pudieron evitar reír ante aquella escena... Yuzuha estaba lista para ser la mejor tía del mundo y ellos lo sabían, después de todo, ya era la mejor hermana del mundo entero.