Jake
El camino era infinito.
Estaba acostumbrado a caminar diez minutos en línea recta y atravezar el pueblo entero, aquí es diferente. En este lugar, caminar por diez minutos en línea recta significa perderte. Llevamos una semana sin saber donde estamos, dormimos en los árboles, comemos los animales que se nos acercan y aveces perdemos a las niñas. Así de simple, las vemos un segundo y al otro ya no estan.
Aveces me preocupo, siento que todo fue un sueño y que Saura nunca existió, que seguiré con mi miserable existencia, matando a la gente que tiene la desgracia de cruzarse en mi camino. Ella me tranquilizaba, me protegía de mi mismo. Y ahora estoy caminando en un lugar que no conozco, buscándola.
***
Pasaron ya dos semanas desde que salimos y creo que encontramos un lugar para poder dormir, es un casa que por lo que se puede ver, esta abandonada desde hace mucho, pero es mejor que las ramas de los árboles.
Las niñas llevan días sin aparecer pero no me preocupo por eso, siempre aparecen tarde o temprano.
Cuando estábamos cerca de la casa comenzamos a escuchar unas risas, pero no nos preocupamos, creíamos que eran las niñas. Se escuchaban voces cantando, cuchicheos y más risas, oraciones sin sentido y otras cosas. Comenzamos a recorrer la casa y nos dimos cuenta de que había latas de comida para perro vacías, lo cual fue raro, pero otra vez, no le tomamos importancia.
Nos acostamos en el piso y tratamos de dormir, Lucy no tardó en conseguirlo, pero a mi se me hacía imposible, a pesar de no haber podido dormir bien en estas semanas no podía ni cerrar los ojos, había algo raro aquí. Me levanté y comencé a caminar por la pequeña casa, solo habían dos habitaciones, la primera no tenía puerta y había varias ventanas, la mayoría rotas o con grietas. Había cuerdas y cajas en el piso, pero por la cantidad de polvo que había pensé que llevaban años ahí, seguí caminando, pero cuando apenas había dado el primer paso, me paré en seco. Escuchaba risas, fuertes carcajadas viniendo del otro cuarto, aquí había más personas. Salí de la habitación y desperté a Lucy, tenía que mantenerla cerca, le dije lo que había escuchado y en cuanto lo comprendió el sueño desapareció de su rostro, se levantó de golpe y caminó por el estrecho pasillo hasta la puerta de la segunda habitación. Lucy tenía miedo, yo también, pero en ella era más notorio, pero lo hice, tomé las fuerzas para abrir la puerta, solo que esta no abría. Voltee a ver a Lucy y parece que ambos pensábamos lo mismo, no dijimos nada y simplemente asentimos con la cabeza, contamos hasta tres y pateamos la puerta, ésta se abrió de golpe y lo que vi dentro me dejó sorprendido. Saura estaba en la esquina de la habitación, viendo fijamente hacia el suelo, con la mirada perdida y llena de tierra, seguía sin verme, comencé a caminar lentamente, pero cuando estuve a un metro de ella reaccionó de repente y comenzó a gritar.