Aquí su autora para informarles que estamos cerca del final.
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Suspire, sentía el cuerpo muy pesado.
Intente abrir mis ojos pero me sentía muy cansado, podía sentir la claridad entrando aun sin abrirlos. Lo intente de nuevo, viendo por el rabillo del ojo la claridad de la habitación. Suspire de nuevo, sentía una molestia en mi costado. Me queje de dolor, abriendo más mis ojos. Sentí una mano que me impidió levantarme. – No te levantes. Descansa – escuche a mi lado.
Gire mi cabeza, encontrándome con un golpeado y algo cansado, oficial Chen Yu. Se lo veía sucio y herido, su expresión era de alivio. – Chen Yu –dije en voz baja y ronca. Parpadee un poco desorientado. Mire alrededor, notando que estábamos en una habitación de hospital. – ¿Qué paso? ¿Dónde estamos?, ¿Estamos muertos?
Escuche una suave risa, después una caricia en mi mejilla. Gire mi rostro mirándolo, sintiéndome bien por su caricia. – No, estas a salvo. Estamos a salvo –dijo. – Logramos sobrevivir. Ya detuvimos a todos, muchas pruebas fueron recaudadas y los implicados fueron detenidos. El caso está cerrado.
Sonreí despacio. – Eso es bueno. Pero, ¿qué me paso?, ¿Por qué estoy aquí?– pregunté.
– Te dispararon, perdiste sangre y te desmayaste. Además según el doctor, una pequeña parte de la sustancia de las capsulas llego a tu estómago –dijo Chen Yu. – Estas fuera de peligro, después de que limpiaran tu sistema con medicamentos. Pudo haber sido letal, pero por suerte no lo fue.
Abrí mis ojos con sorpresa, creí que había logrado escupir todas las capsulas. Ni siquiera sentí que haya tragado una. – Entiendo –dije. Mire a Chen Yu, quien aún tenía mal aspecto. – ¿Tú como estas? No tienes buen aspecto, ¿Cuánto tiempo paso? ¿Por qué no estás en tu habitación descansando?
Él sonrió de medio lado, inclinándose a la cama para dejar un pequeño beso en mi frente. Suspire, mientras lo veía sentarse en la cama ahora, y tomar mi mano libre. – He tenido mejores días –dijo en voz baja. – Solo paso un día, me negué a apartarme de aquí. Estoy bien.
– No luces bien, ¿te ha visto un doctor? – pregunté.
Asintió, besando mis nudillos. – El doctor Du me reviso, estoy bien. No me he movido de tu lado desde que te trajeron a la habitación –dijo con calma, sin mirarme. – Aun tengo informes que presentar e ir a ver a Yang Yi, pero lo hare después. Mis superiores se están encargando de todo.
Intente moverme pero no tenía fuerzas. – Chen Yu, te golpearon y muy fuerte. Pudieron matarte –dije con reproche. Vi como su ceño se frunció, aun no me miraba. –Fuiste herido gravemente. Debes descansar, no estar cuidándome. Estoy a salvo aquí, debes cuidarte también.
– No podía estar lejos, sin saber si estabas bien –dijo en voz baja. Cuando sus ojos finalmente me miraron estaban rojos, sus lágrimas se acumularon y cayeron por sus mejillas. Mi corazón se estrujo. – Creí que te perdía. No sabía qué hacer, no tenía calma.
Me reincorpore a pesar del dolor, abrazándolo rápidamente. Él procuro tener cuidado al rodearme con sus brazos. Sentía lo mismo, cuando vi como lo golpeaban sentía que moriría. Yo tampoco sabría qué hacer si algo le pasaba. – Te amo demasiado, Gu Wei –dijo contra mi cuello.
Sentí las lágrimas en mis ojos, apretando más su cuerpo. –También te amo, Chen Yu –dije en voz baja. Nos apartamos apenas un poco, aun rodeándonos con nuestros brazos despacio, evitando algunas zonas. Nos miramos el uno al otro, me incline hacia adelante besando sus labios dulcemente. Chen Yu profundizo poco después, tomando mi rostro suavemente entre sus manos para saborear mis labios.
El carraspeo de una enfermera nos hizo separarnos; ambos un poco rojos por la vergüenza, escuchamos como nos regañaban. La enfermera llamo rápidamente a uno de mis colegas, Chen Yu dijo que se iría un rato, ya que tenía otros asuntos de los que ocuparse con la policía. Dejo un pequeño beso en mis labios y se fue, antes de que la enfermera volviera.
Fui despertado por un desesperado Gu Xiao, quien al parecer se enteró de lo que paso y vino rápidamente. No supe en que momento me había quedado dormido de nuevo, pero al parecer habían pasado algunas horas. Dos enfermeras le tuvieron que decir a Gu Xiao que se calmara, o lo sacarían con seguridad.
Asintiendo una y otra vez, mi primo se quedó quieto.
Me preocupe, porque si él lo sabía seguramente mis padres también, y no tardarían en aparecer. Él me dijo que se enteró por la amiga de Lin Zhixiao, quien al parecer se enteró porque a su padre le eligieron otro médico que lo atendiera, mientras me recuperaba de lo que me había pasado.
Muchos colegas vinieron a verme mientras Gu Xiao estaba conmigo, demostrando su preocupación y alivio al saber que estaba bien y no era tan grave. El subdirector vino ya bien entrada la tarde, diciéndome lo sorprendido que estaba por lo que me paso, enterarse que yo estaba ayudando a la policía y que estuviera involucrado, a tal punto de ir a ese tipo de operaciones y que haya sido herido, fue mucho que asimilar para él.
Se mostró agradecido de que estuviera bien, fuera de peligro y a salvo. Siempre me tuvo aprecio y creía que yo sería parte de su familia en algún momento, como esposo de Gao Xi pero eso no ocurrió, aun así no iba a dejar de tratarme como alguien de su familia. Me aseguro que no les diría nada a mis padres, ni a su hija, para que no se preocuparan.
Después de algunas recomendaciones se fue.
Según Gu Xiao, quien había escuchado varias conversaciones en el pasillo, todos se sorprendían de que el farmacéutico implicado en todo esto, haya ido a la misma universidad que yo. No era un doctor directo de este hospital, pero había sido cercano a muchos doctores, quienes se mostraron impactados con la noticia.
También, al parecer, muchos comentaban que era extraño que yo esté involucrado con un policía; según ellos: sentimentalmente. Se enteraron de alguna manera de que yo estaba con el oficial Chen Yu, quien me había llevado el mismo hasta la ambulancia y no me había dejado en ningún momento hasta que desperté.
Sobraba decir que quienes pensaban eso eran todas las mujeres que me han dado regalos a lo largo del tiempo, las cuales había rechazado, no aceptando ninguno de sus regalos hacia mí. Poco me importaba lo que piensen. Era mejor, a mi parecer, que entendieran de una vez que yo estaba con alguien. Aunque no era exactamente la manera en la que quería que lo supieran.
Le pedí a Gu Xiao que no escuchara esos rumores sin sentido, tampoco me los dijera porque no tenía interés en saber que opinaban los demás. Él se mostró agradecido con el oficial Chen Yu, por haberme ayudado y salvado. Dijo que iba a ser un buen esposo y compañero, lo cual me hizo poner muy rojo de vergüenza.
No sabía si el oficial Chen Yu querría casarse, o tener una familia; jamás habíamos hablado de eso. Era un hombre muy dedicado a su trabajo, y no sabía si ese tipo de cosas pasaban por su mente. No sabía que opinaban sus padres de esto, o si aceptarían que él decidiera pasar el resto de su vida conmigo.
Suspire, acomodándome en la camilla.
Gu Xiao cambio de tema, al notar que estaba algo pensativo por lo que dijo, mencionándome que ya había llegado a algo con la mejor amiga de Lin Zhixiao: Esperaba poder formalizar algo y convertirse en una pareja. Intente mostrar interés, ya que él se veía emocionado, pero sinceramente no me importaba.
Gu Xiao se fue un rato para que descansara.
Horas más tarde recibí la visita de Lin Zhixiao, quien se mostró preocupada por lo que me paso y por eso vino a ver como estaba. Se sintió aliviada de que estuviera bien y no haya sido tan grave. Se mostró avergonzada por lo que paso, disculpándose por cualquier inconveniente que haya creado entre Gao Xi, Chen Yu y yo.
Ella se había sorprendido la primera vez que nos vio a Chen Yu y a mí, en actitud cercana y romántica, como nunca me había visto con nadie. Tanto que no pensó en lo que decía cuando se encontró con Gao Xi y le pregunto qué le había pasado, y ella le dijo que nos vio besándonos; ahora se arrepentía de eso.
Le explique que no tenía que disculparse, la doctora Gao Xi se enteraría de alguna forma y era mejor si era antes de que las cosas se complicaran. Amaba a Chen Yu, y ella tenía que entender que lo había elegido a él. Ella se disculpó de nuevo por todo lo que hizo, pensaba que yo tenía algún interés por ella, pero no era así y le quedo muy claro al verme con Chen Yu.
Mi querido novio policía apareció poco después en la habitación, mostrándose serio en cuanto vio a Lin Zhixiao a solas conmigo. Le explique que ella había venido a disculparse, habíamos aclarado todo y ya no había malos entendidos entre nosotros. Ella se sintió un poco incomoda por la mirada seria del oficial, lo cual me hizo sonreír un poco.
En cuanto ella se fue, tome su mano y lo atraje hasta mí, besando sus labios despacio. Chen Yu capturo mis labios, mostrándose un poco posesivo, teniendo cuidado con sus manos. Sonreí mientras nos besábamos, él me veía con una ceja alzada al apartarse del contacto. Acaricie su mejilla y lo atraje de nuevo a mis labios.
Un Gu Xiao súper incomodo interrumpió nuestros besos.
Habían pasado varios días, dos semanas y media para ser exacto. Me sentía mucho mejor, casi listo para volver al trabajo, pero Chen Yu, Gu Xiao y muchos colegas me lo impedían; decían que debía descansar más. Yo me sentía bien, casi no sentía dolor por los medicamentos. El mismo director se entero de todo, me dio algunas semanas libres pero no las necesitaba, quería volver a trabajar.
Gu Xiao me ha estado cuidando, reafirmándome que no se lo ha dicho a mis padres. Fue una suerte que aun no supieran nada, sino hubieran venido a verme desesperados por saber que paso. Se enterarían que arriesgue mi vida por Chen Yu, quien también es mi novio, que había sido sospechoso de un caso sobre drogas, y no estarían muy contentos.
Sabrían que el oficial Chen Yu y yo llevamos meses saliendo, y no de una buena manera. Si los conocía lo suficiente, sabía que lo culparían por todo lo que me paso. No podían culparlo, yo arriesgue mi vida por él. Lo amo, por eso quise acompañarlo ese día, y ayudarlo en todo lo que pueda. No habíamos empezado bien, pero eso no importaba.
Suspire mirando hacia el techo, ya estaba aburrido de estar en casa.
Había prácticamente echado a Gu Xiao ayer para que me dejara un poco solo, dándole las gracias que me cuidara en los días anteriores. Estaba agradecido con él, pero ya no lo necesitaba las veinticuatro horas al día detrás de mí. Era doctor y un hombre adulto, podía cuidarme a mí mismo, podía sobrevivir solo unas horas.
Básicamente me he mantenido solo gran parte de mi vida.
Mire la hora en mi teléfono, después hacia la puerta de mi departamento; Chen Yu no ha venido en varios días. Sé que está ocupado luego de haber cerrado el caso, y que todos los implicados fueran detenidos. También sé que aun hay muchos asuntos que resolver relacionados con las pruebas y las victimas, nada había sido resuelto del todo. Seguramente hay otros asuntos de los que ocuparse.
Pero creí que al menos tendría un poco de tiempo para mí, para venir a ver como estaba. Apenas le he escrito o llamado, porque seguramente este muy ocupado y no quería molestarlo; pero, quería saber cómo estaba después de los golpes que le dieron. Sentí mucho miedo cuando lo vi siendo golpeado con tanta fuerza. Si él no fuera de voluntad fuerte, lo hubieran matado.
Mordí mi labio, tratando de no pensar en eso de nuevo. Sentiría dolor en el pecho de solo imaginar que pudieron matarlo frente a mí. Tal vez deba salir un poco a distraerme, darme una vuelta por la estación para saber cómo esta todo. Lo extrañaba, aunque también estaba preocupado como doctor.
Apague la televisión y me levante del sillón, dándole una última caricia a Jianguo, fui hasta mi habitación por algunas cosas y salí, con mi teléfono y las llaves de mi auto en las manos fui directo al ascensor. Me habían devuelto el auto hace apenas cinco días, lo cual agradecía enormemente, no había salido con él desde hace tiempo.
Ingrese y arranque, le di una mirada al interior: todo parecía normal. Como siempre. Con una pequeña sonrisa acelere, sintiendo nuevamente la sensación de manejar mi propio vehículo. Recorrí casi toda la ciudad, disfrutando de la brisa que entraba por la ventana y del día caluroso.
Llegue a la estación una media hora después.
Deje el auto en el estacionamiento y camine hacia las entrada, muchos policías, delincuentes detenidos y civiles entraban y salían por las puertas. Camine hasta la recepción, preguntando si el oficial Chen Yu estaba, el policía al otro lado del vidrio reviso en su computadora. – Dr. Gu –dijo una voz a mi espalda.
Gire encontrándome con el director Lin, estaba con otro grupo de policías, quienes se excusaron siguiendo con la caminata subiendo las escaleras, dejándonos solos. Me incline ante él. – Director Lin –dije. – ¿Cómo esta?
– Bien. Aunque yo debería preguntárselo a usted –dijo.
Asentí. – Estoy bien, me siento mucho mejor –dije. – No quiero molestar, solo quería saber cómo se encontraba Chen Yu. Él recibió un golpiza muy fuerte. Lo trataron peor que a mí, y estaba preocupado. Como médico temo que le haya quedado alguna secuela, o fractura que no haya informado.
El director Lin sonrió levemente, asintiendo. – Es joven y fuerte, seguramente ya se haya recuperado –dijo. – Él no se encuentra aquí. Le fueron dados unos días de descanso por sus lesiones, pero aún se presenta por aquí. Es muy terco como para descansar, así que le pedí a Lan Anran que lo vigilara y lo mantuviera en casa. Está en su departamento, junto con el oficial Yang Yi.
Asentí con una sonrisa, reverenciando al director le agradecí, y me fui de nuevo a mi auto. El viaje hasta el departamento donde vive Chen Yu fue corto. En cuanto baje, note que la cafetería estaba abierta y tenía clientes. Estacione y baje, en cuanto ingrese note que Yang Yi y tres empleadas estaban atendiendo a los clientes y había varios esperando.
Chen Yu no estaba entre ellos.
Vi hacia las escaleras que daban al departamento, me dirigí hasta allí y subí despacio. Estando a solo unos pasos de la puerta cerrada, escuche sonidos extraños al otro lado. Golpee rápidamente, no obteniendo respuestas. Golpee de nuevo y seguía sin respuesta, hasta que me arriesgue girando la perilla de la puerta, esta se abrió.
Ingrese mirando alrededor, todo parecía normal: aun había papeles en la mesa frente al sillón y cajas en el suelo. El resto estaba todo ordenado. Camine hasta las puertas corredizas que dan al balcón, donde vi a Chen Yu cubierto de sudor, gimiendo frustrado, casi gruñendo, golpeando con fuerza y mucha violencia una bolsa de box.
La estaba golpeando casi con ira, se podían ver sus brazos temblando en cuanto se detenía unos segundos. Eso no lo detenía, volvía a golpear una y otra vez con demasiada fuerza. Deje mi mochila en el sillón. – Chen Yu – casi grite, pero él no se detuvo. Creo que ni siquiera me escucho.
Fui hasta él deteniendo sus brazos, pegando mi cuerpo al suyo para que se quedara quieto. Lo rodee con mis brazos, dejando mi cabeza contra su hombro, pidiéndole que se detuviera. Su cuerpo se movía por su respiración acelerada, pero había logrado que dejara se golpear. – Chen Yu – dije. – Calma, ¿Qué sucede?, ¿Qué te molesta tanto?
Él dejo caer su cabeza hacia atrás, apoyándola en mi hombro. – Debí matarlos –dijo en voz baja. Lo mire sin entender, ¿matar a quién? – Aun puedo verte ahí tirado en el suelo cuando cierro los ojos, siendo golpeado. Puedo ver cómo están sometiéndote para que tragues esas capsulas. Cuando te dispararon. Aun puedo sentir como creí que te perdería. En lo único que pensaba era que quería salvarte.
Con la agitación, dijo cada palabra despacio.
Sentí un cosquilleo en la boca del estómago. – Y lo hiciste –dije en voz baja, apretando más mis brazos alrededor de su cuerpo. Sentí mis lágrimas en mis ojos, entendiendo su molestia. Seguramente fue muy doloroso de ver, yo sentí lo mismo cuando lo golpearon a él. –Estoy aquí, contigo. Sigo vivo. Estoy fuera de peligro y fue por ti, tú me salvaste. No te culpes, no lo hagas. No te castigues así.
Su cuerpo se relajo, dejando caer sus hombros. Se arrodillo en el suelo, yo caí con él ya que no iba a soltarlo. Nos quedamos así un rato, en silencio. Casi veinte minutos después Chen Yu se alejo de mis brazos y volteo, rodeándome con sus brazos, se acomodo en mis piernas. Su oído estaba contra mi vientre, acaricie sus cabellos cubiertos de sudor y su espalda, viéndolo como cerraba sus ojos.
– ¿Por eso no fuiste a verme? – pregunté, luego de un rato.
Chen Yu asintió, un poco avergonzado. – Despierto a mitad de la noche por las pesadillas –dijo. – No he podido dormir bien en días. Voy a la estación aun así, ocupándome de cualquier cosa que me haga olvidar; que me mantenga ocupado. Intente ir a verte, saber que estabas bien, pero me sentía culpable. Creía que estabas enojado.
– No podría enojarme contigo por eso –dije en voz baja. – Te amo demasiado, baobei.
– También te amo –dijo. –Pero fue mi culpa, no debí dejar que vinieras.
Me moleste apenas un poco. – Chen Yu, deja de culparte. —Deje mi mano bajo su mandíbula, levante su cabeza y lo hice mirarme. – Estoy aquí, estoy contigo. Yo te obligue a llevarme ese día. Yo quise ir, yo quise acompañarte y yo soy dueño de mis acciones. Tú no tuviste la culpa de nada. Eres mi novio, temía que te pasara algo y no me equivoque.
Chen Yu solo se quedo mirándome, sin decir nada por unos minutos. Se reincorporo, acomodándose sobre sus piernas, apoyando sus manos a los lados de mi cuerpo, fue acercando su rostro al mío. Me beso despacio, rosando apenas nuestros labios. Sonreí, tomando su rostro para besarlo más profundamente.
Suspiro en medio del beso, dejando sus manos en mi espalda alta para acercarme a su cuerpo. Sus besos se movieron a mi mejilla, delineando mi mandíbula y de ahí hacia abajo, dejando su rostro contra mi garganta. – Perdón – dijo en voz baja. Le dije que estaba bien y bese su mejilla.
Escuchamos un carraspeo que nos hizo voltear el rostro y ver a Yang Yi, parado al otro lado de las puertas con una sonrisa incomoda, mirándonos a ambos. Chen Yu se reincorporo, extendiendo sus manos para ayudarme a levantar. Ambos ingresamos de nuevo, Chen Yu se excusó, diciendo que se daría una ducha; Yang Yi me invito un té.
Ambos bajamos a la cafetería, dejando a Chen Yu solo.
Yang Yi me comento lo difícil que era todo esto para Chen Yu, ya que había puesto mi vida en riesgo y temió perderme por eso. Me dijo de todo el trabajo que estaba haciendo para mantener la cabeza ocupada. Se sobre cargo de viejos casos aun no resueltos, para no pensar en lo que nos ocurrió.
Quería olvidar, pero los recuerdos aun vividos no se iban.
Tanto el director Lin como el capitán Liu le dijeron que descansara y no se excediera, había sido brutalmente golpeado y tenía que descansar unos días, reponer fuerzas y tener la cabeza más fría. Muchos compañeros le dijeron que no debía excederse, los casos seguirían allí cuando él volviera y pueda ocuparse de ellos. Dos de sus superiores casi lo obligaron a irse de la estación, y mantenerse en casa.
Yang Yi agradecía que haya venido, así lo hacía detenerse y mantener la calma, relajarse un poco y quedarse quieto. Ha estado encerrado todo un día, y no había parado de golpear ese saco de boxeo; eso explicaba porque sus brazos ya temblaban por el sobre esfuerzo. Él estaba preocupado por su amigo.
Habían pasado ya veinte minutos y Chen Yu aún no bajaba. Ya había terminado mi té, le agradecí a Yang Yi y fui a ver qué estaba haciendo el oficial antinarcóticos que tengo por novio. En cuanto entre no lo vi en la sala, los papeles habían sido juntados y estaban todos ordenados junto a las cajas. Fui hacia la habitación, donde encontré a Chen Yu con su uniforme puesto y parecía que iba a salir. – ¿A dónde crees que vas, oficial? –pregunté cruzándome de brazos.
Chen Yu me miro por sobre su hombro, terminando de acomodarse la gorra de policía. Volteo, acercándose a mí. –Iré a la estación a llevar esos expedientes –dijo. Rodé los ojos rápido. No lo deje dar otro paso, lo detuve con mi mano en su pecho, capturando sus labios rápidamente, antes de que pudiera decir o hacer otra cosa.
Su mano termino en mi nuca, profundizando el movimiento de nuestros labios. Tome su gorra de policía y la deje a un lado, pasando mis dedos por su mejilla moviéndola hacia su nuca, succionando sus labios con verdaderas ganas. Mis besos siguieron, baje a su garganta escuchando sus jadeos.
Era mi momento de probar su piel, de saborear su cuerpo.
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